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viernes, 20 de mayo de 2016
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS: VIERNES 20 DE MAYO
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Mayo 20
Siempre es mejor construir que destruir. Y sembrar es construir para el día de mañana, para recoger más adelante.
Siembra tu fe, para sostener y apoyar a los que vacilan. Siembra tu abnegación y no la reserves solamente para tí. Siembra tu confianza y Dios no te dejará ni los hombres te fallarán.
Siembra la sonrisa a tu alrededor; la sonrisa hace bien y te hace bien, la sonrisa disipa nubes y suaviza tiranteces.
Siembra tu dulzura y llegarás a conquistar a los hombres, aún a aquellos que tienden a la violencia o no saben dominarse.
Siembra tu amistad, tu gozo y tu entusiasmo en todos aquellos que lo necesitan, pues así llegarás a hacer felices a los demás y ellos te harán feliz a ti.
Siembra tus sacrificios, aún con lágrimas y sin alarde; todo sacrificio requiere una cuota de dolor y de sangre; pero todo esfuerzo es redentor y toda lágrima es purificadora.
Que toda tu vida sea una verdadera siembra de alegría, de bondad, de paz y de amor; el que siembre luz, recogerá calor, en cambio, el que siembre vientos, recogerá tempestades.
“Todos ustedes son hijos de la luz e hijos del día. Nosotros no pertenecemos a la noche ni a las tinieblas” (1 Tes 5,5). Como hijo de la luz, debes iluminar a cuantos están cerca de ti; iluminarlos, para llevarlos al Señor. Que las tinieblas no iluminen no es extraño; pero que la luz se apague causa angustia.
* P. Alfonso Milagro
MAYO, MES DE MARÍA - DÍA 20 - ROSA MÍSTICA, TORRE DE DAVID, TORRE DE MARFIL
MAYO, MES DE MARÍA
Vigésimo día: Explicación de las letanías
Rosa mystica
Rosa Mística. Como la Rosa es, entre todas las flores, la flor que más gusta universalmente, tanto por su tierno colorido cuanto por su agradable olor, y por esta causa pasa por reina de las flores, de la misma manera María, llamada alegóricamente por la Iglesia Rosa Mística, es la Reina de los ángeles y de los hombres, porque sobrepasa a todas las criaturas, incluso a las más perfectas, por la explosión de su gloria y por el mérito de sus sublimes virtudes.
Turris Davidica
Torre de David. María es comparada con la Torre de David, porque esta torre fue antiguamente el más bello ornamento de Jerusalén por su elevada altura y por la belleza de su estructura. María, igualmente, un edificio espiritual que es, después de Dios, en la celeste Sión, el objeto más elevado y el más elevado por la bondad de sus virtudes. En efecto, considerando la grandeza de su dignidad y de los méritos preciosos de María, se comprende que la gloria de que goza en el cielo les sea proporcional; y que todo debe ser incomparablemente grande en aquella que según Agustín es la obra del eterno consejo, en tanto que, san Epifanes llama misterio del cielo y de la tierra
Torre de marfil
Torre de marfil. Es en la expresión del Espíritu Santo, que habla por el órgano de la Sabiduría, que la Iglesia encontró la comparación que se hace de ella, a una torre de marfil. En efecto; por que si comprendemos el sentido figurado, comprenderemos que Salomón escuchó alabar la pureza a María, cuyo brillo y cuya blancura no sólo entran claramente en comparación cola del marfil sino que la supera infinitamente.
Ejemplo
El nacimiento de San Luís Rey de Francia, se debió a María Madre de Dios y a la devoción del Santo Rosario. La piadosa Reina Blanca de Castilla, que fue la madre de este santo rey, lloraba largo tiempo su esterilidad. Santo Domingo, que vivió en la misma época, le aconsejó recurrir a la Santísima Virgen y que practicara el rezo del santo Rosario, y que obligara a las personas más devotas del Reino de hacer frecuentemente en su nombre este homenaje, y le hizo esperar el fruto de bendición de deseaba, por la protección de la Madre de Misericordia. Blanca siguió el consejo con felicidad y fidelidad. En virtud del santo Rosario y de la piedad de la virtuosa princesa obtuvieron pronto el efecto deseado. Tuvo un hijo, y en su hijo un rey, que puso la santidad sobre el trono, que consagró su corona por todas las virtudes cristianas; en una palabra, llevó a su tumba la vestidura de la inocencia bautismal, enriquecida por todos los méritos que hacen los santos y a los grandes santos.
Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa
QUÉ SIGNIFICA PONERSE DE RODILLAS CUANDO SE REZA?
¿Qué significa ponerse de rodillas cuando se reza?
Rezar significa sentir el sentido del mundo fuera del mundo, hacerlo de rodillas es declarar nuestro límite.
Por: Papa emérito Benedicto XVI, audiencia general de 11 de Mayo de 2011 | Fuente: PildorasDeFe.net
Rezar de rodillas no es un símbolo de esclavitud ni indigencia sino una manera de reconocer los propios límites y la necesidad de Dios.
El hombre por naturaleza es religioso
Así es, es homo religiosus, como es homo sapiens y homo faber. El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre.
Los hombres de todas las épocas, desde la era digital hasta las cavernas, han buscado a Dios en la oración para dar sentido a sus vidas.
El hombre lleva en sí una sed de infinito, una nostalgia de eternidad, una búsqueda de belleza, un deseo de amor, una necesidad de luz, que lo empuja hacia lo Absoluto; el hombre lleva en sí mismo el deseo de Dios.
¿Cómo definimos la oración?
La oración, antes que una práctica o fórmula, es una postura interior, antes un acto de culto o unas palabras, es un modo de ser ante Dios... Rezar significa sentir el sentido del mundo fuera del mundo.
"La dinámica de orar de rodillas significa postrarse declarando nuestro límite y manifestando la necesidad de Dios."
En la experiencia de la oración, la criatura humana expresa toda su conciencia de sí mismo y a la vez dirige toda su persona hacia el Ser delante el cual se está.
La oración, que es apertura y elevación del corazón de Dios, se convierte en relación personal con el Señor
MÁS DE 30 QUINCEAÑERAS CAMBIAN VIAJE A DISNEYWORLD POR VER AL PAPA FRANCISCO
Más de 30 quinceañeras cambian viaje a Disneyworld por ver al Papa Francisco
Por María Ximena Rondón
(ACI).- Las estudiantes del colegio Las Almenas de Asunción, en Paraguay, desistieron de viajar a Disneyworld para celebrar sus 15 años y emprendieron una visita a Roma para asistir al Jubileo de los Adolescentes con el Papa Francisco.
En Paraguay muchas familias regalan a las hijas un viaje especial cuando cumplen 15 años de edad. Estas adolescentes tenían la ilusión de visitar el parque de diversiones Disneyworld en Florida, Estados Unidos.
Sin embargo, una maestra se enteró por ACI Prensa de la celebración del Jubileo de los Adolescentes en Roma con ocasión del Año de la Misericordia.
“Vimos la oportunidad de cambiar el chip del viaje a Disney y quisimos darles la oportunidad de vivir de otra forma un viaje de 15 años para darles una nueva visión a ellas y sus familias. Consideramos que participar en un evento junto al Papa Francisco con jóvenes de todo el mundo sería formativo y recreativo”, explicó Ruth Cardozo, maestra tutora de las alumnas.
Las 35 alumnas estuvieron encantadas con la idea desde el primer momento. “Muchas les dijeron a sus mamás que era mejor tomarse una foto en Roma con el Vaticano detrás que con el castillo de Disney”, indicó la maestra.
Los padres de las estudiantes estuvieron de acuerdo con la propuesta.
Algunas alumnas fueron voluntarias durante el viaje del Papa Francisco a Paraguay en julio del año pasado y quisieron ver al Pontífice una vez más.
“Las chicas estaban encantadas y motivadas” de poder asistir al Jubileo de los Adolescentes junto al Pontífice.
El Jubileo de los Adolescentes se celebró en Roma del 23 al 25 de abril pasado. Más de 60 mil jóvenes participaron en confesiones, peregrinaciones y una Misa presidida por el Papa Francisco.
Judith Jaquet es una de las quinceañeras que tuvo la oportunidad de participar junto al Papa Francisco en el encuentro con los jóvenes en la Costanera durante su visita apostólica a Paraguay y viajó a Roma.
Gracias a esta experiencia, Judith asegura que creció “mucho espiritualmente. Aprovechamos de estar más cerca de Jesús y Dios. También me gustó recorrer el Vaticano para conocer al Papa y tener una Misa con él”.
También pudo cruzar la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro, uno de los momentos más emocionantes del viaje. “Te vas preparando espiritualmente y le vas pidiendo a Dios que te de la indulgencia plenaria. Te sientes libre, es como empezar de nuevo”, comentó..
Para Sofía Mendoza uno de los momentos más impactantes fue cuando el Papa Francisco dijo en su homilía que la felicidad “no es un app que se descarga en el teléfono móvil”.
Fue la primera vez que vio al Santo Padre y para ella “fue hermoso, sentí una paz impresionante”.
jueves, 19 de mayo de 2016
EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 19 DE MAYO DEL 2016
Haced esto en recuerdo mío
Solemnidades y fiestas
Lucas 22, 14-20. Fiesta Jesucristo es Sumo y Eterno Sacerdote que instituye el sacerdocio y la Eucaristía.
Por: P . Clemente González | Fuente: Catholic.net
Del santo Evangelio según san Lucas 22, 14-20
Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles; y les dijo: «Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios.» Y recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo: «Tomad esto y repartidlo entre vosotros; porque os digo que, a partir de este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios.» Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío.» De igual modo, después de cenar, hizo lo mismo con una copa de vino, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza, sellada con mi sangre, que es derramada por vosotros.
Oración introductoria
¡Señor, cuánta seguridad me dan tus palabras! Has dado tu vida por mí y me esperas en la casa del Padre. No dejes nunca que pierda de vista la meta a la que me llamas. Fortaléceme por medio de esta meditación para que logre pasar de la divagación a la oración y pueda transformarme en un auténtico receptor de tu gracia.
Petición
Señor, dame la sabiduría y fortaleza para seguir por tu camino.
Meditación del Papa Francisco
Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles; y les dijo: «Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios.» Y recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo: «Tomad esto y repartidlo entre vosotros; porque os digo que, a partir de este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios.» Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío.» De igual modo, después de cenar, hizo lo mismo con una copa de vino, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza, sellada con mi sangre, que es derramada por vosotros.
Oración introductoria
¡Señor, cuánta seguridad me dan tus palabras! Has dado tu vida por mí y me esperas en la casa del Padre. No dejes nunca que pierda de vista la meta a la que me llamas. Fortaléceme por medio de esta meditación para que logre pasar de la divagación a la oración y pueda transformarme en un auténtico receptor de tu gracia.
Petición
Señor, dame la sabiduría y fortaleza para seguir por tu camino.
Meditación del Papa Francisco
Palabra y pan en la mesa se vuelven una cosa, como en la última cena cuando todas las palabras de Jesús, todos las señales que había hecho se condensaron en el gesto de partir el pan y de ofrecer un cáliz, anticipación del sacrificio de la cruz, y en esas palabras: 'Tomad y bebed este es mi cuerpo, tomad y bebed esta es mi sangre'.
El gesto de Jesús realizado en la última cena es el agradecimiento extremo al Padre por su amor y misericordia. Agradecimiento en griego se dice eucaristía, y por eso el sacramento se llama eucaristía. Es el supremo agradecimiento al padre que nos amó tanto al punto de darnos a su Hijo por amor. Por esto el término eucaristía resume este gesto de Dios y del hombre juntos. Gesto de Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre.
Por lo tanto la celebración eucarística es algo más que un simple banquete, es el memorial de la pascua de Jesús, el misterio central de la salvación. Memorial no significa solamente un simple recuerdo, pero quiere decir que cada vez que celebramos este sacramento participamos al misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. La eucaristía constituye el auge de la acción de salvación de Dios.» (S.S. Francisco, catequesis, 5 de febrero de 2014).
Reflexión
Cristo estaba ansioso de celebrar la Pascua con sus apóstoles. Sabe lo que esta Pascua significa, pero no la teme, sino la desea, no huye, sino que la prepara cuidadosamente. Quiere compartir la mesa con sus apóstoles, despedirse, es su adiós en el tiempo.
A nosotros también nos espera Cristo para compartir la mesa con nosotros. Y si al hacerlo nuestros corazones se encuentran abiertos y deseosos de conocer más y mejor al Señor, el Espíritu Santo trabajará en cada uno de nosotros, y así podremos vivir, cada día más,como cristianos auténticos, esforzándose por adquirir las virtudes necesarias para ello.
Jesucristo es Sumo y Eterno Sacerdote que instituye el sacerdocio y la Eucaristía. En este jueves hagamos una reflexión de agradecimiento. Al despedirse Él, también promete su presencia viva, poniendo en manos de los Doce al Espíritu Santo que hará realidad el misterio de la Eucaristía. Demos gracias al Señor por cada sacerdote que hace posible, por medio del Espíritu, la presencia viva de Cristo.
Oremos por las vocaciones, que no falten hombres que con sus manos consagradas hagan presente a Cristo para poder recibir la vida de Dios en la Eucaristía.
HIMNO SACERDOTAL
Brota de mi corazón un himno ardiente
cuajado en el manantial del ser:
Jesús Martí, yo te elijo, vente,
yo te llamo: Jesús Martí Ballester.
Cogiste mi corazón de niño
con ternura delicada y paternal,
me sedujeron tu afecto y tu cariño
y me dejé cautivar.
Yo escuché tu llamada gratuita
sin saber la complicación que me envolvía,
me enrolé en tu caravana de tu mano
sin pensar ni en las espinas ni en los cardos.
Te fui fiel, aunque a girones
fui dejando en mi camino pedazos de corazón,
hoy me encuentro con un cáliz rebosante de jazmines que potencian mis anhelos juvenilesy me acercan más a Dios.
En el ocaso de la carrera de mi vida
siento el gozo de la inmolación a Tí.
Tienes todos los derechos de exigirme,
puedes pedir si me ayudas a decir siempre que ¡Sí!.
Necesitaste y necesitas de mis manos
para bendecir, perdonar y consagrar;
quisiste mi corazón para amar a mis hermanos, pediste mis lágrimas y no me ahorré el llorar.
Mis audacias yo te di sin cuentagotas,
mi tiempo derroché enseñando a orar,
gasté mi voz predicando tu palabra
y me dolió el corazón de tanto amar.
A nadie negué lo que me dabas para todos.
Quise a todos en su camino estimular.
Me olvidé de que por dentro yo lloraba,
y me consagré de por vida a consolar.
Muchos hombres murieron en mis brazos,
ya sabrán cuánto les quise en la inmortalidad, me llenarán de caricias y de flores el regazo, migajas de los deleites de su banquete nupcial.
Pediste que te prestara mis pies
y te los ofrecí sin protestar,
caminé sudoroso tus caminos,
y hasta el océano me atreví a cruzar.
Cada vez que me abrazabas lo sentía
porque me sangraba el corazón,
eran tus mismas espinas las que me herían
y me encendían en tu amor.
Fui sembrando de hostias el camino
inmoladas en la cenital consagración:
más de treinta mil misas ofrecidas
han actualizado la eficacia de tu redención.
No me pesa haber seguido tu llamada,
estoy contento de ser latido en tu Getsemaní;
sólo tengo una pena escondida allá en el alma: la duda de si Tú estás contento de mí.
Mi gratitud hoy te canto, ¡Cristo de mi sacerdocio!
Mi fidelidad te juro, Jesucristo Redentor.
Ayúdame a enriquecer con jardines a tu Iglesia, que florezcan y sonrían aún en medio del dolor.
Sean esos jardines para tu recreo y mi trabajo, multiplica tu presencia por los campos hoy en flor,
que lo que comenzó con la pequeñez de un pájaro, se convierta en muchas águilas que roben tu Corazón.
Diálogo con Cristo
Gracias, Señor, por recordarme que la Eucaristía es ese fuego que puede ir ablandando la coraza de piedra que aprisiona y endurece mi corazón. Permite que no participe simplemente como un observador en tu Eucaristía, sino que la sepa adorar, para poder unirme humildemente, con un corazón arrepentido, a tu oración. Toma todos mis esfuerzos y sacrificios de hoy por esta intención
Cristo estaba ansioso de celebrar la Pascua con sus apóstoles. Sabe lo que esta Pascua significa, pero no la teme, sino la desea, no huye, sino que la prepara cuidadosamente. Quiere compartir la mesa con sus apóstoles, despedirse, es su adiós en el tiempo.
A nosotros también nos espera Cristo para compartir la mesa con nosotros. Y si al hacerlo nuestros corazones se encuentran abiertos y deseosos de conocer más y mejor al Señor, el Espíritu Santo trabajará en cada uno de nosotros, y así podremos vivir, cada día más,como cristianos auténticos, esforzándose por adquirir las virtudes necesarias para ello.
Jesucristo es Sumo y Eterno Sacerdote que instituye el sacerdocio y la Eucaristía. En este jueves hagamos una reflexión de agradecimiento. Al despedirse Él, también promete su presencia viva, poniendo en manos de los Doce al Espíritu Santo que hará realidad el misterio de la Eucaristía. Demos gracias al Señor por cada sacerdote que hace posible, por medio del Espíritu, la presencia viva de Cristo.
Oremos por las vocaciones, que no falten hombres que con sus manos consagradas hagan presente a Cristo para poder recibir la vida de Dios en la Eucaristía.
HIMNO SACERDOTAL
Brota de mi corazón un himno ardiente
cuajado en el manantial del ser:
Jesús Martí, yo te elijo, vente,
yo te llamo: Jesús Martí Ballester.
Cogiste mi corazón de niño
con ternura delicada y paternal,
me sedujeron tu afecto y tu cariño
y me dejé cautivar.
Yo escuché tu llamada gratuita
sin saber la complicación que me envolvía,
me enrolé en tu caravana de tu mano
sin pensar ni en las espinas ni en los cardos.
Te fui fiel, aunque a girones
fui dejando en mi camino pedazos de corazón,
hoy me encuentro con un cáliz rebosante de jazmines que potencian mis anhelos juvenilesy me acercan más a Dios.
En el ocaso de la carrera de mi vida
siento el gozo de la inmolación a Tí.
Tienes todos los derechos de exigirme,
puedes pedir si me ayudas a decir siempre que ¡Sí!.
Necesitaste y necesitas de mis manos
para bendecir, perdonar y consagrar;
quisiste mi corazón para amar a mis hermanos, pediste mis lágrimas y no me ahorré el llorar.
Mis audacias yo te di sin cuentagotas,
mi tiempo derroché enseñando a orar,
gasté mi voz predicando tu palabra
y me dolió el corazón de tanto amar.
A nadie negué lo que me dabas para todos.
Quise a todos en su camino estimular.
Me olvidé de que por dentro yo lloraba,
y me consagré de por vida a consolar.
Muchos hombres murieron en mis brazos,
ya sabrán cuánto les quise en la inmortalidad, me llenarán de caricias y de flores el regazo, migajas de los deleites de su banquete nupcial.
Pediste que te prestara mis pies
y te los ofrecí sin protestar,
caminé sudoroso tus caminos,
y hasta el océano me atreví a cruzar.
Cada vez que me abrazabas lo sentía
porque me sangraba el corazón,
eran tus mismas espinas las que me herían
y me encendían en tu amor.
Fui sembrando de hostias el camino
inmoladas en la cenital consagración:
más de treinta mil misas ofrecidas
han actualizado la eficacia de tu redención.
No me pesa haber seguido tu llamada,
estoy contento de ser latido en tu Getsemaní;
sólo tengo una pena escondida allá en el alma: la duda de si Tú estás contento de mí.
Mi gratitud hoy te canto, ¡Cristo de mi sacerdocio!
Mi fidelidad te juro, Jesucristo Redentor.
Ayúdame a enriquecer con jardines a tu Iglesia, que florezcan y sonrían aún en medio del dolor.
Sean esos jardines para tu recreo y mi trabajo, multiplica tu presencia por los campos hoy en flor,
que lo que comenzó con la pequeñez de un pájaro, se convierta en muchas águilas que roben tu Corazón.
Diálogo con Cristo
Gracias, Señor, por recordarme que la Eucaristía es ese fuego que puede ir ablandando la coraza de piedra que aprisiona y endurece mi corazón. Permite que no participe simplemente como un observador en tu Eucaristía, sino que la sepa adorar, para poder unirme humildemente, con un corazón arrepentido, a tu oración. Toma todos mis esfuerzos y sacrificios de hoy por esta intención
Propósito
Participar en una hora eucarística como un acto de reparación por los sacrilegios que se comenten en torno a la Eucaristía.
Participar en una hora eucarística como un acto de reparación por los sacrilegios que se comenten en torno a la Eucaristía.
DETRÁS DE UNA MONEDA
Detrás de una moneda…
El egoísmo atrofia al hombre, que sólo en la donación generosa a los demás encuentra su madurez y plenitud. Si te preocupas demasiado por ti mismo y tu propio entorno, si vives para acumular dinero y comodidades, no te quedará tiempo para los demás. Si no vives para los demás, la vida carecerá de sentido para ti, porque la vida sin amor no vale nada.
Conversaba un hombre rico y alejado de la fe con un sacerdote, que no era otro que el futuro Cardenal Newman, ya convertido del anglicanismo a Roma. El rico se ufanaba de sus riquezas y de su indiferencia religiosa. Newman tomó una hoja de papel y escribió: «Dios». —¿Ve lo que he escrito en la hoja? El avaro contestó afirmativamente. Entonces el sacerdote tomó una moneda de oro, la acomodó sobre la palabra escrita y preguntó de nuevo: —¿Ve usted ahora lo que he escrito hace un momento? —No, ahora sólo veo el dinero. —En efecto, la riqueza ciega, impide ver a Dios, ¿no le parece?
Cada día puedes ser generoso en acciones pequeñas. Este propósito abre el corazón poco a poco, y descubres admirado que nunca pierdes. Por el contrario te fortaleces y puedes superar el temor de ser vulnerable. Practicar la generosidad ejercita al corazón: cuanto más se da, más se fortalece. Recuerda que Jesús dijo: “Hay más alegría en dar que en recibir”.
* Enviado por el P. Natalio
PRECES POR LOS SACERDOTES
Preces por los sacerdotes
A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor...
A nuestro Santísimo Padre el Papa, Dale Señor tu corazón de Buen Pastor.
A los sucesores de los Apóstoles, Dales Señor, solicitud paternal por sus sacerdotes.
A los Obispos puestos por el Espíritu Santo, Compromételos con sus ovejas, Señor.
A los párrocos, Enséñales a servir y a no desear ser servidos, Señor.
A los confesores y directores espirituales, Hazlos Señor, instrumentos dóciles de tu Espíritu.
A los que anuncian tu palabra, Que comuniquen espíritu y vida, Señor.
A los asistentes de apostolado seglar, Que lo impulsen con su testimonio, Señor.
A los que trabajan por la juventud, Que la comprometan contigo, Señor.
A los que trabajan entre los pobres, Haz que te vean y te sirvan en ellos, Señor.
A los que atienden a los enfermos, Que les enseñen el valor del sufrimiento, Señor.
A los sacerdotes pobres, Socórrelos, Señor.
A los sacerdotes enfermos, Sánalos, Señor.
A los sacerdotes ancianos, Dales alegre esperanza, Señor.
A los tristes y afligidos, Consuélalos, Señor.
A los sacerdotes turbados, Dales tu paz, Señor.
A los que están en crisis, Muéstrales tu camino, Señor.
A los calumniados y perseguidos, Defiende su causa, Señor.
A los sacerdotes tibios, Inflámalos, Señor.
A los desalentados, Reanímalos, Señor.
A los que aspiran al sacerdocio, Dales la perseverancia, Señor.
A todos los sacerdotes, Dales fidelidad a Ti y a tu Iglesia, Señor.
A todos los sacerdotes, Dales obediencia y amor al Papa, Señor.
A todos los sacerdotes, Que vivan en comunión con su Obispo, Señor.
Que todos los sacerdotes, Sean uno como Tú y el Padre, Señor.
Que todos los sacerdotes, Promuevan la justicia con que Tú eres justo.
Que todos los sacerdotes, Colaboren en la unidad del presbiterio, Señor.
Que todos los sacerdotes, llenos de Ti, vivan con alegría en el celibato, Señor.
A todos los sacerdotes, Dales la plenitud de tu Espíritu y transfórmalos en Ti, Señor.
De manera especial te ruego por aquellos sacerdotes por quienes he recibido tus gracias; el sacerdote que me bautizó, los que han absuelto mis pecados reconciliándome contigo y con tu Iglesia, aquellos en cuyas Misas he participado y que me han dado tu cuerpo en alimento, los que me han transmitido tu palabra y conducido hacia Ti.
A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo
los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.
ORACIÓN A CRISTO, SUMO SACERDOTE
Oración a Cristo, sumo Sacerdote.
Señor, Jesucristo, nuestro magnifico y supremo Sacerdote. Por tu Muerte y Resurrección te hemos reconocido como el Cordero sacrificial, mediador entre el Padre y nosotros mismos. Nos llamas a participar en tu Muerte y Resurrección te hemos reconocido como el Cordero sacrificial, mediador entre el Padre y nosotros mismos. Nos llamas a participar en tu Muerte y Resurrección por los sacramentos del Bautismo y Confirmación, para unirnos en el ofrecimiento del sacrificio de Ti mismo por la participación de tu Sacerdocio en la Eucaristía. Así pertenecemos a tu Reino en la tierra, haciendonos tu pueblo santo.
Señor Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, concédenos tu Espíritu de Amor y Vida que nos una a ti, Sacerdote y Víctima, para que el plan de salvación para todos los pueblos se establezca dentro de nosotros.
Señor, Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, concédenos tu Espíritu de Sabiduría y unión, que a todos nos unifique en tu Cuerpo Místico, la Iglesia, para ser tus testigos en el mundo.
Señor, Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, tu cruz remedie nuestros males, tu Resurrección nos renueve, tu Espíritu Santo nos santifique, tu Realeza nos glorifique y nos redima tu Sacerdocio, para que podamos unirnos contigo como tu lo estas con el Padre en el Espíritu Santo.
Señor, Jesús, reúnenos a todos en tu Persona –Víctima, Sacerdote, Rey – por el banquete salvador de la Eucaristía que Tu y nosotros ofrecemos en el altar del Sacrificio, ahora y durante todos los días de nuestra peregrinación por este mundo. Cuando nos llames a tu Reino celestial, entonces podamos participar con todos los santos de tu gloria, amor y vida en unión con el Padre y el Espíritu Santo por toda la eternidad. Amén.
DEJA DE CASTIGARTE
Deja de castigarte
Te repites a menudo frases como “hago todo mal”; “a mi nada me sale bien”; “soy un desastre”; “no se nada”; “a mí nadie me quiere”; “¿quién me va a mirar?”; “¿a quién le va a interesar lo que digo”; etc.
Expresiones como estas, que a simple vista parecen inofensivas, en verdad te lastiman más de lo que te imaginas. Ni siquiera te percatas cuántas veces al día te las recalcas pero, si te detienes solo un momento, notarás que así te hablas una y otra vez.
A medida que vamos repitiendo estos conceptos negativos, más los internalizamos y terminamos creyendo que esa es nuestra verdad. Lo más triste es que, si creemos que así somos entonces así actuamos y casi sin darnos cuenta nos hacemos mucho daño.
Pero esta no es tu verdad, solo son conceptos que fuiste adquiriendo del entorno y que no te detuviste a pensar si te convenía aceptarlos. Entonces los tomaste como propios y terminaste haciendo de ellos tu manera de calificarte.
Hoy quiero decirte que no tienes que seguir castigándote más, que no te hace bien y que solo detiene tu crecimiento. Y para que puedas modificarlo te muestro qué puedes hacer:
1. Tómate un momento y piensa qué dices de ti mismo, cuáles son tus creencias, cómo te calificas. De ser posible escríbelas. Este simple ejercicio te hará darte cuenta cómo te estás catalogando.
2. Evalúa si te sirve seguir pensando así o te convendría modificar algunos conceptos. Esto te permitirá cuestionar tus creencias limitantes y hacerlas conscientes.
3. Si decides que ya es hora de cambiar estas sentencias entonces elige por cuáles decides hacerlo. Por ejemplo si creías “hago todo mal” puedes empezar a repetirte “hay cosas que me han salido bien”. Con esta simple frese podrás cambiar la percepción errónea que te atormentaba e ir creando otro concepto que te ayude a vivir mejor.
Si descubres que estás lleno de juicios negativos de ti mismo no busques cambiarlos todos de una vez porque lo único que lograrás es frustrarte.
Inicia este camino de a un paso a la vez, de a un concepto a la vez. Esta será la mejor manera de cambiar aquello que te menoscaba por elogios que te fortalezcan como persona. Recuerda también que es muy importante ser tolerantes con nosotros mismos y respetar nuestro propio tiempo de transformación.
No te castigues más y notarás como lograrás sentirte más seguro de ti misma y así obtener el respeto y la apreciación de los que te rodean
MAYO, MES DE MARÍA - DÍA 19 - CORDERO DE DIOS QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO...
MAYO, MES DE MARÍA
Vigésimo noveno día: Explicación de las letanías
Agnus Dei qui tollis percata mundi
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Ahora bien, Jesucristo es el verdadero Cordero que ha sido inmolado por los pecados del mundo; porque todos los sacrificios y las oblaciones de la antigua ley eran insuficientes para borrar los pecados, tal como lo explicó el Apóstol en su Epístola a los Hebreos, capítulo X, diciendo: es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quiten los pecados, hacía falta otra víctima: era necesario que un Dios reparara el ultraje que el pecado había hecho a Dios. Por eso, san Pablo, en la Epístola antes citada, escribió que el Hijo de Dios, al entrar a este mundo dio a su divino Padre: No quieres hostia ni oblación, pero me formaste un cuerpo; para hacernos comprender que Jesucristo era la única víctima digna de agradar a Dios y de reconciliarnos con Él.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Agnus Dei qui tollis percata mundi
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Sabemos que san Juan, en su Apocalipsis, capítulo V, siendo raptado en espíritu, vi un cordero como degollado, en medio de un trono, rodeado de cuatro animales y de veiticutaro ancianos que se prosternaban delante de él, y que millares de ángeles decían en alta voz. El Cordero que ha sido degollado es digno de recibir poder, divinidad, sabiduría, fuerza, honor, gloria y Ahora bien, este cordero designaba a Jesucristo que es el Cordero de bendición. Dios, degollado desde el comienzo del mundo.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor.
Agnus Dei qui tollis percata mundi
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Leemos en el capítulo XV del Apocalipsis que san Juan vio siete ángeles que sostenían siete copas de oro llenas de la cólera de Dios, listos a derramarlas sobre la tierra. Ahora bien, se ha representado la última imagen de esos siete ángeles cerca del Cordero de Dios, para significar que Jesucristo, siendo el Cordero de Dios inmolado por los pecados del mundo, satisfizo la venganza divina y que las plagas de la cólera de Dios que encerraban las siete copas han sido desviadas de la superficie de la tierra por el mérito de la efusión de su preciosa Sangre.
Ejemplo
San Juan Nepomuceno, vino al mundo en un estado desesperado, y no debió la conservación de su vida sino a la protección de la Santísima Virgen, que era invocada por sus piadosos padres en la iglesia de un monasterio vecino. Este primer favor de María era un feliz presagio para el porvenir: le siguieron la piedad, el celo, la habilidad en la conducción de almas. Juan, por su lado, se mostró digno de las bondades de su divina benefactora, por su viva gratitud y por su confianza filial, que le testimonió frecuentemente, pero sobre todo en la circunstancia gloriosa que lo hizo célebre para siempre. Urgido por el cruel Wenceslao para que revelara la confesión de la emperatriz, su esposa, y entregado por su negativa, al verdugo, recurrió a María y no dejó de invocar su santo nombre junto al de su divino Hijo mientras se le atormentaba. Salió vencedor de esta primera prueba, pero previendo que su perseguidor no se detendría ahí, redobló su fervor hacia la Santísima Virgen y se preparó para el martirio, que en efecto tuvo la dicha de sufrir la noche siguiente.
Dirijámonos a Jesús, por la intercesión de María y obtendremos el perdón de nuestros pecados.
Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa
TRES PETICIONES DE MISERICORDIA EN EL PADRE NUESTRO
Tres peticiones de misericordia en el Padre Nuestro
Por María Ximena Rondón
(ACI).- En su última columna semanal titulada “El realismo del Padre Nuestro”, Mons. José Gómez, Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), hizo una reflexión sobre la misericordia en las tres últimas líneas del Padre Nuestro.
Mons. Gómez indicó que estas tres últimas frases: “Perdona nuestras ofensas como también perdonamos a los que nos ofenden”, “No nos dejes caer en la tentación” y “Líbranos del mal” imploran la misericordia y la protección de Dios, que “en su Providencia amorosa, se preocupa por cada uno de nosotros”.
“Estas peticiones reflejan el ‘realismo’ de nuestra fe y nuestra visión cristiana del mundo (...) de que estamos orando por la humanidad entera”, agregó y desarrolló su reflexión sobre cada uno de estos ruegos:
1.- Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden
Mons. Gómez indicó que al pronunciar esta frase se reconoce que “vivimos en un mundo en el que nos hacemos daño unos a otros, y en el que nos sentimos culpables y con necesidad de ser sanados”.
El Prelado señaló que para Dios “somos sus hijos e hijas” y que al ofenderlo se rechaza la relación de amor que Él ofrece. Lo mismo sucede cuando se ofende al prójimo porque “estamos negando que estemos destinados a vivir como hermanos y hermanas, como hijos de un mismo Padre amoroso”.
Con esta frase “estamos pidiendo el valor para sentirnos verdaderamente arrepentidos, sin justificarnos a nosotros mismos y sin tratar de justificar nuestras acciones. Cuando oramos pidiendo perdonar a los demás, pedimos ser misericordiosos como nuestro Padre es misericordioso”.
2.- No nos dejes caer en la tentación
El Arzobispo de Los Ángeles subrayó que Dios “es misericordioso y amoroso” y que “no nos tienta”. Más bien “somos tentados por el mundo y por nuestra debilidad, porque somos humanos”.
Por lo tanto, la expresión: “No nos dejes” recuerda que el hombre no es autosuficiente y que necesita de Dios para seguir adelante a través de los caminos de este mundo.
“Jesús fue probado en el desierto para que nosotros supiéramos que nuestra fe también será puesta a prueba en las luchas de la vida cotidiana. Así que le pedimos a Dios que nos tenga paciencia, que nos mantenga cerca de Él”, comentó el Prelado.
3.- Líbranos del mal
Mons. Gómez manifestó que el mal es real y que “vemos la evidencia todos los días”.
Sin embargo, prosigue, “el amor de Dios es más fuerte” y con esta frase “le rogamos a Jesús que venga para estar con nosotros, que camine con nosotros a través de los valles oscuros de esta vida”.
“Por eso oramos nuevamente, para que sepamos entregarnos a la voluntad de Dios y a su amoroso designio de amor para nuestra vida. Oramos con confianza porque sabemos que la voluntad de Dios es nuestra santidad y nuestra salvación. Sabemos que todas las cosas son para bien si amamos a Dios y vivimos de acuerdo con sus propósitos”, manifestó el Arzobispo de Los Ángeles.
CELEBRAR A CRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE, NOS LLENA DE ALEGRÍA
Celebrar a Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, nos llena de alegría
Cristo es el único Salvador del mundo. De un modo personal, profundo, quiere ser, también, mi Salvador.
Por: P. Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net
Nuestro corazón está herido por el pecado, nuestra mente vive dispersa en mil distracciones vanas, nuestra voluntad flaquea entre el bien y el mal, entre el egoísmo y el amor.
¿Quién nos salvará? ¿Quién nos apartará del pecado y de la muerte? Sólo Dios. Por eso necesitamos acercarnos a Él para pedir perdón.
Pero, entonces, "¿quién subirá al monte de Yahveh?, ¿quién podrá estar en su recinto santo?" Sólo alguien bueno, sólo alguien santo: "El de manos limpias y puro corazón, el que a la vanidad no lleva su alma, ni con engaño jura" (Sal 24,3-4).
Sabemos quién es el que tiene las manos limpias, quién es el que tiene un corazón puro, quién puede rezar por nosotros: Jesucristo.
Jesucristo puede presentarse ante el Padre y suplicar por sus hermanos los hombres. Es el verdadero, el único, el "Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec" (Hb 5,10; 6,20). Es el auténtico "mediador entre Dios y los hombres" (1Tm 2,5), como explica el "Catecismo de la Iglesia Católica" (nn. 1544-1545).
Cristo es el único Salvador del mundo. De un modo personal, profundo, quiere ser, también, mi Salvador.
Celebrar a Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, nos llena de alegría. El altar recibe la Sangre del Cordero. El Sacerdote que ofrece, que se ofrece como Víctima, es el Hijo de Dios e Hijo de los hombres. El Padre, desde el cielo, mira a su Hijo, el Cordero que quita el pecado del mundo, el Sumo Sacerdote que se compadece de sus hermanos.
El pecado queda borrado, el mal ha sido vencido, porque el Hijo entregó su vida para salvar a los que vivían en tinieblas y en sombras de muerte (cf. Lc 1,79).
Podemos, entonces, subir al monte del Señor, acercarnos al altar de Dios, participar en el Banquete, tocar al Salvador.
Como en la Última Cena, Jesús nos dará su Cuerpo y su Sangre. Como a los Apóstoles, lavará nuestros pies, y nos pedirá que le imitemos: "Pues yo estoy en medio de vosotros como el que sirve” (Lc 22,27). “Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros” (Jn 13,15).
Ese es nuestro Sumo Sacerdote, el Cordero que salva, el Hijo amado del Padre. A Él acudimos, cada día, con confianza: "Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado.
Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna" (Hb 4,15-16).
HOY JUEVES 19 DE MAYO EN ALGUNOS PAÍSES SE CELEBRA LA FIESTA DE JESUCRISTO SUMO Y ETERNO SACERDOTE
Hoy jueves 19 de mayo en algunos países se celebra la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote
Diego López Marina y Abel Camasca
(ACI).- El jueves posterior a la Solemnidad de Pentecostés en algunos países se celebra la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, festividad que no aparece en el calendario de la Iglesia universal (como sí lo hacen las fiestas del Sagrado Corazón de Jesús o Jesucristo Rey del Universo), pero que se ha expandido por muchos países.
Esta fiesta tiene sus orígenes en la celebración del sacerdocio de Cristo que en la misa latina se introdujo en algunos calendarios y que tras la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II fue renovada por la Congregación de Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote.
La celebración fue introducida en España en 1973 con la aprobación de la Sagrada Congregación para el Culto Divino. Asimismo, ésta contiene textos propios para la Santa Misa y el Oficio que fueron aprobados dos años antes.
Además de España, otras Conferencias Episcopales incluyeron esta fiesta en sus calendarios particulares como Chile, Colombia, Perú, Puerto Rico, Uruguay, Venezuela. En algunas diócesis este día es también la ‘Jornada de Santificación de los Sacerdotes’.
San Juan Pablo II, en el documento “Ecclesia de Eucharistia” señala que “el Hijo de Dios se ha hecho hombre, para reconducir todo lo creado, en un supremo acto de alabanza, a Aquél que lo hizo de la nada”.
“De este modo, Él, el sumo y eterno Sacerdote, entrando en el santuario eterno mediante la sangre de su Cruz, devuelve al Creador y Padre toda la creación redimida. Lo hace a través del ministerio sacerdotal de la Iglesia y para gloria de la Santísima Trinidad”.
Jesús, Sumo Sacerdote de la Nueva Alianza
En el Nuevo Testamento con la palabra “sacerdote” no solo se nombra a los ministros, sino que se reserva especialmente para denominar a Cristo y a todo el pueblo de Dios, unidos como un Sacerdocio real:
"Ustedes, en cambio, son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz" (1 Pedro 2,9)
En el capítulo 4 de Hebreos se explica el Sumo Sacerdocio de Jesucristo de esta forma:
"Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos -Jesús, el Hijo de Dios- mantengamos firmes la fe que profesamos. Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado. Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna" (Hebreos 4,14-16)
La carta a los Hebreos también interpreta el sacrificio de Cristo como el nuevo, único y definitivo sacerdocio, diferenciándose así de los sacrificios de los sacerdotes de la antigua alianza:
"Así también Cristo no se apropió la gloria de ser sumo sacerdote, sino que Dios mismo le había dicho: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy. O como dice también en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre igual que Melquisedec" (Hebreos 5,5-6)
La misma carta a los Hebreos añade:
"Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos" (Hebreos 9,11)
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