El Rosario y las Misiones
La Iglesia ha dedicado un mes, el de Octubre, para honrar a María con el rezo del Santo Rosario. De las devociones marianas, es una de las más queridas. El Rosario es una oración universal, no sólo por su estructura interior, sino porque es una oración eclesial, querida por la Virgen, recomendada por los Papas, rezada por los cristianos de todo el mundo y a favor de todo el mundo. En conjunto el Rosario es una oración eminentemente misionera.
Una tradición muy remota atribuye a santo Domingo de Guzmán, fundador de los Dominicos, la composición de este rezo. Pero fue el Papa san Pío V quien, con una Bula publicada en el año 1569, le dio la forma que se utilizó por más de cinco siglos, contemplando 15 misterios: de gozo, dolor y gloria. El Papa Juan Pablo II, en el 2002, con la Carta apostólica «Rosarium Virginis Mariae» agregó al Rosario tradicional 5 nuevos misterios llamados "misterios de luz".
La Iglesia Católica vive también el mes de octubre dedicado mundialmente a despertar el Espíritu Misionero en los fieles, con gestos de solidaridad hacia los 200.000 misioneros que entregan sus vidas por el anuncio del Evangelio en el mundo. Durante este mes, llamado "Mes de las Misiones" se intensifica la animación misionera, uniéndonos todos en oración, el sacrificio y el aporte económico a favor de las misiones, a fin de que el evangelio se proclame a todos los hombres.
En octubre, celebramos pues el mes del Rosario y el DOMUND -Domingo Mundial de las Misiones-, y nada más oportuno que hablar del Rosario Misionero ya que el principal apoyo que necesitamos es el de la oración.
El Rosario Misionero fue creado por Monseñor Fulton Sheen, para unir la contemplación de los misterios de la vida de Jesucristo y Santa María, con la oración por las necesidades de los misioneros y los trabajos de evangelización en cada continente. El Rosario Misionero es una forma de oración, en la cual, por intercesión de María, se pide por las intenciones y necesidades de todo el mundo.
Es una oración mariana universal y misionera, que consiste en rezar los cinco misterios de cada día teniendo presentes los cinco continentes del mundo, pensando en la situación concreta de cada continente desde el punto de vista de la evangelización y de la presencia cristiana, y orando por los misioneros y misioneras, por todos los agentes de la evangelización, y por todos los que aún no conocen la Buena Nueva de la salvación, para que se abran a la luz del Evangelio.
Esta es una invitación para que todas las familias retomen el Rezo del santo Rosario, que enseñen a los niños y a los jóvenes a hacerlo y a reconocer que el Rosario no es una fórmula que se repite sin sentido; sino por el contrario es una verdadera oración cuando se hace de corazón.
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