Ayúdame Señor a ser
misericordiosa
(Autor: Santa Faustina
Kowalska)
Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos
sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según
las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda
a ayudarle.
Ayúdame, oh Señor, a que mis oídos
sean misericordiosos, para que tome en cuenta las necesidades de mi
prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.
Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua
sea misericordiosa, para que jamás hable negativamente de mi prójimo, sino
que tenga una palabra de consuelo y de perdón para todos.
Ayúdame, oh Señor, a que mis manos
sean misericordiosas y llenas de buenas obras, para que sepa hacer sólo el
bien a mi prójimo y cargar sobre mí las tareas más difíciles y
penosas.
Ayúdame, oh Señor, a que mis pies
sean misericordiosos, para que siempre me apresure a socorrer a mi
prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio.Mi reposo
verdadero está en el servicio a mi prójimo.
Ayúdame, oh Señor, a que mi
corazón sea misericordioso, para que yo sienta todos los sufrimientos de
mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincera incluso con aquellos
de los cuales sé que abusarán de mi bondad. Y yo misma me encerraré en el
misericordiosísimo Corazón de Jesús.
Soportaré mis propios sufrimientos en
silencio.
Que tu misericordia, oh Señor, repose
dentro de mí.
Amén.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario