jueves, 29 de diciembre de 2016

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 29 DICIEMBRE 2016


Un día cualquiera, en medio de innumerable gente, en un niño común
Lucas 2, 22-35, V día de la Octava de Navidad, Ciclo A, Jesús es presentadc en el templo.


Por: H. Balam Loza, LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Espíritu Santo, fuente de luz, ilumíname. Dame tu luz y tu gracia para que pueda reconocer a Jesús. Que en medio de las fiestas navideñas pueda descubrir el gran misterio que hay detrás de todo. Ayúdame para que no me quede en la mera celebración superficial, sino que pueda tener un encuentro profundo con Jesús, que viene a mi corazón.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según Lucas 2,22-35
Transcurrido el tiempo de la purificación de María, según la ley de Moisés, Ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: Todo primogénito varón será consagrado al Señor, y también para ofrecer, como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones.
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu, fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño Jesús. para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios, diciendo:
"Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo que me habías prometido, porque mis ojos han visto a tu Salvador, al que has preparado para bien de todos los pueblos, luz que alumbra a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel".
El padre y la Madre del niño estaban admirados de semejantes palabras. Simeón los bendijo, y a María, la Madre de Jesús, le anunció: "Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
El corazón del hombre busca a Dios. El anciano Simeón había buscado durante toda su vida, había esperado con paciencia y al fin su alma se había saciado del agua viva. Había visto a Jesús. Y eso era el mayor regalo que podía desear.
Cuántas veces podemos buscar a Jesús y quedarnos en la superficie. Celebramos la Navidad, vamos a misa, compramos y regalos y al final pasan los días y nuestra vida sigue igual. No ha cambiado mucho y decimos, bueno, otra vez a trabajar, otra vez clases, otra vez la vida ordinaria… Pareces que nada ha cambiado.
Sin embargo, es un momento para hacer una pausa y descubrir que ese Jesús al que buscamos está dentro y quiere que entablar una amistad con nosotros. Por esto es necesario el Espíritu Santo que nos indique el camino que tenemos que seguir. Que nos descubra a Jesús en medio de cualquier circunstancia.
Pensemos un poco en Simeón. Era un anciano, tal vez un poco ciego, y supo descubrir al Mesías en medio de una innumerable cantidad de gente que iba y venía, en un día cualquiera, en un niño común. ¿Por qué? Porque supo escuchar la voz del Espíritu que lo guiaba; supo ver en ese niño al esperado por todos.
«También nosotros, como María y Simeón, queremos llevar hoy en brazos a Jesús para que se encuentre con su pueblo, y seguro que lo conseguiremos si nos dejamos poseer por el misterio de Cristo. Guiemos el pueblo a Jesús dejándonos a su vez guiar por Él. Eso es lo que debemos ser: guías guiados.»
(Homilía de S.S. Francisco, 2 de febrero de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, Señor, voy a hacer una hora Eucarística o al menos voy a hacer un rato de adoración, para pensar en lo verdaderamente importante de la Navidad y renovar la gratitud y la alegría de saber que Tú vienes a mi corazón.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

NECESITAMOS SABER


NECESITAMOS SABER...



Hoy muchos hombres saben muchas cosas, pero no saben la principal, lo único que hay que saber necesariamente para no ir al Infierno, es decir, saber qué hay que hacer para salvarse eternamente.

La televisión nos inunda con imágenes, ruidos y conceptos, pero éstos esconden el verdadero sentido de la existencia humana y nos mantienen como embobados frente al televisor, no dejándonos ver realmente la realidad tal cual como es. Nos mantiene “entretenidos” y sin dejarnos pensar en las cosas importantes de la vida, en la única cosa importante de la vida: salvar el alma.

Y lo que es peor, también por los medios de comunicación se nos enseña el mal. ¿Pero ya Dios no había dicho a Adán y Eva que no comieran del fruto del conocimiento del Bien y del Mal? Pero el hombre sigue sin hacer caso y quiere saber lo malo, no dándose cuenta que con ese conocimiento envenena su alma y sus sentidos, y así es fácil presa de Satanás. Dios quiere que seamos ignorantes en el mal y sabios, muy sabios en el bien.

EL PAPA FRANCISCO LLAMA A LOS CRISTIANOS A CONFIAR EN DIOS MÁS ALLÁ DE LA RAZÓN HUMANA


El Papa Francisco llama a los cristianos a confiar en Dios más allá de la razón humana
Por Miguel Pérez Pichel
Foto: L'Osservatore Romano



VATICANO, 28 Dic. 16 / 05:59 am (ACI).- La esperanza, la fe en la promesa de Dios más allá de toda razón humana y de todo entendimiento, esa es la actitud que debe guiar nuestra vida, según señaló el Papa Francisco durante la Audiencia General del miércoles celebrada en el Aula Pablo VI.

El Papa hizo referencia a la promesa hecha por Dios a Abraham, que le promete un hijo, algo que parecía inverosímil porque Abraham ya era anciano y su mujer estéril. Sin embargo, se fía de la palabra de Dios y confía en su promesa.


“Esa es la capacidad de ir más allá de la razón humana, de la sabiduría y de la prudencia del mundo, más allá de lo que normalmente se considera propio del sentido común, para creer en lo imposible”, explicó el Santo Padre en su catequesis.

El Papa señaló que “la esperanza abre nuevos horizontes, permite soñar con aquello que es inimaginable. La esperanza nos hace entrar en la oscuridad de un futuro incierto para caminar en la luz”.


“Pero es un camino difícil –advirtió–, y llega el momento, también para Abraham, de la crisis del desconsuelo. Ha confiado en Dios, se marchó de su tierra, llegó al país que el Señor le había indicado, pasaba el tiempo y el hijo no llegaba. El vientre de Sara permanecía cerrado en su esterilidad”.

Entonces surge en el corazón de Abraham “la oscuridad de la desilusión, el desánimo por la dificultad de seguir esperando algo imposible. El Patriarca ya tiene una edad muy avanzada, parece que ya no hay tiempo para tener un hijo y que será un siervo, un subalterno, el que lo herede todo”.

El Pontífice recordó la desazón del Patriarca: “Abraham se siente solo, es viejo y está cansado. La muerte se cierne sobre él. ¿Cómo continuar fiándose?”.

“A pesar de todo, este lamentarse suyo es una forma de fe”, razonó el Obispo de Roma. “Abraham sigue creyendo en Dios y confía en que cualquier cosa pueda suceder. De lo contrario, ¿por qué seguir consultando al Señor, quejándose a Él, llamándole a cumplir sus promesas? La fe no es sólo el silencio que todo lo acepta sin contestar, la esperanza no es la certeza que te libra de la duda y de la perplejidad. La fe también es luchar con Dios, mostrarle nuestra amargura, sin disimulos. Y la esperanza también es no tener miedo de ver la realidad tal cual es y aceptar las contradicciones”.

Abraham, por lo tanto, “en la fe se vuelve a Dios para que le ayude a continuar a esperar. Y el Señor responde insistiendo en su promesa descabellada: no será un siervo el heredero, sino un hijo propio, nacido de Abraham, engendrado por él. Nada ha cambiado por parte de Dios”.


Francisco subrayó que “para creer es necesario aprender a mirar con los ojos de la fe. Abraham debe convertirse en signo de fidelidad de Dios”.

“Esta es la fe, este es el camino de la esperanza que cada uno de nosotros debemos recorrer”, concluyó su enseñanza el Papa Francisco.

JESÚS ES ESPERANZA DE PAZ


Jesús es Esperanza de Paz
Haz la prueba de acercarte a Jesús y verás cómo cambia tu corazón. Encontrarás la paz que necesitas.


Por: + Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo de San Cristóbal de Las Casas | 




VER

En varias partes del mundo hay conflictos y guerras. En Siria, entre israelíes y palestinos, en diversas regiones de Africa, en Venezuela, y en tantos otros lugares, con mayor o menor intensidad. Pero lo mismo sucede entre nosotros. En Oxchuc y Chenalhó, no han podido tomar plena posesión como presidentas municipales dos mujeres, a pesar de que las autoridades federales les han confirmado en sus puestos. No es cuestión de género, sino que hay divisiones internas en sus comunidades, que tornan muy peligrosa, incluso sangrienta, su reinstalación. Es lo que queremos evitar. Pero el interés por el dinero, por administrar los recursos públicos, impide cualquier negociación y acuerdo. No hay la paz social que anhelamos en esos lugares. Y con bloqueos carreteros, que dañan tanto a las propias comunidades y al turismo, presionan para quedarse con el poder.



Tampoco hay paz en muchos hogares. ¡Cuánto sufren los hijos con el alcoholismo de un papá, o con la violencia intrafamiliar! Hay hermanos que no se hablan, por inconformidades internas con las herencias. ¡Cuánta guerra, subterránea o abierta, entre los candidatos de partidos políticos! Entre los mismos seguidores de Jesús, hay ataques fundamentalistas, usando hasta la misma Biblia para destrozarnos. Y ¡cuántos corazones rotos por odios y resentimientos, incapaces de perdonar!





En cambio, cuando descubrimos a Jesús y lo sentimos cercano, la vida cambia por completo. Así me lo escribió un encarcelado, ahora que visité el Centro de Readaptación Social No. 5 de Chiapas, como acostumbramos hacer muchos obispos y sacerdotes en las fiestas navideñas: “Como nunca, entiendo de manera literal lo que significa no ser libre a causa del pecado. Tenemos muchas cárceles: vicios, excesos, alejamientos, rencores, enfermedades, pobreza, hambre, indiferencia, y sólo cuando estás en la cárcel y te dicen que alguien llegará para darte la libertad, tu corazón despierta y comienza a albergar una luz en su interior: esperanza… En Navidad, damos gracias a Dios que nos libera, que puso su vista en nosotros y nuestra necesidad… Por eso, para quienes no somos libres, este día es un día de alegría, porque hoy nace Dios, y por eso es un día feliz”.



PENSAR

El Papa Francisco, con ocasión de la Navidad, nos invita a volver los ojos a Jesús. Si lo aceptamos y procuramos vivir su Evangelio, no sólo encontraremos paz y esperanza para nosotros, sino que las contagiaremos a los demás:

“Cuando todo parece terminar, cuando, ante tantas realidades negativas, la fe se hace difícil y viene la tentación de decir que nada más tiene sentido, ahí está en cambio la bella noticia: Dios está viniendo a realizar algo nuevo, a instaurar un reino de paz; Dios viene a traer libertad y consolación. El mal no triunfará por siempre; existe un final para el dolor. La desesperación ha sido vencida, porque Dios está entre nosotros.

Estamos llamados a convertirnos en hombres y mujeres de esperanza. Pero qué feo es cuando encontramos un cristiano que ha perdido la esperanza: “Yo no espero nada, todo ha terminado para mí”; un cristiano que no es capaz de mirar el horizonte con esperanza y, ante su corazón, solo hay un muro.  ¡Dios destruye estos muros con el perdón! Y por esto, nuestra oración para que Dios nos dé cada día la esperanza y la dé a todos, aquella esperanza que nace cuando vemos a Dios en el pesebre en Belén. Y viendo al pequeño Niño de Belén, los pequeños del mundo sabrán que la promesa se ha cumplido, el mensaje se ha realizado. En un niño apenas nacido, necesitado de todo, envuelto en pañales y puesto en un pesebre, está contenida toda la potencia del Dios que salva” (14-XII-2016).

“Para encontrarlo, hay que ir allí, donde él está: es necesario reclinarse, abajarse, hacerse pequeño. El Niño que nace nos interpela: nos llama a dejar los engaños de lo efímero para ir a lo esencial, a renunciar a nuestras pretensiones insaciables, a abandonar las insatisfacciones permanentes y la tristeza ante cualquier cosa que siempre nos faltará. Nos hará bien dejar estas cosas para encontrar de nuevo en la sencillez del Niño Dios la paz, la alegría, el sentido luminoso de la vida” (24-XII-2016).

ACTUAR

Si piensas que esto son sólo bellas palabras, consuelos baratos, sentimentalismos ocasionales, haz la prueba de acercarte a Jesús y verás cómo cambia tu corazón. Encontrarás la paz que necesitas, suceda lo que sucediere, y serás constructor de paz a tu alrededor. Búscalo en el silencio de un Sagrario.

POESÍA A LA VIRGEN DE NAVIDAD


Poesía
A la Virgen de Navidad




La olvidada campana de la estrella
toca la hora del Amor, y el viento
dispersa en las tinieblas el lamento
de los cautivos y la Paz lo sella.

Porque eres Madre, siendo aún Doncella,
y el río de tu leche es ya sustento;
porque duerme el Señor bajo tu aliento,
heno de tu campiña en la gamella:

En la Noche del Tiempo renacido,
incapaz de decir tu dulce nombre
la Palabra del Padre hecha vagido;

capullo de las fajas y del sueño,
tembloroso y mortal capullo de hombre
¡nuestro hermano mayor y el más pequeño!



Pedro María Casaldáliga

CONTESTACIÓN DE JESÚS


Contestación de Jesús



Mis buenos amigos: ¿Recuerdan la carta que escribí al recién nacido Jesús de Nazaret? ¿Qué me contestó?

Pues sencillamente... esa carta me la devolvió el correo, poniendo en el sobre: "al remitente".

Sí, fíjense que en el sobre, parece que el mismo Jesús puso esa notita que decía: “no soy yo, sino ustedes los cristianos los que deben procurar que nadie sienta frío, ni ausencia de hogar; vuélvase al remitente, para que tome nota".

Por eso, porque Jesús de Nazaret me devolvió la carta que le escribí, me tomé la libertad de enviárselas a ustedes ayer, cerca del nuevo aniversario de su nacimiento, para que todos tomemos conciencia de nuestra responsabilidad: que todos lleguemos de una vez a comprender que Jesús sigue naciendo en cada niño que llora, y sigue naciendo en cada niño que viene a este mundo, y sigue llorando en cada niño que llora, y sigue teniendo frío en cada niño desprovisto de ropa y sigue teniendo hambre en cada uno de los hambrientos.

Es Jesús de Nazaret el que vive hoy en la carne de cada uno de los pobres, y es en esos necesitados en los que nosotros, los cristianos, porque creemos en Jesús, debemos demostrar nuestro amor a Él.

Luego, en el Evangelio nos lo dejará escrito Él mismo cuando diga: "lo que hagan con cada uno de estos mis pequeños hermanos, lo hacen conmigo".

Así que los dejo por hoy, mis buenos amigos cristianos. ¿Quieren escribirle al Niño Jesús? ¿Quieren ayudarlo? Manden la ayuda a cualquier lugar de beneficencia, para que la hagan llegar a los nuevos Niños Jesús, que son los niños pobres, los niños que sufren, los niños que lloran, los niños que tienen hambre.

En nombre de esos niños: GRACIAS.

¡Ah! Me olvidaba: y sobre todo, en nombre del Niño Jesús: ¡MUCHAS GRACIAS!



Alfonso Milagro

DOS TÓRTOLAS OFRECIDAS EN SACRIFICIO


Dos tórtolas ofrecidas en sacrificio

Se ofrecían en forma de sacrificio cuando se presentaba a Dios al hijo primogénito. 


Por: Oscar Schmidt | Fuente: www.reinadelcielo.org 



La Redención tiene infinitas facetas para que nuestro corazón, en meditación, las descubra. Cuando rezamos el cuarto misterio gozoso del Santo Rosario, por ejemplo, meditamos la Presentación de Jesús en el templo. Y sabemos que allí recordamos la celebración de un rito que el pueblo judío heredó de las leyes de Moisés: se presentaba a Dios al hijo primogénito en el Templo, en forma de sacrificio. Y la costumbre de los humildes era presentar dos tórtolas como ofrenda. Cuando aquel día José y María ofrecieron a Jesús en el Templo se vivió un anticipo de lo que ocurriría luego: el Cordero de Dios iba a ser verdaderamente ofrecido en sacrificio, para la Salvación de toda la humanidad. Allí el anciano Simeón profetizó a María que su corazón iba a ser traspasado por una espada, por el destino de Cruz que su Hijo iba a enfrentar.

Aquí se esconde un gran misterio: se ofrecieron entonces dos tórtolas como símbolo de sacrificio a Dios. Ellas representaban a Jesús y también a María. Se ofreció en sacrificio al Redentor y a la Corredentora, juntos inseparablemente en la obra de la Salvación. Dios Padre recibió la ofrenda de Su propio Hijo y también la de la Criatura más perfecta, verdadera Arca que contuvo y dio su naturaleza humana al Salvador.

Las dos tórtolas ofrecidas en sacrificio en Jerusalén dos mil años atrás unieron indisolublemente a Madre e Hijo en la obra de la Salvación, frente a Dios Padre. Jesús murió física y místicamente por nosotros en la Cruz, pero su Madre lo siguió en todo momento, de tal modo que también sufrió místicamente la Pasión de su Hijo amado. Así, el misterio de la Redención va unido al de la Corredención de María.

El único y verdadero Salvador de la humanidad no quiso en ningún momento tener a Su Madre lejos de él: espiritualmente ellos siempre estuvieron unidos, como lo están ahora. Estos tiempos son importantes para recibir de nuestra Madre Celestial el consuelo y la guía para que lleguemos a su Hijo. Porque como dijo San Luis Grignion de Montfort: María es el camino más corto y seguro para llegar a Jesús.

¡Jesús y María, sean la Salvación del alma mía!

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 29 DE DICIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
DICIEMBRE 29



¿Por qué la Noche de Navidad es Nochebuena?

Porque en ella nace el Mensajero de la Buena Nueva de que Dios tiene buena voluntad para todos los hombres. Porque nace la Luz del mundo, para que no caminemos en nuestra vida por las tinieblas del pecado. Porque nace el que viene a damos verdaderas ganas de vivir, dando a nuestra vida un nuevo sentido y una nueva orientación. Porque nace Aquel que ha sido el único capaz de poder afirmar con verdad: "Venid a mí todos los que estáis tristes y sufriendo; Yo os aliviaré".

Porque nace el verdadero Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo, ese pecado colectivo que fabricamos todos los hombres de todos los tiempos. Porque nace Aquel que nos dará como precepto de su religión: "Amaos los unos a los otros".

Porque nace el que pudo decir: "Yo soy la resurrección y la vida; quien cree en mí, aunque muera, vivirá para siempre".

Motivos más que suficientes para que llamemos a esa noche una verdadera Nochebuena.

Cuando Jesús ya tenía doce años, fue al templo de Jerusalén con sus padres y allí se quedó, ignorándolo éstos. Cuando a los tres días se encontraron y María le expuso su extrañeza por la ausencia, Jesús les dijo: "¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi

Padre?" (Lc, 2, 49). ¿No deberás tú también pensar que las cosas del Padre celestial te están encomendadas?


P. Alfonso Milagro

FELIZ JUEVES


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