viernes, 8 de noviembre de 2013

SOY CATÓLICO


EL ECO DE LA VIDA


EL ECO DE LA VIDA

La mayor parte de los humanos en la vida vamos por éste mundo pensando que todo lo merecemos, pidiendo y exigiendo lo que no damos ni estamos dispuestos a dar.

Un hijo y su padre, estaban caminando por las montañas, de repente, el hijo tropieza, se lastima y grita:

-"¡¡AAAAHHHHH!!"

Para su sorpresa oye una voz repitiendo en algún lugar de la montaña:

-"¡¡AAAAHHHHH!!"

Con curiosidad el niño grita:

-"¿QUIÉN ESTÁ AHÍ?"

Recibe una respuesta:

-"¿QUIÉN ESTÁ AHÍ?"

Enojado con la respuesta, el niño grita:

-"COBARDE"

Y recibe de respuesta:

-"COBARDE"

El niño mira a su padre y le pregunta:

-"¿Qué sucede?"

El padre, sonríe y le dice:

- Hijo mío, presta atención.

Y entonces el padre grita a la montaña:

-"TE ADMIRO"

Y la voz le responde:

-"TE ADMIRO"

De nuevo, el hombre grita:

-"ERES UN CAMPEON"

Y la voz le responde:

-"ERES UN CAMPEON".

El niño estaba asombrado, pero no entendía. Luego, el padre le explica: ¡La gente lo llama eco, pero en realidad es la vida!

Te devuelve todo lo que dices o haces. Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones.

Si deseas más amor en el mundo, crea mas amor a tu alrededor. Si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean.

Si quieres que quienes te rodean te sonrían, llena con tu sonrisa cada momento de tu vida

Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida.

Dad y se os dará, decía Jesús...

Y San Pablo añadía:
...todo lo que el hombre sembrare eso también segará.

La vida te dará de regreso, exactamente aquello que tú le has dado.

Tu vida, no es una coincidencia, es un reflejo de ti.

No temas creer que cuanto tú le des al mundo, el te dará a ti. No lo olvides...

"Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa muy bien lo que estás dando!"

FARISEO MODERNO


Fariseo moderno 

Caminando con firmeza, muy consciente de que el piso de aquel templo había sido su personal donación, el hombre se acercó a la balaus­trada del altar y agradeció a Dios por todos los bienes que había recibi­do, pero a su vez, para recordarle todo lo que él había generosamente da­do a cambio.

El era bueno, pertenecía a todas las asociaciones piadosas y de beneficencia que patrocinaba su iglesia, era fiel y había inculcado en sus hijos el temor e Dios y daba limosnas muy por encima de lo que daban los demás, aparte de asistir a cuanto retiro y taller de oración le ofrecían. No era como los otros, pobres ignorantes que sólo iban a pedir y de los cua­les estaba el templo lleno y era su privilegio ser diferente, por lo cual es­taba tan agradecido como orgulloso.

Su error fue pensar que ya con ello estaba justificado. La verdad era que creía en Dios, pero nunca le creyó a Dios, por ejemplo en cosas tan simples como la justicia y la humildad. Y por ello era incapaz de escu­char aquellas palabras sentenciosas y graves del Maestro: "Todo el que se ensalce será humillado y el que se humille será ensalzado Y que, precisamente por eso, sólo los mansos y los humildes de corazón poseerían la tierra. Al menos así lo dice el Libro Santo.

A UNA NIÑA LLAMADA MARÍA


A una niña llamada María  
Guillermo González Peña y Lillo


María, dulce nombre virginal
con que fue bautizada una mujer
que a la pura belleza celestial
unió la dulce perfección del ser

Tal milagro prodújolo el ayer
mas su huella perdura hasta el final
pues doblegó bajo su planta el mal
reivindicando su nombre de Mujer

María eres tú también pequeña
y aunque verte de virgen no lograra
en el altar de un corazón humano
tú la Reina serás tarde o temprano

FÁCIL Y DIFÍCIL


Fácil y difícil


Hablar es completamente fácil, cuando se tienen en mente palabras que expresan la opinión.- Difícil es expresar con gestos y actitudes lo que nosotros realmente queremos decir...

- Fácil es juzgar a las personas que están siendo expuestas por las circunstancias.
- Difícil es entender y comprender sus errores... 

- Fácil es ser amigo, hacer compañía a alguien, decirlo que él quiere oír.
- Difícil es ser amigo durante las horas enteras y siempre decir la verdad cuando es necesario...

- Fácil es analizar una situación y dar consejos.
- Difícil es vivir esta situación y saber que hacer. 

- Fácil es demostrar rabia e impaciencia cuando algo sale mal.
- Difícil es expresar amor a alguien que realmente lo conoce. 

- Fácil es vivir sin tener que preocuparse del día de mañana.
- Difícil es cuestionar y intentar mejorar las actitudes impulsivas a diario.

- Fácil es mentir a los cuatro vientos lo que nosotros intentamos ser.
- Difícil es mentirle a nuestro corazón. 

- Fácil es ver lo que queremos ver.
- Difícil es no ilusionarnos con lo que pensamos haber visto. 

- Fácil es bromear como un tonto.
- Difícil es tener que estar serio. 

- Fácil es decir "hola", o "¿cómo te va"?.
- Difícil es decir "adiós". 

- Fácil es abrazar, apretar la mano.
- Difícil es sentir la energía que se transmite. 

- Fácil es querer ser amado.
- Difícil es solamente amar. 

- Fácil es oír la música que escuchas.
- Difícil es oír tu conciencia. 

- Fácil es preguntar lo que se quiere saber.
- Difícil es estar preparado al escuchar la respuesta. 

- Fácil es querer ser como quieres.
- Difícil es tener certeza de que realmente se es. 

- Fácil es llorar o sonreír cuando nos dan ganas.
- Difícil es sonreír cuando tienes ganas de llorar. 

- Fácil es besar.
- Difícil es dar el alma. 

- Fácil es ocupar un lugar en la agenda telefónica.
- Difícil es ocupar el corazón de alguien. 

- Fácil es herir quien nos ama.
- Difícil es curar esa herida. 

- Fácil es dictar reglas.
- Difícil es seguirlas. 

- Fácil es soñar todas las noches.
- Difícil es luchar por un sueño. 

- Fácil es exhibir la victoria.
- Difícil es asumir la derrota con dignidad. 

- Fácil es admirar una luna llena.
- Difícil es ver su otra cara. 

- Fácil es saber que estás rodeado por personas queridas.
- Difícil es saber eso y no sentirte solo. 

- Fácil es tropezar en una piedra.
 Difícil es levantarte. 

- Fácil es disfrutar la vida a todos los días.
- Difícil es darle el verdadero valor. 

-Fácil es orar todas las noches.
- Difícil es encontrar Dios en las cosas pequeñas. 

INSISTENCIA


Insistencia
Autor: Paulo Coelho

En 1989, yo estaba en los Pirineos, cuando vi en un cartel postal: "Capilla de Gez", decía. Abrí el mapa, noté que estaba cerca del monte Gez, y resolví escalarlo para conocer la iglesia, pues calculé en mi cabeza que la ciudad quedaba en lo alto, del otro lado de la montaña.

Durante horas subí por los caminos más duros posibles. Solo cuando estaba a cien metros de la cima, me di cuenta de dos cosas: a) estaba perdido: b) no había ciudad ninguna en la cima del monte (descubrí más tarde que la capilla quedaba allá en lo bajo).

Me quise morir aquella tarde. ¿De donde saqué la idea de la ciudad? ¿Porqué no desistí cuando vi que no había ninguna carretera?

Las veces que nos ensimismamos con ciertas cosas, solo descubrimos el error demasiado tarde. Por eso es siempre bueno recordar la frase de Goethe: "Nadie consigue engañarnos mejor que nosotros mismos".

EL EVANGELIO DE HOY: 08.11.2013

Autor: P. Juan Gralla | Fuente: Catholic.net
El administrador astuto
Lucas 16, 1-8. Tiempo Ordinario. A la vez Jesús nos invita y exhorta a ser sagaces, mas no astutos. Esta cualidad debe ser expresión de la caridad cristiana.
 
El administrador astuto
Del santo Evangelio según sasn Lucas 16, 1-8


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Era un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de malbaratar su hacienda; le llamó y le dijo: "¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no podrás seguir administrando." Se dijo a sí mismo el administrador: "¿Qué haré, pues mi señor me quita la administración? Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer, para que cuando sea removido de la administración me reciban en sus casas." Y convocando uno por uno a los deudores de su señor, dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi señor?" Respondió: "Cien medidas de aceite." Él le dijo: "Toma tu recibo, siéntate en seguida y escribe cincuenta." Después dijo a otro: "Tú, ¿cuánto debes?" Contestó: "Cien cargas de trigo." Dícele: "Toma tu recibo y escribe ochenta." El señor alabó al administrador injusto porque había obrado astutamente, pues los hijos de este mundo son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz.

Oración introductoria

Señor Jesús, quiero tener la audacia y habilidad para saber darte el lugar que te corresponde en mi vida. Creo en Ti, confío y te amo, ilumina este rato de meditación para que nada me distraiga y sepa guardar el silencio que me permita realmente conocer tu voluntad.

Petición

Señor, ayúdame a saber aprovechar mi tiempo, especialmente este momento de meditación.

Meditación del Papa Francisco

Abraham y Moisés tuvieron el valor de negociar con el Señor. Una valentía en favor de los otros, a favor de la Iglesia. Cuando la Iglesia pierde la valentía, entra en la Iglesia la atmósfera de la tibieza. Los tibios, los cristianos tibios, sin valor... Eso le hace tanto mal a la Iglesia, porque la tibieza te encierra, empiezan los problemas entre nosotros; no tenemos horizontes, no tenemos valor, ni el valor de la oración hacia el cielo, ni el valor para anunciar el evangelio. Somos tibios... Pero tenemos el coraje de encerrarnos en nuestras pequeñas cosas, en nuestros celos, en nuestras envidias, en el arribismo, en avanzar de manera egoísta...Todas estas cosas no son buenas para la Iglesia: ¡la Iglesia tiene que ser valiente! Todos tenemos que ser valientes en la oración, desafiando a Jesús. La Iglesia es una comunidad del "sí" en lugar del "no". (cf S.S. Francisco, 3 de mayo de 2013).

Reflexión

El administrador de la parábola había abusado de la confianza de su amo subiendo los precios en beneficio propio. Ante las quejas de los clientes y la amenaza de despido, recapacita, aunque sólo sea por conveniencia, y renuncia a su propio beneficio, pidiendo lo justo a los clientes.

Ante esta situación, nosotros pensamos que ese administrador, aunque haya cambiado de actitud, no es de fiar. En cambio, para Jesucristo tiene más valor el cambio de comportamiento que el pecado. Él conoce nuestras caídas, pero basta un sincero arrepentimiento y que le pidamos perdón, para que nos devuelva su confianza y se sienta orgulloso de nosotros, como el amo de la parábola con su administrador.

A la vez Jesús nos invita y exhorta a ser sagaces. Esta cualidad debe ser expresión de la caridad cristiana. La astucia, relacionada siempre con el maligno, significa fingir, mentir, engañar, para lograr lo que queremos. En cambio, la virtud humana de la sagacidad consiste en la habilidad para encontrar los medios justos y más eficaces para alcanzar un objetivo, como puede ser vivir nuestra fe y amor a Dios.

Llama la atención ver cómo algunos son muy capaces de obtener lo que se proponen en el ámbito del trabajo, de la familia o con las amistades. En cambio se comportan con temor y se sienten impotentes a la hora de hablar de Jesucristo y de su doctrina, o de hacer algo por la construcción de la civilización de la justicia y del amor cristianos.

Propósito

Si para nosotros, Cristo fuera, de verdad, el valor más importante, ¿no deberíamos comportarnos con más sagacidad? 
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