lunes, 21 de mayo de 2018

PENSAMIENTO DE SAN JOSÉ MARELLO


PAPA FRANCISCO: LA IGLESIA NO ES UNA ASOCIACIÓN BENÉFICA O UN EQUIPO DE FÚTBOL, ES MADRE


La Iglesia no es una asociación benéfica o un equipo de fútbol: es “madre”, dice el Papa
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media




El Papa celebró la Misa en Santa Marta en la primera memoria de la Virgen María Madre de la Iglesia y recordó en la homilía la dimensión femenina de la Iglesia, pues no es una asociación benéfica ni un equipo de fútbol, explicó él mismo.

El Vaticano estableció la memoria a través de un Decreto de la Congregación para el Culto Divino firmado el 11 de febrero de 2018.

Francisco dijo que la Iglesia es “femenina” y “madre” y cuando falta esto se convierte en “una asociación de beneficencia o un equipo de fútbol”. Y cuando “es una Iglesia masculina” se convierte en “una Iglesia incapaz de amor, incapaz de fecundidad”.

En la homilía, indicó que María siempre es llamada “Madre de Jesús” no “la Señora” o “la viuda de José”. “La Iglesia es femenina porque es ‘Iglesia’: es femenina. Y es madre, da a luz. Esposa y madre. Y los Padres van más allá y dicen: ‘también tu alma es esposa de Cristo y madre’. Y en esta actitud que viene de María, que es Madre de la Iglesia, podemos entender esta dimensión femenina de la Iglesia que cuando no existe, la Iglesia pierde la verdadera identidad y se transforma en una asociación de beneficencia o un equipo de fútbol o cualquier otra cosa, pero no al Iglesia”.

El Papa destacó que solo una Iglesia femenina puede tener “actitudes de fecundidad” y según ha querido Dios nació “mujer para enseñarnos este camino de mujer”.

“Lo importante es que la Iglesia sea mujer, que tenga este comportamiento de esposa y de madre. Cuando olvidamos esto, es una Iglesia masculina, sin esta dimensión se convierte en una Iglesia que vive aislada, incapaz de amar, incapaz de ser fecunda”.

“Sin la mujer, la Iglesia no va adelante, porque ella es mujer. Y esta actitud de mujer le viene de María, porque Jesús lo ha querido así”, añadió.

HOY 21 MAYO SE CELEBRA POR PRIMERA VEZ LA MEMORIA DE MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA


Hoy 21 mayo se celebra por primera vez la memoria de “María, Madre de la Iglesia”
Redacción ACI Prensa






Este 21 de mayo la Iglesia celebra por primera vez la memoria de la Santísima Virgen María Madre de la Iglesia, cuya fecha fue establecida el lunes siguiente a Pentecostés.

El Vaticano estableció la memoria a través de un Decreto de la Congregación para el Culto Divino firmado el 11 de febrero de 2018.

El documento sostiene que el Papa Francisco “consideró atentamente que la promoción de esta devoción puede incrementar el sentido materno de la Iglesia en los Pastores, en los religiosos y en los fieles, así como la genuina piedad mariana”.

En el decreto, la misma Congregación señala que “esta celebración nos ayudará a recordar que el crecimiento de la vida cristiana, debe fundamentarse en el misterio de la Cruz, en la ofrenda de Cristo en el banquete eucarístico, y en la Virgen oferente, Madre del Redentor y de los redimidos”.

“La gozosa veneración otorgada a la Madre de Dios por la Iglesia en los tiempos actuales, a la luz de la reflexión sobre el misterio de Cristo y su naturaleza propia, no podía olvidar la figura de aquella Mujer, la Virgen María, que es Madre de Cristo y, a la vez, Madre de la Iglesia”, precisa el texto.

En una reciente columna semanal, el Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gomez, indicó que los primeros cristianos “tenían una conciencia profunda de que la Iglesia era su ‘madre’ espiritual, que los daba a luz en el bautismo, constituyéndolos en hijos de Dios a través de los sacramentos”.

También en el Nuevo Testamento “los apóstoles a menudo se referían a los fieles como a sus hijos espirituales, reflejando así nuevamente su comprensión de que la Iglesia es nuestra madre y nuestra familia”.

“Y en esto, los primeros cristianos entendieron que María era el símbolo perfecto de la maternidad espiritual de la Iglesia”, afirmó Mons. Gomez.

Por ello, señaló que la nueva memoria que los católicos celebrarán el 21 de mayo es “un profético redescubrimiento de una antigua devoción”.

En el siglo XX, el Papa Pablo VI, dirigiéndose a los padres conciliares del Vaticano II, declaró que María Santísima era Madre de la Iglesia.

La memoria “Virgen María, Madre de la Iglesia” recuerda que ella es Madre de todos los hombres y especialmente de los miembros del Cuerpo Místico de Cristo, desde que es Madre de Jesús por la Encarnación.

Así lo confirmó Jesús desde la Cruz, antes de morir, al apóstol San Juan, y el discípulo la acogió como Madre.

La piedad de la Iglesia hacia la Santísima Virgen es un elemento intrínseco del culto cristiano, cumpliendo así la profecía de la Virgen, que dijo: “Me llamarán Bienaventurada todas las generaciones” (Lc 1,48).

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 21 MAYO 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 7ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 21 de mayo de 2018



Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago (3,13-18):

¿Hay alguno entre vosotros sabio y entendido? Que lo demuestre con una buena conducta y con la amabilidad propia de la sabiduría. Pero, si tenéis el corazón amargado por la envidia y las rivalidades, no andéis gloriándoos, porque sería pura falsedad. Esa sabiduria no viene del cielo, sino que es terrena, animal, diabólica. Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 18,8.9.10.15

R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.

Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,14-29):

En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. 
Él les preguntó: «¿De qué discutís?»
Uno le contestó: «Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces.»
Él les contestó: «¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo.»
Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos.
Jesús preguntó al padre: «¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?»
Contestó él: «Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos.»
Jesús replicó: «¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe.»
Entonces el padre del muchacho gritó: «Tengo fe, pero dudo; ayúdame.»
Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: «Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él.»
Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie. 
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: «¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?»
Él les respondió: «Esta especie sólo puede salir con oración y ayuno.»

Palabra del Señor


Comentario al Evangelio de hoy lunes, 21 de mayo de 2018
Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf


ACABAR CON LOS DEMONIOS


             En la escena evangélica nos encontramos a un joven con serias "dificultades", acompañado de su padre. En aquella cultura era habitual referirse a diferentes enfermedades mentales y de otro tipo como posesiones demoniacas. En el caso de hoy podríamos pensar en algo parecido a una epilepsia. 

Pero lo que importa es plantearse si tiene algo que ver este joven con el hombre de hoy? ¿Incluso: me parezco yo en algo a este joven, tiene algo que aportarme?  

             Por lo que cuenta nos cuenta el relato, se trata de alguien que no puede hablar. Es terrible que lo que ocurre en el interior de una persona, no pueda ser expresado, exteriorizado, porque hay fuerzas de todo tipo que se lo impiden: Convencionalismos, miedos, presión del grupo, complejos, falta de conocimiento y reflexión sobre uno mismo para reconocerse lo que le pasa, manipulaciones... Incluso intereses sociales y económicos. No costaría mucho hacer una lista de personas y grupos que «no tienen voz»: desde países enteros, a minorías religiosas, razas, o por su condición sexual, o simplemente (?) porque tienen pocos ingresos, o ciertas enfermedades... En fin, la lista sería larga.

             Pero también nos puede afectar a nosotros, cuando no nos atrevemos a expresar nuestras ideas o sentimientos, por miedo a ser juzgados y rechazados, a perder prestigio, a quedar arrinconados...

             El joven está cerrado sobre sí mismo. Su incapacidad para hablar y para escuchar, le aísla de su entorno. Es una reacción-tentación frecuente en la que fácilmente caemos cuando tenemos problemas, heridas, sufrimientos, nos sentimos incomprendidos, o tal vez raros... ¡Encerrarnos!

             Por otro lado, es presa de reacciones y sentimientos, que no puede controlar, y que son violentos. Sufre cambios repentinos de humor. Las personas que sufren y se ven desesperadas e incapaces de salir de sus problemas... suelen ser agresivas y duras con los demás. Es su manera de «protestar» o «desahogarse». 

             En general no nos resulta fácil controlar nuestros sentimientos (positivos o negativos). A veces los reprimimos, y eso acaba haciéndonos daño. Otras veces se nos escapan descontrolados, aunque luego nos arrepintamos de nuestra reacción. Pero sobre todo, demasiadas veces no somos siquiera conscientes de nuestro estado de ánimo y de sus repercusiones en nuestro comportamiento y en las relaciones por los demás: ellos lo pagan. Con lo cual el aislamiento y el dolor aumentan.

             Resumiendo: estamos ante una persona que se hace daño a sí misma. Como tantos, que no cuidan convenientemente de su salud, de su descanso, que no saben encontrar algo que relaje la tensión acumulada. Como tantos que se sobrecargan de trabajo, que descuidan la amistad o la familia, que descuidan e incluso abandonan su vida interior. Tantos que se comparan continuamente con los demás, deseando ser como ellos; que se exigen por encima de sus posibilidades para ganar afecto o prestigio, que se culpan por lo que ocurrió ayer o incluso hace años, incapaces de perdonarse o de perdonado.  O que han perdido sus sueños e ilusiones y procuran conformarse, sin lograrlo... Podíamos añadir tantas cosas más. 

             También podríamos mirar globalmente al hombre de hoy: tan limitado, reprimido, manipulado, silenciado, ignorado... Desde que el hombre es hombre, se ha visto así, es un fruto del pecado. Como dice el padre de este joven: todo eso le ocurre «desde niño».

             Importante la figura de este «padre», que es capaz de comprender lo que le pasa a su hijo, describirlo y buscar ayuda como sea... Es indispensable, cuando no andamos bien, tener cerca a alguien que nos conozca, nos comprenda y guíe nuestros pasos hacia lo bueno: un padre espiritual, un buen amigo que nos ayude a expresarnos, que nos ayude a discernir lo que dice «la gente» y algunos supuestos sabios de este mundo, que no tienen la sabiduría ni el poder de Dios.

             A Jesús le enfada esta «¡generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar?», y que no hace nada por resolver las cosas, se pierde en discusiones con los «especialistas» de siempre (los escribas). Es incrédula porque reduce la fe a discusiones, opiniones, declaraciones, discursos, creencias... pero el enfermo sigue ahí, sin atender.

             Jesús afirma que el mal sólo se puede derrotar con ayuda de una fe firme y con oración.  La fe significa adhesión, confianza, implicación personal con Jesús y con su misión liberadora. Y la oración supone mirar la realidad desde Dios, desde su Palabra, discernirla, abrirnos a su Espíritu y ponernos a «hacer». Una oración que nos ayude a recuperar nuestra dignidad, nuestra libertad y nos ayude a echar tantos demonios de nosotros y de los que caminan con nosotros.

PD: No recordaba que este día ha sido fijado por el Papa Francisco para celebrar a Santa María, madre de la Iglesia. Al ser tan reciente la decisión, y no estar en las agendas litúrgicas... no me di cuenta a la hora de preparar la homilía. Lo siento. 



Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf 

FELIZ SEMANA





Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...