Hoy la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Paz
Crédito: Vatican Media
Por Cynthia Pérez
Cada 1 de enero, desde hace casi seis décadas, la Iglesia Católica celebra la Jornada Mundial de la Paz, una fecha que alienta a promover y conservar la paz en todo el mundo.
Cuando esta jornada se celebró por primera vez, el Papa San Pablo VI dijo el 1 de enero de 1968 que este día invita a los fieles y a “todos los amigos de la paz” a promover este don del Espíritu Santo “con su justo y benéfico equilibrio” para que “domine el desarrollo de la historia futura” de la humanidad.
En este nuevo año 2023, el Papa Francisco propone como tema de la 56° edición de la Jornada Mundial de la Paz: “Nadie puede salvarse solo: Recomenzar desde el COVID-19 para trazar juntos caminos de paz”.
Papa Francisco: Al inicio de este año necesitamos esperanza
“Transcurridos tres años, ha llegado el momento de tomarnos un tiempo para cuestionarnos, aprender, crecer y dejarnos transformar –de forma personal y comunitaria– un tiempo privilegiado para prepararnos al ‘día del Señor’”, escribe el Santo Padre en su mensaje.
“Ya he dicho varias veces que de los momentos de crisis nunca se sale igual: de ellos salimos mejores o peores”, continúa.
El Papa Francisco cuestiona luego: “¿qué hemos aprendido de esta situación pandémica? ¿Qué nuevos caminos debemos emprender para liberarnos de las cadenas de nuestros viejos hábitos, para estar mejor preparados, para atrevernos con lo nuevo? ¿Qué señales de vida y esperanza podemos aprovechar para seguir adelante e intentar hacer de nuestro mundo un lugar mejor?”.
Ante esta realidad, el Santo Padre anima a “dejarnos cambiar el corazón por la emergencia que hemos vivido, es decir, permitir que Dios transforme nuestros criterios habituales de interpretación del mundo y de la realidad a través de este momento histórico”.
“Ya no podemos pensar solo en preservar el espacio de nuestros intereses personales o nacionales, sino que debemos concebirnos a la luz del bien común, con un sentido comunitario, es decir, como un ‘nosotros’ abierto a la fraternidad universal”, prosigue.
“No podemos buscar sólo protegernos a nosotros mismos; es hora de que todos nos comprometamos con la sanación de nuestra sociedad y nuestro planeta, creando las bases para un mundo más justo y pacífico, que se involucre con seriedad en la búsqueda de un bien que sea verdaderamente común”.
Tras exhortar a que se garantice la salud para todos, el Papa Francisco alienta a “promover acciones de paz para poner fin a los conflictos y guerras que siguen generando víctimas y pobreza; cuidar de forma conjunta nuestra casa común y aplicar medidas claras y eficaces para hacer frente al cambio climático”.
El Santo Padre pide también “luchar contra el virus de la desigualdad y garantizar la alimentación y un trabajo digno para todos, apoyando a quienes ni siquiera tienen un salario mínimo y atraviesan grandes dificultades”.
Para concluir, el Papa Francisco desea a todos “un feliz año, en el que puedan construir, día a día, como artesanos, la paz. Que María Inmaculada, Madre de Jesús y Reina de la Paz, interceda por nosotros y por el mundo entero”.