lunes, 23 de abril de 2012

EL MUNDO DE LA MISERICORDIA

Autor: P. Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net
En el mundo de la misericordia
Nos sorprende ese Dios de misericordias que busca, que rescata, que cura, que salva. Precisamente cuando no lo merecíamos.
 
En el mundo de la misericordia
Nos sorprende tanto amor de Dios. Porque le dimos motivos para la ira y respondió con su perdón. Porque nos alejamos de sus brazos y no dejó de caminar a nuestro lado. Porque le olvidamos en nuestras alegrías y esperó a que le diéramos gracias. Porque protestamos en la hora del sufrimiento y no se ofendió por nuestras quejas.

Es un amor que va mucho más allá de lo que podamos esperar, que no se explica por lo que podamos merecer. Ama simplemente, sin condiciones, porque es Dios, porque tiene entrañas de misericordia.

Su amor da sentido a la vida. Porque nos quiso empezamos a existir. Porque nos quiere seguimos en este camino de maravillas y de lágrimas. Porque siempre nos querrá tenemos un lugar preparado en el cielo, en nuestra casa eterna.

Nos sorprende ese Dios de misericordias que busca, que rescata, que cura, que salva. Precisamente cuando no lo merecíamos, cuando más lejos estábamos, cuando vivíamos de egoísmos, cuando habíamos pisoteado la justicia.

Así es Dios, un enamorado lleno de pasión por cada uno de sus hijos.

Si escuchamos su llamada discreta y constante, si le abrimos una puerta en nuestras vidas, entrará, limpiará, curará, salvará. (cf. Ap 3,20).

Sólo quien ha sido tocado por ese amor comprende la maravilla de ser hijos de un Padre tan bueno.

Es entonces cuando podemos dejar egoísmos, romper perezas, quitar rencores, empezar a vivir en el mundo de la misericordia y del perdón.

A nosotros se nos perdonó mucho, muchísimo. También nosotros tenemos que perdonar a nuestro hermano (Lc 6,36-38). Seremos entonces semejantes a Dios, que es amor, misericordia y paciencia sin límites.


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  • P. Fernando Pascual LC

    jueves, 19 de abril de 2012

    FORMAS DE VER LA VIDA....


    Formas de ver la vida

    Hay dos formas de ver la vida, de manera positiva o de manera negativa. Tú eliges.

    Hay que agradecer a Dios...

    *Por todo lo que tengo que limpiar después de la fiesta, porque significa que estoy rodeado de familiares y amigos.

    *Por los impuestos que pago, porque quiere decir que tengo empleo.

    *Por la ropa que me aprieta un poco, porque significa que como lo suficiente.

    *Por la sombra que me vigila trabajando, porque significa que tengo luz del sol.

    *Por el patio que tengo que limpiar y arreglar, las ventanas que tengo que limpiar y las goteras que tengo que reparar, porque significa que tengo un hogar.

    *Por todas las quejas que escucho acerca de mi gobierno, pues significa que tenemos libertad de palabra.

    *Por el espacio más lejano que encuentro en el estacionamiento, porque significa que soy capaz de caminar.

    *Por la viejita que canta desentonada detrás mío en misa, porque significa que puedo oír.

    *Por los cerros de ropa que tengo que lavar y planchar, pues significa que tengo con qué vestirme a diario.

    *Por el cansancio y dolores musculares al final del día, pues significa que
    estuve muy productivo.

    *Por el despertador que suena a diario muy temprano en la mañana, pues significa que estoy VIVO.

    *Por el mal recuerdo en mi mente de aquel accidente, pues significa que aún conservo mi vida, mi memoria y mi razón.

    *Por los celos, producto del miedo de perder a esa persona, pues significa que tengo a alguien a quien amar y que me ama.

    *Por aquellos sueños que no se han cumplido, pues significa que aún tengo ilusiones.

    *Por recibir tanto correo electrónico y postales que me abruman a diario, porque así sé que tengo muchos amigos y gente que piensan en mí.

    ¡Elige vivir este día de manera positiva!

    REALISMO...


            Realismo


            Hay un dicho muy conocido según el cual un optimista inventó el avión, un pesimista no lo usa y un realista se sube en él con paracaídas.

            La persona realista sabe equilibrar los sueños del optimista con la prevención del pesimista.

            La persona realista piensa en lo mejor y lucha por lo mejor, pero acepta que los fracasos forman parte de todo proceso.

            En todo nos conviene actuar con realismo y en especial en nuestras relaciones amorosas y sociales. No contar con imponderables ni presupuestar crisis sería como practicar un deporte queriendo ganar siempre.

            Las derrotas también nos enseñan valiosas lecciones y casi siempre aprendemos más de las caídas que de los triunfos.

            En el deporte los ejemplos son constantes, como lo cuenta el atleta Carl Lewis, ya que sus inicios fueron bien desalentadores.

            Sólo que él supo insistir, se comprometió en su carrera y no se dio por vencido. Fue realista como ojalá lo seamos nosotros siempre. Es de sabios contar con las crisis y aprender de ellas.

    MILAGRO EUCARÍSTICO DE DAROCA

     MILAGRO EUCARISTICO DE DAROCA(1239 )
    Sagrados Corporales
    Nótese las impresiones de la Preciosa Sangre en los Corporales
    Introducción 
    La pintoresca ciudad de Daroca está situada a unas 50 millas de Zaragoza. Es la primera población española, y quizás del mundo, que estableció una fiesta pública en honor al Santísimo Sacramento.
     
    Fue escogida por Nuestro Señor Jesús para ser la custodia del Milagro Eucarístico. Contra una gran lucha y oposición, el Señor escogió este lugar, y lo hizo todo a Su manera.

    Historia del Milagro Eucarístico
    Los hechos transcurrieron así: Los Musulmanes, quienes siglos antes habían conquistado casi toda la península ibérica, tenían control de Valencia. Las tropas cristianas de Aragón se unieron para defender sus tierras y reconquistar lo perdido.
     
    Las tropas Cristianas de Daroca, Teruel y Calatayud se disponían a conquistar a los moros el Castillo de Chío, Luchente, distante tres leguas de Játiva, el día 23 de febrero, de 1239.

    El Capellán D.Mateo Martínez, de Daroca, celebraba momentos antes misa en la que consagró seis formas destinadas a la comunión de los seis capitanes de aquellas tropas: Don Jiménez Pérez, Don Fernando Sánchez, Don Pedro, Don Raimundo, Don Guillermo, y Don Simone Carroz. Un ataque sorpresivo del enemigo obligó a suspender la misa, ocultando el capellán las formas que ya estaban consagradas, envueltas en los corporales en un pedregal del monte.

    Rechazado el ataque del que salieron los cristianos victoriosos, los comandantes pidieron al sacerdote que les diera la Comunión en acción de gracias al Señor por la victoria. El Padre Mateo fue al lugar donde las había escondido y se encontró a las seis hostias empapadas en sangre y pegadas a los Corporales.

    Los comandantes se regocijaron ante lo que vieron. Tomaron esto como una señal de Jesús de que iban a ser victoriosos. Hicieron que el sacerdote levantara el corporal manchado de sangre en un marco, como un estandarte. Volvieron a batalla contra los Moros, y el castillo de Chio fue recapturado. El mérito de esta batalla triunfal, se le dio al Milagro Eucarístico bondadosamente otorgado por el Señor. Los seis comandantes eran todos de diferentes regiones de España. Cada uno de ellos creía que el sagrado corporal debía de ir a su ciudad, para ser honrado en la Catedral. Lo que empezó como una discusión sobre donde se colocaba el corporal. Decidieron hacer un sorteo. Tres veces, la ciudad de Daroca fue escogida para ser el hogar del Milagro Eucarístico. Pero dos comandantes no estaban de acuerdo. El general principal, propuso como solución un compromiso. Pondrían el corporal en la espalda de una mula Arabe, cogida en la conquista. La mula nunca había pisado tierra Cristiana antes del ataque Arabe a España. El plan era dejar que la mula vagara como quisiera, hasta que encontrara un lugar donde parar. En donde se detuviera sería el lugar escogido por el Señor para que se quedara allí el corporal. El plan se llevó a efecto.  

    plaqua del milagro Eucarístico
    Lápida a la entrada de la Iglesia de la Trinidad donde "encontró Daroca el Tesoro inestimable de sus Sagrados Corporales"
    pues aquí cayó muerta la mula que los traía.
    La fecha era el 24 de Febrero de 1239. La mula dejó el cerro de Codol, y empezó su jornada. Iba seguida por la asistencia cercana de sacerdotes con velas encendidas, y soldados. El primer camino que la mulo tomó fue hacia Valencia, pero nunca entró en esa ciudad. La mula continuó cruzando una quebrada que va de Catarroja a Manizes, tocando Segorbe, Jerica y Teruel. Pero no entró en ninguna de esas ciudades. La mula viajó durante 12 días una distancia de más de 200 millas antes de doblar las rodillas y caer muerta enfrente a la Iglesia de San Marcos, en la ciudad de Daroca (hoy Iglesia de la Trinidad).  El corporal estuvo en esta iglesia hasta que se trasladó a la iglesia de Santa María.
    La fecha fue el 7 de marzo, que se convertiría en la fiesta de Santo Tomás de Aquino, un gran defensor de la Eucaristía. ( En la época del milagro, 1239, Santo Tomas tenía 14 años. Después de su muerte, a mitad del siglo catorce, fue nombrado protector del Milagro Eucarístico de Daroca ). 

    Hay tradiciones y leyendas atadas al viaje de la mula. Se dice que durante los 12 días sucedieron muchas cosas milagrosas, como música y cantos angelicales, furia de demonios que abandonaban almas que habían poseído, muchas conversiones de pecadores. Pero no hay ninguna documentación sobre esto. Estas son historias locales que se han desarrollado a través de los años. Hay sin embargo, documentación sobre el Milagro Eucarístico de Luchente, del peregrinaje de la mula, y de la elección celestial de Daroca como la ciudad escogida para que el corporal fuera venerado.

    Una hermosa Iglesia fue construida para ser el hogar de este regalo especial al pueblo de Daroca. Un relicario majestuoso fue creado en 1385. Esculturas representando los hechos que conducían al milagro fueron colocadas en la Iglesia, como por ejemplo la Batalla de Luchente, al Padre Don Martínez levantando el corporal como un estandarte de batalla, el viaje de la mula, y la llegada a Daroca.
    En 1261, personas de Daroca fueron a Roma para informarle al Papa Urbano IV sobre el Milagro Eucarístico de Daroca. El Papa Urbano IV, Santiago Pantaleón, era contemporáneo de la Beata Juliana de Liege, la monja que se pasó su vida tratando de instituir un día de fiesta para el Santísimo Sacramento. El Papa Urbano IV fue el papa que declaró que el Milagro Eucarístico de Bolsena era auténtico, y un año después instituyó la Fiesta de "Corpus Cristi". Se cree que el Papa Urbano IV, aceptó las noticias del Milagro Eucarístico de Daroca como una señal más del Señor de que El quería que esta fiesta fuese instituida.

    En 1444, el Papa Eugenio IV concedió un año de Jubileo para Daroca, cada 10 años. Este fue el mismo Papa que hizo auténtico el Milagro Eucarístico de Walldurn, Alemania, y el Milagro Eucarístico de Ferrara, Italia. Fue durante ese tiempo que la ciudad de Daroca escogió a Santo Tomás de Aquino como el Protector del Milagro Eucarístico. El Papa Sixto IV también le concedió un jubileo al Milagro de Daroca, cada 6 años.

    La sangre en el corporal ha sido analizada, y ha sido determinado que es de origen humano. No hay ningún dato sobre el tipo de sangre.  
    Una Iglesia fue construida en Daroca, especialmente para los Sagrados Corporales. En el siglo 15 y 16 la Iglesia fue agrandada. Hoy es conocida como Iglesia de Santa María Colegiata. En la pared, donde esta la capilla de los Sagrados Corporales, se puede observar las escenas del milagro.  Este Milagro de Daroca, es conocido por todo el mundo y fue documentado oficialmente en el año 1340.
     -SCTJM

    lunes, 16 de abril de 2012

    ALGO SOBRE LA FELICIDAD...

         Algo sobre la felicidad
     

            La vida es una copa plena de felicidad, pero nunca se te da llena.
            Te dan un sorbito de vez en cuando, un sorbito que tienes que ir llenando gota a gota todos los días, para sobrevivir. No te la pases agitando tus desgracias, pronosticando tragedias imaginarias, asustado por posibles males que a lo mejor no llegan nunca.
            Nacemos para luchar por la felicidad... casi para crearla, para hacerla a pesar de la tristeza, los desencantos, los errores, las malas jugadas y los irremediables imprevistos.
            
            La felicidad no se va buscando en bienes y placeres.
            Se actúa bien y ella sola se nos va presentando.
            La felicidad no es estar añorando y extrañando todo lo que nos falta sino encajar en todo lo que tenemos.
            No vendas tu felicidad... ¡regálala!
            No busques para ella fórmulas sencillas ni baratas...
            Cuesta trabajo, son caros los ingredientes:
            * Compartir lo que tienes...
            * Amar sin exigencias...
            * Perdonar sin cicatrices...
            * Aceptar sin perfecciones...
            * Agradecer lo que te dan...
            ¡Y no rendirte nunca!
            Todo tiene que ir armonizando:

            * Del panal, un poquito de miel...
            * Del mar un poquito de sal...
            * De la vida un toquecito de optimismo...
            * De la imaginación, algo de sueño...
            * Del dolor, algo de raíz....
            ¡Y de la fé, algo de roca!


            No somos felices, porque no sabemos como llenar nuestra copa porque no sabemos dar a la vida un máximo de calidad y rendimiento, porque miramos al mundo como un esclavo, al camino empedrado como un imposible, a la mala suerte como una sombra que nos persigue, ¡al ideal como algo inalcanzable!

            No olvidemos que la más linda manera de ser Feliz es ocuparse de que otros lo sean.
            Demos mucho de nosotros mismos y la felicidad llegará SOLA...
            Llenemos nuestra copa...! y saldemos nuestra cuenta siendo  ¡¡¡FELICES !!!

    EL AMOR...


    El amor
    Autor: Padre Eusebio Gómez Navarro OCD



    Dios es amor, Dios es perdón. Él nos mandó amar y perdonar: “Amarás a tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo” (Lc 10, 27).
    San Juan recoge muy bien el mandato del amor y este mandato lo repetía machaconamente una y mil veces, como lo único importante en la vida. Ese mandato es único. Es un gran tronco con tres ramas: amor a Dios, al otro y a uno mismo, o mejor, al otro como a uno mismo. Nosotros los humanos estamos muy acostumbrados a dividir, a separar. Y nos cuesta comprender que no puede existir el amor a Dios sin el del prójimo, y que éste es la concretización del otro. Es necesario amar a Dios, amar al otro y amarse a sí mismo. El amor es vida, es fuerza. Al amar nos asemejamos a Dios, recogemos toda su fuerza y poder, y todo lo que tocamos, aunque sea de barro, le damos vida con nuestra presencia y nuestro aliento. Quien ama tiene vida, engendra vida y deja vivir. Quien odia, está dominado por la muerte.


    Necesitamos el amor y el cariño para poder desarrollarnos y crecer como seres humanos. Sin amor se marchita la flor, se muere el animal y desaparece todo el género humano. Cuando amamos –decía Chesterton– no sólo ofrecemos flores a la persona amada, sino que las flores de todos los parques y jardines nos lo recuerdan.
    Jesús fue maestro en el amor. Y amó a todos y hasta el final, pero especialmente a los más pobres e indefensos. Jesús amó y perdonó. Amó a los enemigos y perdonó a aquellos mismos que acabaron con su vida, porque no sabían lo que hacían. Quien no ama y no perdona es porque no ha conocido a Dios (1 Jn 4, 9).


    El ser humano vive en la medida que ama. La vida nos ofrece la oportunidad de hacerlo a plenitud o a medias, de vivir en libertad o dentro de los muros de la prisión. Toda la vida debiera ser una historia de amor.
    El amor es una respuesta aprendida en la infancia y a lo largo de la vida. Para que el niño pueda amar y perdonar necesita crecer en un ambiente de amor y respeto, pues nadie puede dar lo que no ha recibido. Quizá, por eso, es importante caer en la cuenta de la fuerza transformadora del amor, abrirse a él, optar por él y tenerlo como lo único importante de nuestra vida, ya que en eso seremos juzgados (Mt 25,31-46).


    Amor que sonríe, sirve, cura y engendra fuerzas. Amor que es bondad, perdón, compasión y ternura. Amor que se expresa en un saludo, en una sonrisa, en una comida. Amor que libera del odio, que acaba con la envidia, que siempre siembra vida por donde pasa y anida.

    JESÚS... TE NECESITO



    Jesús te necesito


    Un hombre había pintado un lindo cuadro. El día de la presentación al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas, y mucha gente, pues se trataba de un famoso pintor, reconocido artista.

    Llegado el momento, se tiró el paño que revelaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso. Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si adentro de la casa alguien le respondía. Hubo discursos y elogios. Todos admiraban aquella preciosa obra de arte.

    Un observador muy curioso, encontró una falla en el cuadro. La puerta no tenía cerradura. Y fue a preguntar al artista: "Su puerta no tiene cerradura, ¿Cómo se hace para abrirla?" "Así es," respondió el pintor.

    "Porque esa es la puerta del corazón del hombre. Sólo se abre por el lado de adentro"
    ¡Solamente repite esta frase y verás como se mueve Dios! "Señor Jesucristo te amo y te necesito, ven a mi corazón por favor".

    ¿SERA QUE DIOS ES DIFÍCIL?

    Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
    ¿Será que Dios es difícil?
    ¿No resulta difícil entregar parte de nuestro tiempo y de nuestro corazón a quien no vemos, ni sentimos, ni palpamos?
     
    ¿Será que Dios es difícil?

    El corazón humano está hecho para Dios. Así lo explica el Evangelio, así lo enseña la teología, así lo sentimos en momentos particulares de la propia vida.

    Sin embargo, muchos viven como si Dios fuese un extraño, un desconocido, un obstáculo, incluso un enemigo.

    Piensan y deciden cada día como si hubiera mil cosas más importantes. Dios, al máximo, es visto como si fuera un satélite lejano. Otros lo ven como un residuo de civilizaciones superadas por el avance de las ciencias y la tecnología. Otros llegan a pensarlo como un enemigo de la propia libertad, un obstáculo para la realización personal y social.

    ¿Por qué ocurre esto? Cada ser humano camina según experiencias e ideas, encuentros y esperanzas. Lo inmediato se toca y se palpa continuamente. Parece más real un aparato electrónico o una sopa de verduras que un Ser que vive en un cielo desconocido, lejano, misterioso.

    En cada elección quedamos marcados por lo que hacemos o por lo que dejamos de hacer. Nuestra mente y nuestro corazón perciben resultados concretos. El placer refuerza un comportamiento. El dolor nos aparta de lo que catalogamos como obstáculo para la propia felicidad.
    Dios, ¿tiene un lugar en el frenesí moderno? ¿Quedan rendijas en la vida humana para un ser tan poco visible? ¿No resulta difícil entregar parte de nuestro tiempo y de nuestro corazón a quien no vemos, ni sentimos, ni palpamos?

    La aparente lejanía de Dios, sin embargo, no es suficiente para apagar una luz interior que brilla en momentos concretos de nuestra vida. Tras un accidente, una enfermedad, un fracaso en las relaciones con amigos o compañeros, se hace más palpable que sin un Dios real y cercano la vida sería simplemente un juego de fuerzas y fortunas donde unos ríen y otros lloran, unos triunfan y otros sucumben.

    ¿Es eso el existir humano? ¿O podemos abrir ventanas a horizontes infinitos, posibles sólo si hay un Dios bueno, omnipotente, interesado por la vida de cada uno de sus hijos?

    Este día tendrá sus momentos de exaltación o sus ratos de angustia. Si vamos más allá de lo inmediato, si rompemos con apegos a lo material que encallan el alma en lo que pasa fugazmente, seremos capaces de dejar espacio a un Dios que busca, que espera, que ofrece, que cura, que salva.

    Entonces percibiremos que Dios no es difícil, porque es Alguien cercano, humilde, lleno de cariño. Tan cercano que el Padre envió a su Hijo al mundo para salvarlo. Tan humilde que Cristo puso sus manos en un madero y fue crucificado. Tan lleno de cariño que continuamente me ofrece, respetuosamente, el consuelo incomparable de su misericordia eterna.


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  • P. Fernando Pascual LC

    domingo, 15 de abril de 2012

    CREO EN LA MISERICORDIA DIVINA


    Autor: P. Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net
    Creo en la misericordia divina
    Una devoción orientada a descubrir, agradecer y celebrar la infinita misericordia de Dios revelada en Jesucristo.



    Creo en la misericordia divina
    Los católicos acogemos un conjunto de verdades que nos vienen de Dios. Esas verdades han quedado condensadas en el Credo. Gracias al Credo hacemos presentes, cada domingo y en muchas otras ocasiones, los contenidos más importantes de nuestra fe cristiana.

    Podríamos pensar que cada vez que recitamos el Credo estamos diciendo también una especie de frase oculta, compuesta por cinco palabras: "Creo en la misericordia divina". No se trata aquí de añadir una nueva frase a un Credo que ya tiene muchos siglos de historia, sino de valorar aún más la centralidad del perdón de Dios, de la misericordia divina, como parte de nuestra fe.

    Dios es Amor, como nos recuerda san Juan (1Jn 4,8 y 4,16). Por amor creó el universo; por amor suscitó la vida; por amor ha permitido la existencia del hombre; por amor hoy me permite soñar y reír, suspirar y rezar, trabajar y tener un momento de descanso.

    El amor, sin embargo, tropezó con el gran misterio del pecado. Un pecado que penetró en el mundo y que fue acompañado por el drama de la muerte (Rm 5,12). Desde entonces, la historia humana quedó herida por dolores casi infinitos: guerras e injusticias, hambres y violaciones, abusos de niños y esclavitud, infidelidades matrimoniales y desprecio a los ancianos, explotación de los obreros y asesinatos masivos por motivos raciales o ideológicos.

    Una historia teñida de sangre, de pecado. Una historia que también es (mejor, que es sobre todo) el campo de la acción de un Dios que es capaz de superar el mal con la misericordia, el pecado con el perdón, la caída con la gracia, el fango con la limpieza, la sangre con el vino de bodas.

    Sólo Dios puede devolver la dignidad a quienes tienen las manos y el corazón manchados por infinitas miserias, simplemente porque ama, porque su amor es más fuerte que el pecado.

    Dios eligió por amor a un pueblo, Israel, como señal de su deseo de salvación universal, movido por una misericordia infinita. Envió profetas y señales de esperanza. Repitió una y otra vez que la misericordia era más fuerte que el pecado. Permitió que en la Cruz de Cristo el mal fuese derrotado, que fuese devuelto al hombre arrepentido el don de la amistad con el Padre de las misericordias.

    Descubrimos así que Dios es misericordioso, capaz de olvidar el pecado, de arrojarlo lejos. "Como se alzan los cielos por encima de la tierra, así de grande es su amor para quienes le temen; tan lejos como está el oriente del ocaso aleja Él de nosotros nuestras rebeldías" (Sal 103,11-12).

    La experiencia del perdón levanta al hombre herido, limpia sus heridas con aceite y vino, lo monta en su cabalgadura, lo conduce para ser curado en un mesón. Como enseñaban los Santos Padres, Jesús es el buen samaritano que toma sobre sí a la humanidad entera; que me recoge a mí, cuando estoy tirado en el camino, herido por mis faltas, para curarme, para traerme a casa.

    Enseñar y predicar la misericordia divina ha sido uno de los legados que nos dejó el Papa Juan Pablo II. Especialmente en la encíclica Dives in misericordia (Dios rico en misericordia), donde explicó la relación que existe entre el pecado y la grandeza del perdón divino: "Precisamente porque existe el pecado en el mundo, al que Dios amó tanto... que le dio su Hijo unigénito, Dios, que es amor, no puede revelarse de otro modo si no es como misericordia. Esta corresponde no sólo con la verdad más profunda de ese amor que es Dios, sino también con la verdad interior del hombre y del mundo que es su patria temporal" (Dives in misericordia n. 13).

    Además, el beato Juan Pablo II quiso divulgar la devoción a la divina misericordia que fue manifestada a santa Faustina Kowalska. Una devoción que está completamente orientada a descubrir, agradecer y celebrar la infinita misericordia de Dios revelada en Jesucristo. Reconocer ese amor, reconocer esa misericordia, abre el paso al cambio más profundo de cualquier corazón humano, al arrepentimiento sincero, a la confianza en ese Dios que vence el mal (siempre limitado y contingente) con la fuerza del bien y del amor omnipotente.

    Creo en la misericordia divina, en el Dios que perdona y que rescata, que desciende a nuestro lado y nos purifica profundamente. Creo en el Dios que nos recuerda su amor: "Era yo, yo mismo el que tenía que limpiar tus rebeldías por amor de mí y no recordar tus pecados" (Is 43,25). Creo en el Dios que dijo en la cruz "Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen" (Lc 23,34), y que celebra un banquete infinito cada vez que un hijo vuelve, arrepentido, a casa (Lc 15). Creo en el Dios que, a pesar de la dureza de los hombres, a pesar de los errores de algunos bautizados, sigue presente en su Iglesia, ofrece sin cansarse su perdón, levanta a los caídos, perdona los pecados.

    Creo en la misericordia divina, y doy gracias a Dios, porque es eterno su amor (Sal 106,1), porque nos ha regenerado y salvado, porque ha alejado de nosotros el pecado, porque podemos llamarnos, y ser, hijos (1Jn 3,1).

    A ese Dios misericordioso le digo, desde lo más profundo de mi corazón, que sea siempre alabado y bendecido, que camine siempre a nuestro lado, que venza con su amor nuestro pecado. "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo quien, por su gran misericordia, mediante la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha reengendrado a una esperanza viva, a una herencia incorruptible, inmaculada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, a quienes el poder de Dios, por medio de la fe, protege para la salvación, dispuesta ya a ser revelada en el último momento" (1Pe 1,3-5).

    CRISTO, CENTRO DE LA PASCUA



    Cristo, centro de la Pascua



    1) Para saber
    Al terminar el tiempo de cuaresma y con el comienzo de la Pascua, la Iglesia quiere que pongamos nuestra atención en el misterio de nuestra salvación, y reconozcamos la centralidad de nuestro Señor Jesucristo a quien le debemos nuestra liberación.

    El Papa Benedicto XVI nos invita a “celebrar la justicia divina, que es plenitud de caridad, de don y de salvación”. Dios nos envía a su Hijo, quien se sacrificará para que todos seamos justificados y perdonados.

    Aunque le debemos nuestra salvación a Jesús, no significa que ya no debamos poner de nuestra parte lo que nos corresponde. Aunque sea muy poco lo que podemos participar en comparación con lo que ya hizo Nuestro Señor Jesucristo, a Dios le basta ese poco para aplicarnos los méritos de su Hijo.

    2) Para pensar
    En base a un ejemplo puesto por el predicador de la Santa Sede, el padre Raniero Cantalamessa, ponemos a continuación una comparación que nos puede hacer comprender mejor nuestra participación en la Redención de Cristo.

    Era un hombre de escasos recursos que habiéndose casado, su mujer murió al dar a luz. El padre se hizo cargo de su hijo, el cual creció amándolo mucho, e hizo unos estudios sobresalientes. El padre, viudo, decidió volverse a casar y así tuvo más familia. Nacieron siete hijos. Mientras sus hermanastros aún eran pequeños, el hijo mayor comenzó a trabajar con gran éxito. Con muchas privaciones ahorró todo para regalarle un anhelo que su padre siempre había querido: una casa propia. Cuando ya tuvo el dinero, compró una casa grande en un millón de pesos. Decidió regalársela el día de su cumpleaños. Quiso hacer partícipes a sus hermanitos del regalo y, aunque sabía que casi no tenían dinero, les propuso que le dieran sus ahorros. Con gusto y generosidad aceptaron: el mayor de ellos, que tenía diez años, apenas llegaba a tener cincuenta pesos; una hermana que le seguía le dio veinte pesos; entre todos los restantes apenas juntaron diez pesos. No obstante, escribió una carta donde le agradecía a su padre todos sus esfuerzos por llevarlos adelante y al final firmaba él y los otros siete hijos.

    Sobra decir cuán agradecido leyó el padre la carta. Al final les dio amorosamente un beso a cada uno, sabiendo que en realidad era el mayor el que la compró. Hicieron una fiesta en la nueva casa donde todos celebraron una nueva vida. Aunque no todos pagaron igual, todos disfrutaron y fueron felices en la nueva casa.

    3) Para vivir
    De manera semejante Cristo, que ama al Padre, es el hermano mayor que ya pagó todo el precio de nuestro rescate, con su preciosísima sangre, un precio exorbitante, como dice el Papa.

    Jesús ha querido que nosotros también participemos con lo que tengamos. En su sacrifico al Padre que se hace presente en cada Misa, de un valor infinito, podemos unirnos ofreciendo con el corazón todo lo que somos y tenemos.

    Como en el ejemplo, todos podemos disfrutar en la casa del Padre en la gloria de una nueva vida, la vida de la gracia. En esta Pascua agradezcamos a Jesucristo habernos salvado con su sacrificio y acudamos a los sacramentos para recibir la gracia ganada.
    Pbro. José Martínez Colín 

    IMAGEN DE LA DIVINA MISERICORDIA

    ORACIONES BREVES A LA DIVINA MISERICORDIA




     ORACIONES BREVES
    PARA REZAR A LAS TRES DE LA TARDE

    Expiraste, Jesús, pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas y el océano de Tu misericordia inundó todo el mundo. Oh, Fuente de Vida, insondable misericordia divina, anega el mundo entero derramando sobre nosotros hasta Tu última gota de sangre. (IV, 59). 



    Oh, Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, manantial de misericordia para nosotros, en Ti confío. (1, 35).


    ESENCIA DE LA DEVOCION A LA DIVINA MISERICORDIA


    La esencia de la devoción



    La esencia de la devoción se sintetiza en cinco puntos fundamentales:



    1. Debemos confiar en la Misericordia del Señor. Jesús, por medio de Sor Faustina nos dice:

    "Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en mi misericordia. Que se acerquen a ese mar de misericordia con gran confianza. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza en mi misericordia, en la hora de la muerte le colmaré el alma con mi paz divina". 



    2. La confianza es la esencia, el alma de esta devoción y a la vez la condición para recibir gracias. 

    "Las gracias de mi misericordia se toman con un solo recipiente y este es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían sin límites son mi gran consuelo y sobre ellas derramo todos los tesoros de mis gracias. Me alegro de que pidan mucho porque mi deseo es dar mucho, muchísimo. El alma que confía en mi misericordia es la más feliz, porque yo mismo tengo cuidado de ella. Ningún alma que ha invocado mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión. Me complazco particularmente en el alma que confía en mi bondad". 


    3. La misericordia define nuestra actitud ante cada persona.
    "Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia mí. Debes mostrar misericordia siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formar de ejercer misericordia: la primera es la acción; la segunda, la palabra; y la tercera, la oración. En estas tres formas se encierra la plenitud de la misericordia y es un testimonio indefectible del amor hacia mí. De este modo el alma alaba y adora mi misericordia". 


    4. La actitud del amor activo hacia el prójimo es otra condición para recibir gracias.

    "Si el alma no practica la misericordia de alguna manera no conseguirá mi misericordia en el día del juicio. Oh, si las almas supieran acumular los tesoros eternos, no serían juzgadas, porque la misericordia anticiparía mi juicio".

    5. El Señor Jesús desea que sus devotos hagan por lo menos una obra de misericordia al día.

    "Debes saber, hija mía que mi Corazón es la misericordia misma. De este mar de misericordia las gracias se derraman sobre todo el mundo. Deseo que tu corazón sea la sede de mi misericordia. Deseo que esta misericordia se derrame sobre todo el mundo a través de tu corazón. Cualquiera que se acerque a ti, no puede marcharse sin confiar en esta misericordia mía que tanto deseo para las almas".   

    FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA

     
    Fiesta de la Divina Misericordia
    Segundo Domingo de Pascua

    "La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia" (Diario, 300)
    La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como fin principal hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje: Dios es Misericordioso y nos ama a todos ... "y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia" (Diario, 723). En este mensaje, que Nuestro Señor nos ha hecho llegar por medio de Santa Faustina, se nos pide que tengamos plena confianza en la Misericordia de Dios, y que seamos siempre misericordiosos con el prójimo a través de nuestras palabras, acciones y oraciones... "porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil" (Diario, 742).
    Con el fin de celebrar apropiadamente esta festividad, se recomienda rezar la Coronilla y la Novena a la Divina Misericordia; confesarse -para la cual es indispensable realizar primero un buen examen de conciencia-, y recibir la Santa Comunión el día de la Fiesta de la Divina Misericordia. 

    miércoles, 11 de abril de 2012

    HE VISTO AL ESPÍRITU SANTO...

    He visto al Espíritu Santo


    El cardenal Jean-Marie Lustiger, arzobispo de París, fue entrevistado por un periodista en la
    televisión. Le preguntó:
    – ¿Cree en la existencia del demonio?
    – Sí, sí creo.
    – Pero, en una época de tantos progresos científicos y tecnológicos, ¿sigue creyendo en la
    existencia del demonio?
    – Sí, sigo creyendo en él.
    – ¿Ha visto al demonio?
    – Sí, lo he visto.
    – ¿Dónde?
    – En Dachau, en Auschwitz, en Birkenau...
    Entonces el periodista enmudeció.


    HAY QUIEN NACE CON FE...

    Hay quien nace con fe...


    Vivir con la seguridad de la fe y la fuerza de la esperanza no es motivo de orgullo, pero
    sí de gran satisfacción. Por eso no extraña que el célebre Fernando de los Ríos dijera una vez a
           
    Manuel de Falla:
    – Qué feliz es usted por creer.
    Y Falla le contestó:
    – Don Fernando, empiece usted por practicar; hay quien nace con fe y otros tenemos que
    luchar por mantenerla.

    PARÁBOLA DE ALTURA DE MIRAS...



    Parábola de altura de miras
     Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB



            Maestro, nuestra sociedad está ausente , parte de ella, de altura de miras. Incluso cuando andan por las calles, miran al suelo o todo lo más a algún escaparate luminoso. Hablarles de cosas de arriba no les va con su "bola".
            - ¿Sabes, Señor, de qué le hemos hablado hoy?
            - De lo que tú nos dijiste hace ya tiempo pero que sigue vivo en nuestros días.
            - Hoy les hemos dicho- a un grupo general- que busquen las cosas de arriba, que aspiren a ellas y dejen de mirar tanto lo terreno.
            - ¿Y qué es lo terreno?, nos han preguntado.
            - Entonces les hemos dicho que lo terreno es la fornicación, la impureza, la pasión, la concupiscencia, la avaricia y la idolatría.
            - ¿Y por qué va a ser eso malo lo terreno?
            - Porque el Maestro ha traído un estilo de vida del que están excluidos esos vicios. Tenéis que revestíos de una vestidura nueva, como corresponde a personas que han sido elegidas por Dios.
            - ¡ Qué cabezota es alguna gente! Nos han dicho que lo terreno es más bonito que lo de arriba. A ellos les gusta mirar a las tías y servid al dinero.

            ¿ Buscas lo de arriba o lo terreno?

            ORACIÓN DEL MAESTRO: Padre celestial, hoy vamos a enviar a nuestros discípulos mucha energía para que no decaigan en su apostolado entre gente que, aún llamándose católica, viven enfrascados en esos vicios del hombre viejo. Hagamos de tal modo que su palabra cale en muchos corazones y que éstos, lentamente, vayan descubriendo la belleza de la altura de miras. 

    PRECES

            - Por la juventud: para que mire las cosas de arriba con los pies en el suelo, roguemos al Señor
            - Añade tus intenciones

            Señor, a nosotros no hay quien nos desanime estando tú a nuestro lado. Por eso te decimos: Padrenuestro

    DÉJATE FUNDIR, NO TE RESISTAS...

    Autor: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net
    Déjate fundir, no te resistas...
    Dejarnos moldear, no poner resistencia para que Dios haga su obra en nosotros. Nos prueba como el oro en el crisol, hay que fundirse para brillar.
     
    Déjate fundir, no te resistas...


    Dios nos prueba como el oro en el crisol, hay que fundirse para brillar, ¿realmente es necesario pasar por la vida con tantas pruebas, por tantos desencantos?, ¿la vida no sería más bella y más amable sin tantos contratiempos?

    Platicando con un joven le dije: todo sirve de bien para quien ama y tiene fe, realmente es aquí cuando entendemos que Dios escribe recto en líneas torcidas.

    Necesitamos dejarnos moldear, no poner resistencia; para que Dios vaya haciendo su obra en nosotros. Entender, seguir y dejarnos conducir por este principio no es fácil, pero es aquí en donde está la verdadera solución.

    Estoy seguro que todos nosotros queremos alcanzar la auténtica felicidad y sobre todo la realización personal en nuestra vida, es decir, cumplir la misión para la cual Dios N.S. nos ha creado. No nos debemos desanimar, no nos podemos desanimar, el camino es arduo y complejo, pero sabemos que no estamos solos.

    Un árbol para que dé buenos frutos necesita ser podado, tiene que experimentar el dolor de que alguien corte todas aquellas ramas secas, inútiles y que le restan fuerzas, así es nuestra vida.

    Espero que esta historia que a continuación te narro, te ayude un poco más en tu camino:

    Se cuenta la historia del herrero que, después de una juventud llena de excesos, decidió entregar su alma a Dios. Durante muchos años trabajó con ahínco, practicó la caridad, pero a pesar de toda su dedicación, nada parecía andar bien en su vida, muy por el contrario, sus problemas y sus deudas se acumulaban día a día.

    Una hermosa tarde, un amigo que lo visitaba, y que sentía compasión por su situación difícil, le comentó:
    "Realmente es muy extraño que justamente después de haber decidido volverte un hombre temeroso de Dios, tu vida haya comenzado a empeorar. No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tus creencias en el mundo espiritual, nada ha mejorado"

    El herrero no respondió enseguida, él ya había pensando en eso muchas veces sin entender lo que acontecía con su vida, sin embargo, como no deseaba dejar al amigo sin respuesta, comenzó a hablar y terminó por encontrar la explicación que buscaba. He aquí lo que dijo el herrero:

    "En este taller yo recibo el acero aún sin trabajar y debo transformarlo en espadas. ¿Sabes tú cómo se hace esto?

    Primero, caliento la chapa de acero a un calor infernal hasta que se pone al rojo vivo; enseguida, sin ninguna piedad, tomo el martillo más pesado y le aplico varios golpes, hasta que la pieza adquiere la forma deseada. Luego la sumerjo en un balde de agua fría y el taller entero se llena con el ruido y el vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del violento cambio de temperatura.

    Tengo que repetir este proceso hasta obtener la espada perfecta, una sola vez no es suficiente". El herrero hizo una larga pausa, y siguió: "A veces el acero que llega a mis manos no logra soportar este tratamiento; el calor, los martillazos y el agua fría terminan por llenarlo de rajaduras. En ese momento, me doy cuenta de que jamás se transformará en una buena hoja de espada y entonces, simplemente lo dejo en la montaña de fierro viejo que ves a la entrada de mi herrería".

    Hizo otra pausa más, y el herrero terminó: "Sé que Dios me está colocando en el fuego de las aflicciones. Acepto los martillazos que la vida me da, y a veces me siento tan frío e insensible como el agua que hace sufrir al acero. Pero la única cosa que pienso es: Dios mío, no desistas, hasta que yo consiga tomar la forma que Tú esperas de mí. Inténtalo de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que quieras, pero nunca me pongas en la montaña de fierro viejo de las almas".

    Para que un día yo también pueda decir....."He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe." (2 Timoteo 4, 7)



  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Dennis Doren LC

    martes, 10 de abril de 2012

    OPTAR POR ENTENDERSE...


      Optar por entenderse
    Autor: Padre Eusebio Gómez Navarro OCD  



            Martín Scorsese hizo una bellísima película sobre la soledad del desamor. La tituló: “Alicia ya no vive aquí”, una frase que en la vida real se da en tantos matrimonios rotos. “El amor es eterno mientras dura”, escribió el gran Vinicius de Moraes en una lúcida tarde de efímera pasión carioca. Para algunos la eternidad es cuestión de días, meses o, a más echar, de algún año. En muchos matrimonios abundan las infidelidades, malos tratos, pleitos conyugales que poco a poco van apagando el amor.

            Pero, ¿qué es el amor? Marilyn Monroe dijo, en cierta ocasión, que amor era lo que sentía cuando alguien le ponía en el dedo una sortija de un millón de dólares.

            Por supuesto, no nos referimos al amor basado en el interés, en el dinero, en el poder o en la fama, sino al amor verdadero que existe en las personas que se comprometieron a quererse y ayudarse en las buenas y en las malas.

            Para mantener vivo este amor es necesario relacionarse. El éxito en el matrimonio depende, en gran parte, de una buena comunicación, mediante la cual la pareja se pueda abrir totalmente. Cuando falla ésta, porque algo no funciona bien, aparecen los problemas y se         Apoyarse en Dios

            Autor:  Padre Eusebio Gómez Navarro OCD

                  

            Un sabio dijo: “Dadme un punto de apoyo y levantaré el mundo”.

                        Pues eso que no logró Arquímedes, lo han conseguido los santos plenamente. El Omnipotente les ha dado un punto de apoyo: Él mismo. Y por palanca, la oración, que abrasa en fuego de amor. De esta manera han movido el mundo, y lo siguen moviendo y levantando todos los santos que viven en la tierra (Santa Teresita del Niño Jesús).

                        Hay que hacer de Dios el punto de apoyo para cambiar y mover el mundo. Quien cree en Él, quien vive en su presencia, quien ora, tiene esa fuerza que brota de Dios. Quien ama a Dios desea estar con Él.

                        Dios está siempre presente. El Dios de la Biblia es un Dios cercano, próximo (Sal 118; 150). Dios, que ha creado al ser humano, no lo abandona (Gn 17; Ex 3,12). Su presencia va acompañada de signos: en un viento suave (Gn 3, 8), en la tormenta, en el fuego, en el viento (Ex 20,18)...

                        Al llegar la plenitud de los tiempos Dios se hace presente en su Hijo Jesús, Dios-Hombre. “Muchas veces y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas. En estos últimos tiempos, nos ha hablado por medio de su Hijo” (Hb 1,1-2). Nunca Dios había estado tan presente (Lc 1,28-35). El mismo Jesús promete estar siempre con nosotros (Mt 28,20).

                        Dios se hace presente de distintas maneras:

                        – Presencia cósmica. La presencia de Dios en el mundo es una presencia inmensa, infinita. Así se expresa Santa Teresita al descubrir la presencia de Dios: “Nunca olvidaré la impresión que me causó el mar. Lo estaba contemplando fijamente. Su majestad, el bramido de sus olas, todo hablaba a mi alma de la grandeza y de la omnipotencia de Dios”. Y San Juan de la Cruz nos habla de la hermosura de todo lo creado, porque es huella del Creador.

    – Presencia significante. Dios nos habla a través de su palabra y de los acontecimientos de cada día. Así se expresa el Concilio Vaticano II: “En esta revelación Dios invisible, movido de amor, habla al ser humano como amigo, trata con él para invitarle y recibirle en su compañía” (DV 2).

    Dios está presente en su Palabra, en los sacramentos, en cada ser humano, en la comunión. El creyente por la fe descubre su presencia.

    San Juan de la Cruz invita a descubrir a Dios: “Aprenda el espiritual a estarse en advertencia amorosa de Dios, con sosiego de entendimiento aunque le parezca que no se hace nada...”.

    RECONOCER A DIOS ...


    Reconocer a Dios...


    Cuando el astronauta ruso Yuri Gagarin fue interrogado sobre si había visto a Dios allá en las alturas, respondió: "No lo he visto, Dios no existe"

    Tiempo después la misma pregunta se la hicieron a Gordon Cooper y dijo: "Para ver a Dios no necesito subir a las alturas, lo llevo dentro de mí"

    Cuántos pretenden encontrar a Dios lejos de sí mismos.. Dios sonríe en los juegos de los niños, gime en el dolor del enfermo, sufre en la miseria del que no tiene pan, alarga la mano en el mendigo...

    Dios está en todas partes y en todos y cada uno de nosotros, no es preciso ir a la luna a buscarlo.. basta con que abramos los ojos para poderlo ver.

    ¡Que triste pasar a su lado..  y no reconocerlo!
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