sábado, 24 de enero de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 24 DE ENERO DEL 2014



Jesús predica el Evangelio

Tiempo Ordinario

Marcos 3, 20-21. Tiempo Ordinario. Contemplemos el ejemplo de Cristo e imitémosle en esa locura por hacer el bien a los demás. 



Por: Carlos Llaca | Fuente: Catholic.net





Del santo Evangelio según san Marcos 3, 20-21
En aquel tiempo volvió Jesús con sus discípulos a casa y se juntó tanta gente, que no los dejaban ni comer. Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: Está fuera de sí. 

Oración introductoria
Jesucristo, permite que esta meditación me lleve a entregarme sin reservas a mi misión. Tú me has mostrado el camino, nada fácil, pero seguro a la felicidad. Quiero enamorarme y ser fiel a mi vocación, por eso te suplico el don de vivir solamente para Ti.

Petición
Señor, Tú sabes que te amo, pero acrecienta mi amor.

Meditación del Papa Francisco
Jesús no trae neutralidad, esta paz no es una componenda a cualquier precio. Seguir a Jesús comporta renunciar al mal, al egoísmo y elegir el bien, la verdad, la justicia, incluso cuando esto requiere sacrificio y renuncia a los propios intereses. Y esto sí, divide; lo sabemos, divide incluso las relaciones más cercanas. Pero atención: no es Jesús quien divide. Él pone el criterio: vivir para sí mismos, o vivir para Dios y para los demás; hacerse servir, o servir; obedecer al propio yo, u obedecer a Dios. […]Queridos amigos, también entre los parientes de Jesús hubo algunos que a un cierto punto no compartieron su modo de vivir y de predicar, nos lo dice el Evangelio. Pero su Madre lo siguió siempre fielmente, manteniendo fija la mirada de su corazón en Jesús, el Hijo del Altísimo, y en su misterio. Y al final, gracias a la fe de María, los familiares de Jesús entraron a formar parte de la primera comunidad cristiana.» (S.S. Francisco, 18 de agosto de 2013).

Reflexión
A primera vista parece que este Evangelio habla mal de Cristo en vez de hablar bien. Pero si leemos entre líneas encontraremos que no es así. Cristo se consagró al Padre para cumplir una misión dada, concreta e importantísima, que era precisamente la salvación de todos los hombres. Y Cristo, sabiendo la responsabilidad que tenía y teniendo un amor infinito hacia el Padre, no dudaba en sacrificar nada para cumplir su misión, por amor al Padre y a los hombres.

Si tenía que predicar todo el día, lo hacía, aunque esto implicara quedarse sin comer, aunque no durmiera, aunque apenas tuviera tiempo para descansar. Hasta cierto punto, es normal que sus parientes, al verle, dijeran "está fuera de sí." Y claro, una persona apasionada por llevar el Evangelio a todas las gentes no puede hacer otra cosa que aparecer como un loco delante de los hombres. Pero delante de Dios, es un héroe, pues su principal motivación es el amor. Contemplemos el ejemplo de Cristo e imitémosle en esa locura por hacer el bien a los que nos rodean, por amor a Cristo y su Reino.

Propósito
Examinar qué tanto dejo que me influya el qué dirán de los demás en mis decisiones.

Diálogo con Cristo
Señor, yo tampoco quiero dar importancia al «qué dirán» ni quiero dejarme influenciar por el ambiente, desgraciadamente cada vez más alejado de tu verdad y de tu amor. No me debe interesar el grado de popularidad, ni la simpatía que mi estilo de vida pueda provocar en los demás. Yo sólo quiero que mi testimonio acerque a más personas a tu amor, por ello dame la luz para saber ser ese imán, no para mi vanagloria, sino únicamente para tu gloria, Señor.

CITAS SOBRE LA AMISTAD



Citas sobre la amistad



Ninguna cualidad procurará a un hombre más amigos que la buena disposición para admirar las cualidades de los demás. (James Boswell)

Una amistad noble es una obra maestra a dúo. (Paul Bourget)

La primera ley de la amistad consiste en pedir a los amigos cosas honestas, y hacer por los amigos cosas honestas. (Marco Tulio Cicerón)

El verdadero amigo se conoce en los peligros. (Marco Tulio Cicerón)

Haced bien a vuestros amigos y enemigos, porqué así conservaréis los unos y os será posible atraer a los otros. (Cleóbulo)

Amigos son aquellos extraños seres que nos preguntan cómo estamos y se esperan a oír la contestación. (Cunninghan)

Amigos son los que en las prosperidades acuden al ser llamados y en las adversidades sin serlo. (Demetrio I)

Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano. (Benjamín Franklin)

Tómate tiempo en escoger a un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo. (Benjamín Franklin)

Es amigo mío aquel que me socorre, no el que me compadece. (Thomas Fuller)

La peor moneda con que se puede pagar al amigo son los consejos; la única moneda buena son las ayudas. (Ferdinando Galiani)

Dedicamos más tiempo a hablar de nuestros enemigos que a hablar bien de nuestros amigos. (M. Lenoir)

Mi mejor amigo es el que enmienda mis errores o reprueba mis desaciertos. (San Martín de Tours)

El hombre más rico del mundo no es el que conserva el primer dólar que ganó, sino el que conserva el primer amigo que tuvo. (Marta Mason)

La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso hay que salvarla como sea. (Alberto Moravia)

Si alguien habla mal de tu amigo escúchale como si hablaran mal de ti. (Proverbio etíope)

El amigo verdadero no es aquel que te seca las lágrimas cuando lloras, sino el que hace todo lo posible para que no derrames ninguna. (Proverbio popular)

La amistad y la paz son las únicas cosas que crecen cuando las compartimos. (Proverbio popular)

Un amigo es aquel que advierte siempre el momento en que se le necesita. (Jules Renard)

La concordia hace crecer la cosas pequeñas. La discordia destroza las grandes. (Salustio)

Un amigo fiel es un refugio seguro, el que lo encuentra halla un tesoro. (Libro de Sirácida 6,14)

No abandones al viejo amigo, porque el nuevo no valdrá lo que él. El vino nuevo es el amigo nuevo, cuando se haga viejo lo beberás con placer. (Libro de Sirácida 9,10)

Si soportas los defectos del amigo sin corregirlos, los haces tuyos. (Publio Siro)

Procura conocerte, de seguro que te amarás menos; y a conocer a los demás, entonces los querrás más. (Paul-Jean Toulet)

Reprende al amigo en secreto y alábalo en público. (Leonardo da Vinci)





EL AMOR DE LA VIRGEN MARÍA LLENA NUESTRO CORAZÓN


El amor de María llena nuestro corazón
Si uno de veras cree en este amor que le tiene María Santísima como madre ¿podrá sentirse desgraciado? ¿Podrá sentirse desesperado?
Por: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net




Dios es amor.

María Santísima es también amor.

Podríamos decir que María es el lado misericordioso y tierno del amor de Dios.
"Tú sola, Virgen María, le curas a Dios de todas las heridas que le hacemos los hombres. Por ti sola valió la pena la redención, aunque, afortunadamente, hay otras y otros que se han tomado en serio la redención".

Este amor tuyo que, por un lado, sube hasta Dios y, por lo tanto, tiene toda la gratitud de una creatura, toda la profundidad de una madre, toda la pureza de una virgen; por otro lado, se dirige a nosotros, hacia la tierra, hacia tus hijos.

Cómo me impresionó -y aparte al principio no lo creí- leer aquellas palabras de San Alfonso María de Ligorio: "Si juntáramos el amor de todos los hijos a sus madres, el de todas las madres a sus hijos, el de todas las mujeres a sus maridos, el de los santos y los ángeles a sus protegidos: todo ese amor no igualaría al amor que María tiene a una sola de nuestras almas". Primero, no lo creí porque era demasiado grande para ser cierto. Hoy, lo creo, y posiblemente estas palabras de San Alfonso se quedaron cortas.

Yo me pregunto: si uno de veras cree en este amor que le tiene María Santísima como madre ¿podrá sentirse desgraciado? ¿Podrá sentirse desesperado? ¿Podrá vivir una vida sin alegría, sin fuerza, sin motivación? ¿Podrá alguna vez, en su apostolado, llegar a decir "no puedo, me doy"? ¿Podrá algún día decir : "renuncio al sacerdocio y lo dejo"? Si Cristo, por nosotros, dio su sangre, su vida, ¿qué no dará la Santísima Virgen por salvarnos? Ella ha muerto crucificada, espiritualmente, por nosotros. A Cristo le atravesaron manos y pies por nosotros; a ella una espada le atravesó el alma, por nosotros. Si Él dijo: "He ahí a tus hijos" ¿cómo obedece la Santísima Virgen a Dios? Entonces, cuánto nos tiene que amar. Y si somos los predilectos de su hijo: "vosotros sois mis amigos", somos también los predilectos de Ella.

El amor de María llena nuestro corazón, debe llenarlo. El amor de una esposa no es el único que puede llenar el corazón de un hombre como yo. El amor de María Santísima es muchísimo más fuerte, rico, tierno, confortante, que el de todas las esposas de la tierra. El amor de mi madre celestial llena, totalmente, mi corazón. Una mirada, una sonrisa de María Santísima, me ofrecen más que todo lo que pueden darme todas la mujeres de la tierra juntas.

¿Cuál debe ser mi respuesta a tan grande y tierno amor?

Como San Juan Pablo II debemos decir cada uno de nosotros, también, "totus tuus": todo tuyo y para siempre. Aquella expresión que el Papa nos decía: "Luchando como María y muy juntos a María", que le repitan siempre: "totus tuus".

¿Por qué no llevarme a todas partes a la Santísima Virgen? En el pensamiento, en el corazón, y también, en una imagen, en un cuadro: su presencia es benéfica. Yo tengo en mi despacho y en mi cuarto una imagen de la Santísima Virgen. Con mucha frecuencia la miro, con mucha frecuencia le hablo y, también, la escucho. Siento su presencia y su amor a través de esa imagen.

TIENES DERECHO, PERO NO DEBES



Tienes derecho, pero no debes...



Tienes derecho, a enfadarte, pero no debes pisotear la dignidad de ninguna persona.

Tienes derecho a sentir celos del triunfo de los demás, pero no debes desearle mal, a las demás personas.

Tienes, derecho a caer, pero no debes quedarte tirado en el piso.

Tienes derecho a fracasar, pero no debes sentirte derrotado.

Tienes derecho a equivocarte, pero no debes sentir lástima de ti mismo.

Tienes derecho a regañar a tus hijos, pero no debes romper sus ilusiones de jóvenes emprendedores.

Tienes derecho a tener un mal día, pero no debes permitir jamás que se convierta en costumbre.

Tienes derecho a tomar una mala decisión, pero no debes quedarte estacionado en ese momento pasado.

Tienes derecho a ser feliz, pero no debes olvidar ser agradecido.

Tienes derecho a pensar en el futuro, pero no debes olvidar jamás el presente.

Tienes derecho a buscar tu superación personal, pero no debes olvidar tus valores morales.

Tienes derecho a triunfar, pero no debe ser a costa de otros.

Tienes derecho a inventar, pero no debes olvidar nunca a Dios.

Tienes derecho a vivir en paz, pero no debes confundir ese derecho inalienable con ser mediocre o conformista en la vida.

Tienes derecho a vivir en la opulencia, pero no debes olvidar nunca compartir con los menos afortunados en la vida.

Tienes derecho a soñar, y enseñar a otros a soñar con un mundo mejor y solidario, con los menesterosos.

De ahí en adelante has comenzado a forjar tu futuro…

SAN FRANCISCO DE SALES, OBISPO, PATRONO DE LOS PERIODISTAS, 24 DE ENERO


24 de enero
San Francisco de Sales
Obispo, patrono de los periodistas
(1567-1622)



Se dice que escribía de día hojas clandestinas y la metía por debajo de las puertas, de noche. Por esa razón, se ganó el premio "patrono de los periodistas".

Escribía como un ángel. De forma, que los franceses lo tienen entre sus clásicos de literatura.

Montañés de cuerpo entero, nacido en los Alpes, en el castillo saboyano de Sales. Familia exquisita. Le llevan a estudiar a la universidad de París. Luego a Padua. Canónigo de Annecy, obispo auxiliar de Ginebra, líder de debates con los protestantes, apóstol de la región de Chablais. Vuelve a París, trata con san Vicente de Paul, en todas partes se le recibe con entusiasmo.

Hay un libro: "Introducción a la vida devota", cuarenta ediciones en vida del autor, y en aquello tiempos. Un libro utilizado muchísimo tiempo como lectura espiritual.

"¿No es una barbaridad -decía él- querer desterrar la vida devota del cuartel de los soldados, del taller de los artesanos, del palacio de los príncipes, del hogar de los casados?"

Hay una amistad que no se puede olvidar: la que mantuvo con Juana Chantal; con ella fundó la Orden de la Visitación.

Una virtud: la dulzura de este hombre, de quien dicen que en su juventud tenía tan mal genio.

Respecto a esto, es una constante en la biografía de todo santo su lucha ascética a fin de aumentar su capacidad de autodominio. Pero para demostrar que esta virtud no se consigue de la noche a la mañana, he aquí un detalle precisamente referida a nuestro santo.

Se cuenta que al hacerle al autopsia, le encontraron su hígado endurecido como un piedra. Esto se explica por la enorme violencia que tuvo que hacerse este hombre de fuerte carácter para hacerse y aparecer amable, delicado y bondadoso en el trato.

Esa dulzura de la que hablamos antes, no le fue fácil conseguirla.

San Francisco de Sales escribió: "No nos enojemos en el camino unos contra otros; caminemos con nuestros hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor; y te lo digo con toda claridad y sin excepción alguna: no te enojes jamás, si es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada al enojo"
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