miércoles, 26 de marzo de 2014

¿CÓMO ESTAMOS VIVIENDO ESTA CUARESMA?

Autor: María Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net
¿Cómo estamos viviendo esta Cuaresma?
La tenemos en nuestras manos. No sabemos si habrá una próxima. Que no se nos escape ésta, la de este año, la de ahora.
 
¿Cómo estamos viviendo esta Cuaresma?

Estamos avanzando ya sobre el tiempo de cuaresma.

Es increíble con qué velocidad pasan los días y las horas. Las semanas apenas nos parecen empezarlas y ya nos encontramos en su final.

Pero aún es tiempo, si no lo hicimos en su comienzo, de dedicar un poco de atención a este tiempo cuaresmal.

Pronto diremos: "Ya llegó la Semana Santa, ¡qué rápido!" Pero ya dijimos, aún estamos a tiempo para prepararnos precisamente para esa Semana Santa.

Tal vez salgamos de vacaciones y eso nos puede distraer sobre el profundo significado que para nosotros los cristianos tienen esos días santos.

Por eso no desperdiciaremos este tiempo anterior a ellos para redoblar nuestras oraciones, para renovar nuestro espíritu tal con ejercicios espirituales en nuestra Parroquia o en algún lugar de retiro o simplemente en nuestra casa darle a este tiempo un valor especial unido a la oración y al sacrificio. Estos por pequeños que sean son muy valiosos, pues llevan además del amor a Dios, el fortalecer nuestra voluntad que ya de por sí suele ser demasiado débil.

El propio Cristo nos enseña cómo para prepararse a esos días de tremendos suplicios y al final su muerte, se retiró a orar.

Ayunó cuarenta días en el desierto y allí fue tentando por Satanás.

Nada le faltó a nuestro Redentor para ser semejante al hombre, solamente hubo una diferencia, Él sí estuvo libre de pecado pero padeció y asumió todos y cada uno de los pecados de la humanidad, esa humanidad que tanto amó y ama.

Y nosotros estando en este tiempo, próximos a la conmemoración de un Jueves Santo lleno de tristeza, de despedida, de un inconmensurable amor; noche de misterio y de entrega al quedarse para siempre, como alimento de nuestras almas en el Sacramento de la Eucaristía, de un Viernes Santo donde un hombre, que es Dios, padece las más terribles afrentas y torturas que ha conocido la naturaleza humana y por último una muerte de cruz, podemos corresponder a todo esto con una reflexión profunda y sobre todo con nuestro amor.

Pero no termina todo ahí. Llegará esa madrugada de resurrección. De vida, de triunfo sobre la muerte y por eso la cruz es el signo de nuestra victoria.

Cristo nos dio las primicias de la vida eterna derrotando a la muerte. Cristo vuelve para que sepamos que hay una vida que no termina y que nuestro final está en la Casa del Padre.

Por eso aún es tiempo.

Estamos viviendo esta cuaresma, la tenemos en nuestras manos. No sabemos si habrá una próxima. Que no se nos escape ésta, la de este año, la de ahora.

Vivámosla con entrega, con amor, con generosidad, pero sobre todo con oración, con mucha oración.

Nos hace tanta falta....



  • Preguntas o comentarios al autor
  • Ma. Esther de Ariño
     

    JESÚS ESTÁ CONMIGO, DIOS ESTÁ CONTIGO



    Autor: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net
    Jesús está conmigo, Dios está conmigo
    Cuarto domingo de Cuaresma. Reflexionar si nuestro corazón está realmente puesto en Dios o en nuestros criterios humanos.


    Cuando Jesús habla de los contrastes tan profundos que hay entre el modo de entender la fe por parte de sus contemporáneos, y la fe que Él les está proponiendo, no lo hace simplemente para que nosotros digamos: ¿Cómo es posible que esta gente teniendo tan claro no entendiesen nada? Jesús viene a fomentar en todos nosotros un dinamismo interior que nos permita cambiar de comportamiento y hacer que nuestro corazón se dirija hacia Dios nuestro Señor con plenitud, con vitalidad, sin juegos intermedios, sin andar mercadeando con Él.

    La mentalidad de los fariseos, que también puede ser la nuestra, se expresa así: “Yo soy el pueblo elegido, por lo tanto yo tengo unos privilegios que recibir y que respetar”. Sin embargo, Jesús dice: “No; el único dinamismo que va a permitir encontrarse con la salvación no es el de un privilegio, sino el de nuestro corazón totalmente abierto a Dios”. Éste es el dinamismo interior de transformarme: orientándome hacia Dios nuestro Señor, según sus planes, según sus designios.

    Esto tiene que hacer surgir en mi interior, no el dinamismo del privilegio, sino el dinamismo de humildad; no el dinamismo de engreimiento personal, sino el dinamismo de ser capaz de aceptar a Dios como Él quiere.

    Una conversión que acepte el camino por el cual Dios nuestro Señor va llevando mi vida. No es un camino a través del cual yo manipule a Dios, sino un camino a través del cual Dios es el que me marca a mí el ritmo.
    Lo que Jesús nos viene a decir es que revisemos a ver si nuestro corazón está realmente puesto en Dios o está puesto en nuestros criterios humanos, a ver si nosotros hemos sido capaces de ir cambiando el corazón o todavía tenemos muchas estructuras en las cuales nosotros encajonamos el actuar de Dios nuestro Señor.

    Más aún, podría ser que cuando Dios no actúa según lo que nuestra inteligencia piensa que debe ser el modo de actuar, igual que los contemporáneos de Jesús, que “se llenan de ira, y levantándose lo sacan de la ciudad”, o cuando nuestro corazón no convertido encuentra que el Señor le mueve la jugada, podríamos enojarnos, porque tenemos un nombramiento, porque nosotros tenemos ante el Señor una serie de puntos que el Él tiene que respetar. Si pretendemos que se hagan las cosas sólo como yo digo, como yo quiero, ¿acaso no estamos haciendo que el Señor se aleje de nosotros?

    Cuando nosotros queremos manejar, encajonar o mover a Dios, cuando no convertimos nuestro corazón hacia Él, poniendo por nuestra parte una gran docilidad hacia sus enseñanzas para que sea Él el que nos va llevando como Maestro interior, ¿por qué nos extraña que el Señor se quiera marchar? Él no va a aceptar que lo encajonen. Puede ser que nos quede una especie de cáscara religiosa, unos ritos, unas formas de ser, pero por dentro quizá esto nos deje vacíos, por dentro quizá no tenemos la sustancia que realmente nos hace decir: “Jesús está conmigo, Dios está conmigo.” 

    ¿Realmente estoy sediento de este Dios que es capaz de llenar mi corazón? O quizá, tristemente, yo ando jugando con Dios; quizá, tristemente, yo me he fabricado un dios superficial que, por lo tanto, es simplemente un dios de corteza, un dios vacío y no es un dios que llena. Es un dios que cuando lo quiero yo tener en mis manos, me doy cuenta de que no me deja nada.

    Debemos convertir nuestro corazón a Dios, amoldando plenamente nuestro interior al modo en el cual Él nos quiere llevar en nuestra vida. Y también tenemos que darnos cuenta de que las circunstancias a través de las cuales Dios nuestro Señor va moviendo las fichas de nuestra vida, no son negociables. Nuestra tarea es entender cómo llega Dios a nuestra existencia, no cómo me hubiera gustado a mí que llegase.

    Si nuestra vida no es capaz de leer, en todo lo que es el cotidiano existir, lo que Señor nos va enseñando; si nuestra vida se empeña en encajonar a Dios, y si no es capaz de romper en su interior con esa corteza de un dios hecho a mi imagen y semejanza, «un dios de juguete», Dios va a seguir escapándose, Dios va a continuar yéndose de mi existencia.

    Muchas veces nos preguntamos: ¿Por qué no tengo progreso espiritual? Sin embargo, ¡qué progreso puede venir, qué alimento puede tener un alma que en su interior tiene un dios de corteza!

    Insistamos en que nuestro corazón se convierta a Dios. Pero para esto es necesario tener que ser un corazón que se deja llevar plenamente por el Señor, un corazón que es capaz de abrirse al modo en el cual Dios le va enseñando, un corazón que es capaz de leer las circunstancias de su vida para poder ver por dónde le quiere llevar el Señor.

    Dios no nos garantiza triunfos, no nos garantiza quitar las dificultades de la vida; los problemas de la existencia van a seguir uno detrás de otro. Lo que Dios me garantiza es que en los problemas yo tenga un sentido trascendente.

    Que el Señor se convierta en mi guía, que Él sea quien me marque el camino. Es Dios quien manda, es Dios quien señala, es Dios quien ilumina. Recordemos que cuando nosotros nos empeñamos una y otra vez en nuestros criterios, Él se va a alejar de mí, porque habré perdido la dimensión de quién es Él, y de quién soy yo.

    Que esta Cuaresma nos ayude a recuperar esta dimensión, por la cual es Dios el que marca, y yo el que leo su luz; es Dios quien guía en lo concreto de mi existencia, y soy yo quien crece espiritualmente dejándome llevar por Él.

    EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 27 DE MARZO DEL 2014

    Autor: Edgar Suárez, L.C. | Fuente: Catholic.net
    El poder sobre los demonios
    Lucas 11, 14-23. Cuaresma. Si estamos con Cristo no tenemos nada que temer.
     
    El poder sobre los demonios
    Del santo Evangelio según san Lucas 11, 14-23

    En aquel tiempo, Jesús estaba expulsando un demonio que era mudo; sucedió que, cuando salió el demonio, rompió a hablar el mudo, y las gentes se admiraron. Pero algunos de ellos dijeron: Por Beelzebul, Príncipe de los demonios, expulsa los demonios. Oros, para ponerle a prueba, le pedían una señal del cielo. Pero Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae. Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?.. porque decís que yo expulso los demonios por Beelzebul. Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces. Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios. Cuando uno fuerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están en seguro; pero si llega uno más fuerte que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos. El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama. 

    Oración introductoria

    Señor Jesús, gracias por estar siempre a mi lado. Contigo, no tengo nada que temer. Tú me has librado de las garras del maligno. Tu presencia me da paz y reconforta mi alma. Cada vez que miro una cruz, recuerdo que Tú me amas y que estás dispuesto a darlo todo por mí, por mi salvación y mi felicidad eterna.

    Petición

    Dios mío, concédeme la gracia de nunca olvidar que Tú eres todopoderoso, que ninguna creatura tiene poder sobre Ti aunque el mundo quiera presentarnos lo contrario. Yo quiero estar contigo y no contra Ti: ¡hazme fiel a tu amistad!

    Meditación del Papa Francisco

    Al leer este pasaje del evangelio, este y otros, dicen: "Pero, Jesús sanó a una persona de una enfermedad mental". Es cierto que en aquel momento se podía confundir una epilepsia con la posesión demoníaca; ¡pero también es cierto que era el diablo! Y no tenemos derecho a hacer tan simple la cosa, como para decir: "Todos estos no eran endemoniados; eran enfermos mentales". ¡No! La presencia del demonio está en la primera página de la Biblia y la Biblia termina con la presencia del diablo, con la victoria de Dios sobre el demonio. No hay que ser ingenuos.
    El Señor nos da algunos criterios para "discernir" la presencia del mal y seguir en el camino cristiano cuando hay tentaciones [...]¡Hay que vigilar! Pero con tres criterios. No hay que confundir la verdad. Jesús lucha contra el diablo: el primer criterio. Segundo criterio: quien no está con Jesús, está en contra de Jesús. No hay actitudes en medio. Tercer criterio: la vigilancia en nuestro corazón, porque el diablo es astuto. ¡Nunca se aleja para siempre! Solo en el último día lo hará. (Cf. S.S. Francisco, 11 de octubre de 2013, homilía en la capilla de Santa Marta). 

    Reflexión

    Pienso que nosotros, los cristianos, tenemos un gran regalo que debemos aprovechar: la presencia de Dios. Él nos acompaña a todas partes y su presencia nos da paz y fuerzas para seguir luchando para que el bien venza.

    Sin embargo, ante el mal que vemos a nuestro alrededor se nos presenta una tentación: que supuestamente el mal es fuerte y puede vencer a Dios. Pero no es así. En el evangelio de hoy, Cristo nos demuestra que Él ha vencido al demonio y al pecado. Jesucristo quiere ser nuestra paz y nuestra gran esperanza. Sólo nos pide una cosa: que nos entreguemos totalmente a Él, que en nosotros no haya ningún rastro de maldad, que nos esforcemos conscientemente por ser hombres de bien, pero hombres completos. "El que no está conmigo, está contra mí".

    Entreguémonos a Dios. Hoy es un día para revisar si hay algo en mí que no va de acuerdo con mi condición de católico. Dios quiere un reino fuerte y consolidado. Nos quiere muy unidos a Él. "Nunca se ha escuchado decir de un hombre que se entregó por entero a Dios y no fue plenamente feliz".

    Propósito

    Hoy rezaré un misterio de rosario, pidiendo por todas las personas que están en pecado para que se acerquen a Dios.

    Diálogo con Cristo

    Señor, recordando esta gran verdad, que Tú tienes poder sobre todas las creaturas, tomo conciencia del gran valor de mi vida de gracia. ¡Qué honor y dignidad tengo al ser hijo de Dios, hijo del Amo y Señor del Universo! Señor Jesús, concédeme la gracia de valorar y proteger nuestra amistad, y también de nunca perder la paz, porque Tú permites que todo suceda para mi bien.

    Las puertas del infierno no prevalecerán sobre Ella. (Mt 16, 18)


  • Preguntas o comentarios al autor
  • Edgar Suárez, L.C. 

    SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


    CUANDO EL SER HUMANO JUZGA


    CUANDO EL SER HUMANO JUZGA...

    La irrefrenable tendencia del ser humano a juzgar las acciones de los demás debería ser sometida al propio juicio de quién la ejercita.

    Decimos "esto está bien" ó "esto está mal" ó "esto es lindo" ó "esto es feo" sin advertir que todas ellas son sentencias de carácter puramente subjetivo y que sólo responden a nuestra apreciación de la realidad.

    Si en lugar de decretar absolutamente que "esto está bien" dijéramos "esto, para mí, está bien", y en lugar de decir "esto es lindo" dijéramos "esto me gusta", estaríamos mostrando una actitud más abierta y admitiendo que esa es nuestra visión de la realidad, reconociéndole a los demás el derecho de tener las suyas propias, tan válidas como las nuestras.

    Tener una mente abierta dispuesta a aceptar opiniones diferentes a las nuestras es, sin duda, positivo y enriquecedor. Porque muchas veces nos permiten detectar nuestros errores y corregirlos. Y esto se traduce en un mejoramiento de nuestra persona.

    Pensemos bien antes de juzgar las acciones de los demás y de emitir juicios sobre las cosas. Pero no dudemos de someter a un severo juicio a nuestros propios pensamientos y actitudes, que nos sirva para depurar todo lo negativo que hay en nosotros.
    En cuanto pongamos esto en práctica descubriremos que no tenemos la más mínima autoridad para juzgar.

    TEN SIEMPRE CONFIANZA


    Ten siempre confianza.

    A veces parece que todos los caminos se cierran,
    que la noche es eterna,
    que el invierno ha congelado los corazones,
    que no existen más rosas,
    que tu destino son las lágrimas,
    que no hay sino soledad para tí,
    que han desaparecido las estrellas,
    que la sonrisa se apagó sobre la tierra,
    que los días son cortos y lluviosos,
    que las noches son interminables y sin luna,
    que no hay espacio alguno para tus pies,
    que no hay salida en la calle de tu vida,
    que la indiferencia y la desilusión aprisionan tu corazón ...

    Pero aún entonces puedes confiar
    que tú eres un camino eterno y abierto,
    que tu eres un día luminoso,
    que en tu alma no hay estaciones,
    sólo las hay en tu mente,
    que hasta en el desierto más árido
    y seco hay una flor,
    que las lágrimas, como el agua,
    dan vida y fecundidad,
    que tú eres el mejor amigo de ti mismo,
    que tu alma es un cielo lleno de luz y de estrellas,
    que dentro de tí el rostro de la vida sonríe,
    que en ti está el sol radiante,
    solo es noche si le das la espalda,
    que el mundo es ancho y no ajeno,
    sino tuyo porque tú eres el mundo,
    que norte, sur, este y oeste
    son punto para tu elección,
    que tu eres amor pleno.

    Estás destinado a dar, más que a recibir.

    Ten confianza porque aunque tu mente
    te hable de puertas cerradas y de soledad,
    ése es un engaño temporal y pasajero.

    Tu estás destinado a ser luz
    para muchos que necesitan
    de tu luz y de tu amor.

    No te quedes cerrado en tu rincón.

    ESCALERA DE LA VIDA


    ESCALERA DE LA VIDA

    Sube los escalones de tu existencia. Despacio, cauteloso, con mucha calma, inteligencia y  buena voluntad, sube los escalones.
    Pensando siempre en la gloria que se encuentra en lo más alto de la escalera que estás subiendo.

    No cedas ni un segundo al desánimo; no permitas que la indecisión te domine.
    Aprende a superarlos. El mundo pertenece a los seres optimistas, positivos y sinceros; nunca será de los cobardes, quejosos, indecisos, mentirosos y deshonestos, estos últimos se quedan en los primeros escalones de la gran escalera.

    Prosigue en línea recta, buscando tus sagrados objetivos, en nombre del Creador a quien debemos la vida, hónrala.
    Si alguien no te recibe de buena gana, ni acepta tu buena intención, no pierdas el tiempo en comentarios y sentencias acusatorias, pues tal actitud no soluciona el problema.

    Y si te caes antes de llegar al escalón al que te propusiste llegar, no te desanimes, porque el caer es una oportunidad para levantarte y reaccionar, continua subiendo nuevamente con más fuerza y altruismo.

    Victoria no es nunca haber caído, sino levantarse de la caída y seguir alegremente, prometiéndote a ti mismo, mirar con orgullo los demás escalones que se encuentran adelante y altivamente seguir subiendo.

    Sube, sube siempre con coraje, con firmeza con sabiduría y un fuerte deseo de vencer, imponiéndote el más alto concepto de una vida digna, honrada y bien vivida.

    Acuérdate, la victoria es de los que luchan contra las situaciones desfavorables, sin perder el vigor, la fe, y el ideal de la vida.
    Si no vences es porque te dejaste contaminar por la ola negra del mal y perdiste el deseo de luchar hasta el final porque, quien lucha, dando el verdadero esplendor a la vida, al bien y persiste sin retroceder... 

    ¡Vencerá!
    TODOS LOS QUE CREEN EN SUS IDEALES Y  SE ESFUERZAN

    POR ALCANZARLOS... VENCEN

    PENSAMIENTOS SOBRE EL ESPÍRITU SANTO



    PENSAMIENTOS SOBRE EL ESPÍRITU SANTO

    Acoge al Espíritu Santo. Guarda en ti la Palabra, vive en Cristo y, como María, canta su misericordia sin fin. 
    Jaume Boada i Rafí O.P.

    Al Espíritu Santo, Jesús lo llama también Espíritu de la Verdad. Mons. Héctor Aguer

    Al Espíritu Santo lo llamamos santo porque su función es santificarnos.
     Mons. Héctor Aguer

    «Como fruto de la Cruz, se derrama sobre la Humanidad el Espíritu Santo» "Es Cristo que pasa"

    El don precioso que el Espíritu Santo trae a nuestro corazón es la confianza profunda en el amor y en la misericordia de Dios. 
    SS. Francisco

    El Espíritu ama en lo más íntimo de nuestra propia intimidad. 
    Ángel Moreno de Buenafuente

    El Espíritu nos deja gustar la paz más profunda. 
    Ángel Moreno de Buenafuente

    El Espíritu nos habita y nos hace templos suyos.
     Ángel Moreno de Buenafuente

    El Espíritu Santo concede el don del amor divino a quienes se unen en el don mutuo del matrimonio. 
    Ángel Moreno de Buenafuente

    El Espíritu Santo es el Amor de las dos primeras Personas: Amor increado e infinito, Amor consustancial, Amor eterno que procede de la entrega mutua del Padre y del Hijo. 
    Mons. Javier Echevarría

    "el Espíritu Santo, hoy igual que en los comienzos de la Iglesia, actúa en cada evangelizador que se deja poseer y conducir por Él, y pone en los labios las palabras que por sí solo no podría hallar".
     SS. Pablo VI

    El Espíritu Santo llega a los cristianos como manantial inagotable de los tesoros divinos.
     Mon. Javier Echevarría

    El Espíritu Santo no sólo nos da a conocer la voluntad de Dios, sino que nos hace capaces de cumplirla dándonos fuerzas y gracia. Pedro Sergio Donoso Brant 

    El Espíritu Santo nos hace ver de modo nuevo a los demás, como hermanos y hermanas en Jesús, a los que hemos de respetar y amar. SS. Francisco

    El Espíritu Santo verdaderamente nos transforma y cuenta con nosotros para transformar el mundo en que vivimos. 
    SS. Francisco

    “El Espíritu Santo transforma y renueva, crea armonía y unidad, da fuerza y gozo para la misión”.
     SS. Francisco

    En la vida de la Iglesia, es el Espíritu Santo el que nos mueve a nosotros a ser testigos de Cristo. Mons. 
    Héctor Aguer

    "Este es otro efecto del Espíritu Santo: el coraje, para anunciar la noticia del Evangelio de Jesús a todos, con confianza en sí mismo (parresía), en voz alta, en todo tiempo y en todo lugar" 
    SS. Francisco

    La identificación plena con Cristo, que en eso consiste la santidad, se atribuye de modo especial al Espíritu Santo.
     Mon. Javier Echevarría

    La fuerza del Espíritu Santo mueve a los cristianos a una verdadera transformación para difundir el Evangelio en todo el mundo. 
    Mons. Javier Echevarría

    Nadie puede llamar a Jesús «Señor», si no es bajo la acción del Espíritu Santo.
     San Pablo

    Pentecostés nos habla de lenguas, de expansión, de salir de nosotros. Pero también nos anima a buscar la unidad afectiva y efectiva entre todos los hijos de la Iglesia. Una unidad que es signo de esperanza. 
    Mons. Javier Echevarría

    ”Toda verdad, la diga quien la diga, viene del Espíritu Santo”
     San Ambrosio

    "Todos nosotros, una vez recibido, el único y mismo Espíritu, a saber, el Espíritu Santo, nos fundimos entre nosotros y con Dios." San Cirilo de Alejandría

    Y dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos".
     (Jn 20, 22-23)

    “Yo os digo: no seréis vosotros los que hablaréis sino que el Espíritu Santo hablará por vosotros.” 
    (Mt 10,20)

    EL EVANGELIO DE HOY: 26.03.2014

    Autor: Christian D. Garrido F | Fuente: Catholic.net
    No crean que he venido a abolir la Ley
    Mateo 5, 17-19. Cuaresma. Todo bautizado está llamado a ser testigo y apóstol de Jesús.
     
    No crean que he venido a abolir la Ley


    Del santo Evangelio según San Mateo 5, 17-19 

    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No crean que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley. Por tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los cumpla y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.

    Oración Introductoria

    Jesús mío, yo quiero ser tu testigo y tu apóstol. No puedo ser indiferente ante la necesidad de transmitir tu palabra a todo el mundo, y saber que muchas almas se pierden por falta de conocimiento de ti.

    Petición

    Te pido Señor, que grabes en mi mente y en mi corazón la urgente necesidad de predicar y transmitir tu palabra, y de esa manera hacer que todo el mundo te conozca y se salve.

    Meditación del Papa Francisco

    La ley del Espíritu nos lleva por el camino del discernimiento continuo para hacer la voluntad de Dios, también esto nos asusta. Cuando nos asalta este miedo corremos el riesgo de sucumbir a dos tentaciones. La primera es la de volver atrás porque no estamos seguros. Pero esto interrumpe el camino. Es la tentación del miedo a la libertad, del miedo al Espíritu Santo: el Espíritu Santo nos da miedo. Cuando la seguridad plena está en el Espíritu Santo que te conduce hacia adelante, que te da confianza y, como dice Pablo, es más exigente: en efecto, Jesús dice que “antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley”. Por lo tanto es más exigente, incluso si no nos da la seguridad humana porque no podemos controlar al Espíritu Santo.
    La segunda tentación es el "progresismo adolescente". No se trata de auténtico progreso: es una cultura que avanza, de la que no logramos desprendernos y de la cual tomamos las leyes y los valores que más nos gustan, como hacen precisamente los adolescentes. Al final, el riesgo que se corre es el de resbalar y salirse del camino. No podemos retroceder y deslizarnos fuera del camino. La ley es plena, siempre en continuidad, sin cortes: como la semilla que acaba en la flor, en el fruto. El camino es el de la libertad en el Espíritu Santo, que nos hace libres, en el discernimiento continuo sobre la voluntad de Dios, para seguir adelante por este camino, sin retroceder.(Cf. S.S. Francisco, 12 de junio de 2013, homilía en la capilla de Santa Marta). 

    Reflexión 

    La fe que obtenemos por medio del Evangelio es un enorme tesoro que nos da el conocimiento de Cristo, y por él nos viene la vida. Sin embargo, es deber nuestro transmitir la Palabra que hemos recibido, de acuerdo con su mandato: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio”. No podemos quedarnos solamente en la vivencia de su Palabra cuando hay tanta gente en este mundo que no le conoce. Así pues, todo bautizado está llamado a ser testigo y apóstol de Jesús.
    Dios nunca se deja ganar en generosidad, y promete, a todo el que quiera ser su mensajero, ser grande en el Reino de los Cielos. No dejemos en nuestra vida pasar la oportunidad de ganar un premio que no se acaba, y que a fin de cuentas es el que gozaremos por toda la eternidad.

    Propósito

    Meditaré un pasaje del evangelio y lo compartiré con mi familia.

    Dialogo con Cristo

    Jesús, a ejemplo tuyo quiero ser portador de tu palabra, y me propongo no solamente cumplir con tus mandamientos, sino también transmitirte a todos, y en todo momento, por medio de la predicación y el testimonio.



    También hoy, para ser en el mundo signo e instrumento de íntima unión con Dios y de unidad entre los hombres, los cristianos debemos basar nuestra vida en estos cuatro «ejes»: la vida fundada en la fe de los Apóstoles transmitida en la Tradición viva de la Iglesia, la comunión fraterna, la Eucaristía y la oración. (Benedicto XVI, 23 de enero de 2011).



  • Preguntas o comentarios al autor
  • Christian D. Garrido F 

    ¿HAY OSCURIDAD EN TU CORAZÓN?


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