Autor: Pedro Queiroz, L.C. | Fuente: Catholic.net Testimonio del Hijo | |
Juan 5, 31-47. Cuaresma. Es Dios quien confirma que todo lo que Cristo dice es verdad. | |
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no sería válido. Otro es el que da testimonio de mí, y yo sé que es válido el testimonio que da de mí. Vosotros mandasteis enviados donde Juan, y él dio testimonio de la verdad. No es que yo busque testimonio de un hombre, sino que digo esto para que os salvéis. Él era la lámpara que arde y alumbra y vosotros quisisteis recrearos una hora con su luz. Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado. Y el Padre, que me ha enviado, es el que ha dado testimonio de mí. Vosotros no habéis oído nunca su voz, ni habéis visto nunca su rostro, ni habita su palabra en vosotros, porque no creéis al que Él ha enviado. Vosotros investigáis las escrituras, ya que creéis tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de mí; y vosotros no queréis venir a mí para tener vida. La gloria no la recibo de los hombres. Pero yo os conozco: no tenéis en vosotros el amor de Dios. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése le recibiréis. ¿Cómo podéis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros, y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que os voy a acusar yo delante del Padre. Vuestro acusador es Moisés, en quién habéis puesto vuestra esperanza. Porque, si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque él escribió de mí. Pero si no creéis en sus escritos, cómo vais a creer en mis palabras? Oración introductoria Señor y Dios mío, que eres tan bueno y que me has dado tantas gracias,heme aquí, a mí a quien muchas veces ni me acuerdo de Ti. Me pongo en tu presencia en este pequeño momento de oración. Lo único que quiero es recibirte en mi corazón, mas sabiendo que no te puedo recibir sacramentalmente, quiero acogerteal menos espiritualmente. Ayúdame a encontrar la verdadera felicidad. Petición Señor, Tú que lo puedes todo, aumenta mi confianza para que pueda creer con una fe más desinteresada. Ayúdame aolvidarme de mí mismo y a lanzarme a encontrar tu voluntad. Meditación del Papa Francisco Se puede conocer a Jesús en el catecismo porque éste nos enseña muchas cosas sobre Jesús. Debemos estudiarlo, debemos aprenderlo, conocemos al Hijo de Dios, que ha venido para salvarnos; entendemos toda la belleza de la historia de la Salvación, del amor del Padre, estudiando el Catecismo. ¿Cuántos han leído el Catecismo de la Iglesia Católica desde que se publicó hace 20 años? Sí, se debe conocer a Jesús en el Catecismo. Pero no es suficiente conocerlo con la mente: éste es sólo un paso, es necesario conocerlo en el diálogo con Él, hablando con Él, en la oración, de rodillas. Si tú no rezas, si tú no hablas con Jesús, no lo conoces. Tú sabes cosas de Jesús, pero no vas con ese conocimiento que te da el corazón en la oración. Y una tercera vía: el discipulado, ir con Él, caminar con Él, es necesario conocer a Jesús con el lenguaje de la acción. (Cf. S.S. Francisco, 26 de septiembre de 2013, homilía en la capilla de Santa Marta). Reflexión Creer no es añadir una opinión a otras. Nosotros tenemos muchas opiniones de Dios en nuestras vidas. Pasa con mucha frecuencia que pensamos que Dios es un juez, el omnipotente dictador de los cielos que gobierna con suprema autoridad.Algomuy diferente de lo que es realmente Dios.Por eso, nos cuesta aceptar, creer y hacer Su voluntad.¡Dios no es así! Dios es misericordia, perdón, amor. Dios no se porta como dictador, sino, más bien, como un Padre que corrige para señalar el camino correcto, porque ama y quiere lo mejor para su hijo. Actúa sabiendo que va a doler, pero es para que todo salga adelante. En esta verdadera orientación, encontramos a Dios, y surge naturalla confianza de que creemos en Dios, porque hemos hecho la experiencia del verdadero Dios, aquel que comprende, entiende y ayuda. Y es lógico que, después de esta experiencia tan fuerte y viva, nuestro creer se transforme en acción. Un creer que va más allá de lo que es aceptar el amor de Dios de forma pasiva; un creer que se compromete a entregarse totalmente a Él, en lo que me pida. Jesús en este evangelio nos dirige un reproche. Cristo intenta defender su nombre, no porque le interesara en sí, sino para que mayor número de personas creyeran en Él. Hace un esfuerzo por presentarse ante los judíos, siguiendo su mentalidad de confiar en el testimonio de otros. Hace y dice todo cuanto puede. Sin embargo, parece que sus palabras chocan y resbalan, ante la incredulidad de los corazones soberbios. Jesús apela al testimonio mismo del Padre, manifestado en los escritos de Moisés y en Juan Bautista. Al primero, Dios lo había elegido para liberar y guiar a su pueblo a través del desierto hacia la tierra prometida. ¿No es Jesús mismo que nos guía en medio del desierto de nuestra vida hasta la patria eterna? El segundo, Juan, proclamó la llegada del Mesías y propuso un bautismo de penitencia. Jesús, en otro pasaje afirma, que era Elías, señalado como su predecesor, que allanaría montes y rellenaría valles para el paso del Señor. ¿No es Jesús la voz que sigue gritando en el desierto de las conciencias de tantos hombres, llamándoles a la conversión, atrayéndolos a su amor? Pero los judíos no le entendieron. ¿Le entenderemos hoy nosotros? Es triste, pero es verdad. En este evangelio Jesús nos reprocha no haber comprendido su mensaje. Vamos en busca de la gloria que da el mundo a quienes obran según el slogan del momento. Corremos tras la vanidad del tener más y más; sin compartir lo que Él mismo nos ha dado: amor, cariño y comprensión. Esto es leer las escrituras y no entender el mensaje de Cristo: ir a misa y después no vivir el evangelio; llamarse cristiano y apenas conocer a Jesús. Pero Jesús es paciente. Nos espera. Y si nos reprocha algo en nuestra conciencia, es porque nos ama y nos quiere cerca de su amantísimo Corazón. Podemos corresponderle, acercándonos a la parroquia, viviendo y compartiendo nuestra fe. Regalando al mundo sonrisa que da la alegría de la esperanza y la confianza en Jesús. Propósito Hoy amaré más al Señor en mi familia, ayudando a todos en los que necesiten de mí. Diálogo con Cristo Los momentos que reservo para tus cosas, Señor, son muy pocos y pasan rapidísimos. ¿Qué más puedo hacer por ti? No quiero dejar pasar este momento de oración, como muchos que ya se han ido, sin dejar en mí una verdadera experiencia de ti, Señor. No puedo salir sin comprometerme de verdad contigo.Ya he contemplado tu amor, cómo eres Túen verdad; ahora, falta mi parte. Tú me conoces, soy débil, pero sé que con tu gracia puedo; en ti, está mi fuerza; contigo, no vacilo. ... ninguna prueba de la caridad divina hay tan patente como el que Dios, creador de todas las cosas, se hiciera criatura, que nuestro Señor se hiciera hermano nuestro, que el Hijo de Dios se hiciera hijo de hombre.(Sto. Tomás, Sobre el Credo 1.c 59). |
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jueves, 3 de abril de 2014
EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 3 DE ABRIL DEL 2014
miércoles, 2 de abril de 2014
JUAN PABLO II, HACE 9 AÑOS NOS SONRIES DESDE EL CIELO, ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO
JUAN PABLO II
HACE 9 AÑOS, NOS SONRÍES DESDE EL CIELO
A días de su Canonización, 27 de Abril, te llevamos en el corazón y tu recuerdo sigue tan vivo en nuestro corazón.
¡Te amamos Juan Pablo II, intercede por nosotros!
¿QUIÉN ES CRISTO PARA MI?
Autor: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net
¿Quién es Cristo para mi?
Miércoles cuarta semana de Cuaresma. La conversión cristiana pasa primero por la experiencia de Cristo.
La dimensión interior del hombre debe ser buscada insistentemente en nuestra vida. En esta reflexión veremos algunos de los efectos que debe tener esta dimensión interior en nosotros. No olvidemos que todo viene de un esfuerzo de conversión; todo nace de nuestro esfuerzo personal por convertir el alma a Dios, por dirigir la mente y el corazón a nuestro Señor.
¿Qué consecuencias tiene esta conversión en nosotros? En una catequesis el Papa hablaba de tres dimensiones que tiene que tener la conversión: la conversión a la verdad, la conversión a la santidad y la conversión a la reconciliación.
¿Qué significa convertirme a la verdad? Evidentemente que a la primera verdad a la que tengo que convertirme es a la verdad de mí mismo; es decir, ¿quién soy yo?, ¿para qué estoy en este mundo? Pero, al mismo tiempo, la conversión a la verdad es también una apertura a esa verdad que es Dios nuestro Señor, a la verdad de Cristo.
Convertirme a Cristo no es solamente convertirme a una ideología o a una doctrina; la conversión cristiana tiene que pasar primero por la experiencia de Cristo. A veces podemos hacer del cristianismo una teoría más o menos convincente de forma de vida, y entonces se escuchan expresiones como: “el concepto cristiano”, “la doctrina cristiana”, “el programa cristiano”, “la ideología cristiana”, como si eso fuese realmente lo más importante, y como si todo eso no estuviese al servicio de algo mucho más profundo, que es la experiencia que cada hombre y cada mujer tienen que hacer de Cristo.
Lo fundamental del cristianismo es la experiencia que el hombre y la mujer hacen de Jesucristo, el Hijo de Dios. ¿Qué experiencia tengo yo de Jesucristo? A lo mejor podría decir que ninguna, y qué tremendo sería que me supiese todo el catecismo pero que no tuviese experiencia de Jesucristo. Estrictamente hablando no existe una ideología cristiana, es como si dijésemos que existe una ideología de cada uno de nosotros. Existe la persona con sus ideas, pero no existe una ideología de una persona. Lo más que se puede hacer de cada uno de nosotros es una experiencia que, evidentemente como personas humanas, conlleva unas exigencias de tipo moral y humano que nacen de la experiencia. Si yo no parto de la reflexión sobre mi experiencia de una persona, es muy difícil que yo sea capaz de aplicar teorías sobre esa persona.
¿Es Cristo para mí una doctrina o es alguien vivo? ¿Es alguien vivo que me exige, o es simplemente una serie de preguntas de catecismo? La importancia que tiene para el hombre y la mujer la persona de Cristo no tiene límites. Cuando uno tuvo una experiencia con una persona, se da cuenta, de que constantemente se abren nuevos campos, nuevos terrenos que antes nadie había pisado, y cuando llega la muerte y dejamos de tener la experiencia cotidiana con esa persona, nos damos cuenta de que su presencia era lo que más llenaba mi vida.
Convertirme a Cristo significa hacer a Cristo alguien presente en mi existencia. Esa experiencia es algo muy importante, y tenemos que preguntarnos: ¿Está Cristo realmente presente en toda mi vida? ¿O Cristo está simplemente en algunas partes de mi vida? Cuando esto sucede, qué importante es que nos demos cuenta de que quizá yo no estoy siendo todo lo cristiano que debería ser. Convertirme a la verdad, convertirme a Cristo significa llevarle y hacerle presente en cada minuto.
Hay una segunda dimensión de esta conversión: la conversión a la santidad. Dice el Papa, “Toda la vida debe estar dedicada al perfeccionamiento espiritual. En Cuaresma, sin embargo, es más notable la exigencia de pasar de una situación de indiferencia y lejanía a una práctica religiosa más convencida; de una situación de mediocridad y tibieza a un fervor más sentido y profundo; de una manifestación tímida de la fe al testimonio abierto y valiente del propio credo.” ¡Qué interesante descripción del Santo Padre! En la primera frase habla a todos los cristianos, no a monjes ni a sacerdotes. ¿Soy realmente una persona que tiende hacia la perfección espiritual? ¿Cuál es mi intención hacia la visión cristiana de la virtud de la humildad, de la caridad, de la sencillez de corazón, o en la lucha contra la pereza y vanidad?
El Papa pinta unos trazos de lo que es un santo, dice: “El santo no es ni el indiferente, ni el lejano, ni el mediocre, ni el tibio, ni el tímido”. Si no eres lejano, mediocre, tímido, tibio, entonces tienes que ser santo. Elige: o eres esos adjetivos, o eres santo. Y no olvidemos que el santo es el hombre completo, la mujer completa; el hombre o la mujer que es convencido, profundo, abierto y valiente.
Evidentemente la dimensión fundamental es poner mi vida delante de Dios para ser convencido delante de Dios, para ser profundo delante de Dios, para ser abierto y valiente delante de Dios.
Podría ser que en mi vida este esfuerzo por la santidad no fuese un esfuerzo real, y esto sucede cuando queremos ser veleidosamente santos. Una persona veleidosa es aquella que tiene un grandísimo defecto de voluntad. El veleidoso es aquella persona que, queriendo el bien y viéndolo, no pone los medios. Veo el bien y me digo: ¡qué hermoso es ser santo!, pero como para ser santo hay que ser convencido, profundo, abierto y valiente, pues nos quedamos con los sueños, y como los sueños..., sueños son.
¿Realmente quiero ser santo, y por eso mi vida cristiana es una vida convencida, y por lo mismo procuro formarme para convencerme en mi formación cristiana a nivel moral, a nivel doctrinal? ¡Cuántas veces nuestra formación cristiana es una formación ciega, no formada, no convencida! ¿Nos damos cuenta de que muchos de los problemas que tenemos son por ignorancia? ¿Es mi cristianismo profundo, abierto y valiente en el testimonio?
Hay una tercera dimensión de esta conversión: la dimensión de la reconciliación. De aquí brota y se empapa la tercera conversión a la que nos invita la Cuaresma. El Papa dice que todos somos conscientes de la urgencia de esta invitación a considerar los acontecimientos dolorosos que está sufriendo la humanidad: “Reconciliarse con Dios es un compromiso que se impone a todos, porque constituye la condición necesaria para recuperar la serenidad personal, el gozo interior, el entendimiento fraterno con los demás y por consiguiente, la paz en la familia, en la sociedad y en el mundo. Queremos la paz, reconciliémonos con Dios”.
La primera injusticia que se comete no es la injusticia del hombre para con el hombre, sino la injusticia del hombre para con Dios. ¿Cuál es la primera injusticia que aparece en la Biblia? El pecado original. ¿Y del pecado de Adán y Eva qué pecado nace? El segundo pecado, el pecado de Caín contra Abel. Del pecado del hombre contra Dios nace el pecado del hombre contra el hombre. No existe ningún pecado del hombre contra el hombre que no provenga del pecado primero del hombre contra Dios. No hay ningún pecado de un hombre contra otro que no nazca de un corazón del cual Dios ya se ha ido hace tiempo. Si queremos transformar la sociedad, lo primero que tenemos que hacer es reconciliar nuestro corazón con Dios. Si queremos recristianizar al mundo, cambiar a la humanidad, lo primero que tenemos que hacer es transformar y recristianizar nuestro corazón. ¿Mis criterios son del Evangelio? ¿Mis comportamientos son del Evangelio? ¿Mi vida familiar, conyugal, social y apostólica se apega al Evangelio?
Ésta es la verdadera santidad, que sólo la consiguen las personas que realmente han hecho en su existencia la experiencia de Cristo. Personas que buscan y anhelan la experiencia de Cristo, y que no ponen excusas para no hacerla. No es excusa para no hacer la experiencia de Cristo el propio carácter, ni las propias obligaciones, ni la propia salud, porque si en estos aspectos de mi vida no sé hacer la experiencia de Cristo, no estoy siendo cristiano.
Cuaresma es convertirse a la verdad, a la santidad y a la reconciliación. En definitiva, Cuaresma es comprometerse. Convertirse es comprometerse con Cristo con mi santidad, con mi dimensión social de evangelización. ¿Tengo esto? ¿Lo quiero tener? ¿Pongo los medios para tenerlo? Si es así, estoy bien; si no es así, estoy mal. Porque una persona que se llame a sí misma cristiana y que no esté auténticamente comprometida con Cristo en su santidad para evangelizar, no es cristiana.
Reflexionen sobre esto, saquen compromisos y busquen ardientemente esa experiencia, esa santidad y ese compromiso apostólico; nunca digan no a Cristo en su vida, nunca se pongan a sí mismos por encima de lo que Cristo les pide, porque el día en que lo hagan, estarán siendo personas lejanas, indiferentes, tibias, mediocres, tímidas. En definitiva no estarán siendo seres humanos auténticos, porque no estarán siendo cristianos.
LA MADRE, LA MEJOR OBRA DE DIOS
LA MADRE, LA MEJOR OBRA DE DIOS
Dios que estaba ocupado en crear a las madres, llevaba ya seis días trabajando horas extraordinarias, cuando un ángel se le presentó y le dijo:“TE AFANAS DEMASIADO SEÑOR”.
El Señor repuso: pero no te das cuenta que esta criatura tiene que ser lavable de pies a cabeza, sin ser de plástico y que tiene que llevar cien piezas movibles, todas reemplazables funcionar a base de café negro y de las sobras de comida, que tiene que poseer un regazo capaz de desaparecer cuando se ponga de pie, un beso capaz de curar todo, desde una pierna rota hasta un amor frustrado y tener seis pares de manos
Y el ángel confundido observó: ¿Seis pares de manos Señor? ¡Eso no es posible! no son las manos el problema, agregó el Señor, sino los tres pares de ojos
¿Y eso es para el modelo normal? Preguntó el ángel.
Y el Señor le explicó: uno para ver a través de la puerta siempre que pregunte ¿niños, que están haciendo ahí adentro? Aunque ya lo sepa muy bien; otro detrás de la cabeza para ver lo que más le
valiera ignorar, pero que precisa saber; y desde luego los de adelante, para mirar a un niño en apuros y decirle, sin pronunciar siquiera una palabra: “te entiendo hijo y te quiero mucho”.
El ángel le tiró de la manga y advirtió mansamente: vale más que te vayas a la cama señor, mañana será otro día.
... No puedo... y además creo que me falta poco. dijo el Señor agregando:
ya hice una que se cura por si sola cuando enferma; que es capaz de alimentar a una familia con un poco de frijol y de persuadir a un niño de cuatro años que se esté quieto mientras lo baña.
Lentamente, el ángel dio la vuelta en torno a uno de los modelos maternales diciendo: me parece demasiado delicada, comentó con un suspiro.
Pero es muy resistente aseguró Dios emocionado, no tienes idea de lo que es capaz de hacer y sobrellevar.
¿Podrá pensar? preguntó el ángel.
Claro, y razonar también, respondió el Señor.
Por último el ángel se inclinó y pasó un dedo por la mejilla del modelo, diciendo: ¡tiene una fuga!
y dijo Dios: no es una fuga, es una lágrima.
¿Y... para qué sirve? Dijo el ángel.
Para expresar gozo, aflicción, desengaño, pesadumbre, soledad y orgullo.
Eres un genio Señor, comentó el ángel.
Y Dios, con un perfil de tristeza observó y dijo: “yo no se la puse.”
LUZ PARA EL CAMINO
LUZ PARA EL CAMINO
Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida.
La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella.
En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce.
Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice:
- ¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano? Si tú no ves...
Entonces, el ciego le responde:
- Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi...
- No solo es importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella.
Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite.
Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil...Muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino de los demás...¿Cómo? A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento...
¡Qué hermoso sería sí todos ilumináramos los caminos de los demás!
DOBLE CANONIZACIÓN DE JUAN XXIII Y JUAN PABLO II, 27 DE ABRIL DEL 2014
Autor: Iacopo Scaramuzzi | Fuente: vaticaninsider.lastampa.it
Doble canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II
Detalles del sobrio evento de canonización del Papa Angelo Giuseppe Roncalli (Juan XXIII) y el Papa Karol Wojtila (Juan Pablo II)
Una sobria vigilia de oración en diferentes Iglesias de Roma, cientos de miles de fieles, la posible (aunque no segura) presencia del Papa emérito Benedicto XVI. El Vaticano presentó los detalles de la doble canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II que se llevará a cabo el próximo 27 de abril en la Plaza San Pedro. Para la ocasión, la diócesis de Bérgamo, de donde era Angelo Roncalli, pone a disposición tres fondos caritativos con un aporte directo de los sacerdotes.
«Las canonizaciones son una gracia de Dios, que el Señor nos hace mostrándonos como modelos de vida cristiana a dos hombres de fe», dijo en una conferencia de prensa en el Vaticano el cardenal Agostino Vallini, vicario del Papa para la dioesis de Roma. «Y entonces, buscamos recorrer este sendero de una espiritualidad más intensa. Este, diría, es el sentido con el que nos preparamos a este evento». El director de la oficina para las Comunicaciones sociales del Vicariato, don Walter Insero, explicó que antes de la canonización habrá dos eventos. El martes 22 de abril se llevará a cabo, a las 20.30 hrs. en la Basílica de San Juan de Letrán, un encuentro para los jóvenes, «en particular romanos», presidido por el mismo cardenal Agostino Vallini, con la intervención de los dos postuladores: mons. Slavomir Oder (del beato Juan Pablo II) y el padre Giovangiuseppe Califano, postulador general (del beato Juan XXIII). Después habrá una catequesis de don Fabio Rosini, director del servicio para las vocaciones del Vicariato de Roma. Si el día antes de la beatificación de Wojtyla, en 2011, hubo una kermesse en el Circo Máximo, esta vez el estilo será el de la sobriedad. El sábado 26 de abril, a partir de las 21 se llevará a cabo una «noche blanca de oración» durante la que «las Iglesias del centro de Roma permanecerán abiertas y será posible rezar y confesarse». Se leerán pasajes bíblicos, textos de los dos Pontífices y, en once Iglesias, habrá una animación litúrgica en diferentes lenguas. En vista del 27 de abril, explicó don Insero, habrá diferentes canales en las redes sociales y en los medios para involucrar particularmente a los jóvenes: sobre todo, un portal: www.2papisanti.org, en diferentes lenguas y una cuenta en Twitter: @2popesaints. Pero las canonizaciones también estarán presentes en YouTube y Facebook. Dentro de algunos días estará disponible la "App" "Santo súbito", dedicada a Karol Wojtyla.
El vocero vaticano, el padre Federico Lombardi, ofreció por su parte algunos detalles del evento del 27 de abril.
La misa y canonizaciones
Se trata del «domingo de la misericordia», como el primero de mayo de 2011, día de la beatificación de Karol Wojtyla. La misa presidida por Papa Francisco empezará a las 10 en la plaza San Pedro. Alrededor de mil serán los concelebrantes (entre cardenales y obispos); unos 700 sacerdotes administrarán la comunión en la Plaza San Pedro, y cientos de diáconos a lo largo de la Vía de la Conciliación. Después de la misa se podrán venerar las tumbas de los dos nuevos Santos.
Transmisión en directo
Se ocupará de la filmación del evento el Centro Televisivo Vaticano (Ctv), con la colaboración de Sony y Sky.
Quien vaya a la Plaza de San Pedro, asiste, participa, pero no habrá boletos
Los fieles no tendrán boletos, precisó Lombardi, para evitar equívocos con las compra-ventas. «Entonces... la plaza, Vía de la Conciliación... Quien llega, asiste, participa, pero no habrá boletos. No vayan a pedirlos a la prefectura, porque no habrá». Hace algunas semanas algunos periodistas indicaron que se esperaba la presencia de 5 millones de fieles, y Lombardi esta mañana explicó que «no hay previsiones vaticanas sobre los números. Esperamos que vengan muchas personas, nos preparamos para acogerlas bien, sin temores. Puedo decir –prosiguió– que, según mi experiencia, cuando se llena toda la Plaza San Pedro, Vía de la Conciliación y un poco las zonas circunstantes, se llega a unas 200-250 mil personas. Si consideramos que en la ciudad de Roma viven tres millones setecientos mil personas, diría que estas cifras están más allá de lo creíble».
Posible presencia del Papa emérito
En cuanto a la presencia del Papa emérito Benedicto XVI en la Plaza San Pedro, dijo Lombardi que «está claro que hay una cierta expectación. Hay que ver si quiere, si desea estar presente en una circunstancia tan empeñativa. Entonces, la posibilidad está abierta, no hay ninguna seguridad y ningún compromiso».
Misa de agradecimiento por las canonizaciones
El lunes 28 de abril, en la misma Plaza San Pedro, el cardenal Angelo Comastri celebrará una Misa de agradecimiento por las canonizaciones.
Para los periodistas
Para los periodistas que asistirán desde todos los rincones del mundo (se habla de cientos por el momento), habrá un centro especial, dos andamios para las televisoras frente a la Plaza y al fondo de la Vía de la Conciliación. El vicariato y la sala de prensa están estudiando, en vista del evento, una serie de encuentros entre los periodistas y los postuladores, historiadores del papado, historiadores del Concilio Vaticano II (convocado por Juan XXIII) y testigos de los milagros.
Actividades en la diócesis de Bérgamo
«La diócesis de Bérgamo –anunció por su parte mons. Giulio Dellavite, secretario general de la Curia diocesana de Bérgamo– se está preparando para que la canonización, como momento de gracia, tenga consecuencias en la vida ordinaria»: habrá una serie de actividades dedicadas a la caridad, la promoción humana y la solidaridad que repercutan en la vida diaria. Entre ellas, un proyecto de ayuda a Haití para garantizar tres años de escolarización en la escuela Juan XXIII; la invitación a los sacerdotes a contribuir con un mes de su sueldo y el importe de la colecta del 27 de abril a un fondo de ayuda para las familias en dificultad o la conmemoración, el 12 de abril, de la publicación de la encíclica “Pacem in Terris” a la que están invitados los embajadores de los países en que el entonces nuncio Angelo Roncalli desempeñó su misión diplomática (Bulgaria, Turquía, Grecia y Francia) y cuya presentación correrá a cargo de Jacques Delors, ex Presidente de la Comisión Europea.
EL EVANGELIO DE HOY: MIÉRCOLES 2 DE ABRIL DEL 2014
Autor: H. Jesús Valencia | Fuente: Catholic.net Jesús siempre en unión con el Padre | |
Juan 5, 17-30. Cuaresma. El evangelio tiene el poder de hablarnos de Dios, de darnos a conocer su rostro, mejor aún, su corazón. | |
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo. Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios. Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis. Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado. En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida. En verdad, en verdad os digo: llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre. No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio. Y no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Oración introductoria Jesús, amigo íntimo, a quien ninguna puerta de mi alma está cerrada. Tú te paseas por ella, conociéndolo todo…sabes que te necesito. ¡Ven en mi ayuda y sacia con tu gracia la sed de mi alma! Porque has dicho: "vengan a mí todos los que están fatigados, que yo les daré descanso" (Mt. 11,28). Por eso acudo a ti, puro manantial de gracias, para que alivies mi alma sedienta. "Señor, dame de esa agua" (Jn 4,15), y, así, no ya busque saciarme de las charcas del mundo. Petición Jesús, te pido que me ayudes a comprender con mi mente y mi corazón que Dios es mi Padre. Meditación del Papa Francisco La Iglesia es la familia de Jesús. La Iglesia confiesa que Jesús es el Hijo de Dios venido en la carne: ese es el escándalo, y por esto perseguían a Jesús. Y al final, aquellos que no había querido decir Jesús a estos -¿con qué autoridad haces esto? - lo dice al sumo sacerdote. "Pero, al final di: ¿Tú eres el Hijo de Dios? -¡Sí¡" Condenado a muerte por ello. Este es el centro de la persecución. Si nos convertimos en cristianos razonables, cristianos sociales, cristianos de beneficencia solo, ¿cuál será la consecuencia? Que no tendremos nunca mártires: esa será la consecuencia. Cuando nosotros cristianos decimos esta verdad, que "El Hijo de Dios ha venido y se ha hecho carne", cuando nosotros predicamos el escándalo de la Cruz, vendrán las persecuciones, vendrá la Cruz y eso será bueno, así es nuestra vida. Pidamos al Señor no tener vergüenza de vivir con este escándalo de la Cruz. Y también la sabiduría: pidamos la sabiduría de no dejarnos atrapar por el espíritu del mundo, que siempre nos hará propuestas educadas, propuestas civiles, propuestas buenas pero detrás de ellas está la negación del hecho de que el Verbo ha venido en la carne, de la Encarnación del Verbo. Que al final es eso lo que escandaliza a aquellos que persiguen a Jesús, es eso lo que destruye la obra del diablo. (Cf. S.S. Francisco, 1 de junio de 2013, homilía en la capilla de Santa Marta). Reflexión Quien escucha a Jesús y se deja tocar por su gracia, siente el deber, más aún, la necesidad de transmitir a voz llena esta experiencia de Cristo en su alma. El cristiano auténtico, que conoce a Jesús en la oración, en los sacramentos y en la escritura, irradia entusiasmo, y contagia a los que están en torno suyo de esa alegría de ser hijo de Dios. Luchemos por entrar en nosotros mismos y encontrar al Dios que ya habita en nosotros y, una vez hallado, démoslo al prójimo con palabras y con obras. ¡Ha llegado la hora de ser testigos apasionados de Cristo, y salir de las mazmorras en que nos ha querido encerrar el príncipe de este mundo! Propósito Comentar el evangelio de hoy brevemente con un familiar o amigo. Diálogo con Cristo Jesús, sabes que a veces me da pena hablar de ti. No me pagues con la misma moneda, que estaría perdido--- ¡perdona mi debilidad! Tú has hablado de mí a tu Padre y me has donado la vida que Él ha puesto en tus manos. Ayúdame a transmitir este mensaje de esperanza a los míos, a los que amo y los que debería amar más, para que ellos te conozcan, y conociéndote te amen, y amándote, también ellos te den a conocer a nuestros hermanos los hombres. Porque tu no me enseñaste a decir Padre mío, sino Padre nuestro. Mi vida es un instante, una efímera hora, momento que se evade y que huye veloz. Para amarte, Dios mío, en esta pobre tierra no tengo más que un día: ¡sólo el día de hoy!(Santa Teresita del Niño Jesús) |
martes, 1 de abril de 2014
CONSEJOS PARA SER BELLA
CONSEJOS PARA SER BELLA
Lo siguiente fue escrito por Audrey Hepburn acerca de:
Para labios atractivos: Habla con palabras amables.
Para ojos adorables: Busca lo bueno en las personas.
Para una figura esbelta: Comparte tu comida con el hambriento.
Para un cabello hermoso: Deja que un niño pase sus dedos a través de ellos una vez al día.
Para el porte: Camina con el conocimiento de que nunca caminarás sola.
Las personas, aún más que las cosas tienen que ser reafirmadas, renovadas, revitalizadas, reclamadas, y redimidas; nunca pases por encima de nadie.
Recuerda, si alguna vez necesitas una mano que te ayude la encontrarás al final de tu propio brazo.
A medida que envejeces, descubrirás que tienes dos manos, una para ayudarte, la otra para ayudar a los demás.
La belleza de una mujer no está en las ropas que usa, la figura que ella tiene, o la forma que peina su pelo. La belleza de una mujer debe verse en el interior de sus ojos, porque esa es la puerta al corazón, el lugar donde habita el amor. La belleza de una mujer no está en su rostro, pero la verdadera belleza en una mujer está reflejada en su alma.
Es el cuidado que amorosamente da, la pasión que ella muestra, y la belleza de una mujer solo crece con el pasar de los ¡años!.
NO RENUNCIES
No renuncies...
No renuncies...cuando el camino que llevas te parezca cuesta arriba.
Cuando quieras sonreír y sólo suspiras, cuando el tiempo te presiona,
descansa si es posible, pero no renuncies.
La vida es clara en sus virajes que muchos soportan y otros esquivan.
Muchas veces la meta está más cerca de lo que parece...
Muchas veces el luchador se da por vencido, cuando está a punto de
alcanzar la victoria y aprende, ya tarde que estaba a punto de lograrlo.
Por lo tanto, no abandones la lucha aunque te golpee fuerte.
Cuando las cosas parecen peor, es precisamente cuando no se
debe renunciar.
LA SABIDURÍA DEL DOLOR
La sabiduría del dolor
Todos de alguna forma u otra sufrimos en la vida, nos guste o no.
Cuando aparece el dolor, cuando llega el sufrimiento por pequeño o grande que sea, es necesario aceptarlo con paz.
Decimos que el mejor maestro es el dolor...
Es que nos hace más sensibles y comprensivos ante el dolor ajeno, quien ha sufrido, siempre sabrá escuchar, comprender, disculpar.
El dolor nos madura, humaniza, nos hace humildes, nos hace capaz de pedir ayuda y dar consuelo.
Dicen que los ojos que han llorado ven mejor, y es cierto, las lágrimas limpian el alma y no le impiden la entrada a Dios en nuestro corazón.
Al dolor debemos tomarlo como una parte de la vida y aprender que es una forma de irnos madurando, nos hace crecer espiritualmente si sabemos sacarle provecho.
Cuando en nuestra vida todo es plenitud, salud, viajes, etc., no se elevan los ojos al cielo, todo al suelo, a lo terrenal.
Pero cuando se sufre de soledad, enfermedad, tristeza, vacío del alma, aprendemos a elevar los ojos hacia Dios, nuestro padre.
La alegría fabricada es mala, es como una copa de alcohol que embriaga y hace olvidar por un rato la realidad en que vivimos.
Es necesario aceptar la realidad aunque sea dolorosa, esto siempre será mejor, el dolor nos enseña a amar, a perdonar, a ser humildes, el dolor es parte de la vida y es el mejor método para madurar.
LA BELLEZA VALIENTE DE LA FE
Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
La belleza valiente de la fe
Dar el paso cuesta. Pero, una vez dado, la certeza de que Cristo vive y actúa con su Espíritu consuela a los corazones.
Creer nunca ha sido fácil. Abrirse a un Hombre venido de Galilea, acoger un mensaje contra la lógica del mundo, enfrentarse a las potencias del mal, proclamar una ley de misericordia y perdón, confirmar la Buena noticia con la Sangre en el Calvario y la Resurrección la mañana de Pascua... Parecen provocaciones que superan los límites de la "prudencia" y del sentido común.
Pero así nació, hace 2000 años, la Iglesia católica. Acogió el mensaje del Maestro, predicó desde los techos, sufrió persecuciones, enseñó a perdonar al enemigo, promovió un nuevo estilo de vida, se puso al servicio de los pobres y los últimos...
El cristianismo presenta una belleza inaudita. Abre el mundo a Dios porque afirma que Dios vino al mundo. Ofrece la paz que recibe de Jesucristo. Enseña una doctrina única en la que se vislumbra un núcleo radiante: Dios es Amor, Dios es Trinidad, Dios es misericordia.
El mundo romano no fue capaz de entender aquella novedad. Encarceló y mató a cientos de creyentes. El mundo moderno tampoco comprende un Evangelio construido desde paradojas magníficas: perder la vida para ganarla, morir para vivir, dar para recibir, perdonar para implantar una justicia más completa.
Hoy, como en el pasado, es posible decir "creo" desde una valentía que viene de la gracia. Los mártires de todos los tiempos muestran hasta qué punto la fe sostiene a hombres y mujeres en el momento de la prueba. Sin que lleguen al derramamiento de su sangre, también da fuerzas a millones de bautizados que sufren discriminaciones, burlas, desprecios, entre los suyos y ante un mundo fascinado por engaños pasajeros.
Hay una belleza valiente en el mundo de la fe. Dar el paso cuesta. Pero, una vez dado, la certeza de que Cristo vive y actúa con su Espíritu consuela a los corazones y permite caminar, cada día, con un canto sencillo de gratitud, de esperanza y de alegría.
EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 01 DE ABRIL DEL 2014
Autor: Andrés García | Fuente: Catholic.net Levántate, toma tu camilla y camina | |
Juan 5, 1-3.5-16. Cuaresma. La presencia de Cristo en nosotros bastará para aceptar los pequeños sacrificios de nuestra vida diaria. | |
Después de esto, hubo una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la Probática, una piscina que se llama en hebreo Betesda, que tiene cinco pórticos. En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua. Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice:«¿Quieres curarte?» Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo». Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda». Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar. Pero era sábado aquel día. Por eso los judíos decían al que había sido curado: «Es sábado y no te está permitido llevar la camilla». El le respondió: «El que me ha curado me ha dicho: Toma tu camilla y anda». Ellos le preguntaron: «¿Quién es el hombre que te ha dicho: Tómala y anda?» Pero el curado no sabía quién era, pues Jesús había desaparecido porque había mucha gente en aquel lugar. Más tarde Jesús le encuentra en el Templo y le dice: «Mira, estás curado; no peques más, para que no te suceda algo peor». El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado. Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado. Oración introductoria Señor, en este día, quiero aprovechar al máximo este momento de contacto que tengo contigo. Hazme sentir tu presencia amorosa, no con los sentimientos, sino con un verdadero espíritu de fe. Señor, Tú estás aquí conmigo, guía mis pasos y sáname de mis flaquezas. Dame unos ojos nuevos que perciban tu amor en todos los momentos de mi existencia. Petición Señor, que me dé cuenta de lo pequeño que soy y de lo necesitado que estoy de tu misericordia y de tu amor. Meditación del Papa Francisco Una fe vivida de forma seria suscita comportamientos de caridad auténtica. Tenemos muchos testimonios sencillos de personas que se convierten en apóstoles de caridad en la familia, la escuelas, las parroquias, en lugares de trabajo y de encuentro social, en las calles, en cualquier lugar... ¡Se han tomado en serio el Evangelio! El verdadero discípulo del Señor se compromete personalmente en un ministerio de la caridad, que tiene como dimensión la variedad y la pobreza inagotable del hombre. No es un ministerio excepcional u ocasional, sino fundamental, en el que la Iglesia se identifica, ejercitándolo cotidianamente. Asimismo, cada día, todos estamos llamados a convertirnos en "caricia de Dios" para que aquellos que quizá hayan olvidado las primeras caricias o que quizá nunca en su vida han sentido una caricia. Les exhorto a continuar siendo signo visible de la caridad de Cristo tanto hacia los que se encuentran en necesidad material o espiritual. (Cf. S.S. Francisco, 31 de octubre de 2013, homilía en la capilla de Santa Marta). ) Reflexión El milagro del paralítico de la piscina es conmovedor. Cristo se acerca a aquel hombre y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo decide curarle. Aquel enfermo era ciertamente un hombre de gran corazón. De ésos que no se desaniman a pesar de los problemas. No sabemos, pero tal vez no era de Jerusalén, y se había hecho traer hasta la ciudad en busca de curación. Quizá muchas veces habría querido que todo terminase pronto para él. Quizá pensó que su vida ya no tenía sentido; que vivía sólo para sufrir, aceptando las burlas y las muecas de la gente que acertaba a pasar por ahí. Cuántos amaneceres y atardeceres habrían pasado por encima de aquel pobre hombre, y él no perdía la esperanza de que el buen Dios de Israel le auxiliaría. Confiaba, y así pasó mucho tiempo hasta que Cristo se acercó. Y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo de sufrimiento, se acercó para restablecerle la salud. El Señor había previsto el encuentro para aquel momento preciso. No porque no hubiese querido ahorrarle el sufrimiento de tantos años, sino porque quiso regalarle un don mayor: la fe y poco más tarde el perdón de sus pecados. Todos estamos expuestos a sentirnos desamparados en los momentos duros, o en la cotidianidad de nuestro trabajo diario. Sin embargo, Cristo nos sale al encuentro. Nos cura y hace que cambie nuestra vida yendo en contra de las costumbres frívolas del mundo en que vivimos. Porque Él quiere permanecer con nosotros en nuestras almas, por medio de la gracia. (Bajo la condición de que respetemos sus mandamientos.) Entonces, el recuerdo de Cristo y su presencia en nosotros bastarán para aceptarnos y aceptar los pequeños sacrificios de nuestra vida diaria. Todos somos como este paralitico. Todos los días constatamos nuestra pequeñez y nos sentimos frágiles, sin fuerzas. Y en realidad lo somos, pues cojeamos siempre en nuestros mismos defectos. Y este paralítico del evangelio de hoy nos da la solución: Exponer nuestros problemas a Jesús con confianza y Él va a obrar maravillas en nosotros. Somos esos hombres que continuamente tropiezan, somos cojos, necesitamos de alguien que nos sostenga. Ese alguien es Cristo, el Hijo de Dios. Él quiere ser nuestra fortaleza, nuestra seguridad. A su lado todo lo podemos. Debemos confiar ciegamente en Él, pues Él es el amigo fiel que nunca nos abandona. ¡Qué alegría debemos sentir al sabernos amados por Dios! Para Dios somos muy importantes. Con Él a nuestro lado, todo lo podemos. Jesús es nuestra fortaleza. Propósito Hoy haré una visita a Jesús Eucaristía, exponiéndole mis problemas con plena confianza. Diálogo con Cristo Señor, gracias por tu amor y tu presencia que verdaderamente hace que nos sintamos como hijos tuyos. Sé que hoy me has escuchado y te pido la gracia de ser paciente para esperar que Tú obres en mí. Hazme ver tu mano amorosa que me sostiene y me hace ver qué grande es tu amor hacia mí. Reza, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tu oración. (Padre Pío) |
domingo, 30 de marzo de 2014
EQUIPAJE
Equipaje..
Cuando tu vida empieza, tienes apenas una pequeña maleta de mano...
A medida en que los años van pasando, el equipaje, va aumentando poco a poco.
Porque existen muchas cosas, que recoges por el camino... porque piensas que ellas, son importantes...
En un determinado punto del camino , comienza a ser insoportable cargar tantas cosas, en verdad pesan demasiado...
Entonces, puedes escoger:
Permanecer sentado a la vera del camino, esperando que alguien te ayude, lo que es muy difícil...
Pues todos los que pasen por allí , ya traerán su propio equipaje. Puedes pasar la vida entera esperando y esperando...
O puedes disminuir el peso, eliminando lo que no te sirva, pero...qué tirar???...
Empiezas tirando todo para afuera y viendo lo que tienes dentro...
Amistad... Amor... Amor... Amistad...
Bien!!!, tienes bastante, es curioso... no pesa nada!!!
Mas tienes algo pesado...
Haces un gran esfuerzo , para tirar...La RABIA - Cómo pesa!!!
Empiezas a tirar y tirar, y aparecen la INCOMPRENSIÓN, el MIEDO, el PESIMISMO...
En este momento, el DESANIMO casi te empuja hacia dentro de la maleta...
Pero tu, empujas para afuera con toda tu fuerza, y aparece una SONRISA, que estaba sofocada en el fondo de tu equipaje...
Sacas otra sonrisa y otra mas, y entonces sale la FELICIDAD...
Colocas las manos dentro de la maleta y sacas la TRISTEZA...
Ahora, tienes que dejar la PACIENCIA dentro de la maleta, pues vas a necesitar bastante...
Procura entonces , dejar también:
FUERZA, ESPERANZA, CORAJE, ENTUSIASMO, EQUILIBRIO, RESPONSABILIDAD, TOLERANCIA y BUEN HUMOR...
Tira la PREOCUPACIÓN también o déjala de lado, después piensas que hacer con ella...
Bien, tu EQUIPAJE está listo, está para ser usado de nuevo!!!
Mas piensa bien en lo que vas a colocar dentro, ahora es para ti!!!...
Y no te olvides de hacer esto muchas veces, pues el camino es muy, muy largo por recorrer...
EL PADRE SABE LO QUE TE HACE FALTA
Autor: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net
El Padre sabe lo que te hace falta
Lunes cuarta semana de Cuaresma. ¿Qué es lo que nosotros estamos dándole a Dios en nuestra existencia?
Cuaresma es el tiempo de conversión del corazón. Cuaresma es el tiempo de regreso a Dios. Esto tendría que inquietarnos para ver si efectivamente estamos regresando a Dios no solamente las cosas que Él nos ha dado, sino si nosotros mismos estamos regresando a Dios.
Podríamos decir que cada uno de nosotros es un don de Dios para uno mismo; la vida es un don que Dios nos da. ¿Cómo estamos regresando ese don a Dios? Esta conversión del corazón, ese regresar a Dios, ese volver a poner a Dios en el centro de la vida, ¿cómo lo estoy haciendo? ¿Hasta qué punto puedo decir que realmente nuestro Señor está recibiendo de mí lo que me ha dado?
Cuando nos enfrentamos con nuestra vida, con nuestros dolores, con nuestras caídas, con nuestras miserias, con nuestros triunfos y gozos, podría darnos miedo de que no estuviésemos en la condición de dar al Señor lo que Él espera de nosotros. Miedo de que no estuviésemos en la situación de regresar, con ese corazón convertido, todo lo que el Señor nos ha dado a nosotros.
Jesús en el Evangelio dice: “El Padre sabe lo que les hace falta antes de que se lo pidan”. Dios nuestro Señor sabe perfectamente qué es lo que necesitamos en ese camino de conversión hacia Él. Sabe perfectamente cuáles son los requerimientos interiores que tiene nuestra alma para lograr una verdadera conversión del corazón.
Yo me pregunto si a veces no tendremos miedo de este conocimiento que Dios tiene de nosotros. ¿No tendremos miedo, a veces, de que el Señor puede llegar a conocer lo que necesitamos?
Sin embargo, debemos dejar que el alma se abra a su mirada. En la oración que el Señor nos enseña en el Evangelio y que repetimos en la Misa: “Padre nuestro, que estás en los cielos”, nos llama a confiar plenamente en el Señor, a pedirle que Él sea santificado y que venga a vivir en nosotros su Reino. Es la oración de un corazón que sabe pedir a Dios lo que Él le dé y que se abre perfectamente para que el Señor le diga lo que necesita.
¡Cuántas veces a nosotros nos puede faltar esto! Deberíamos exigirnos que nuestra vida vuelva a Dios con una confianza plena; que se adhiera a Dios sólo y únicamente como el único en quien de veras se puede confiar.
Creo que ésta podría ser una de las principales lecciones de conversión del corazón.
¿Qué es lo que nosotros estamos dándole a Dios en nuestra existencia? ¿Con qué fecundidad estamos dándole a Dios en nuestra vida? Si al examinarnos nos damos cuenta de que nos faltan muchos frutos, si al examinarnos nos damos cuenta de que no tenemos toda la fecundidad que tendríamos que tener, no tengamos miedo, Dios sabe lo que necesitamos, y Dios sabe qué es lo que en cada momento nos va pidiendo. ¿Por qué si Dios lo sabe, no dejarme totalmente en sus manos? ¿Por qué, entonces, si Dios lo sabe, no ponerme totalmente a su servicio en una forma absoluta, plena, delicada?
Precisamente esto es la auténtica conversión del corazón. La conversión del corazón en la Cuaresma no va a ser hacer muchos sacrificios; la conversión del corazón en la Cuaresma es llegar al fondo de nosotros y ahí abrirnos a Dios nuestro Señor y ponernos ante Él con plenitud.
Vamos a pedirle a Dios que sepamos regresarle todo lo que nos ha dado, que sepamos hacer fecundo en nuestro corazón ese don que es nuestra vida cotidiana, ese don que somos nosotros mismos para cada uno de nosotros. Que esa sea nuestra intención, nuestra oración y sobre todo, el camino de conversión del corazón.
CONSAGRACIÓN AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA
CONSAGRACIÓN AL
CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA
Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, a vuestro Corazón Inmaculado nos consagramos, en acto de entrega total al Señor. Por Vos seremos llevados a Cristo, y por Él y con El seremos llevados a Dios Padre. Caminaremos a la luz de la fe, y haremos todo para que el mundo crea que Jesucristo es el Enviado del Padre. Con Él queremos llevar el Amor y la Salvación hasta los confines del mundo. Bajo la maternal protección de vuestro Corazón Inmaculado, seremos un solo pueblo con Cristo. Seremos testimonio de su Resurrección. Por Él seremos llevados al Padre, para gloria de la Santísima Trinidad, a quien adoramos, alabamos y bendecimos. Amen.
ORACIÓN DE SAN AGUSTÍN A NUESTRO SEÑOR JESÚS
ORACIÓN DE SAN AGUSTÍN
Señor Jesús, que me conozca a mi
y que te conozca a Ti,
Que no desee otra cosa sino a Ti.
Que me odie a mí y te ame a Ti.
Y que todo lo haga siempre por Ti.
Que me humille y que te exalte a Ti.
Que no piense nada más que en Ti.
Que me mortifique, para vivir en Ti.
Y que acepte todo como venido de Ti.
Que renuncie a lo mío y te siga sólo a Ti.
Que siempre escoja seguirte a Ti.
Que huya de mí y me refugie en Ti.
Y que merezca ser protegido por Ti.
Que me tema a mí y tema ofenderte a Ti.
Que sea contado entre los elegidos por Ti.
Que desconfíe de mí
y ponga toda mi confianza en Ti.
Y que obedezca a otros por amor a Ti.
Que a nada dé importancia sino tan sólo a Ti.
Que quiera ser pobre por amor a Ti.
Mírame, para que sólo te ame a Ti.
Llámame, para que sólo te busque a Ti.
Y concédeme la gracia
de gozar para siempre de Ti. Amén.
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