Autor: Pedro García, Misionero Claretiano Francisco Solano, Santo | |||
Presbítero Franciscano, 14 de julio | |||
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domingo, 13 de julio de 2014
SAN FRANCISCO SOLANO, PRESBÍTERO FRANCISCANO, 14 DE JULIO
SAN CAMILO DE LELIS, PATRÓN DE LOS ENFERMOS, 14 DE JULIO
Autor: . | Fuente: ACIprensa.com
Camilo de Lelis, Santo
Fundador, 14 de julio
Camilo de Lelis, Santo
Fundador de la Comunidad Siervos de los Enfermos
Martirologio Romano: San Camilo de Lelis, presbítero, que nació cerca de Teano, en el Abruzo, y en su juventud siguió la carrera militar, dejándose arrastrar por los vicios propios de una juventud alegre y despreocupada, pero convertido de su mala vida, se entregó al cuidado de los enfermos incurables hospitalizados, a los que servía como al mismo Cristo. Ordenado sacerdote, puso en Roma los fundamentos de la Congregación de los Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos. (1614)
Etimológicamente: Camilo = Aquel que es el mensajero de Dios, es de origen hebreo.
Nació en Abruzos (Italia) en 1550. Siguió la carrera militar, igual que su padre. Le apareció una llaga en un pie, que lo hizo dejar la carrera de las armas e irse al Hospital de Santiago en Roma para que lo curaran. En el hospital de Roma se dedicó a ayudar y atender a otros enfermos, mientras buscaba su propia curación. Pero en esa época adquirió el vicio del juego . Fue expulsado del hospital y en Nápoles perdió todos los ahorros de su vida en el juego, quedando en la miseria.
Tiempo atrás, en un naufragio, había hecho a Dios la promesa de hacerse religioso franciscano, pero no lo había cumplido. Estando en la más completa pobreza se ofreció como obrero y mensajero en un convento de los Padres Capuchinos, donde escuchó una charla espiritual que el padre superior les hacía a los obreros, y sintió fuertemente la llamada de Dios a su conversión. Empezó a llorar y pidió perdón por sus pecados, con la firme resolución de cambiar su forma de actuar por completo. Tenía 25 años.
Pidió ser admitido como franciscano, pero en el convento se le abrió de nuevo la llaga en el pie, y fue despedido. Se fue al hospital y se curó, y logró que lo admitieran como aspirante a capuchino. Pero en el noviciado apareció de nuevo la llaga y tuvo que irse de allí también. De nuevo en el hospital de Santiago, se dedicó a atender a los demás enfermos, por lo que fue nombrado asistente general del hospital.
Dirigido espiritualmente por San Felipe Neri, estudió teología y fue ordenado sacerdote. En 1575 se dio cuenta que ante la gran cantidad de peregrinos que llegaban a Roma, los hospitales eran incapaces de atender bien a los enfermos que llegaban. Fue entonces que decidió fundar una comunidad de religiosos que se dedicaran por completo a los hospitales.
San Camilo trataba a cada enfermo como trataría a Nuestro Señor Jesucristo en persona. Aunque tuvo que soportar durante 36 años la llaga de su pié, nadie lo veía triste o malhumorado. Con sus mejores colaboradores fundó la Comunidad Siervos de los Enfermos el 8 de diciembre de 1591. Ahora se llaman Padres Camilos. Murió el 14 de julio de 1614, a los 64 años.
Fue canonizado en 1746 por S.S. Benedicto XIV.
BENDICIONES SOBRE LAS PERSONAS QUE LLEVAN LA IMAGEN DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS...
Una de las promesas del Sagrado Corazón de Jesús nos dice:
BENDECIRÉ EL LUGAR DONDE MI IMAGEN SEA EXPUESTA Y HONRADA
¿Qué esperas entonces?
Con mucha fe y devoción lleva contigo una imagen del Sagrado Corazón de Jesús y repite esta milagrosa jaculatoria:
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN VOS CONFÍO...
UN EQUIPAJE LIJERO
Un equipaje ligero
Autor: Nadia Kabande
En días pasados tuve el placer de encontrarme con una persona la cual estimo mucho y hacia tiempo que no la veía personalmente. Con una conversación abierta y sincera como siempre me comento que me observaba con un semblante alegre, tranquila incluso que hasta en la mirada me notaba un brillo especial; Con una sonrisa en los labios me pregunto: ¿a que se debía tal cambio? Estaba acaso ¿enamorada?.
Riendo respondí: no lo que sucede es que he aprendido a ser feliz,
aceptándome tal cual soy, dando siempre lo mejor de mí, no permitiendo que los problemas de los demás y los míos me afecten demasiado, disfrutando cada una de las cosas que realizo, no guardando rencores ni resentimientos. Todo esto es una tarea ardua sin embargo, trabajando día con día con el auto estima te ayuda a mantenerlo en alto.
Satisfecha me dijo: la vida es muy larga y corta a su vez. Es por eso que tienes que aprender a llevar tu equipaje lo más ligero que puedas para que lo que le vayas echando a tu maleta no te pese demasiado a lo largo de tu vida. Esto es entre menos problemas, rencores y angustias guardes tu vida será más placentera y fácil.
Ahora yo te pregunto, ¿cómo llevas tu equipaje?
UN DÍA A LA VEZ
Un día a la vez
Hay dos días en cada semana en los que no nos debemos preocupar, dos días que se deben guardar libres de miedo y ansiedad.
Uno de esos días es ayer. Ayer, con sus equivocaciones y pesares, sus faltas y confusiones, sus dolores y tristezas.
Ayer ha pasado para siempre, fuera de nuestro control; y todo el dinero del mundo no podría cambiar ni una cosa que hayamos hecho, ni podemos borrar una palabra. Ayer ya pasó.
El otro día sobre el que no debemos de preocuparnos es mañana. Mañana, con sus posibles adversarios, sus problemas, sus promesas grandes y sus pequeños logros.
Mañana volverá a salir el sol, ya sea en esplendor o detrás de una máscara de nubes, pero subirá. Hasta que llegue no tenemos parte en mañana, pues aún no ha nacido.
Y solo queda un día: Hoy.
Cualquier hombre puede pelear la batalla de un solo día. Cuando nos cargamos con esas horripilantes eternidades:
Ayer y Mañana, entonces nos derrumbamos. No es la experiencia de hoy que vuelve locos a los hombres, sino la amarga culpa, algo que sucedió ayer, y el miedo de lo que traerá el mañana.
Vivamos pues, tan solo un día a la vez, y dejemos confiadamente a Dios todo lo demás.
UN CAMINO FUTURO
Un camino al futuro
Autor: Padre Guillermo Ortiz SJ.
¿Cuánto hace que Dios le dio a Moisés los Mandamientos sobre el monte Sinaí? Hace ya mucho tiempo, y fue en esa larga cuaresma del Pueblo de Dios en el desierto.
Los Mandamientos son parte del pasado, algo viejo, dicen algunos.
La montaña firme del Sinaí en donde podemos tocar esas piedras rojizas que caracterizan ese lugar esencial y agreste, formado por el desierto y las montañas de granito. Esa montaña firme y hermosa, llamada ahora ‘Monte de Moisés’, sirve hoy de fundamento y memoria viva para repetir lo que el Papa dijo al pié de la montaña, debajo de un almendro en flor:
Los Mandamientos son el secreto de la libertad del hombre, el único futuro de la familia humana.
“Los Mandamientos –dice Juan Pablo II- no son una imposición arbitraria de un Dios tirano. Fueron escritos en piedra, pero antes, habían sido escritos en el corazón de los hombres como la ley moral universal, válida
para todo tiempo y lugar. Hoy al igual que siempre, las Diez Palabras de la Ley ofrecen la única base auténtica para la vida de los hombres, de las sociedades y de las naciones. Hoy al igual que siempre, son el único futuro de la familia humana. Salvan al hombre de su destructiva fuerza del egoísmo, del odio y de la mentira. Ponen de manifiesto todos esos falsos dioses que le esclavizan: el amor propio hasta la exclusión de Dios, la avidez de poder y de placer que trastoca el orden de la justicia y degrada nuestra dignidad humana y la de nuestro prójimo”.
“En los Diez Mandamientos se reflejan los mandamientos fundamentales de la ley natural. El decálogo constituye el camino para una vida plenamente humana. Fuera de él, no hay futuro de serenidad y de paz para las personas, las familias y las naciones”.
Gracias Señor por los Mandamientos que son el camino de los hijos a la casa del Padre.
Enséñame a vivirlos amando como Jesús.
PENSAMIENTO EUCARÍSTICO
PENSAMIENTO EUCARÍSTICO
“Tomad Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer; Vos me lo diste, a Vos, Señor, lo torno; todo es vuestro, disponed a toda vuestra voluntad. Dadme vuestro amor y gracia que ésta me basta”
SAN IGNACIO DE LOYOLA
EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 13 DE JULIO DEL 2014
Autor: P. Sergio A. Cordova LC | Fuente: Catholic.net ¿Qué tipo de tierra eres tú? | |
Mateo 13, 1-23. Tiempo Ordinario. Se nos reconocerá por las obras. No dejes de responder a esta pregunta que te dirige Cristo hoy. | |
"Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Acudió tanta gente, que tuvo que subirse a una barca; se sentó y la gente se quedó de pie en la orilla. Les habló mucho rato en parábolas: Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó, y por falta de raíz se secó. Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento: otros, sesenta: otros, treinta. El que tenga oídos, que oiga. Se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron: -¿Por qué les hablas en parábolas? Él les contestó: -A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del Reino de los Cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará de sobra, y al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumplirá en ellos la profecía de Isaías: "Oiréis con los oídos sin entender; miraréis con los ojos sin ver; porque está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo los cure”. Dichosos vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen. Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron". Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador. Sucede a todo el que oye la Palabra del Reino y no la comprende, que viene el Maligno y arrebata lo sembrado en su corazón: éste es el que fue sembrado a lo largo del camino. El que fue sembrado en pedregal, es el que oye la Palabra, y al punto la recibe con alegría; pero no tiene raíz en sí mismo, sino que es inconstante y, cuando se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumba enseguida. El que fue sembrado entre los abrojos, es el que oye la Palabra, pero los preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la Palabra, y queda sin fruto. Pero el que fue sembrado en tierra buena, es el que oye la Palabra y la comprende: éste sí que da fruto y produce, uno ciento, otro sesenta, otro treinta. Oración Introductoria Señor Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andamos extraviados para que podamos volver al buen camino, concédeme que esta oración me ayude a rechazar lo que impide que la semilla de mi fe crezca y fructifique en obras buenas. Petición Jesús, aumenta mi fe, para que pueda ver todo como venido de tu mano. Meditación del Papa Francisco Queridos hermanos y hermanas, vivir este "alto grado" de la vida cristiana ordinaria significa algunas veces ir a contracorriente, y comporta también encontrarse con obstáculos, fuera y dentro de nosotros. Jesús mismo nos advierte: La buena semilla de la Palabra de Dios a menudo es robada por el Maligno, bloqueada por las tribulaciones, ahogada por preocupaciones y seducciones mundanas. Todas estas dificultades podrían desalentarnos, replegándonos por sendas aparentemente más cómodas. Pero la verdadera alegría de los llamados consiste en creer y experimentar que él, el Señor, es fiel, y con él podemos caminar, ser discípulos y testigos del amor de Dios, abrir el corazón a grandes ideales, a cosas grandes. "Los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para pequeñeces. Id siempre más allá, hacia las cosas grandes. Poned en juego vuestra vida por los grandes ideales" (S.S. Francisco, 16 de enero de 2014, Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones). Reflexión Salió el sembrador a sembrar... Se cuenta que un cierto día un hombre recién convertido a la fe católica iba caminando a toda prisa, mirando por todas partes, como buscando algo. Se acercó a un anciano que estaba sentado al borde del camino y le preguntó: – "Por favor, señor, ¿ha visto pasar por aquí a algún cristiano?" El anciano, encogiéndose de hombros, le contestó: – "Depende del tipo de cristiano que ande buscando". –"Perdone –dijo contrariado el hombre–, pero yo soy nuevo en esto y no conozco los tipos de cristianos que hay. Sólo conozco a Jesús". Y el anciano añadió: –"Pues sí amigo; hay de muchos tipos y los hay para todos los gustos: hay cristianos por tradición, cristianos por cumplimiento y cristianos por costumbre; cristianos por superstición, por rutina, por obligación, por conveniencia; y también hay cristianos auténticos..." –"¡Los auténticos! ¡Esos son los que yo busco! ¡Los de verdad!"-exclamó el hombre emocionado. – "¡Vaya!" –dijo el anciano con voz grave–. "Esos son los más difíciles de ver. Hace ya mucho tiempo que pasó uno de esos por aquí, y precisamente me preguntó lo mismo que usted". –"¿Cómo podré reconocerle?" –le preguntó. Y el anciano contestó tranquilamente: –"No se preocupe amigo. No tendrá dificultad en reconocerle. Un cristiano de verdad no pasa desapercibido en este mundo de sabios y engreídos. Lo reconocerá por sus obras. Allí donde van, siempre dejan una huella". Tal vez esta sencilla historia nos puede ayudar a comprender lo que nos dice hoy nuestro Señor en el Evangelio del día de hoy. Jesús comienza el discurso de las parábolas con la del sembrador: "Salió el sembrador a sembrar..."–nos cuenta– y al sembrar parte de la semilla cayó junto al camino; otra parte cayó en terreno pedregoso; otra cayó entre espinas; y el resto cayó en tierra buena...". Y nos narra qué sucedió con cada tipo de semilla: una no fructificó porque se la comieron los pájaros; otra se secó; a otra la ahogaron las espinas; y la sembrada en tierra buena dio una cosecha abundante. Hasta aquí la parábola. La hemos escuchado tantas veces que tal vez ya no nos impresiona. Sabemos también cuál es su significado porque el mismo Cristo nos la explica enseguida, a petición de sus apóstoles: Cristo es el sembrador, la semilla es la Palabra de Dios, y el terreno somos cada uno de nosotros. Y aquí viene lo más importante de todo: Si el Sembrador sembró la semilla a voleo, con gran generosidad en todas direcciones, ¿por qué sólo una cuarta parte produjo buena cosecha y el resto se echó a perder? ¿por qué no frutificaron todas las semillas, si eran de óptima calidad? Es en este momento cuando tenemos que aplicarnos el "cuentito"; aquí –como solemos decir–" tiene que caernos el veinte" a cada uno en particular. Cristo no nos está contando una historia simpática de la vida agrícola de Palestina por afán cultural o para divertirnos. Con esta imagen quiere interpelar a cada una de nuestras conciencias: La semilla da frutos sólo si cae en tierra buena. Y el fruto será tanto más abundante cuanto mejor sea el terreno en donde caiga. La semilla de la Palabra de Dios sólo es fecunda allí donde encuentra un alma bien dispuesta y unas condiciones espirituales adecuadas. Dios siembra todos los días a manos llenas en tu alma su gracia divina. ¿Cuántos frutos está dando esta semilla en tu vida? Pero aún hay más. Esa semilla no sólo representa la Palabra de Dios, sino todos los dones que Dios nuestro Señor te regala a diario, con tanta abundancia y generosidad: el don de la vida, la familia –unos padres, unos hijos, unos hermanos y familiares tan extraordinarios–, el vestido, el alimento, la educación, las vacaciones que ahora estás disfrutando... Esa semilla son también todos los regalos espirituales que Él te concede gratuitamente: el don infinito de la fe, los sacramentos, la redención, la Eucaristía, la Iglesia. Y si Dios está sembrando tanto en ti, ¿cuánto le correspondes tú? ¿cuántos frutos estás produciendo: al ciento por ciento? Dicho de otra manera: ¿Qué tipo de tierra eres tú? ¿Qué clase de cristiano eres: cristiano por conveniencia, por tradición, superficial, de nombre nada más? ¿o cristiano de verdad, convencido, demostrado con tus obras y comportamientos? Si no te preocupas de ir a tu Misa dominical o casi nunca haces oración, o si no te interesa recibir los sacramentos y formarte en la fe católica, es que eres un cristiano rutinario, "del montón", y eres de los que reciben la semilla junto al camino. No penetra en tu alma porque la tierra está endurecida por la indiferencia. Si eres una persona que sí se preocupa por formarse en su fe y se interesa por las cosas de Dios y de la religión; si quieres un colegio católico para tus hijos y de vez en cuando vas a reuniones de espiritualidad o a asistes a algunos retiros, pero eres inconstante; y si desistes de tus propósitos iniciales apenas te surge un plan más “divertido” o menos exigente, es que eres el terreno pedregoso. La Palabra de Dios brota en tu corazón, pero no echa raíces, y cuando sale el sol –una dificultad cualquiera–, tu semilla se seca. O tal vez seas una persona de buena voluntad, –como solemos decir– un "buen cristiano" (y solemos llamar "buen" cristiano a aquel que "cumple" con los requisitos elementales de su fe, que no mata ni roba, que es "buena gente", pero se abstiene de hacer el bien a los demás). Su fe es acomodaticia y poco exigente; y, además –nos dice Cristo– se deja arrastrar por los afanes de la vida y la seducción de las riquezas ahogan en él la Palabra de Dios. En el fondo, aunque es un "buenazo", es todavía muy materialista y está demasiado absorbido por las vanidades, los lujos, las comodidades, las cosas superfluas, y así Dios no entra hasta el fondo del alma. Éste es el tercer tipo de tierra: el espinoso. O, finalmente, podemos ser una tierra buena. O sea, cristianos convencidos, de los que tratan de vivir con coherencia su fe, que se esfuerzan de verdad por dar testimonio público de su ser cristiano –aunque también tienen debilidades y defectos, pues nadie es perfecto en esta tierra–; que buscan ayudar a los demás y ser apóstoles en su medio ambiente; que oran, que procuran vivir cada día más cerca a Dios a través de la gracia santificante y los sacramentos; que se esfuerzan por crecer en su fe y aman de veras a Jesucristo, a la Iglesia, al Papa, a la Santísima Virgen, y luchan para que otros también lo sean. Ése es un cristiano auténtico, que produce una buena cosecha: frutos al ciento por ciento, al sesenta o treinta por ciento. Si somos de éstos, no será difícil que nos reconozcan, porque un cristiano de verdad no pasa desapercibido en este mundo. Allí donde van, siempre dejan una huella. "Por sus frutos los conoceréis" – nos dijo Cristo–. Se nos reconocerá por las obras. No dejes de responder a esta pregunta que te dirige Cristo hoy: ¿Qué tipo de tierra eres tú? ¡Ojalá que de esta última! |
MUNDIAL DE FÚTBOL, UN MOMENTO DE SILENCIO POR LA PAZ
Mundial de Fútbol: un momento de silencio por la paz
El Pontificio Consejo para la Cultura presentó hoy en su web y en facebook una iniciativa para unir a todo el mundo por la paz, pidiendo el domingo 13 de julio un momento de silencio durante la final de Brasil 2014, que verá enfrentadas las selecciones de Argentina y Alemania. La iniciativa, se promueve también en twitter, con el hashtag #PAUSEforPeace.
"Únete a nosotros pidiendo una pausa a la guerra durante la final de la Copa del Mundo en Río. Una tregua por la paz".
El subsecretario del Pontificio Consejo para la Cultura. Mons. Melchor Sánchez de Toca y Alameda, en declaraciones a la agencia CNA recordó que “los deportes nacieron alrededor de festividades religiosas. Los acontecimientos deportivos eran momentos de paz cuando las guerras cesaban”.
Richard Rouse, miembro del Pontificio Consejo para la Cultura, dijo que la iniciativa que fue iniciada en el perfil de la red social Facebook del dicasterio vaticano, es “un llamado a la paz”.
“Es simplemente lo que dice ser. Es una frase sencilla y única: vivimos en una era de simplicidad, no necesitamos grandes discursos para establecer un punto. Solo queremos paz, tan simple como eso”, indicó.
“Esta pausa podría ser al comienzo del juego, a la mitad o en cualquier momento”, afirmó, y añadió que “dejaremos que eso lo decidan los organizadores para darse un momento para pedir por la paz en medio de tantos conflictos”.
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