viernes, 11 de enero de 2019

SALVADO DEL ABISMO


Salvado del abismo




Suceden cosas en la vida que te hacen sufrir mucho, pero después de poco o de mucho tiempo adviertes que fue lo mejor que te pudo pasar. Como aquel señor que llegó tarde al aeropuerto por un embotellamiento de tránsito. Estaba todavía lamentándolo con un amigo, cuando se propaló la noticia de que el avión apenas remontado se precipitó fatalmente a tierra.

El pintor inglés Thornbill recibió el honroso encargo de pintar el interior de la cúpula de la catedral de San Pablo en Londres. Luego de muchos meses de arduo trabajo terminó este importante compromiso. Para mirar bien su obra de arte retrocedió poco a poco sobre el andamio para apreciarla en su conjunto. Sin darse cuenta estaba llegando al borde del andamio en lo alto de la cúpula. Medio paso más y hubiera caído fatalmente. Uno de sus ayudantes de inmediato tomó un pincel y empezó a pintar una raya horrible a través del cuadro. Indignado el pintor se lanzó hacia el culpable para arrancarle el pincel. Pero su ira se convirtió en gratitud cuando éste le dijo: "Te salvé la vida, pues corriste hacia delante y te alejaste del abismo".

A veces Dios hace lo mismo con nosotros: para salvarnos de desgracias irreparables dispone algún acontecimiento que nos duele, pero que en su designio de amor nos hará crecer en madurez, o superar un vicio que nos esclaviza, o prescindir de una amistad peligrosa, o abrir la mente a enfoques más generosos y altruistas… Confía en el Señor que te ama.



* Enviado por el P. Natalio

LA HORA DE LOS ABUELOS


La hora de los abuelos
Protagonistas importantes en la educación de los nietos


Por: Manuel Caballero Chavero | Fuente: http://www.sontushijos.org 




En otras épocas históricas la importancia e influencia de los mayores en la sociedad de su tiempo llegó a ser de gran importancia. En nuestra sociedad y por motivos distintos vuelven a tener un protagonismo del que no se debe hacer dejación. En primer lugar, y por suponer un numeroso colectivo, al ser sujetos con derecho a voto tienen la obligación de aportar a la sociedad su experiencia y sabiduría colaborando en los cambios de la sociedad. En segundo lugar, y debido a la temprana edad de jubilación, a el aumento en la prolongación de la vida, a la situación de pluriempleo de los hijos y a la experiencia y sabiduría acumulada, los abuelos de esta generación estamos llamados a prestar un gran servicio a nuestros hijos y por tanto a esta sociedad, a través de la educación de nuestros nietos.

Protagonistas importantes en la educación de los nietos

Si es cierto que la educación es fruto del amor y del cariño, los abuelos estamos en extraordinarias condiciones de colaborar con nuestros hijos en estos aspectos de la educación que constituyen la base y cimiento para el desarrollo armónico de la personalidad de todo individuo. Estos valores educativos se transmiten por ósmosis, por contacto físico, a través de la convivencia en el trato diario. De todos es sabido la íntima relación cariñosa y de “complicidad” y entendimiento que se establece entre abuelos y nietos. Nuestros hijos, en la mayoría de los casos, por motivos laborales principalmente, no disponen del tiempo necesario para realizar esta labor en un clima de sosiego, paciencia y serenidad, tan necesarios en el proceso formativo. Sería una actitud demasiado egoísta plantearse esta etapa de la vida como premio y descanso al trabajo realizado hasta ahora desentendiéndose de los problemas que nos rodean. Los abuelos estamos obligados, por vocación, a seguir prestando nuestro mejor servicio para la consecución de una sociedad mas justa, solidaria y más humana, a través de la familia concreta en la que nos desenvolvemos.

Otra condición necesaria para educar, junto con el tiempo suficiente para poder hacerlo, es poseer y haber experimentado los valores que se pretenden transmitir, valores que ennoblecen al ser humano y le dan sentido a su existencia.

1.-Experiencia y sabiduría

A lo largo de los años hemos ido adquiriendo la sabiduría suficiente para ser verdaderos maestros en el conocimiento de los valores verdaderos y de los caminos que llevan a la verdadera felicidad.

Por esto los ancianos siempre estuvieron revestidos de una especial dignidad en todas las culturas históricas, por considerarles dotados del conocimiento de la ciencia de la vida, es decir, poseedores de la sabiduría. Sabiduría que es sinónimo de prudencia, tan necesaria en el actuar humano. Se dice que “sabio no es sólo el que conoce las cosas, sino el que sabe ordenarlas con vistas a su último fin”.

No podemos privar a nuestros nietos de esta riqueza que hemos ido acumulando a lo largo de los años y que constituye nuestro mayor tesoro, la mejor herencia que podemos trasmitirles.

2.- Savia y fortaleza

Pero la influencia de los abuelos en la familia no se agota con nuestra colaboración en la educación de los nietos, sino que llega más allá.

Por todo lo anteriormente dicho debemos ser para nuestras respectivas familias lo que las raíces y el tronco son para los árboles: alimento y sostén. Lo más bonito y agradable de los árboles son las ramas, las flores y los frutos. Pero nada de esto sería posible sin la sabia que aportan las raíces y sin la fortaleza y el apoyo del tronco. En una sociedad donde todo se tambalea, la firmeza de los mayores en la defensa de los valores humanos y sobrenaturales que sostienen y enriquecen a la sociedad, se hacen actualmente imprescindibles. Nuestro testimonio de fidelidad a los compromisos que un día, ya lejano, sellamos con un “sí quiero”, deben ser guía y orientación en la actuación de nuestros hijos y de nuestros nietos Es este un servicio que nosotros debemos prestar y que esta sociedad demanda a gritos.

3.- En presencia de Dios

Poniendo a Dios por testigo iniciamos esta gran aventura de crear una familia. Y se multiplicaron los frutos: primero, los hijos, y después los segundos frutos del amor matrimonial, los nietos. Y se llenaron de vida y alegría nuestros hogares. Me alegra comprobar que se cumplió lo que en aquel momento, el Sacerdote que representaba a Dios en ese acto, nos deseó con palabras de la Sagrada Escritura:

“Que vuestra unión sea fecunda, que seáis padres de probada virtud, y que veáis, ambos, los hijos de vuestros hijos hasta la tercera y cuarta generación”.

LA CURACIÓN DEL LEPROSO


La curación del leproso
Por: P. Enrique Cases | Fuente: Catholic.net 




Entre los milagros que llevaron a muchos a creer y que mueven a Nicodemo a hablar con Jesús está la curación del leproso. Los evangelistas no señalan expresamente que fue en aquellos días, y lo sitúan de un modo inconcreto en una ciudad, pero parece muy probable que sea el Simón leproso el mismo que invitará a Jesús a comer unos días antes de la tercera pascua en Betania. Debía ser un personaje más o menos importante. La proximidad pudo conmover más a Nicodemo que procura enterarse del mensaje de Jesús y de su misma persona.

"Y vino hacia Él un leproso que, rogándole de rodillas, le decía: Si quieres, puedes limpiarme. Y compadecido, extendió la mano, le tocó y le dijo: Quiero, queda limpio. Y al momento, desapareció de él la lepra y quedó limpio. Le conminó y enseguida lo despidió, diciéndole: Mira, no digas nada a nadie; pero anda, preséntate al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio. Sin embargo, una vez que se fue, comenzó a proclamar y a divulgar la noticia, hasta el punto de que ya no podía entrar abiertamente en ciudad alguna, sino que se quedaba fuera, en lugares apartados. Pero acudían a Él de todas partes" (Mc).


Verificar la curación

La lepra es una enfermedad especialmente grave, pues junto a las llagas que deforman el cuerpo y que llevan lentamente a la muerte, se cría que era contagiosa y, por ello el leproso está sometido a prohibiciones como el acercarse a los sanos bajo pena de lapidación. Si se producía una curación tenía que se verificada por los sacerdotes. Era fácil ver en esta enfermedad la triste condición del pecador.


Acto de fe

El leproso acude a Jesús, con riesgo de su vida, con una petición humilde y dolorida: "si quieres, puedes limpiarme" Es un acto de fe, pues afirma que puede curarle, que está en su poder, y desea que esté también en su querer. Jesús no investiga su fe, la ve. Y accede rápidamente, lo toca con todo lo que esto llevaba de contaminarse legal y físicamente, dice "quiero, sé limpio", y se cura. La inmediata petición de discreción sorprende, pues muchos otros milagros son hechos para que crean los presentes; aquí hay silencio, quizá porque, en este caso, la lepra no era aún publica, o por otra razón que los evangelistas callan. Sí se le pide que vaya a los sacerdotes. No dice si siguió como discípulo; pero todo parece indicar que no sólo lo fue, sino que se cuenta entre el grupo de incondicionales, o amigos, si se quiere expresar así. Jesús quiere discreción para que no se malogren el crecimiento de sus primeras acciones en Judea.

UN RATITO CON EL ESPÍRITU SANTO - LA VIDA DEL CUERPO, LA VIDA DEL ALMA


UN RATITO CON EL ESPÍRITU SANTO
La vida del cuerpo - La vida del alma




El ser humano es "unidad de cuerpo y alma". El libro del Génesis, por ejemplo, nos dice que Dios creó a Adán modelándolo primero en barro y luego soplando sobre él (cf. Gn 2,7). Esto quiere decir que la persona humana tiene una dimensión material (su cuerpo) y otra espiritual  (su alma). Esta última es inmortal y abierta a Dios.

Hay muchas necesidades corporales que debemos satisfacer. Por ejemplo: comer, dormir, vestirse, etc. No somos "angelitos", ya que tenemos un cuerpo vivificado, debemos preocuparnos para que nadie carezca de los bienes materiales necesarios. ¡Es una vergüenza para la sociedad que existan personas viviendo en la miseria!


La vida del alma

Ahora bien, atender las necesidades materiales no es todo, pues tenemos un alma. Y es una pena que mucha gente se haya olvidado de esta verdad. Incluso personas que declaran ser católicas viven solo preocupadas de las cosas materiales, y descuidan totalmente las necesidades espirituales.

Cuando no saciamos las necesidades espirituales de nuestra alma, esta se "enfría" o están como muerta. Es lo que se llama "falta de vida interior". No debemos de estar nunca en esa situación. Si descuidamos la vida interior nos ponemos en peligro de perder el cielo que e es lo que Dios quiere para nosotros. (cf. Flp 3,20)


P. Carlos Rosell De Almeida

UN RATITO CON SAN JOSÉ: EXPRESIONES A SAN JOSÉ


UN RATITO CON SAN JOSÉ
Expresiones a San José



A San José, la piedad de la Iglesia le llama de varias formas. Todas ellas muy bonitas y que podemos usara para rezarles. Así, por ejemplo, vamos a señala algunas: "Custodio casto de María", "Padre nutricio del Hijo de Dios", "Solícito defensor de Cristo", "Jefe de la Sagrada Familia",  "Espejo de paciencia", "Honra de la vida doméstica", "Modelo de los obreros",  "Amparo de las familias", "Esperanza de los enfermos",  "Abogado de los moribundos", "Terror de los demonios", etc.

Sería muy provechoso para nuestra vida espiritual que todos los días usáramos algunas de estas expresiones para acudir a San José. Quisiera dejarles un consejo; acudan siempre a San José, él les ayudará a estar en compañía de Jesús y María.


P. Carlos Rosell De Almeida

PAPA FRANCISCO: LOS SALESIANOS ME HAN FORMADO EN LA BELLEZA, EL TRABAJO Y LA ALEGRÍA


Papa Francisco: Los salesianos me han formado en la belleza, el trabajo y la alegría
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



El Papa Francisco recordó su experiencia educativa con los salesianos en el Colegio Wilfrid Barón de los Santos Ángeles, en la ciudad argentina de Ramos Mejía, donde curso Sexta Elemental, y reconoció que allí “tuve la suerte de vivir y de disfrutar también yo del clima de alegría y de familia”.

“Los salesianos me han formado en la belleza, el trabajo y en el estar muy alegre, y ese es vuestro carisma”, aseguró.

El Santo Padre realizó estas declaraciones en el prólogo al libro “Evangelii gaudium con Don Bosco”, publicado en lengua italiana por Elledici, donde la Familia Salesiana analiza en clave educativo-pastoral el mensaje del Papa Francisco en su exhortación apostólica “Evangelii gaudium”.

En el prólogo, el Pontífice destaca que lo salesianos “me han ayudado a crecer sin miedo, sin obsesiones. Me han ayudado a ir adelante en la alegría y en la oración. Como tuve ocasión de recordaros en la visita a la Basílica de María Auxiliadora, el 21 de junio de 2015, vuelvo a recomendaros tres amores blancos de Don Bosco: La Virgen, la Eucaristía y el Papa”.

Resaltó que Don Bosco “se confiaba a Dios rezando a la Virgen y aquella confianza en María le daba la valentía para afrontar los desafíos y los peligros de la vida y de su misión”.

“La Eucaristía, como segundo amor de Don Bosco, debe recordaros que hay que iniciar a los muchachos en la práctica de la liturgia, bien vivida, para ayudarlos a entrar en el misterio eucarístico y no olvidar la Adoración”.

Finalmente, “el amor al Papa: no es sólo amor por su persona, sino por Pedro como cabeza de la Iglesia y como representante de Cristo y esposo de la Iglesia. Detrás de ese amor blanco por el Papa está el amor por la Iglesia”.

Asimismo, señaló que los salesianos “sois afortunados porque vuestro fundador, Don Bosco, no era un santo de cara de ‘viernes santo’, triste, enfadado… Por el contrario, era de ‘domingo de Pascua’. Siempre alegre, acogedor a pesar de las mil fatigas y dificultades que lo asediaban continuamente”.

“No en vano para él la santidad consistía en estar ‘muy alegres’. Podemos definirlo, por lo tanto, como un ‘portador sano’ de aquella ‘alegría del Evangelio’”.

El mensaje de Don Bosco “fue un mensaje revolucionario en un tiempo en el cual los sacerdotes vivían con desapego la vida del pueblo. La ‘alta medida de la vida cristiana’ Don Bosco la pone en práctica entrando en la ‘periferia social y existencial’ que crecía en el Torino del siglo XIX, capital de Italia y ciudad industrial, que atraía a cientos de muchachos en busca de trabajo”.

Don Bosco “descendía a las calles, entraba en las canteras, en las fábricas y en las cárceles y allí se encontraba con chicos abandonados, a merced de los padrones del trabajo sin escrúpulos. Llevaba la alegría y la sanación del verdadero educador a todos los muchachos que arrancaba de la calle, los cuales encontraban en Valdocco –el primer Oratorio fundado por Don Bosco– un oasis de serenidad y el lugar en el cual aprendían a ser ‘buenos cristianos y ciudadanos honestos’”.

Hoy, el salesiano “está llamado a acudir al encuentro de las periferias del mundo y de la historia, las periferias del trabajo y de la familia, de la cultura y de la economía, que tienen necesidad de ser curadas”.

“El salesiano –continuó Francisco– es un educador que abraza las fragilidades de los chicos que viven en la marginación y sin futuro, se inclina sobre sus heridas y las sana como un buen samaritano. El salesiano también es optimista por naturaleza, sabe proteger a los muchachos con realismo positivo”.

“Como enseñaba Don Bosco, el salesiano reconoce en cada uno de ellos, incluso en los más rebeldes y descontrolados, ‘aquel punto de acceso al bien’ sobre el cual trabajar con paciencia y confianza”.

Por último, subrayó que “el salesiano es portador de la alegría que nace de la noticia de que Jesucristo ha resucitado y que es inclusiva de toda condición humana. De hecho, Dios no excluye a nadie. Para amarnos no pide que seamos perfectos, y no nos pide permiso para amarnos. Nos ama y nos perdona”.

ESTAS SON LAS FECHAS EN QUE EL PAPA FRANCISCO VISITARÁ RUMANÍA


Estas son las fechas en que el Papa Francisco visitará Rumanía
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa





El Papa Francisco viajará a Rumanía del 31 de mayo al 2 de junio, según lo informó el Director interino de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, este viernes 11 de enero.

La declaración oficial indica que “acogiendo la invitación del Presidente, de las autoridades del Estado y de la Iglesia Católica en Rumanía, Su Santidad el Papa Francisco realizará un Viaje Apostólico al país del 31 de mayo al 2 de junio de 2019, para visitar las ciudades de Bucarest, Iaşi, Blaj y el Santuario mariano de Șumuleu Ciuc”.

El lema de la visita es “Caminamos juntos” y el logotipo representa el pueblo de Dios de Rumanía que camina baja la protección de la Virgen con los colores de la bandera: azul, amarillo y rojo.

“Rumanía es llamada frecuentemente ‘jardín de la Madre de Dios’, término apreciado por todos los fieles y que fue usada también por San Juan Pablo II durante la visita de 1999. La visita del Papa Francisco retoma esta acentuación mariana, invitando a unir todas las fuerzas bajo el mantel protector de la Virgen”, señala la nota vaticana.

El Papa Francisco había anunciado sus intenciones de realizar un viaje a Rumanía durante la visita ad limina de los Obispos del país en noviembre de 2018.

En la ciudad de Bucarest, la capital, el Papa se reunirá con el Patriarca ortodoxo Daniel; en Blaj, fue donde se realizó la primera traducción al rumano de la Biblia, publicada en 1795 con la doble versión en caracteres cirílicos y latinos; en Iasi fue la primera diócesis latina del país, junto a Bucarest fueron constituidas por el Papa León XIII en 1883 y Miercurea Ciuc en la región de Transilvania donde celebrará la Misa en el monasterio de Csiksomlyoi, localizada en Simulea Ciuc.

San Juan Pablo II visitó Rumanía del 7 al 9 de mayo de 1999 y allí tuvo un encuentro histórico con el entonces Patriarca ortodoxo Teoctist. Durante el viaje, recordó a los siete mártires greco católicos durante una Divina Liturgia celebrada en rito greco católico en la Catedral de San José en Bucarest.

En su homilía, San Juan Pablo II dijo afirmó que fue a rendir homenaje al pueblo rumano “a los hermanos y hermanas que han consagrado esta tierra con el testimonio de su fe, haciendo florecer en ella una civilización inspirada en el evangelio de Cristo; a un pueblo cristiano orgulloso de su identidad, defendida con frecuencia a un precio muy elevado, en las tribulaciones y en las vicisitudes que han marcado su existencia”.

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 11 DE ENERO 2019


Lecturas de hoy 11 de Enero. Feria de Navidad
 Hoy, viernes, 11 de enero de 2019



Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (5,5-13):

¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo. No sólo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo. Si aceptamos el testimonio humano, más fuerza tiene el testimonio de Dios. Éste es el testimonio de Dios, un testimonio acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios tiene dentro el testimonio. Quien no cree a Dios le hace mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y éste es el testimonio: Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. Quien tiene al Hijo tiene la vida, quien no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Os he escrito estas cosas a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que os deis cuenta de que tenéis vida eterna.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 147,12-13.14-15.19-20

R/. Glorifica al Señor, Jerusalén

Glorifica al Señor, Jerusalén; 
alaba a tu Dios, Sión: 
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, 
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R/.

Ha puesto paz en tus fronteras, 
te sacia con flor de harina. 
Él envía su mensaje a la tierra, 
y su palabra corre veloz. R/. 

Anuncia su palabra a Jacob, 
sus decretos y mandatos a Israel; 
con ninguna nación obró así, 
ni les dio a conocer sus mandatos. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (5,12-16):

Una vez, estando Jesús en un pueblo, se presentó un hombre lleno de lepra; al ver a Jesús cayó rostro a tierra y le suplicó: «Señor, si quieres puedes limpiarme.» 
Y Jesús extendió la mano y lo tocó diciendo: «Quiero, queda limpio.» Y en seguida le dejó la lepra. 
Jesús le recomendó que no lo dijera a nadie, y añadió: «Ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés para que les conste.» 
Se hablaba de él cada vez más, y acudía mucha gente a oírle y a que los curara de sus enfermedades. Pero él solía retirarse a despoblado para orar.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy viernes, 11 de enero de 2019
 Alejandro, C. M. F.


Queridos amigos, paz y bien.

“Si quieres, puedes limpiarme”. ¡Cuánta fe en esas palabras! Ya me gustaría a mí tener esa fe. No es posible imagina el sufrimiento de los leprosos. Hoy en día la lepra sigue siendo una enfermedad que produce rechazo. Hay medicamentos que retardan sus devastadores efectos, pero no están al alcance de todos. 

En la época de Jesús, la lepra era mucho peor, porque se creía un castigo de Dios. Se sumaban varios rechazos: el de la familia, el de la comunidad, el del templo… Eran impuros a todos los niveles. Quizá por eso la petición que hace el leproso a Jesús suena tan dramática, tan llena de confianza y a la vez tan desesperada.

Cuando Jesús cura al leproso, le da mucho más que la salud. Le reintegra a la sociedad, le permite volver a la familia, a la sociedad, la posibilidad de volver a dar gloria a Dios en el templo. 

Sabemos que lo que leemos en el Evangelio no ha sido recogido para leerlo y ya. Se trata de pasar a la acción (Iglesia en salida, en palabras del Papa Francisco). Se trata de acercarnos a los leprosos de nuestro tiempo. Hay muchos enfermos, víctimas de la violencia y de la guerra, personas mayores, solitarios… Jesús quiere curarlos a través de nuestra acción. También hoy los seguidores de Jesús se ocupan de los leprosos, de los que padecen sida, de los enfermos a quienes nadie quiere cuidar. Al obrar de este modo, restauran la dignidad incomparable de los hijos de Dios. Dignidad que nadie ni nada puede arrebatarles porque en sus enfermedades y miserias es el mismo Dios quien reclama nuestra solidaridad y nuestro amor.

Por cierto, como Jesús, que no se nos olvide orar, para poder hacer esto. Sin oración, no hay nada que hacer. 

Vuestro hermano en la fe,
Alejandro, C. M. F.

BUENOS DÍAS




jueves, 10 de enero de 2019

EL CARRITO DEL SÚPER


El carrito del súper



Nuestros actos, aunque insignificantes, pueden influir positivamente en los demás. Veamos algo tan simple como volver a su lugar el carrito del súper que hemos usado. No parece una gran cosa, ¿verdad? Pero observemos algo que realmente ha sucedido.

Un hombre y su pequeño hijo fueron de compras y, cuando cargaban los comestibles en el auto, el padre le dijo al niño que volviera el carrito a su lugar. “Vamos, papá”, respondió el hijo. “Hay carros por todos lados, nadie los pone de vuelta en su lugar. Para eso tienen empleados que lo hacen”. El padre dudó un momento, pensando si valía la pena continuar la discusión. Pero luego vio que unas parejas de ancianos iban juntos llevando de vuelta el carrito que habían usado. Entonces le dijo al niño: “Hijo, hay dos clases de personas en el mundo: los que ponen los carritos de vuelta en su lugar, y los que no lo hacen. Nosotros somos del primer grupo”.

Seguramente la pareja de ancianos no se enteró de qué modo su buena acción había influido en la educación de un niño. El muchachito no se olvidará de esa lección. Esta anécdota nos recuerda que nuestros actos pueden influir en los demás. Albert Einstein escribió: “Dar ejemplo no es la forma principal de influir en los demás, sencillamente es la única forma”. Amigo/a, persiste en dar buenos ejemplos.



* Enviado por el P. Natalio

IMAGEN DE CALENDARIO 2019: MES DE ENERO


UNA VISITA A SANTA MARTA


Una visita a Santa Marta



La basílica de San Pedro, la capilla Sixtina e incluso la parroquia de Santa Ana son conocidas por visitantes y peregrinos en el Vaticano. Sin embargo, el pequeño Estado cuenta con otros lugares de oración, habitualmente cerrados al público. Hoy, descubrimos la capilla de la residencia de Santa Marta, donde el Papa celebra su misa diaria.

Entre las capillas menos conocidas del Vaticano hay una que recibe una atención casi diaria entre muchos fieles: la capilla del Espíritu Santo, también conocida como Santa Marta, por el nombre de la residencia que la alberga. En efecto, es aquí donde el papa Francisco celebra su misa diaria y cuyas homilías atraviesan las paredes de la capilla gracias a la publicación de extractos en el portal oficial Vatican News.

Desde el inicio de su pontificado, el papa Francisco no ha querido instalarse en los apartamentos pontificios del Palacio Apostólico, sino que escogió la residencia de Santa Marta. Este enorme inmueble fue construido en 1996 al sur de la basílica de San Pedro, inicialmente para servir de alojamiento a los huéspedes de paso y para los cardenales durante los cónclaves. Sus habitaciones, cómodas pero sin ostentaciones, están amuebladas con sobriedad.

Para el Soberano Pontífice argentino, la elección de esta residencia estuvo guiada ante todo por el deseo de escapar de la soledad inherente a su cargo de jefe de la Iglesia católica. Instalado en la habitación número 201 de Santa Marta, el ocupante papal puede tener hasta 130 vecinos, repartidos en las cuatro plantas que componen este hotel eclesiástico.

Prácticamente todas las mañanas, el obispo de Roma celebra misa a las 7 en la pequeña capilla de la planta baja de la Casa de Santa Marta, entre la residencia y la Muralla Leonina: la capilla del Espíritu Santo. A esta eucaristía pueden asistir diariamente unas cincuenta personas de entre los empleados del Vaticano. Los fieles “jubilares”, es decir, que celebran un aniversario importante de matrimonio o de ordenación, pueden solicitar asistir también.

Desde 2014, el sucesor de Pedro ha propuesto incluso que la misa esté abierta a los feligreses romanos, para que puedan rezar junto a su obispo. Son los curas de la capital italiana los encargados de pedir autorización para participar en la celebración con un grupo de fieles. Son unos 25 privilegiados los que reciben permiso para asistir cada día.

Dedicada a la tercera persona de la Trinidad, hay muchos elementos decorativos de la capilla que evocan al Espíritu Santo. Una paloma dorada, por ejemplo, domina uno de los ábsides. Sobre el altar se lee una inscripción en latín: “Ven Espíritu Santo a renovar el corazón de tus fieles”. Toda la capilla está compuesta por motivos triangulares, símbolo de la Trinidad. Es el caso del enlosado, por ejemplo, cuyos colores recuerdan la bandera del Vaticano. El mármol del altar, la techumbre o incluso los pilares a lo largo de la nave se componen también de motivos triangulares.

Además, la capilla está decorada en su lado derecho con un gran ventanal que da directamente a la muralla que forma la frontera del Estado más pequeño del mundo. En el lado izquierdo, una Santa Virgen en bronce vela a su Hijo en brazos. Tiene la cabeza girada hacia el ambón en mármol blanco, donde predica el Pontífice. Cabe destacar la presencia de un pequeño órgano, regalo al papa Juan Pablo II de parte de la organización benéfica estadounidense de los Caballeros de Colón en 1997.

Este pequeño remanso de paz moderno y silencioso recibe cada día las oraciones del Vicario de Cristo sobe la tierra. El Sucesor de Pedro no solo celebra misa y predica en este lugar, sino que también se recoge en silencio en ciertos momentos del día, en particular por la tarde, para un tiempo de meditación.



Fuente: Aleteia

UN RATITO CON SAN JOSÉ: TÍTULOS DE SAN JOSÉ


UN RATITO CON SAN JOSÉ
Títulos de San José




En la Iglesia, San José recibe varios títulos. Por mencionar algunos, San José es el patrono de la Iglesia universal, el patrono de los trabajadores, el patrono de los padres de familia, el patrono de los seminarios y el patrono de la buena muerte.

Y por si no lo saben, además, San José es patrono de algunos países como por ejemplo: Austria, Bélgica, Canadá, China, Corea, Croacia, Vietnam y Perú.

Por encima de todos estos títulos, San José estará muy contento con nosotros si nos esforzamos por tratar con cariño a Jesús y María Santísima. Forjar una sólida piedad eucarística y mariana es la mejor manera de honrar a este santo varón.

P. Carlos Rosell De Almeida

UN RATITO CON EL ESPÍRITU SANTO: SEÑOR Y DADOR DE VIDA


UN RATITO CON EL ESPÍRITU SANTO
Señor y dador de vida




Cierta vez, un señor se le acercó a un sacerdote para decirle: "Padrecito, rece mucho por mi negocio, pues ha bajado la clientela y tengo seis hijos que alimentar". Este sacerdote, conmovido, le señaló: "Hijo mío, me comprometo a rezar todos los días para que tu negocio no quiebre, más aún, rezaré para que se triplique tu clientela". Luego de tres meses se volvieron a encontrar. El señor, emocionado, abrazó al sacerdote y le dijo casi llorando: "Padrecito, mil gracias por sus oraciones, pues mi negocio no quebró, al contrario, la clientela se ha triplicado". El sacerdote, lleno de alegría, le dijo: "Me alegra mucho que mis oraciones hayan dado resultado. Por cierto, ¿cuál es tu negocio?. El señor rápidamente contestó: "Es una funeraria".

Este sacerdote, sin saberlo, estaba rezando para que muriera más gente. Ahora bien, todos nos vamos a morir; sin embargo, el alma no muere. Tras la muerte el alma sigue viviendo, porque es inmortal.

Además, el Espíritu Santo da la verdadera vida al alma, por eso, le llamamos "Señor y dador de vida". Le decimos "Señor", porque es Dios; y "Dador de vida", porque nos hace vivir con Cristo, verdadera vida del alma.


P. Carlos Rosell De Almeida

EL CONSUELO DIVINO


El consuelo divino
El dolor llega de muchas maneras a la propia vida. En esos momentos, sentimos necesidad del consuelo de un amigo.


Por: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net 




El dolor llega de muchas maneras a la propia vida. A veces por circunstancias y situaciones externas: una crisis económica, un terremoto, un accidente de tráfico, una epidemia. Otras veces, a través de personas concretas: un “amigo” que nos traiciona, un consejero que nos engaña, un prestamista que nos ahoga con su extorsión, un enemigo que consigue destruir nuestra fama...

También hay dolores que nacen desde uno mismo. Porque descubrimos nuestra miseria, porque fuimos infieles a una promesa, porque no supimos ayudar al amigo cuando lo necesitaba, porque cedimos a una tentación mezquina, porque nos encerramos en el egoísmo, porque no aprendimos a ser humildes, porque dejamos que el odio aprisionase el propio corazón...

En esos momentos, sentimos necesidad del consuelo de un amigo, de un familiar, de una persona honesta. Pero no será nunca suficiente. Porque ciertos males pueden ser curados sólo con una Mano capaz de llegar dentro, a lo más íntimo, a lo más profundo, a lo más misterioso de uno mismo.

Dios nos ofrece, en tantos modos, esa Mano amiga. En la confesión, cuando acoge nuestro gesto humilde y nos repite, como en tantas páginas del Evangelio, “Yo te perdono”. En la Eucaristía, cuando participamos dignamente del Sacrificio de la Pascua, cuando tocamos al Cordero que sigue en medio de su Pueblo. En los ratos de lectura del Evangelio, que nos traen ecos del Maestro, que nos susurran al oído enseñanzas de consuelo.

Dios permite que la vida nos hiera de mil modos. Pero siempre encontraremos en Su Amor un consuelo capaz de vendar la herida, de curar con su mano las penas del alma (cf. Jb 5,18 y Sal 147,3). Al mismo tiempo, ese Amor nos invitará a convertirnos, los unos para con los nosotros, en consuelo mutuo. “Y el Dios de la paciencia y del consuelo os conceda tener los unos para con los otros los mismos sentimientos, según Cristo Jesús” (Rm 15,5).

Sí: Dios es un Dios de consuelo, es un Dios cariñoso, es un Dios que conserva y que mima a cada uno de sus hijos. Quizá ahora no comprendemos el porqué de una prueba, de una enfermedad, de la muerte de un ser querido. Pero si acogemos Su misericordia, si vivimos confiados en su Amor, ya aquí gozaremos de la paz de Cristo. Y un día lo veremos, sin misterios, como Amor divino, como Consuelo eterno y verdadero.

SI NO AMAS A TU HERMANO, NO PUEDES AMAR A DIOS, ASEGURA EL PAPA FRANCISCO


Si no amas a tu hermano, no puedes amar a Dios, asegura el Papa Francisco
Redacción ACI Prensa
Foto: Vatican Media



Durante la Misa celebrada este jueves 10 de enero en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco advirtió que, si se afirma que se ama a Dios, pero no se ama al hermano, al prójimo, entonces se es un mentiroso, porque “si no amas a tu hermano no puedes amar a Dios”.


En su homilía, el Santo Padre contrapuso el “espíritu del mundo” al “espíritu de Dios”. “El espíritu del mundo es el espíritu de la vanidad, de las cosas que no tienen fuerza, que no tienen fundamento y que caerán”. El espíritu del mundo está “lleno de aire” y engaña porque “es hijo del padre de la mentira”.

Siguiendo las palabras del Apóstol San Juan en la primera lectura del día, cuando dice “quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve”, Francisco planteó: “si tú no eres capaz de amar algo que ves, ¿cómo vas a amar los que no ves? Es una fantasía”, aseguró el Papa. Por el contrario, el camino del Espíritu de Dios “no sirve para las fantasías”.

“Si no eres capaz de amar a Dios en lo concreto, no es cierto que tú ames a Dios”, aseguró. “El espíritu del mundo es un espíritu de división, y cuando se introduce en la familia, en la comunidad, en la sociedad, siempre genera división: siempre”.

Una vez que se ha introducido esa división, explicó el Papa, “crecen las divisiones y surge el odio y la guerra. El Apóstol Juan dice: ‘Si uno dice que ama a Dios pero odia a su hermano, es un mentiroso’, es decir, un hijo del espíritu del mundo, que es pura mentira, pura apariencia”.

“Esta es algo sobre lo cual nos hará bien reflexionar: ¿yo amo a Dios? Pero vayamos a la clave de la cuestión y veamos cómo tú amas a tu hermano”.

En este sentido, el Pontífice citó tres señales que indican que una persona no ama a su hermano. “La primera señal requiere que nos preguntemos: ¿rezo por las personas? Por todas, de forma concreta, por aquellas que me son simpáticas y también aquellas que me son antipáticas, por aquellas de los que soy amigo y por aquellos que no soy amigo”.

“Segunda señal: cuando siento en mi interior sentimientos de celos, de envidia, y me viene la necesidad de desear el mal…, es una señal de que no amas. Párate ahí. No dejes creces esos sentimientos: son peligrosos. No los dejes crecer”.

Por último, “la señal más cotidiana de que no amo al prójimo y, por lo tanto, de que no puedo amar a Dios, es la habladuría. Metámoslo en el corazón y en la cabeza, claramente: si difundo habladurías, no amos a Dios, porque con las habladurías estoy destruyendo a esa persona”.

“Las habladurías son como los caramelos de miel: tomo uno, y otro, y otro, y luego el estómago se estropea con tantos caramelos… Porque es bello, es ‘dulce’ hablar de los demás, parece algo bueno, pero destruye. Y eso es señal de que no amas”.

Ese espíritu del mundo, aseguró el Papa Francisco, “se vence con el espíritu de la fe: creer que Dios está en mi hermano, en mi hermana. La victoria que ha vencido el mundo es nuestra fe. Únicamente con mucha fe se puede avanzar en este camino, no con pensamientos humanos de buen sentido…, no, no: no sirve. Ayudan, pero no sirven para esta lucha”.

“Únicamente la fe nos da la fuerza para no difundir habladurías, para rezar por todos, también por los enemigos, y no dejar crecer los sentimientos de celos y envidia. El Señor, con este fragmento de la Primera Carta de San Juan Apóstol, nos pide concreción en el amor”.

“Amar a Dios: pero si no amas a tu hermano, no puedes amar a Dios. Y si dices que amas a tu hermano, pero realmente no lo amas, sino que lo odias, entonces eres un mentiroso”, concluyó el Papa Francisco.

Lectura comentada por el Papa Francisco:

I Juan 4:19--5:4


19 quien teme no ha llegado a la plenitud en el amor. Nosotros amemos, porque él nos amó primero.

20 Si alguno dice: «Amo a Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve.

21 Y hemos recibido de él este mandamiento: quien ama a Dios, ame también a su hermano.

1 Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a aquel que da el ser ama también al que ha nacido de él.

2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.

3 Pues en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados,

4 pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 10 DE ENERO 2019


Lecturas de hoy 10 de Enero. Feria de Navidad
 Hoy, jueves, 10 de enero de 2019



Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (4,19–5,4):

Nosotros amamos a Dios, porque él nos amó primero. Si alguno dice: «Amo a Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Y hemos recibido de él este mandamiento: Quien ama a Dios, ame también a su hermano. Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Dios que da el ser ama también al que ha nacido de él, En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor de Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no, son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 71,1-2.14.15bc.17

R/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra

Dios mío, confía tu juicio al rey, 
tu justicia al hijo de reyes, 
para que rija a tu pueblo con justicia, 
a tus humildes con rectitud. R/. 

Él rescatará sus vidas de la violencia, 
su sangre será preciosa a sus ojos. 
Que recen por él continuamente 
y lo bendigan todo el día. R/. 

Que su nombre sea eterno, 
y su fama dure como el sol; 
que él sea la bendición de todos los pueblos, 
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R/.

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según San Lucas (4,14-22a):

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan. Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor.» Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. 
Y él se puso a decirles: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.» Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios.

Palabra del Señor


Comentario al Evangelio de hoy jueves, 10 de enero de 2019
Alejandro, C. M. F.

Queridos hermanos, paz y bien.

La escena del Evangelio de hoy es casi cinematográfica. Casi me puedo imaginar la cámara yendo del rostro de Jesús, mientras lee, al de los oyentes, al escuchar esas palabras de esperanza. No debía ser fácil vivir en tiempos de Jesús. Por lo menos, para la gente sencilla, sin mucho futuro, pensando solo en cómo llegar al día de mañana. Y, de repente, aparece Él, diciendo: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.»

Y no es una escritura cualquiera. Es una escritura que habla de liberación, de salud, de esperanza. Palabras útiles hace 2000 años, y palabras que nos pueden servir a nosotros hoy, también. Porque los tiempos cambian, pero las necesidades de la persona no tanto. Sentirse querido, respetado, libre. ¿Quién no quiere tener esas sensaciones?

El mundo en el que vivimos habla mucho de libertad, pero no siempre la entiende como debe. Habla mucho de paz y amor, pero generalmente son vivencias a corto plazo. Y, muchas veces, cargadas de utilitarismo. Estoy contigo mientras “yo” esté bien. Lo importante soy yo. Y mucha gente vive intentando ser libre, pero sintiéndose esclavizada.

Es Jesús el que nos anuncia el año de gracia del Señor. Y lo hace sin menoscabar la libertad de la persona. Propone, no impone, asombra, no avasalla, deja vivir, no obliga. Nosotros hemos aceptado ese mensaje, esa gracia que el Señor regala a los que se dejan interpelar. Y, con la gracias, comienza la misión. Porque “quién ama a Dios, ame a su hermano”.

Tenemos que hacer entender a los que no lo saben que Dios es la Libertad con mayúscula, la Salud, la Paz. El niño Jesús, a quien hace poco celebrábamos, es la muestra de que Dios está con nosotros, cuando anunciamos al mundo ese mensaje de liberación. Que seamos capaces de seguir anunciando a todos la Buena Nueva.

Vuestro hermano en la fe,
Alejandro, C. M. F.

BIENVENIDOS






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