LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Mayo 17
"Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios".
Es que no basta ser pacífico; es preciso trabajar por la instauración de la paz entre los hombres, en el mundo entero.
Trabajar por la paz es establecer aquellas condiciones de vida que hagan a cada hombre feliz, seguro de sí mismo y de su porvenir; trabajar por la paz es suavizar relaciones humanas, solucionar problemas, hacerse entender por todos y con todos, crear a nuestro alrededor un clima de comprensión, dar a cada uno lo suyo, respetando el derecho de todos.
Los que trabajan por la paz entre los hombres serán llamados hijos de Dios, porque Dios es el Dios de la paz y no el Dios de la guerra; el Dios del amor y no el Dios del odio. Ser llamado hijo de Dios será participar de la misma divina naturaleza; será llegar a ser santo de verdad, a elevarse sobre la misma humana naturaleza; realmente vale la pena ser hijo de Dios, y a ello podemos llegar según la promesa de la bienaventuranza, trabajando por la paz.
“Apártate del mal y practica el bien; busca la paz y sigue tras ella” (Sal 33,15). “¡Qué hermosos son sobre las montañas los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buena noticia, que proclama la salvación” (Is 52,7). Que tus pasos, tus palabras, sean siempre portadores de la paz y nunca de la inquietud.
* P. Alfonso Milagro
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