viernes, 30 de diciembre de 2011

UNA FAMILIA FELIZ PORQUE AHÍ ESTABA DIOS


Autor: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
Una familia feliz porque ahí estaba Dios.




Una familia muy pobre, tenía lo elemental para vivir. Sin embargo, ha sido la familia más feliz.

Una familia feliz porque ahí estaba Dios.

Hoy se celebra la fiesta de la Sagrada Familia. Una familia formada por José, María y el Niño Jesús. Era una familia muy pobre, tenía lo elemental para vivir. Sin embargo, ha sido la familia más feliz.

Feliz porque ahí estaba Dios. Una familia feliz porque ahí se rezaba todos los días. Feliz porque ahí se trabajaba con paz y con amor. Allí se amaba la vida, allí se amaban entre ellos con un grandísimo corazón.

¡Cuánto necesitamos nosotros que esa Sagrada Familia nos ayude a recuperar muchos valores familiares que se ha llevado el viento!

¡Oh Familia de Nazareth, qué pocos elementos te bastaron para ser una familia feliz y hermosa! ¡Cómo necesitamos que vuelvas a injertar en nuestros hogares, en nuestros corazones, esa maravillosa gama de virtudes que tiene la familia!

Todos los que quieran saber cuál es la familia más maravillosa deben visitar Nazareth, y preguntar a José a Jesús y a María cómo se puede ser feliz en familia.

jueves, 29 de diciembre de 2011

BESAR EL ALMA...


BESAR EL ALMA

El alma no crece en los árboles, sin embargo se nutre de nuestro entorno, como el cuerpo de la comida. El alma necesita ser alimentada con visiones hermosas, palabras que llenen ... o por quien sabe besar el alma.

Besar el alma es saber tener paciencia, comprensión, y nunca juzgar a nadie, simplemente aceptar las personas como son ...

Besar el alma es abrazarse cuando hay soledad, cuando se está triste ... sin decir nada, solo sostenerse con ese abrazo de apoyo.

Besar el alma, es sentarse juntos cuando no hay necesidad de hablar, cuando solo hace falta el silencio , al no hacer preguntas ...

Besar el alma, es sentir otras manos que dan apoyo fortaleciendo esa esperanza de vida y de compañía.

Besar el alma, es decir un te quiero con la mirada ...

Besar el alma.... es fácil , solo basta que decidamos bajar del pedestal del orgullo que muchas veces nos rodea y nos consume.

Besar el alma... cuantos de nosotros necesitamos de ese beso en el alma que nunca llega?

24 COSAS PARA RECORDAR SIEMPRE

24 cosas para recordar siempre...
24 cosas para recordar siempre... y una sola para nunca olvidar

 1- Tu presencia es un regalo para el mundo.
 2- Eres una persona única en un millón.
 3- Tu vida puede ser como tu quieras que sea.
 4- Vive cada día con intensidad.
 5- Cuenta tus alegrías, no tus desdichas.
 6- Lucharás contra la adversidad que se te presente.
 7- Dentro de ti hay infinitas respuestas.
 8- Comprende, ten coraje, sé fuerte.
 9- No te impongas límites.
10- Hay tantos sueños que esperan ser realizados!
11- Las decisiones son tan importantes para librarlas al azar.
12- Lucha por tu ideal, tu sueño, tu premio.
13- No hay nada tan desgastante como las preocupaciones.
14- Mientras más carguemos con un problema, más pesado se hace.
15- No te tomes las cosas con tanta seriedad.
16- Vive una vida de serenidad, no de lamentos.
17- Recuerda que un poco de amor recorre largos caminos.
18- Recuerda que mucho... es para siempre.
19- Recuerda que la amistad es una sabia inversión.
20- Los tesoros de la vida son personas... unidas.
21- Nunca es tarde.
22- Transforma lo cotidiano en extraordinario.
23- Ten salud, esperanza y felicidad.
24- Pídele un deseo a una estrella.

Y jamás olvides.....ni siquiera por un día...

¡cuan especial eres!.

PENSAMIENTO MARIANO 9



Pensamiento Mariano

Mundo de santos: a eso estamos llamados. Y esa ha sido siempre la misión de María con Jesús, tal vez por eso que su presencia incluso sensible en medio de nosotros se hace cada vez mayor: apariciones, milagros, y ese milagro de ese mar que se mueve bajo su influjo a la invocación de su nombre. 


San Alberto Hurtado Cruchaga, S.J

REFLEJO...

Reflejo
Autor: Dr. Rafael E. Vicens

    
    Mira a tu alrededor. ¿Qué ves? Mucho es un reflejo de tus propias creencias y expectativas. Todo lo que experimentas pasa primero por el filtro de tu actitud ante la vida. Es por eso que una persona puede ver belleza y oportunidades en la misma situación en la que otra sólo ve desesperación y falta de posibilidades.

    Los defectos que ves en los demás son, de alguna manera, también tuyos. Si así no fuera, no podríasreconocerlos o comprenderlos. La belleza que ves en los demás también está dentro de ti. Porque la belleza no está únicamente en la persona u objeto que se percibe, sino también en quien la percibe.

    El mundo que te rodea es un espejo y, cuando pones tu mejor cara frente a un espejo, lo que ves te agrada. Ten la firme expectativa de vivir en un mundo de belleza, bienestar y oportunidades y allí es exactamente donde estarás.

QUISIERA TENER UNA FAMILIA ...


Quisiera tener una familia
Autor: Gustavo Velázquez Lazcano, LC | Fuente: Catholic.net



Quisiera tener una familia

Mañana Fiesta de la Sagrada Familia. Con mi nacimiento, no sólo haré sagrada la familia, sino que les enseñaré a vivir en ella.

El arcángel Gabriel permanecía de pie sobre un precipicio, y tenía su mirada puesta en Nazaret. Procuraba serenarse, pues la grandeza de su nueva misión le sobrecogía. Dentro de unos momentos, bajaría a la tierra y daría el mensaje más grato que hombre alguno hubiese escuchado jamás.



- ¿Listo para bajar a la tierra? -oyó tras de sí.

-Claro, Señor -le respondió el arcángel con una sonrisa-, aunque te he de decir que nunca he estado tan nervioso.

- Es normal, sientes que la misión te sobrepasa. Pero créeme, tú eres el ángel indicado… tú eres mi mensajero -señaló, recordándole el significado de su nombre.



Después, ambos bajaron otra vez la cabeza y posaron su mirada en María, quien aseaba con cuidado la casa de sus padres.

-Señor -dijo el arcángel con reverencia, sin dejar de ver a María-, ¿por qué quieres tener una familia? Digo, que te hagas hombre, jamás lo comprenderé; pero, que quieras ser en todo igual a ellos y que desees recorrer todas las etapas de su vida… creo que me cuesta un poco más -suspiró.

Jesús miró con amor al arcángel, y respondió:

-Gabriel, me alegra escuchar tu pregunta -exclamó con verdadera felicidad. Tú sabes que los planes divinos siempre son razonables -Hizo una pausa—. Bueno, razonables a nuestra manera —dijo, sonriendo con dulzura-. Tú piensas que no hay necesidad para encarnarme en una familia, pero Yo te digo que no hay nada más acogedor y necesario. Acogedor, porque cuando Yo me encarne y abrigue en su seno, me sentiré tan confortado como en la Trinidad misma, pues la familia es su mismo reflejo. 



El ángel quedó boquiabierto ante esta increíble revelación. Dentro de sus múltiples conocimientos, jamás habría reparado en esta grandiosa verdad.



-Y es necesaria -continuó el Señor-, porque ejerce un papel fundamental en la sociedad humana: es su corazón mismo. Desde ella, se edifican las naciones o se destruyen los pueblos. Ella es la cuna del progreso y la salvaguarda de las buenas costumbres. ¡Ya te imaginarás cuán grata es para mi corazón! -Hizo una breve pausa, y continuó—: Con mi nacimiento, no sólo haré sagrada la familia, sino que les enseñaré a vivir en ella.



El ángel titubeó un momento, asombrado como estaba por las palabras de su Señor.

-Pero -vaciló-, ¿podrán imitar los hombres a una familia perfecta?, ¿no se desalentarán?

-Por supuesto que podrán: porque será perfecta según Dios, no según los hombres. Será perfecta por sus integrantes, no por sus posesiones; por sus virtudes, no por sus apariencias. Y, aunque sea perfecta, no carecerá de penalidades. ¡Imagínate!, llegaré al mundo como un niño no buscado; porque mis padres, María y José, se han propuesto vivir como hermanos. Por eso, tu anunciación será una contradicción para mi madre, quien escogió la virginidad para agradar a Dios, y a la vez inquietará a mi padre, quien desconocerá la sobrenaturalidad del embarazo —concluyó, expresando lo venidero.



-Bueno -dijo Gabriel-, pero esa situación no incumbe a todas las familias: sólo a unas cuantas.

-Tienes razón, Gabriel. Aunque sábete que sí es necesario que padezcan estos problemas, pues son aprietos que desgarran el alma. Pero, para satisfacer tu curiosidad, te diré que mi familia será, sobre todo, modelo de amor: y el amor, es una virtud que todos pueden imitar. Por darte un ejemplo, te diré que Yo seré perseguido desde mi nacimiento, y, sin embargo, mis padres preferirán expatriarse a entregarme a la espada. Ya verás después cómo se persigue a la familia, y comprenderás lo heroico que resulta abandonar el propio país para salvar a los seres queridos.



El ángel volvió a repasar meditativo las palabras de su Señor con una mezcla de asombro.

-Señor -se atrevió a decir-, Tú sabes que nosotros, los ángeles, no tenemos familia. Tú nos formaste a cada uno por separado, al igual que formas las almas de los hombres; pero sin concedernos descendencia ni ascendencia. Nosotros desconocemos qué es tener un padre o una madre, hijos o hermanos. Por eso, disculpa mi pregunta: ¿podrías decirme qué beneficios encierra una familia?

-¡Claro! El primero y el más grande, es el amor que se fomenta e intercambia entre sus miembros: éste produce una profunda alegría. El segundo, que es su consecuencia, es la unidad: ésta impregna el ambiente de verdadera amistad. Y el tercero, es su capacidad de influir en la sociedad, impregnándola de las virtudes familiares.



-Señor -dijo el ángel emocionado-, ¡qué grandiosa debe ser una familia!



-Y lo es Gabriel... ¡sí que lo es! Ahora comprendes, ¿por qué quiero una?



-Sí, Señor -exclamó radiante-. Y tanto que yo también quisiera tener una familia.



Acabado el diálogo, Gabriel descendió, enviado por Dios, a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen llamada María. Y entrando, le dijo:

-Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.

Ella se preocupó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo:

-No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios...

miércoles, 28 de diciembre de 2011

LA SAGRADA FAMILIA...

La Sagrada familia
Autor: Padre Mariano de Blas, L.C.


 Una familia formada por José, María y el Niño Jesús. Era una familia muy pobre, tenía lo elemental para vivir. Sin embargo, ha sido la familia más feliz.

Feliz porque ahí estaba Dios. Una familia feliz porque ahí se rezaba todos los días. Feliz porque ahí se trabajaba con paz y con amor. Allí se amaba la vida, allí se amaban entre ellos con un grandísimo corazón.

¡Cuánto necesitamos nosotros que esa Sagrada Familia nos ayude a recuperar muchos valores familiares que se ha llevado el viento!

¡Oh Familia de Nazareth, qué pocos elementos te bastaron para ser una familia feliz y hermosa! ¡Cómo necesitamos que vuelvas a injertar en nuestros hogares, en nuestros corazones, esa maravillosa gama de virtudes que tiene la familia!

Todos los que quieran saber cuál es la familia más maravillosa deben visitar Nazareth, y preguntar a José a Jesús y a María cómo se puede ser feliz en familia.

TE ROGAMOS SEÑOR...

Te rogamos, Señor…

·        Te pedimos padre por todas las personas aquí presentes que de una u otra forma colaboran en esta lucha por la defensa de la vida desde el momento de la concepción hasta su muerte natural. Dales la gracia, el valor y la fortaleza necesaria para vivir y trabajar diariamente según tu Santa Voluntad.

 ·        Oremos por el Papa, defensor incansable de la vida y la dignidad de la persona humana. Oremos por los obispos, los sacerdotes y diáconos y por todos aquellos que tienen una responsabilidad en la comunidad cristiana.

 ·        Te rogamos Señor que ayudes y protejas a todas aquellas familias que sufren conflictos graves que ponen en peligro su estabilidad y el bienestar de sus miembros, en especial de los más pequeñitos. Que Tu sabiduría los ilumine para que puedan encontrar en el AMOR la solución a sus problemas y logren obtener la paz y la tranquilidad necesarias para vivir según tu voluntad.

 ·        Te pedimos Señor porque el actual desarrollo científico-biológico no atente contra la dignidad de la persona humana, sino que por el contrario lleve a la humanidad a tu encuentro, para que asombrados por la maravilla de la creación, sepamos amarla y respetarla.

 ·        Te pedimos Padre, por todos los bebés que ahora corren peligro de ser abortados. Para que sus madres, iluminadas por la luz de tu Santo Espíritu, reconozcan en ellos la maravilla de Tu creación y cobijadas bajo el manto amoroso y maternal de María, encuentren el mejor camino para salir adelante de sus dificultades.

 ·        Muy especialmente, te pedimos hoy Señor por todas aquellas personas que se dedican a practicar y promover el aborto. Que a través de Ti, logren conocer la verdad y comprendan que en cada pequeño ser que eliminan, está presente la maravilla de Tu creación y de Tu presencia. Ilumínalos para que comprendan el valor infinito de cada vida humana y, conscientes de su grandeza, aprendan a amarla y respetarla.

 ·        Inspíranos Padre, para que recordemos que sin Ti nada podemos y que todo nuestro esfuerzo, vaya siempre encaminado a ser testimonio vivo del gran Amor de Dios hacia los hombres. Danos la fuerza y el valor que necesitaremos para continuar siempre fieles a tu palabra.

ENTREVISTA CON DIOS...

Entrevista con Dios

Con mi título de periodista recién obtenido, decidí realizar una Gran entrevista, y mi deseo fue concedido permitiéndoseme una reunión con DIOS!!!

-"Pasa" me dijo Dios? "Así que quieres entrevistarme?"

-"Bueno", le conteste, "Si tienes tiempo..."
Se sonrió por entre la barba y dijo:

-"Mi tiempo se llama eternidad y alcanza para todo."
Que preguntas quieres hacerme?

-"Ninguna nueva, ni difícil para ti:?
Que es lo que más te sorprende de los hombres?"
Y dijo:
"Que se aburren de ser niños, apurados por crecer, y luego suspiran por ser niños".

"Que primero pierden la salud para tener dinero y acto seguido, pierden el dinero para recuperar la salud".

"Que por pensar ansiosamente en el futuro, descuidan su hora actual, con lo que ni viven el presente ni el futuro".

"Que viven como si no fueran a morirse, y se mueren como si no hubieran vivido".

Y pensar que YO..., con los ojos llenos de lagrimas y la voz entrecortada dejó de hablar. Sus manos tomaron fuertemente las mías y seguimos en silencio. Después de un largo tiempo y para cortar el clima, le dije:

"Me dejas hacerte otra pregunta?"
No me respondió con palabras, sino solo con su tierna mirada. Como Padre: "Que es lo que le pedirías a tus hijos?"

"Que aprendan que no pueden hacer que alguien los ame. Lo que pueden hacer es dejarse amar"

"Que aprendan que toma años construir la confianza y solo segundos para destruirla"

"Que lo más valioso no es lo que tienen en sus vidas, sino A QUIEN tienen en sus vidas"

"Que aprendan que no es bueno compararse con los demás; pues siempre habrá alguien mejor o peor que ellos"

"Que rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita"

"Que aprendan que deben controlar sus actitudes, o sus actitudes los controlaran"

"Que bastan unos pocos segundos para producir heridas profundas en las personas que amamos, y que pueden tardar muchos años en ser sanadas"

"Que aprendan que a perdonar se aprende practicando"

"Que hay gente que los quiere mucho, pero que simplemente no saben como demostrarlo"

"Que aprendan que el dinero lo compra todo menos la felicidad"

"Que los grandes sueños no requieren de grandes alas, sino de un tren de aterrizaje para lograrlos"

"Que los amigos de verdad son tan escasos, que quien ha encontrado uno ha encontrado un verdadero tesoro

"Que no siempre es suficiente ser perdonado por otros, algunas veces deben perdonarse a si mismos"

"Que aprendan que son dueños de lo que callan y esclavos de lo que dicen"

"Que de lo que siembra, cosechan; si siembran chismes, cosecharan intrigas. Si siembran amor, cosecharan felicidad"

"Que aprendan que la verdadera felicidad no es lograr sus metas, sino aprender a ser feliz con lo que tienen

"Que aprendan que la felicidad no es cuestión de suerte sino producto de sus decisiones"

"Ellos deciden ser felices con lo que son y tienen, o morir de envidia y celos por los que les falta y carecen"

"Que dos personas pueden mirar una misma cosa y ver algo totalmente diferente"

"Que sin importar las consecuencias, aquellos que son honestos consigo mismos, llegan lejos en la vida"

"Que a pesar de que piensen que no tienen nada más que dar, cuando un amigo llora con ellos, encuentran la fortaleza para vencer sus dolores"

"Que retener a la fuerza a las personas que aman, las aleja mas rápidamente de ellos, o que al dejarlas ir, las deja para siempre a su lado"

"Que a pesar de que la palabra amor puede tener muchos significados distintos, pierde valor cuando es usada en exceso"

"Que aprendan que amar y querer no son sinónimos sino antónimos, el quererlo exige todo, el amor lo entrega todo"

"Que nunca harán nada tan grande para que los ame más, ni nada tan malo para que los ame menos.
Simplemente, los amo a pesar de sus conductas"

"Que aprendan que la distancia más lejos que pueden estar de mí, es la distancia de una simple oración..."

Y así, en un encuentro profundo, tomados de la mano, continuamos en silencio... Será posible que alguna vez aprendamos?

Bueno si.... pero, no es gratis.

CON MARÍA, EL DÍA DE LOS SANTOS INOCENTES

Autor: Maía Susana Ratero | Fuente: Catholic.net
Con María, el día de los Santos Inocentes
José y María se miran, abundantes lágrimas caen por sus mejillas, se abrazan y abrazan al niño. Es la noche más larga, más atroz, más cruel, que les ha tocado vivir a ambos.
 
Con María, el día de los Santos Inocentes




Existen, en nuestra vida, dolores que nos resultan incomprensibles, atroces, injustos y, sobre todo, inmerecidos. Pero, sea cual fuere la reacción que tengamos frente al dolor, él sigue allí, y nos atraviesa el alma como una afilada espada. Hoy mi dolor y mi tristeza no me dejan verte, María, como ansía mi corazón, pero sé que estas allí, aunque no pueda sentirte, estas detrás de mi dolor para sostenerme, para transformar el llanto en camino hacia al Padre.

- En profecía cumplida… -dices a mi corazón, mas, no comprendo.

- Hoy voy a hablarte de esos dolores incomprensibles que desgarran el alma y que luego, por la misericordia de Dios, se transforman en camino.

- Háblame Señora, que mi alma tiene tanta sed de tu compañía. Mi alma ansía caminos que no encuentro en la oscuridad de esta noche demasiado larga.

- Yo conozco bien las noches largas. Te hablaré de una en especial, que me pareció eterna. De una noche anunciada, tan anunciada como la nochebuena, pero olvidada luego por muchos y, lo que me desgarra el alma, una recordación tomada hoy, por tantos, como excusa para bromas.

Esta vez temo seguirte, no sé si tendré valor, pero igualmente me llevas…me llevas… y estamos nuevamente en el recinto de Belén. Vemos como José está despidiendo a tres extraños extranjeros que le habían llevado a tu hijo oro, como símbolo de su dignidad y gran valor, incienso, como símbolo de su comunión con Dios y mirra, para preparar el aceite sagrado de su unción. Tres extraños venidos de lejanas tierras siguiendo una estrella, tres extraños que, buscando al Rey de la Vida, fueron a preguntarle a un rey embriagado de poder, el camino para hallarlo…. y, sin quererlo, despertaron en él fantasmas olvidados… la profecía, la profecía de Belén…

Los extranjeros, que el mundo llamará más tarde los tres Reyes Magos, parten a su tierra por otro camino, evitando pasar cerca del palacio de Herodes, quien los aguarda como un tigre al acecho, para saltar sobre el pequeño Rey desconocido que amenaza su seguridad.

Entramos a la precaria vivienda. José nos sigue y comienza a trabajar, pues el dueño de la finca le había encargado unos arreglos y le pagaría un buen precio por ellos. José tiene los pies sobre la tierra, sabe que debe alimentar a su familia y para ello sólo conoce un modo: su trabajo.

Tu, María, te dispones a preparar la cena. José no aparta la mirada de su labor, pero es evidente que sus pensamientos están en otro sitio, quizás detrás de los muros de un palacio, tratando de leer los pensamientos de un hombre fuera de sí, mas nada te dice. La cena transcurre en paz. La presencia de esos hombres y sus obsequios han dejado más preguntas que respuestas…¿Quiénes eran? ¿Por qué habían venido? ¿Cuál era el real significado de su presencia? … quizás representan a todos aquellos que no pertenecen al pueblo de Israel y para cuya Salvación también ha venido este niño. Demasiados acontecimientos y pocas explicaciones. La pareja se dispone a descansar pues al día siguiente deberán iniciar el camino hacia Jerusalén, para realizar la purificación de María, tal como lo establece la Ley.

Yo estoy allí, con ellos, no puedo dormir, siento miedo… conozco la historia… la he escuchado mil veces de labios de los sacerdotes. La he leído, pero no es lo mismo estar… estar… y todos, de alguna manera, alguna vez en la vida, también estamos dentro de esta historia… sólo que, enceguecidos por nuestro propio dolor, no nos damos cuenta.

A la mañana siguiente parten hacia Jerusalén, María me hace señas de que los siga. El camino es largo, el niño, pequeño aún. El animal que nos acompaña va cargado de las pocas pertenencias de los padres y, en su mayor parte, de los pañales y ropita del bebé, recibida generosamente de la esposa del dueño del pesebre.

Luego de la ceremonia del Templo volvimos a Belén, José se nota nervioso… no como quien desconfía de la protección de Dios, sino como un padre responsable que sólo desea actuar correctamente y no sabe cómo, pues presiente que Herodes no ha olvidado la presencia de los extranjeros, ni se quedará quieto ante lo que él considera una amenaza.

Durante los siguientes tres días la familia se dedica a organizar el retorno a Nazaret. José termina sus trabajos pendientes, consiguiendo de esta manera dinero para el viaje y retribuyendo, al mismo tiempo, la hospitalidad al dueño del pesebre, quien sólo pide como pago, el arreglo de una vieja mesa labrada herencia de su padre, trabajo realizado impecablemente por José.

Los planes del Señor y nuestros propios planes no van siempre por iguales caminos. La noche del tercer día no aparenta nada en especial, sólo un cielo cargado de nubarrones amenazantes. Hace frío, María amamanta a su niño y lo recuesta bien calentito en la cuna hecha por su esposo, y una blanca piel de cordero cubre las demás mantas con las que la joven madre abriga a su pequeño. El matrimonio cena al tiempo que comenta los últimos acontecimientos. José tiene largos silencios que inquietan el corazón de María quien, como esposa prudente, no pregunta. Tiran las mantas en el suelo y se disponen a dormir, yo hago lo mismo, María me besa la frente y me dice “Valor, amiga, lo necesitarás...” es la noche de la locura, pero igualmente me quedo dormida... lástima, no tuve el valor de esperar despierta, como tantas veces en la vida en las que no tengo el valor de dominar mi voluntad.

Me despiertan los gritos de José. El hombre está sentado en el suelo, empapado en sudor, su rostro está aterrado pero es sólo por un instante... enseguida se pone en pie, da vueltas en el recinto tratando de ordenar sus pensamientos, seguidamente despierta a María, la toma por los hombros al tiempo que le clama en voz baja:

- ¡María, María! Por el amor de Dios despiértate María! – y la sacude casi con violencia.

Ella abre los ojos y se asusta...

- ¿Qué pasa, José? ¡Por Dios! ¿Por qué hablas de esa forma? ¡Jesús, Jesús! ¿Le pasó algo al niño?

- No, pero le pasará si sigues allí acostada... María... he tenido un sueño, que no fue un sueño en realidad... un hombre vestido de blanco me clamaba que te tomara a ti y al niño y huyera a Egipto, pues Herodes busca al niño para matarlo.

- ¡Matarlo!...Dios mío José, que atroz pesadilla.

- María, esposa mía ¡Nos vamos a Egipto! ¡Y nos vamos ya! ¿Comprendes? ¡Ya!.

- ¿Qué dices? José... ¿Te das cuenta la distancia que nos separa de Egipto, que es medianoche, afuera arrecia el viento y el frío cala los huesos?...

- María ¿Confías en mí?

- José, confío en ti más que en nadie en esta tierra

- Entonces, amada mía, junta todo y vámonos, los soldados se aproximan cada minuto, por cada palabra que decimos ellos están un metro más cerca... y vienen a matarlo... y no están jugando, pues un loco asesino les ha ordenado deshacerse de Jesús... la pregunta es ¿Cómo lo encontraran? Mientras a ese loco no se le ocurra... ¡Dios no puedo ni pensarlo!

- Mientras no se le ocurra matarlos a todos... - y María se estremece tanto que José debe sostenerla para que no caiga.

Yo estoy inmóvil, hubiera querido traerles un vehículo, un helicóptero, sacarlos prontamente de allí, pero eso pasa en las películas y esto es la vida real. Los padres (ahora me voy dando cuenta la clase de padre que Dios eligió para Jesús, un Hombre con mayúsculas) preparan todo prontamente, llevan sólo lo indispensable, deben dejar muebles, cuna, todo lo hecho por José. El oro de los magos les permitiría establecerse en Egipto. Dios siempre tan previsor, nos manda las pruebas y los medios para enfrentarlas. Salimos, el viento me termina de despertar, tengo varias mantas puestas encima, pero tiemblo como una hoja, parece que el corazón se me saldrá del pecho en cualquier momento. Montan los animales, María me hizo un lugar en el suyo... partimos... se ve poco, pero se ve, hay luna llena, los nubarrones ya no están, José se encamina hacia Egipto a través de la desértica región, apura el paso, no hay miradas extrañas que noten nuestra presencia. El hombre anda varias horas a marcha forzada, de tanto en tanto mira hacia atrás, con angustia, casi con desesperación. Yo, yo estoy muerta de miedo... veo soldados por todas partes... sé de sobra que no nos alcanzarán... pero una cosa es leerlo y otra estar... estar...

Falta poco para el amanecer. De pronto se escucha un galope cercano, se ve la arena removida por los cascos del animal que se acerca, es un jinete solitario, pero se dirige, peligrosamente, hacia nosotros. José nos recomienda calma, y no decir el nombre del niño. Por fin llega el personaje, un hombre más bien anciano, con la mirada perdida... loco... pobre infeliz... sólo decía:

- ¡Madres, corran, corran con sus hijos! ¡Huyan!...

José baja de su asno y se acerca al pobre hombre:

- ¿Qué le ocurre, amigo? ¿Se siente usted bien?...

- ¡Huyan, huyan mujeres con sus hijos! Sangre... muerte... niños muertos, en todo Belén... niños degollados, atravesadas sus carnecitas por las espadas de los soldados... no escapó ni uno... todo Belén es un grito... solo los pequeños murieron... los menores de dos años... ¿Por qué?¿Por qué Dios?- grita desgarradoramente el infeliz mirando al cielo- Huyan mujeres... huyan... corran... corran...

El pobre desquiciado comienza a cabalgar nuevamente repitiendo el ya inútil consejo. Tanto horror le ha enloquecido. Se pierde en el paisaje, queriendo huir de los macabros recuerdos pero no hay lugar en donde uno pueda esconderse de los recuerdos.

José y María se miran, abundantes lágrimas caen por sus mejillas, se abrazan y abrazan al niño. Es la noche más larga, más atroz, más cruel, que les ha tocado vivir a ambos. Es la noche anunciada por el profeta Jeremías:

“En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen porque ya no existen”( Mt.2,18)

La travesía dura largos días, María se esconde muchas veces a llorar para que José no la vea... no quiere preocuparlo, más su corazón de madre está destrozado. Recuerda la espada anunciada por el anciano Simeón... ya ha comenzado a lastimarla. También veo a José llorar a escondidas, es el llanto de un hombre que se siente impotente ante la injusticia, es el llanto de un hombre justo clamando justicia.

Las primeras casas del poblado egipcio se divisan a la distancia. La noche larga ha terminado, el niño está a salvo, momentáneamente.

- Amiga- dices María, mirándome a los ojos,( mientras tus ropas y las mías vuelven a estos tiempos y el ruido de los automóviles nos sorprende frente la parroquia de Luján, en mi barrio) gracias por compartir conmigo esta noche, una de las más duras de mi tiempo en esta tierra. Realmente, cuesta ver a Dios detrás de tanto dolor, cuesta poder encontrarlo para que nos tome de la mano, cuesta no enloquecer como ese pobre viejo del desierto... cuesta, buena amiga, pero no es imposible, es más, es el único camino. Dios, tras el dolor que nos causan los seres humanos. Dios, sosteniendo. Dios, poniendo rosas sobre tantas espinas. Dios, transformando el dolor en camino de salvación. Dios, permitiendo que nuestra angustia ayude a otros a superar la suya. Cuando tu alma tenga más preguntas que respuestas, más dolor del que crees poder soportar, más soledad que compañía, más desilusión que sueños entonces, más que nunca, búscalo; que siempre habrá un Egipto donde puedas esconderte hasta que pase el temporal.

- Señora- y apenas si puedo contener mis lágrimas- ¡Cuánto, cuánto me amas, cuánto me cuidas, cuánto me enseñas! ¿Te dije ya cuánto te amo?- y me arrojo en tus brazos y lloro por los niños muertos, lloro por mí, lloro por la humanidad.

Mientras te alejas, y yo seco mis lágrimas, un grupo de jóvenes pasa riéndose de uno de ellos, al tiempo que le dicen “¡Qué la inocencia te valga! Ja,ja,ja” típico comentario de las bromas del Día de los Inocentes.

Tengo ganas de gritar, ganas de decirles que el origen de esa recordación es la sangre de niños pequeños derramada por Jesús, pero siento que no vale la pena; prefiero escribir este relato, escribirlo para que tú, después de leerlo, ya no rías con las bromas de los 28 de diciembre. Porque si tú no ríes, si le cuentas esta historia a un amigo y él ya tampoco ríe... entonces... entonces algo habrá cambiado en este mundo... porque recordando a nuestros mártires, los honramos.


NOTA de la autora:

"Estos relatos sobre María Santísima han nacido en mi corazón y en mi imaginación por el amor que siento por ella, basados en lo que he leído. Pero no debe pensarse que estos relatos sean consecuencia de revelaciones o visiones o nada que se le parezca. El mismo relato habla de "Cerrar los ojos y verla" o expresiones parecidas que aluden exclusivamente a mi imaginación, sin intervención sobrenatural alguna."



  • Preguntas o comentarios al autor
  • María Susana Ratero.

    martes, 27 de diciembre de 2011

    PENSAMIENTO MARIANO 8


    PENSAMIENTO MARIANO

    La familia nunca es tan familia como el día de la Madre; la Iglesia nunca es tan Iglesia como el día de la Madre, de la Madre de Cristo y Madre nuestra también... así lo sentimos todos: los indiferentes no menos que los fervientes... El mes de María en todas las Iglesias... esas colas interminables de fieles, de hombres, de gente alejada que siente en su corazón tal día como hoy la nostalgia del hogar. Es la Madre y aquí viene María también como cuando pequeños a descansar en su regazo, ¡qué día de tantas emociones para los hijos; de tantas alegrías en el cielo..., porque en el cielo hay alegrías suplementarias... En verdad os digo que más alegría en el cielo por un pecador... que por tantos... 


    San  Alberto Hurtado Cruchaga, S.J 

    ORACIÓN A SAN JUAN EVANGELISTA, 27 DE DICIEMBRE


    NAVIDAD ES..

    LA NAVIDAD ES..


            La Navidad puede ser un regalo elegido con mucho amor, o un dulce envuelto con las manos pegajosas de un niño, el pesebre armado entre todos y las risas ...
            y también las lágrimas que escondemos porque el corazón añora a quienes ya se fueron.

            La Navidad es el gesto de perdón que demorábamos, esa carta ansiada que tiembla en nuestras manos, y un llamado durante la cena del que todos quieren participar ...

            Es la mirada de los niños que escudriñan la noche y nos devuelven por unas horas
            la mágica inocencia.

    GRACIAS POR TOCAR MI VIDA...

    Gracias por tocar mi vida


    Hay personas importantes y otras no tan importantes, que cruzan por tu vida y la  tocan con amor, o sin cuidado, y continúan . . .

    Existen personas que se alejan y tú suspiras con alivio y cuestionas por qué tuviste que haber tenido contacto con ellas.

    Existen personas que se alejan y tu suspiras con nostalgia y te preguntas por quétuvieron que alejarse y dejar ese enorme vacío en tí.

    Los hijos se alejan de los padres, los amigos se separan, y la vida sigue.

    Personas cambian de hogar, personas  crecen separadas, enemigos odian y se alejan.

    Piensas en todos aquellos que han pasado  por tu memoria, miras a los presentes  y te cuestionas.

    Yo creo en el Plan de Vida de Dios, Él pone  y quita personas en nuestra vida, y cada una de ellas deja huella en nosotros.

    Descubres que estás hecho de pequeñas  piezas de todos aquellos que han pasado  por tu vida . . .

    Eres más por ellos, y serías menos si no hubieran tocado tu vida.

    Si seguimos juntos, o si algún día nos tendremos que separar . . .

    ¡¡ Gracias por tocar mi vida !!

    JUAN APÓSTOL, AMIGO DE CRISTO

    Autor: P. Juan J. Ferrán | Fuente: Catholic.net
    Juan apóstol, amigo de Cristo
    Juan se caracterizó por su gran amor a Cristo. Y es lo que yo necesito, amar a Dios, sentirlo cercano, necesario.

    Juan apóstol,  amigo de Cristo

    Juan era hijo de Zebedeo, pescador de Betsaida y de Salomé, una de las mujeres que estuvieron al servicio de Jesús. Era hermano de Santiago, a quienes se les designaba con el título de "hijos del trueno". Fue discípulo de Juan el Bautista de donde pasó a ser seguidor de Cristo, convirtiéndose en uno de sus apóstoles preferidos, el “discípulo amado".
    Parece ser que Juan vivió después de todo esto en Antioquía y en Efeso. Además de escribir el Evangelio, Juan escribió el Apocalipsis y tres cartas. Finalmente recordamos que fue el acompañante de María .

    Entre todos los aspectos que podríamos señalar en S. Juan, vamos a quedarnos en esta meditación con esa realidad que le caracteriza tanto: su amor a Cristo.

    En la vida de todo hombre están en disputa siempre una serie de valores que compiten entre sí por su primacía. Muchas veces en la esfera de la mente y de la razón se hace evidente para un cristiano que Dios es lo primero. Pero posteriormente en la esfera de lo existencial, de lo vital, del día a día, Dios se oscurece en la conciencia para dar paso a otras realidades que copan plenamente la energía, la atención, el pensamiento, la preocupación, hasta el punto de que se convierten así en las verdaderas razones de nuestro existir.

    Es ésta una lucha constante y normal en nuestro interior. La realidad de Dios se ve frecuentemente vapuleada por otras realidades que la desplazan. Se termina teniendo tiempo para casi todo, pero no para Dios. Hay frases muy usadas y muy conocidas como “no tengo tiempo para el espíritu”, “me es imposible ir a misa”, “no encuentro tiempo para confesarme”, “ya quisiera tener un minuto para poder leer el Evangelio o algún libro formativo”. En el fondo de todo ello está la derrota del espíritu frente a la fuerza y empuje de lo material, de lo inmanente, de lo pasajero. A veces queremos reaccionar frente a esta situación, pero enseguida el tráfago de la vida y las ocupaciones nos apartan de nuestros propósitos.

    Como consecuencia de todo ello, sentimos que el espíritu empieza a perder entusiasmo por Dios y nos encontramos cada vez más con un vacío que nos angustia y llena de culpabilidad. Es como si mascáramos el fracaso de una vida que, a medida que avanza, se siente más vacía. Y es que no podemos apagar la sed del espíritu, es que no podemos negar al corazón lo que el corazón necesita de veras, porque tras el olvido de Dios llega a continuación el poner en un lugar también secundario la familia, la esposa, los hijos, la honradez, la verdad. El fracaso del espíritu siempre arrastra tras sí a todo el hombre.

    Todo ello hace comprender por qué Dios quiere ser Dios en nuestra vida o por qué el hombre no puede concebir una vida sin Dios. La medida de nuestra dicha, de nuestro gozo, de nuestra paz no puede ser otro que Dios. “Nos hiciste, Señor, para ti”. Son palabras que han tenido, tienen y seguirán teniendo una fuerza y una verdad incontestables. Por más que los hombres se empeñen en llenar el vacío de Dios con otras realidades, nunca lo lograrán. Ahí está el porqué Dios es el Señor de nuestras vidas. Sería un suicidio querer plantear una vida y un futuro lejos de Él.

    Pero no basta que Dios sea Dios en nuestra vida. Desde su realidad de Dios, Dios debe ser vivido como Padre, Amigo, Compañero, Confidente. Un Dios en quien se crea, pero que no afecte cordialmente a mi vida, con quien yo no tenga una relación personal e íntima, que yo no sienta a mi lado, nunca terminaría convirtiéndose en mi vida en lo primero. Puedo creer en Dios, puedo respetar a Dios, puedo temer a Dios, pero esto necesariamente no es amor. Y realmente lo que necesito es amar a Dios, es decir, sentirlo como persona, sentirlo cercano, sentirlo necesario.



    Preguntas y comentarios al autor de este artículo

    lunes, 26 de diciembre de 2011

    DAR Y PEDIR PERDÓN...

    Dar y pedir perdón
    Autor: José Antonio Marcellán


    Qué es antes, dar o pedir perdón? En asunto tan complicado, la razón resulta insuficiente. Hay que apelar a la fe: Jesús se adelantó a dar un perdón, que nadie le había pedido: Perdónalos, porque no saben lo que hacen. En esta actitud hay una grandeza moral que se coloca a mil leguas de distancia de los minúsculos ejecutores de enormes crímenes. O, si quieren, se coloca infinitamente cerca: allá donde la misericordia y la miseria se encuentran en el corazón de Dios.

    ¿En qué quedamos, cerca o lejos? Mire usted, en la transcendencia, la distancia no se cuenta por kilómetros. Si nos ponemos sólo razonables -que ya es bastante para algunos-, y comparamos el mal sufrido por las víctimas y el que padecen los verdugos, tenemos que afirmar decididamente que, ante todo, está la obligación de reparar, en la medida de lo posible, el mal que sufren las víctimas inocentes de una barbarie irracional. Por exigencia de justicia social. Posteriormente, y ya por razones humanitarias y por el bien de la paz, se puede entrar en la consideración de mitigación de las penas justamente impuestas. Hasta aquí la razón.

    La fe cristiana, partiendo de estos valores humanos, invita a ir más allá. Pero no se puede ir más allá sin aceptar las realidades de más acá. Para no crear confusión y clarificar actitudes y conciencias, demos a cada uno lo suyo. A la razón lo razonable, y a la fe lo que, desde lo razonable, nos lleva a lo incomprensible, desde la justicia al perdón, incluso al perdón que se anticipa a quien no lo ha solicitado, para que, en su estrechez de miras -no saben lo que hacen-, pueda asombrarse y descubrir un mundo insospechado, donde todas las balanzas de una equilibrada justicia se alteran y donde reina la ley del amor que perdona, incluso a los que siguen siendo enemigos.

    Éstos son los que vencen al mal con el bien; un perdón mayor produce un amor mayor. Ese mundo existe ya entre nosotros, y algunos, sin alardes, lo hacen realidad.

    AGUA DULCE...

    Agua dulce...


    Un pequeño buque de carga navegaba cerca de las costas de América del Sur cuando la provisión de agua potable se le agotó. El capitán no conocía exactamente cuál era su posición; entonces, al percibir otro barco a lo lejos, la tripulación envió por radio un pedido de socorro en estos términos:

    "El agua dulce falta a bordo". Cuál no fue su sorpresa cuando el navío interpelado respondió:
    "¡Sólo tienen que sacar agua!" Así lo hicieron; sacaron agua, la filtraron y bebieron tanta agua dulce como quisieron.

    ¿Que habia sucedido? Su barco se encontraba cerca de la desembocadura del Amazonas, (el agua del mar es salada no se puede beber en cambio el agua de los rios es dulce) el gran río cuyas aguas se pierden en el Atlántico a más de cien kilómetros mar adentro. A pesar de las apariencias contrarias, se salvaron al creer el mensaje que se les dirigió.

    Quizás, amigo, tengas sed de paz, de perdón, de reposo, de redención. Tal vez has buscado saciar esa sed, pero no lo has logrado; ni el trabajo, ni las distracciones, ni el bienestar material han podido apagarla.

    Mas a tu alcance está el río de la gracia y el amor de Dios que corre ancho, profundo e inagotable en medio de las amargas aguas de este mundo. Sólo tienes que aprovechar lo que está a su disposición, pero muchas veces no somos lo suficientemente decididos a dar el paso de recoger esa agua dulce para disfrutar de las maravillosas sorpresas que tiene para nosotros...

    No permitas hoy que ese amor celestial quede alli sin uso,
    no dejes que sea muy tarde y ya no puedas disfrutar de tantas bendiciones guardadas esperando solo para tí...

    Escucha la voz de Jesús: (San Juan 4:13-14). "Cualquiera que bebiera de esta agua (la de este mundo), volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que le daré será en él una fuente de agua  que salte para vida eterna"

    Mateo 11:28  Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.

    domingo, 25 de diciembre de 2011

    ¡BRÍNDATE PARA QUE SEAS FELIZ!

    ¡Bríndate para que seas feliz!


    Si abrigas un bello pensamiento
    no te quedes con él, manifiéstalo.

    Si quieres pedir perdón
    y decirle a esa persona que la quieres, hazlo.

    Si tienes oportunidad de componer un poema,
    escríbelo y obséquialo.

    Si deseas cantar una canción,
    cántala y sé feliz.

    Si unas lágrimas asoman a tus ojos,
    déjalas brotar y desahógate.

    Si te viene el deseo de reír,
    ríe y contagia tu alegría.

    Si ansías tener algo y puedes poseerlo,
    adquiérelo y disfrútalo.

    Si puedes brindar ayuda a un semejante,
    dala toda y no te limites.

    Si vas a dar un consejo,
    mejor sugiere, para no equivocarte.

    Si tienes animales no los maltrates,
    protégelos.

    Si anhelas un mundo más hermoso,
    cuida la naturaleza.

    Si hay un niño a quien puedes educar,
    cuídalo hasta hacerlo hombre.

    Si tienes sueños, hazlos realidad
    esforzándote más y siendo digno.

    Si en verdad quieres ser feliz,
    no te quedes con las ganas y:..

    ¡Sé autentico!
    ¡Sé natural!
    ¡Sé sincero!
    ¡Sé bondadoso! y...
    ¡Bríndate para que seas feliz!

    ORACIÓN POR EL NACIMIENTO DE JESÚS...


    NAVIDAD, FIESTA DE LA ESPERANZA...

    Navidad, fiesta de la esperanza
    Autor: Padre Mariano de Blas, L.C.


    Los que más disfrutan de la Navidad son los niños y los que tienen un alma de niño.

    Hay que ser como niño para poder llevar ante el pequeño Jesús todos los pecados, preocupaciones, tristezas, todos los desalientos, las caídas y desesperanzas y para no tener pena de acercarse a ese Redentor. Un enfermo no tiene miedo de ir al médico puesto que sabe que lo va a intentar curar. El que sufre una enfermedad del alma va en busca de Cristo Redentor, ¿quién tiene miedo de ese Salvador que tiene cara de niño?

    Y se necesita ser niño para decirle: “Te necesito. Vengo cansado de ir por tantos caminos de la vida. No he encontrado la verdadera paz lejos de Ti. Por eso, me pongo en fila donde está Zaqueo y María Magdalena, el buen ladrón y tantos otros pecadores que van con la mano abierta para pedir esa felicidad y esa paz que no han encontrado”. Y pedir con fe, para saber que se va recibir esa gracia.

    Ser como niño para pedir con la fuerza de la necesidad cuando de veras se siente. Un pobre que pide limosna no necesita inventar un discurso para decir que tiene hambre. Nosotros no necesitamos inventarlo para decirle a Dios que tenemos hambre y sed de una verdadera felicidad.

    Se necesita ser niño para estar seguros que ese Redentor puede curar todos nuestros males. Puede convertir mi tristeza en alegría porque es todopoderoso, mi enfermedad en salud, mi desesperanza en confianza, mis tinieblas en luz.

    Cristo ha sido para millones de seres humanos, el camino, la verdad y la vida. También puede ser eso mismo para mi, para ti en está Navidad.

    Para todos los pecados, infidelidades y debilidades, hay perdón. Para todas las dudas, problemas, dificultades, los “no puedo”, hay respuesta y ayuda. Para todas las ilusiones muertas hay probabilidades de una resurrección.

    Para ti, para mí hay solución. Tú tienes solución, si te acercas a ese Niño con fe y le dices con los labios, con el corazón y la mente: “¡Señor, si quieres, puedes curarme!”
    Brindo por ese Dios que no nos trae propaganda, palabras o promesas vacías, por ese Redentor que sabe la grave enfermedad del hombre y que se arriesga a venir, que se contagia de la enfermedad y así nos cura.

    Brindo también por ese Dios que sigue esperando que el hombre le vuelva a decir en esta Navidad: “te sigo amando.” Ese Dios, ese Redentor, ese Niño de Belén es tuyo.

    Si alguna vez de niño, joven o de adulto viviste una Navidad auténticamente feliz, en paz con Dios, contigo mismo y con los demás, esta Navidad puede ser igual, puede incluso ser mejor todavía.

    Deseo a cada uno una verdadera Navidad que es aquella en la que Dios es aceptado dentro de casa.


    Dios es un niño que ríe contigo.
    Dios es un niño que llora, que llora por ti.
    Dios es un niño que ama,
    que te ama con corazón de niño
    y con la fuerza de un Dios.
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