Deja de castigarte
Te repites a menudo frases como “hago todo mal”; “a mi nada me sale bien”; “soy un desastre”; “no se nada”; “a mí nadie me quiere”; “¿quién me va a mirar?”; “¿a quién le va a interesar lo que digo”; etc.
Expresiones como estas, que a simple vista parecen inofensivas, en verdad te lastiman más de lo que te imaginas. Ni siquiera te percatas cuántas veces al día te las recalcas pero, si te detienes solo un momento, notarás que así te hablas una y otra vez.
A medida que vamos repitiendo estos conceptos negativos, más los internalizamos y terminamos creyendo que esa es nuestra verdad. Lo más triste es que, si creemos que así somos entonces así actuamos y casi sin darnos cuenta nos hacemos mucho daño.
Pero esta no es tu verdad, solo son conceptos que fuiste adquiriendo del entorno y que no te detuviste a pensar si te convenía aceptarlos. Entonces los tomaste como propios y terminaste haciendo de ellos tu manera de calificarte.
Hoy quiero decirte que no tienes que seguir castigándote más, que no te hace bien y que solo detiene tu crecimiento. Y para que puedas modificarlo te muestro qué puedes hacer:
1. Tómate un momento y piensa qué dices de ti mismo, cuáles son tus creencias, cómo te calificas. De ser posible escríbelas. Este simple ejercicio te hará darte cuenta cómo te estás catalogando.
2. Evalúa si te sirve seguir pensando así o te convendría modificar algunos conceptos. Esto te permitirá cuestionar tus creencias limitantes y hacerlas conscientes.
3. Si decides que ya es hora de cambiar estas sentencias entonces elige por cuáles decides hacerlo. Por ejemplo si creías “hago todo mal” puedes empezar a repetirte “hay cosas que me han salido bien”. Con esta simple frese podrás cambiar la percepción errónea que te atormentaba e ir creando otro concepto que te ayude a vivir mejor.
Si descubres que estás lleno de juicios negativos de ti mismo no busques cambiarlos todos de una vez porque lo único que lograrás es frustrarte.
Inicia este camino de a un paso a la vez, de a un concepto a la vez. Esta será la mejor manera de cambiar aquello que te menoscaba por elogios que te fortalezcan como persona. Recuerda también que es muy importante ser tolerantes con nosotros mismos y respetar nuestro propio tiempo de transformación.
No te castigues más y notarás como lograrás sentirte más seguro de ti misma y así obtener el respeto y la apreciación de los que te rodean
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