viernes, 14 de julio de 2017

LO IMPORTANTE EN LA VIDA

Lo importante en la vida


Los infortunios y reveses traen siempre algún valioso mensaje que debes aprovechar con sabiduría. Pero hay que reflexionar con calma para atesorar la experiencia que dejan, porque las desgracias descubren al alma luces que en la prosperidad no llegas a percibir.

Es imposible cruzar la vida sin que un trabajo salga mal hecho, sin que una amistad cause decepción, sin padecer algún quebranto de salud, sin que un amor nos abandone, sin que ningún ser querido fallezca, sin equivocarse en algún negocio. Ése es el costo de vivir. Sin embargo, lo importante no es lo que suceda, sino cómo sobrellevarlo. Si te pones a coleccionar heridas eternamente, vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.

A veces suceden cosas que te cuestionan seriamente y te preguntas angustiado, ¿cómo Dios permite esto? Ten la seguridad que Dios va a sacar de todo mal, sufrimiento o desgracia, un bien mucho más grande. Como lo sacó de la muerte ignominiosa de Jesús, su Hijo, Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.


* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 14 DE JULIO


Los cinco minutos de María
Julio 14



Seguramente en algunas ocasiones has necesitado desahogarte en el Corazón de la Madre de Dios, que es todo ternura y compasión. Acude a ella con confianza y amor, cuéntale todas tus cosas, consúltala en tus dudas,  pídele consuelo en tus penas, comparte con ella tus éxitos y tus alegrías.

Virgen prudente, que siempre siga tus consejos.


* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 14 DE JULIO DEL 2017


Como ovejas entre lobos
Santo Evangelio según San Mateo 10, 16-23. XIV Viernes de Tiempo Ordinario.


Por: H. Rubén Tornero, LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, gracias por este momento de intimidad contigo. Soy indigno de Ti, por eso en Ti confío y sólo a Ti entrego todo mi ser: porque me conoces hasta lo más profundo y aún así me amas y has querido estar a mi lado. Te pido que estés siempre a mi lado y nunca me abandones. No Te merezco… pero Te necesito. Dame tu mano y guíame como un papá guía a su hijo que da los primeros pasos. Soy débil, no me dejes sólo. Dame un corazón que ame y entienda los corazones de los demás, especialmente el Tuyo.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 10, 16-23
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "Yo los envío como ovejas entre lobos. Sean, pues, precavidos como las serpientes y sencillos como las palomas.
Cuídense de la gente, porque los llevarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas, los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. Pero, cuando los enjuicien, no se preocupen por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque en ese momento se les inspirará lo que han de decir. Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes.
El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre a su hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos los odiarán a ustedes por mi causa, pero el que persevere hasta el fin, se salvará.
Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. Yo les aseguro que no alcanzarán a recorrer todas las ciudades de Israel, antes de que venga el Hijo del hombre".

Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Hoy Jesús me dices que me envías como oveja en medio de lobos. Me da miedo. Sabes que el mundo es agresivo. No me escondes el peligro ni el dolor. Me dices que me odiarán por llevar tu mensaje y que incluso llegarán a quitarme la vida… pero que si persevero hasta el fin, me salvaré. Tengo miedo Jesús, pero si Tú estás conmigo, ¿qué tengo que temer? Tú ves mucho más allá de lo que yo puedo siquiera imaginar.
Donde yo veo lobos terribles, personas antipáticas que me lastiman, situaciones que me hacen sufrir, Tú ves corderos con piel de lobo, personas lastimadas que necesitan de tu amor y de tu misericordia, oportunidades que me hacen despertar de mi comodidad.
Donde yo veo sombras, Tú me haces ver la luz, pues sólo hay sombras allí donde hay alguna luz que las proyecte.
Ayúdame a no tener miedo de las adversidades. Hoy no quisiera pedirte que me quites de mi vida la montaña del sufrimiento, sino que me des la fuerza para subirla y que camines siempre a mi lado. Dame la gracia de llevar tu mensaje de amor a quien más lo necesite… así como Tú me lo has dado a mí por medio de la cruz.
"El verdadero predicador es el que sabe que es débil, que sabe que no puede defenderse de sí mismo. El enviado "en medio de los lobos" podría objetar: ¿Pero, Señor, para que me coman? La respuesta es: ¡Tú ve! Este es el camino. Veamos una reflexión muy profunda de Juan Crisóstomo: "Pero si tú no vas como cordero, si vas como lobo entre los lobos, el Señor no te protege: defiéndete solo". Es decir: cuando el predicador se cree demasiado inteligente o cuando ese que tiene la responsabilidad de llevar adelante la Palabra de Dios quiere hacerse el astuto y quizá piensa: ¡Ah, yo puedo con esta gente!, entonces terminará mal, o negociará la Palabra de Dios: con los poderosos, con los soberbios..."
(Homilía de S.S. Francisco, 17 de febrero de 2017, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a hablar con una persona que me resulte antipática y la invitaré a rezar un avemaría juntos.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

DECÁLOGO DE LOS SERVIDORES DE LOS ENFERMOS

Decálogo de los servidores de los enfermos. 
San Camilo de Lelis
(Aplicable a todos)



1-Honra la dignidad y sacralidad de mi persona, imagen de Cristo, por encima de mi fragilidad y limitaciones.

2-Sírveme con amor respetuoso y solícito: con todo tu corazón, con toda tu inteligencia, con todas tus fuerzas y con todo tu tiempo.

3-Cuídame como tú quisieras ser atendido, o como lo harías con la persona más querida que tengas en el mundo.

4-Sé voz de los sin voz: hazte defensor de mis derechos, para que sean reconocidos y respetados.

5-Evita toda negligencia que pueda poner en peligro mi vida o prolongar mi enfermedad.

6-No frustres mi esperanza con tu afán e impaciencia, con tu falta de delicadeza y competencia.

7-Soy un todo, un ser integral: sírveme así. No me reduzcas a un número o a una historia clínica, y no te limites a una relación puramente funcional.

8-Conserva limpios tu corazón y tu profesión: no permitas que la ambición y la sed de dinero los manchen.

9-Preocúpate por mi pronta mejoría; no olvides que he venido al hospital para salir recuperado lo antes posible.

10-Comparte mis angustias y sufrimientos: aunque no puedas quitarme el dolor, acompáñame. Me hace falta tu gesto humano y gratuito que me hace sentir alguien y no algo, o un caso interesante.

Y... cuando hayas hecho todo lo que tienes que hacer, cuando hayas sido todo lo que debes ser..., no olvides darme las gracias.

(Deducido del pensamiento y actuación de Camilo).

SAN CAMILO DE LELIS, PATRONO DE LOS ENFERMOS, 14 DE JULIO

San Camilo de Lelis (Lellis)
1550-1614. Fundador de los Siervos de los enfermos. 
Fiesta: 14 de julio

Patróno de los enfermos, profesionales de la salud y hospitales.



De la vida de San Camilo:
Servidor de Cristo en la persona de los hermanos

Encontró a Jesucristo en los enfermos pobres, a los que amaba y servía con todo su corazón. Su congregación cuidaba de los enfermos y contribuyó en el saneamiento de Roma y otras ciudades. Enseñaban como prevenir y cuidar las enfermedades. Consideraron la función de la dieta en la salud y enseñaron el sistema de organizar a los enfermos por pabellones. Todo movido por amor a Cristo. San Camilo está enterrado en la Iglesia de Sta. María Magdalena, Roma.

San Camilo nació en 1350 en Bucchianico, cerca de Chieti, región de los Abruzos, Italia. Su madre era sexagenaria cuando tuvo a su hijo.

Era alto de estatura para la época, de 1.9mts. Se enroló en el ejército veneciano para luchar contra los turcos pero pronto contrajo una enfermedad en la pierna que le hizo sufrir toda su vida. En 1571 ingresó como paciente y criado en el hospital de incurables de San Giacomo, en Roma. Nueve meses después fue despedido a causa de su temperamento revoltoso y volvió a ser soldado contra los turcos.

Mas tarde reconoció que era un gran pecador. Uno de sus vicios era el juego de azar que se nutre de la avaricia. En 1574 apostó en las calles de Nápoles sus ahorros, sus armas, todo lo que poseía y perdió hasta la camisa que llevaba puesta. Obligado a la miseria y recordando un voto que había hecho mucho tiempo antes de ingresar en los franciscanos, entró a trabajar en la construcción de un convento capuchino (franciscanos) en Manfredonia.  Las prédicas en el convento lo llevaron a una profunda conversión. Camilo cayó de rodillas, pidió perdón de sus pecados con muchas lágrimas y se encomendó a la misericordia de Dios.  La conversión tuvo lugar en 1575, a sus 25 años de edad. Desde entonces comenzó una nueva vida de completa sumisión a Jesucristo y de penitencia. Ingresó a los capuchinos pero la enfermedad de su pierna impidió su profesión. Entonces volvió al hopital de San Giacomo donde se consagró al cuidado de los enfermos. Al cabo de un tiempo llegó a ser superintendente del hospital, sirviendo como con ejemplar caridad.

Los hospitales de la época empleaban a personas sin dedicación hacia los enfermos. Esto llevó a Camilo a fundar una asociación de personas deseosas de consagrarse, por caridad, al cuidado de los enfermos. Encontró seguidores pero también graves obstáculos por las envidias y rumores que provocan las grandes obras de Dios. Después de consultar con su confesor, San Felipe Neri, decidió recibir las órdenes sagradas. Fermo Calvi, un caballero romano, le asignó una renta el día de su ordenación. San Camilo decidió entonces independizarse del hospital de San Giacomo y empezar la tarea por su cuenta, contra la opinión de San Felipe Neri. Con dos compañeros comenzó la nueva congregación, los Siervos de los Enfermos, observando una regla común. Iban cada día al gran hospital del Espíritu Santo para asistir a los enfermos. Lo hacían con tanto amor como si curasen las heridas de Cristo. Los preparaban para recibir los sacramentos y morir en las manos de Dios. 

En 1585, habiendo crecido la comunidad, prescribió a sus miembros un voto de atender a los prisioneros, a los enfermos infecciosos y a los enfermos graves de las casas particulares. Desde 1595 envió religiosos con las tropas para servir de enfermeros.  Tal fue el comienzo de los enfermeros de guerra, antes que existiese la Cruz Roja fundada por Enrique Dunant.

En 1588 un barco con enfermos apestados no recibió permiso para entrar en Nápoles. Los Siervos de los Enfermos fueron al barco a asistirlos y murieron de la enfermedad, los primeros mártires de la nueva congregación. San Camilo también asistió heroicamente a Roma durante una peste que asoló a la ciudad. En 1591 San Gregorio XIV elevó la congregación de San Camilo a la categoría de orden religiosa.

En la actualidad los Siervos de los Enfermos cuentan con sacerdotes y hermanos consagrados a cuidar a los enfermos.

San Camilo sufrió mucho toda su vida. Padeció por 46 años por su pierna, que además tuvo fracturada desde sus 36 años. Tenía también dos llagas muy dolorosas en la planta del pie.  Desde mucho antes de morir padeció de nauseas y apenas podía comer. Sin embargo, en vez de buscar el cuidado de sus hermanos, los enviaba a servir a otros enfermos.

San Camilo introdujo la práctica de cerciorarse que los enfermos estuviesen muertos antes de enterrarlos, que las oraciones continuasen al menos un cuarto de hora después de la muerte aparente. Fundó 15 casas religiosas y 8 hospitales. Tenía el don de profecía y milagros además de muchas gracias extraordinarias.

En 1607, San Camilo renunció a la dirección de su orden pero asistió al capítulo de su orden en 1613. Murió el 14 de julio de 1614, a los 64 años de edad. Fue canonizado en 1746. El Papa León XIII le proclamó patrono de los enfermos junto con San Juan de Dios, Pío XI lo nombró patrono de los enfermos y de sus asociaciones.

-Datos compilados de la Vida de los Santos, Butler, Vol III

FELIZ FIN DE SEMANA!!!





Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...