Un camino al futuro
Autor: Padre Guillermo Ortiz SJ.
¿Cuánto hace que Dios le dio a Moisés los Mandamientos sobre el monte Sinaí? Hace ya mucho tiempo, y fue en esa larga cuaresma del Pueblo de Dios en el desierto.
Los Mandamientos son parte del pasado, algo viejo, dicen algunos.
La montaña firme del Sinaí en donde podemos tocar esas piedras rojizas que caracterizan ese lugar esencial y agreste, formado por el desierto y las montañas de granito. Esa montaña firme y hermosa, llamada ahora ‘Monte de Moisés’, sirve hoy de fundamento y memoria viva para repetir lo que el Papa dijo al pié de la montaña, debajo de un almendro en flor:
Los Mandamientos son el secreto de la libertad del hombre, el único futuro de la familia humana.
“Los Mandamientos –dice Juan Pablo II- no son una imposición arbitraria de un Dios tirano. Fueron escritos en piedra, pero antes, habían sido escritos en el corazón de los hombres como la ley moral universal, válida
para todo tiempo y lugar. Hoy al igual que siempre, las Diez Palabras de la Ley ofrecen la única base auténtica para la vida de los hombres, de las sociedades y de las naciones. Hoy al igual que siempre, son el único futuro de la familia humana. Salvan al hombre de su destructiva fuerza del egoísmo, del odio y de la mentira. Ponen de manifiesto todos esos falsos dioses que le esclavizan: el amor propio hasta la exclusión de Dios, la avidez de poder y de placer que trastoca el orden de la justicia y degrada nuestra dignidad humana y la de nuestro prójimo”.
“En los Diez Mandamientos se reflejan los mandamientos fundamentales de la ley natural. El decálogo constituye el camino para una vida plenamente humana. Fuera de él, no hay futuro de serenidad y de paz para las personas, las familias y las naciones”.
Gracias Señor por los Mandamientos que son el camino de los hijos a la casa del Padre.
Enséñame a vivirlos amando como Jesús.
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