lunes, 11 de julio de 2016

10 SENCILLAS MANERAS DE ACERCAR A TUS HIJOS A DIOS


10 sencillas maneras de acercar a tus hijos a Dios
Quiero compartir con ustedes 10 sencillas formas de acercar a nuestros hijos a Dios inclusive desde el momento en que nos enteramos de que vamos a ser padres.


Por: Nory Camargo | Fuente: http://catholic-link.com 




Ser padres nos hace responsables no solo del cuidado de nuestros hijos sino también de la educación espiritual que les brindamos desde el momento en que los concebimos. Por eso quiero compartir con ustedes 10 sencillas formas de acercar a nuestros hijos a Dios inclusive desde el momento en que nos enteramos de que vamos a ser padres.

«¿Buscamos entender ‘dónde’ los hijos verdaderamente están en su camino? ¿Dónde está realmente su alma? ¿Lo sabemos? Y sobre  todo: ¿Lo queremos saber? ¿Estamos convencidos de eso, en realidad, no esperan algo más?» (Papa Francisco).



1. Ora en voz alta durante el embarazo

Nuestros pequeños escuchan nuestra voz todo el tiempo, es importante que el momento que le dediques a la oración esté lleno de tranquilidad. Elije un espacio cómodo en donde no te interrumpan o donde nada te distraiga. Puedes construir un pequeño altar o hacerlo mientras ves una estampita de la Virgen o de Jesús para que tus pensamientos no divaguen en otras cosas. Haz que tú bebe sienta que ese momento es único y especial para los dos, puedes elegir una hora del día para que se vuelva una rutina diaria. Mientras oras puedes sobar tu pancita para que tu bebe sienta que la oración va dedicada a él también


2. Llévalo a misa

Algunas personas piensan que es muy molesto llevar a los chiquitines a misa porque lloran muy fuerte, hacen ruido, incomodan a la gente o no se quedan quietos. Mi recomendación es que lo lleves a misa cada domingo, tal como tú y tu familia lo solían hacer antes de su nacimiento.  Si llora y es aún muy bebe lo podrás calmar con el pecho o el biberón; si es un poco más grande y ya gatea o camina suele hacer berrinches más a menudo, sal de la iglesia, dale un pequeño paseo hasta que se calme y vuelve a entrar. Si tu niño ya es 100% consciente de que va a misa los domingos y no se queda quieto, grita a todo pulmón o incluso se tira al piso, sal de nuevo, ponte a su altura y háblale de manera pausada y en tono suave, explícale porque están allí y porque es importante portarse bien durante la Eucaristía. Si pellizcas a tu hijo mientras hace el berrinche, lo halas bruscamente para sacarlo, lo matas con la mirada o le gritas afuera de la iglesia, detestara cada domingo. Son niños y hay que ponernos en sus zapatos, no están en edad de quedarse quietos y mucho menos de poner atención más de 20 minutos seguidos. Cada vez que yo voy a misa, salgo a calmar a mi hijo unas 10 veces pero lo vuelvo a entrar; no hay que darse por vencido pues aunque son pequeños saben muy bien como manipularnos, lo importante es que ellos se den cuenta que no importa cuántas veces salgamos de la iglesia siempre volveremos a entrar hasta que la celebración culmine.


3. Reza con ellos en las noches

Puede ser junto a su cama o cuna, ponte de rodillas y ora. Cuando los niños son pequeños todo les asombra y les causa curiosidad, tienen el don de imitar tanto lo bueno como lo malo, y muy probablemente mientras estés orando querrán llamar tu atención, empezaran a hablar como si les dieran cuerda, cantaran, sacaran sus juguetes o te halaran de la camisa. Aprovecha esta oportunidad para explicarle lo que estás haciendo e invítalo a unirse a tu oración. Dile que repita después de ti o pregúntale: ¿por qué le darías gracias a Dios hoy? ¿Quieres enviarle un mensaje a la Virgen conmigo? Notarás que este tipo de preguntas les causa sorpresa, enséñales cómo deben persignarse y procura que ese momento dedicado a la oración no sea tan largo, pues querrá empezar a hacer otra cosa. Si tu niño o niña es un bebe, persígnalo con su manita y ora en voz baja junto a él.


4. Familiarízalo con imágenes de Jesús y de María Santísima

Tener un altar en el hogar debe ser tarea de todo católico, no tiene que ocupar una habitación completa, pero si debes destinarle un lugar especial, de visibilidad y alcance para todos los miembros de la familia. Es importante que nuestros pequeños encuentren imágenes de Jesús, de María y de los Santos. Mi hijo tiene un año y cinco meses y le hemos enseñado a mandarle besitos a la Virgen. Cada vez que la ve, sin importar el lugar en el que estemos le manda un beso y yo me derrito de amor, los niños aprenden muy rápido las cosas, aprovechar la edad entre los 0 y 5 años es primordial para ensañerles lo que más podamos. Un día Juan José (mi hijo) encontró el llavero de mi mamá en un bolso, vio que de el estaba colgada la imagen de la Virgen de Guadalupe, y sin que nadie le dijera nada, hizo cara de sorpresa, nos miró a todos por unos segundos y la beso. Puedes poner un Cristo en su habitación, la imagen de María Santísima en su mesita de noche o un cuadro con el ángel de la guarda.


5. Déjalo elegir películas y libros que hablen de Dios

Aprovecha el gusto que tienen tus hijos por las películas o los cuentos. Compra películas como «El Arca de Noe», «David y Goliat», «El Buen Samaritano», «El Hijo Prodigo», «La Historia de José y sus hermanos», «Los Milagros de Jesús», «El Príncipe de Egipto», «Joseph: Rey de los Sueños», etc. Existen también muchos libros que le cuentan a los niños las historias de la biblia de manera divertida e ilustrada,  puedes comprar libros para colorear o la llamada «Biblia de los niños» que está en las principales librerías. De esta manera podrás darle varias opciones a tu hijo para que sea él quien escoja qué historia quiere conocer. Nunca los obligues o los amenaces con castigos si no quieren realizar esta actividad. Cada fin de semana le puedes dar una opción distinta o proponerle a él o ella que te acompañe a comprar el libro o la película que prefiera. Es una manera fácil y divertida para que nuestros hijos conozcan la vida de Jesús, de María Santísima o los santos desde que son chiquitines.


6. Déjalos participar en actividades relacionadas con la Iglesia

Si en el colegio de tu hijo hay infancia misionera, déjalo ser miembro del grupo. Si le gusta actuar o cantar, déjalo participar en las ceremonias religiosas en las que se hacen dramatizaciones o inscríbelo al coro de la Iglesia. Si el colegio realiza campañas en las que se recolecta ropa o víveres para los más necesitados, explícale porque debemos ayudarle a los demás. Nunca le prohíbas a tu hijo actividades como estas, si muestra algún interés, déjalo experimentar y mantén una actitud siempre positiva frente a sus logros y hazañas. Hazle saber cuánto le agrada a Dios su buen comportamiento y solidaridad, permitiéndole sentir que te sientes orgulloso de ser su madre o su padre.


7. Permítele ver que hay niños que no lo tienen todo

Llevar a nuestros hijos a fundaciones o instituciones que ayuden a los demás es una experiencia hermosa para todos los involucrados, tanto como para los niños a los que visitamos, como para nuestros hijos y para nosotros mismos. Hacerles ver que el mundo no es color de rosa y que no todos los niños gozan de un hogar con papá y mamá abrirá sus corazones. Puedes ir a una fundación que acoja a niños huérfanos, niños maltratados, con cáncer, o alguna enfermedad como síndrome de down. Todos los niños merecen ser amados y escuchados. Haz que tu hijo comparta al menos dos veces al año una experiencia como ésta. Organiza un partido de fútbol, una tarde de película o un compartir con la organización que escojas. De esta manera tu hijo comprenderá que no todos los niños gozan de los privilegios que él tiene; aprenderá a compartir y a ver a todos como iguales, no hará distinciones en la hora del juego y se convertirá en un niño consciente y dispuesto a ayudar a los demás en cualquier lugar.


8. Enséñale a apreciar la naturaleza

No es necesario que viajes a Irlanda para que tu hijo sea testigo de impresionantes paisajes: una flor basta para que le cuentes a tu pequeño que Dios está presente en cada una de sus creaciones, hasta en la más pequeña. El cielo, el mar, las estrellas, la luna, los árboles, las montañas. Puedes intentar preguntarle a tu hijo cuanto cree que le ama a Dios (tal vez alguna de sus ocurrencias te haga derretir de amor) pero es válido que tú le des una manita: puedes retarlo a contar las estrellas o a adivinar qué tan profundo es el mar y decirle que así es el amor de Dios: infinito como las estrellas que adornan el firmamento o los granos de arena en la playa. Es importante que nuestros hijos sean conscientes que todo cuanto nos rodea ha sido creado de la mano de Dios, los viajes a otras ciudades o países pueden ser la oportunidad perfecta para que le hables de Dios a tus hijos.


9. Hazle saber que hay más satisfacción en dar que en recibir

La época de Navidad es perfecta para realizar esta actividad. Hay dos formas de hacerlo: la primera es comprar juguetes o ropa para que niños de escasos recursos, huérfanos o desamparados reciban un detalle en esta fecha. La otra opción que tenemos es pedirles a nuestros pequeños que decidan qué juguetes ya no utilizan y están en buen estado para donarlos. En todo el proceso debemos incluir a nuestros pequeños, desde ir a comprar o escoger los juguetes, hasta empacarlos e ir a entregarlos personalmente. De esta manera ellos entenderán que las cosas no son tan fáciles de obtener y que no todos los niños tienen los privilegios que nosotros como padres les otorgamos. Este acto de generosidad y entrega puede practicarse en cualquier época del año, lo importante es transmitirles a nuestros hijos el amor por el que más lo necesita. Cuando hayan culminado la tarea puedes preguntarle cómo se sintió al entregarle a otro niño un regalo o  que fue lo que más le gustó de estar allí. Podemos encontrar a Dios de muchas maneras, hazle comprender cuanta felicidad hay en dar.


10. Enséñale a bendecir los alimentos

El desayuno, el almuerzo o la cena pueden ser escenarios perfectos en los que le enseñes a tus hijos que hay que dar gracias por todo lo que Dios nos permite tener, incluyendo la comida que llega a nuestra mesa. Yo acostumbro hacer la siguiente oración para bendecir los alimentos: «Bendice Señor estos alimentos que por tu infinita misericordia tenemos hoy en esta mesa, dale Señor pan a los que no tienen y danos hambre de ti a los que tenemos pan. Ámen». Recuerda que tu ejemplo es la mejor herramienta, conviértete en el modelo a seguir de tus hijos y bendice los alimentos sin importar el lugar en el que te encuentres, pídele a tus hijos que repitan después de ti y veras como con el tiempo ellos lo harán solitos.

SIETE COSAS QUE DEBEMOS SABER SOBRE LA MEDALLA Y CRUZ DE SAN BENITO DE NURSIA O ABAD


7 cosas que debemos saber sobre la medalla y cruz de San Benito
Por Abel Camasca

10 Jul. 16 /  (ACI).- Desde hace siglos, muchos cristianos han usado la medalla del famoso exorcista San Benito en la lucha espiritual contra las fuerzas del mal.

Aquí 7 cosas que se debe saber sobre este especial objeto que posee mucha tradición e historia.

1. El origen de la Medalla es incierto

En el siglo XVII, durante  un juicio de brujería en Alemania, unas mujeres acusadas testificaron que no tenían poder sobre la Abadía de Metten porque estaba bajo la protección de la cruz.

Cuando se investigó, se hallaron en las paredes del recinto varias cruces pintadas rodeadas por las letras que se encuentran ahora en las medallas. Más adelante se encontró un pergamino con la imagen de San Benito y las palabras completas de las letras.

2. Con la medalla se puede obtener una indulgencia plenaria

La Medalla, como se le conoce ahora, es la del jubileo que se emitió en 1880 por el décimo cuarto centenario del nacimiento del Santo y lanzada exclusivamente por el Superior Abad de Monte Cassino.

Con ella se puede obtener la indulgencia plenaria en la Fiesta de San Benito (11 de julio), siguiendo las condiciones habituales que manda la Iglesia (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice).

3. Cuando San Benito hacía la señal de la cruz obtenía protección divina

Cierta vez quisieron envenenar a San Benito (480-547). El Santo, como era su costumbre, hizo el signo de la cruz sobre el vaso y el objeto se rompió en pedazos.

En otra ocasión un pájaro negro empezó a volar a su alrededor, San Benito hizo la señal de la cruz y tuvo entonces una tentación carnal en la imaginación. Cuando estaba casi vencido, ayudado por la gracia, se quitó las vestiduras y se arrojó a un matorral de espinas y zarzas, lastimando su cuerpo. Después de ello nunca volvió a verse turbado de aquella forma.

4. La medalla tiene gran poder de exorcismo

La Medalla de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia con un gran poder de exorcismo. Los sacramentales son “signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia".

"Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida" (Catecismo 1667).

5. La Medalla tiene en el frente la imagen de San Benito con una cruz en la mano derecha y el libro de las Reglas de sus religiosos en la otra mano

A ambos lados del Santo dice: “Crux Sancti Patris Benedicti” (Cruz del Santo Padre Benito). Se puede ver también una copa de la cual sale una víbora y un cuervo. De manera circular aparece la oración: “Eius in óbitu nostro preséntia muniamur” (A la hora de nuestra muerte seamos protegidos por su presencia). En la parte inferior central se lee: “Ex. S. M. Cassino MDCCCLXXX” (Del Santo Monte Cassino 1880).

6. En el reverso está la cruz de San Benito con diversas siglas

C.S.P.B.      "Cruz del Santo Padre Benito".
C.S.S.M.L.  "La santa Cruz sea mi luz" (crucero vertical de la cruz).
N.D.S.M.D. "que el dragón infernal no sea mi guía" (crucero horizontal).

En círculo, comenzando por arriba hacia la derecha:

PAX          "Paz".
V.R.S.       "Vade Retro Satanás".
N.S.M.V.  "No me aconsejes cosas vanas".
S.M.Q.L.  "Es malo lo que me ofreces"
I.V.B.        "Traga tú mismo tu veneno".

7. La medalla debe ser bendecida por un sacerdote con una oración especial 

 Exorcismo de la medalla:

-Nuestra ayuda nos viene del Señor
-Que hizo el cielo y la tierra.
Te ordeno, espíritu del mal, que abandones esta medalla, en el nombre de Dios Padre Omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene.
Que desaparezcan y se alejen de esta medalla toda la fuerza del adversario, todo el poder del diablo, todos los ataques e ilusiones de satanás, a fin de que todos los que la usaren gocen de la salud de alma y cuerpo.
En el nombre del Padre Omnipotente y de su Hijo, nuestro Señor, y del Espíritu Santo Paráclito, y por la caridad de Jesucristo, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y al mundo por el fuego.

Bendición
-Señor, escucha mi oración
-Y llegue a tí mi clamor

Oremos:
Dios omnipotente, dador de todos los bienes, te suplicamos humildemente que por la intercesión de nuestro Padre San Benito, infundas tu bendición sobre esta sagrada medalla, a fin de que quien la lleve, dedicándose a las buenas obras, merezca conseguir la salud del alma y del cuerpo, la gracia de la santificación, y todas la indulgencias que se nos otorgan, y que por la ayuda de tu misericordia se esfuerce en evitar la acechanzas y engaños del diablo, y merezca aparecer santo y limpio en tu presencia.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.

HOY 11 DE JULIO ES LA FIESTA DE SAN BENITO, PATRÓN DE EUROPA


Hoy es Fiesta de San Benito, Patrón de Europa y Patriarca de los monjes occidentales
Por Abel Camasca


11 Jul. 16 /  (ACI).- “Ora et labora” (ora y trabaja) es el famoso lema del gran San Benito Abad, Patrono de Europa y Patriarca de los monjes en occidente. Por su legado e influencia sigue siendo uno de los Santos más venerados de toda la cristiandad.

San Benito nació en Nursia (Norcia - Italia) en el 480. Su hermana gemela fue Santa Escolástica. Después de haber estudiado retórica y filosofía en Roma, San Benito se retiró de la ciudad a Enfide (actual Affile) para profundizar en el estudio y dedicarse a la disciplina ascética.

No conforme, a los 20 años se fue al monte Subiaco y vivió en una cueva con la guía de un ermitaño. Años después se fue con los monjes de Vicovaro, quienes después lo eligieron prior.

No duró así mucho tiempo ya que trataron de envenenarlo debido a la disciplina que les exigía. Como era su costumbre, San Benito hizo la señal de la cruz sobre el vaso que le habían dado y el objeto se rompió en pedazos. Después de hacerles caer en la cuenta de lo que habían hecho, se alejó de ellos.


Con un grupo de jóvenes, impresionados por su ejemplo de cristiano, fundó monasterios, uno de ellos en Monte Cassino, y escribió su famosa Regla que ha sido inspiración para numerosos reglamentos de comunidades religiosas monásticas hasta el día de hoy. Asimismo inició centros de formación y cultura.

San Benito era muy conocido por su trato amable y por sus sacrificios. Se levantaba de madrugada a rezar los salmos, oraba y meditaba por varias horas, ayunaba diariamente y acudía a los pueblos a predicar.  El Santo veía el trabajo como algo honroso que llevaba a la santidad.

De igual modo consolaba a los tristes, curaba a los enfermos, daba limosnas y alimento a los necesitados y se dice que en algunas ocasiones “resucitó” a los muertos con la ayuda de Dios.

Su amor y fuerza los encontró en Cristo crucificado y, como exorcista, sometía a los espíritus malignos con la famosa “cruz de San Benito”.

El Santo predijo la fecha de su muerte que aconteció el 21 de marzo del 547, a pocos días de que falleciera su hermana Santa Escolástica. Murió de pie en la capilla con las manos levantadas al cielo. "Hay que tener un deseo inmenso de ir al cielo", fueron sus últimas palabras.

A finales del Siglo VIII en numerosos lugares se empezó a celebrar su fiesta el 11 de julio.

DAR TESTIMONIO



Dar testimonio



Cuando das un buen ejemplo algo comienza a pasar. Es como tirar una piedra en un lago tranquilo. Pequeñas ondas van generando círculos concéntricos hasta morir en las playas. Conviene que lo pienses para animarte a dar siempre buen ejemplo. Tendrás el mérito de haber alentado a otros por el camino correcto. Es lo que hoy te pide la Reina de la Paz.

“¡Queridos hijos! Hoy los invito a todos ustedes que han escuchado mi mensaje de paz a realizarlo con seriedad y con amor en sus vidas. Hay muchos que piensan, que están haciendo mucho al hablar de los mensajes pero no los viven. Queridos hijos, yo los invito a la vida y a cambiar todo lo negativo que hay en ustedes, de tal manera que se transforme en positivo y en vida. Queridos hijos, yo estoy con ustedes y deseo ayudarlos a todos ustedes en sus vidas para que al vivirlas, ustedes den testimonio de la Buena Nueva. Yo estoy aquí, queridos hijos, para ayudarlos y para conducirlos al Cielo y en el Cielo está el gozo, con el cual, ya desde ahora, ustedes pueden vivir el Cielo. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

El poder de tu testimonio es enorme y decisivo. Las palabras están devaluadas. Nunca el mensaje de Jesús tuvo tanta fuerza como cuando pregonó el amor desde la cruz. Para construir a tu alrededor una civilización del amor aporta cada día gestos de servicio, de humildad y generosidad.


* Enviado por el P. Natalio

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN DEL HOGAR AL DIVINO NIÑO JESÚS


Consagración del hogar
AL DIVINO NIÑO JESÚS 



Divino Niño Jesús que bendices y proteges las casas donde está expuesta y es honrada tu Sagrada Imagen: Te elegimos hoy y para siempre por Señor y Dueño de nuestra casa, y te pedimos que te dignes demostrar en ella tu poderoso auxilio, preservándola de las enfermedades, del fuego, del rayo, de las inundaciones, de los terremotos, de los ladrones, de las discordias, y de los peligros de la guerra.

Bendice y protege a las personas que aquí habitan y concédeles la paz, una gran fe, verdadero amor a Dios y al prójimo, paciencia en las penas, esperanza en la vida eterna, facilidades de trabajo, empleo y estudio, y la gracia de evitar los malos ejemplos, el vicio, el pecado, la condenación eterna y todas las demás desgracias y accidentes. Amén.

QUIÉN ES MI PRÓJIMO? - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE AYER DOMINGO 10 JULIO 2016


¿Quién es mi prójimo?



La parábola no se comprende si no se tiene en cuenta la pregunta a la que, con aquella, Jesús intentaba responder: «¿Quién es mi prójimo?».  A este interrogante de un doctor de la ley, Jesús responde narrando una parábola… ¡La parábola del buen samaritano!

En el ambiente judaico de aquel tiempo se discutía sobre quién debía ser considerado, para un israelita, el propio prójimo. Se llegaba en general a comprender, en la categoría de prójimo, a todos los compatriotas y a los prosélitos, esto es, a los gentiles que se habían adherido al judaísmo. Con la elección de los personajes (¡un samaritano que socorre a un judío!) Jesús viene a decir que la categoría de prójimo es universal, no particular. Tiene como horizonte el hombre, no el círculo familiar, étnico o religioso. ¡Prójimo es también el enemigo! Se sabe que de hecho los judíos «no tenían buenas relaciones con los samaritanos» (cfr. Jn 4, 9).

La parábola enseña que el amor al prójimo debe ser no sólo universal, sino también concreto y activo. ¿Cómo se comporta el samaritano de la parábola? Si el samaritano se hubiera contentado con acercarse y decir a ese desdichado que yacía en su propia sangre: «¡Pobrecito! ¡Cuánto lo siento! ¿Qué ha pasado? ¡Ánimo!», o palabras así, y después se hubiera marchado, ¿no habría sido todo ello una ironía y un insulto? Hizo otra cosa: «Acercándosele, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. A día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: “Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva”».

Pero lo verdaderamente nuevo, en la parábola del buen samaritano, no es que en ella Jesús exija un amor universal y concreto. La auténtica novedad, está en otro punto. Después de narrar la parábola, Jesús pregunta al doctor de la ley que le había interrogado: «¿Quién de estos tres [el levita, el sacerdote, el samaritano] te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?».

Jesús opera una inversión inesperada respecto al concepto tradicional de prójimo. Prójimo es el samaritano, no el herido, como nos habríamos esperado. Esto significa que no hay que esperar pasivamente a que el prójimo se cruce en nuestro camino, tal vez con luces de emergencia y alarmas. Nos toca a nosotros estar dispuestos a percibir quién es, a descubrirle. ¡Prójimo es aquello a lo que cada uno de nosotros está llamado a convertirse! El problema del doctor de la ley aparece derribado; de problema abstracto y académico, se hace problema concreto y operativo. La cuestión que hay que plantearse no es: «¿Quién es mi prójimo?», sino: «¿De quién me puedo hacer prójimo, ahora, aquí?».

Desearía apuntar otra posible actualización de la parábola. Estoy convencido de que si Jesús viviera hoy en Israel, y un doctor de la ley le preguntara de nuevo: «¿Quién es mi prójimo?», cambiaría ligeramente la parábola, ¡y en el lugar de un samaritano pondría a un palestino! Si después le interrogara un palestino, ¡en el lugar del samaritano encontraríamos a un judío!

Pero es muy cómodo limitar el tema a África o a Oriente Medio. Si fuéramos uno de nosotros el que le preguntara a Jesús: «¿quién es mi prójimo?», ¿qué respondería? Nos recordaría ciertamente que nuestro prójimo no es sólo el compatriota, sino también el extranjero; no sólo el cristiano, sino también el musulmán; no sólo el católico, sino también el protestante. Pero añadiría enseguida que no es esto lo más importante; lo más importante no es saber quién es mi prójimo, sino ver de quién me puedo hacer yo prójimo, ahora, aquí; para quién puedo ser yo el buen samaritano.


* P. Raniero Cantalamessa, ofmcap

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Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Lc 10,25-37

HAZ TÚ LO MISMO

Para no salir malparado de una conversación con Jesús, un maestro de la ley termina preguntándole: «Y ¿quién es mi prójimo?». Es la pregunta de quien solo se preocupa de cumplir la ley. Le interesa saber a quién debe amar y a quién puede excluir de su amor. No piensa en los sufrimientos de la gente.

Jesús, que vive aliviando el sufrimiento de quienes encuentra en su camino, rompiendo si hace falta la ley del sábado o las normas de pureza, le responde con un relato que denuncia de manera provocativa todo legalismo religioso que ignore el amor al necesitado.

En el camino que baja de Jerusalén a Jericó, un hombre ha sido asaltado por unos bandidos. Agredido y despojado de todo, queda en la cuneta medio muerto, abandonado a su suerte. No sabemos quién es, solo que es un «hombre». Podría ser cualquiera de nosotros. Cualquier ser humano abatido por la violencia, la enfermedad, la desgracia o la desesperanza.

«Por casualidad» aparece por el camino un sacerdote. El texto indica que es por azar, como si nada tuviera que ver allí un hombre dedicado al culto. Lo suyo no es bajar hasta los heridos que están en las cunetas. Su lugar es el templo. Su ocupación, las celebraciones sagradas. Cuando llega a la altura del herido, «lo ve, da un rodeo y pasa de largo».

Su falta de compasión no es solo una reacción personal, pues también un levita del templo que pasa junto al herido «hace lo mismo». Es más bien una actitud y un peligro que acecha a quienes se dedican al mundo de lo sagrado: vivir lejos del mundo real donde la gente lucha, trabaja y sufre.

Cuando la religión no está centrada en un Dios, Amigo de la vida y Padre de los que sufren, el culto sagrado puede convertirse en una experiencia que distancia de la vida profana, preserva del contacto directo con el sufrimiento de las gentes y nos hace caminar sin reaccionar ante los heridos que vemos en las cunetas. Según Jesús, no son los hombres del culto los que mejor nos pueden indicar cómo hemos de tratar a los que sufren, sino las personas que tienen corazón.


Por el camino llega un samaritano. No viene del templo. No pertenece siquiera al pueblo elegido de Israel. Vive dedicado a algo tan poco sagrado como su pequeño negocio de comerciante. Pero, cuando ve al herido, no se pregunta si es prójimo o no. Se conmueve y hace por él todo lo que puede. Es a este a quien hemos de imitar. Así dice Jesús al legista: «Vete y haz tú lo mismo». ¿A quién imitaremos al encontrarnos en nuestro camino con las víctimas más golpeadas por la crisis económica de nuestros días?

LA FE EN JESUCRISTO


La fe en Jesucristo
¿Quién es este Jesús que nos ama? ¿Le conocemos, sabemos quién es, y lo aceptamos?


Por: Pedro García, Misionero Claretiano | Fuente: Catholic.net 





¡Hoy se nos dice muchas veces que nuestra religión cristiana no es una religión de verdades ni de mandamientos ni de culto, sino que es una religión que se centra en la Persona de Jesucristo. ¿Cómo podemos entender esto? Y, sin explicaciones que nos serían un enredo para todos, empezando por mí, me parece que una comparación de fe humana nos va a hacer entender lo que es la fe en Jesucristo.

Pensemos en dos jóvenes con dos nombres muy familiares: él se llama Luis y ella se llama Rosita. Rosita nos va a enseñar lo que es la fe humana y, por ella, vamos a aprender lo que es la fe cristiana.

Luis le dice un día a Rosita: ¡Te quiero! Y Rosita se hace unas ilusiones inmensas, como es natural. Comienza el noviazgo, que desemboca en una boda feliz. Antes de la boda, le preguntamos a Rosita:
- Pero, ¿ya sabes lo que haces, y te casas bien segura?
Y Rosita nos responde con profunda convicción.
- Sí, me caso con plena seguridad. Conozco bien a Luis, sé que es sincero cuando me asegura que me quiere, y confío plenamente en que me va a hacer feliz. Por eso quiero yo también a Luis, a él uno mi destino y me doy del todo a él y para siempre.
Rosita habla enamorada y con una convicción que nos asombra. Nos ponemos a examinar su fe en Luis, y vemos que tiene estos elementos.

* Primero, y ante todo, conocimiento claro de quién es Luis, pues dice convencida: Lo conozco bien. Sé que no me engaña cuando me dice que me ama, porque me ama de verdad.
* Segundo, una gran confianza, ya que sin la confianza no se le podrá dar nunca, y por eso dice también: Me fío plenamente de Luis. Sé que no me va a fallar y que con él voy a ser feliz del todo.
* Tercero, amor, mucho amor, y esto es lo principal que Rosita asegura: Yo también le quiero a Luis. Estoy enamorada perdida.
* Cuarto, donación total, que es la consecuencia final que ella saca: Me entrego a Luis del todo y no voy a vivir más que para él.

¿Hay un acto de fe humana, de fe en un hombre, más grande que el de Rosita en Luis y, ya se entiende, también de Luis en Rosita? Porque Luis ha pensado y ha dicho de Rosita lo mismo que ella de él.

Si queremos saber lo que es la fe cristiana, no tenemos más que trasladar el amor encantador de Rosita y de Luis a Jesucristo y a cada una de las personas, a usted, a mí...

Jesucristo es el que nos amó primero. Es Jesús quien nos dijo como Luis a Rosita: ¡Te quiero! Fue Jesús quien optó primero por nosotros. Se fió de nosotros. Y nos eligió. La iniciativa partió de Jesús.

Ahora viene nuestra respuesta. ¿Quién es este Jesús que así nos ama? Le conocemos, sabemos quién es, y lo aceptamos. Aceptamos su Persona, como Rosita a Luis.

* Como Rosita cree en la palabra de Luis, así nosotros, al saber quién es Jesucristo y aceptar su Persona, aceptamos ante todo su palabra, y le creemos aunque nos diga lo más imposible para nuestra cabeza.

¿Me dice que Él es Dios, el chiquillo que llora en Belén y el Crucificado del Calvario? Es Dios, aunque me parezca imposible. Tengo bastante con que me lo diga Él...

¿Me dice que su Madre fue virgen siempre, a pesar de su maternidad? Yo no lo veo, pero lo creo, porque me lo dice Él...

¿Me dice que eso que parece pan y vino es su Cuerpo y su Sangre? No lo entenderé jamás, pero lo creo a pie juntillas, sólo porque me lo dice Él...

¿Me dice que hay un infierno de penas inacabables, por pecados de esta vida que pasó tan pronto? Yo no lo entiendo ni a la de tres, pero lo creo sólo porque lo dice Él...

Porque creo en la Persona de Jesucristo creo en toda su Palabra, aunque me diga al parecer lo más absurdo. Él es incapaz de engañarse y de mentirme. Las verdades que me propone la Iglesia las acepto a ciegas porque son las verdades que enseñó Jesucristo, y Jesucristo no me puede engañar, lo conozco bien.

* Como Rosita en Luis, nosotros nos fiamos de Jesucristo porque sabemos que es fiel, y que cumplirá todo lo que nos promete. Y si me promete una vida eterna con Él en el Cielo, yo creo en ese Cielo, espero en ese Cielo, y sé que ese Cielo será mío porque me lo promete Jesucristo. La fe en Jesús lleva a una confianza sin límites en Él.

* Como Rosita a Luis, al creer en Jesucristo y fiarnos de Él, le amamos con locura, y le decimos hasta con lágrimas en los ojos, como Pedro a la orilla del lago:
- ¡Señor, Tú sabes que yo te quiero!

* Y también como Rosita con Luis, no nos quedamos en palabras, sino que le damos la vida entera. Viviremos para Jesús. Y ya puede mandarnos lo que quiera, que cumpliremos todo lo que nos diga, porque nuestra vida ya no es para nosotros, sino para Jesucristo.

Así vemos cómo la fe en Dios y en Jesucristo no es una fe de verdades ni nuestra religión una religión de mandamientos ni de prácticas de culto, sino una entrega a una Persona, a Jesucristo. Por eso creemos todas las verdades que Él nos enseña, practicamos todos los mandamientos que Él nos da, celebramos sus misterios y rezamos y cantamos porque le amamos y esperamos estar con Él en su mismo Cielo.

Y acabamos todos dando gracias a Rosita y a Luis por habernos prestado sus nombres y su historia amorosa para hacernos entender la fe en nuestro Señor Jesucristo... .

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 11 DE JULIO


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Julio 11



La fe no es un producto de la razón, pero si eres creyente, debes conocer y saber exponer los fundamentos de tu fe; los motivos razonables que te hacen permanecer en el mundo de la fe.

¿A veces te ha cruzado por la mente esta idea: “Acepto a Dios, pero no a sus misterios”?  ¿Reconoces lo ilógico de esa postura?  En la fe, ¿se trata de aceptar porque lo ves todo razonable, o porque es Dios quien te inspira confianza en su Palabra revelada?
Si crees, porque a ti te parece verdad y razonable, entonces estás creyendo en ti, en tu razón, en tu entendimiento, que te muestra las cosas como aceptables; crees en ti pero no en Dios; y eso será fe humana, pero nunca fe divina; y con la fe humana puedes llegar a los mayores desastres, puedes perderla con facilidad, pues el fundamento en que se apoya es muy variable; mientras que la fe divina es inconmovible, pues Dios es siempre el mismo y nunca cambia.

“Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!” (Jn 20,29). “La fe es garantía de los bienes que se esperan, la plena certeza de las realidades de las realidades que no se ven” (Heb 11,1). La fe es un salto en el vacío, pero el que da ese salto sabe que no caerá en el vacío sino en los brazos de Dios, que es su Padre, que no puede engañar.


* P. Alfonso Milagro

FELIZ SEMANA!!!


viernes, 8 de julio de 2016

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 8 DE JULIO 2016 - NUEVA INSTRUCCIÓN A LOS APÓSTOLES



Nueva instrucción a los apóstoles
Tiempo Ordinario


Mateo 10, 16-23. Tiempo Ordinario. Basta con tener fe para evangelizar al mundo. 


Por: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 10, 16-23 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus Apóstoles: Mirad que os mando como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas. Pero no os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis; en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre: el que persevere hasta el final, se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. Creedme, no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del Hombre.


Reflexión:


La evangelización del mundo y las sociedades no sólo está reservada a los sacerdotes y las monjas. Es un llamado de Cristo para todos los católicos bautizados, es decir para nosotros. Cristo pone en nuestras manos las armas más eficaces para la evangelización del mundo: el Evangelio, el testimonio de vida, la felicidad verdadera que da la amistad y el auténtico seguimiento de Cristo cumpliendo con la Santa Misa dominical, comulgando y aplicando lo que nos dice Jesús en su Evangelio. Sin embargo nos advierte que no será fácil. Que el mundo es hostil, que seremos perseguidos. Eso es verdad. Y como muestra tenemos todo lo que sufre el Santo Padre.

¿Y por qué dificultades? Porque la naturaleza del hombre es una naturaleza caída a causa del pecado original y gracias a esto el hombre tiende a preferir el mal, los vicios, el placer, etc., en vez de vivir la virtud. Sí. Será difícil, pero no hay por qué preocuparse. Dios lo sabe solucionar todo. En este pasaje Cristo dice que enviará al Espíritu Santo a hablar por nosotros y por tanto no tenemos nada que temer. Basta con tener fe. Fe en que Cristo cumplirá su palabra al cien por cien. Que nuestro consuelo sea este: queCristo es siempre fiel. En todos los aspectos. Por tanto, adelante con nuestro compromiso de evangelizar al mundo. Y si hay problemas, en vez de descorazonarnos hay que alegrarnos porque eso es el signo de que estamos obrando bien y por Cristo, que estamos predicando su Reino y no los criterios de mundo. Cristo es siempre fiel. Basta tener fe en Él.
Propósito
Hoy ofreceré mi comunión y una oración por los misioneros.
Dialogo con Jesús
Señor tu me conoces, no permitas que me estacione en mi vida cómoda, ayudame señor. Que mi pensamiento y mi actuar sean los mismos. Que el amor me guie en todo momento. Permíteme señor vivir tu mensaje de fe y esperanza.

¨Quien tiene esperanza vive de otra manera, se le ha dado una vida nueva´. Benedicto XVI

EL GUSANO Y EL ESCARABAJO


El Gusano y el Escarabajo




Había una vez un gusano y un escarabajo que eran amigos, pasaban charlando horas y horas.
El escarabajo estaba consciente de que su amigo era muy  limitado en movilidad, tenía una visibilidad muy restringida y era muy tranquilo comparado con los de su especie.

El gusano estaba muy consciente de que su amigo venía de otro ambiente, comía cosas que le parecían desagradables y era muy acelerado para su estándar de vida, tenía una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez.

Un día, la compañera del escarabajo le cuestionó la amistad hacia el gusano.
- ¿Cómo era posible que caminara tanto para ir al encuentro del gusano?
A lo que él respondió que el gusano estaba limitado en sus movimientos.
- ¿Por  qué seguía siendo amigo de un insecto que no le regresaba los saludos efusivos que el escarabajo hacía desde lejos?

Esto era entendido por él, ya que sabía de su limitada visión, muchas veces ni siquiera sabía que alguien lo saludaba y cuando se daba cuenta, no distinguía si se trataba de él para contestar el saludo, sin embargo calló para no discutir. 

Fueron muchas las respuestas que en el escarabajo buscaron para cuestionar la amistad con el gusano, que al final, éste decidió poner a prueba la amistad alejándose un tiempo para esperar que el gusano lo buscara.

Pasó el tiempo y la noticia llegó: el gusano estaba muriendo, pues su organismo lo traicionaba por tanto esfuerzo, cada día emprendía el camino para llegar hasta su amigo y la noche lo obligaba a retornar hasta su lugar de origen.

El escarabajo decidió ir a ver sin preguntar a su compañera qué opinaba.
En el camino varios insectos le contaron las peripecias del gusano por saber qué le había pasado a su amigo. Le contaron de cómo se exponía día a día para ir a dónde él se encontraba, pasando cerca del nido de los pájaros. De cómo sobrevivió al ataque de las hormigas y así sucesivamente.

Llegó el escarabajo hasta el árbol en que yacía el gusano esperando pasar a mejor vida. Al verlo acercarse, con las últimas fuerzas que la vida te da, le dijo cuánto le alegraba que se encontrara bien. Sonrió por última vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo le había pasado.

El escarabajo avergonzado de sí mismo, por haber confiado su amistad en otros oídos que no eran los suyos, había perdido muchas horas de regocijo que las pláticas con su amigo le proporcionaban. Al final entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto de lo que él era, era su amigo, a quien respetaba y quería no tanto por la especie a la que pertenecía sino porque le ofreció su amistad.

El escarabajo aprendió varias lecciones ese día. La amistad está en ti y no en los demás, si la cultivas en tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo.

También entendió que el tiempo no delimita las amistades, tampoco las razas o las limitantes propias ni las ajenas.
Lo que más le impactó fue que el tiempo y la distancia no destruyen una amistad, son las dudas y nuestros temores los que más nos afectan. Y cuando pierdes un amigo una parte de ti se va con él. Las frases, los gestos, los temores, las alegrías e ilusiones compartidas en el capullo de la confianza se van con él. 

El escarabajo murió después de un tiempo. Nunca se le escuchó quejarse de quien mal le aconsejó, pues fue decisión propia el poner en manos extrañas su amistad, solo para verla escurrirse como agua entre los dedos.

Si tienes un amigo no pongas en tela de duda lo que es, pues sembrando dudas cosecharás temores. No te fijes demasiado en cómo habla, cuánto tiene, qué come o qué hace, pues estarás poniendo en una vasija rota tu confianza.

LLEGARON Y LLEGAN LAS VACACIONES ESCOLARES, AYUDA PARA PADRES E HIJOS


Vacaciones Escolares
No es un momento litúrgico marcado por la Iglesia, pero siendo un tiempo de descanso y convivencia intensa, pueden aprovecharse para crecer espiritualmente


Por: P. Fintan Kelly L. C | Fuente: Catholic.net 




Las vacaciones, aunque no son un momento litúrgico marcado por la Iglesia, decidimos incluirlas, pues siendo un tiempo de descanso y convivencia intensa, pueden aprovecharse para crecer espiritual y humanamente en familia. A continuación, ofrecemos algunas ideas para aprovechar las vacaciones

I. Trabajar en los valores y virtudes
Familia Escuela de Virtudes

Los padres de familia pueden aprovechar las vacaciones para trabajar de manera personal con cada hijo en alguna virtud que consideren necesario desarrollar, cumpliendo un plan de trabajo para lograrlo. Este puede adaptarse según la edad del niño.

Una virtud es un hábito, una costumbre buena. Las virtudes humanas y sobrenaturales son las herramientas con las cuales vamos a poder vivir los valores en nuestras familias. Los padres de familia, para poder educarlas, debemos conocerlas, vivirlas y propiciarlas tanto en nosotros mismos como en nuestros hijos.

II Trabajar en el desarrollo de los talentos personales

Dibujo, Niño, Figura, Artes, Talento, TarjetaOtra idea para las vacaciones es leer la Parábola de los talentos en familia y hacer un ejercicio en el que cada uno descubra cuáles son sus talentos y como los puede hacer crecer en las vacaciones poniéndolos al servicio de los demás.

Los talentos se pueden agrupar en áreas distintas:

Sociales
Intelectuales
Morales
Artísticas
Deportivas

Conviene orientar estos talentos hacia un constante agradecimiento a Dios. También, motivar el compartirlos y disfrutarlos. Se puede tener un calendario en el que cada día, los niños vayan marcando qué talentos desarrollarán ese día y cómo lo harán. En la noche, conviene dar gracias a Dios por el esfuerzo realizado.


III Obras de misericordia.

Las Manos, Corazón, Azul, Mantener, Símbolo, Amor, DedoEste tiempo de vacaciones se puede aprovechar para llevar a cabo obras de misericordia en familia.
Para ello, conviene establecer en nuestro calendario de vacaciones actividades como las que se sugieren:

Visitar un Hospital o Asilo de Ancianos: Se pueden preparar canciones y galletas para acompañar a quienes sufren. Deben tener claro que están realizando una Obra de Misericordia y que es a Cristo vivo a quien están visitando.

Ayudar a los más necesitados, recopilando papel periódico, ropa o comida para luego entregarla en la Parroquia, Cruz Roja o alguna institución que los niños decidan.

Organizar un Taller del Juguete: se trata de reparar, repintar y arreglar aquellos juguetes que ya no utilizan y que pueden servir de entretención a otros niños.
Consulta nuestra sección Especial del  Año Jubilar de la Misericordia

IV Entretenimiento con formación humana y espiritual

Se pueden seleccionar libros y películas con un mensaje para leer, ver y analizar en familia.

V Agenda para vacaciones:

Cuaderno, Calendario, Deja, Rojo, Azul, Blanco. Puede resultar muy útil hacer un calendario o agenda de vacaciones en la que cada día pongamos una frase para reflexionar y un propósito para cumplir. Se les puede hacer atractivo a los niños si se hace en forma de libreta y en cada día se deja un espacio para que ellos escriban o dibujen lo que hicieron ese día.
Se recomienda comenzar con esta agenda el día viernes para poder seguir correctamente la secuencia de las vacaciones.


Agenda para vacaciones
Calendario


Domingo 3  de julio.“El Domingo es el primer día de la semana” Hay que comenzar la semana bien. El Domingo es el primer día de la semana. Para dar un buen empuje a la semana, asistimos a la santa Misa. Hacer un buen examen de conciencia para confesarme bien.

4 de julio. Yo soy el camino...” Todos hemos tenido la experiencia de estar perdidos alguna vez. En esta vida hay muchas personas perdidas, pues no saben cómo hacer el bien. Jesús nos enseña cómo ser buenos. Rezar un Padrenuestro y un Avemaría en familia

5 de julio “Dios te salve María llena eres de gracia” La Virgen María está llena de gracia. Significa que ella tiene un alma muy hermosa, no tiene ningún pecado. Sería bueno comenzar el verano confesándote para que tengas un alma pura como la de María. Haré un sacrificio buscando ayudar a mi mamá en algo que me cuesta

6 de julio“Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por sus ovejas” Cristo dio su vida para salvar a todos los hombres muriendo en la cruz. Él pagó por nuestros pecados para que todos nos salváramos. Recogeré mi cuarto

7 de julio “El buen pastor conoce sus ovejas” Cristo es el buen pastor que conoce a cada una de sus ovejas. Cada uno de nosotros es una oveja de Cristo. Debemos tratar de quedarnos en el rebaño de Cristo y no extraviarnos. Daré un beso a mis papás por la mañana, lo primero de todo.

8 de julio “Dijo el ángel a María: El Señor está contigo” Dios está con cada persona que le ama. Tú puedes tener a Dios siempre contigo, si evitas el pecado. Voy a tratar de no pecar durante el verano para agradar a Jesús. No veré la televisión de 5 a 6 p.m. y lo ofreceré por las vocaciones sacerdotales.

9 de julio “Yo soy la luz del mundo” En este mundo hay muchas tinieblas. Es el mal que hay en el mundo. Jesús quiere iluminar el mundo entero por medio de nosotros. Cada uno de nosotros debe ser luz donde vive. Obedeceré a mis papás en todo con alegría.

10 de julio “El que no trabaja no merece comer” San Pablo dijo esta frase. Dios quiere que trabajemos mucho y que no seamos flojos. Hoy voy a tender mi cama

11 de julio “Llevaron a Jesús y lo azotaron” Azotaron a Jesús porque le odiaron. Cada vez que yo peco doy un azote a Jesús. Por eso, voy a tratar de hacer todo lo posible para ser bueno. No comeré dulces por la tarde y lo ofreceré por los sacerdotes del mundo y los pobres.

12 de julio “Hijo, he aquí a tu madre” Cuando Cristo estaba muriendo en la cruz nos dio un gran regalo: el de su propia Madre. Debemos agradecer a Dios por este don de su Madre. Ofreceré una comunión espiritual a Jesús por los que no lo aman.

13 de julio “El que come mi carne y bebe mi sangre tendrá la vida eterna” Jesús nos promete darnos la vida eterna o el Cielo si nosotros comulgamos. Por eso, es muy importante recibir a Jesús en la Comunión para poder ir al Cielo. Comulgaré -si ya hice la Primera Comunión- o haré una comunión espiritual.

14 de julio “Haced el bien a los que os odian” Debemos amar, no sólo a las personas que nos caen bien, sino también a las que nos caen mal. Dios ama a todas las personas y nosotros también debemos amarlas. No me pelearé con mis hermanos

15 de julio “Lo que perdonen en la tierra, será perdonado en el Cielo” Cristo quiere que siempre nos acerquemos a Él por medio de la confesión. No dejemos a este amigo esperando. La primera oportunidad que tengas, prepara bien tu confesión y acércate a tu amigo. Daré un juguete o una ropa a un niño que no lo tenga.

16 de julio “Yo soy la Verdad” No todo el mundo sabe la verdad. En este mundo hay muchas mentiras. Jesús nos enseña la verdad sobre Dios, sobre el hombre y sobre la vida. No diré malas palabras ni ofenderé a nadie.

17 de julio “Esta es mi sangre que será entregada por vosotros” En la Eucaristía, Jesús nos da su propia sangre. Él lo hace porque nos ama. Debemos mostrarnos muy agradecidos con Él comulgando mucho. Comeré todo lo que me sirvan.

18 de julio “Lo coronaron de espinas” Se burlaron de Jesús, coronándolo de espinas. Muchas veces yo me burlo de los demás. No debo ridiculizar a los demás. No comeré entre comidas..

19 de julio “Santa María, Madre de Dios” María es la persona humana más bendita porque ella siempre trató de agradar a Dios. Cada vez que hacemos algo bueno, Él nos mira con complacencia. Leeré un trozo del Evangelio.

20 de julio “Después de la muerte, viene el juicio” Dios nos ha dicho que después de nuestra muerte seremos juzgados por todo lo que hemos hecho durante nuestra vida. Por eso, es muy importante vivir una vida santa y evitar el mal. Arreglaré mi cuarto y ordenaré las cosas

21 de julio “El que persevere hasta el final se salvará” Es necesario siempre tener paciencia y no perder la esperanza. Debemos esperar en Jesús especialmente en los momentos de dificultad. Seré el último en servirme la comida

22 de julio “Yo soy la puerta” Jesús nos dice que Él es la puerta para entrar al Cielo. No existe otra puerta. Muchas personas no saben que Él es la puerta al Cielo. Rezaré un misterio por las vocaciones y las almas del Purgatorio.

24 de julio “El Domingo es el día de descanso” Los cristianos descansamos los Domingos para poder dar tiempo a Dios. Procuramos siempre ir a Misa para renovar nuestro amor a Dios. Iré a Misa y la oiré completa

25 de julio Jesús desea que todos vayamos al Cielo. Por eso, nos creó: para estar siempre con Él en el Cielo. Quiere que todas las almas se salven. Ayudaré a poner la mesa

26 de julio “Cargaron a Jesús con una cruz” Todos tenemos que llevar una cruz, pues todos tenemos que sufrir algo. Debemos ayudar a los demás a llevar su cruz. Haré un sacrificio buscando ayudar a mi mamá en algo que me cueste.

27 de julio “Dijo el ángel a María: bendita tú entre todas las mujeres” María es bendita porque tiene a Jesús. Toda persona que tiene a Jesús es feliz. Tú siempre puedes ser feliz si tienes a Jesús en tu alma. Bendeciré la mesa antes de la comida.

28 de julio “La Misa es un banquete” Has ido a muchas fiestas y te has divertido mucho. La Misa es una fiesta en la cual Cristo nos sirve el mejor manjar: su propio Cuerpo Ayudaré, con gusto, en casa en aquello que me pidan.

29 de julio “Dios no quiere que nadie se pierda y vaya al infierno” Dios ama a todos los hombres y por eso mandó a su Hijo a este mundo para salvarlos para que nadie se pierda. Rezar el Credo por la noche, antes de acostarme para aumentar mi fe.

30 de julio “Cristo fue obediente hasta la muerte en la cruz” Jesús siempre obedeció a su Padre. Cuando su padre le pidió aceptar libremente la muerte en la cruz, Jesús dijo que sí. Visitaré a alguien que esté enfermo o solo.

1 de agosto de julio “Soy la Resurrección y la Vida” Cuando uno está desanimado, Cristo le puede levantar o animar. Todos tenemos momentos de tristeza y de alegría. Debemos acudir a Cristo para animarnos. Daré una limosna a un pobre.

2 de agosto “Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios” La persona que tiene un corazón puro, no tiene maldad. Nuestro corazón debe ser como una fuente cristalina de donde brota agua fresca. Obedeceré a mis papás en todo con alegría y prontitud.

3 de agosto “Jesús cayó bajo el peso de la cruz” A veces las dificultades son grandes. Nos hacen sufrir mucho y hasta llorar. Lo importante es ayudarnos mutuamente a llevar nuestra cruz. Hoy voy a tender mi cama

4 de agosto “María envolvió al Niño Jesús en unos pañales” La primera persona que vio el cuerpo de Jesús fue la Virgen María. Ella cuidó a Jesús cuando Él era chiquito. Nosotros recibimos el mismo cuerpo de Jesús cuando comulgamos. Rezaré un misterio por la conversión de los pecadores.

5 de agosto “La Misa es el sacrificio de Cristo” Cada Misa es importante porque Cristo muere y resucita en ella. Cuando estamos en Misa, estamos en el Calvario.

SALMO 50, MI BOCA PROCLAMARÁ TU ALABANZA, SEÑOR


Salmo 50

R/. Mi boca proclamará tu alabanza, Señor



Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve. R/.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R/.
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