jueves, 17 de marzo de 2016

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS: JUEVES 17 DE MARZO DEL 2016



LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Marzo 17


Haz lo antes posible lo que tienes que hacer.
No dilates el cumplimiento del deber; dilatarlo ya es no cumplirlo como se debe.

Si lo tienes que hacer, mientras no lo realices ese deber estará grabado en tu conciencia,  y por más que luego lo realices, siempre quedarás con la amargura de no haberlo cumplido a su debido tiempo. O al menos con suficiente generosidad, ya que hacer las cosas bien, pero tarde, hasta los menos dotados las hacen; pero hacerlas pronto y bien, eso es propio de las almas generosas.
Si el deber es amargo y lo realizas pronto, antes pasará la amargura y te quedará la satisfacción de haber cumplido; si es amargo y dilatas el cumplirlo, no harás sino aumentar la amargura y, por ello, sufrir sin mérito.

Tienes que ser fiel al deber; pero no dejes de preocuparte por ser fiel sobre todo al amor, que es tu primer deber. “El que es fiel en lo poco, también lo es en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco, también lo es en lo mucho” (Lc 16,10). “Se fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida” (Ap 2,10). El amor a la fidelidad solamente surge de la fidelidad al amor. Si no eres fiel, no amas; si no amas, no serás fiel mucho tiempo.


* P. Alfonso Milagro

LA EUCARISTÍA, SACRIFICIO DE CRISTO EN LA CRUZ


La Eucaristía, Sacrificio de Cristo en la Cruz
La eucaristía es banquete: ¡Vengan y coman! Es Pan que baja del cielo y da vida al mundo.


Por: P Antonio Rivero LC | Fuente: Catholic.net 




Respondióles Jesús: "Soy Yo el pan de vida; quien viene a Mí, no tendrá más hambre, y quien cree en Mí, nunca más tendrá sed. Pero, os lo he dicho: a pesar de que me habéis visto, no creéis. Todo lo que me da el Padre vendrá a Mí, y al que venga a Mí, no lo echaré fuera, ciertamente, porque bajé del cielo para hacer no mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Ahora bien, la voluntad del que me envió, es que no pierda Yo nada de cuanto El me ha dado, sino que lo resucite en el último día. Porque ésta es la voluntad del Padre: que todo aquel que contemple al Hijo y crea en Él, tenga vida eterna; y Yo lo resucitaré en el último día". Jn 6, 35-40

¡Quitémonos las sandalias porque el lugar que pisamos es lugar santo!

La eucaristía es lo más santo que tenemos en el cristianismo.

Vimos que la eucaristía es banquete: ¡Vengan y coman! Es Pan que baja del cielo y da vida al mundo. ¡Vengan y coman!

¿Cómo es posible que haya cristianos que no se acerquen a la santa misa que es banquete celestial, donde Dios nos alimenta con su Palabra y con el Cuerpo Sacratísimo de su Hijo, para darnos la vida divina, fortalecernos en el camino de la vida? Prefieren ir por el camino de la vida débiles, famélicos, deprimidos, cansinos, desilusionados.

¿Cómo es posible que haya cristianos que, pudiendo comulgar, no se acercan a este banquete que sacia?... Precisamente porque tal vez no quieren confesarse. Prefieren vivir y ser sólo espectadores en el banquete celestial.

Eso sí: es un banquete y hay que venir con el traje de gala de la gracia y amistad de Dios en nuestra alma.

¡Vengan y coman! ¡El que coma de este pan no tendrá más hambre de las cosas del mundo! La Iglesia está para eso: para darnos el doble pan: el de la Palabra y el de la eucaristía.

Ahora veremos el segundo aspecto de la eucaristía y de la santa misa: la eucaristía es el sacrificio de Cristo en la Cruz que se actualiza y se hace presente sacramentalmente, sobre el altar.


¿Qué significa que la Misa es sacrificio?

El sacrificio que hizo Jesús en la Cruz, el Viernes Santo, muriendo por nosotros para darnos la vida eterna, abrirnos el cielo, liberarnos del pecado... se vuelve a renovar en cada misa, se vuelve a conmemorar y a revivir desde la fe. Cada misa es Viernes Santo. Es el mismo sacrificio e inmolación, pero de modo incruento, sin sangre. El mismo sacrificio y con los mismos efectos salvíficos.

En cada misa asistimos espiritualmente al Calvario, al Gólgota... y en cada misa con la fe podemos recordar, por una parte, los insultos, blasfemias que le lanzaron a Jesús en la Cruz... y por otra parte, las palabras de perdón de Cristo a los hombres y de ofrecimiento voluntario y amoroso a su Padre celestial: “Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen...Todo está cumplido”.

Con los ojos de la fe, en cada misa veremos a Cristo retorcerse por todos los martillazos y golpes que le propinaron y le propinamos con nuestros pecados. ¡Esto es sacrificio! En cada misa Cristo muere lenta y cruelmente por nosotros.

Con los ojos de la fe, en cada misa veremos ese rostro de Cristo sangrante, humillado, escarnecido, golpeado... y esa espalda magullada, destrozada por los azotes que los pecados de los hombres le han infligido, le hemos infligido.

Si tuviéramos más fe, en cada misa deberíamos experimentar, junto con Jesús, esa agonía, tristeza, tedio que Él experimentó al no sentir la presencia sensible de su Padre... y deberíamos acercarnos a Él y consolarle en su dolor y en su sacrificio, compartiendo así con Él su Pasión.

Que la misa es sacrificio significa que aquí y ahora, Cristo es vapuleado, maltratado, golpeado, vendido, traicionado, burlado, negado por todos los pecados del mundo... y Él se entrega libremente, amorosamente, conscientemente, porque con su muerte nos da vida.

En cada misa, ese Cordero divino se entrega con amor para, con su Carne y Sangre, dar vida a este mundo y a cada hombre.

Si tuviéramos fe, nos dejaríamos empapar de esa sangre que cae de su costado abierto... y esa sangre nos purificaría, nos lavaría, nos santificaría.

Si tuviéramos fe recogeríamos también su testamento, su herencia, su Sangre, cada gota de su Sangre, sus palabras, sus gestos de dolor.
La santa misa es sacrificio también en cada uno de nosotros, que formamos el Cuerpo Místico de Cristo. Venimos a la misa para sufrir espiritualmente junto con Cristo, a morir junto a Cristo para salvar a la humanidad y reconciliarla con el Padre celestial.

En cada misa deberíamos poner nuestra cabeza para ser coronada de espinas y así morir a nuestros malos pensamientos.

En cada misa deberíamos ofrecer nuestras manos para ser clavadas a la Cruz de Cristo y así reparar nuestros pecados cometidos con esas manos.

En cada misa deberíamos ofrecer nuestro costado para ser traspasado, y así reparar nuestros pecados de odios, rencores, malos deseos.

En cada misa deberíamos poner nuestras rodillas para ser taladradas, para reparar los pecados que cometimos adorando los becerros de oro.

En cada misa deberíamos ofrecer nuestros pies para que fueran clavados en la Cruz de Cristo y así reparar los pecados que cometimos yendo a lugares peligrosos.

Esto es vivir la eucaristía en su dimensión de sacrificio. ¡Morir a nosotros mismos!; para que, con nuestra muerte al pecado, demos vida al mundo, a nuestros hermanos.

¿Verdad que es terriblemente comprometedora la santa misa? ¿A quien le gusta cargar con la Cruz de Cristo en su vida, y caminar con ella a cuestas, sacrificándose y crucificándose día a día en ella? En cada misa deberíamos experimentar en el alma la crucifixión de Cristo y su muerte, y también su resurrección a una vida nueva y santa.

Sí, la eucaristía es Banquete. ¡Comamos de él! Sí, la eucaristía es Sacrificio. ¡Ofrezcámonos en él al Padre por Cristo para la salvación del mundo! Bebamos su sangre derramada, que nos limpia.

Quedémonos de pie, como María, en silencio, junto al Calvario, y ofrezcamos este sacrificio de Cristo y nuestro, muriendo a nosotros mismos. Amén.

SEIS PREGUNTAS CLAVE PARA ENTENDER LA SEMANA SANTA


Seis preguntas clave para entender la Semana Santa
No todos conocen cada detalle sobre este tiempo, como por qué se celebra o de qué se compone exactamente


Fuente: http://www.romereports.com 




La Semana Santa es uno de los momentos más importantes para los católicos. Sin embargo, no todos conocen cada detalle sobre este tiempo, como por qué se celebra o de qué se compone exactamente. Recogemos las 6 preguntas básicas para entender la Semana Santa.

¿Qué es la Semana Santa?

La Semana Santa es el periodo en el que se prepara y conmemora la Pasión y Muerte de Jesucristo.

Comienza con su entrada en Jerusalén y termina con su crucifixión.

¿Cómo celebran los católicos la Semana Santa?


Hay cuatro ceremonias importantes durante la Semana Santa.

El domingo de Ramos recuerda la llegada de Jesús a Jerusalén. Los católicos ese día organizan procesiones con ramas de olivo y palmas bendecidas.

El Jueves Santo se conmemora la traición de Judas y la Última Cena, donde Jesús instituyó la Eucaristía. Por la mañana, los obispos se reúnen con los sacerdotes de sus diócesis y bendicen los santos óleos. El lavatorio de los pies tiene lugar más tarde ese día durante la Misa de la Última Cena.

El Viernes Santo es el día más triste del año para los católicos. Rememora la agonía y el sufrimiento del prendimiento, el juicio y la muerte de Jesús. Ese día no hay Misa. Jesús ha muerto.

Al anochecer del sábado Santo tiene lugar la principal celebración cristiana del año: la Vigilia Pascual. Se conmemora la Resurrección de Jesús.

¿Por qué adornan las iglesias de esa manera?

Durante el Viernes y el Sábado Santo, las iglesias están adornadas de manera distinta que el resto del año. Muchas de ellas, utilizan el negro o el morado para la decoración. En Italia, cubren los crucifijos una semana antes de que comience la Semana Santa y durante el Viernes y el Sábado Santo, no hay Eucaristía ni Agua bendita.

¿Desde cuándo celebran los católicos la Semana Santa?

La Semana Santa se celebra desde los comienzos de la Iglesia. Hay documentos que datan que ya en el siglo IV, cristianos en Egipto, Palestina, y la actual Turquía y Armenia, conmemoraban la Pasión de Cristo. Es probable que estas celebraciones se llevaran a cabo durante algunos años antes.  A Europa esta costumbre llegó en el siglo V.

¿Cuándo se celebra la Semana Santa?

La Semana Santa es la última semana de Cuaresma. Comienza con el Domingo de Ramos y termina el Sábado Santo. Cada año se celebra en una fecha distinta, se fija el domingo siguiente de la primera luna llena de la primavera.

¿Cuándo ocurrió verdaderamente la Semana Santa?

Se calcula que la Resurrección de Jesús se produjo el Domingo 9 de abril. De manera que el Jueves Santo tuvo lugar el 6 de abril.

HABLAS CON DIOS?






¿Hablas con Dios?



En Italia hay una región que se llama “el Carso”, está muy cerca de Eslovenia. Allí se da un fenómeno geofísico muy interesante. Los ríos cuando encuentran un cierto tipo de terreno liso salen a la superficie y si encuentran un tipo de terreno poroso, descienden y continúan su curso invisible hasta que emergen de nuevo. El P. Cantalamessa, predicador del Vaticano, explica:

Nuestra oración puede imitar estos ríos y ser una oración “cársica”. A veces, cuando cesa la actividad y estamos libres para orar, esta plegaria aflora a la superficie, se hace oración consciente de alabanza, de adoración, de petición, de acción de gracias. Otras veces, cuando la actividad nos absorbe, la oración desciende hasta el fondo de nuestro corazón y allí continúa en secreto, como una inclinación invisible, inconsciente, de amor a Dios, dispuesta a reavivarse apenas sea posible. De este modo, ésta puede continuar incluso durante el sueño, como dice la Esposa en el Cantar: «Yo dormía, pero mi corazón velaba».

Si amas de verdad, tu mente vuela con frecuencia a la persona amada. Que lo digan sino los enamorados. Ahora bien: Dios te ama como nadie puede amar. En Isaías él pregunta: “¿Puede una madre olvidarse del hijito de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvidara —dice Yavhé—, yo jamás me olvidaré de ti. Te llevo tatuado en mi mano”. Si descubres el inmenso amor de Dios por ti, la  oración —diálogo de amor— invadirá tu vida.


* Enviado por el P. Natalio

IMÁGENES DE SAN PATRICIO





HOY ES FIESTA DE SAN PATRICIO, PATRONO DE IRLANDA, 17 DE MARZO


Hoy es Fiesta de San Patricio, el Patrono de Irlanda que cambió la historia de Nueva York
Por Abel Camasca




 (ACI).- "Yo era como una piedra en una profunda mina; y aquel que es poderoso vino, y en su misericordia, me levantó y me puso sobre una pared”, decía San Patricio, Patrono de Irlanda cuya fiesta se celebra el 17 de marzo. La devoción por el Santo de los irlandeses en Nueva York (Estados Unidos) hizo que esta ciudad se torne todos los años de color verde.

San Patricio nació en Gran Bretaña hacia el 385. Siendo joven fue llevado cautivo a Irlanda. Cuando recobró la libertad siguió el camino del sacerdocio y más adelante llegó a ser Obispo en Irlanda.

En su lenguaje sencillo para evangelizar, solía explicar que así como las tres hojitas de un trébol hacen una hoja, de igual modo el Padre, Hijo y Espíritu Santo forman un solo Dios verdadero.


Sus opositores fueron los magos druidas que creían en dioses paganos y los herejes pelagianos. Sin embargo, San Patricio siguió firme construyendo abadías e iglesias cristianas.

Se dice que un Sábado Santo, cuando San Patricio encendió el fuego pascual, los druidas se lanzaron a apagarlo, pero no lo lograron. Entonces uno de ellos exclamó: "El fuego de la religión que Patricio ha encendido, se extenderá por toda la isla". Esto se cumplió porque convirtió al cristianismo a toda Irlanda.

El Santo formó un clero local, consagró sacerdotes y Obispos.

Al final de su vida escribió las “Confesiones” donde dejó como legado algo cómo se sentía y actuaba en la misión que Dios le había encomendado.

Logró la reforma de las leyes civiles de Irlanda y la legislación fue hecha con los principios católicos. Partió a la Casa del Padre en el año 461 y fue sepultado en Saúl, región de Stragford Lough, donde edificó su primera iglesia.

En Nueva York, una de las tradiciones más antiguas es el desfile por el día de San Patricio o “Saint Patrick’s day” que data desde la época colonial. Los irlandeses, parte del ejército británico, solían vestirse de verde y entonaban canciones típicas al son de gaitas.

Esto ha permanecido en el tiempo y hoy es una de las celebraciones más grandes de la ciudad estadounidense. El color representativo sigue siendo el verde y se mantiene el gran desfile de marcha militar que pasa por la Catedral de San Patricio de Nueva York.

FELIZ DÍA!!


miércoles, 16 de marzo de 2016

EL EVANGELIO DE HOY: MIÉRCOLES 16 DE MARZO DEL 2016



Si el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres. 
Cuaresma y Semana Santa


Juan 8, 31-42. Cuaresma. El pecado nos hace esclavos, uno llama a otro, hasta que se hace imposible salir. 


Por: Estanislao García | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 8, 31-42
En aquel tiempo dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres». Ellos le respondieron: «Nosotros somos descendencia de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Os haréis libres?» Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo. Y el esclavo no se queda en casa para siempre; mientras el hijo se queda para siempre. Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres. Ya sé que sois descendencia de Abraham; pero tratáis de matarme, porque mi Palabra no prende en vosotros. Yo hablo lo que he visto donde mi Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído donde vuestro padre». Ellos le respondieron: «Nuestro padre es Abraham». Jesús les dice: «Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham. Pero tratáis de matarme, a mí que os he dicho la verdad que oí de Dios. Eso no lo hizo Abraham. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre». Ellos le dijeron: «Nosotros no hemos nacido de la prostitución; no tenemos más padre que a Dios». Jesús les respondió: «Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he salido y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino que Él me ha enviado. 

Oración introductoria
Señor, que este momento de oración sea el medio por el cual tu gracia aumente mi fe para que pueda llegar a ser una fe fuerte, luminosa, operante, contagiosa, profunda, de modo que me lleve a conocer la verdad. Tú sabes cuánto necesito este don, porque sin la fe no puedo amar auténticamente a Ti ni a los demás.

Petición
Señor, aumenta mi fe para conocer tu verdad.

Meditación del Papa Francisco
Los doctores de la ley no entendían la alegría de la promesa; no entendían la alegría de la esperanza; no entendían la alegría de la alianza. ¡No entendían! No sabían ser felices, porque habían perdido el sentido de la felicidad, que solamente viene de la fe.
Nuestro padre Abraham ha sido capaz de ser feliz porque tenía fe: se ha hecho justo en la fe. Estos habían perdido la fe. ¡Eran doctores de la ley, pero sin fe! Y aún más: ¡habían perdido la ley! Porque el centro de la ley es el amor, el amor por Dios y por el prójimo. […]
Esta es la vida sin fe en Dios, sin confianza en Dios, sin esperanza en Dios. Y su corazón estaba petrificado. De este modo es triste ser creyente, sin alegría, y no hay alegría cuando no hay fe, cuando no hay esperanza, cuando no hay ley, sino solamente las prescripciones, la doctrina fría.
La alegría de la fe, la alegría del Evangelio es el criterio de la fe de una persona. Sin alegría esta persona no es un verdadero creyente. Abraham, vuestro padre, exultó en la esperanza de ver mi día. Lo vio y se llenó de alegría. Les exhorto a pedir al Señor la gracia de ser exultantes en la esperanza, la gracia de poder ver el día de Jesús cuando nos encontremos con Él y la gracia de la alegría. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 26 de marzo de 2015, en Santa Marta).

Reflexión
Es una cosa muy triste. Es lo único que le pude decir en ese momento a una amiga que me contó cómo su hermano se había metido en las drogas; antes era un chico muy divertido y alegre, un poco trasto en los estudios, cosa que se lo perdonábamos; pero jamás creí que podía llegar hasta tal extremo; yacía tirado junto a un árbol, su padre le había echado de casa y su hermana lloraba desconsolada apoyada sobre mi hombro. Al cabo de un año murió de sobredosis, fue incapaz de salir de la droga a pesar de todas las ayudas.

Y es que como dice el evangelio, el pecado nos hace esclavos; el pecado llama a otro pecado y así hasta que se hace imposible salir. Así sucede en la vida del cristiano que no está atento; de pequeño era fervoroso y hasta casi le daba gusto ir a la Iglesia, después con el tiempo se fue enfriando, a veces dejaba la misa dominical y poco a poco la dejó del todo; luego se confesaba una vez al año e iba a la Iglesia sólo para las bodas y los entierros, hasta que llegó a una edad en que se consideró maduro del todo y se dijo a sí mismo: ya no necesito de esto que llaman religión.

Jesús nos lo advierte en el evangelio de hoy para que no nos hagamos esclavos del pecado, sino que como la Virgen seamos fieles a Dios, que en cada momento nos pide nuestra libre y generosa disponibilidad para cumplir su Voluntad.

Propósito
Buscar la coherencia entre mi fe y lo que hago todos los días.

Diálogo con Cristo
Señor Jesús, desgraciadamente el «qué dirán» tiene demasiada influencia en mi toma de decisiones, cuando mi norma de vida debería ser únicamente seguir siempre tu verdad. Ayúdame a orar con humildad y sencillez para que pueda acoger y apreciar los innumerables dones con los que enriqueces mi vida, para que, con tu gracia, sea un testigo coherente de mi fe.

EJEMPLO DEL PROFETA JEREMÍAS


Ejemplo del profeta Jeremías


Jeremías sabía alimentarse con el pan de la Palabra de Dios. Sentía consumirse su corazón anhelando ardientemente encontrar un fragmento cualquiera de ese divino manjar para saciar el hambre que atormentaba su espíritu. Hablando con Dios una vez le dijo: “Cuando encontraba palabras tuyas, las devoraba; ellas eran mi gozo y la alegría de mi corazón”. Esa sea tu actitud.

Una maestra de catequesis les preguntó a los niñitos de su clase, cuando los llevaba a la Iglesia llena de gente para la misa dominical:
-“¿Por qué es necesario estar muy quietos en la iglesia?”
Una niñita le respondió: -“Porque algunas personas están durmiendo”.

¡Qué paraíso sería la vida si el hombre dejara penetrar la Palabra de Dios en su corazón! Dios quiso que su palabra fuese siempre luz y alimento de todos los hombres en todos los tiempos, y se hizo libro en la Biblia. Su dinamismo, su poder milagroso sigue intacto. Basta que te acerques a esa zarza ardiente, con respeto, amor y confianza…


* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS: MIÉRCOLES 16 DE MARZO DEL 2016


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Marzo 16


La vida es acción y la acción es vida; no puedes detenerte en el camino de tu acción, cruzándote de brazos; desde el momento en que cejas en tu acción, estás perdiendo vitalidad.
Cuanta más acción desarrolles, más gozarás de tu vida; cuánto más profundamente vivas tu vida, más fuertemente serás lanzado a la acción.
Vive tu vida, pero vive tu acción, vive tu vida en la acción; realiza tu acción en la vida.
A veces, en tu acción apostólica observas poco éxito; comienzas a hablar de Dios a los hombres y los hombres no te escuchan; si cambiaras de método, si antes de hablar a los hombres de Dios, intentaras hablar a Dios de los hombres, las cosas saldrían mejor, porque estarían mejor ordenadas.
A veces las grandes acciones exigen grandes silencios; otras, grandes sacrificios.
No olvides que las grandes palancas del apóstol son sus rodillas y que el mundo tiembla cuando el cristiano cae de rodillas. “La oración del humilde atraviesa las nubes” (Ecl 35,17). Sean perseverantes en la oración velando siempre en ella con acción de gracias” (Col 4,2).


* P. Alfonso Milagro

CALCUTA, LA CIUDAD DE LA ALEGRÍA



Calcuta, la "Ciudad de la Alegría"
Calcuta, la "tierra" de la Madre Teresa a quien el Papa Francisco canonizará el 4 de septiembre.





Por: Catalina Navarrete Castillo 


Calcuta,  conocida como “la Ciudad de la Alegría”, se encuentra ubicada en el este de la India, representa uno de los lugares con mayor posibilidad para ofrecer ayuda a los más necesitados a través del voluntariado de la Congregación de las Hermanas de la Caridad, fundada en 1950 por una monja de origen Albanés naturalizada India, Madre Teresa de Calcuta.
La misión de las misioneras es ayudar a enfermos mentales, niños abandonados, ex prostitutas, refugiados, leprosos, víctimas del sida convalecientes y ancianos. En Calcuta cuentan con 19 casas para acoger a niños huérfanos, enfermos de sida, una escuela de niños de la calle y una colonia de leprosos.
Cientos de voluntarios cuentan su experiencia espiritual y cómo les ha sensibilizado la necesidad de los más pobres y vulnerables. Como voluntarios empiezan el día a las 5 de la mañana con las oraciones y finalizan el día con la Adoración, el servicio se convierte en ver a Jesús en cada persona. Las tareas a realizar como voluntario es desde el servicio en lavandería, cocina, baños, comidas y medicamentos, hasta acompañar a las personas a tener una muerte digna.  El voluntariado es una ocasión para unir culturas, aunque existe afinidad natural según las diferencias nacionales y lingüísticas, los desafíos comunes incitan a los extranjeros a reunirse. Algunos de los voluntarios son profesionales de la salud, trabajadores sociales y una gran cantidad de estudiantes se encuentran atraídos para vivir la experiencia.
El voluntariado puede comprender un período de  una semana, un mes o más. Para ser voluntario sólo es necesario hacerse presente para ofrecer el servicio, no es necesario llamar o escribir a las hermanas anticipadamente, pero sí registrarse cómo voluntario antes de comenzar a trabajar en los centros.  Al llegar  reciben instrucción sobre el tratamiento de los mendigos, moribundos pobres,  los niños y los niños física y mentalmente discapacitados.  Los voluntarios pueden unirse a las oraciones de la comunidad, Misa a las 6:00 a.m., Hora Santa a las 18:30 el jueves y el domingo a las 18:00 hrs., Misa y bendición con la reliquia de la Madre Teresa) en la tumba de Madre Teresa el viernes, visita del Museo y de la Cámar de Madre Teresa: 8:00 a 12:00 y 15:00 a 17:30 hrs., En cuanto al alojamiento cada voluntario deberá organizar su propia estancia, existen algunos lugares más cercanos. Entre otros consejos para quienes desean ser voluntarios es tener las vacunas de fiebre tifoidea, hepatitis A y B, el tétanos y llevar consigo sus recetas de medicamentos.
Si visitas Calcuta podrás gozar de su patrimonio artístico como el  Kalighat un templo dedicado a la diosa patrona de la ciudad, Kali. El Victoria Memorial museo dedicado a la pintura en el que se encuentran óleos de gran tamaño en la Galería Real y  el Jardín botánico de Kokata.

ANTES DE LEER LA PALABRA


Antes de leer la Palabra


Dios está vivo en su Palabra para iluminarte, consolarte, fortalecerte… Pero debes acercarte a ella con verdadera fe. Antes de leerla es adecuado que te pongas en la presencia del Señor con alguna oración que te ambiente en un clima de devoción y acogida cordial del don de Dios. Puede servirte la que sigue.

Dios, mi Padre bondadoso. Estoy rodeado de ruidos y voces. Estoy cansado de escuchar palabras sin verdad, sin el calor de la intimidad personal, sin la eficacia del amor comprometido. Tú, Señor, me hablas con una Palabra nueva. Por eso quiero escucharte. Porque tu Palabra me muestra la verdad, me revela la eficacia de tu amor, me ofrece la participación en tu misma vida. Señor, que tu Palabra se haga carne en mi vida. Te ofrezco un corazón pobre y abierto. Siembra en mí tu Palabra, que tu Espíritu la haga fecunda, como en el seno de María, la santísima Virgen y Madre de Jesús. Y seré en el mundo el eco de tu voz, la proclamación de tu Evangelio. Amén.

La actitud de humilde escucha es decisiva para leer con provecho, pero es un don que debes pedirle al Señor con la confianza de un hijo. Y el libro sagrado te animará con promesas de vida sin fin, será para ti una escalera para subir al cielo, te ofrecerá normas simples de vida inocente  y  te descubrirá el amor entrañable de Dios por ti. Que sea tu alimento cotidiano.


* Enviado por el P. Natalio

REFLEXIÓN PARA AUMENTAR MI FE EN DIOS


Reflexión para aumentar mi fe en Dios
La fe es un acto personal: la respuesta libre del hombre a la iniciativa de Dios que se revela


Por: P. Modesto Lule Zavala msp | Fuente: www.modestolule.com/ 




Algunas personas llegan a pensar que la fe es como la esperanza. Cierto es que la persona que tiene fe tiene esperanza, pero no necesariamente es la esperanza. El catecismo de la Iglesia católica dice: CIC 166: “La fe es un acto personal: la respuesta libre del hombre a la iniciativa de

Dios que se revela. Pero la fe no es un acto aislado. Nadie puede creer solo, como nadie puede vivir solo. Nadie se ha dado la fe a sí mismo, como nadie se ha dado la vida a sí mismo. El creyente ha recibido la fe de otro, debe transmitirla a otro. Nuestro amor a Jesús y a los hombres nos impulsa a hablar a otros de nuestra fe. Cada creyente es como un eslabón en la gran cadena de los creyentes. Yo no puedo creer sin ser sostenido por la fe de los otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener la fe de los otros”. Es decir, todos en la medida de alimentar nuestra fe y compartirla nos enriquecemos. Dice la carta a los romanos 10, 17: Así pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo.

La fe es un don de Dios, es decir, se debe pedir a Dios. La fe se debe separar de la superstición, que es en lo que algunos pueden caer por falta de conocimiento en la religión. La carta a los Hebreos 11, 1, dice: “Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos”.

La fe se debe trabajar y en la medida que hay esfuerzo hay esperanza de alcanzar lo que se busca. Dentro del ámbito cristiano esperar algo ya no se reduce a cuestiones meramente egoístas, sino a beneficios para todos.

La madre Teresa de Calcuta dice: “del silencio nace la oración, de la oración nace la fe, de la fe nace el amor, del amor nace la entrega y de la entrega la paz”. Todo lleva un proceso, y para progresar en la fe hay que progresar en el silencio y en la oración y esto conllevará a más dones y virtudes que enriquecerán a la persona y por ende a los que le rodean.

La palabra fe viene del latín FIDES, y significa lealtad. De la misma palabra FIDES se desprende fiel y otras más. La lealtad se la debemos a Dios, en la medida que seamos fieles, es decir leales, podemos esperar como dice en la carta a los hebreos, aquellas cosas que ya hemos pedido, es decir tenemos esperanza en que Dios nos ayudará en lo que necesitamos y todo esto será para cumplir con la voluntad de Dios. Así como la Virgen maría que fue leal a lo que el Señor pedía pudo alcanzar la gloria que Dios Padre concede a todo obediente a su palabra. Los santos son santos por ser leales, por tener fe en que las promesas de Jesucristo se cumplirán en su momento, quizá no en el que pedimos nosotros pues Dios nos concede las cosas no cuando queremos, sino cuando ya estamos preparados.

Hasta la próxima.

CRISTO EN LA CRUZ PONE TODO POR NOSOTROS


Cristo en la cruz pone todo por nosotros
Miércoles quinta semana de Cuaresma. La cruz de Cristo se convierte en punto de partida para nosotros.


Por: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net 




Durante toda la Cuaresma la Iglesia nos ha ido preparando para encontrarnos con el misterio de la Pascua, que es el juicio que Dios hace del mundo, el juicio con el cual Dios señala el bien y el mal del mundo. La Pascua no es solamente el final de la pasión; la Pascua es la proclamación de Cristo como juez del universo. Un juez que, por ser juez del universo, pone a sus pies a todos: sus amigos, que pueden ser los que le han servido; y a sus enemigos, que pueden ser los que no le han servido.

El juicio que Dios hace del hombre dependerá de cómo el hombre se ha comportado con Cristo. Ser conscientes de esto es, al mismo tiempo, dejar entrar en nuestro corazón la pregunta de cuál es la opción fundamental de nuestras vidas.

Escuchábamos en la narración del Libro de Daniel, que los tres jóvenes son salvados del horno del fuego ardiente por el ángel del Señor. Yo creo que lo fundamental de esta narración es la reflexión final: “Bendito sea el Dios de Sadrak, Mesak y Abed Negó, que ha enviado a su ángel para librar a sus siervos que, confiando en él, desobedecieron la orden del rey y expusieron su vida antes que servir y a adorar a un dios extraño”.

Éste es el punto más importante: el ser capaz de juzgar nuestra vida de tal forma que nuestros actos se vean discriminados según nuestra opción por Dios. O sea, Dios como criterio primero, y no al revés. Que nuestra forma de afrontar la vida, nuestra forma de pensar, de juzgar a las personas, de entender los acontecimientos, no se vean discriminadas por «lo que a mí me parecería» , es decir, por un criterio subjetivo.

Esta situación debe ser para todos nosotros punto de examen de conciencia, sobre todo de cara a la Pascua del Señor, para ver si efectivamente nuestra vida está decidida por Dios. La cruz se convierte así, para cada uno de nosotros, en el punto de juicio, el punto al cual todos tenemos que llegar para ver si mi vida está o no decidida por Cristo nuestro Señor.

Cristo en la cruz apuesta todo por nosotros. Cristo en la cruz pone todo por nosotros. Cristo en la cruz se entrega totalmente a nosotros. La cruz de Cristo se convierte en punto de juicio para nosotros: Si Él nos ha dado tanto, ¿nosotros qué damos? Si Él ha sido tanto para nosotros, ¿nosotros qué somos para Él? Si Él ha vivido de esa manera con nosotros y para nosotros, ¿nosotros cómo vivimos para Él?

Jesús, en el Evangelio, pide a los judíos que le escuchaban que examinen quién es su Padre. Ellos le dicen: “Nosotros tenemos por padre a Dios”. Pero Jesús les contesta que no es verdad, porque les dice: “Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he salido y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino que él me ha enviado”.

Cuando nuestra vida choca con la cruz, cuando nuestra vida choca con los criterios cristianos, tenemos que preguntarnos: ¿Quién es mi padre?; no ¿cuál es mi título?; no ¿cuál es la etiqueta que yo traigo puesta en mi vida? ¿Cuál es el fruto que da en mi vida la opción por Cristo? ¿Qué es lo que realmente brota en mi vida de mi opción por Cristo? Porque ése es verdaderamente el origen de mi existencia.

Jesús dice a los de su época que ellos no son los hijos de Abraham; porque el fruto de Abraham sería una opción definitiva por Dios, hasta el punto de ser capaz de arriesgar el propio interior, el propio juicio para seguir a Dios. Recordemos que Abraham puso, incluso lo ilógico de la orden de Dios de matar a su propio hijo, para obedecer a Dios.

Cristo y su cruz se convierten en un reclamo para cada uno de nosotros: ¿quién eres Tú? El misterio Pascual es para todos nosotros una llamada. No me puedo quedar nada más en los ritos exteriores. ¿Cuál es la obra que me está diciendo a mí si opto por Cristo o no? Mi comportamiento cristiano, mi compromiso cristiano, mi opción definitiva por Jesucristo es donde puedo ver quién es verdaderamente mi Padre, allí es donde sé quién es auténticamente el Señor de mi vida.

Cuando los judíos le responden a Jesús: “Nosotros no somos hijos de prostitución, no tenemos más padre que Dios”, están tocando un tema muy típico de toda la Escritura: la relación con Dios. El pueblo de Dios como un pueblo amado, un pueblo fiel, un pueblo esposo de Dios. Por eso dicen: “no somos hijos de prostitución, no somos hijos de adulterio, somos hijos genuinos de Dios”.

Pero Cristo les responde: “Si Dios fuera su Padre me amarían a mí[...]”. Si realmente fuesen un pueblo esposo de Dios, me amarían a mí. Si realmente fuesen un pueblo fiel a Dios, un pueblo que nace del amor esponsal a Dios, amarían a Cristo.

Podría ser que en nuestra alma hubiese algunos campos en los que todavía Cristo nuestro Señor no es el vencedor victorioso, no es el esposo fiel. ¿No podría haber campos en nuestra vida, rasgos en nuestra alma, en los que por egoísmo, por falta de generosidad, por pereza, por frialdad, nuestra alma todavía no corriese al ritmo de Dios, no estuviese alimentándose de la vida de Dios, no estuviese nutriéndose de la opción fundamental, definitiva, única, exclusiva por Dios nuestro Señor?

La Semana Santa es un período de reflexión muy importante. Un período que nos va a mostrar a un Cristo que se ofrece a nosotros; un Cristo que se hace obediente por nosotros; un Cristo que es la garantía del amor esponsal de Dios por su pueblo. Un Cristo que reclama de cada uno de nosotros el amor fiel, el amor de don total del corazón hecho obras, manifestado en un comportamiento realmente cristiano. El misterio pascual es la raya que define si soy alguien que vive de Dios, o soy alguien que vive de sí mismo.

Jesucristo, en la Eucaristía, viene a redimirnos de esto. Jesucristo quiere darnos la Eucaristía para que de nuevo en esa unión íntima del Creador, del Señor, del Redentor con el alma cristiana, se produzca la opción fuerte, definitiva, amorosa por Dios.

Pidámosle que esta opción llegue a iluminar todos los campos de nuestra vida. Que ilumine nuestro interior, que ilumine nuestra alma, que ilumine también nuestra vida social, nuestra vida familiar, y, sobre todo, que ilumine nuestra libertad para que optemos definitivamente, sin ninguna cadena, por aquello que únicamente nos hace libres: el amor de Dios.

MADRE TERESA DE CALCUTA SERÁ CANONIZADA EL 4 DE SEPTIEMBRE POR PAPA FRANCISCO EN ROMA


Papa Francisco canonizará a Madre Teresa de Calcuta el 4 de septiembre en Roma
Por Alvaro de Juana

 (ACI).- El Vaticano acaba de anunciar la fecha de canonización de la Madre Teresa de Calcuta, fundadora de la congregación de las Misioneras de la Caridad, para el próximo 4 de septiembre en Roma. El anuncio fue comunicado por la Santa Sede tras la celebración del consistorio público para la canonización de cinco beatos: José Sánchez del Río (México); el Cura Brochero (Argentina); Elizabeth Hesselblad (Suecia); Estanislao de Jesús y María (Polonia).

La Canonización de la conocida también como “Santa de los pobres” será uno de los eventos más destacados del Jubileo de la Misericordia. Según el calendario, el 4 de septiembre de 2016 se celebrará el “Jubileo de los voluntarios y operadores de la misericordia”, en memoria justamente de la Madre Teresa cuya fiesta es el 5 de septiembre, día en que murió en el año 1997.

El pasado 18 de diciembre el Vaticano anunció la aprobación del milagro atribuido a la Madre Teresa, la curación de un hombre brasileño que sufría de abscesos cerebrales.


La vida de la Madre Teresa

Agnes Gonxha Bojaxhiu nació el 26 de agosto 1910, en Skopje, Macedonia. Era la menor de tres hijos, asistió a un grupo de jóvenes dirigido por un sacerdote jesuita que la hizo considerar una vocación de servicio como monja misionera.

Se unió a las Hermanas de Loreto a los 17 años y fue enviada a Calcuta, donde enseñó en una escuela secundaria. Después de contraer tuberculosis, fue enviada a descansar en Darjeeling, y fue en medio de esa enfermedad cuando descubrió "una orden" de Dios para dejar el convento y vivir entre los pobres.

El Vaticano le concedió permiso para salir de las Hermanas de Loreto y vivir su nuevo llamado, bajo la dirección del Arzobispo de Calcuta.

La Madre Teresa comenzó a trabajar en los barrios pobres, enseñaba a los niños y asistía enfermos en sus hogares. Un año más tarde, algunos de sus exalumnos se le unieron y juntos se hicieron cargo de hombres, mujeres y niños que agonizaban en las calles.

En 1950, las Misioneras de la Caridad nacieron como una congregación de la Diócesis de Calcuta. En 1952, el gobierno les concedió una casa desde la cual continuaron su misión de servir a los pobres y olvidados de Calcuta.

La congregación creció rápidamente y de tener una sola casa para moribundos y pobres extremos, llegó a tener 500 casas en todo el mundo.

La Madre Teresa estableció albergues para prostitutas, mujeres maltratadas, orfanatos para niños pobres y hogares para víctimas del SIDA. Fue una férrea defensora de los no nacidos.

Murió el 5 de septiembre 1997, y fue beatificada sólo seis años más tarde por San Juan Pablo II 19 de octubre 2003.

ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


martes, 15 de marzo de 2016

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 15 DE MARZO DEL 2016


Lo que el Padre me ha enseñado, eso es lo que hablo
Cuaresma y Semana Santa

Juan 8, 21-30. Cuaresma. La vida del hombre solo tiene sentido cuando está orientada a cumplir la voluntad de Dios. 


Por: Carlos Henrique Farias | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Juan 8, 21-30
Jesús les dijo otra vez: «Yo me voy y vosotros me buscaréis, y moriréis en vuestro pecado. Adonde yo voy, vosotros no podéis ir». Los judíos se decían: «¿Es que se va a suicidar, pues dice: "Adonde yo voy, vosotros no podéis ir?» El les decía: «Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Ya os he dicho que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que Yo Soy, moriréis en vuestros pecados». Entonces le decían: «¿Quién eres tú?» Jesús les respondió: «Desde el principio, lo que os estoy diciendo. Mucho podría hablar de vosotros y juzgar pero el que me ha enviado es veraz, y lo que le he oído a él es lo que hablo al mundo». No comprendieron que les hablaba del Padre. Les dijo, pues, Jesús: «Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo Soy, y que no hago nada por mi propia cuenta; sino que, lo que el Padre me ha enseñado, eso es lo que hablo. Y el que me ha enviado está conmigo: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a él». Al hablar así, muchos creyeron en él.

Oración introductoria
Venid,Padre de los pobres,Donador de los dones, Luz del corazón.Aquí me prostro ante tu presencia, suplicándote, Dios mío, tus dones.Aumenta mi fe, dame el don de comprender mi vida bajo la mirada de tus dulces ojos. Dame hoy el don de la confianza, para que, anclado en tu luz, pueda dar esperanza a aquellos que viven en las tinieblas. En Ti,todo lo puedo, y en Ti, todo lo espero. No permitas, Jesús, que yo me aleje de ti.Sólo Tú eres mi esperanza.No me dejes morir en mis pecados.

Petición
Jesús, Tú eres capaz de todo por amor al hombre, incluso de clavarte en la cruz.Haz que sea capaz de comprender tus palabras que llegan a mis oídos por medio de las personas que me rodean.Hazme ver que en todas las personas Tú también estás presente. Señor,¡cuántas oportunidades me das de corresponderte!Quiero darte en estos días la oportunidad de que entres en mi vida.

Meditación del Papa

 
Creer en Jesús significa hacer de Él el centro, el sentido de nuestra vida. Cristo no es un elemento accesorio: es el “pan vivo”, el alimento indispensable. Unirse a Él, en una verdadera relación de fe y de amor, no significa estar encadenados, sino ser profundamente libres, siempre en camino.
Cada uno de nosotros puede preguntarse, ahora: ¿Quién es Jesús para mí? ¿Es un nombre, es una idea, es un personaje histórico solamente? O es verdaderamente aquella persona que me ama, que ha dado su vida por mí y camina conmigo. ¿Para ti quién es Jesús? ¿Estás con Jesús? ¿Intentas conocerlo en su palabra? ¿Lees el Evangelio todos los días, un pasaje del Evangelio, para conocer a Jesús? ¿Llevas el pequeño Evangelio en el bolsillo, en el bolso, para leerlo, en todas partes? Porque cuanto más estamos con Él, más crece el deseo de permanecer con él. Ahora les pediré amablemente, hagamos un momentito de silencio y cada uno de nosotros en silencio, en su corazón, se pregunte: ¿quién es Jesús para mí? En silencio, cada uno responda, en su corazón: ¿quién es Jesús para mí?
Que la Virgen María nos ayude a “ir” siempre a Jesús, para experimentar la libertad que Él nos ofrece, y que nos consiente limpiar nuestras opciones de las incrustaciones mundanas y también de los miedos. (S.S. Francisco, Ángelus 23 de agosto de 2015).

Reflexión 
A Dios sólo se le conoce en la oración. Mientras nos encontremos fuera de nosotros mismos, no podremos encontrar lo que, sedientos, buscamos en las cosas externas. Como dice el Papa: dejémonos sorprender por Cristo. En nuestro corazón, está escrito el profundo deseo de amar y ser amados¿Por qué no darle una oportunidad a Aquél que,en el extremo deseo de amar, fue capaz de abrazar el leño de la cruz? Ahora, es tiempo de conversión.Abramos nuestras puertas para que entre la luz.Hagamos la experiencia de un amor que nunca falla. Démonos a la oportunidad de comprobar el amor de Cristo por nosotros mismos y fortalecernos en la fe.

Toda la vida de Cristo está orientada a cumplir la misión que el Padre le ha encomendado. En la mente, en el corazón de Jesús, está grabada la Voluntad Santísima de su Padre. Este pasaje evangélico nos muestra cuál es la actitud del Hijo del Hombre en este mundo: Yo hago siempre lo que le agrada al Padre. Dios pudo haber redimido a la humanidad con un solo pensamiento, con un deseo, pero ha manifestado su voluntad al querer enviar a su propio Hijo para redimir al mundo.

La vida del hombre únicamente tiene sentido cuando se ve orientada a cumplir la voluntad de Dios. Pero este cumplimiento de la voluntad de Dios no puede ser servil, sino que debe imitar el ejemplo de Cristo, de un hijo que busca agradar a su padre en todo. Un padre puede encontrar mayor felicidad cuando ve que su hijo hace lo que le pide, no como una obligación, sino porque quiere agradarle. Cuando un hijo lleva buenas calificaciones a su papá, no porque busca que lo dejen salir a jugar, sino porque lo ama, porque sabe que esto que lleva a casa es lo que agrada a su padre.

La voluntad de Dios en nuestra vida se va manifestando a través de la exigencia de nuestros compromisos como cristianos. En el cumplimiento de nuestro deber en el trabajo, en el hogar, en la escuela. En la defensa de la vida, en ayudar a los más necesitados. Incluso cuando vienen las dificultades en la vida diaria, si todo lo vemos desde la perspectiva sobrenatural como Cristo, veremos en cada momento la voluntad de Dios detrás de cada uno de los acontecimientos de nuestra vida.

Propósito
Esta semana voy dar una nueva oportunidad a Cristo en mi vida buscando auxilio en una sincera confesión.

Diálogo con Cristo
Señor Jesús, ¡cuántas veces te niego el acceso a mi vida!¡Cuántas veces pienso que yo tengo la fuerza de actuar por mí mismo hasta el punto en que Tú tienes que salir de mi vida!¡Cuántas veces te busco fuera de mí y no te encuentro! Quiero que entres donde todavía no tenías acceso en mi corazón.Y quiero agradecerte por saber esperarme con tus brazos abiertos hasta que yo libremente corra hacia ti.Gracias porque Tú me das otra oportunidad cada vez que yo la busco.


Se entra en oración como se entra en la liturgia: por la puerta estrecha de la fe. A través de los signos de su presencia, es el rostro del Señor lo que buscamos y deseamos, es su palabra lo que queremos escuchar y guardar. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2656).

 
Preguntas o comentarios al autor  Carlos Henrique Farias

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