sábado, 27 de agosto de 2016

NO ESTÁS SOLA, LAS VOCACIONES AÚN EXISTEN


No estás sola...
Las vocaciones aún existen

Sé que es fácil decir esto, pero que cuesta mucho que lo comprendamos y más que lo vivamos


Por: Germán Sánchez | Fuente: Catholic.net 




No me refiero a la ayuda de Cristo, ¡ésa seguro la tienes! Pues desde el inicio de este artículo hemos establecido que si la vida consagrada es un patrimonio de la Iglesia, Jesucristo ha prometido siempre su asistencia a Ella, por lo tanto nunca nos faltará su ayuda.

Me refiero más bien a tu comunidad, a tu Congregación. La labor pastoral vocacional no es una labor individual. No es una labor para la "animadora vocacional" a quien la vemos todos los viernes subir a un autobús guitarra en mano, con diez o quince chiquillas y verla regresar el domingo medio muerta, pero con la sonrisa de oreja a oreja. La labor vocacional tampoco es la preocupación de la Madre General y su Consejo que nos ha exteriorizado sus angustias y desvelos en la última carta circular, pidiendo una colaboración más estrecha en la búsqueda de vocaciones. Tampoco es la responsabilidad de las religiosas ancianitas de nuestra comunidad que ofrecen sus oraciones, sacrificios y penurias por las vocaciones.- No. La labor vocacional es obra de todas. Desde la religiosa que atiende la portería, hasta nuestra hermana que está en cama, pasando por la última novicia que acaba de entrar en la Congregación hasta llegar a la maestra de novicias, o de júniores, incluso le atañe a la hermana que preparara las comidas en el hospital o hace la guardia nocturna en el pasillo de enfermos terminales o quien va a visitar a los encarcelados. Con esto quiero decir que la labor vocacional es obra de todas y cada una de las religiosas en la Congregación.

Sé que es fácil decir esto, pero que cuesta mucho que lo comprendamos y más que lo vivamos. Es necesario que comprendamos los tiempos que estamos viviendo. Sé que para lagunas religiosas por su edad, su psicología o por el ambiente en el que han vivido resulta muy difícil entender que todas deben ponerse a buscar vocaciones. Pero es necesario dar este paso.

Ahora bien "buscar vocaciones" no significa dejar el puesto de trabajo y lanzarse al África, a las Filipinas o a la América Latina como cazadores en busca de presas. Desde el punto en donde Dios quiere a cada una de las religiosas, desde ahí se puede hacer labor vocacional. Es necesario por ello crear una "mística vocacional" al interno de cada una de las Congregaciones. Lo repito: esto no se logra de la noche a la mañana y llevará tiempo, fatigas y desvelos, pero es necesario hacerlo. De nada sirve que una o dos hermanas en la Congregación estén motivadas en la labor vocacional si no encuentran apoyo en la Congregación.

Una labor lenta pero segura, sabiendo de antemano que las vocaciones aún existen.

SUCESORA DE MADRE TERESA PROPONE ENSEÑANZA CLAVE DE LA BEATA EN VÍSPERAS DE CANONIZACIÓN


Sucesora de Madre Teresa propone enseñanza clave de la Beata en vísperas de canonización

Madre Teresa (1994) / L' Osservatore Romano




ROMA, 26 Ago. 16 / (ACI).- La Hermana Mary Prema, actual Superiora General de las Misioneras de la Caridad, aseguró que la enseñanza más importante que pudo dejar la Beata Madre Teresa de Calcuta fue “hacer siempre las cosas pequeñas con gran amor”.

“No tenemos que esperar grandes ocasiones para amar y darnos a nosotros mismos, sino en las pequeños momentos de nuestra vida en comunidad, y especialmente en el servicio a los pobres. Al limpiar, lavar, al dar una sonrisa o una palabra amable”, expresó la sucesora de la Madre Teresa en diálogo con ACI Prensa, días antes de la canonización de la Beata el 4 de septiembre en el Vaticano.

La religiosa aconsejó también que “no tengamos prisa” y “no participemos en una carrera en la que los proyectos y planes nos priven de lo que realmente nos hace humanos, que es amar y ser amado (…). Insistir y trabajar en el amor nos hace más capaces de aceptar lo que Dios nos muestra a través del sufrimiento, por medio de rechazo u otras dificultades”.

Sor Mary Prema conoció a la Madre Teresa en 1980 cuando apenas tenías 20 años, justo después de leer su biografía “Algo Bonito para Dios” de Malcolm Muggeridge. “La vi por primera vez cuando ella tenía 70 años, por lo que ya estaba un poco encorvada, pero sus ojos estaban llenos de vida y en el interior estaba su grandeza”.


Aseguró que el amor incondicional de madre fue lo más destacable de su predecesora: “no fue su apariencia, fue la forma como se relacionó conmigo y con la que se hizo a sí misma útil en la comunidad lo que me hizo conocer a una persona que ama, que me aceptó, que me quiso y fue una madre para mí”.

Al poco tiempo de conocerla, Sor Mary Prema sintió el llamado a unirse a las Misioneras de la Caridad y por ello se trasladó a la India.

"Me impresionó la sencillez de la vida que las hermanas llevaban en Calcuta y yo no podía olvidarlo. Luego, lentamente, conforme mi vida de oración se fue haciendo más rica, sabía que quería dar todo por Jesús”, recordó.

Elegida como Superiora General de las Misioneras de la Caridad el 24 de marzo de 2009, Sor Mary Prema se convirtió en la segunda sucesora de la Madre Teresa tras su fallecimiento en 1997.

Para la Madre Teresa, relata Sor Mary Prema, no sólo había mucho sufrimiento físico en el mundo, sino también un profundo sufrimiento invisible y espiritual que se encuentra "en el pecado y en la adicción a las conductas pecaminosas”.

“El sufrimiento espiritual no solo es un verdadero sufrimiento para aquellos que están en la ceguera del pecado, sino también para aquellos que están sufriendo las consecuencias de esos pecados", añadió la religiosa.


La solución, para la Madre Teresa, era simplemente amar a Jesús y practicar la misericordia. “Ella fue un pequeño lápiz en la mano de Dios. Y tenía un solo deseo, conocer y amar a Jesús, y que sea conocido y amado por todos. Su gran deseo era hacer que la gente se beneficie y sea bendecida por el amor misericordioso de Dios, con el que ella, a través de sus trabajos humildes, presentaba de una forma tangible a las personas”.

Finalmente dijo estar “muy feliz” por haber llegado a Roma a tiempo para ayudar con los preparativos de una serie de celebraciones litúrgicas y actividades para la canonización de Madre Teresa.

“Percibo cada vez más cuán ventajoso es para la Iglesia y especialmente para nuestra congregación que nuestra fundadora sea canonizada. Estamos muy, muy agradecidas a Dios y al Santo Padre por haberle dado este honor”, concluyó.

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 27 DE AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Agosto 27



Testigo es el que testifica, el que testimonia, el que da fe de algo o de alguien; ser testigo es afirmar la veracidad y la rectitud de algo o de alguien, es exponer y comprometer la propia palabra y la propia vida por defender a esa persona o a esa posición.

Todos debemos ser testigos de la verdad y del bien; en todas partes debemos dar testimonio de la verdad y del bien, defenderlos aún a costa de nuestra personalidad, debemos comprometer nuestra rectitud y toda nuestra vida; eso será ser testigo.

Siendo testigos, estaremos dispuestos a sacar siempre la cara por la verdad y por el bien; aunque ello suponga para nosotros ciertas incomodidades, la pérdida de ciertas posiciones o conveniencias, ya que por encima de todo eso, que es nuestro, debemos ubicar la bondad y la verdad.

Debemos pues, ser testigos de la verdad y del bien, pero como Cristo ha dicho que Él es la Verdad y el Bien, debemos ser testigos de Cristo; y eso con todas las consecuencias que antes hemos mencionado.

“Recibirán la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y hasta los confines de la tierra” (Hch 1,8). No puede haber ningún lugar donde el discípulo de Cristo no se sienta ‘testigo del Señor’, con su voz y con su vida, con su palabra y su testimonio.


* P. Alfonso Milagro

FELIZ FIN DE SEMANA!!!

viernes, 26 de agosto de 2016

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 26 DE AGOSTO 2016, PARÁBOLA DE LAS VÍRGENES PRUDENTES


Parábola de las vírgenes prudentes

Parábolas


Mateo 25, 1-13. Tiempo Ordinario. La vida lleva su rumbo sin preguntar, le damos la Luz de Cristo y comienza a brillar. 



Por: Francisco Valencia | Fuente: Catholic.net 




Del santo Evangelio según san Mateo 25, 1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús: «Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas. Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron. Mas a media noche se oyó un grito: "¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!" Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: "Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan." Pero las prudentes replicaron: "No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis." Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: "¡Señor, señor, ábrenos!" Pero él respondió: "En verdad os digo que no os conozco."Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora". 

Oración introductoria
Señor, qué fácilmente puedo dejarte a un lado, en un segundo plano, y acordarme de Ti sólo cuándo hay una necesidad o problema. Ese descuido, irresponsabilidad o apatía me trae muchas consecuencias negativas porque debilita mi capacidad de amar. Ayúdame, por medio de esta oración, a comprender la necesidad de mantenerme siempre alerta, dispuesta a recibir tu gracia que me hace capaz de transformarme y transformar mi mundo.

Petición
Señor, dame la gracia de tener un corazón alerta y vigilante, para obrar siempre el bien.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
 La lámpara que tenemos, es la mejor.
Cuántas veces uno se despista y vive en la oscuridad. Y a veces unos se quieren poner a la luz del otro, como estas jóvenes que buscaron poner en sus lámparas el aceite de las otras. Pero cada uno tiene su luz. En cada uno Dios ha dejado una luz particular, una luz que le hace ser él mismo. Por eso, en el Reino de los cielos cada uno tiene que ser él mismo.
Unas luces son más fuerte, otras más débiles, otras cambian constantemente… Y así podemos encontrar un sinfín de luces como personas. Y cada uno tiene que cuidar  y dar cuentas de esa luz que recibió. Porque esa lámpara que Dios nos ha dado la tenemos que poner en el candelabro. Y puede que a veces no me guste mi lámpara, no me guste mi luz o gaste mi aceite. Puede que a veces utilice mis cualidades para presumir o a veces quiera ocultar esa luz, esas virtudes o defectos. Incluso a veces no quiero mi lámpara.


Pero esa lámpara puede ser fea, puede tener una luz muy tenue, puede que vea más la oscuridad que la luz. Pero es la luz que no me ha regalado Dios; es la luz que me acompañará a lo largo de mi vida. Por lo tanto tengo que aceptarla. Y tengo que cuidarla. Y me puede pasar que piense que no me va bien esta lámpara. Quisiera otra más o menos luminosa. Y siempre estoy queriendo la vela o el aceite de los otros. Pero, en realidad, la lámpara que tengo es la mejor, ¡porque es mi lámpara! Es un regalo de Dios. Lo importante es ver mi vida y mi historia desde los ojos de Dios y no desde una mirada humana. He de elevar la mirada; contemplar la maravillosa obra de Dios en mi vida y darle las gracias.
«La lámpara, cuando comienza a debilitarse, tenemos que recargar la batería. ¿Cuál es el aceite del cristiano? ¿Cuál es la batería del cristiano para producir la luz? Sencillamente la oración. Tú puedes hacer muchas cosas, muchas obras, incluso obras de misericordia, puedes hacer muchas cosas grandes por la Iglesia —una universidad católica, un colegio, un hospital...—, e incluso te harán un monumento de bienhechor de la Iglesia, pero si no rezas todo esto no aportará luz. Cuántas obras se convierten en algo oscuro, por falta de luz, por falta de oración de corazón».
 (Cf Homilía de S.S. Francisco, 10 de junio de 2016, en Santa Marta).
Reflexión
Como cuando un escalador se detiene para ver lo recorrido y para contemplar la cima deseada y anhelada, así también Dios nos concede a veces momentos que son como esas paradas, y vemos lo recorrido en la vida y contemplamos la cima deseada y anhelada: la eternidad. Y entendemos el sentido de la vida y se nos hacen amargos todos los consuelos de la Tierra.

En esta situación estaban estas muchachas: el Esposo deseado... ¡Qué gozo!, ¡Qué alegría vivir así, esperando al Esposo! ¡Como si ya tuvieran ganada la Cima! ¡Cómo les rebotaría el corazón a estas chicas!

¡Qué contentas estarían! Así se encontraba Santa Teresita del Niño Jesús cuando descubrió los primeros síntomas de su enfermedad que la llevaría a la muerte, escribe: "¡Ah, mi alma se sintió henchida de gran consuelo! Estaba íntimamente persuadida de que Jesús (...) quería hacerme oír una primera llamada. Era como un dulce y lejano murmullo que me anunciaba la llegada del Esposo. (...) Gozaba por entonces de una fe tan viva, tan clara , que el pensamiento del cielo constituía toda mi felicidad" (Manuscrito C, F. 5r-5v).

Pero así como las vírgenes se durmieron, el caminante sigue caminando, a nosotros nos envuelve el remolino de la vida, y a Teresita se le duerme la fe.(cfr Manuscrito C, 5v). ¿Qué, pues es lo que importa si hasta los prudentes también se duermen? Tener encendidas nuestras lámparas y llevar el aceite para alimentarlas. Digamos que la lámpara es la vida, la Luz es la Vida de Gracia y el aceite es la Caridad.

La vida lleva su rumbo sin preguntar, le damos la Luz de Cristo y comienza a brillar, pero para que nunca de apague se necesita alimentarla con obras de caridad. Es así como nos va a reconocer el esposo: "En esto reconocerán que sois discípulos míos, si tenéis amor los unos para con lo otros". "Entonces el Rey les dirá: Venid, benditos de mi Padre, (...)porque cuanto hicisteis con uno de estos pequeños, conmigo lo hicisteis"

Propósito
Dar la Luz de Cristo a nuestra vida para que comienza a brillar, pero para que nunca de apague se necesita alimentarla con obras de caridad.

Diálogo con Cristo 
San Agustín dijo que tuviéramos cuidado de la gracia de Dios que pasa y no vuelve. Por eso te pido, Padre bueno, que me ayudes a percibir tu presencia en lo cotidiano de este día para que con tu gracia pueda ser tu fiel discípulo y misionero. Mis decisiones labran mi destino, que terrible sería que me descuidará y siguiera el camino fácil que ofrece el mundo, por eso te pido me ayudes a vivir con el constante deseo de trabajar por ti.

SALMO 32 - LA MISERICORDIA DEL SEÑOR LLENA LA TIERRA


Salmo
Sal 32


R/. La misericordia del Señor llena la tierra



Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R/.

Que la palabra del Señor es sincera, 
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho, 
y su misericordia llena la tierra. R/.

El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos,
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad. R/.

PALABRAS HIRIENTES


Palabras hirientes


En verdad las palabras pueden doler como los golpes físicos. Los padres deben saber que la crítica, el desprecio y los insultos –aun cuando se los diga en broma– pueden lastimar el amor propio, o dañar la autoestima, o detener el crecimiento de una imagen sana de sí mismo en los niños.

Las palabras dichas con amor ofrecen un real elemento constructivo de elogio, aliento, gratitud, disculpa a quien escucha. Nuestras palabras pueden herir o reconfortar, impedir o ayudar, frustrar o inspirar a la acción. He aquí algunas frases que son dulce música al oído y al corazón: “¡Muy buen trabajo!”. “Déjame ayudarte”. “Cometí un error, perdóname”. “¡Felicitaciones!”. “Estamos orgullosos de ti”. “Gracias”. “Te quiero”. “Admiro tu capacidad”. “Tú puedes hacerlo muy bien”.

“No profieran palabras inconvenientes; al contrario, que sus palabras sean siempre buenas, para que resulten edificantes cuando sea necesario y hagan bien a aquellos que las escuchan” (Efesios 4, 29). San Francisco de Sales escribió: “El trato cortés y delicado es la crema de la caridad”. Que este mensaje oriente cada día tu conducta.


* Enviado por el P. Natalio

RESEÑA BIOGRÁFICA DE MAMA ANTULA


Beatificación de Mama Antula



Este sábado 27 de agosto a las 10 de la mañana, en la ciudad de Santiago del Estero, Argentina, será beatificada la Venerable María Antonia de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula. La ceremonia se realizará en el Parque Aguirre de la ya mencionada ciudad y será presidida por el Cardenal Ángelo Amato, Prefecto de la Sagrada Congregación para la causa de los santos, en representación del Papa Francisco.

Reseña Biográfica
La Venerable María Antonia de Paz y Figueroa, conocida por el pueblo como “Mama Antula”  nació en 1730 en Santiago del Estero, Argentina. Desciende de una ilustre familia de conquistadores y gobernantes. Su niñez la pasa en el campo, en la hacienda paterna en contacto con los pueblos originarios. A los 15 años decide consagrase a Dios y toma el nombre de Maria Antonia de San José. Algunos santiagueños lamentan la decisión ya que ella era muy bonita, de facciones finas y grandes ojos azules. En aquella época no existían religiosas activas fuera del convento de clausura, con lo cual ella decide vestir una túnica negra y vivir junto a otras mujeres la vida activa, se las llamaban “beatas” (lo que sería ahora laicas consagradas).

Guiadas por un sacerdote jesuita, el Padre Gaspar Juárez, se dedicaban a ayudar a los sacerdotes, instruir a los niños, cosían, bordaban, cuidaban enfermos y repartían limosnas. En 1767 Carlos III decide expulsar a los Jesuitas de América. María Antonia cuenta con 37 años cuando sucede esto, y quiere reinstaurar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Esto no fue bien visto por la sociedad, el medio era hostil, pero ella sigue con su idea de organizar esta práctica piadosa. Los participantes vivían en un lugar cerrado durante varios días escuchando charlas a fin de que reflexionen sobre su vida y apliquen lo que les es un bien para su alma.

Comienza María Antonia invitando uno a uno a estos retiros desde 1768 a 1770. Lo hace caminando descalza por las tierras de Santiago del Estero, Silípica, Loreto, Salavina, Soconcho, Atamasqui, etc. Luego decide salir a otras provincias y se va caminando a Catamarca, La Rioja, Jujuy, Salta y Tucumán. El Obispo de Tucumán le da la licencia y así comienzan a aceptarse nuevamente esta práctica religiosa. Los frutos de los Ejercicios se conocen por el bien que le hace al pueblo y sus cambios en la vida diaria. Los Ejercicios duraban 10 días y se hacían todo el año. Convivían las Damas con sus siervas y en tandas separadas los hombres con sus ayudantes de campo.

Luego del éxito y buenos frutos de estos retiros, decide ir a Buenos Aires. En ese momento era considerado una locura ya que debían caminar 1400 kilómetros a pie. Los peligros son múltiples ya que las zonas eran habitadas por animales salvajes: jaguares, chanchos del monte y ladrones que atacaban a los viajeros. Una de sus frases que guían sus pasos era “la paciencia es buena pero más la perseverancia”, y lo aplica en su máxima expresión.

Cuando llega a Buenos Aires en Septiembre 1779 va a visitar al Virrey y al Obispo durante un año para que le otorguen la licencia. El Virrey Vértiz tenía una antipatía visceral por todo lo que era jesuítico, le niega la autorización. En 1780 comienzan los retiros en Buenos Aires con un éxito increíble. Es allí cuando el Obispo cambia su parecer y apoya esta obra, por los frutos que dan en sus fieles. Llegaron a ver tandas de 200 personas y la Providencia fue muy generosa en asistir a todas las necesidades de los practicantes.

La comida que sobraba se repartía a los presos y a los mendigos que concurrían a la Casa. Ella escribe: “Veo que la Divina Providencia me socorre indefectiblemente para su continuación y que cada día más experimenta el publico el fruto de ellos. En cuatro años de ejercicios se han acercado más de 15.000 personas.”

Luego sus ansias de “quisiera andar hasta donde Dios no fuese conocido” la llevan a Uruguay, Colonia y Montevideo, donde está tres años. Retorna a Buenos Aires y comienza la edificación de lo que hoy es uno de los edificios más antiguos de Buenos Aires, la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, en Av. Independencia 1190, Capital Federal, Argentina. Ella va tocando puerta por puerta, hasta el Virrey acepta su obra. Ella dice “la obra era de Dios y para Dios” y es así como se edifica esta magnífica Casa.

Su obra es conocida en Francia, en el monasterio de Saint-Denis de Paris donde la priora del Carmelo era tía del rey Luis XVI. Sus cartas eran traducidas en varios idiomas: latín, francés, inglés, alemán y ruso. Estas cartas se envían a distintos países entre ellos Rusia. La fuerza testimonial que emana de sus cartas son modelos para los conventos por la fuerza que transmite. Se escribe un trabajo sobre ella llamado “el estandarte de la mujer fuerte” que se edita en 1791.
          
María Antonia realiza muchos hechos pródigos entre ellos cuando faltaba alimentos para sus practicantes la comida se reproducía de la olla o el pan se transformaba en fruta, o cuando faltaba grasa para preparar la comida, pasaba un donante por la puerta dejando justo lo que se necesitaba ese día.
          
El 7 de Marzo de 1799 muere a los 69 años. Sus restos descansan en la Basílica de Nuestra Señora de la Piedad en la calle Bartolomé Mitre 1524, Capital Federal, Argentina. El 12 de Julio de 1799 se le rinde homenaje en la Basílica de Santo Domingo. Cuando muere se calcula que unas 70.000 a 80.000 personas se habían beneficiado de los retiros espirituales.
          
Ha sido Maria Antonia quien introdujo en la Argentina la devoción a “San Cayetano”, muy arraigada en nuestro pueblo con una afluencia de miles de personas cada año visitan el Santuario de Liniers pidiendo pan, trabajo y salud. Subsisten vínculos históricos y pastorales que unen el Santuario de Liniers con la Congregación de las Hijas del Divino Salvador.
          
En 1905 los Obispos elevaron la causa de canonización de Madre Antonia a la Santa Sede. El 2 de julio de 2010, Benedicto XVI autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos a promulgar el decreto por el que se reconoce que la sierva de Dios María Antonia de Paz y Figueroa (María Antonia de San José) practicó las virtudes cristianas en grado heroico y la proclamó venerable. Y finalmente, el 9 de febrero de 2016, la comisión de obispos y cardenales, tras evaluar el milagro que se le adjudica a Mama Antula, aprobó en forma unánime y elevó la propuesta al Papa Francisco que firmó el decreto que la incorporará en el libro de los beatos.

IMÁGENES DE MARÍA ANTONIA DE PAZ Y FIGUEROA, MAMA ANTULA














MILES ASISTIRÁN A BEATIFICACIÓN DE MAMA ANTULA EN ARGENTINA


Miles asistirán a beatificación de Mama Antula en Argentina
Por Carolina Requena



BUENOS AIRES, 25 Ago. 16 /  (ACI).- El corazón de los argentinos de Santiago del Estero, diócesis ubicada a unos mil kilómetros de Buenos Aires, se prepara para recibir a miles personas para la celebración de la beatificación de María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula, el próximo sábado 27 de agosto.

Sandro Mansilla, miembro de la comisión de organización de la ceremonia de beatificación, dijo a ACI Prensa que ya han confirmado su asistencia diversas autoridades provinciales además de la vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti, y casi 40 obispos del país.

"Existe una gran alegría en todo el pueblo ante el acontecimiento y tenemos un equipo que está ultimando todos los detalles con mucha esperanza. También muchas personas han abierto las puertas de sus casas, parroquias y colegios para acoger a los peregrinos", destacó.

La ceremonia de beatificación, que presidirá el Prefecto para la Congregación de las Causas de los Santos, Cardenal Ángel Amato, en representación del Papa Francisco, se realizará a partir de las 11:00 a.m. (hora local), en el Parque Aguirre donde en 1994 se celebró el Congreso Eucarístico Nacional.


Hasta el lugar llegarán a su vez en peregrinación las imágenes de diversos santuarios de la provincia Santiago del Estero como el Señor del Mailín, la Virgen de Sumampa, la Cruz de Matará, Nuestra Señora de Loreto, entre otras.

La fiesta comenzará un día antes, el viernes a las 17:00 horas con la Peregrinación Juvenil y el campamento de los jóvenes en el predio del Colegio San José. Allí habrá obras de teatro, videos, animación, música y danzas folclóricas.

De otro lado, en un video divulgado por la oficina de prensa de la Conferencia Episcopal Argentina, el Obispo de Santiago del Estero, Mons. Vicente Bokalic, recalcó la importancia del testimonio de vida de la próxima beata.

“Sabemos que un santo, un beato camino a la santidad es un don de Dios para su pueblo, es como una caricia de ese Dios que se hace presente a través de estas figuras ejemplares que nos han ayudado a conocer a Jesucristo y construir comunidades eclesiales”, dijo.

Mama Antula, afirmó el Prelado fue “una mujer muy fuerte, muy valiente que supo afrontar infinidad de dificultades confiando en la providencia de Dios”.

María Antonia de Paz y Figueroa nació en 1730 en Santiago del Estero. Trabajó desde muy joven con los jesuitas colaborando en la organización de ejercicios espirituales. Luego partió a Buenos Aires, donde se dedicó durante veinte años a predicar el mensaje de Cristo.


En 1795 fundó la Santa Casa de Ejercicios Espirituales en Buenos Aires, la que aún cumple su misión bajo el cuidado de la congregación Hijas del Divino Salvador. Falleció el 7 de marzo de 1799 en dicha residencia. Sus restos descansan en la actualidad en la Iglesia Nuestra Señora de la Piedad, en Buenos Aires.

El 4 de marzo el Papa Francisco aprobó el decreto que reconoce el milagro obrado por intercesión de la Sierva de Dios: en 1904 la religiosa María Rosa Vanina, de las Hijas del Divino Salvador, se recuperó de manera inexplicable de una colecistitis aguda con shock séptico, luego que los médicos pronosticaron una muerte segura.

ABRIR UNA RENDIJA PARA DIOS


Abrir una rendija para Dios
Ante los dolores de la vida, ante las penas que carcomen el alma, ansiamos una luz, una mano amiga, una rendija de esperanza.


Por: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net 




El corazón está herido. Por los propios pecados, por envidias profundas, por rencores que duran años, por miradas que nos reprochan faltas reales o delitos nunca cometidos.

Ante los dolores de la vida, ante las penas que carcomen el alma, ansiamos una luz, una mano amiga, una rendija de esperanza.

Hay dolores que hunden, que destrozan vidas. Hay dolores que se convierten en heridas abiertas en continua supuración. Hay dolores que provocan autocompasiones que destruyen.

En esos momentos, necesitamos abrir la mente a una verdad que salva: Cristo no vino a llamar a los justos, sino a los pecadores (cf. Lc 5,32).

En vez de dejar al mal destruir mi vida, necesito abrir una rendija a Dios. Sólo entonces Cristo podrá venir a mi casa, cenar conmigo, derramar el aceite de la misericordia sobre mis heridas, sacar mi alma de pesimismos enfermizos.

Abrir una rendija a Dios es posible siempre. Basta con recordar que el Maestro no ha dejado a los hombres. Cristo sigue en los mil caminos de la historia humana, tras las huellas de cada oveja perdida. Sigue tras mis pasos, respetuoso, en silencio, pero con un amor que quema, que purifica, que sana.

Hoy puedo abrirle la puerta de mi alma. Entonces Jesús entrará. Me dará fuerzas para llorar mis pecados con lágrimas confiadas. Me impulsará a invocar y acoger su misericordia en el sacramento de la confesión. Me ayudará a perdonar y a pedir perdón a quien haya herido con mis actos egoístas. Me invitará, revestido con una túnica blanca, a participar, ya aquí en la Tierra, en el gran banquete de la alegría de los cielos.

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 26 DE AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Agosto 26


Nos resulta difícil admitir a los otros tal como ellos son; siempre tratamos de corregirlos, de hacerlos como somos nosotros.
Pero, ¿con qué derecho pretendemos anular su personalidad, hacerlos de distinta forma de como los hizo Dios?

Por otra parte, si nosotros pretendemos cambiarlos, para que sean como nosotros, es porque inconscientemente estamos convencidos de que nosotros somos como hay que ser, de que nuestra forma de ser es la mejor de todas; por eso quisiéramos que los demás fueran como nosotros.

Y tener ese convencimiento es evidentemente un orgullo desmedido.

Cada uno tiene su personalidad y todos debemos respetar la personalidad de los demás; reconocer que ellos tienen derecho a ser distintos de nosotros y a pensar que la forma de ser de ellos es mejor que la nuestra.

En conclusión: hay que aceptar a los demás tal como son y sin pretender cambiarlos a nuestro gusto.

“Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados… porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes” (Lc 6,36-38).


* P. Alfonso Milagro

SEÑOR, A QUIÉN IREMOS?


Señor, ¿a quién iremos?



Un día decidimos subir a tu barca,
confiarte el timón.
Desde entonces
navegamos por la vida
y escuchamos sonidos diversos,
el ruido del trueno
que anuncia la tormenta,
los cantos de sirena
que prometen paraísos imposibles,
el bramido de un mar poderoso
que nos recuerda nuestra fragilidad,
las conversaciones al atardecer
con distintos compañeros de viaje,
los nombres de lugares
que aún no hemos visitado,
y los de aquellos sitios
a los que no volveremos.

A veces nos sentimos tentados
de abandonar el barco,
de cambiar de ruta,
de refugiarnos en la seguridad
de la tierra firme.
Pero, Señor,
¿a quién iremos…
si solo tú puedes ayudarnos
a poner proa
hacia la tierra del amor
y la justicia?

José Mª Rodríguez Olaizola, sj

FELIZ FIN DE SEMANA!!!


jueves, 25 de agosto de 2016

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 25 DE AGOSTO 2016


¡Estad en vela no sabes el día ni la hora!
Tiempo Ordinario

Mateo 24, 42-51. Tiempo Ordinario. Vivir fielmente cada día, con alegría, esperando la venida de Cristo. 


Por: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 24, 42-51
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, como se merecen los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.

Oración introductoria
Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo; concédeme que, guiado por el mismo Espíritu, sienta la urgencia de estar siempre preparado, viviendo de cara a la eternidad y que esta oración me capacite para conocerte, encontrarte y amarte.

Petición
Señor, ¡aumenta mi fe!

 
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
 Velen y estén preparados.
La palabra clave de la lectura del evangelio de hoy es VELAD. Hoy estamos sumergidos en un mundo de inseguridad que alarma a buena parte de los ciudadanos. Las guerras, el terrorismo, el azote de la inseguridad ciudadana, el peligro de la delincuencia, el desbordamiento de los fenómenos naturales, la amenaza de la enfermedad, la crisis económica, entre muchas otras, son algunas de las situaciones que amenazan nuestra paz. Por ello, tomamos medidas cada vez más radicales: puertas de seguridad, candados, llaves, alarmas, policías, armas…
Ciertamente, los peligros de todo tipo amenazan nuestra seguridad y la de los nuestros, pero es mucho más importante la certeza de que nuestra vida está resguardada del grave peligro de una infelicidad eterna. Lo repetimos una y otra vez: En este mundo estamos de paso, por ello, la seguridad de poder descansar eternamente en los brazos de Dios, es la tarea que con más interés debemos cuidar.


Hay que estar atentos para cuando llegue el Señor a pedirnos cuenta de nuestraadministración. Es preciso tenerlo todo en orden para acertar en el destino definitivo de la vida. En este sentido es como se nos avisa que estemos bien dispuestos:
Estemos alerta para que la muerte nos sorprenda preparados y así evitar el fracaso definitivo de la vida.
Estemos alerta para acumular méritos para entrar en el Reino de la vida.
Estemos alerta y bien despiertos para recibir la llamada definitiva.
Estemos alerta y procuremos tener las cuentas claras de nuestra vida interior y presentarnos con la conciencia limpia ante nuestro Dios.
Estemos alerta recordando que estamos a tiempo de cambiar sabiendo que nunca es demasiado tarde mientras tengas vida.
Estemos alerta a la llamada de Dios para seguirla sin condiciones estando bien atentos para responder: Estamos aquí, Señor.
El llanto y crujir de dientes no es para nosotros, los que intentamos seguir a Cristo incondicionalmente. Si procuramos estar bien despiertos, con el corazón limpio y la mente dispuesta para seguir al Señor, no vamos a temer ni el sufrimiento ni la muerte, pues estamos destinados a la VIDA eterna.
La vigilancia permanente se consigue con la práctica constante de la oración y con el examen de conciencia. La fuerza nos la dan el Espirita Santo, la Eucaristía, la lectura y meditación de la Palabra. El premio consiste en tener paz en el alma, serenidad en nuestra mente y felicidad en el corazón.
«Es esa virtud tan difícil de vivir: la esperanza, la más pequeña de las virtudes, pero la más fuerte. Y nuestra esperanza tiene un rostro: el rostro del Señor resucitado, que viene “con gran poder y gloria”, que manifiesta su amor crucificado, transfigurado en la resurrección. El triunfo de Jesús al final de los tiempos, será el triunfo de la Cruz; la demostración de que el sacrificio de uno mismo por amor al prójimo y a imitación de Cristo, es el único poder victorioso y el único punto fijo en medio de la confusión y tragedias del mundo.»
 (S.S. Francisco, Angelus15 de noviembre de 2015).
Reflexión
El último día de la historia, el final de los tiempos, se ha descrito en muchas ocasiones como un día trágico y ha dado lugar a una literatura que llamamos "apocalíptica".

Jesucristo anunció que vendría de nuevo a la tierra, y que esa venida sería definitiva. Pero, ¿cómo debe preparase un cristiano? Vamos a considerar dos tipos de "esperas".

La primera es parecida a la de un soldado, agazapado en su trinchera, esperando con verdadero miedo el ataque del enemigo. Su única ilusión es que ese momento nunca llegue, porque sabe que puede acabar mal. Es la actitud del que ve el final pensando que va a condenarse por sus pecados. Tiembla, pero tampoco pone remedio.

La segunda espera es la de la esposa que aguarda a su marido, ausente durante mucho tiempo del hogar. Por ejemplo, la esposa de un marinero, que sueña el día en que volverá a estrechar entre sus brazos al amor de su vida. Y cuando se acerca el día, se prepara, se viste, se perfuma y se dispone a recibirle con toda la ilusión del mundo.

El cristiano debe vivir sin temor, preocupado por vivir fielmente el día a día, pero también siendo consciente de la responsabilidad de cada uno de sus actos. Por tanto, no hay que descuidarse y sí estar preparados, con alegría, para el encuentro definitivo con Dios.

Propósito
Ofrecer hoy un pequeño sacrificio a Dios y pedirle la gracia de adquirir la virtud que más necesite para crecer en el amor a los demás.

Diálogo con Cristo
Jesús, qué diferente es mi vida cuando me esfuerzo por ver todo desde el plano de la fe. Las cosas, las actividades, las mismas relaciones sociales, todo se transforma y se vuelve relativo de cara a la eternidad. ¡Qué pocas cosas son importantes! Ayúdame a vivir pensando en el cielo que me has prometido y que lo busque como esa perla fina, ese gran tesoro que dará plenitud a mi vida.

SALMO 144, BENDECIRÉ TU NOMBRE POR SIEMPRE, DIOS MÍO, MI REY


Salmo
Sal 144,2-3.4-5.6-7


R/. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey

Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza. R/.

Una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas. R/.

Encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tus victorias. R/.

EL AUTO NO LE ARRANCABA


El auto no le arrancaba…



Los Niños Exploradores se comprometen hacer al menos una buena acción cada día. Como esos chicos, conviene que te entrenes en este ejercicio cotidiano: cada uno de estos actos son como ladrillos de una maravillosa construcción que emprendes para alegría de Dios que goza ver que sus hijos desarrollan sus dones con generosidad.

En medio del camino, ya cerca del pueblo, se encontraba parado un automóvil, con el capó levantado y, casi medio adentro, el dueño tratando de hacerlo arrancar de cualquier manera. Toca cables, mira la batería, saca y pone tornillos, y no hay caso. En eso se cruza un borracho y le pregunta: —¿No le arranca? —¿Y no ve que no? ¡Y lo que me da más bronca es que estoy a tres kilómetros miserables del pueblo y no puedo llegar! —¿Y por qué no le pone una pila? —Pero, ¿qué dice, hombre? Pero ¿qué tendrán que ver las pilas, si éste es un motor a nafta? Se afirma mejor el borracho y le contesta: —¡No, yo decía una pila de tontos, para que lo empujen hasta el poblado!

Este hombre, entregado a la bebida, que se ríe con cinismo de los que prestan ayuda a los demás, sin duda es el “avivato” y “ventajita” del dicho popular: “El vivo vive del sonso, y el sonso de su trabajo”. ¿Y dónde ha venido a parar? Ahoga en el vino la profunda angustia existencial que arrastran todos los egoístas. El amor es servicio y el servicio es alegría.


* Enviado por el P. Natalio

ORACIÓN A JESÚS SACRAMENTADO POR LOS ENFERMOS


ORACIÓN A JESÚS SACRAMENTADO 
POR LOS ENFERMOS


Oh amado mi señor Jesús Sacramentado, tu que estas vivo en el Sagrario ante tu pies te pongo toda las intenciones de nuestros enfermos del mundo entero, para que con esa luz tan brillante y llena de piedad y misericordia los ilumines en los momentos difíciles y angustiado que viven en su cuerpo y en su alma derrama esa paz que eres tu Señor en ellos.

Amén

AFUERA TODO ES GRAN AGITACIÓN, RUIDO DE VIDA Y LA VIDA ESTÁ AQUÍ EN LA EUCARISTÍA


Afuera todo es gran agitación, ruido de vida...y la Vida está aquí
Desde aquí se oye el clamor del mundo. Ruido de coches, motocicletas, ruido de gran tráfico y ajetreo, de velocidad, de impaciencia.


Por: Ma Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net 




Cuando las personas tienen mucho que pensar, mucho que caminar, mucho que correr... andan ahí, Señor, ahí afuera. Desde aquí se oye el clamor del mundo. Ruido de coches, motocicletas, ruido de gran tráfico y ajetreo, de velocidad, de impaciencia. Hace mucho calor. Afuera todo es gran agitación, ruido de vida...y la Vida está aquí. En esta soledad, en este silencio, en esta semipenumbra, en esta quietud...

La nave desierta... Mármol, vitrales, imágenes... nada tiene vida, todo es materia muerta, solo hay algo que tiembla, que se mueve, que parpadea... es la lámpara roja del Sagrario. Está señalando que en ese silencio, en esa quietud, en esa gran paz está Dios. Un Dios que siendo el Rey de todo lo creado, está oculto tras unas cortinillas y una pequeña puerta. Silenciosa y humilde espera. Entrega y sumisa esperanza de un Dios que es todo amor. Mansedumbre infinita, paciencia de siglos... Locura de amor de un Dios enamorado de sus criaturas. Sólo a un Dios que muere por amor se le podía haber ocurrido semejante entrega.

Ahí estás, Señor, encerrado en todos los Sagrarios del mundo, desde los de oro y piedras preciosas, en las imponentes y majestuosas catedrales hasta los más humildes y simples de madera, en las iglesias perdidas de las sierras y en las casi legendarias misiones. Ahí te quedaste, Señor, paciente y sumiso, esperando. Porque los enamorados no pueden dejar a quien aman y tu te ibas a la Casa del Padre Celestial, a tu verdadero Reino con tu Madre, con los Santos, con los Ángeles...y nosotros aquí, solos, tropezando, cayendo perdiendo el CAMINO..., teniendo cada vez más lejano, más borroso, el recuerdo de tu paso por la tierra.

Pero no, te quedaste aquí, dando todo por nada; esperando, siempre esperando en tu gran locura de amor; para que sepamos que no te fuiste, que estás aquí, para ser nuestro alimento, carne de nuestra carne, sangre de nuestra sangre; para compartir nuestra alegría, para acompañarnos en nuestra soledad y nuestras penas.

¡Supremo amor de todos los amores que no pudo dejar solo al corazón del hombre porque sabía que tarde o temprano el corazón del hombre lo buscaría, lo necesitaría, lo llamaría... Y Él, sin pérdida de tiempo le daría la respuesta de amor:

- Aquí estoy, siempre me quedé contigo...nunca me fui, siempre te estoy esperando...
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