miércoles, 26 de febrero de 2014

LAGRIMAS DE MUJER


LAGRIMAS DE MUJER

"¿Por que lloras mamá?" le preguntó un niñito a su madre.
"Porque soy mujer" le contestó la mujer.
"Pero, yo no entiendo", dijo el niño.
Su madre se inclinó hacia él y abrazándolo le dijo, "Y nunca lo entenderás"...

Más tarde el niñito le preguntó a su padre: "¿Por qué mamá llora a veces sin ninguna razón?".
"Todas las mujeres lloran siempre sin ninguna razón". Era todo lo que el padre le podía contestar.

El pequeño niño creció y se convirtió en todo un hombre, preguntándose todavía por qué era que las mujeres lloraban.
Un día el niño convertido en hombre se arrodilló y le preguntó a Dios:
"Dios : ¿Por qué lloran tan fácilmente las mujeres?"
Y Dios le dijo :
- Cuando hice a la mujer tenía que ser algo especial. Hice sus hombros suficientemente fuertes como para cargar el peso del mundo entero, pero a la misma vez lo suficientemente suave para confortar a quien lo necesite.
- Le di una inmensa fuerza interior para que pudiera soportar el dolor de dar a luz y hasta el rechazo que muchas veces proviene de sus propios hijos.
- Le di una dureza que le permite seguir adelante y cuidar a su familia a pesar de las edades y la fatiga y sin quejarse aun cuando otros se rinden.
- Le di la sensibilidad para amar a un niño bajo cualquier circunstancia, aun cuando su niño la haya lastimado mucho. Esa misma sensibilidad que hace que cualquier tristeza, llanto o dolor del niño desaparezca y que le hace compartir las ansiedades y miedos de la adolescencia e incluso de la edad madura...
- Le di la fuerza suficiente para que pudiera perdonar las faltas a su esposo y la moldeé de una de sus costillas para que ella pudiera cuidar de su corazón.
- Le di sabiduría para saber que un buen esposo nunca lastimaría a su esposa y a veces le pongo pruebas para medir su fuerza y su determinación para mantenerse a su lado a pesar de todo.
- Le di lágrimas de las reales que brotan de ella exclusivamente cuando su ser necesita expresarse más allá de las palabras.
- Esa es su única debilidad...lágrimas que piden perdón por los errores y la dureza del corazón de la humanidad".

Le doy gracias a Dios por haber creado a la mujer. Le doy gracias a Dios por mi madre, mis hermanas, mis hijas, mis amigas, mis primas...

Y .... a esos hombres que tienen mujeres en sus vidas, que aprendan a valorarlas y a conocerlas en la dimensión en que Dios las creó.

UN ÁNGEL A TU LADO



Ojalá tengas siempre un ángel a tu lado

Que te guarde en todo lo que haces

Que te dé confianza en el amanecer que viene

Que te guíe hacia los bellos parajes de tus sueños

Que te dé esperanza brillante como el sol

Y la fuerza del ánimo sereno

Ojalá amor, bienestar y valentía embellezcan tu vida

Y ojalá siempre tengas un ángel a tu lado...

Alguien que te levante si tropiezas

Que te dé la valentía de aferrarte a tus sueños

Y la sabiduría de gozar de todo

Guiándote con su mano segura en el camino.

Día tras día, la vida trae cambios

Lágrimas un momento, felicidad el otro

Ojalá tu camino sea alegre, sin sentir soledad

Ojalá recibas regalos que siempre te acompañen:

Alguien a quien amar, un amigo leal

Ojalá el arco iris te sonría después de la tormenta

Ojalá esperanzas te entusiasmen el alma

Ojalá siempre tengas un ángel a tu lado.


Emilia Larson

BENDITO EL HOMBRE QUE CONFÍA EN EL SEÑOR


Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
Bendito el hombre que confía en el Señor
Hoy te presento mi súplica, desde lo hondo de mi pequeñez, con la certeza de que vendrás en mi auxilio.


En el camino de la vida necesitamos apoyos. Apoyos en las fuerzas físicas y en la salud. Apoyos en los bienes materiales. Apoyos entre familiares y amigos. Apoyos... 

Pero la Biblia es clara: "Maldito sea aquel que confía en hombre, y hace de la carne su apoyo, y de Yahveh se aparta en su corazón" (Jer 17,5). Porque el hombre en quien busco un apoyo es frágil, a veces es engañoso y cambiante. 

Por eso resulta vano esperar la salvación de los hombres, confiar en los "príncipes" que son seres de polvo (cf. Sal 146,3-4), o mirar a los montes para esperar una ayuda que nunca llega (cf. Sal 121,1). El auxilio, lo sé, me viene del Señor, "que hizo el cielo y la tierra" (Sal 121,2). Sólo Dios es mi alcázar, mi roca, mi fuerza, mi refugio (cf. Sal 71,3).

La bendición y la paz llegan cuando empiezo a confiar plenamente en el Señor, como un niño que duerme en brazos de su madre (cf. Sal 131). Quien pone su esperanza en Dios no queda nunca defraudado (cf. Sal 22,6) 

Necesito recordarlo: "¿Quién se confió al Señor y quedó confundido? ¿Quién perseveró en su temor y quedó abandonado? ¿Quién le invocó y fue desatendido?" (Si 2,10). 

Por eso hoy te presento mi súplica, desde lo hondo de mi pequeñez, con la certeza de que vendrás en mi auxilio. 

Sí: bendito el hombre que confía en Ti, Señor. Porque Tú eres bueno, porque Tú eres fiel, porque me llevas en la palma de tu mano como un tatuaje (cf. Is 49,16). 

Hoy puedo descansar tranquilo. Aunque los hombres vuelvan a dejarme de lado, Tú estarás siempre conmigo. Esa es la fuente de mi continua alegría y de mi paz completa. 

EL QUE RECIBE A UN NIÑO..


PAPA FRANCISCO BENDECIRÁ EL MIÉRCOLES ESTATUA DE JUAN PABLO II


Papa Francisco bendecirá este miércoles
 una estatua del beato Juan Pablo II

El Santo Padre bendecirá este miércoles una estatua del beato Juan Pablo II. Traída desde la ciudad española de Córdoba, la estatua será presentada por la Venerable Archicofradía de Nuenstro Padre Jesús Nazareno de Lucena.


La imagen la ha realizando el imaginero lucentino Francisco Javier López del Espino y recibirá culto en la reconstruida iglesia de San Pedro Mártir, será bendecida por el papa Francisco, en la audiencia geneal de mañana, 26 de febrero, en la paza de San Pedro, según confirmó la prefectura de la Casa Pontificia.

La petición -según informa la nota de la archicofradía- fue realizada meses atrás por el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, que acogió la idea que surgió del consiliario de esta Archicofradía, don Nicolás Rivero y que contaba con apoyo de toda la Junta de Gobierno.

Siempre este miércoles 26 de febrero se celebrará por la mañana una misa privada para la delegación nazarena que se ha desplazado a Roma, presidida por monseñor Fernández, obispo de y por don Nicolás Rivero, en la Capilla de San Sebastián de la Basílica Vaticana, en la que se encuentra el sepulcro del Beato Juan Pablo II. A continuación, la delegación acudirá a la audiencia general con el Santo Padre.

La Venerable Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, en la nota enviada a ZENIT precisa que "quiere expresar su enorme alegría por la consecución de este anhelado proyecto, agradeciendo a D. Nicolás y sobre todo a nuestro querido obispo D. Demetrio, la ilusión puesta para llevar a buen puerto esta iniciativa, que esperamos aumente la devoción al que desde el próximo 27 de abril será san Juan Pablo II y que recibirá culto público por primera vez en nuestra provincia, en la iglesia de San Pedro Mártir de Lucena".

EL EVANGELIO DE HOY: 26.02.2014

Autor: H. José de Jesús González | Fuente: Catholic.net
Jesús es nuestra luz
Marcos 9, 38-40. Tiempo Ordinario. Cada uno puede hacer el bien de diferente manera, pero todos somos Iglesia.
 
Jesús es nuestra luz
Del santo Evangelio según san Marcos 9, 38-40

Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros». Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros».

Oración introductoria

Señor Jesucristo, que con el Bautismo me has concedido la gracia de la filiación divina. Concédeme la gracia de vivir siempre en la luz de tu amistad. Que en la lucha contra el mal, el pecado, la concupiscencia y las tentaciones esté siempre presente tu gracia santificadora. Que las tinieblas que se ciernen sobre mi vida se desvanezcan con la luz de tu amor misericordioso y paciente. Ayúdame a permanecer siempre en tu amistad. Te ofrezco esta meditación por todos mis familiares y amigos, por los que se sienten atribulados por el peso del pecado o los que se encuentran desesperados en la lucha contra el mal. Sostenlos con tu gracia, conforta sus corazones, ayúdales a encontrar la paz verdadera de sus almas. Acrecienta Señor en nuestras almas la gracia del Bautismo.

Petición

Señor, concédeme la gracia de amar y valorar la gracia bautismal. Que esté siempre a tu lado.

Meditación del Papa Francisco
Nosotros los cristianos llevamos la paz y la gracia como un tesoro para dar al mundo, pero estos dones pueden dar frutos solamente cuando los cristianos viven y trabajan juntos en armonía. De esta manera será más fácil contribuir en la construcción de relaciones de respeto y pacífica convivencia con quienes pertenecen a otras tradiciones religiosas y también con los no creyentes. La unidad, a la que anhelamos sinceramente, es un don que viene de lo alto y que se funda en nuestra comunión de amor con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cristo mismo prometió: “donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Caminemos, querido hermano, hacia la unidad, unidos fraternalmente en la caridad y teniendo como punto de referencia constante a Jesucristo, nuestro hermano mayor. En la adoración de Jesucristo encontraremos el fundamento y la razón de ser de nuestro camino. (S.S. Francisco, 14 de junio de 2013).

Reflexión 

Un personaje predicaba en nombre de Jesús y los apóstoles se lo querían impedir. Jesús simplemente les dice que lo dejen actuar. ¿Qué había en aquella persona, de la cual no sabemos ni el nombre, ni la edad? No sabemos nada de él y, sin embargo, realizó actos buenos. Era una persona sencilla común y corriente. Podemos comparar aquella persona con uno de nosotros. Un seglar convencido en difundir el reino de Cristo. Nosotros somos una pieza clave en la iglesia. Mas ahora en estos tiempos ser católico es luchar contra corriente, si lo queremos ser con autenticidad. Tratamos de serlo en nuestro corazón pero también hay que serlo en el exterior compartiendo con los demás las riquezas de nuestra fe.

Por eso hay que vivir atentos, con la mirada alerta para descubrir el bien que pueden hacer las personas a nuestro alrededor.

Digamos, pues: "Dios ha ordenado a sus ángeles que te guarden en todos tus caminos para impedirte caer; mil enemigos caen a tu mano siniestra y diez mil a tu diestra, sin que puedan llegarse a ti. Por haberse adherido a Mí, dice el Señor, le libraré, le protegeré, porque conoce mi nombre; me invocará y será atendida su demanda; estaré a su lado en el momento de la tribulación para librarle y glorificarle; le colmaré de días felices y le mostraré mi salvación" (Sal 90, 11-12; 14-16).

La gracia del Bautismo imprime carácter en nuestras almas. Por el Bautismo fuimos marcados con el sello de la cruz. Desde ese momento el nombre de Cristo resuena fuerte en nuestros corazones. El esfuerzo diario por ser fieles a nuestra fe es un camino ideal para realizar nuestros compromisos bautismales. Que el amor de Dios derramado en nuestros corazones por este sacramento fructifique en nuestras almas y en las de aquellas personas que por la Providencia Divina han de beneficiarse de nuestro ejemplo.

Propósito

Renovar en una visita eucarística la gracia bautismal. Repetir con fervor y alegría mi pertenencia total a Cristo.

Diálogo con Cristo

¡Gracias Señor por el don del Bautismo, gracias por renovarme desde dentro, gracias por nacer en mí en cada eucaristía, en cada comunión, gracias por hacerme parte de tu familia! Concédeme la gracia de vivir con la conciencia clara del inmenso amor que me has tenido. Que mi corazón se ensanche al contemplar las maravillas que haces en mi vida. Acrecienta mi fe, mi esperanza y caridad. Ayúdame en la lucha contra el mal y el pecado, fortifica mi voluntad e ilumina siempre mi inteligencia para conocerte y amarte en cada uno de mis hermanos. Ayúdame a dedicarme con la oración y el celo ardiente a transmitir esta hermosa realidad a todas las personas. Concédeme alimentar día a día la esperanza de encontrarme contigo en el cielo.


No olvidéis jamás que vuestra felicidad, que nuestra felicidad, depende en definitiva del encuentro y de la amistad con Jesús. (Benedicto XVI, Discurso, lunes 10 de abril de 2006)



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  • H. José de Jesús González 
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