lunes, 16 de septiembre de 2013

INVENTARIO DE GENEROSIDAD


INVENTARIO DE GENEROSIDAD

Un hombre renegaba diciendo que Dios no había sido generoso con él. Entonces un amigo suyo, millonario, le propuso un negocio:

"¿Quieres venderme tu pie izquierdo por $ 5.000.000 para injertárselo a uno que lo perdió en un accidente"?.

A ti te pondrán uno de caucho muy fácil de lidiar.

No... jamás, respondió el que renegaba.

¿Y no quisieras venderme tu mano izquierda que es la que menos usas por $ 10.000.000 para colocársela a uno que la perdió en una caída?.

Nunca.. .jamás - respondió el otro.

¿Y no quisieras vender un riñón por $15.000.000 para injertarlo a uno que se está muriendo en un hospital? Te lo pagamos al contado porque el que lo necesita es sumamente rico.

Pero... ¿qué es eso que me propones? - contestó el amigo. Si yo no vendo mis riñones.

Bueno, añadió el interlocutor, ahora te hago una última oferta. Conozco un millonario que ofrece $ 5.000.000 por un ojo para que le cambien a él uno que ha perdido.

¿Quieres venderlo?... te queda otro ojo y te pondrán uno de vidrio, muy hermoso.

Ya te he dicho que no -digo el renegante. Por ningún dinero del mundo vendo yo parte alguna de mi organismo.

Bueno, bueno le dijo entonces su amigo, pero de hoy en adelante no digas que Dios no ha sido generoso contigo.

Te ofrecí $ 80.000.000 al contado por la décima parte de tu organismo y no quisiste. ¿Y todavía te parece poco lo que Dios te ha regalado.?

El otro nunca había pensado en los valores que el Señor le había concedido.

¿Por qué no hacer el inventario de los bienes que hemos recibido para asi vivir con mayor alegría y optimismo?

¿Por qué vivir pensando en el 10 por ciento de las cosas que nos hacen sufrir y no recordar el noventa por ciento de las cosas que nos sucede bien?

FELIZ LUNES


LA PROTECCIÓN DE DIOS


LA PROTECCIÓN DE DIOS 

Un misionero estaba colaborando como médico de un pequeño hospital en África. Muchas veces, él tenía que trasladarse en su bicicleta a través de la jungla hacia el poblado mas cercano, para conseguir material de su trabajo, medicamentos y dinero que le era enviado desde los Estados Unidos.

El viaje duraba dos días, así que tenía que acampar una noche. Él ya había hecho este recorrido varias veces sin ningún contratiempo. 
En uno de sus viajes, antes del anochecer del primer día encontró a dos hombres que peleaban fuertemente. Uno de ellos estaba seriamente herido y el otro huyó, por lo que acudió a atenderle y acompañarle a donde este vivía y dejar algunas indicaciones a su familia. Semanas después en su siguiente viaje y al llegar a la ciudad, se le acercó aquel hombre que había atendido, y este le dijo: "Yo sé que usted cuando regresa, lleva consigo medicinas que necesita y dinero. El día que usted me atendió de mis heridas, algunos amigos y yo le seguimos hacia la jungla por la noche, asi cuando usted acampara y estuviera dormido, teníamos planeado matarle y tomar el dinero las medicinas. Cuando íbamos a atacarle, vimos que la tienda de campaña estaba rodeada por 16 guardias armados. 

Nosotros éramos 4 y vimos que era imposible llevar a cabo nuestro plan asi que decidimos retirarnos". Escuchando el misionero le dijo al hombre riendo: "Eso es imposible. Yo puedo asegurarle que siempre viajo solo y nadie me acompaña en mis viajes". El hombre le corrigió e insistió en lo que vió. "No Señor, yo no fui el único hombre que vió a los guardias. Mis amigos también los vieron y todos contamos el mismo número de guardias. Estábamos asustados. Fué por eso que le dejamos y desistimos en atacarle. Cuando regresábamos yo me separé de ellos y fue entonces que después uno de ellos me siguió y me atacó como castigo por haberlos hecho perder su tiempo y no haber conseguido nada, ya que yo había planeado todo. Fue entonces que después usted me encontró y vió huir al que me golpeó y vino en mi ayuda. Espero que usted me pueda perdonar." 

Varios meses después, el misionero asistió a una celebración dominical en una iglesia en Michigan donde él les contó acerca de sus experiencias en el África, incluyendo la historia de los 16 guardias que estuvieron con el mientras acampaba y les dijo: Recuerdo bien ese día por que era el cuarto aniversario de haber llegado al África . 

Uno de los asistentes de la comunidad, se paró e interrumpió al misionero y le dijo algo que dejó a todos los asistentes atónitos. "Nosotros estuvimos ahí con usted en espíritu para ayudarle. En esa noche en África, era de día aquí. Yo llegué a la iglesia para recoger algunos materiales que necesitábamos para un viaje que teníamos que hacer, al poner las cosas en mi camioneta, yo sentí que la presencia de Dios estaba a mi lado diciéndome que orara por usted. La urgencia fue tan grande que llame a algunos hombres de la iglesia para que oráramos por usted por protección. Esto lo hicimos en el salón donde tenemos las fotografías de todos nuestros misioneros, no sabía cual era el peligro que usted pasaba, pero en la fotografía venia impreso el día que usted fue enviado al África años atrás, un día antes de su aniversario. Nosotros estuvimos ahí con usted en oración protegiéndolo y ellos están aquí para atestiguarlo.
Inmediatamente después, este hombre le pidió a todos los que habían orando por él ese día, que se pusieran de pie. Uno a uno lo hizo, lo que llamó la atención del misionero. Este empezó a contarlos y el número exacto fue de 16 hombres. 
Toda la comunidad quedó enmudecida por un largo rato. 

LAS APARIENCIAS ENGAÑAN


LAS APARIENCIAS ENGAÑAN

En una prestigiosa universidad de Sudamérica, el primer día de clase, se encontraba en la biblioteca un hombre vestido de overol, de esos monos de trabajo que usan los empleados de las fábricas, y calzaba sandalias en un día muy frío. En sus manos llevaba varios libros.

- ¿Quién es ese hombre?, era la pregunta general.
- Es un profesor de Física, y viene de Norteamérica -fue la respuesta, con la siguiente historia:

Un día este hombre llegó hasta la facultad de Física vestido del modo tan particular en que le gusta vestir. Pidió, en un español poco fluido, una entrevista con el decano. Le indicaron que estaba en una reunión con un grupo de docentes. El hombre insistió en verlo. La secretaria lo buscó, y al rato salió el decano a verlo. Luego de saludarlo, el hombre le dijo:

- Vengo a pedir trabajo como docente de Física.

El decano miró su apariencia de arriba abajo; su aspecto era la antítesis de un profesor universitario. De pronto, el decano dibujó una leve sonrisa en su rostro y lo invitó a que lo acompañara. Entraron en una sala donde había una media docena de docentes universitarios. El decano le dijo:

- Hace poco recibimos este libro como texto guía. Estamos aquí intentando solucionar unos problemas de Física. Si usted es capaz de resolverlos, lo contrato como docente.

El hombre tomó el texto, se dirigió a una pizarra y tranquilamente comenzó a resolver uno a uno los problemas que le habían indicado. Los docentes cambiaron poco a poco la sonrisa de burla que tenían en sus rostros por una cara de asombro. Cuando terminó, el decano, atónito, le dijo casi tartamudeando:

- ¿Cómo pudo hacerlo? ¡Hemos estado aquí varios días sin poder resolver estos teoremas!
El hombre, con sencillez, simplemente respondió:

- Yo soy el autor del libro.

La mejor forma de equivocarnos con las personas es juzgarlas por aspectos externos. Ninguna persona encaja fácilmente en los estereotipos que nos formulamos de ellas. Es por eso que las palabras de Dios tienen tanto valor: "No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Dios no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Dios mira el corazón". Ora a Dios para que te dé la sabiduría de no juzgar a las personas por aspectos externos sino por los principios que tienen.

A continuación, podrás leer una serie de errores humanos reales que se cometieron por juzgar inadecuadamente a la gente:

- Ronald Reagan , el ex-presidente de los Estados Unidos y ex-actor de cine, fue rechazado para el papel principal en una película de 1964 llamada “The Best Man” porque “no tenía apariencia de presidente”.

- El ballet “La consagración de la primavera“ de Igor Stravinsky, que hoy es considerado una de las obras cumbres de la música contemporánea, fue estrenado en 1913 en el teatro de los Campos Eiseos de París y el público lo atacó a naranjazos en el medio del teatro. 

- Giuseppe Verdi (el de la Traviata, el de Va pensiero, el de la Donna è mobile) fue desaprobado en el examen de ingreso al conservatorio por tener una mala posición de manos al tocar el piano.

- Hablando de la Donna è mobile.... Verdi necesitaba un aria para terminar su opera Rigoletto, y la tarde anterior al estreno aun no la había compuesto. de mal humor, compuso algo con una armonía bien básica, a las apuradas, que él mismo consideró bastante de cuarta. Esa aria de descarte es la Donna è mobile, una de las más populares de la música clásica italiana.

- A Johann S. Bach, los críticos de su época le aconsejaron que no intentara innovar en sus composiciones, porque para ese momento, musicalmente ya estaba todo inventado. Bach vivió entre 1685 y 1750 (antes que Mozart, Beethoven, Chopin, Tchaikowsky, Ravel, Debussy, el jazz, el rock 'n' roll, el hip hop y la música contemporánea)

FRASES CÉLEBRES DEL PADRE PÍO DE PIETRELCINA


FRASES CÉLEBRES DEL PADRE PÍO DE PIETRELCINA

Reza, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tu oración... 

La oración es la mejor arma que tenemos; es la llave al corazón de Dios. Debes hablarle a Jesús, no solo con tus labios sino con tu corazón. En realidad, en algunas ocasiones debes hablarle solo con el corazón... 

Solo quiero ser un fraile que reza... 

El tiempo transcurrido en glorificar a Dios y en cuidar la salud del alma, no será nunca tiempo perdido. 

No hay tiempo mejor empleado que el que se invierte en santificar el alma del prójimo. 
Una sola cosa es necesaria: consolar tu espíritu y amar a Dios.

Dulce es el yugo de Jesús, liviano su peso, por lo tanto, no demos lugar al enemigo para insinuarse en nuestro corazón y robarnos la paz. 

La clave de la perfección es el amor. Quien vive de amor, vive en Dios, pues Dios es amor, como dice el Apóstol. 

No amar es como herir a Dios en la pupila de Su ojo. ¿Hay algo mas delicado que la pupila? 

Haré más desde el Cielo, de lo que puedo hacer aquí en la Tierra. 

Cuando se pasa ante una imagen de la Virgen hay que decir: Te saludo, María. Saluda a Jesús de mi parte.

El demonio es como un perro rabioso atado a la cadena; no puede herir a nadie más allá de lo que le permite la cadena. Mantente, pues, lejos. Si te acercas demasiado, te atrapará.

El sufrimiento de los males físicos y morales es la ofrenda más digna que puedes hacer a aquel que nos ha salvado sufriendo.

Los ángeles sólo nos tienen envidia por una cosa: ellos no pueden sufrir por Dios. Sólo el sufrimiento nos permite decir con toda seguridad: Dios mío, mirad cómo os amo.

Salvar las almas orando siempre.

Con el estudio de los libros se busca a Dios; con la meditación se le encuentra.

¡Piensa siempre que Dios lo ve todo!

Es terrible la justicia de Dios. Pero no olvidemos que también su misericordia es infinita.

El ser tentado es signo de que el alma es muy grata al Señor.

Cuando el alma sufre y teme ofender a Dios, no le ofende y está muy lejos de pecar.

SEÑOR....JESÚS


EL EVANGELIO DE HOY: 16.09.2013

Autor: P . Clemente González | Fuente: Catholic.net
El centurión de Cafarnaúm
Lucas 7, 1-10. Tiempo Ordinario. Si rezamos con fe y humildad, seguro que nos concederá lo que pidamos.
 
El centurión de Cafarnaúm
Del santo Evangelio según san Lucas 7, 1-10 


En aquel tiempo, cuando hubo acabado de dirigir todas estas palabras al pueblo, entró en Cafarnaúm. Se encontraba mal y a punto de morir un siervo de un centurión, muy querido de éste. Habiendo oído hablar de Jesús, envió donde él unos ancianos de los judíos, para rogarle que viniera y salvara a su siervo. Estos, llegando donde Jesús, le suplicaban insistentemente diciendo: Merece que se lo concedas, porque ama a nuestro pueblo, y él mismo nos ha edificado la sinagoga. Iba Jesús con ellos y, estando ya no lejos de la casa, envió el centurión a unos amigos a decirle: Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo, por eso ni siquiera me consideré digno de salir a tu encuentro. Mándalo de palabra, y quede sano mi criado. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: Vete, y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace. Al oír esto Jesús, quedó admirado de él, y volviéndose dijo a la muchedumbre que le seguía: Os digo que ni en Israel he encontrado una fe tan grande.Cuando los enviados volvieron a la casa, hallaron al siervo sano. 

Oración Introductoria 

Dios mío, te pido me concedas la gracia de iniciar esta oración con la fe del oficial romano. Deseo profundamente mejorar mi estilo de vida porque he tomado la decisión y tengo la confianza de que, con tu ayuda, puede llegar a ser un auténtico testigo de tu amor.

Petición

Señor, no soy digno, pero humildemente te pido que aumentes mi fe para poder unirme a Ti.

Meditación del Papa Francisco

Salir de nosotros mismos para ir al encuentro de los demás, a la periferia de la existencia, a los más alejados, a los olvidados, a quienes necesitan comprensión, consuelo y ayuda. Vivir este tiempo significa también entrar cada vez más en la lógica de Dios, de la Cruz y del Evangelio. Es seguir y acompañar a Cristo, lo cual exige “salir”: Él ha salido de sí mismo para venir a nuestro encuentro, ha colocado su tienda entre nosotros para traer la misericordia que salva y da esperanza. Es un tiempo de gracia que el Señor nos ofrece para abrir las puertas del corazón, de la vida, de las parroquias y movimientos, saliendo al encuentro de los demás y brindando la luz y el gozo de nuestra fe. Salir siempre con el amor y la ternura de Dios, en el respeto y la paciencia, sabiendo que nosotros ponemos las manos, los pies, el corazón, pero es Dios quien guía y hace fecundas nuestras acciones. (S.S. Francisco, 27 de marzo de 2013).

Reflexión

Así como un foco necesita de la electricidad para encender y un motor de combustión necesita de la gasolina para funcionar, así la gracia de Dios necesita ser alimentada por nuestra fe para poder obrar milagros y maravillas. Esta es la lección de este Evangelio. Jesús, por compasión y buena voluntad, se levanta y va a curar al siervo del centurión, pero cuando llega a casa de éste, salen los amigos con su recado: "No soy digno..." y "...con una palabra tuya..."

Fe y humildad. La combinación perfecta para que Dios otorgue sus más hermosas gracias a la gente que se las pide. Fe, porque el centurión creyó con todo su corazón que Jesús podía curar a su siervo. No dudó del poder de Jesús en su corazón. Porque de otra manera no hubiera podido arrancar de su Divina misericordia esta gracia.

Humildad, porque siendo centurión y romano, que tenían en ese tiempo al pueblo judío dominado, no le ordenó a Jesús como si fuera un igual o una persona de menor rango. Todo lo contrario. Se humilló delante de Él y despojándose de su condición de dominador de las gentes, reconoció su condición de hombre necesitado de Él.

Propósito

Al acercarme a recibir la Eucaristía, rezar con atención el «Yo no soy digno…». Imitemos la actitud del centurión cada vez que acudamos a Dios. Si rezamos con fe y humildad, seguro que nos concederá lo que pidamos.

Diálogo con Cristo

Jesús, enséñame a orar. A saber pedir lo que realmente conviene a mi salvación y a la de mis hermanos. Que sea dócil a tus tiempos y disposiciones y que no me agite queriéndote imponer lo que YO considero el mejor bien. Que sepa suplicar con aquella confianza de tu madre santísima en las bodas de Caná, no dudar nunca de tu cercanía, de tu interés, de tu gran amor por mí, aunque yo no sea digno ni pueda corresponder, sin tu ayuda, a este gran amor. 
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