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domingo, 22 de enero de 2023

HAY QUIEN TRATA EN INTERNET TEMAS DE FE QUE NO HABLARÍA EN PERSONA



Hay quien trata en internet temas de fe que no hablaría en persona

Los jóvenes temen más compartir su fe, pero en las redes sí lo hacen

Por: Poli Sanchiz | Fuente: Religión en Libertad



¿Es más fácil o más difícil hablar sobre fe en la era digital? ¿Cómo afectan nuestras costumbres en la red a las oportunidades para hablar del Evangelio y compartirlo? Estas son las preguntas que plantea el grupo Barna (www.barna.com), casa de sondeos estadísticos vinculada al mundo eclesial protestante, en su informe Spiritual conversations in the digital age (Conversaciones espirituales en la era digital). 

El documento muestra las respuestas de tres grupos de crisitanos de edad diferente en Estados Unidos: los Milennials (de 20 a 34 años aproximadamente), la Generación X (de entre 36 y 49 años) y los Baby Boomers (entre 50 y 68 años).

Según informa Christianity Today, los encuestados reconocen por un lado las barreras de las nuevas tecnologías, pero a la vez destacan sus ventajas. "Nuestra forma de comunicarnos ha evolucionado, y, por tanto, también lo ha hecho nuestra forma de comunicar la fe", explica el informa de Barna.


Los jóvenes son los que están más al tanto del problema

Según Barna, la mayoría de cristianos ya han notado lo difícil que es mantener conversaciones cara a cara. Igual que en la investigación realizada en 2015 por la psicóloga graduada en Hardvard, Sherry Turkle, en su libro Reclaiming Conversations (Reclamando Conversaciones), el informe de Barna apunta que son las generaciones más jóvenes la que están más al corriente de esta dificultad.

Sin embargo, un 58% de los no cristianos encuestados dice haber visto temas de fe en sus redes por sus amigos creyentes. Estas personas no cristianas ven esos temas cristianos por Internet, temas que no verían fuera de las redes.

Aproximadamente unos 7 de cada 10 Milennials y personas de la Generación X afirman que es más difícil hablar personalmente con otras personas por culpa de los teléfonos móviles. Sin embargo, un porcentaje menor, el 55% de todos los cristianos piensan esto.

El informe muestra que los Milennials son los que lo pasan peor a la hora de mostrar su fe en las redes. Casi 6 de cada 10 piensa que las interacciones digitales les han hecho más cuidadosos a la hora de mostrar su fe en las redes, y el 61% teme que su fe parezca ofensiva. 


Lo que no se habla cara a cara se habla en internet

Sin embargo, muchos temas que se evitan en el cara a cara suelen tocarse en internet. Más de la mitad de los cristianos apunta que la tecnología les ha ayudado a compartir más fácilmente su fe.

El infrome de Barna ha descubierto, además, que los cristianos practicantes son mucho más activos en las redes sociales que los no cristianos. Los primeros tienden a hablar y compartir sus creencias de manera más regular.

Cabe destacar que el 28% de aquellos que se declaran cristianos dicen utilizar las redes sociales para compartir su fe. Aproximadamente 3 de cada 10 son más tendentes a compartir su fe en persona de la misma forma que lo harían en las redes, y 1 de cada 10 dice preferir hacerlo en las redes.

El informe recogió el tanto por ciento de encuestados que respondió afirmativamente a las siguientes declaraciones:

-Ahora es más difícil tener una conversación personal que antes porque la gente está muy ocupada con sus teléfonos móviles y otras tecnologías:

respondieron sí el 69% de los Milennials y de la Generación X, y un 60% de los Baby Boomers.

-Ahora la gente es más propensa a evitar conversaciones espirituales que antes porque está muy ocupada con sus teléfonos móviles y otras tecnologías:

respondieron sí el 64% de los Milennials, el 60% de la Generación X y el 45% de los Baby Boomers.

-Ahora la gente se ofende más que antes cuando comparto temas de fe:

respondieron sí el 61% de los Milennials, el 48% de la Generación X y el 30% de los Baby Boomers.

-La tecnología y las interacciones digitales han hecho que sea más fácil compartir mi fe:

respondieron sí el 58% de los Milennials, el 64% de la Generación X y el 39 % de los Baby Boomers.

-La tecnología y las interacciones digitales han hecho que sea más precavido a la hora de compartir mi fe: 

espondieron sí el 58% de los Milennials, el 53% de la Generación X y el 30% de los Baby Boomers.

-La tecnología y las interacciones digitales han cambiado mi forma de compartir la fe:

respondieron sí el 53% de los Milennials y de la Generación X y el 28% de los Baby Boomers.

La forma más popular de compartir la fe en la red es mediante posts propios, compartiendo otros posts o comentándolos. Los cristianos practicantes son los más tendentes en mostrar su fe de forma explícita en sus posts (91%) frente a los no practicantes (84%) y los no cristianos (77%).

También son los cristianos, tanto practicantes como no practicantes, los que más comentan en las redes. Un 85% de ellos lo hacen a menudo, mientras que entre los no cristianos lo hace un 75%.

Estos datos tienen relación con los que en 2015 publicó el Pew Research Center, que entrevistó a más de 5.000 usuarios de Facebook. En él, se indica que un 68% de los usuarios de esta red social la utiliza sobre todo para saber qué hacen sus amigos y concocidos; un 62% está más interesado en las fotos.

 

martes, 9 de febrero de 2021

10 RECOMENDACIONES PARA USAR INTERNET Y LAS REDES SOCIALES CON SEGURIDAD

 



10 recomendaciones para usar Internet y las redes sociales con seguridad



Fuente: PantallasAmigas




Cada vez más escuelas de todo el mundo apuestan por usar las TIC en la educación, provocando cambios sustanciales no sólo en la metodología de la enseñanza, sino también en la forma en que niños y niñas viven su día a día. Las nuevas tecnologías crean nuevos desafíos basados en viejos problemas, potenciándolos e incluso creando nuevas versiones de los mismos que difícilmente pueden combatirse con los métodos tradicionales. Así, encontramos nuevos riesgos que en el contexto digital llegan a afectar a un gran número de niños, niñas y adolescentes: ciberbullying, grooming, pérdida de privacidad y seguridad, o la sextorsión son, entre otros, fenómenos que hay que conocer para poder prevenirlos, y es fundamental que tanto padres y madres, como docentes o el propio alumnado sepan cómo detectarlos para poder combatirlos.

Sin embargo, detectar estos problemas no es siempre fácil, porque los niños no siempre optan por contar el problema a las personas adultas. A veces callan porque no quieren ser considerados acusicas, y otras veces porque piensan que nadie podrá ayudarlos. Si no confían en algún adulto, para cuando éstos se den cuenta del problema podría ser demasiado tarde.

PantallasAmigas es una iniciativa que desde 2004 tiene como misión la promoción del uso seguro y saludable de las nuevas tecnologías y el fomento de la ciudadanía digital responsable en la infancia y la adolescencia. Para ello, proporciona diversos recursos educativos en forma de libros, guías, animaciones audiovisuales, videojuegos y sitios web educativos que tanto docentes como padres y madres utilizan para poder dotar a niños, niñas y adolescentes de las competencias digitales necesarias para poder vivir en el nuevo contexto digital no sólo de forma más segura y saludable, sino también para que puedan convivir con el resto de los nativos e inmigrantes digitales de forma responsable y respetuosa.

PantallasAmigas participa con varios artículos y recursos educativos en el Portal Catholic.net, abordando diversos retos que comienzan a vivirse en las escuelas y en la vida de niñas y niños del siglo XXI.

La primera línea de actuación se centra en abandonar la idea de simplemente proteger a los menores de edad, un objetivo cada vez más difícil de conseguir e ineficiente en el actual contexto digital. La clave está en capacitar a niños y niñas para que sepan auto-protegerse y que tomen conciencia para que no cometan las mismas agresiones y se convierten en multiplicadores. Además, es aconsejable compartir con ellos espacios digitales y experiencias de la vida; y esto sólo se puede hacer en Internet, es decir, en su nuevo espacio de socialización y también el más significativo.

En edades más tempranas, hasta nueve años, se recomienda acompañar y navegar juntos, para fomentar el desarrollo del pensamiento crítico, que después tendrán que aplicar cuando se enfrenten a los retos en solitario. Es también en ese rango de edad de utilidad el uso de software de control parental que ayudan a filtrar contenido inapropiado, supervisar la navegación de sitios web y controlar qué tipos de herramientas y aplicaciones se están utilizando.

Prepararlos para la navegación y acompañarlos en su crecimiento digital ayudará a generar esa confianza necesaria para que puedan acudir a nosotros cuando haya problemas. Este es el desafío que debemos lograr. Y para facilitar este titánico reto, te proponemos las siguientes 10 recomendaciones para usar Internet y las redes sociales con seguridad:

1. Mantén tu equipo a salvo de software malicioso y no abras mensajes o ficheros extraños.

2. Protege tu información personal. Datos e imágenes que te identifiquen tienen un valor que no se debe regalar.

3. Sube las imágenes y escribe lo que desees en Internet pero asegúrate antes que no moleste a nadie y que no te importe que lo pueda llegar a ver cualquiera.

4. No contestes a las provocaciones. Evita los conflictos. Si algo te molesta desconecta y cuéntaselo a una persona adulta de confianza.

5. Configura bien las opciones de privacidad de tus redes sociales. Es muy importante.

6. No compartas tus claves. Guárdalas en secreto. Cámbialas de vez en cuando.

7. La cámara web da mucha información sobre ti. Mide muy bien con quién la usas.

8. Piensa que todo lo que ves en la Red no es cierto. Cualquiera puede poner cualquier cosa. Contrasta la información.

9. Mantén cautela si no conoces a la persona que está al otro lado. Cuidado con los amigos de los amigos.

10. En ningún caso te cites por primera vez a solas con alguien que hayas conocido en Internet.

jueves, 3 de septiembre de 2020

LA SEGURIDAD ES IMPORTANTE EN LAS REDES - INTERNET


¡La seguridad es importante en las redes!
La seguridad en las redes es importante. No hay que dejarla a merced de la suerte, porque podemos sufrir muchos problemas derivados de nuestra falta de responsabilidad en las redes.


Por: Nestor Mora Núñez | Fuente: Néstor Mora Núñez




No pasa un día que no me encuentre con alguna persona que se queja de que le han robado su cuenta o está padeciendo un virus informático. Para los evangelizadores en las redes la seguridad es tan importante como el mensaje que vamos lanzando. ¿Por qué? Porque si nos roban un perfil social desde el que evangelizamos pueden sumplantar nuestra personalidad y llenar de spam o de contenidos perniciosos nuestras relaciones sociales. Todo el trabajo que hayamos realizado durante meses, puede perderse por no tener una serie de precauciones básicas que paso a relatarles:

La contraseña es esencial. No podemos utilizar una contraseña que sea sencilla de descubrir. Existe programas que son capaces de generar millones de contraseñas en unos pocos minutos y si hemos puesta una contraseña sencilla, dejar nuestro perfil social expuesto a cualquier tropelía. ¿Qué consejos podemos utilizar a la hora de realizar una contraseña segura? Cito algunos:

Debe tener más 8 caracteres. Lo ideal sería utilizar contraseñas con 16 o más caracteres.

Mezclar letras en minúscula con mayúsculas, números y signos diversos.

No utilizar la misma contraseña para todas las cuentas sociales. Hay que "personalizarlas" para cada espacio social. Así, en el caso de que hackeo de nuestro perfil, las demás cuentas quedarán a salvo.

Completar los datos de verificación de la cuenta, para que el cambio de contraseña necesite de un visto bueno desde email.
Para recordarlas se pueden utilizar reglas mnemotécnicas o tenerlas anotadas en un papel o en un espacio virtual seguro.

No picar en todo enlace "curioso" que hayan compartido con nosotros. Hay que desconfiar de sitios web que soliciten que se dé "ok" a cualquier cosa antes de mostrar su contenido. Suelen esconder virus que se descargan al dar Ok. Si se utilizan navegadores que acepten apps, hay que revisar estas apps cada cierto tiempo para borrar toda aquella que no sea de utilidad.
Cuidado con los ficheros que nos envían sin haber sido solicitados. Hay que pasarlos antes por un antivirus o lo más sensato: borrarlos directamente.

Cuidado con las solicitudes de amistad "extrañas". Suelen se perfiles falsos que buscan introducir SPAM o inducirnos a descargar elementos peligrosos. Lo más sensato es esperar a un mensaje directo del solicitante, que demuestre que es una persona real.

En caso de que un perfil de un amigo muestre signos de haber sido hackeado, lo mejor es avisar al amigo y denunciar el robo a los administradores de la red social.

A veces nos encontramos con perfiles sociales que se han creado para molestar. No esperemos a enfadarnos para sacar de nuestra lista de amistades a este perfil falso.

domingo, 31 de marzo de 2019

CASADOS CON SUS TELÉFONOS INTELIGENTES


Casados con sus teléfonos inteligentes (y entre ellos también)
Entre esposos puede haber molestias si la pareja no le da “me gusta” a todas las publicaciones en Facebook, una expectativa, para algunos, de respaldo matrimonial. 


Por: Brooke Lea Foster | Fuente: Analisis y Actualidad 




Vivimos en una cultura de timbres, alertas y zumbidos, pues la mayoría de las personas administran desde cuentas bancarias hasta equipos de fútbol de fantasía a través de sus teléfonos inteligentes. Entre esposos puede haber molestias si la pareja no le da “me gusta” a todas las publicaciones en Facebook, una expectativa, para algunos, de respaldo matrimonial. Si tomas tu teléfono para revisar los resultados de un partido de fútbol durante una cita con tu esposa, serás merecedor de que te mire con disgusto.

Escribes el nombre de una actriz en IMDb mientras miras la televisión y de repente te pierdes por 10 minutos en el agujero negro de la pantalla del teléfono, distraída por una notificación de texto o juego. “¿De verdad estás viendo la televisión?”, grita tu marido.

Casados o no, muchos de nosotros dormimos con nuestros teléfonos en nuestra mesita de noche, los guardamos en el bolsillo a medida que avanzamos de habitación en habitación y no dudamos en utilizarlos en presencia de nuestra pareja, así esté acostada, hablando o leyendo junto a nosotros.

Los expertos dicen que el uso de los teléfonos inteligentes se está entrometiendo en nuestros matrimonios de manera a veces inofensiva, pero a menudo es frustrante; provoca peleas y obliga a las parejas cada vez más a hacerse una importante pregunta: ¿en qué momento estamos eligiendo pasar más tiempo con nuestros teléfonos inteligentes que con nuestro cónyuge?

Elizabeth Sciupac, de 31 años, una investigadora asociada a un centro de estudios en Washington, dijo que una noche se dio cuenta de que ella y su marido, Iván, de 41 años, se encontraban en la misma mesa, pero a mundos de distancia.


“Habíamos estado trabajando todo el día, y en lugar de hablar el uno con el otro, habíamos estado mirando nuestros teléfonos”, mencionó. “Y dijimos: No podemos seguir haciendo esto. Ni siquiera conversamos.”

Si bien no hay una clara correlación entre el tiempo que pasamos mirando la pantalla y la insatisfacción matrimonial, un reporte del Pew Research llamado “Las parejas, internet y los medios sociales”, de 2014, realizó encuestas a 2250 adultos para evaluar cómo las relaciones sobrellevan la tecnología.

Mientras que 72 por ciento de los usuarios adultos de la red informó que el internet no ha tenido “ningún efecto real absoluto” en su matrimonio, de entre aquellos que sí sufren consecuencias, el 20 por ciento dijo que en su mayoría eran negativas. Un cuarto de los encuestados dijo que sus parejas se distraían con su celular cuando estaban juntos. Sin embargo, los terapeutas dicen que no es el uso de teléfonos inteligentes lo que conduce al divorcio, simplemente lleva al límite las tensiones ya existentes.

Steve Brody, psicólogo, dijo que a menudo escucha esta frase en su consulta en Cambria, California: “Mi marido pasa demasiado tiempo con su teléfono.” Mientras que hombres y mujeres están igualmente atados a sus dispositivos, según parece, al menos de forma anecdótica, las mujeres resultan más sensibles al rechazo cuando su pareja mira el teléfono.

“Las mujeres piensan de inmediato: ‘no quiere estar conmigo'”, dijo el Dr. Brody. “Les da una sensación de separación.”


Mientras que Brody disfrutaba desvelarse para leer las noticias y revisar su correo electrónico, su esposa pensaba que era crucial ir a la cama al mismo tiempo. “Fue difícil para mí renunciar a eso,” dijo, “pero ella tiene razón: es un momento importante para estar juntos”.

De hecho, si las parejas no hablan el uno con el otro antes de acostarse, es poco probable que al meterse a la cama estén siquiera cerca de tener disposición para la intimidad. Llámenlo jugueteo verbal previo, dijo Susan Heitler, psicóloga clínica en Denver y consejera en relaciones.

Para las mujeres, una gran conversación con su pareja es estimulante, ya que eso las hace sentir emocionalmente cerca. Sin embargo, los hombres se estimulan por señales visuales. Esto puede ser un problema cuando dos personas están inmersas en una pantalla, dijo.

Los teléfonos inteligentes pueden ser particularmente perjudiciales si ambos utilizan sus teléfonos en la cama. Los terapeutas dicen que cuando un matrimonio está atravesando una mala etapa, han notado que una o ambas partes se esconden detrás de sus teléfonos. Heitler dijo que uno de sus pacientes temía que su esposa se sintiera atraída por el coqueteo de su jefe. En lugar de abordar el tema con su pareja, su depresión aumentó y pasaba cada vez más tiempo con videojuegos en su teléfono.

“Eso lo distraía, pero no solucionaba el problema,” dijo. “He trabajado con ellos en aprender cómo hablar el uno con el otro de nuevo. Creo que es lo que se está perdiendo en las relaciones hoy en día.”

viernes, 24 de agosto de 2018

CATÓLICOS ENGANCHADOS AL MÓVIL O CELULAR


Católicos enganchados al móvil
La tecnología ejerce una poderosa atracción, nos dispersa y es un gran peligro para la vida espiritual


Por: Javier Navascués Pérez | Fuente: InfoCatolica.com 




El gran poder de atracción que ejerce la tecnología y la adicción a los smartphones, tablets, redes sociales etc. son hechos evidentes en la sociedad postmoderna del siglo XXI. No es sólo cosa de adolescentes, muchos adultos son cada vez más adictos. Y de este apego y dependencia del móvil no están eximidos los católicos, ni quiera en los grupos más piadosos o incluso hasta en personas de mucha oración. Un servidor también entona el mea culpa por haberse dejado seducir por las redes de la redes. Al percatarme de los efectos nocivos de esta adicción, hice el firme propósito de usar el móvil lo estrictamente necesario. Y por supuesto de apagarlo en la iglesia, de no perder el tiempo en trivialidades, aunque la tentación siempre está ahí.

El demonio suele camuflarse bajo la capa del bien. A través del facebook se puede realizar mucho apostolado, contactar con personas alejadas de Dios, difundir excelentes videos, óptimos artículos…El whatsapp puede ser un canal eficaz para solicitar oraciones, para convocar vigilias de oración, para organizar actos de desagravio….Muchas órdenes religiosas y un buen número de sacerdotes usan estos medios modernos. Es ciertamente difícil el uso moderado de ellos y el recto orden. En cambio que fácil es engancharse y permanecer disperso todo el día, perder el tiempo, cuando no ponerse en ocasión de pecado. Y lo digo por propia experiencia. El que esté libre de las tentaciones informáticas que tire la primera piedra virtual.

Es muy desedificante observar a personas con el móvil en la Iglesia. Se esconden en los últimos bancos para chatear a hurtadillas. Es muy triste que suene el móvil en medio de la Santa Misa. A veces incluso tienen la desfachatez de contestar la llamada. Llevo tiempo fijándome y es una plaga cada vez más común. Todo esto contribuye a la pérdida del sentido de lo sagrado. ¿Cómo vamos a hacer oración si no podemos estar 10 minutos sin mirar el móvil? ¿Qué respeto tenemos a la presencia real de Cristo si miramos el móvil en la capilla como si nada?

Por eso la consigna es muy clara. Hay que cortar de raíz con esta tentación. Apaguemos el móvil al entrar en la Iglesia, tengámoslo en silencio cuando hagamos oración en casa y usémoslo lo estrictamente necesario. Tenemos que discernir si nos conviene estar en tantos grupos, tener tanta prisa en responder mensajes, perder tanto tiempo en memes, que aunque algunos no sean malos, incluso simpáticos y ocurrentes, dispersan y nos alejan de nuestro fin último.

La vida es algo muy serio, vivamos con gravedad
San Ignacio de Loyola nos dice en el Principio y Fundamento de sus Ejercicios Espirituales que nuestro fin es servir, alabar y reverenciar a Dios y mediante esto salvar el alma. Y que hay que usar de las criaturas tanto en cuanto nos ayuden a este fin y no usar de ellas tanto en cuanto nos separen del mismo. Pensemos seriamente si las vanidades, los compromisos vacuos, las superficialidades etc. nos acercan o nos alejan de nuestro fin último.


Meditemos sobre el día del juicio de Dios, donde tendremos que dar cuenta de toda palabra ociosa, del tiempo perdido, de lo que hayamos escandalizado. Querido lector, aunque te cueste mucho, te pediría que por amor a Cristo hagas el gran esfuerzo de desengancharte del uso del móvil y engancharte más a Dios en el recogimiento y en el silencio interior.

martes, 26 de septiembre de 2017

DEBEMOS PERMITIR A NUESTROS NIÑOS USAR O NO LOS DISPOSITIVOS ELECTRÓNICOS?


¿Debemos permitir a nuestros niños usar o no los dispositivos electrónicos?
E uso de estos dispositivos por parte de los niños puede suponer muchos beneficios pero también algunos riesgos


Por: n/a | Fuente: InfoCatolica.com 




En la actualidad la mayoría de los niños utilizan los teléfonos inteligentes de sus padres, y como es natural, habiendo nacido en una era netamente tecnológica, toman cada vez más tiempo utilizando estos dispositivos.

Así, mientras algunos están a favor de permitirles utilizar la tecnología, otros piensa que es perjudicial. ¿Cómo están realmente las cosas por lo que se refiere a los niños?

Puntos a favor y en contra

En la actualidad existen multitud de tabletas diseñadas para niños con la capacidad de alojar aplicaciones con fines netamente educativos, y algunas especializadas en cada una de las distintas edades. Con la ayuda de estos dispositivos, incluso pueden aprender matemáticas, lenguas extranjeras, potenciar su creatividad e imaginación y mucho más.

Es un hecho también que el que comiencen a utilizar desde muy jóvenes dispositivos tecnológicos les permite desarrollar al máximo sus capacidades cognitivas, aunque por otro lado, estar expuestos de manera continua a informaciones diversas puede reducir su capacidad de concentración.

Qué piensan los especialistas

Los especialistas, en especial los sociólogos y psicólogos, suelen opinar que los beneficios de la utilización de dispositivos digitales para niños, mientras se haga bajo la supervisión sus padres, son mayores que los riesgos.

Sin embargo, un uso excesivo de estos dispositivos también puede suponer algunos riesgos para la salud de los pequeños que pueden aumentar con el pasar de los años. Entre ellos se puede mencionar el aislamiento psicológico de los niños y la fatiga de la vista provocada por un uso prolongado de estos instrumentos.

En definitiva, si es cierto que no es posible frenar el avance de la tecnología, es igualmente cierto que los niños deben tener un correcto desarrollo psico-físico, y la utilización excesiva de teléfonos inteligentes y tabletas no les ayuda.

Sus actividades deben estar bajo el control de sus padres, como subrayan las directrices de la Academia Americana de Pediatría.

Directrices de la American Academy of Pediatrics (AAP) para la utilización de la tecnología por los más pequeños

Los niños de edad inferior a 18 meses no deberían ser expuestos a las pantallas, a menos que no estén video-chateando con parientes.

Los padres de los niños de edades comprendidas entre 18 y 24 meses deberían ver con sus hijos espectáculos educativos y aplicaciones. Esto puede mejorar la calidad del aprendizaje de los niños.

Los niños de 2 a 5 años deberían utilizar instrumentos tecnológicos durante una hora al día al máximo. Los padres deben vigilar e interactuar con los niños cuando usan los dispositivos.

Los niños de edad superior a 6 años deben estar bajo control de los padres cuando usan dispositivos electrónicos. Los padres deben asegurarse de que el tiempo de pantalla no influya en el sueño de los niños, o en sus actividades sociales y físicas.

Independientemente de la edad, los padres deben establecer horarios y lugares de la casa designados como zonas «sin instrumentos tecnológicos». En estas áreas, todos los dispositivos electrónicos deben estar apagados o no ser utilizados.

Por supuesto, más allá de estas líneas guía, para los niños es fundamental tener una relación continua con sus padres y con sus coetáneos , basada en el diálogo y no sólo relegada a la tecnología.

Un uso responsable y guiado es la mejor solución, y permitirá a esta generación vivir la modernidad sin perder de vista la vida real, y sin renunciar a nada de la infancia, también a pelarse las rodillas corriendo detrás de un balón.

Con información de Family and Media.

martes, 27 de junio de 2017

¿EL SPINNER ES SATÁNICO? Sacerdote católico se pronuncia.


VIDEO: ¿Es satánico el “fidget spinner”? Un sacerdote responde


 (ACI).- Juan Mariano Ávalos Sanabria, que se identifica como pastor del grupo evangélico “congregación pentecostal de los primeros cristianos”, dijo recientemente que el popular juguete “fidget spinner” es “satánico”. ¿Qué hay de verdad en eso? Un sacerdote responde.

En un video publicado en su cuenta de Facebook, Ávalos Sanabria aseguró que al sostener el “spinner”, las personas realizan con su mano el “signo del diablo” y el “666, la marca del diablo”.

“No permitan que usen en sus casas” este juguete, pidió el pastor evangélico.

En respuesta, el P. Samuel Bonilla, conocido en redes sociales como el “Padre Sam”, alentó a los fieles a “no caer en satanizar todo eso que vemos, escuchamos, leemos”.

“Qué tal si cristianizamos todo esto que es posible cristianizar, obviamente con el discernimiento con el Espíritu Santo”, dijo el sacerdote, en un video publicado en su canal de YouTube.

El Padre Sam aseguró que el popular juguete “no es satánico”.

“A Dios y al diablo se le recibe con actos de libertad y voluntad, no se les reciben por accidente, no queda una persona endemoniada por accidente, no aclama una persona a Satanás por accidente. Lo mismo respecto a Dios, no es que por casualidad acepté a Dios”, explicó.

“Si este aparatito le ayuda a un niño, a un joven, al Padre Sam para el estrés, perfecto. Yo no estoy invocando al diablo al estar girando esto. Para invocar a Dios o para invocar a Satanás siempre son actos en libertad y en voluntad”, subrayó.

El sacerdote alentó además a los católicos a pedirle al Espíritu Santo “el don del discernimiento: Señor que pueda yo discernir lo bueno de lo malo. Por sus frutos, dirá Jesús, los conocerán”.

lunes, 8 de agosto de 2016

POKÉMONGO: SEMINARISTAS EXPLICAN CÓMO USARLO PARA EVANGELIZAR


PokémonGO: Seminaristas explican cómo usarlo para evangelizar
Por Diego López Marina


 (ACI).- Un grupo de seminaristas del Seminario de Santo Toribio de Mogrovejo en Lima, Perú, y creadores del divertido videoblog “No tengas miedo” proponen algunas pautas para evangelizar con PokémonGO, el nuevo juego para dispositivos móviles Android e iOS.

“El criterio no está en utilizar los personajes de Pokémon para mantener a los chicos en la parroquia, porque se estaría cortando la verdad plena y estaríamos engañando a la gente. Hay que procurar que solo sean medios para acercar a lo que es verdaderamente bueno: Jesús”, explicó a ACI Prensa, Jan Lozano, seminarista de 25 años que será ordenado a finales de agosto y protagonista de “No tengas miedo”.

“No tengas miedo” es una nueva página de Facebook que busca evangelizar a los jóvenes y ayudar a aquellos que podrían tener vocación al sacerdocio.

“A modo personal no veo algo negativo con aprovechar la oportunidad que brinda PokémonGO para evangelizar”, dijo Jan que recuerda haber crecido viendo la serie Pokémon.


“Lo que siempre ha hecho la Iglesia es aprovechar los aspectos positivos que tenga cualquier elemento y que estos sirvan para focalizar la atención de las personas”, agregó.

También considera que los medios de comunicación, especialmente religiosos, “deben aclararle a la gente de que, cuando se usan estos personajes llamativos para evangelizar, no se está aceptando todo lo que proviene de ellos o de la serie televisiva”.

“El Evangelio nos dice que debemos ser astutos como serpientes y mansos como palomas, tenemos que aprovechar todos los medios para llevarlos al bien. Allí está la chispa y la creatividad que nos debe caracterizar. Si nos quedamos dormidos privamos la Palabra de Dios a mucha gente”, aseguró el futuro sacerdote.

El seminarista aconseja que los cristianos “debemos siempre juzgar las cosas” y no “asimilar el mundo de buenas a primeras”.

“Todo lo que está en el mundo tiene elementos buenos, la Palabra se hizo carne, pero también hay elementos malos, está la cizaña. Tenemos que hacer frecuentemente un examen de conciencia para separar los elementos de los que nos servimos, de aquellos otros que son negativos e incompatibles con la doctrina de la Iglesia”, explicó.

“Lo que siempre ha hecho la Iglesia es aprovechar los aspectos positivos 

miércoles, 13 de julio de 2016

LOS EFECTOS DE LAS REDES SOCIALES EN LA FE DE LOS JÓVENES ADULTOS



Los efectos de las redes sociales en la fe de los jóvenes adultos
Al día de hoy, las personas pasan buena parte de su vida frente a una pantalla. Es por tanto un ámbito del que las religiones no pueden evadirse


Por: Jorge Enrique Mújica | Fuente: Analisis y Actualidad 



Era el 19 de marzo de 2016 cuando se logró el record: en menos de 24 horas el Papa llegaba al millón de seguidores en su recién estrenada cuenta de Instagram. Es conocido el éxito que ha tenido en Twitter (casi 30 millones de seguidores para junio de 2016) y la buena acogida de los videos mensuales de Francisco en YouTube para el apostolado de la oración.
 
Es una realidad: las confesiones religiosas en general, y la católica en particular, han extendido su radio de trabajo pastoral al ámbito digital. La penetración que lo digital ha logrado en la vida social ha supuesto una creciente presencia activa de iniciativas católicas en las redes sociales. ¿Ha salido algo bueno de todo esto o se puede esperar que suceda?
 
Sociological Perspective, una publicación del The Pacific Sociological Association, publicó el 10 de mayo de 2016 un interesante artículo sobre los efectos de las redes sociales en las creencias religiosas de los adultos: “Fe y Facebook en una era pluralista” (“Faith and Facebook in a Pluralistic Age. The Effects of Social Networking Sites on the Religious Beliefs of Emerging Adults”).
 
El estudio explora si los adultos jóvenes que usan redes sociales son más propensos a pensar que es aceptable escoger y elegir sus creencias religiosas, y qué practican de ellas, independiente de su fe “de nacimiento” (a partir de la influencia que las religiones ejercen en ellos por medio de las mismas redes sociales).
 
El estudio elaborado y publicado por Paul K. McClure, de la Baylor University, muestra que los jóvenes adultos que usan redes sociales son entre 35% y 49% más susceptibles de creer en lo que ésta proponen, y de prácticas sincretistas, respecto a los jóvenes adultos que no usan redes sociales.
 
“Las redes sociales inclinan a que la gente escoja y elija entre una serie de cosas diferentes”, dice McClure, quien define este tipo de religiosidad digital como “fe estilo cafetería”, en virtud de que se improvisa la fe a partir de las piezas favoritas de las religiones.
 
Otro resultado del estudio revela que los jóvenes adultos que usan redes sociales son entre 53% y 80% más propensos (respecto a los adultos jóvenes que no usan redes sociales) a pensar que es aceptable que los miembros de la propia religión tomen y practiquen elementos de otras religiones.
 
Una consecuencia que evidencia el estudio es que las redes sociales pueden debilitar los lazos de los adultos jóvenes con la fe de su familia. Esto también es leído como oportunidad de las religiones que “hacen proselitismo” para llegar a nuevas personas por este nuevo medio.
 
De una visión genérica del quehacer digital católico, se evidencia que éste está enfocado no tanto a “atraer” nuevos católicos sino a mantener a los que ya lo son. Sólo como consecuencia secundaria, en virtud de presentar la belleza de la propia fe por medio de las diferentes iniciativas, es que eventualmente se da el “captar” posibles nuevos católicos.
 
Dos factores de primer plano en cualquier iniciativa en redes sociales son la interacción y el diálogo. Y es aquí donde estriba la diferencia entre “estar” en las redes sociales y “vivir” las redes sociales. Es también aquí donde el uso de Facebook u otras redes sociales por parte de las religiones en general, y de la Iglesia católica en particular, se distingue de cualquier otra estrategia de marketing: el “seguidor” no puede ser visto como táctica sino como lo que es: un hijo de Dios.
 
Al día de hoy, las personas pasan buena parte de su vida frente a una pantalla. Es por tanto un ámbito del que las religiones no pueden evadirse. Que parte de la presencia católica pase también no sólo por el hecho de promover o entretener, sino también de formar, puede ser el rasgo distintivo que haga que sus jóvenes adultos tenga una “vacuna digital” contra el sincretismo online. Después de todo el estudio de McClure muestra también que incluso estas personas no son más propensas a creer que todas las religiones son verdaderas.

sábado, 2 de enero de 2016

CELULARES Y NIÑOS ¿A QUÉ EDAD?

Celulares y niños: ¿a qué edad?
¿Es vital que compre celular a mi hijo? ¿para qué lo necesita? ¿tiene responsabilidad necesaria para su uso?
Por: Juan Camilo Díaz



Cada vez es más usual que los niños reciban como regalo un celular (móvil en algunos países). Todos los niños quieren un aparatito de esos, sofisticado, de los más “inteligentes”, y algunos padres de familia nos planteamos si debemos comprárselo o no.
Un teléfono móvil puede ser una gran herramienta para entretenerse y para el aprendizaje, pero hay que saber administrarlo. ¿Qué debemos tener en cuenta? ¿Hay una edad adecuada?
No tan pequeños…
En Colombia un estudio de la Fundación Telefónica reveló que el 42 por ciento de los niños de 6 a 9 años de edad tiene un celular. Dicha edad, según expertos en sicología infantil, no es correcta para darle un móvil a un menor pues sus niveles de responsabilidad y de detección de riesgos en las comunicaciones digitales no son lo suficientemente sólidos o bien formados.
De acuerdo con la Regla 3, 6, 9, 12, la edad más adecuada para que los niños tengan en sus manos un celular es a partir de los 12 años y casi siempre es provocado para evitar un rechazo social y quedar incomunicados por la entrada de WhatsApp, el servicio de mensajería instantánea más utilizado a partir de esa edad. Es cierto, no entrar gradualmente a esos grupos o a redes sociales implicaría no estar conectado con el resto de su grupo de pares.


Se recomienda que antes de comprarle el celular a sus hijos, los padres de familia se pregunten si en vital que se lo compren, para qué se necesita y si consideran que su hijo tiene la madurez y la responsabilidad necesaria para su uso porque son muchos los riesgos que se pueden llegar a correr.
¿Qué riesgos existen?
El aparato no es un problema como tal. Lo problemático son ciertos hábitos y contenidos que conlleva el dispositivo, para lo cual, como padres, debemos mantener la alerta máxima. Veamos algunos:
Mal manejo de la intimidad: como hemos visto en otros escritos, el sexting es uno de los problemas que se puede presentar; también se pueden tener problemas por publicar información privada o muy comprometedora en las redes sociales.
Incomunicación: suena contradictorio y hasta extraño, pero así como el celular facilita la comunicación en ocasiones puede generar todo lo contrario cuando los niños no tienen normas como no usarlo en la mesa cuando se cena en familia o dejarlo a un lado cuando se pasa tiempo con los padres, hermanos, familiares y amigos.
Poco descanso: cuando no existen normas claras el niño puede permanecer hasta altas horas de la noche “pegado” al aparato lo que genera poco descanso, malos hábitos de alimentación y sueño. Este fenómeno se conoce como “vamping”.
Por estas situaciones los expertos aseguran que la edad recomendada es a partir de los 15 años de edad, en donde los niños ya son capaces de utilizarlo de forma más responsable, pero eso no significa que no se corran riesgos y la orientación de los padres de familia es fundamental.
Tenga en cuenta…
Dejar de lado y apagar el celular cuando lleguen a casa. Es importante que los niños sepan que una vez entran a casa se debe vivir al máximo el tiempo con la familia. Apagarlo, además, les evita ansiedad por esperar que los llamen o mirar si les llegó un nuevo mensaje.
La privacidad es una lección que debemos enseñarles. Es bueno que los niños sepan proteger su intimidad y privacidad evitando publicar contenido inadecuado propio o de otra persona.
El ejemplo que podamos darles juega un papel fundamental. Es el mejor maestro: no le pidamos a nuestros hijos lo que no somos capaces de hacer. Cuando lleguemos a casa apaguemos el aparato y dejemos la oficina atrás. ¡Vivamos con nuestros hijos el tiempo valioso en familia!
Los dispositivos electrónicos, como el celular, son una maravilla y nos facilitan muchas cosas. Pero debemos aprender a utilizarlos y ayudar a nuestros hijos a hacer un uso seguro, constructivo y responsable.

viernes, 20 de noviembre de 2015

HAY VIDA MÁS ALLÁ DEL WHATSAPP


Hay vida más allá del WhatsApp




Luego de un tiempo de esfuerzo tuve que darme por vencido y volver a instalar WhatsApp en mi celular. Saturado al recibir demasiados mensajes innecesarios e inoportunos y por leer toda la basura que manda gente más desocupada que uno, a mediados de agosto decidí borrar la bendita aplicación, convertida en un motivo de molestia permanente.

El hecho de que cualquier persona que tenga el número celular de uno se sienta con derecho a escribirle a cualquier hora para decirle cualquier cosa, o para incluirlo en un grupo que a usted no le interesa, me resultaba muy molesto. Si a eso se suma la ansiedad que causamos o que sentimos cuando no hay respuesta inmediata a ese mensaje que ya tiene doble chulo azul, la situación se vuelve aún más crítica.

Para acabar de completar, la adicción a WhatsApp no solo lo convierte a uno en una persona menos productiva sino que puede transformarlo en un perfecto antisocial que no se relaciona cara a cara con nadie y en un maleducado que nunca levanta la mirada por estar tecleando frenéticamente con sus pulgares.

Sin embargo, aunque tuve que dar marcha atrás –sobre todo por razones de trabajo– este breve autoexilio digital me dejó varias enseñanzas. En primer lugar, las semanas que estuve alejado de WhatsApp me sirvieron para recuperar buena parte de mi tranquilidad cotidiana. Los valiosos minutos que antes dedicaba a revisar periódicamente el teléfono para ver si me habían entrado mensajes los pude destinar a otras actividades más gratas o más fructíferas.

También me di cuenta de que en un alto porcentaje los chats, lejos de ser imprescindibles, terminan convertidos en una perdedera de tiempo. Asuntos que para su trámite requieren treinta minutos por WhatsApp se pueden resolver en treinta segundos con una simple llamada.

Además, las cuestiones de veras importantes no llegan por un chat y muchas de las que llegan por esa vía pierden su intensidad o su verdadero significado. La vida real no está en las redes sociales, sino en las miradas, en el contacto, en el aliento, en la voz, en las sonrisas, en los gestos, en los suspiros, en los abrazos o en las lágrimas; no en unas figuritas amarillas que hoy por hoy se les mandan por igual al compañero de trabajo, a la familia, a la novia o al señor que cuida el perro.

No es lo mismo decir “te quiero” en persona –o incluso por teléfono– que enviar corazoncitos o caritas felices por WhatsApp. No nos digamos mentiras: ninguna colección de ‘emojis’ va a reemplazar jamás el impacto de unos ojos aguados ni la emoción de una voz entrecortada por la alegría o el dolor.

No puedo negar que WhatsApp es una plataforma muy útil, sobre todo para comunicarse desde y hacia otro país, pero sería interesante saber qué porcentaje de los 54.000 millones de mensajes que se envían a diario valen la pena o cuántos de sus más de 800 millones de usuarios están dejando pasar la vida sin darse cuenta, por estar pegados a la pantalla del celular.


Vladdo en El Tiempo

martes, 10 de noviembre de 2015

10 NORMAS ANTES DE PUBLICAR INFORMACIÓN DE SUS HIJOS EN REDES SOCIALES


10 Normas antes de publicar información de sus hijos en redes sociales 


Debemos partir de la certeza que en las redes sociales, especialmente Facebook, no solamente están sus amigos y conocidos, también se encuentra gente mala...


Por: Juan Camilo Díaz | Fuente: El Tiempo.com 




Los padres de familia vivimos orgullosos de nuestros hijos. Como la familia es el único lugar en donde se ama realmente a la persona por lo que es, pues amamos a nuestros hijos de una manera increíble, a tal punto que nuestro Facebook está destinado y dedicado, en muchos casos, a exaltar la belleza, capacidades, destrezas y actividades de los menores (hijos, sobrinos).



Sin embargo, publicar información y/o fotos de los chiquitines puede ser muy peligroso ya que no podemos saber a ciencia cierta quienes las van a ver y para qué las pueden utilizar (pornografía por ejemplo…). Por ese motivo es necesario que tome atenta nota de estas 10 normas que debe tener en cuenta antes de publicar imágenes de sus hijos y/o sobrinos en las redes sociales:

1. Jamás se debe ver en la foto los lugares, como colegio o parques, que el menor de edad frecuenta. Esto le daría señales a los criminales de los lugares donde lo pueden encontrar.

2. Evite publicar imágenes en donde el menor aparezca al lado del automóvil y mucho menos que se vea claramente la placa.

3. Esta es de sentido común: evite publicar información, además de la imagen, en donde indique nombre, apellido y edad. Incluso sea cuidadoso para que el archivo original no contenga esa información.


4. Nunca publique información que contenga las actividades y los horarios del pequeño. Por ejemplo: “Hoy clase de arte a las 5 pm en La Calleja”.

5. Por favor evite comentarios sentimentales. Me explico: si está de viaje no publique una foto en donde el texto sea algo como “los extraño mucho, ya el sábado nos veremos”. Eso es decirle a los criminales: “sigan, adelante, están solos. ¡Y hasta el sábado!”.

6. Como está de moda geolocalizar las imágenes que tomamos con celulares y tabletas, es recomendable que desactive esa herramienta ya que le está dando información de más a los malandros.

7. Esta es muy lógica: por favor no publique imágenes en donde el niño o niña aparezca con el uniforme y el escudo del colegio en donde estudia. ¡Y mucho menos si el menor aparece en ropa interior o vestido de baño!

8. Advierta a familiares y amigos para que no comparta la información si usted de repente se pasó de comunicador…

9. Tenga en cuenta que una vez publicada la información ya es PÚBLICA, es decir que desde ese momento es IMPOSIBLE borrarla.

10. Una pregunta antes de publicar: ¿tengo el derecho, o por lo menos es responsable, publicar información de mis hijos o sobrinos sin su consentimiento? ¿Te gustaría que alguien publicara tu vida en la web?

Lamentablemente debemos tener en cuenta que en Internet abundan los malos, los criminales, que se aprovechan, en muchos casos, de nuestra inocencia e ingenuidad. Queremos exaltar a nuestros hijos y sobrinos, pero eso tiene sus riesgos. Por eso hay que ser cuidadosos.

Creo que se escapa una norma 11: así como cuidamos a nuestros niños en el mundo real, en la calle, así de precavidos debemos ser en el mundo virtual…

*Este artículo fue publicado incialmente en ElTiempo.com Con la autorización de su autor y, por su utilidad, lo reproducimos también en nuestro portal.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

FACEBOOK Y LA AMISTAD

Facebook y la amistad
La experiencia «imperfecta» de amistad en Facebook, sin embargo, apunta a la perfección


Por: P. Jorge Enrique Mújica | Fuente: Zenit.org 



Quien registra un perfil para comenzar a interactuar con otros usuarios en Facebook puede darse cuenta que a la base de las relaciones posibles en esa red social está un valor: la amistad.
La dinámica de la comunicación entre usuarios en Facebook parte de las relaciones entre amigos y para que esas relaciones sean posibles precisan de que los interesados sean «amigos» en esa red social. Ese «ser amigo» sigue un procedimiento antes de llegar a ser una realidad digital: un usuario pide amistad a otro por medio de la opción «solicitud de amistad». Pero no basta solicitar: la petición debe ser confirmada por el otro usuario a través de la opción «confirmar amistad» para que cobre efecto. Hecho esto último hay una nueva relación de amistad en el ambiente que Facebook ofrece.
Es cierto que no pocas veces esa «nueva amistad» es sólo la prolongación de una serie de relaciones previas surgidas en el ámbito de las relaciones cara a cara. Otras tantas supone el reencuentro con conocidos de antaño mientras que en otras más es el desenlace de una serie de experiencias de conocimiento humano surgidas en el contexto del mismo Facebook (gracias a la compatibilidad en torno a intereses u otro grupo de afinidades).
Al profundizar el tema de la amistad en Facebook se puede descubrir, por un lado, que lo que tradicionalmente consideramos «amistad» ha encontrado un nuevo escenario de prolongación vivencial; y, por otro, que la experiencia misma de lo que hoy allí muchos asocian al concepto «amistad» supone, por lo menos, una mutación de significado.
Acerca de esto último, es sobre todo en el grupo de quienes nacieron cuando internet ya existía en los que el valor amistad implica unas dimensiones de relación distintas a las tradicionales: piénsese en que ahora las interacciones mediadas por la tecnología son el modo más generalizado por el que los nativos digitales expresan su cercanía, muestras de afecto y otros gestos propios de los amigos. Estas «formas sociales» están pasando a ser la manera ordinaria de relación también para muchos inmigrantes digitales.
Si consideramos internet como lo que es, un ambiente, podemos decir que entonces el lugar donde la amistad se manifiesta simplemente ha cambiado de escenario o al menos que ha encontrado uno nuevo. Pero internet no es un ambiente sustitutivo sino complementario o, mejor dicho, a integrar en la vida humana que es una sola.

Considerando esto es que podemos advertir que la «amistad» que Facebook posibilita y muchos viven supone una mutación de significado. Mutación porque en definitiva la «amistad» pierde características que le son propias como la dimensión física del trato personal entre humanos. No es que Facebook en particular, o las redes sociales en general, no constituyan auténticas plataformas donde la amistad es una realidad vivida y vivible; lo que sucede es que por su misma naturaleza presentan limitantes que la llevan a ser un espacio imperfecto de amistad.
Esto en razón de no ser áreas físicas donde la gestualidad y la palabra hablada pueden fortalecer las relaciones o el simple hecho de que el radio de amigos difícilmente puede llegar a las 2.000 personas, como tantas veces sucede a quienes más que amistad buscan popularidad.
La experiencia «imperfecta» de amistad en Facebook, sin embargo, apunta a la perfección. Es así que podemos apreciar mejor el hecho de que las redes sociales como Facebook han acercado a las personas. Ciertamente tampoco podemos dejar de reconocer que se ha dado una cierta banalización ya no sólo del concepto sino de la misma experiencia de amistad.
Las personas con más amigos en Facebook son percibidas como más populares. Y en la búsqueda de esa popularidad los usuarios aceptan a tantas personas como «amigos» cuando en realidad lo que en el fondo se quiere es potenciales dadores de «me gusta» para las propias publicaciones. El otro no es visto como «amigo» sino como un simple número al servicio del propio ego.
Uno de los momentos en que el valor de la amistad queda más al descubierto en el Evangelio es cuando Jesucristo dice a sus apóstoles: «Ya no os llamo siervos sino amigos». No es una declaración cualquiera sino una transformación de relaciones: el que antes era un servidor ahora es llamado amigo. No se trata sólo de un cambio denominacional sino un auténtico cambio de relaciones con todas las implicaciones que eso supone: ya no es una relación vertical sino horizontal. De esta manera Dios indica cómo debe ser tratado el ser humano: como amigo. Y tal vez sea esta la cristianización que se pueda hacer de la amistad en Facebook.
Este artículo es parte del número de octubre de 2015 de “Informarse, revista electrónica de cultura humanística” que en su más reciente edición está dedicado al tema de la amistad. 

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