martes, 24 de octubre de 2017

SANTORAL CATOLICO: SAN ANTONIO MARÍA CLARET, 24 OCTUBRE



SANTORAL CATOLICO: SAN ANTONIO MARÍA CLARET, 24 OCTUBRE:  San Antonio Marí­a Claret 24 Octubre  Sallent_NacimientoAntonio Claret nace en Sallent (Barcelona), a unos 15 kms de Manresa...

UNA RARA FLOR EN EL PRECIPICIO


Una rara flor en el precipicio



Confiar en Dios, es depositar toda nuestra fe en él. Dejarle el cuidado de tus cosas. Permitirle disponer de tu futuro, porque sabes que te ama más que tú mismo. Reposar en él “como un niño en brazos de su madre” (salmo 131). Y confiar sobre todo en las pruebas, cuando las cosas resultan incomprensibles.

Unos  científicos exploraban un rincón desconocido de los Alpes, en busca de nuevas especies de flores. Un día notaron con sus binoculares una flor muy rara y bella, de gran valor para la ciencia. Pero la flor se hallaba en un profundo precipicio. Sólo sostenido de una cuerda se podía bajar por el despeñadero.
Un muchacho curioso observaba la escena. Los científicos le propusieron pagarle bien si se dejaba bajar por el despeñadero, para cortar la flor que había en el fondo. El muchacho miró el peligroso precipicio, y luego dijo:
- Regreso en un minuto. Al poco rato volvió seguido de un hombre de pelo canoso, se acercó al botánico y le dijo: "Bajaré por el despeñadero, y les traeré la flor, si este hombre sostiene la cuerda. Es mi papá". Si alguna otra persona sostiene la cuerda, no me atreveré.

“No temas, yo estoy contigo”, es un maravilloso tema bíblico que puedes profundizar en el libro de Josué, capítulo 1, 1-10. Allí Dios una y otra vez repite al héroe, antes de su gesta guerrera en la tierra que mana leche y miel: “Sé valiente, no temas, porque yo estaré siempre contigo, adonde quiera que vayas”. Que estas palabras fortalezcan tu confianza.


* Enviado por el P. Natalio

CUÁNTOS CATÓLICOS HAY EN EL MUNDO?


¿Cuántos católicos hay en el mundo?



La Agencia Fides ha difundido un informe anual en el contexto de la Jornada Mundial de las Misiones y presentado en el Vaticano: 

La Iglesia celebró ayer -22 de octubre de 2017- la  91° Jornada Mundial de las Misiones. Una ocasión para recordar que hoy, todos los fieles están llamados a ser misioneros en su trabajo, escuela y lugares de encuentro.

En este contexto, el Vaticano difundió el informe anual de Agencia Fides en el que se ofrece un cuadro panorámico de la Iglesia católica en el mundo.

La población mundial el 31 de diciembre de 2015 era de 7.248.941.000 personas y el número de católicos era de 1.284.810.000 personas.

En Europa el número de católicos disminuyó en 1.344.000, mientras que en África subió en 7.411.000, al igual que en América (4.756.000), Asia (1.583.000) y Oceanía (123.000).

Argentina, con 40,8 millones, aparece entre los diez países con más católicos del mundo. El país del papa Francisco ocupa el décimo lugar detrás de Brasil (172,2 millones), México (110,9), Filipinas (83,6), Estados Unidos (72,3), Italia (58,0), Francia (48,3), Colombia (45,3), España (43,3) y República Democrática del Congo (43,2).

Para atender a los católicos del mundo hay 5.304 obispos, 415.656 sacerdotes, 670.320 religiosas y 45.255 diáconos permanentes.

El número de sacerdote en el mundo ha aumentado, alrededor de 200 unidades alcanzando la cuota de 14.082. La distribución por continentes ve incrementos en África (+42), América (+68) y Europa (+57), disminuciones en Asia (-159) y Oceanía (-117).

El número de católicos por sacerdote ha aumentado de 31 unidades, alcanzando el número de 3.091. Se registran aumentos en África (+40), América (+37), Europa (+14), disminuciones, como el año precedente, en Asia (-13) a la que se suma este año también Oceanía (-11).

Los diáconos permanentes equivalen entonces a 45.255 personas (689 más que en 2014), y de ellos 44.627 fueron diáconos permanentes diocesanos (673 más) y 628 diáconos permanentes religiosos (16 más).

Los religiosos no sacerdotes fueron 54.229 (330 menos que en 2014) y las religiosas 670.330 (12.399 menos), mientras que los misioneros laicos fueron 351.797 (16.723 menos) y los catequistas 3.122.653 (142.115 menos).

En el Dossier de Fides también se muestra un esquema de las actividades de cooperación misionera de las Obras Misionales Pontificias (Propagación de la Fe, San Pedro Apóstol, Infancia Misionera, Unión Misional) que, con su ayuda a las iglesias locales (construcción de capillas y seminarios, instrucción, actividades pastorales y de formación), han erogado en el 2016 subsidios por un total de casi 134 millones de dólares Usa.



© Aleteia y AICA

NOVENA POR LOS FIELES DIFUNTOS: 24 OCTUBRE AL 1 NOVIEMBRE


Novena por los Fieles Difuntos
Rogamos por todas las almas del purgatorio, especialmente por los padres, parientes y amigos, para que logren el descanso eterno.

Oraciones para cada día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los días previos a su fiesta (24 de octubre al 1 de noviembre)


Por: Devocionario.com | Fuente: Devocionario.com 



Esta novena la rezamos por nuestros difuntos o almas del Purgatorio, para que nuestras oraciones y sufragios de buenas obras les aprovechen y lleguen pronto a unirse con Dios en el cielo.

Rezar la oración del día que corresponda y terminar con la oración final y el responso:


Oración Final y Responso

Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo bendito.

Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del purgatorio.

V. No te acuerdes, Señor, de mis pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia mis pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.

Padrenuestro.

V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye mi oración.
R. Y llegue a ti mi clamor.

Oremos. Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el purgatorio, sino que mandes que tus santos ángeles las tomen y las lleven a la patria del paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del purgatorio, sino que posean los gozos eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.



DÍA PRIMERO

Por la señal,etc.

¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.


Señor mío Jesucristo, que quieres que tengamos suma delicadeza de conciencia y santidad perfecta: te rogamos nos la concedas a nosotros; y a los que por no haberla tenido se están purificando en el purgatorio, te dignes aplicar nuestros sufragios y llevarlos pronto de aquellas penas al cielo. Te lo pedimos por la intercesión de tu Madre purísima y de San José.

Terminar con la oración final y el responso



DÍA SEGUNDO

Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que eres cabeza de todos tus fieles cristianos que en ti nos unimos como miembros de un mismo cuerpo que es la Iglesia: te suplicamos nos unas más y más contigo y que nuestras oraciones y sufragios de buenas obras aprovechen a las ánimas de nuestros hermanos del purgatorio, para que lleguen pronto a unirse a sus hermanos del cielo.

Terminar con la oración final y el responso


DÍA TERCERO

Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que a los que pecan castigas con justicia en esta vida o en la otra: concédenos la gracia de nunca pecar y ten misericordia de los que, habiendo pecado, no pudieron, por falta de tiempo, o no quisieron, por falta de voluntad y por amor del regalo, satisfacer en esta vida y están padeciendo ahora sus penas en el purgatorio; y a ellos y a todos llévalos pronto a su descanso.

Terminar con la oración final y el responso


DÍA CUARTO

Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que exiges la penitencia aun de los pecados veniales en este mundo o en el otro: danos temor santo de los pecados veniales y en misericordia de los que, por haberlos cometido, están ahora purificándose en el purgatorio y líbralos a ellos y a todos los pecadores de sus penas, llevándoles a la gloria eterna.

Terminar con la oración final y el responso


DÍA QUINTO

Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que a los regalados en esta vida, que no pagaron por su culpa o no tuvieron bastante caridad con el pobre, castigas en la otra con la penitencia que aquí no hicieron: concédenos las virtudes de la mortificación y de la caridad y acepta misericordioso nuestra caridad y sufragios, para que por ellos lleguen pronto a su descanso eterno.

Terminar con la oración final y el responso


DÍA SEXTO

Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que quisiste que honrásemos a nuestros padres y parientes y distinguiésemos a nuestros amigos: te rogamos por todas las ánimas del purgatorio, pero especialmente por los padres, parientes y amigos de cuantos hacemos está novena, para que logren el descanso eterno.

Terminar con la oración final y el responso



DÍA SÉPTIMO

Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que a los que no se preparan a tiempo para la muerte, recibiendo bien los últimos sacramentos y purificándose de los residuos de la mala vida pasada, los purificas en el purgatorio con terribles tormentos: te suplicamos, Señor, por los que murieron sin prepararse y por todos los demás, rogándote que les concedas a todos ellos la gloria y a nosotros recibir bien los últimos sacramentos.

Terminar con la oración final y el responso


DÍA OCTAVO

Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que a los que vivieron en este mundo demasiado aficionados a los bienes terrenales y olvidados de la gloria, los retienes apartados del premio, para que se purifiquen de su negligencia en desearlo: calma, Señor misericordioso, sus ansias y colma sus deseos, para que gocen pronto de tu presencia, y a nosotros concédenos amar de tal manera los bienes celestiales, que no deseemos desordenadamente los terrenos.

Terminar con la oración final y el responso


DÍA NOVENO

Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, cuyos méritos son infinitos y cuya bondad es inmensa: mira propicio a tus hijos que gimen en el purgatorio anhelando la hora de ver tu faz, de recibir tu abrazo, de descansar a tu lado y; mirándolos, compadécete de sus penas y perdona lo que les falta para pagar por sus culpas. Nosotros te ofrecemos nuestras obras y sufragios, los de tus Santos y Santas; los de tu Madre y tus méritos; haz que pronto salgan de su cárcel y reciban de tus manos su libertad y la gloria eterna.

Terminar con la oración final y el responso

PAPA FRANCISCO: CÓMO SE PUEDE COMPRENDER EL MISTERIO DE JESUCRISTO?


¿Cómo se puede comprender el misterio de Jesucristo? 
El Papa lo explica
Por Miguel Pérez Pichel
Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 24 Oct. 17 / 05:07 am (ACI).- Durante la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, el Papa Francisco meditó sobre el misterio de Jesucristo, que se entregó hasta la muerte por amor a la humanidad, y explicó que mediante la confesión y la oración se puede llegar a comprender ese misterio.

En su homilía, el Papa destacó la importancia de que los cristianos entren en ese misterio y mediten sobre él. El Santo Padre sostuvo su homilía en la Letra de San Pablo a los Romanos, en la cual se emplea el recurso de la contraposición de conceptos: pecado-desobediencia, gracia-perdón.

El Papa afirmó que cuando se asiste a Misa se tiene la conciencia de que Él está en la Palabra, pero eso no basta para poder entrar en el misterio. “Entrar en el misterio de Jesucristo exige más, es dejarse llevar a ese abismo de misericordia donde no hay palabras, solo el abrazo del amor. El amor que Él experimenta por nosotros hasta la muerte”.

En este sentido, se refirió a la confesión como un elemento esencial para comprender ese misterio, porque “cuando acudimos a la confesión porque hemos pecado –continuó el Pontífice–, decimos nuestros pecados al confesor y nos quedamos tranquilos y contentos. Si sólo hacemos eso, no hemos entrado en el misterio de Jesucristo. Por el contrario, su acudo a la confesión, acudo a encontrarme con Jesucristo, a entrar en el misterio de Jesucristo, a entrar en ese abrazo de perdón del cual habla Pablo, de aquella gratuidad del perdón”.

Precisamente, dejarse arrastrar por la gracia de Cristo que proviene de la confesión es la mejor vía para entender el misterio de Jesucristo: “Entender el misterio de Jesucristo no es una cosa de estudio. A Jesucristo se le entiende sólo con la gracia”.

Como complemento de la confesión, el Papa Francisco destacó que el Via Crucis resulta de gran ayuda, pues en él se encuentra “el abrazo de perdón y de paz”.

“Es bello hacer el Via Crucis –indicó Francisco–. Hacerlo en casa, pensando en el momento de la Pasión del Señor. También los grandes santos lo recomendaban siempre para comenzar la vida espiritual con este encuentro con el misterio de Jesús crucificado”.

También recordó cómo “Santa Teresa aconsejaba a las religiosas que para llegar a la oración de contemplación la más elevada oración que ella tenía era comenzar con la meditación de la Pasión del Señor. La Cruz con Cristo. Cristo en la Cruz. De ese modo, trataba de comprender con el corazón ‘cómo me amó y cómo se dio a sí mismo por mí’, ‘cómo se dio a sí mismo hasta la muerte por mí’”.

El Papa finalizó su homilía invitando a mirar al crucifijo al comenzar la oración, pues es “el icono del misterio más grade de la creación y de todo. Cristo crucificado es el centro de la historia, el centro de mi vida”.

EL BUEN PASTOR


El Buen Pastor
El pastor es una imagen de Dios muy conocida y viva desde el cristianismo primitivo.


Por: Padre Nicolás Schwizer | Fuente: Retiros y homilías del Padre Nicolás Schwizer 




El fundamento de toda religión constituye la imagen, la idea que forma de su propio Dios. Cada hombre tiene en su corazón una idea personal de Dios sobre todo nosotros, que somos cristianos. Y nuestra vida cristiana, nuestra fe vital y profunda dependen decisivamente de la imagen de Dios que tengamos.

Anhelamos un pastor. Es una imagen de Dios muy conocida y viva desde el cristianismo primitivo. Ya la encontramos frecuentemente en las catacumbas. Pero también hoy en día todos conocemos estas imágenes del Buen Pastor en medio de su rebaño, o con la oveja sobre sus hombros. Parece que a todos los cristianos de todos los tiempos esta persona del Buen Pastor los impresionó hondamente.

¿De dónde viene este anhelo escondido, esta simpatía entre el Buen Pastor y nosotros?
Creo que es porque su rostro nos promete cariño y entrega, protección y seguridad. Porque muchas veces nos sentimos solos, desamparados, solitarios. Porque frecuentemente nos sentimos como ovejas perdidas. El peso de nuestras debilidades, de nuestros sufrimientos, de nuestras limitaciones nos dan pena y nos mortifican.

Queremos estar con Jesús, nuestro Pastor, que nos vigila, dirige y nos busca, que conoce a cada uno de nosotros por su nombre, nos llama y, si llega el caso, arriesga su vida por defendernos del enemigo.

Pastor: soledad e incomprensión.
La vida de Jesús fue un gran sacrificio por su misión: un sacrificio de soledad y de incomprensión por los demás. Ni siquiera su Madre lo comprende siempre, si pensamos en el episodio cuando tenía doce años: “¿No sabíais que yo debo ocuparme en los asuntos de mi Padre?” (Lc 2,49).

También la conducta de los apóstoles frente a Él, muestra que no tienen comprensión para con su persona ni para con su misión. Así, un día, Jesús les dice a ellos: “Llevo tanto tiempo con vosotros, y no me habéis conocido”. Y mucho menos que sus discípulos, lo entiende el pueblo.

De modo que Jesús queda, en el fondo, solo con su misión. Y el colmo de su soledad se realiza en su sacrificio en la cruz. Él es realmente el Buen Pastor “que arriesga su vida por sus ovejas”; que la entrega por amor a los suyos. Sólo el mayor sacrificio le basta para manifestar su amor infinito.

Esta es una de las leyes del Reino de Dios: ¡Si quieres ser amado, ama! Si quieres ser amado por los demás, entonces tienes que mostrarles tu propio amor, sacrificándote por ellos. Y Dios emplea esta ley de un modo singularmente hermoso y profundamente eficaz. Él quiere nuestro amor, y por eso nos ama con un amor palpable, desbordante.

Sentirnos amados… el inicio de la santidad. Todos los santos comenzaron a escalar las cumbres de la santidad, cuando se sintieron objeto del amor eterno e infinito de Dios. Cuando me creo y siento amado per Dios, entonces se despierta en mí la respuesta del amor. Mientras estamos convencidos de que hay alguien que nos ama, nuestro amor está asegurado.
Pase lo que pase, jamás debe abandonarnos la profunda convicción: Él me ama.

Y si nos preguntamos, por qué somos tan poco inflamados para Dios y para lo divino, pues ya sabemos la respuesta: no sentimos ni comprendemos ese amor abundante de Dios. Vivimos como si Jesús no hubiera muerto en la cruz por nosotros.

Hemos de acompañar en la oración a nuestros sacerdotes, religiosos y religiosas, para que sean verdaderos pastores de las almas, llenos de amor desinteresado, reflejos auténticos de Jesucristo, nuestro Buen y Eterno Pastor.

Preguntas para la reflexión

1. ¿Me siento amado/a por Dios?
2. ¿Rezo por los sacerdotes?

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 24 OCTUBRE


Los cinco minutos de María
Octubre 24



San Antonio María Claret fue el apóstol de la Virgen, difundiendo por todas partes la devoción al Inmaculado Corazón de María; fue también el apóstol del santo Rosario por expresa voluntad de la Santísima Virgen, que le reveló que lo había elegido a él para que fuera el Domingo de Guzmán de su siglo, propagando la devoción del santo Rosario.

La jaculatoria que más repetía san Antonio María Claret era ésta: “Dulce Corazón de María, sé la salvación mía”.
Nuestra Señora del Rosario, guarda nuestro corazón en tu Corazón, porque lo que tú guardas bien guardado está.


* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 24 OCTUBRE 2017


Lecturas de hoy Martes de la 29ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, martes, 24 de octubre de 2017



Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (5,12.15b.17-19.20b-21):

Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron. Si por la transgresión de uno murieron todos, mucho más, la gracia otorgada por Dios, el don de la gracia que correspondía a un solo hombre, Jesucristo, sobró para la multitud. Por el delito de un solo hombre comenzó el reinado de la muerte, por culpa de uno solo. Cuanto más ahora, por un solo hombre, Jesucristo, vivirán y reinarán todos los que han recibido un derroche de gracia y el don de la justificación. En resumen: si el delito de uno trajo la condena a todos, también la justicia de uno traerá la justificación y la vida. Si por la desobediencia de uno todos se convirtieron en pecadores, así por la obediencia de uno todos se convertirán en justos. Si creció el pecado, más desbordante fue la gracia. Y así como reinó el pecado, causando la muerte, as! también, por Jesucristo, nuestro Señor, reinará la gracia, causando una justificación que conduce a la vida eterna.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 39,7-8a.8b-9.10.17

R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tú voluntad

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, 
y, en cambio, me abriste el oído; 
no pides sacrificio expiatorio, 
entonces yo digo: «Aquí estoy.» R/.

«–Como está escrito en mi libro– 
para hacer tu voluntad.» 
Dios mío, lo quiero, 
y llevo tu ley en las entrañas. R/.

He proclamado tu salvación 
ante la gran asamblea; 
no he cerrado los labios: 
Señor, tú lo sabes. R/.

Alégrense y gocen contigo 
todos los que te buscan; 
digan siempre: «Grande es el Señor» 
los que desean tu salvación. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,35-38):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.»

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy martes, 24 de octubre de 2017
Rosa Ruiz, misionera claretiana



Queridos hermanos:

“Tened ceñida la cintura” comienza diciendo Jesús en el Evangelio de hoy. Y solo un par de líneas después nos asegura que si vivimos con esa actitud, será Él en persona quien se ceñirá para servirnos. Nada nos pide Dios que no esté dispuesto a hacer Él por nosotros y con nosotros.

No hay sugerencia alguna en Jesús en que podamos sentir que juega con ventaja. El evangelio de hoy es una bienaventuranza: “dichosos… felices… bienaventurados”. Los especialistas bíblicos no acaban de encontrar la palabra más adecuada para traducir al castellano el “Makárioí” griego.
Implica la felicidad del “alégrense y gocen” que canta hoy el salmo 39. Y es también la promesa de Lucas: “si os encuentra así, ceñidos, en vela, dispuestos, seréis dichosos -makárioí-“.

O si prefieres decirlo con otras palabras, la invitación es a vivir diciendo: “aquí estoy Señor para hacer tu voluntad”. Eso es vivir ceñidos y en vela. Y la respuesta de Jesús a nuestra disponibilidad no es más que mirarnos a los ojos y misteriosamente decirnos: “aquí estoy para servirte; siéntate a mi mesa. Yo me encargo y te cuido”.

Hoy celebramos a San Antonio Mª Claret. Entenderéis que le recordemos en esta página y yo, como misionera claretiana. Un hombre que eligió vivir ceñido para servir, igual cuando caminaba con una muda por los pueblos de Cataluña que cuando organizaba la diócesis como Arzobispo de Santiago de Cuba o cuando acompañaba a la Reina como confesor en España. Vivir sirviendo dispuesto a hacer la voluntad de Dios y no la propia, no depende del trabajo, el lugar o el momento que nos toque vivir. Nos lo jugamos más en los “cómos” que en los “qués”.

Y esto, lo traduzcamos como lo traduzcamos, sabe a felicidad, a dicha, a bienaventuranza.

Vuestra hermana en la fe, Rosa Ruiz, misionera claretiana

FELIZ MARTES!!!





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