Fidelidad y perseverancia
Cristo, Buen Pastor, continúa amando y sirviendo a los hombres a través de los sacerdotes. A ellos el Señor Resucitado les ha encargado la misión de santificar mediante los sacramentos, educar en la fe por la predicación del Evangelio y guiar al Pueblo de Dios como humildes servidores y pastores. Ellos son canales de lo divino pero, como humanos, tienen sus límites y deficiencias… Sepamos apoyarlos con la oración. He aquí un ejemplo:
Padre misericordioso, a todos los sacerdotes, religiosos y religiosas, misioneros y misioneras que hoy prestan su servicio a la Iglesia en todos los países de la tierra y en las diversas áreas del mundo moderno, dales la gracia de perseverar fielmente en su vocación y de crecer siempre en la santidad viviendo en íntima comunión contigo y con los hermanos. Amén.
El cristiano es miembro de la familia de Dios que es la Iglesia. El sacramento del orden sagrado, en cuanto consagra ministros para su servicio, es vital para la existencia de la misma Iglesia. Por eso es también vital para nuestra vida de fe, de gracia, de fraternidad y de amor. Piensa no sólo en la necesidad de vocaciones, sino de manera especial en los que ya están a tu servicio: el Papa, tu obispo, tu párroco.
* Enviado por el P. Natalio
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