martes, 20 de septiembre de 2011

NOVENA DIA 7 - PADRE PIO DE PIETRELCINA




Día  Séptimo
AMOR DEL PADRE PÍO A LOS SANTOS ÁNGELES

Reflexión: Los ángeles de la guarda son seres espirituales que Dios envía a los hombres con la misión de custodiarnos y protegernos física y espiritualmente.
El ángel de la guarda no nos abandona nunca –decía el padre Pío-. Él es nuestro amigo más sincero y fiel.
El padre Pío le tenía mucha confianza y familiaridad y con frecuencia le daba encargos especiales. A quien iba a saludarlo antes de emprender un viaje, le decía: “El ángel de Dios te acompañe”.

A sus hijos espirituales repetía con frecuencia: “cuando me necesites y no puedas venir a verme, mándame a tu ángel de la guarda con el mensaje”.

El padre Agustín, su confesor, escribió: “El padre Pío no conoce ni el griego ni el francés, su ángel de la guarda le explica todo”.

En el libro Envíame a tu ángel de la guarda, el padre Alejo Parente nos cuenta este hecho asombroso: “Una vez el padre Pío estaba en la veranda y parecía estar hablando con alguien, mientras que en realidad yo no veía a nadie. Me acerqué a él para entregarle algunas cartas. El padre me dijo bruscamente: “¿No ves que estoy ocupado?”.

Me quedé mortificado y me retiré un poco. Al poco tiempo, el padre Pío me llamó y me dijo: “¿No has visto estos ángeles de la guarda que estaban alrededor? Eran los ángeles de la guarda de mis hijos espirituales que venían a traerme sus mensajes. Debía yo darles las respuestas”.

El padre Pío no era un hombre que inventara extrañezas o fuera preso de fantasías neuróticas. Ahora que la Iglesia ha reconocido su santidad, estas “extrañezas” se vuelven verdaderas enseñanzas para nosotros.


Oremos: Te pedimos, Señor, que tus santos ángeles, nos ayuden en el peregrinar de esta vida y nos conduzcan después a la patria eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén






A PESAR DE TODO...

A pesar de todo...

    SONRÍO....
Aunque la vida me golpee,
Aunque no todos los amaneceres sean hermosos,
Aunque se me cierren las puertas. Sonrío...

    SUEÑO....
Porque soñar no cuesta nada y alivia mi pensamiento,
Porque quizás mi sueño pueda cumplirse,
Porque soñar me hace feliz.

    LLORO...
Porque llorar purifica mi alma y alivia mi corazón,
Porque mi angustia decrece, aunque sólo sea un poco,
Porque cada lágrima es un propósito de mejorar mi existencia.

    AMO...
Porque amar es vivir,
Porque si amo, quizás reciba amor,
Porque prefiero amar y sufrir, que sufrir por no haber amado nunca.

    COMPARTO....
Porque al compartir crezco,
Porque mis penas, compartidas, disminuyen,
Y mis alegrías se duplican.

¡¡¡Sonrío, sueño, lloro, amo, comparto, vivo.!!! Y por esto cada día doy gracias a Dios que me da un día más...

lunes, 19 de septiembre de 2011

AMISTAD


Amistad
Señor:    
Te doy gracias por todos mis amigos.
Hoy te pido por todos mis amigos........ Tú sabes cuales, cuántos y como lo son realmente.

Algunos más antiguos y otros mas recientes; algunos alegres y expresivos; otros tímidos y callados; otros enojones e indiferentes; otros sinceros y bulliciosos... en fin, todos diferentes, todos especiales y muy valiosos. Te pido que tengan una buena comunicación contigo, aunque a veces entre nosotros no nos comuniquemos tanto.

Que con sus padres y hermanos y en general, su familia, compartan mucho, aunque a veces sin quererlo, nuestro compartir como amigos no sean tan frecuente.

Que cuando brinden su cariño a otros, lo hagan con dedicación y lealtad y obren siempre con sinceridad, aunque a veces la gente que encuentren en su diario vivir no les responda así.

Pero lo que más te pido Señor, es que el día en que nos llames y nos encontremos todos allí contigo, sigamos contando los unos con los otros y podamos decir que...... SEGUIMOS SIENDO BUENOS AMIGOS!!

DESAFÍO...

Desafió...

Es imprescindible un poco de lucha. Las tormentas con sus truenos, relámpagos y tristezas, nos enriquecen tanto como la felicidad y la alegría.
 
Oí una parábola antigua. Y debe ser muy antigua porque en aquellos días Dios acostumbraba a vivir en la tierra.

Un día un viejo campesino fue a verle y le dijo: Mira, tú debes ser Dios y debes haber creado el mundo, pero hay una cosa que tengo que decirte: No eres un campesino, no conoces ni siquiera el ABC de la agricultura. Tienes algo que aprender.
 
Dios dijo: ¿Cuál es tu consejo?
El granjero dijo:' Dame un año y déjame que las cosas se hagan como yo quiero y veamos que pasa. La pobreza no existirá más.
 
Dios aceptó y le concedió al campesino un año. Naturalmente pidió lo mejor y solo lo mejor: ni tormentas, ni ventarrones, ni peligros para el grano.
        Todo confortable, cómodo y él era muy feliz. El trigo crecía altísimo.

Cuando quería sol, había sol; cuando quería lluvia, había tanta lluvia como hiciera falta. Este año todo fue perfecto, matemáticamente perfecto.
 
El trigo crecía tan alto....que el granjero fue a ver a Dios y le dijo:
¡Mira! esta vez tendremos tanto grano que si la gente no trabaja en diez años, aún así tendremos comida suficiente'.
 
Pero cuando se recogieron los granos estaban vacíos.
El granjero se sorprendió. Le preguntó a Dios:'¿Qué pasó, qué error hubo?'.

Dios dijo:' Como no hubo desafío, no hubo conflicto, ni fricción, como tú evitaste todo lo que era malo, el trigo se volvió impotente.

Un poco de lucha es imprescindible. Las tormentas, los truenos, los relámpagos, son necesarios, porque sacuden el alma dentro del trigo'.
 
La noche es tan necesaria como el día y los días de tristeza son tan esenciales como los días de felicidad.
 
A esto se le llama entendimiento. Entendiendo este secreto descubrirás cuán grande es la belleza de la vida, cuanta riqueza llueve sobre tí en todo momento, dejando de sentirte miserable porque las cosas no van de acuerdo con tus deseos.

LA VIRGEN MARÍA...



 
La Virgen María..

La Virgen María, por un privilegio único en vista de su destino divino, fue concebida sin pecado. Nunca el demonio tuvo poder alguno sobre Ella, porque estuvo exenta de pecado original. Debes honrar muy especialmente esta prerrogativa de la Madre de Dios, porque es el comienzo de su santificación y de su gloria. Regocíjate con Ella por la dicha que tuvo de ser librada del pecado de Adán, y recibir más gracias, en ese momento feliz de su Concepción, que la que nunca poseyeron los hombres y los ángeles juntos.

Oh Dios que, por la Inmaculada Concepción de la Virgen, habéis preparado un santuario digno para vuestro Hijo, dignaos, después de haberlo preservado de toda mancha en previsión de la muerte de este mismo Hijo, concédernos a nosotros, por su intercesión, la gracia de llegar hasta Vos, purificados de toda mancha. Por Jescucristo Nuestro Señor, Amén.


SALMO 10: EL SEÑOR ESPERANZA DEL JUSTO

Salmo 10
El Señor esperanza del justo

Al Señor me acojo, ¿por qué me decís:
"escapa como un pájaro al monte,
porque los malvados tensan el arco, ajustan las saetas a la cuerda, para disparar en la sombra contra los buenos? Cuando fallan los cimientos, ¿qué podrá hacer el justo?"
Pero el Señor está en su templo santo, el Señor tiene su trono en el cielo, sus ojos están observando, sus pupilas examinan a los hombres. 

El Señor examina a inocentes y culpables, y al que ama la violencia El lo odia. Hará llover sobre los malvados ascuas y azufre, les tocará en suerte un viento huracanado.
Porque el Señor es justo y ama la justicia:  los buenos verán su rostro. 



 



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NOVENA DIA 6 - PADRE PIO DE PIETRELCINA




Día  Sexto
AMOR DEL PADRE PÍO A LA VIRGEN MARÍA.

Reflexión: Desde niño el padre Pío tuvo siempre una tierna, afectuosa y confiada devoción a la Virgen María.
Cuando sacerdote  se consagró totalmente a ella y la consideró “Dulcísima Madre de los sacerdotes, mediadora y dispensadora de todas las gracias”.
Cuando pasaba ante una imagen de la Virgen, decía: “Te saludo, María, saluda a Jesús de mi parte”.
Festejaba el mes de mayo con mucho fervor. Decía: El mes de mayo para mí es el mes de las gracias. Quisiera tener una voz poderosa para invitar a todos los pecadores del mundo a amar a la Virgen.

Su amor a la Virgen era muy grande –cuenta un
sacerdote-. Recuerdo que una vez le pedimos al padre Pío, en la fiesta de la Asunción, que nos diera un pensamiento sobre la fiesta. Se le iluminó el rostro y sollozando dijo: “Hijos míos, amemos a la Virgen, ella es nuestra Madre”. Se emocionó y se puso a llorar. También nosotros nos pusimos a llorar, confundidos ante tanto amor.
Llamaba el rosario su arma preferida. Lo llevaba enrollado en la mano o en el brazo, como si fuera un arma siempre empuñada.

Su devoción a la Virgen era concreta y profunda, que lo llevaba a Cristo. La Virgen Dolorosa lo llevaba al misterio de la cruz, a embriagarse en los padecimientos de Jesús.
La Virgen lo introdujo también en el misterio eucarístico. Escribió: ¡Pobre madrecita, cuánto me quiere! ¡Con qué cariño me ha acompañado esta mañana hasta el altar! Me ha parecido que ella no tuviera ni siquiera en quién pensar sino sólo en mí, al llenarme el corazón de santos afectos.

Oremos: Dios omnipotente y eterno, que has hecho grandes maravillas en la Virgen María, madre de tu Hijo y madre nuestra, por intercesión de san Pío de Pietrelcina, renueva en nosotros las maravillas del Espíritu para que podamos bendecir eternamente tu nombre. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.






sábado, 17 de septiembre de 2011

ORACIÓN A DIOS: SANTO DIOS


LOS ESTIGMAS, ¿PUEDE SUCEDERLE A CUALQUIERA?


Los estigmas, ¿pueden sucederle a cualquiera?
Siempre ha sido gente excepcional, virtuosa, probada en el dolor y convencida de la fe quienes los han recibido realmente

Autor: Ignacio Ibañez / Tito Paolo Zecca 
| Fuente: Acción Católica Argentina / Zenit.org 




El estigma es un fenómeno místico extraordinario por medio del cual se presentan en el cuerpo las llagas de la pasión de Cristo. Y como afirma De Grandmaison, reconocida autoridad en el campo de la investigación sobrenatural, esta experiencia se concede únicamente a quienes merecen ser presencia amorosa de Dios en el mundo. El estigma es un hecho del todo extraordinario, como comprueba el doctor Imbert Gourbeyre, quien dedicó años a investigar sobre estos casos. El primer caso famoso fue el de San Francisco de Asís. Son numerosos los testimonios de quienes lo vieron y presenciaron. 

La Iglesia nunca ha querido servirse de estos acontecimientos sobrenaturales para promover la fe católica o la misma imagen de la Iglesia. Al contrario, siempre ha adoptado una actitud de reserva, dando más importancia a las virtudes y al testimonio de vida que al carácter sobrenatural de los que han recibido la estigmatización en su cuerpo. 

El último caso que ha dado la vuelta al mundo es el Padre Pío. Aunque el Padre Pío llevó durante 53 años la herida de los estigmas en sus manos, en sus pies y en su costado, la Iglesia nunca quiso hacer alarde de ello. Las llagas permanecían cerradas todos los días y sólo se abrían y sangraban los viernes. Las fotos que existen fueron tomadas de manera espontánea por gente que se saltó la prohibición de fotografiar las manos del capuchino. A pesar de la evidencia del caso, la Iglesia nunca declaró oficialmente que los estigmas del P. Pío fueran de origen divino. 

Los estigmas no se han producido en gente neurótica, trastornada o hipocondríaca. La psiquiatría experimental afirma que no pueden ser simples fluxiones o supuraciones de sangre producidas por el poder de la imaginación, ya que las heridas aparecen y sangran sin ninguna intención ni esfuerzo por parte del estigmatizado. 

Los estigmas se han dado siempre de manera instantánea, causando gran sorpresa e impresión en quienes los han recibido. Las llagas nunca han supurado y su sangre se ha mantenido siempre fresca y limpia. Además, han sido heridas que no se curan nunca y que permanecen un gran número de años sin que pueda darse una explicación médica o científica. Es cierto también que algunos ilusos se han dejado llevar por un fanatismo exagerado y han fingido llevar las huellas de las llagas de Cristo (Caso: Giorgio Bongiovanni). No hay que dejarse llevar por quienes tratan de apantallar. Ni en la vida, ni mucho menos, en la fe. 

Han sido muy pocos quienes a lo largo de la historia han recibido realmente en su cuerpo la impresión de los estigmas. Siempre ha sido gente excepcional, virtuosa, probada en el dolor y convencida de la fe. Gente que ha recibido un don del que nunca se han sentido merecedores ni dignos. Gente que nos recuerda que es maravilloso imitar a Jesús. En las sonrisas y en las heridas. En todo. Y ofreciendo el dolor de sus heridas para que haya más sonrisas en todos. Como Jesús. 

Los estigmas, desconcertante signo de la pasión de Cristo. Entrevista con el catedrático de espiritualidad Tito Paolo Zecca

Los estigmas, signo distintivo de la pasión de Cristo, se han convertido en el centro de un debate teológico muy interesante. 

Desde Francisco de Asís (primer santo de la historia en que se ha podido comprobar este fenómeno) hasta el beato Pío de Pietrelcina (uno de los últimos casos) se han dado unos 250 casos de personas con estigmas, en la mayoría de los casos con comprobación científica. Pero, ¿qué significan esas llagas dolorosas en las manos y en los pies de personajes que en algunos casos, con su espiritualidad, han cambiado la historia del mundo y del cristianismo? 

Para comprender mejor el debate, Zenit ha entrevistado al padre pasionista Tito Paolo Zecca, profesor de Teología pastoral y espiritualidad en la Universidad Pontificia de San Juan de Letrán y en el Ateneo Pontificio Antonianum de Roma. Este catedrático, que ha dedicado investigaciones y libros al argumento, es uno de los máximos expertos mundiales en la materia. 

Acaba de presentar sus últimos descubrimientos en una conferencia dictada sobre «El Crucifijo de la Sábana Santa y las personas con estigmas» en el centro de Sindonología del Caravita, en Roma (http://www.sindonologia.it). 


¿Cuál es el significado de los estigmas? 

En el misterio de la resurrección de Jesús, el Evangelio muestra cómo no han quedado canceladas su llagas. Los estigmas representan un signo de lo que sufrió Cristo durante la pasión, y por tanto constituyen un dato teológico en el que hay que profundizar mucho más de lo que hemos hecho hasta ahora. En el Evangelio de Juan, cuando Jesús entra en el Cenáculo con las puertas cerradas y saluda a los discípulos, muestra los estigmas para identificarse. A santo Tomás le dice: «Mete tu dedo en mi costado». La consternación de los apóstoles es también un hecho revelador de este misterio. Este fenómeno muestra la eficacia de la salvación de Cristo en la Cruz y permanece de manera particular en el signo de los estigmas, convirtiéndose en un dato distintivo de la eficacia redentora y salvadora de la fe. 


Ha habido 250 casos de santos y beatos que han tenido los estigmas. ¿Cuál es el significado histórico de este signo? 

Es un dato particular de la espiritualidad y de la mística occidental. A partir de san Francisco, hemos tenido un número significativo de santos y beatos que han vivido la experiencia desconcertante de la reproducción en su cuerpo de los estigmas de Cristo. Hasta ahora, la investigación ha subrayado el carácter de configuración e imitación de Jesús, que surge de la intensa relación personal que han mantenido con él estas personas. Sin embargo, se ha analizado muy poco el papel que estos santos y beatos han desempeñado en la Iglesia. No se ha reflexionado suficientemente en la misión particular que está ligada a los estigmas. 


¿Puede poner algún caso concreto? 

Por ejemplo, san Francisco de Asís recibió los estigmas cuando todos sus proyectos de santidad --fundación de la Orden, aprobación de la regla primitiva, viaje a Palestina-- habían fracasado. Se encuentra solo y abandonado. La configuración con el Crucificado le consuela, pero al mismo tiempo el sufrimiento de los estigmas se convierte en un bien para su Orden y en un mensaje para toda la Iglesia. 

El sucesor de san Francisco, Fray Elías, entendió el significado de los estigmas y así lo subrayó en la carta que dirigió a todos los fieles. 

Este mismo mensaje y misión de los estigmas puede constatarse en Santa María Magdalena de Pazzi y en santa Catalina de Siena. En el siglo que acaba de concluir esta misión se constata con claridad en personajes como santa Gemma Galgani (fallecida en 1913), el beato padre Pío de Pietrelcina  (1887-1968), y Marthe Robin (mística francesa fallecida en 1981 de quien se están estudiando sus escritos antes de emprender el proceso de beatificación). 

Marthe Robin se ha hecho conocida después de que el famoso escritor Jean Guitton escribiera el libro «El viaje inmóvil» Durante cuarenta años esta mujer estuvo sin moverse en su lecho. Al igual que Gemma Galgani y Pio de Pietrelcina, ha dado vida a muchísimos grupos de espiritualidad y oración en todo el mundo. 


¿Qué es lo que experimenta quien recibe los estigmas de la pasión de Cristo? 

Se trata de una experiencia de alegría y dolor. El Señor es siempre el que toma la iniciativa. Los destinatarios de los estigmas consideran esto como una inmensa gracia, de la que no se sienten dignos. De hecho piden al Señor que se la quite, pues se avergüenzan. Esta actitud es evidente en el padre Pío. El beato de Pietrelcina muestra claramente cuál es la misión de quien lleva los estimas. El padre Pío funda grupos de oración y la Casa de Alivio del Sufrimiento (un gran hospital), realizando una obra concreta para aliviar los sufrimientos físicos. Además, a través de la oración, profundiza en la capacidad de intercesión de las personas unidas a quien padece los estigmas que renueva el mundo, lo salva y lo protege. 


Pero, entonces, ¿por qué da el Señor esta «gracia» a ciertas personas? 

La respuesta está precisamente en su misión. Es un servicio que la Iglesia necesita en un momento particular de su historia. Es como un signo profético, un llamamiento, una dato sorprendente capaz de recordar a los hombres las cosas esenciales, es decir, la conformación con Cristo y la salvación de Cristo que con sus llagas nos ha rescatado. 

En cierto sentido, todos nosotros llevamos los estigmas, pues con el bautismo estamos sumergidos en la vida de Cristo, que nos permite participar en el misterio pascual de su muerte y resurrección. En su pequeñez, cada uno

NOVENA DIA 4 - PADRE PIO DE PIETRELCINA

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NOVENA A SAN PÍO DE PIETRELCINA
Día  Cuarto
EL AMOR DEL PADRE PÍO A LA EUCARISTÍA

Reflexión: La Eucaristía es la acción de gracias por las maravillas que Dios ha hecho por nosotros con la muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo. Jesús ha querido quedarse con nosotros real y sustancialmente con su cuerpo, sangre, alma y divinidad como sacrificio, es decir, memorial de su muerte y como alimento espiritual en la comunión sacramental.
Dios llamó al padre Pío a ser sacerdote y víctima. Gentes de todo el mundo acudían a San Giovanni Rotondo para ver de cerca al estigmatizado padre Pío celebrar la santa misa.
Cristo crucificado se hacía presente visiblemente en la persona de su ministro: su pasión y su muerte se reflejaba durante la celebración del sacrificio del Calvario, celebrada por un sacerdote que en aquel momento le prestaba voz, manos y corazón.
Lo que más me hiere –escribe el padre Pío a su director espiritual- es el abandono en que se encuentra Jesús en el Santísimo Sacramento. Mi corazón se siente como atraído por una fuerza superior antes de unirme a él al comulgar. Siento tanta hambre y sed de recibirlo, que falta poco para que no muera de ansia.
A veces voy a recibirlo como con fiebre. Y esta hambre y sed en lugar que se apague, después que lo he recibido, se acrecientan siempre más en mí, al grado de decirle a Jesús: ¡Basta!, Porque no aguanto más.

Oremos: Padre celestial, para la mayor gloria de tu santo nombre y por el mayor bien de las almas, te suplicamos por intercesión de san Pío de Pietrelcina, que multipliques el número de tus sacerdotes. Derrama sobre ellos tu divino Espíritu, enamóralos de la cruz y haz muy fecundo su apostolado. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén










LOS PERFUMES DE SAN PIO DE PIETRELCINA


Los Perfumes del San Padre Pío de Pietrelcina

La osmogenesia es un carisma poseído por algunos Santos. Tal carisma, en algunas circunstancias permitió percibir a distancia perfumes particulares. Tales perfumes son definidos como olores de santidad. El Padre Pío poseyó tal carisma y tales fenómenos fueron tan frecuentes para él que la gente común fue acostumbrada a definirlos como los Perfumes del Padre Pío. A menudo el perfume emanó de su persona, de los objetos que tocó o de sus vestidos. Otras veces el perfume fue perceptible en los lugares por donde pasó.

Un día un conocido médico sacó de la llaga del costado del Padre Pío una venda que fue usada para taponar la sangre. Él guardó la venda en un estuche para llevarla al laboratorio de Roma, para analizarla. Durante el viaje, un Oficial y otras personas que estuvieron con él dijeron sentir el perfume que generalmente el Padre Pío emanaba. Ninguna de aquellas personas sabía que el médico tenía en el bolso la venda empapada de la sangre del Padre Pío. El médico conservó aquel paño en su estudio, y el extraño perfume impregnó por largo tiempo el entorno, tanto que los pacientes que fueron de visitas pidieron explicaciones.

El Fraile Modestino contó: "Una vez me encontraba de vacaciones en San Giovanni Rotondo. En la mañana me presenté en la Sacristía para servir la Misa al Padre Pío, pero otros monjes discutieron para tener este privilegio. El Padre Pío interrumpió aquella discusión y dijo - la Misa sólo la sirve él - y me indicó. Nadie habló más, acompañé el Padre al altar de San Francisco. Yo empecé a preparar el Altar para la Santa Misa en absoluta concentración. En el momento del "Sanctus" tuve un repentino deseo de percibir aquel indescriptible perfume que ya muchas veces olí cuando besé la mano de Padre Pío. El deseo fue concedido enseguida. Una oleada de perfume me envolvió. El perfume siempre aumentó más. Ya no lograba respirar. Me apoyé con la mano en la balaustrada para no caer. Estuve a punto de desmayarme y le pregunté mentalmente al Padre Pío para evitar esto frente a tanta gente. En aquel preciso instante el perfume desapareció. En la tarde, mientras acompañé el Padre a su celda, le pedí al Padre Piadosas explicaciones sobre el fenómeno. Me contestó: “Hijo mío, no soy yo. Es Dios el que actúa. Lo hace sentir cuando quiere y a quien quiere. Todo ocurre como le gusta a él."

Yo estaba detrás de una ventana del confesionario y desde mi ventana vi al Padre Pío que confesaba del otro lado del confesionario. Una señora contó. Mientras yo pensé dentro de mí que estaba a punto de hablar a un santo, fuì inundada por un fuerte perfume de azucenas. Eso  me impresionó mucho, ya que el cuento de los perfumes nunca lo creí. Y así yo me convencí que los perfumes de Padre Pío existieron realmente.
Una señora de Bolonia de 24 años. Usted se fracturó el brazo derecho que, tres años antes, fue operado en consecuencia de un grave accidente. Después de una nueva operación y después de una larga cura, el cirujano le dijo al padre de la chica que ella ya no podía usar el brazo. En efecto el brazo fue completamente inmovilizado en consecuencia de la remoción de una sección del omóplato. Un injerto óseo no logró sanarla. Desolados, padre e hija, parten para San Giovanni Rotondo. El Padre Pío los recibe, los bendice y declara: "¡Sobre todo ninguna desesperación! ¡Confiad en Dios! El brazo se curará”. Era a finales de julio de 1930. La enferma vuelve a Bolonia sin ninguna mejoría. ¡El Padre Pío se ha equivocado pues! Nadie piensa más en este problema y los meses transcurren. El 17 de septiembre, el día en que se celebran los estigmas de San. Francisco, de repente el apartamento en que vivía la familia es invadido por un delicioso olor de junquillos y rosas. Este fenómeno, duró un cuarto de hora y Los inquilinos estaban asombrados y buscaron en vano el origen de aquellos maravillosos perfumes. Desde aquel día la joven reanudó el empleo del brazo. Una radiografía, que ella conservó celosamente, enseñó la reparación del hueso y los cartílagos.
Un hombre contó: "... un día, mi mujer me convenció a ir a ver al Padre Pío. Yo no entraba en una iglesia desde hacía veinticinco años, precisamente del día de mi boda. Sentí la necesidad de confesarme, pero el Padre Pío, en cuanto yo estaba delante de él me dijo bruscamente, sin tampoco mirarme: "Vete de aquí" - "Estoy aquí para confesarme, y obtener la absolución" - le dije toscamente. "Vete he dicho", me contestó toscamente. Entonces me fuì. Yo atravesé de carrera la iglesia pequeña hasta el hotel. Mi mujer, que me viò salir velozmente, me alcanzó en la habitación del hotel. - "¿Qué cosa ha sucedido? ¿Qué haces"? - me preguntó. "Hago la maleta y me voy". En aquel entonces una oleada de perfume me sobresaltó. Un perfume intenso, maravilloso. Quedé pasmado, totalmente asombrado y maravillado Me calmé en un santiamén. En un instante sentí nacer en mí un gran deseo de regresar al Padre Pío. Regresé al otro día; pero primero hice un esmerado examen de conciencia. El Padre Pío me acogió benévolamente y me dio la absolución." ¡Que grande y espléndido es este maravilloso fraile, salvó mi alma obsequiándome el fabuloso don de la conversión, Aleluya, Gloria a Dios!
Cuenta una señora - Mi marido tuvo un accidente de transito y fuè transportado moribundo al hospital de Tarento. Los médicos dijeron que no podían salvarlo. Cuando fui a visitarlo, cada día rogué delante de un monumento del Padre Pío que estaba en el jardín del hospital. El "Santo" un día, para darme la señal de haber acogido mis súplicas, me hizo sentir un maravilloso perfume de azucenas. Desde aquel momento las condiciones de mi marido mejoraron y se han encaminado hacia la completa curación.

Un señor de Toronto cuenta: - En el año 1947 mi mujer que se enfermó gravemente, fuè hospitalizada en una clínica de Roma para una delicada intervención quirúrgica. Yo partí para San Giovanni Rotondo, me confesé con el Padre Pío y, después de haber recibido la sacramental absolución, le describí al Padre las condiciones de salud de mi mujer. Luego yo añadí: "Padre, ayúdeme a rogar" En aquel instante advertí un perfume delicioso y persistente que me sorprendieron. Volví tarde a casa, era ya la noche. Apenas abrí el portón, advertí de nuevo aquel mismo perfume que sentí junto al Padre Pío y me animé, sintiéndome bastante confiado. Mi mujer fuè operada, y aunque fue muy peligrosa, la operación. Salió perfectamente bien. A ella le conté la experiencia maravillosa experimentada, y junto agradecimos al venerado Padre Pío, entre las lágrimas de intensa y sincera conmoción. Estamos muy agradecidos al Santo fraile de Pietrelcina.

Dos jóvenes novios polacos, domiciliados en Inglaterra, tuvieron que tomar una grave decisión. Bajo el punto de vista humano la situación pareció desgraciada. ¿Qué hacer? Alguien dijo de preguntar un consejo al Padre Pío. ¡Se lo escribieron pero no tuvieron a ninguna respuesta! Entonces decidieron ir a San Giovanni Rotondo, para preguntarle directamente al padre una ayuda y un consejo. ¡De Inglaterra a Apulia, el trayecto es largo! Los viajeros se paran Berna en suiza para hacer una parada y se preguntaron con angustia si merecía la pena de continuar. 
Ellos pensaron: "Supongamos que el Padre nos reciba " Una tarde estaban hablando y estaban un poco tristes, en una habitación de hotel de baja categoría. En efecto para ahorrar dinero alquilaron un desván. Era invierno y nevó. Llenos de frío y desmoralizados, habrían querido regresar, cuando de repente se sintieron envueltos por un perfume exquisito y fuerte, tan agradable, que fueron reconfortados. La mujer se metió a inspeccionar los muebles para encontrar el frasquito de perfume que seguramente había sido olvidada por algún viajero despistado. ¡Pero las búsquedas fueron inútiles! Poco después el perfume desapareció y la habitación volvió a exhalar el usual olor de tufo fétido y moho. La curiosidad se les despertó, y los dos viajeros, interrogaron al propietario del hotel el cual no sabía nada del perfume. Fue la primera vez que los clientes de su hotel, creyeron en el perfume. Pero este suceso los reanimó y les confirmó en el propósito de continuar el viaje. Ellos llegaron a San Giovanni Rotondo y fueron recibidos por el Padre Pío, y ellos con los brazos abiertos. El joven, que habló italiano, pidió excusa. - "Os hemos escrito Padre, pero ya que "no nos habéis contestado"... ¿- No os he contestado; cómo? ¿Y aquella tarde en el hotel suizo, no habéis sentido nada?... Con pocas palabras solucionó sus dificultades y los dejó. Ellos estaban llenos de alegría y gratitud, entendieron solamente entonces "aquel extraño modo de contestar" del Padre Pío.

Un señor conoció al Padre Pío a causa de una serie de coincidencias bastante extrañas. Él cuenta: "Yo escuché hablar por primera vez, de esta obra de Dios, después de la guerra; sobre todo de un amigo periodista. Ya que este amigo mío conoció bien al Padre Pío, él me habló del Padre Pío con un entusiasmo que a mí pareció excesivo. Mi primera reacción fue de indiferencia e incredulidad, especialmente cuando mi amigo me contó de ciertos fenómenos como los perfumes del Padre Pío, que muchos dijeron de percibir en lugares muy lejanos del religioso. En cierto momento, en cambio, empezaron también a ocurrirme estos extraños hechos. De repente sentí un intenso perfume de violetas en lugares insólitos, dónde fue imposible que hubieran flores. El pensamiento me corrió hacia el Padre Pío, pero me rebelé, me dije a mí mismo que era víctima de sugestiones. Un día el fenómeno también me ocurrió mientras estaba de vacaciones con mi mujer. Yo fui a la Estación Ferroviaria para enviar una carta y en aquel lugar, que no es perfumado normalmente, sentí aquel inconfundible perfume de violetas. Mientras reflexioné sobre aquel hecho, mi mujer dijo: ¿“Pero de dónde viene este perfume"? ¿ Tú también lo sientes "? Le pregunté maravillado. Entonces le conté del Padre Pío, de las discusiones con mi amigo y de aquel perfume que desde hace tiempo me persiguió. "Si" »Si yo fuera tú, dijo mi mujer partiría enseguida para San Giovanni "Rotondo". Al día siguiente estuvimos de viaje. Cuando llegamos delante de él, el Padre me dijo: "Ay, he aquí a nuestro héroe; mucho tiempo he esperado para hacerlo venir". Aquel mismo día tuve el privilegio de hablar con él, y desde aquel momento mi vida cambió.

Un señor cuenta: " Hace algunos años tuve un infarto cardíaco. Me aconsejaron someterme a una intervención quirúrgica para mejorar mi condición de vida, y decidí hospitalizarme. Era el mes de junio de 1991. Durante la operación, que fue concluida con éxito, me fueron instalados 4 by-pass. Desafortunadamente, cuando me desperté después de la anestesia, me percaté que la pierna y el brazo derecho estaban paralizados. La amargura fue grande, pero después del primer instante de desaliento, la fe volvió a sustentarme y empecé a rogar al Padre Pío. Mi confianza en el venerado Padre no fue quebrantada. Rogué haciendo una novena que mi pobre mamá, aconsejó para casos desesperados y, después de tres días, en la misma mañana en que acabé la novena, incluso sólo siendo rodeado por otros enfermos, sentí alrededor de mí un perfume intenso de muguete. Cuando éste perfume se desvaneció, sentí un hormigueo en el pie derecho y entendí enseguida que mis ruegos fueron atendidos." Le oré con fe y fuì escuchado y atendido rápidamente, como todo el que le ruega, porque su amor es inmenso y especialmente por los enfermos.
Testimonio de una señora: - "Yo tuve una grave enfermedad en los ojos que limitó mi campo visual y que me hizo sufrir y ver poco. Consulté a diferentes médicos y después de varios análisis me fue diagnosticada una hemorragia ocular irreversible y un probable tumor en la hipófisis. Eso me proporcionó mucha ansiedad y sufrimiento; en efecto el médico dijo que esta enfermedad no podría ser curada. Estuve de viaje y a punto de alcanzar Benevento. Pude llegar a Pietrelcina, dónde tuve la suerte de visitar los lugares del venerado Padre Pío. Durante la visita en una de las últimas habitaciones que hospedaron al Padre, yo tuve una fuerte conmoción y mientras rogué por mis parientes, sentí un intenso perfume de incienso. Al regresar a Roma, en tren, medité sobre lo que me ocurrió y me amargué por no haber rogado al Padre Pío por mis ojos enfermos. Supliqué enseguida, con fe, su intervención. La ayuda del Padre Pío no se hizo esperar, mejoré progresivamente y después de poco tiempo recobré totalmente la vista. El especialista que me visitó, registró maravillado la total recuperación del campo visual que ocurrió misteriosamente."

Un señor de Canicattì (Sicilia - Italia), cuenta: "Al principio del año 1953, mi mujer fue afectada por una grave forma de nefritis. Se encontraba en los primeros meses de embarazo; y los médicos dijeron que su vida y la del niño estaban en peligro. Ninguna cura fuè eficaz. El 3 de mayo, yo estaba desesperado y escribí una carta al Padre Pío suplicándole ayuda y sus ruegos. Después de un tiempo, mi mujer y yo al mismo tiempo, pero en habitaciones diferentes, olimos un misterioso y agradable perfume de rosas. En aquel preciso instante, llamó a la puerta de la casa, el cartero y nos entregó una carta, enviada desde el convento de San Giovanni Rotondo. En la carta decía que el Padre Pío había rogado por mi mujer y por la criatura que llevaba en su seno. Al día siguiente mi mujer, se hizo una prueba médica en el laboratorio, la cual determinó que mi mujer estaba curada".

Un famoso abogado devoto del Padre Pío cuenta: "Un día en que yo estaba en la iglesia vieja del convento y participaba en la Santa Misa, la larga y maravillosa Misa del Padre Pío. En el momento en que el sacerdote elevó la Sagrada Hostia, me distraje pensando, y me quedé de pie. Fui el único, entre toda la muchedumbre de fieles arrodillados; el único aparentemente irreverente De repente fui sacudido por un penetrante y agradable olor de violetas que me hizo volver a la realidad; y miré a mi alrededor, también me arrodillé; con la rodilla en tierra pero sin pensar en el extraño perfume. Como siempre, después de la función religiosa, fui a saludar al Padre que me acogió con esta sorpresa: "Hoy estuviste un algo despistado" - "Usted Padre, me ha despertado, dichosamente me ha despertado vuestro perfume"... - "¿Pero cuál perfume?, “¿tu no quieres unas bofetadas?”

Un empleado siciliano, después de su conversión quiso confesarse con el Padre Pio, quien le tuvo la mano derecha apretada entre las suyas. El empleado cuenta que cuando llegó a Forma notó que la mano derecha tenía un perfume que no tenía la izquierda. Fue el mismo perfume que él sintió cuando estuvo cerca de Padre Pio. El perfume no desapareció tampoco cuando él se lavó las manos. Puesto que Padre Pio le dio una penitencia de dos meses de duración, en todo aquel período un idéntico perfume le subió del pecho a la nariz y fue tan bonito que se sintió extasiado. Algunas veces el perfume desaparecía y entonces él trataba de sugestionarse para sentirlo, pero sin ningún resultado. Luego, acabada la penitencia, el perfume se desvaneció.
El Fraile Ludovico de San Giovanni Redondo asegura que "el Padre Pío dejó una estela de perfume, cuando pasó por las botaduras locales del convento”.

El Padre Federico certifica: "A veces, para saber dónde estuvo el Padre Pío, era suficiente seguir la estela del perfume.

El Sr. Piero cuenta: "Mientras yo viajaba en el coche, yendo a una velocidad bastante alta, sentí una oleada de perfume. Me acordé que un día le pregunté al Padre Pío el sentido de aquel fenómeno y el Santo me contestó: ´Hijo, cuando tú sientes el perfume, estate atento`. En aquel instante yo aminoré la velocidad pero no pude evitar salir fuera de la calle y accidentarme, pero yo no dufrí daños”. 



viernes, 16 de septiembre de 2011

PENSAMIENTO DE PADRE PIO


María sea la estrella que te alumbre el camino, te enseñe la calle segura para ir al Padre Celestial; Ella sea el asidero firme que tengas, para que te conserves cada vez más unidos estrechamente en el tiempo de la prueba.

San Pio de Pietrelcina


DIEZ CONSEJOS PARA VIVIR EN CRISTIANO...


Diez consejos para vivir en cristiano

1. No presumas de "cristiano", vive como buen cristiano. Sé humilde. Reconoce que todos necesitamos el perdón y la misericordia. El tercer milenio del nacimiento de Cristo es una buena oportunidad para renovar nuestras actitudes cristianas.
 
2. Agradece a Dios la fe que tienes. Dedica, cada día, unos minutos a hacer oración. Ten un plan de vida de piedad. Lee algún libro de formación cristiana.
 
3. Valora el hecho de ser cristiano y católico. Alégrate de ser hijo de Dios y ciudadano del Cielo. Renueva tu fe, recita despacio el Credo, reza el Padrenuestro.
 
4. Tomate en serio la misa del Domingo. Se dice que "primero es la obligación que la devoción"; pues no olvides que nuestra primera obligación es con Dios.
        Vivirás como buen hijo de Dios unido a toda la familia cristiana.
 
5. Confiesa tus pecados. Nadie es del todo bueno. Atiende la llamada de Dios que nos ofrece el perdón, la renovación interior, la alegría de la salvación. Ve a la Iglesia, confiesa tus pecados al sacerdote y recibe el gozo del perdón de parte de Cristo y del Dios salvador.
 
6. Invoca a la Virgen para que te ayude a creer en Jesucristo con amor, con fidelidad, con fortaleza, con coherencia. Ella es madre y modelo de los discípulos, de la Iglesia entera. Jesús la preparó para que fuera la madre espiritual de todos sus hermanos. Acude a Ella con confianza de hijo.
 
7. Vive mas sobriamente. Confórmate con lo que tienes. Frena las ambiciones y los caprichos. Piensa en los que tienen menos que tú. Ayúdales con tu tiempo y con tu dinero. Con tu amor.
 
8. Habla de Jesucristo a tus amigos, a tus vecinos, a tus compañeros de trabajo. Háblales de la bondad de Dios, de la esperanza de la salvación, de la posibilidad y la alegría de ser cada día un poco mejores amando a Dios y haciendo el bien. Sé apóstol.
 
9. Cumple tus obligaciones de cada dia con amor, con alegría, con el gozo de ayudar a vivir a los demás y de ir construyendo un mundo de fraternidad y de esperanza.
 
10. Ama a todos. Defiende y protege la vida, desde la concepción hasta la muerte. Ponte a favor de cuantos necesitan nuestra ayuda. Da gracias a Dios por haberte llamado a colaborar con Él en la construcción de un mundo mejor.

NOVENA DIA 3 - PADRE PIO DE PIETRELCINA

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NOVENA A SAN PÍO DE PIETRELCINA
Día  Tercero
AMOR DEL PADRE PÍO A LA PALABRA DE DIOS

Reflexión: Uno de los deberes del sacerdote es la predicación de la Palabra de Dios. Los presbíteros, en virtud del sacramento del Orden, han sido consagrados para predicar el Evangelio. El sacerdote está acreditado oficialmente por la Iglesia para predicar la palabra como maestro.
Por eso el obispo, en la ceremonia de ordenación, le dijo: “Recibe el Espíritu Santo”.
Cuando el padre Pío llegó a San Giovanni Rotondo, el provincial lo encargó de la educación de unos treinta muchachitos que se preparaban a la vida religiosa capuchina. El superior, el Padre Paulino, nos describe así las ocupaciones en las que empleaba sus horas el padre Pío: “Se dedica a la lectura de libros espirituales, de modo especial a la lectura de la Sagrada Escritura”.
Uno de los niños de aquel tiempo, el padre Manuel de San Marco escribió:

“La forma de hablar del padre Pío en las conferencias era tan expresiva y conmovedora, que superaba todo lo imaginable, porque todo cuanto decía le salía de su misma vida, de su propio corazón. ¡Con qué dulzura nos hablaba de Jesús, Camino, Verdad y Vida! ¡Con qué ternura se expresaba cuando citaba textualmente las palabras del Señor!”
Todos los que conocieron al padre Pío y lo oyeron predicar, afirman que lo hacía con ardor y eficacia.

Oremos: Dios todopoderoso y eterno, escucha la oración de tu pueblo, da fuerza a cuantos predican el Evangelio en el mundo y concédenos que así como san Pío de Pietrelcina fue en la tierra un ardiente y humilde predicador de tu palabra, ahora en el cielo sea nuestro poderoso intercesor. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.









PAGADO EN EL CIELO...


Pagado en el Cielo
Autora: Zenaida Bacardí de Argamasilla

         



El alma de la vida no esta en las computadoras, sino en los sentimientos.

El corazón del mundo no está en la técnica, sino en el amor.
El progreso del universo no esta en las maquinitas de hacer, sino en los valores del hombre.

La vida no es la ciencia, sino el descubrímiento que hace cada uno en su interior.

No mueve la máquina, mueven las creencias. No vence el músculo, vence la fe.

No basta pensar, hay que sentir.
No basta sentir, hay que actuar.
No basta actuar, hay que superarse.

Lo que dejamos en el camino es fermento, lo que enterramos es la semilla, lo que cultivamos es fruto, lo que rindamos es negocio.
Pero pagado en luz, pagado en amor...¡pagado en cielo!

jueves, 15 de septiembre de 2011

TÓMAME EN TUS MANOS, JESÚS


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Tómame en tus manos, Jesús
Autor: Padre Ignacio Larrañaga


Tómame, Jesús, con todo lo que soy;con todo lo que tengo y lo que hago,lo que pienso y lo que vivo.

Tómame en mi espíritu, para que se adhiera a Ti;en lo más íntimo de mi corazón, para que sólo te ame a Ti.

Tómame, Dios mío, en mis deseos secretos,para que sena mi sueño y mi fin único,mi total adhesión y mi plena felicidad.

Tómame con tu bondad, atrayéndome a Ti.
Tómame con tu ternura, acogiéndome en Ti.
Tómame con tu Amor, uniéndome a Ti.

Tómame, mi Salvador, en tu dolor, tu alegría,tu vida, tu muerte en la Noche de la Cruz,en el Día inmortal de tu Resurrección.

Tómame con tu poder, elevándome hasta Ti;tómame con tu ardor, inflamándome de Ti,
tómame con tu grandeza, perdiéndome en Ti,
Tómame para la tarea de tu gran misión,para una entrega total a la salvación de mi prójimo y para cualquier sacrificio al servicio de mis hermanos.

Tómame, oh Cristo, mi Dios y mi todo, sin límites ni fin.
Toma lo que puedo ofrecerte;
no me devuelvas jamás lo que tomaste,de manera que un día
pueda poseerte a Ti en al abrazo del cielo, tenerte y permanecer en Ti para siempre. Amén






UNA TARDE ANTE EL SAGRARIO...



Autor: Ma Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net
Una tarde ante el Sagrario 

Afuera todo es gran agitación, ruido de tráfico y ajetreo, de velocidad, de impaciencia...ruido de vida. ..y la Vida está aquí.
  

Cuando las personas tienen mucho que pensar, mucho que caminar, mucho que correr... andan ahí, Señor, ahí afuera. Desde aquí se oye el clamor del mundo. Ruido de coches, motocicletas, ruido de gran tráfico y ajetreo, de velocidad, de impaciencia. Hace mucho calor. Afuera todo es gran agitación, ruido de vida...y la Vida está aquí. En esta soledad, en este silencio, en esta semipenumbra, en esta quietud... 
La nave desierta... Mármol, vitrales, imágenes... nada tiene vida, todo es materia muerta, solo hay algo que tiembla, que se mueve, que parpadea... es la lámpara roja del Sagrario. Está señalando que en ese silencio, en esa quietud, en esa gran paz está Dios. Un Dios que siendo el Rey de todo lo creado, está oculto tras unas cortinillas y una pequeña puerta. Silenciosa y humilde espera. Entrega y sumisa esperanza de un Dios que es todo amor. 

Mansedumbre infinita, paciencia de siglos... Locura de amor de un Dios enamorado de sus criaturas. Sólo a un Dios que muere por amor se le podía haber ocurrido semejante entrega.
Ahí estás, Señor, encerrado en todos los Sagrarios del mundo, desde los de oro y piedras preciosas, en las imponentes y majestuosas catedrales hasta los más humildes y simples de madera, en las iglesias perdidas de las sierras y en las casi legendarias misiones. Ahí te quedaste, Señor, paciente y sumiso, esperando. Porque los enamorados no pueden dejar a quien aman y tu te ibas a la Casa del Padre Celestial, a tu verdadero Reino con tu Madre, con los Santos, con los Ángeles...y nosotros aquí, solos, tropezando, cayendo perdiendo el CAMINO..., teniendo cada vez más lejano, más borroso, el recuerdo de tu paso por la tierra.
Pero no, te quedaste aquí, dando todo por nada; esperando, siempre esperando en tu gran locura de amor; para que sepamos que no te fuiste, que estás aquí, para ser nuestro alimento, carne de nuestra carne, sangre de nuestra sangre; para compartir nuestra alegría, para acompañarnos en nuestra soledad y nuestras penas. 
¡Supremo amor de todos los amores que no pudo dejar solo al corazón del hombre porque sabía que tarde o temprano el corazón del hombre lo buscaría, lo necesitaría, lo llamaría... Y Él, sin pérdida de tiempo le daría la respuesta de amor: 
- Aquí estoy, siempre me quedé contigo...nunca me fui, siempre te estoy esperando... 

LA INTOLERANCIA DE LOS TOLERANTES


Autor: Álvaro Fernández Texeira-Nunes | Fuente: Revista ARBIL
La intolerancia de los tolerantes
No se tolera el orden, ni la autoridad, ni la jerarquía, ni nada que ponga obstáculos a la "libertad"






La intolerancia de los tolerantes

La tolerancia parece ser uno de los valores más cotizados en el mercado de la posmodernidad. En una época donde el relativismo ético se impone con una fuerza tan brutal como embrutecedora, la tolerancia -gran paradoja- parece ser el bien absoluto que debe buscarse y defenderse a toda costa. Siempre y cuando el sujeto de la tolerancia, sea "políticamente correcto"…

En la teoría, todo se puede tolerar; en la práctica, no se tolera que se pongan límites a la "libertad". Todo se puede tolerar, siempre y cuando no se critique el mal uso -el abuso- de la democracia. Todo se puede tolerar, pero se discrimina a las familias numerosas, a los que no siguen las normas contraceptivas "socialmente aceptadas", a los que se empeñan por vivir la castidad, o formar una familia basada en los valores tradicionales. Todo se tolera, salvo aquello que los tolerantes no están dispuestos a tolerar.

No se tolera el orden, ni la autoridad, ni la jerarquía, ni nada que ponga obstáculos a la "libertad". Todos gritan a coro que el valor absoluto a defender, es la "libertad"; y olvidan que ésta, para ser verdadera, debe estar cimentada en la Verdad, y ordenada al Bien. No se toleran las críticas al laicismo -que no es lo mismo que laicidad-. Los liberales y "librepensadores", los ateos, los agnósticos, los marxistas y los anticristianos de cualquier signo, se han confabulado para imponer el relativismo moral en la educación, rebajando la verdad en nombre de una falsa libertad.

No se tolera que se diga que las mayorías se pueden equivocar. La democracia -que tiene grandes virtudes, por cierto-, como todo sistema político, tiene también sus defectos y puede por ello, ser mal utilizada. Hoy la mayoría dice que hay que aumentar las jubilaciones y mañana, al cambiar las circunstancias, la mayoría dice que hay que bajarlas. ¿Cuál de las dos mayorías tiene razón? Claro, que cuando los problemas se reducen a aumentar y bajar jubilaciones, o asuntos por el estilo, las distintas opciones son perfectamente opinables. Pero cuando se habla de leyes de aborto, de permitir la adopción a parejas homosexuales y otras aberraciones que atentan contra la vida, la familia, el bienestar psicológico de los niños y contra las mismísimas comprobaciones de la ciencia, el problema se ve con mayor claridad: la democracia puede ser utilizada en contra de la verdad. Pero esto, no se puede siquiera mencionar sin ser tildado de fascista, porque es… sencillamente intolerable.

No se tolera que los niños y los adolescentes, sean educados por sus padres en los valores que ellos recibieron de sus ancestros. No se tolera, y se impone un modelo de conducta liberal desde todo tipo de instituciones, incluso desde aquellas a donde la gente acude buscando apoyo frente a la avalancha mediática. Quien lea entienda. La información sobre métodos artificiales para combatir el SIDA y los embarazos no deseados, es abrumadora. Los métodos naturales -que aparte de ser más seguros, implican cambios en la conducta-, no se mencionan; tal vez porque el principal interés de los ecologistas, es salvar a las ballenas…

No se tolera que alguien exprese un pensamiento opuesto a lo "políticamente correcto": a quien lo haga, se le trata de intolerante, trasnochado, conservador, oscurantista, fundamentalista, retrógrado, cavernícola y otros motes que sólo tienen por objeto denigrar a la persona. Cuando se carece de argumentos para atacar las ideas, se ataca a las personas que las expresan…

No se tolera que quien piensa distinto, lo diga públicamente. Sólo los tolerantes pueden expresar sus pensamientos en los medios, que siempre están a su disposición -aún aquellos que se consideran "buenos"-. Critican violentamente a quienes no se guardan sus discrepancias para su fuero interno, para el ámbito privado de la conciencia. No sea que influyan negativamente en el "nuevo orden mundial", sobre la "aldea global" que están intentando construir, sobre el gelatinoso cimiento de la tolerancia.

No se tolera que los hombres y las mujeres se comporten como tales: que se enamoren, que se casen,  que tengan hijos -muchos hijos- y que a su naturaleza les resulte repulsiva la idea de la homosexualidad. Es algo "natural", dicen; entonces ¿por qué no se reproducen?. Si alguien osa expresar estos pensamientos, se le discrimina. Y encima... ¡se le acusa de discriminación!.

No se tolera que hombres y mujeres, asuman los mismos "roles" que sus padres, que el marido trabaje y que la mujer se dedique a las tareas del hogar. Cuando esto sucede, a las mujeres se les margina, y se les hace creer que en sus hogares no hay esperanza alguna de realización personal.

No se tolera la austeridad. Está mal visto oponerse al consumismo y a la posesión desenfrenada de bienes materiales, o a la experimentación de placeres diversos. ¿Cómo es posible que alguien prefiera tener un hijo más, en lugar de un auto mejor? ¿Cómo es posible que alguien piense siquiera en trabajar voluntariamente para otros, cuando trabajando por dinero se puede adquirir más confort personal, viajar por el mundo, "comprar felicidad"?

No se tolera que se critique el aborto: la madre tiene "derecho" sobre su propio cuerpo, -dicen- y hay que respetarlo. Cuando se invocan los derechos del embrión, para quitarle su protección legal se le niega su condición humana, aunque está comprobado científicamente que la vida comienza en la concepción. Cuando se destrozan los argumentos prochoice por la vía científica, acuden a la conciencia, al "mal menor", al malthusianismo, y a todo tipo de argumentos que de racionales, no tienen nada: no importa, la verdad científica es un valor sacrificable en nombre de la tolerancia.

No se tolera, por parte de los directivos de algunos importantes medios masivos de comunicación, que se publique la foto de un niño no-nato tomando con su manito, el dedo del médico que lo estaba operando. Tampoco informan sobre el escándalo que desató la prohibición de publicar esa fotografía  y los juicios que se sucedieron -demandas a cargo de "tolerantes" de la primera hora-; mientras tanto, dedican buena parte de su tiempo a llenar espacio con noticias intrascendentes.

No se tolera que en los talk-shows, haya mayoría de gente "normal". Siempre ponen alguno, claro -hay que ser tolerantes-, pero la multitud de estrafalarios invitados, casi no le deja hablar: apenas dice una palabra, los "tolerantes" se le echan encima como cuervos hambrientos, y aparentando confrontaciones inexistentes, ocupan más del 90% del programa argumentando en contra del pensamiento normal del hombre común. Hasta que normalizan sus ideas aberrantes e insensibilizan a  la opinión pública a fuerza de repetir barbaridades. Así operan los manipuladores de masas; así abusan de las libertades que nos brinda la democracia.

No se tolera que quienes deben decir la verdad por su oficio, la digan con claridad. Se les presiona para que "doren la píldora"…; algunos sucumben ante la tentación de que la opinión pública les palmee el hombro; pero aún son muchos los corajudos que no se callan "ni que vengan degollando". A estos valientes, que dicen la verdad pese a quien pese y duela a quien duela, los calumnian, los difaman, los ensucian, tergiversan sus dichos; todo, con el único objetivo de silenciar la verdad.

No se tolera que se practique el cristianismo ni que se construyan catedrales en algunos países árabes: a los cristianos se los persigue, se los encarcela y se los mata, como en tiempos de Diocleciano; mientras tanto, no faltan quienes, en nombre de la tolerancia, festejan la erección de mezquitas en países tradicionalmente cristianos. Sólo algunas agencias católicas hablan de estos hechos. Curiosamente, tampoco se tolera que se reclame un trato más humanitario para el pueblo palestino por parte de los israelíes. Si alguien se atreve, corre el riesgo de ser acusado de antisemita. Los medios masivos de comunicación, eluden el tema, y los palestinos son sistemáticamente silenciados, porque hay quienes no saben separar la religión de la política.

No se tolera que la gente no sea "tolerante", entendiendo la tolerancia como pasiva aprobación -¿resignación?- de cuanta aberración moral se le pueda ocurrir al ingenio humano. No se tolera que se  juzgue, no ya a los individuos, sino a las mismas ideas que orientan su conducta: no se tolera la verdad.

La intolerancia de los tolerantes, es fruto de la extrema tolerancia de los supuestos intolerantes. Porque quienes somos acusados de tales, hemos cedido terreno sin preocuparnos de enfrentarlos en el plano ideológico, donde con la verdad, con la razón, y el apoyo de la ciencia, tenemos todas las de ganar. Pero nos hemos dormido en los laureles por temor al qué dirán, por temor a no ser "progresistas". Es hora de redoblar los esfuerzos, es hora de trabajar con fortaleza y paciencia, en la erradicación de la mayor hipocresía de la Historia, ante la cual palidece el mal ejemplo farisaico; buscando por todos los medios, devolver a la tolerancia, tanto su verdadero significado, como su verdadero lugar en la escala de valores de la sociedad.
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