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lunes, 7 de agosto de 2023

8 DATOS SOBRE SON CAYETANO, PATRONO DEL PAN Y DEL TRABAJO MUY QUERIDO POR EL PAPA FRANCISCO

 



8 datos sobre San Cayetano, patrono del pan y del trabajo muy querido por el Papa Francisco

Por Liliana Montes


El 7 de agosto la Iglesia Católica celebra la Solemnidad de San Cayetano de Thiene, sacerdote italiano que fundó la Orden de Clérigos Regulares Teatinos, y que es conocido por sus devotos como el patrono del pan y del trabajo.

San Cayetano, que trabajó por la unidad de la Iglesia y los pobres, es un santo muy querido por el Papa Francisco y por todos los católicos argentinos, que cada año peregrinan al Santuario dedicado en su honor en el barrio de Liniers, en Buenos Aires, para celebrar su fiesta litúrgica e invocar su protección.


A continuación, te compartimos 8 datos que quizás no sabías sobre la vida de San Cayetano:


1. Fundó su Orden inspirado en los 12 apóstoles

San Cayetano fundó la Orden de Clérigos Regulares o Teatinos en 1524, junto a Bonifacio de Colle, Pablo Consiglieri y Juan Pedro Carafa, que después sería el Papa San Pablo IV.

El santo se propuso renovar al clero en su vida apostólica, espiritual y en la prédica de la doctrina, tomando como modelo la vida de los doce apóstoles de Cristo.

Cada 7 de agosto se celebra a San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, santo de la Providencia


2. Celebró su primera Misa tras 3 meses de preparación

El santo tenía un profundo amor y respeto por la Santa Misa, y cuando fue ordenado sacerdote se preparó durante tres meses para celebrar la Eucaristía por primera vez.

Luego de celebrar Misa, San Cayetano quedó sobrecogido por el don tan maravilloso del que decía no considerarse digno.


3. Promovió la comunión frecuente

Su gran amor por la Eucaristía lo llevó a establecer en su pueblo la bendición con el Santísimo Sacramento y a promover la Comunión frecuente de los feligreses. 

“No estaré satisfecho sino hasta que vea a los cristianos acercarse al Banquete Celestial con sencillez de niños hambrientos y gozosos, y no llenos de miedo y falsa vergüenza”, escribió.


4. Impulsó una reforma en la Iglesia Católica

La crisis que vivió la Iglesia en la época de Lutero motivó a San Cayetano a impulsar un verdadero cambio de vida y costumbres dentro de la Iglesia Católica, pero sin dividirla. 

Cuando muchos querían atacar y criticar a la Iglesia, San Cayetano les decía: “Lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo”.


5. Confió en la Providencia en tiempos de hambre

Los miembros de su orden solían repartir todos sus bienes entre los más pobres, al punto que muchas veces se quedaban sin comer. 

Un día, San Cayetano se acercó hasta el altar y dio unos pequeños golpes a la puerta del Sagrario, donde estaban las Hostias consagradas, y con mucha confianza le dijo al Señor: “Jesús amado, te recuerdo que no tenemos hoy nada para comer”.

Luego de un momento, unos arrieros llegaron hasta el lugar junto con mulas que portaban alimentos, pero no quisieron decir de dónde habían sido enviadas.


6. Eligió morir sobre un madero como Cristo

Cuando San Cayetano se enfermó gravemente, los médicos aconsejaron que colocara en su cama, hecha de tablas, un colchón de lana. Pero el santo se negó diciendo: “Mi salvador murió en la Cruz; dejadme pues morir también sobre un madero”.

San Cayetano falleció el 7 de agosto de 1547 y sus reliquias se encuentran en la Iglesia de San Paolo Maggiore, en Nápoles (Italia).


7. Fue canonizado junto a tres santos famosos

San Cayetano fue canonizado el 12 de abril de 1671 junto a Santa Rosa de Lima, la primera santa de América; San Luis Beltrán, evangelizador en Colombia; y San Francisco de Borja. 


8. Su fiesta litúrgica es signo de solidaridad

San Cayetano es muy querido en Argentina. Por eso, desde 1970, miles de devotos celebran su fiesta en el Santuario de Liniers, Buenos Aires. Ese día, los peregrinos suelen cambiar las tradicionales velas y flores que adornan la iglesia por alimentos y ropa, para que sean distribuidos en las regiones más necesitadas del país.

El Papa Francisco, cuando era Arzobispo de Buenos Aires, presidió la Misa central de la fiesta litúrgica de San Cayetano durante varios años. 



domingo, 7 de agosto de 2022

IMÁGENES DE SAN CAYETANO














 

HOY RECORDAMOS A SAN CAYETANO, PATRONO DEL PAN Y DEL TRABAJO, SANTO DE LA PROVIDENCIA - 7 DE AGOSTO


 

Hoy recordamos a San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, santo de la Providencia

Redacción ACI Prensa


Cada 7 de agosto la Iglesia Católica celebra a San Cayetano, patrono del pan y del trabajo.

“En el oratorio rendimos a Dios el homenaje de la adoración, en el hospital le encontramos personalmente", solía decir este noble hombre, conocido también como el “santo de la Providencia”.


Espiritualidad contra frivolidad

Cayetano de Thiene fue un presbítero italiano, fundador de la Orden de Clérigos Regulares, cuyos miembros se hacen llamar teatinos. Nació en Vicenza (Italia) el 1 de octubre de 1480, y murió en Nápoles el 7 de agosto de 1547. Estudió en la Universidad de Padua donde obtuvo, en 1504, el doble doctorado en derecho civil y canónico.

Acabados sus estudios, Cayetano se mudó a Roma, donde lo nombraron protonotario apostólico del Papa Julio II. Estando al servicio del Papa, llegó a participar del V Concilio de Letrán. Cuando el Pontífice murió en 1513, Cayetano dejó la vida cortesana y empezó a prepararse para el sacerdocio. Fue ordenado unos años después, cumplidos los 35.

Por ese entonces funda el “Oratorio del Amor Divino” (1516), institución muy similar a otros oratorios -compuestos de clérigos y seglares-, surgida como respuesta a la frivolidad en la que habían caído muchos miembros de la Iglesia.


Reformador del clero

En 1518, Cayetano retornó a Vicenza, su pueblo natal. Al morir su madre, se dedicó de lleno a la fundación y dirección de hospitales para tratar enfermos incurables -mayormente de sífilis- en Verona, Vicenza y Venecia.

En 1524, fundó en Roma la Orden de los Teatinos (o Clérigos Regulares) junto con el obispo Juan Pedro Caraffa (1476-1559), quien más tarde sería elegido Papa con el nombre de Pablo IV. Los Clérigos Regulares Teatinos buscaban la renovación de la Iglesia en general, pero de manera especial la del clero; también se propusieron renovar la predicación de la doctrina, el cuidado de los enfermos y la restauración del uso frecuente de los sacramentos.

Cayetano, después de ser torturado durante el saqueo de Roma en 1527, es trasladado a Venecia, desde donde se dedicó a la dirección de su Orden. En 1533, fue enviado a Nápoles, donde moriría años más tarde. Fue durante este periodo que Cayetano -a fuerza de alentar la devoción al Santísimo Sacramento, la asistencia a los pobres y enfermos, y la renovación del clero regular- marcaría para siempre al pueblo napolitano, despertando el cariño y la devoción que hasta hoy le profesa.


Reforma sin ruptura

San Cayetano fue un hombre de un ardor e inquietud apostólica muy grandes. Ya desde los años en Venecia expresaba: "No estaré satisfecho sino hasta que vea a los cristianos acercarse al banquete celestial con sencillez de niños hambrientos y gozosos, y no llenos de miedo y falsa vergüenza".

Siendo contemporáneo de Lutero y habiendo tomado noticia de los peligros de la “Reforma”, no perdió oportunidad para incentivar y hacer florecer una auténtica renovación de la vida y costumbres al interior de la Iglesia, sin necesidad de quebrar su unidad. Por eso, apoyó siempre iniciativas muy interesantes y novedosas.


Venecia y San Jerónimo Emiliani

Una de esas iniciativas fue la que llevó a cabo durante el tiempo que pasó en Venecia, cuando apoyó a Jerónimo Emiliani -en ese momento miembro del Oratorio del Amor Divino- a fundar otra orden de clérigos regulares: la Orden de los Padres Somascos. Emiliani trabajaba en el llamado Hospital de los Incurables y era un noble veneciano que, después de una juventud aventurera, decidió, en 1531, dedicarse a los pobres y huérfanos como laico. San Jerónimo Emiliani fue canonizado en 1767 y posteriormente declarado Patrón universal de los huérfanos y de la juventud abandonada.


Nápoles y el Beato Juan Marinoni

Durante los años en Nápoles, San Cayetano organizó y fundó más hospicios para ancianos y hospitales. Y no solo eso: junto al Beato Juan Marinoni creó los “Montes de Piedad”, una organización de beneficencia para auxiliar económicamente a los más pobres y combatir a los usureros de la época. Esa beneficencia habría de convertirse en lo que hoy es el Banco de Nápoles.

Al final de sus días y estando muy enfermo, San Cayetano no dejó de dar testimonio de la intensa piedad que lo movía. Los médicos, considerando sus dolencias, le recomendaron que ponga un colchón sobre su cama de tablas, a lo que el Santo respondió: “Mi Salvador murió en la cruz; dejadme, pues, morir también sobre un madero".


San Cayetano en América: la Argentina

El Papa Francisco profesa un cariño especial por él, al igual que el pueblo argentino. En el mensaje del Papa a los fieles de San Cayetano del año 2013, Francisco propuso al santo como modelo de lo que debe ser una “cultura del encuentro”, es decir, una cultura en la que nos encontramos con Jesús de manera personal para generar ese “encuentro” con los otros, “en el que reconocemos que hay alguien más que yo, que necesita más que yo… eso es salir al encuentro de los más necesitados”; tal y como hizo San Cayetano.

En Argentina, el más famoso templo en honor a este Santo se encuentra en el barrio porteño de Liniers (Buenos Aires). Es un lugar de peregrinación para sus devotos. Allí los fieles, cada año, le piden al Santo que no falte el “pan y trabajo”, y agradecen su intercesión.  

viernes, 7 de agosto de 2020

CONOCE A SAN CAYETANO, PATRONO DEL PAN Y DEL TRABAJO


Conoce a San Cayetano: patrono del pan y del trabajo tan querido por el Papa Francisco
POR LILIANA MONTES | ACI Prensa






San Cayetano de Thiene, sacerdote italiano fundador de la Orden de Clérigos Regulares Teatinos, es conocido como patrono del pan y del trabajo.

Es muy querido por el Papa Francisco y cada 7 de agosto miles de argentinos llegan hasta el principal santuario ubicado en el barrio de Liniers en Buenos Aires. 

Sin embargo, debido a la pandemia del coronavirus COVID-19 las celebraciones son transmitidas a través de los canales de Youtube y Facebook del Santuario de San Cayetano de Liniers.

A continuación presentamos algunos aspectos de su vida:

1.- Fundó la Orden inspirado en los Apóstoles
San Cayetano fundó la Orden de Clérigos Regulares o Teatinos, en 1524, junto Bonifacio de Colle, Pablo Consiglieri y Juan Pedro Carafa (que después sería el Papa Pablo IV). Se propuso renovar al clero en su vida apostólica, espiritual y en la prédica de la doctrina, tomando como modelo la vida de los Apóstoles.


2.- Celebró su primera Misa luego de tres meses de preparación
El amor y respeto que tenía por la Santa Misa fue tan grande que para celebrarla por primera vez, pasó tres meses preparándose lo mejor posible. Cuando el día llegó, quedó sobrecogido por el don tan maravilloso del que no se consideraba digno.

3.- Promovió la comunión frecuente
Su profundo amor por Cristo Eucaristía lo llevó a establecer la bendición con el Santísimo Sacramento y la promoción de la comunión frecuente. 

"No estaré satisfecho sino hasta que vea a los cristianos acercarse al Banquete Celestial con sencillez de niños hambrientos y gozosos, y no llenos de miedo y falsa vergüenza", escribió.

4.- Impulsó una reforma en la Iglesia 
La crisis que vivió la Iglesia en la época de Lutero, motivó a San Cayetano a impulsar una verdadera reforma de vida y costumbres dentro de la Iglesia, pero sin dividirla. 

Cuando muchos querían atacar y criticar a la Iglesia Católica, San Cayetano les decía: "Lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo".

5.- En tiempos de hambre confió en la Providencia
Los miembros de su orden repartían todos sus bienes entre los más pobres, al punto que muchas veces se quedaban sin que comer. 

Un día San Cayetano se acercó hasta el altar y dio unos pequeños golpes a la puerta del Sagrario donde estaban las Hostias consagradas y con mucha confianza le dijo al Señor: “Jesús amado, te recuerdo que no tenemos hoy nada para comer”. Luego de un momento unas mulas llegaron con alimentos, y los arrieros no quisieron decir de dónde las enviaban.


6.- Eligió morir sobre un madero como Cristo
Cuando San Cayetano enfermó gravemente los médicos aconsejaron que en su cama de tablas, donde dormía, se colocara un colchón de lana. Pero el santo se negó diciendo: “Mi salvador murió en la Cruz; dejadme pues morir también sobre un madero”.

De esta forma, San Cayetano falleció el 7 de agosto de 1547 y sus reliquias se encuentran en la iglesia de Santo Paolo, en Nápoles.

7.- Fue canonizado con Santa Rosa de Lima, San Luis Beltrán y San Francisco de Borja
El 12 de abril de 1671 San Cayetano fue canonizado junto a Santa Rosa de Lima, la primera santa de América; San Luis Beltrán, evangelizador en Colombia; y San Francisco de Borja. 

8.- Su fiesta es signo de solidaridad
San Cayetano es muy querido en Argentina por eso desde 1970 miles de devotos acuden a su fiesta en el Santuario de Liniers, Buenos Aires. Muchos cambian las tradicionales velas y flores, por alimentos y ropa para ser distribuidos en las regiones más necesitadas del país.

El Papa Francisco, cuando era Arzobispo de Buenos Aires, presidió la Misa central de su fiesta durante varios años.

HOY LA IGLESIA CELEBRA A SAN CAYETANO, PATRONO DEL TRABAJO Y DEL PAN, 7 DE AGOSTO


 San Cayetano
7 de Agosto


Su padre, militar, murió defendiendo la ciudad contra un ejército enemigo. El niño quedó huérfano, al cuidado de su santa madre que se esmeró intensamente por formarlo muy buen.

Estudió en la Universidad de Padua donde obtuvo dos doctorados y allí sobresalía por su presencia venerable y por su bondad exquisita que le ganaba muchas amistades.

Se fue después a Roma, y en esa ciudad capital llegó a ser secretario privado del Papa Julio II, y notario de la Santa Sede.

A los 33 años fue ordenado sacerdote. El respeto que tenía por la Santa Misa era tan grande, que entre su ordenación sacerdotal y su primera misa pasaron tres meses, tiempo que dedicó a prepararse lo mejor posible a la santa celebración.

En Roma se inscribió en una asociación llamada "Del Amor Divino", cuyos socios se esmeraban por llevar una vida lo más fervorosa posible y por dedicarse a ayudar a los pobres y a los enfermos.

Viendo que el estado de relaajación de los católicos era sumamente grande y escandaloso, se propuso fundar una comunidad de sacerdotes que se dedicaran a llevar una vida lo más santa posible y a enfervorizar a los fieles. Y fundó los Padres Teatinos (nombre que les viene a Teati, la ciudad de la cual era obispo el superior de la comunidad, Msr. Caraffa, que después llegó a ser el Papa Pablo IV).

San Cayetano le escribía a un amigo: "Me siento sano del cuerpo pero enfermo del alma, al ver cómo Cristo espera la conversión de todos, y son tan poquitos los que se mueven a convertirse". Y este era el más grande anhelo de su vida: que las gentes empezaran a llevar una vida más de acuerdo con el santo Evangelio.

Y donde quiera que estuvo trabajó por conseguirlo.

En ese tiempo estalló la revolución de Lutero que fundó a los evangélicos y se declaró en guerra contra la Iglesia de Roma. Muchos querían seguir su ejemplo, atacando y criticando a los jefes de la santa Iglesia Católica, pero San Cayetano les decía: "Lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo".

San Cayetano era de familia muy rica y se desprendió de todos sus bienes y los repartió entre los pobres. En una carta escribió la razón que tuvo para ello: "Veo a mi Cristo pobre, ¿y yo me atreveré a seguir viviendo como rico?" Veo a mi Cristo humillado y despreciado, ¿y seguiré deseando que me rindan honores? Oh, que ganas siento de llorar al ver que las gentes no sienten deseos de imitar al Redentor Crucificado".

En Nápoles un señor rico quiere regalarle unas fincas para que viva de la renta, junto con sus compañeros, diciéndole que allí la gente no es tan generosa como en otras ciudades. El santo rechaza la oferta y le dice: "Dios es el mismo aquí y en todas partes, y El nunca nos ha desamparado, si siquiera por un minuto".

Fundó asociaciones llamadas "Montes de piedad" (Montepíos) que se dedicaban a prestar dinero a gentes muy pobres con bajísimos intereses.

Sentía un inmenso amor por Nuestro Señor, y lo adoraba especialmente en la Sagrada Hostia en la Eucaristía y recordando la santa infancia de Jesús. Su imagen preferida era la del Divino Niño Jesús.

La gente lo llamaba: "El padrecito que es muy sabio, pero a la vez muy santo".

Los ratos libres los dedicaba, donde quiera que estuviera, a atender a los enfermos en los hospitales, especialmente a los más abandonados y repugnantes.

Un día en su casa de religioso no había nada para comer porque todos habían repartido sus bienes entre los pobres. San Cayetano se fue al altar y dando unos golpecitos en la puerta del Sagrario donde estaban las Santas Hostias, le dijo con toda confianza: "Jesús amado, te recuerdo que no tenemos hoy nada para comer". Al poco rato llegaron unas mulas trayendo muy buena cantidad de provisiones, y los arrieros no quisieron decir de dónde las enviaban.

En su última enfermedad el médico aconsejó que lo acostaran sobre un colchón de lana y el santo exclamó: "Mi Salvador murió sobre una tosca cruz. Por favor permítame a mí que soy un pobre pecador, morir sobre unas tablas". Y así murió el 7 de agosto del año 1547, en Nápoles, a la edad de 67 años, desgastado de tanto trabajar por conseguir la santificación de las almas.

En seguida empezaron a conseguirse milagros por su intercesión y el Sumo Pontífice lo declaró santo en 1671.

domingo, 26 de abril de 2020

CORONAVIRUS: LA IGLESIA TIENES UN SANTO PARA LOS TIEMPOS DE DESEMPLEO


Coronavirus: La Iglesia tiene un santo para los tiempos de desempleo
Redacción ACI Prensa






Frente estos tiempos, donde la tasa de desempleo ha aumentado, la Iglesia Católica tiene a San Cayetano, el santo patrono de los desempleados que experimentó la pobreza y la peste.

A nivel mundial, la economía ha sufrido un duro golpe a causa de la paralización del comercio, debido a las cuarentenas que muchos gobiernos han declarado para frenar los contagios de coronavirus.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se estima un aumento del desempleo a escala mundial, llegando a superar la crisis financiera del 2008 – 2009.

La OIT indicó que para 2019 existían 188 millones de desempleados a nivel mundial, cifra que aumentaría a más de 24 millones de personas si la pandemia del coronavirus sigue impidiendo la reactivación del comercio.

Como en la mayoría de los casos, la Iglesia Católica tiene un santo para estos tiempos. San Cayetano era hijo de un noble, trabajó para un Papa, se convirtió en sacerdote, realizó curaciones milagrosas, fundó un banco y fue amigo de los pobres.

San Cayetano nació el 1 de octubre de 1487 en Vicenza (Italia). Era el menor de tres hijos nacidos de Gaspar, Conde de Thiene, y María Porto, una mujer devota que consagró a Cayetano a la Santísima Virgen María a una temprana y se ocupó de que recibiera educación religiosa.

A los 20 años, Cayetano recibió títulos en Derecho Civil y Canónico de la Universidad de Padua, y poco después se mudó a Roma, donde trabajó en la corte del Papa Julio II y asistió al Quinto Concilio de Letrán.

Cuando el Papa murió, Cayetano renunció a su cargo para estudiar para el sacerdocio y fue ordenado en 1516 a la edad de 36 años.


Poco después de convertirse en sacerdote, con un pequeño grupo de sacerdotes fundó la Congregación de Clérigos Regulares, una comunidad que buscaba vivir como los apóstoles.

Al igual que su contemporáneo Martín Lutero, Cayetano y sus compañeros buscaban reformar la Iglesia, y especialmente al clero, pero a diferencia de Lutero, creían que esta reforma podría tener lugar dentro de la misma Iglesia.

San Cayetano pidió que la orden viva la pobreza tan estrictamente que ni siquiera pedían limosna, sino que confiaban totalmente en la providencia de Dios.

El sacerdote fue particularmente severo consigo mismo, observó el P. Francis Xavier Weninger en sus escritos de 1876, siempre vistiendo una camisa de pelo y participando en oraciones y devociones a altas horas de la noche y temprano en la mañana con un breve descanso en una cama de paja.

También se sabía que tenía visiones de la Virgen María. En particular en una víspera de Navidad, Cayetano tuvo una visión de la Madre de Dios llevando al Niño Jesús y colocándolo en los brazos del santo.

Cayetano también era conocido por algunas curaciones milagrosas, incluida la sanación del pie que iba a ser amputado de un sacerdote de su orden.

A los 42 años, Cayetano fundó un hospital para “incurables” en Venecia, y trabajó para consolar y sanar a los enfermos en tiempos de la peste, escribió el P. Weninger.

Probablemente, muchos de los enfermos que atendió fueron víctimas de la peste bubónica, que resurgió con frecuencia en la ciudad de Venecia, un centro de comercio internacional.

En 1533, el Papa envió a Cayetano a Nápoles, donde fundó otro oratorio. La iglesia San Paolo Maggiore se convirtió en un importante centro de reforma católica.

Mientras estaba en Nápoles, Cayetano se enfermó gravemente y ofreció sus sufrimientos por la conversión de la gente de Nápoles. Al parecer se negó a ser transferido de las tablas de madera que servían como cama, de modo que tenía más sufrimiento que ofrecer. Murió el 6 de agosto de 1547, en la fiesta de la Transfiguración, y está enterrado en la Basílica de San Paolo Maggiore en Nápoles.

Según algunos relatos, la lucha espiritual, política y social en la ciudad de Nápoles cesó poco después de la muerte de Cayetano, lo que confirma a muchos la santidad de su vida.

Antes de ser un santo canonizado, fue invocado cuando la peste golpeó con fuerza a Nápoles en 1656.

Según un testimonio escrito por el líder de un hospital en Nápoles en ese momento, entre 600 y 700 personas morían de la peste diariamente en la ciudad. Por lo que se celebró la fiesta del entonces Beato Cayetano, que logró que ese día no se registraran muertes, y la peste pronto desapareció de la ciudad.

San Cayetano fue canonizado por el Papa Clemente X en 1671. Es el santo patrono de los que buscan empleo y los desempleados, así como de múltiples países, incluidos Italia, Argentina, Brasil y El Salvador.

En Argentina, Cayetano es muy querido y desde 1970 miles de devotos acuden a su fiesta en el Santuario de Liniers, Buenos Aires. Muchos cambian las tradicionales velas y flores, por alimentos y ropa para ser distribuidos en las regiones más necesitadas del país.



Oración a San Cayetano:

Glorioso San Cayetano, aclamado por todos los pueblos padre de providencia porque socorres con grandes milagros a cuantos te invocan en sus necesidades: acudo a tu altar, suplicando que presentes al Señor los deseos que confiadamente deposito en tus manos.

(Aquí se expresan las gracias que se desea obtener)

Haz que estas gracias, que ahora te pido, me ayuden a buscar siempre el Reino de Dios y su Justicia, sabiendo que Dios (que viste de hermosura las flores del campo y alimenta con largueza las aves del cielo) me dará las demás cosas por añadidura.

Amén


miércoles, 8 de agosto de 2018

SAN CAYETANO, 8 AGOSTO

7 de agosto
San Cayetano
Fundador
Año 1547



San Cayetano bendito: lo que tú más deseabas: la conversión de los que somos tan pecadores, es un favor inmenso que no hemos logrado conseguir, pero que tú con tu intercesión nos puedes obtener. Pídele a Dios que nos logremos convertir.

 Dichoso el que Confía en Dios (Salmo 83).

 San CayetanoEste santo, muy popular entre los comerciantes y ganaderos porque los protege de muchos males, nació en 1480 en Vicenza, cerca de Venecia, Italia.

Su padre, militar, murió defendiendo la ciudad contra un ejército enemigo. El niño quedó huérfano, al cuidado de su santa madre que se esmeró intensamente por formarlo muy buen.

Estudió en la Universidad de Padua donde obtuvo dos doctorados y allí sobresalía por su presencia venerable y por su bondad exquisita que le ganaba muchas amistades.

Se fue después a Roma, y en esa ciudad capital llegó a ser secretario privado del Papa Julio II, y notario de la Santa Sede.

A los 33 años fue ordenado sacerdote. El respeto que tenía por la Santa Misa era tan grande, que entre su ordenación sacerdotal y su primera misa pasaron tres meses, tiempo que dedicó a prepararse lo mejor posible a la santa celebración.

En Roma se inscribió en una asociación llamada "Del Amor Divino", cuyos socios se esmeraban por llevar una vida lo más fervorosa posible y por dedicarse a ayudar a los pobres y a los enfermos.

Viendo que el estado de relaajación de los católicos era sumamente grande y escandaloso, se propuso fundar una comunidad de sacerdotes que se dedicaran a llevar una vida lo más santa posible y a enfervorizar a los fieles. Y fundó los Padres Teatinos (nombre que les viene a Teati, la ciudad de la cual era obispo el superior de la comunidad, Msr. Caraffa, que después llegó a ser el Papa Pablo IV)

San Cayetano le escribía a un amigo: "Me siento sano del cuerpo pero enfermo del alma, al ver cómo Cristo espera la conversión de todos, y son tan poquitos los que se mueven a convertirse". Y este era el más grande anhelo de su vida: que las gentes empezaran a llevar una vida más de acuerdo con el santo Evangelio.

Y donde quiera que estuvo trabajó por conseguirlo.

En ese tiempo estalló la revolución de Lutero que fundó a los evangélicos y se declaró en guerra contra la Iglesia de Roma. Muchos querían seguir su ejemplo, atacando y criticando a los jefes de la santa Iglesia Católica, pero San Cayetano les decía: "Lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo".

San Cayetano era de familia muy rica y se desprendió de todos sus bienes y los repartió entre los pobres. En una carta escribió la razón que tuvo para ello: "Veo a mi Cristo pobre, ¿y yo me atreveré a seguir viviendo como rico?" Veo a mi Cristo humillado y despreciado, ¿y seguiré deseando que me rindan honores? Oh, que ganas siento de llorar al ver que las gentes no sienten deseos de imitar al Redentor Crucificado".

En Nápoles un señor rico quiere regalarle unas fincas para que viva de la renta, junto con sus compañeros, diciéndole que allí la gente no es tan generosa como en otras ciudades. El santo rechaza la oferta y le dice: "Dios es el mismo aquí y en todas partes, y El nunca nos ha desamparado, si siquiera por un minuto".

Fundó asociaciones llamadas "Montes de piedad" (Montepíos) que se dedicaban a prestar dinero a gentes muy pobres con bajísimos intereses.

Sentía un inmenso amor por Nuestro Señor, y lo adoraba especialmente en la Sagrada Hostia en la Eucaristía y recordando la santa infancia de Jesús. Su imagen preferida era la del Divino Niño Jesús.

La gente lo llamaba: "El padrecito que es muy sabio, pero a la vez muy santo".

Los ratos libres los dedicaba, donde quiera que estuviera, a atender a los enfermos en los hospitales, especialmente a los más abandonados y repugnantes.

Un día en su casa de religioso no había nada para comer porque todos habían repartido sus bienes entre los pobres. San Cayetano se fue al altar y dando unos golpecitos en la puerta del Sagrario donde estaban las Santas Hostias, le dijo con toda confianza: "Jesús amado, te recuerdo que no tenemos hoy nada para comer". Al poco rato llegaron unas mulas trayendo muy buena cantidad de provisiones, y los arrieros no quisieron decir de dónde las enviaban.

En su última enfermedad el médico aconsejó que lo acostaran sobre un colchón de lana y el santo exclamó: "Mi Salvador murió sobre una tosca cruz. Por favor permítame a mí que soy un pobre pecador, morir sobre unas tablas". Y así murió el 7 de agosto del año 1547, en Nápoles, a la edad de 67 años, desgastado de tanto trabajar por conseguir la santificación de las almas.

En seguida empezaron a conseguirse milagros por su intercesión y el Sumo Pontífice lo declaró santo en 1671.

lunes, 7 de agosto de 2017

IMÁGENES DE SAN CAYETANO DE THIENE









SAN CAYETANO, PATRONO DEL PAN Y DEL TRABAJO, 7 DE AGOSTO


San Cayetano
Patrono del Pan y del Trabajo
7 de agosto



Su padre, militar, murió defendiendo la ciudad contra un ejército enemigo. El niño quedó huérfano, al cuidado de su santa madre que se esmeró intensamente por formarlo muy buen.

Estudió en la Universidad de Padua donde obtuvo dos doctorados y allí sobresalía por su presencia venerable y por su bondad exquisita que le ganaba muchas amistades.

Se fue después a Roma, y en esa ciudad capital llegó a ser secretario privado del Papa Julio II, y notario de la Santa Sede.

A los 33 años fue ordenado sacerdote. El respeto que tenía por la Santa Misa era tan grande, que entre su ordenación sacerdotal y su primera misa pasaron tres meses, tiempo que dedicó a prepararse lo mejor posible a la santa celebración.

En Roma se inscribió en una asociación llamada "Del Amor Divino", cuyos socios se esmeraban por llevar una vida lo más fervorosa posible y por dedicarse a ayudar a los pobres y a los enfermos.

Viendo que el estado de relaajación de los católicos era sumamente grande y escandaloso, se propuso fundar una comunidad de sacerdotes que se dedicaran a llevar una vida lo más santa posible y a enfervorizar a los fieles. Y fundó los Padres Teatinos (nombre que les viene a Teati, la ciudad de la cual era obispo el superior de la comunidad, Msr. Caraffa, que después llegó a ser el Papa Pablo IV).

San Cayetano le escribía a un amigo: "Me siento sano del cuerpo pero enfermo del alma, al ver cómo Cristo espera la conversión de todos, y son tan poquitos los que se mueven a convertirse". Y este era el más grande anhelo de su vida: que las gentes empezaran a llevar una vida más de acuerdo con el santo Evangelio.

Y donde quiera que estuvo trabajó por conseguirlo.

En ese tiempo estalló la revolución de Lutero que fundó a los evangélicos y se declaró en guerra contra la Iglesia de Roma. Muchos querían seguir su ejemplo, atacando y criticando a los jefes de la santa Iglesia Católica, pero San Cayetano les decía: "Lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo".

San Cayetano era de familia muy rica y se desprendió de todos sus bienes y los repartió entre los pobres. En una carta escribió la razón que tuvo para ello: "Veo a mi Cristo pobre, ¿y yo me atreveré a seguir viviendo como rico?" Veo a mi Cristo humillado y despreciado, ¿y seguiré deseando que me rindan honores? Oh, que ganas siento de llorar al ver que las gentes no sienten deseos de imitar al Redentor Crucificado".

En Nápoles un señor rico quiere regalarle unas fincas para que viva de la renta, junto con sus compañeros, diciéndole que allí la gente no es tan generosa como en otras ciudades. El santo rechaza la oferta y le dice: "Dios es el mismo aquí y en todas partes, y El nunca nos ha desamparado, si siquiera por un minuto".

Fundó asociaciones llamadas "Montes de piedad" (Montepíos) que se dedicaban a prestar dinero a gentes muy pobres con bajísimos intereses.

Sentía un inmenso amor por Nuestro Señor, y lo adoraba especialmente en la Sagrada Hostia en la Eucaristía y recordando la santa infancia de Jesús. Su imagen preferida era la del Divino Niño Jesús.

La gente lo llamaba: "El padrecito que es muy sabio, pero a la vez muy santo".

Los ratos libres los dedicaba, donde quiera que estuviera, a atender a los enfermos en los hospitales, especialmente a los más abandonados y repugnantes.

Un día en su casa de religioso no había nada para comer porque todos habían repartido sus bienes entre los pobres. San Cayetano se fue al altar y dando unos golpecitos en la puerta del Sagrario donde estaban las Santas Hostias, le dijo con toda confianza: "Jesús amado, te recuerdo que no tenemos hoy nada para comer". Al poco rato llegaron unas mulas trayendo muy buena cantidad de provisiones, y los arrieros no quisieron decir de dónde las enviaban.

En su última enfermedad el médico aconsejó que lo acostaran sobre un colchón de lana y el santo exclamó: "Mi Salvador murió sobre una tosca cruz. Por favor permítame a mí que soy un pobre pecador, morir sobre unas tablas". Y así murió el 7 de agosto del año 1547, en Nápoles, a la edad de 67 años, desgastado de tanto trabajar por conseguir la santificación de las almas.

En seguida empezaron a conseguirse milagros por su intercesión y el Sumo Pontífice lo declaró santo en 1671.

domingo, 7 de agosto de 2016

ORACIONES DIVERSAS A SAN CAYETANO


Oraciones a San Cayetano


Oración I

¡Oh glorioso San Cayetano! Aclamado por todas las Naciones; Padre de Providencia, porque con portentosos milagros socorres a cuantos te invocan con fe en sus necesidades. Te suplico me obtengas del Señor oportuno Socorro en las angustias presentes y sea ello prueba de la bienaventuranza eterna. Amén.

Santísima Trinidad ¡Oh Divina Providencia! Concédeme tu clemencia, por tu infinita bondad, arrodillado a tus plantas, a Ti portento de toda caridad, te pido por los míos casa, vestido y sustento.

Concédenos la salud, llévanos por buen camino, que sea siempre la virtud que guie nuestro destino. Tú eres toda mi esperanza, eres el consuelo mío, en Ti creo, en Ti confío. Tu Divina Providencia se extienda a cada momento para que nunca nos falte casa, vestido, sustento y los Santos Sacramentos en el último momento.


Oración II

Glorioso San Cayetano, aclamado por todos los pueblos padre de providencia porque socorres con grandes milagros a cuantos te invocan en sus necesidades: acudo a tu altar, suplicando que presentes al Señor los deseos que confiadamente deposito en tus manos.

(Aquí se expresan las gracias que se desea obtener)

Haz que estas gracias, que ahora te pido, me ayuden a buscar siempre el Reino de Dios y su Justicia, sabiendo que Dios (que viste de hermosura las flores del campo y alimenta con largueza las aves del cielo) me dará las demás cosas por añadidura. Amén.


Oración III

¡Oh glorioso San Cayetano Padre de la Providencia!, no permitas que en mi casa me falte la subsistencia y de tu liberal mano una limosna te pido en lo temporal y humano.

¡Oh glorioso San Cayetano!, Providencia, Providencia, Providencia.

(Aquí se pide la gracia que se desea conseguir)

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

Jaculatoria. Glorioso San Cayetano, interceded por nosotros ante la Divina Providencia.

SAN CAYETANO, PATRONO DEL PAN Y DEL TRABAJO, 7 DE AGOSTO


Hoy 7 de agosto la Iglesia celebra a San Cayetano, Patrono del pan y del trabajo
Por Abel Camasca



 (ACI).- “En el oratorio rendimos a Dios el homenaje de la adoración, en el hospital le encontramos personalmente", solía decir San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, cuya fiesta se celebra cada 7 de agosto.

San Cayetano nació en Vicenza (Italia) en 1480. Estudió en la Universidad de Padua, distinguiéndose en la teología y doctorándose en derecho civil y canónico.

Su inquietud vocacional lo llevó a Roma, donde al poco tiempo fue nombrado secretario del Papa Julio II. A la muerte del Pontífice quiso prepararse para el sacerdocio y es ordenado en 1516, a los 36 años.

Fundó en Roma la “Cofradía del Amor Divino”, asociación de clérigos que promovía la gloria de Dios. Luego ingresó en el Oratorio de San Jerónimo que seguía la misma línea de la obra que había fundado, pero que incluía además a laicos pobres.


Sus amigos se molestaron por esta decisión ya que consideraban que no debía estar allí alguien de alcurnia como él, pero el Santo siguió adelante, atendiendo incluso a pacientes con enfermedades que muchos despreciaban.

Estando en Venecia implantó la bendición con el Santísimo Sacramento y animó a la comunión frecuente. Una vez escribió: "no estaré satisfecho sino hasta que vea a los cristianos acercarse al banquete celestial con sencillez de niños hambrientos y gozosos, y no llenos de miedo y falsa vergüenza".

Por aquel entonces la cristiandad pasaba por un periodo de crisis. San Cayetano, contemporáneo de Lutero, incentivaba una verdadera reforma de vida y costumbres en la Iglesia, pero sin dividirla.

En Roma, junto a algunos compañeros, funda la Orden de Clérigos Regulares Teatinos que buscaba la renovación del clero, la predicación de la doctrina, el cuidado de los enfermos y la restauración del uso frecuente de los sacramentos.

San Cayetano tuvo que sufrir incomprensiones y rechazos por la misión renovadora que había emprendido. Más adelante, con el Beato Juan Marinoni, el Santo fundó los “Montes de Piedad” para liberar de la miseria a pobres y marginados.

Al final de su vida, abrió hospicios para ancianos y hospitales. Cuando cae muy enfermo, los médicos le sugirieron que ponga un colchón sobre su cama de tablas, pero el Santo respondió: “Mi salvador murió en la cruz; dejadme pues morir también sobre un madero". Partió a la Casa del Padre en Nápoles el 7 de agosto de 1547 a los 77 años.

El Papa Francisco, incluso desde que era Cardenal, le tiene un cariño especial y en Argentina el santo es muy querido. Son numerosos los peregrinos que van a venerarlo en el templo en honor de San Cayetano del barrio porteño de Liniers (Buenos Aires).

Allí los fieles y devotos, cada año, le piden pan y trabajo y le agradecen lo que se les ha dado por su intercesión ante Dios.

LO QUE NO SABÍAS DE SAN CAYETANO, EL PATRONO DEL PAN Y DEL TRABAJO TAN QUERIDO POR EL PAPA


Lo que no sabías de San Cayetano, el patrono del pan y del trabajo tan querido por el Papa
Por Liliana Montes



 (ACI).- Hoy celebramos a San Cayetano de Thiene, el sacerdote italiano fundador de la Orden de Clérigos Regulares Teatinos, conocido como patrono del pan y del trabajo, muy querido por el Papa Francisco y millones de argentinos.

Aquí algunos aspectos de su vida que no debes dejar de conocer:

1.- Se inspiró en los apóstoles para fundar su orden

En 1524, San Cayetano fundó la Orden de Clérigos Regulares o Teatinos, junto a Juan Pedro Carafa (que después sería el Papa Pablo IV), Bonifacio de Colle y Pablo Consiglieri. Se propuso renovar al clero en su vida apostólica, espiritual y en la prédica de la doctrina, tomando como modelo la vida de los Apóstoles.

2.- Se preparó 3 meses para celebrar su primera Misa

El amor y respeto que tenía por la Santa Misa fue tan grande, que para celebrarla por primera vez, desde su ordenación pasó tres meses preparándose lo mejor posible. Cuando el día llegó, quedó sobrecogido por el don tan maravilloso del que no se consideraba digno.


3.- Promovió la comunión frecuente

Su amor por el Cristo Eucaristía era muy profundo, estableció la bendición con el Santísimo Sacramento y promovió la comunión frecuente. En uno de sus escritos señaló: "No estaré satisfecho sino hasta que vea a los cristianos acercarse al Banquete Celestial con sencillez de niños hambrientos y gozosos, y no llenos de miedo y falsa vergüenza".

4.- Impulsó una reforma la Iglesia comenzando por los mismos católicos

La crisis en la Iglesia que se vivió en la época de Lutero, motivó a San Cayetano a impulsar una verdadera reforma de vida y costumbres dentro de la Iglesia, pero sin dividirla. Cuando muchos querían atacar y criticar a la Iglesia Católica, San Cayetano les decía: "Lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo".

5.- Tuvo una gran confianza en la providencia divina

Los miembros de su orden solían repartir todos sus bienes entre los más pobres, al punto de muchas veces quedarse sin que comer. Un día San Cayetano se acercó hasta el altar y dio unos pequeños golpes a la puerta del Sagrario donde estaban las Hostias consagradas, y con mucha confianza le dijo al Señor: “Jesús amado, te recuerdo que no tenemos hoy nada para comer”. Luego de un momento unas mulas llegaron con alimentos, y los arrieros no quisieron decir de dónde las enviaban.

6.- Eligió morir en un madero como Cristo

Muy enfermo y desgastado de tanto dedicar su vida al trabajo por la santificación de las almas, los médicos aconsejaron que en su cama de tablas, donde dormía San Cayetano, sea colocado un colchón de lana, a lo que el santo se negó diciendo: “Mi salvador murió en la cruz; dejadme pues morir también sobre un madero”.

Y es así, que siendo superior de su orden, el 7 de agosto de 1547 San Cayetano fue llamado a la Casa del Padre. Sus reliquias se encuentran en la iglesia de Santo Paolo, en Nápoles.

7.- Fue canonizado con Santa Rosa de Lima, San Luis Beltrán y San Francisco de Borja

El 12 de abril de 1671 San Cayetano fue canonizado junto a Santa Rosa de Lima, la primera santa de América; San Luis Beltrán, evangelizador en Colombia; y San Francisco de Borja. Fue así que San Cayetano comenzó a hacerse muy popular en América Latina.

8.- Su fiesta se celebra con solidaridad

San Cayetano es muy querido en Argentina, y desde 1970miles de devotos acuden desde la noche anterior a su fiesta al Santuario de Liniers, en Buenos Aires, aquí muchos cambian las tradicionales velas y flores, por alimentos y ropa que son llevados a las regiones más necesitadas del país.

El Papa Francisco le tiene un cariño muy especial y como Arzobispo de Buenos Aires, presidió durante varios años la Misa central de su fiesta en Liniers.

martes, 2 de agosto de 2016

PAPA FRANCISCO ENVÍA CARTA A ARGENTINOS POR SAN CAYETANO, PATRONO DEL PAN Y EL TRABAJO


Papa Francisco envía carta a argentinos por San Cayetano, Patrono del pan y el trabajo
Por Bárbara Bustamante




BUENOS AIRES, 01 Ago. 16 /  (ACI).- En su carta dirigida al Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. José María Arancedo, el Papa Francisco envió su saludo y bendición a los miles de fieles que celebrarán la fiesta de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, el próximo domingo 7 de agosto.

Esta fiesta muy querida por el Santo Padre se celebra con especial devoción en el santuario de San Cayetano del barrio de Liniers, en Buenos Aires, hasta donde llegan miles de fieles a agradecer y pedir que nos les falte comida ni trabajo. 

En su mensaje, el Pontífice explicó que “a San Cayetano pedimos pan y trabajo. El pan es más fácil conseguirlo porque siempre hay alguna persona o institución buena que te lo acerca, al menos en Argentina donde nuestro pueblo es tan solidario. Hay lugares en el mundo que ni esa posibilidad tienen”.  

Agregó que “trabajo es tan difícil lograrlo, sobre todo cuando seguimos viviendo momentos en los cuales los índices de desocupación son significativamente altos”. 


“El pan te soluciona una parte del problema, pero a medias, porque ese pan no es el que ganás con tu trabajo. Una cosa es tener pan para comer en casa y otra es llevarlo a casa como fruto del trabajo. Y esto es lo que confiere dignidad”, afirmó el Papa Francisco. 

El Pontífice también recordó “conmovido” las veces en que celebró la fiesta de San Cayetano como Arzobispo de Buenos Aires. 

“La Misa en el Santuario de Liniers y luego el recorrido de la cola de la gente hasta el Estadio de Velez. Saludar, escuchar, acompañar la fe de ese pueblo sencillo... y tantas veces, ante la angustia de hombres y mujeres que quieren y buscan trabajo y no encuentran”, señaló. 

“Sólo atinaba a un apretón de manos, una caricia, mirar esos ojos humedecidos de dolor, y llorar dentro. Llorar sí, porque es duro cruzar tu vida con un padre de familia que quiere trabajar y no tiene posibilidad de lograrlo”, sostuvo.

El Papa subrayó que “cuando pedimos trabajo estamos pidiendo poder sentir dignidad; y en esta celebración de San Cayetano pedimos esa dignidad que nos confiere el trabajo; poder llevar el pan a casa”.

“Trabajo, esa T (que junto con las otras dos T: Techo y Tierra) está en el entramado básico de los Derechos Humanos; y cuando pedimos trabajo para llevar el pan a casa estamos pidiendo dignidad”, afirmó.

Finalmente, pidió “que en esta fiesta de San Cayetano todos los Obispos sepamos acompañar a nuestros hermanos que piden pan y trabajo. Y lo hagamos con cariño, cercanía y oración, y pidamos también para nosotros esa gracia: que nunca nos falte trabajo, ese trabajo al que nos envía el Señor y que nos confiere dignidad”. 

Esta no es la primera vez que el Papa Francisco se dirige con especial atención a los devotos de San Cayetano, también conocido como el “Santo de la Providencia”. 

En 2013 el Santo Padre grabó un mensaje en ocasión de esta festividad, en donde exhortaba a los fieles a ser como Jesús y así “ir al encuentro de los más necesitados”.
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