jueves, 20 de octubre de 2011

SALMO 46: PUEBLOS TODOS, BATID PALMAS


LO QUE UN ENFERMO PUEDE ENSEÑARNOS

Lo que el enfermo puede enseñarnos

A valorar la salud... no se aprecia mientras se tiene.
A saber qué es comer con ganas, con apetito.
A saber qué es dormir a gusto, toda la noche.
A saber qué es poder correr, saltar, vivir...

Que todo en la vida es muy relativo: vida, placer, dinero...
A dar importancia a las cosas pequeñas: un vaso de agua, una sonrisa, una palabra....
A sentir la necesidad de los demás.
A valorar cuánto vale tener una persona a tu lado, que esté contigo en los momentos difíciles.
A valorar lo que supone tener a alquien que te escuche; que te diga unas palabras; que sepa callar cuando no sabe qué decir; silencio antes que acudir a frases hechas que no dicen nada.

A valorar lo que supone sentir que alguien se te acerca, te quiere, te respeta, no te deja solo...
A apreciar el que alguien sabe respetar tu intimidad y puedes confiar en él plenamente.
A valorar que alguien a tu lado sepa respetar tus creencias religiosas aunque no las comparta.

REQUISITOS PARA RECIBIR LA COMUNIÓN

Requisitos para recibir la Comunión:

a) Ser Católico: estar en comunión de fe con la Iglesia Católica
b) Estar en gracia. Para lograrlo hay que confesar todo pecado mortal.
c) Abstenerse de comer y beber por una hora antes (agua y medicinas están permitidas).

TE LO PÌDO DE PERSONA A PERSONA


Te lo pido de persona a persona...

Por favor, ayúdame si te parece que me he perdido en el camino.
Ayúdame si parece que no te comprendo.
Ayúdame... Y yo, contigo, también haré lo mismo.
        
Por favor, ayúdame si te parece que perdido la fe y la voluntad.
Ayúdame si crees que no te escucho cuando me hablas.
Por favor, ayúdame si el estar juntos no te hace feliz.
Ayúdame si sientes que te estoy perdiendo...
Y yo, contigo, también haré lo mismo.
        
Te lo pido de persona a persona.
Por favor, ayúdame se ves que mi vida va perdiendo el rumbo, si crees que me alejo de mi esencia.
Ayúdame si ves que no encuentro guía ni consuelo,
si crees que he perdido la humildad ante el triunfo
o me he humillado ante el fracaso.
Ayúdame, si ves que creo que no necesito de nadie,
si dejo de ser agradecido, si dejo de ser escuchado.
        
Te lo pido de persona a persona.
Ayúdame cada día para que el compartir sea siempre nuevo y mejor.
Ayúdame, por favor, y yo, contigo, también haré lo mismo.
        
Te lo pido de persona a persona...

PENSAMIENTO MARIANO 5

Pensamiento Mariano

Humillémonos diciendo como María: he aquí tu siervo, he aquí tu sierva, Señor, haz de mí lo que quieras. Humillémonos y la Sabiduría eterna bajará a habitar en nuestro corazón. 


Miguel de Unamuno
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