Lecturas de hoy Lunes de la 13ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 2 de julio de 2018
Primera lectura
Lectura de la profecía de Amós (2,6-10.13-16):
Así dice el Señor: «A Israel, por tres delitos y por el cuarto, no le perdonaré: porque venden al inocente por dinero y al pobre por un par de sandalias; revuelcan en el polvo al desvalido y tuercen el proceso del indigente. Padre e hijo van juntos a una mujer, profanando mi santo nombre; se acuestan sobre ropas dejadas en fianza, junto a cualquier altar, beben vino de multas en el templo de su Dios. Yo destruí a los amorreos al llegar ellos; eran altos como cedros, fuertes como encinas; destruí arriba el fruto, abajo la raíz. Yo os saqué de Egipto, os conduje por el desierto cuarenta años, para que conquistarais el país amorreo. Pues mirad, yo os aplastaré en el suelo, como un carro cargado de gavillas; el más veloz no logrará huir, el más fuerte no sacará fuerzas, el soldado no salvará la vida; el arquero no resistirá, el más ágil no se salvará, el jinete no salvará la vida; el más valiente entre los soldados huirá desnudo aquel día.» Oráculo del Señor.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 49
R/. Atención, los que olvidáis a Dios
«¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?» R/.
«Cuando ves un ladrón, corres con él;
te mezclas con los adúlteros;
sueltas tu lengua para el mal,
tu boca urde el engaño.» R/.
«Te sientas a hablar contra tu hermano,
deshonras al hijo de tu madre;
esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara.» R/.
«Atención, los que olvidáis a Dios,
no sea que os destroce sin remedio.
El que me ofrece acción de gracias,
ése me honra;al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios.» R/.
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,18-22):
En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de atravesar a la otra orilla. Se le acercó un escriba y le dijo: «Maestro, te seguiré adonde vayas.»
Jesús le respondió: «Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.»
Otro, que era discípulo, le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.»
Jesús le replicó: «Tú, sígueme. Deja que los muertos entierren a sus muertos.»
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio de hoy lunes, 2 de julio de 2018
CR
Querido amigo/a:
A veces la Palabra de Dios resulta sencilla, clara, transparente. Pero otras tiene frases que resultan difíciles de comprender. Una de ellas es la que nos cuenta el evangelio de hoy: “Deja que los muertos entierren a sus muertos”.
¿Es que Jesús no era sensible a la familia? ¿Cómo Él, que se compadecía de todos y con todos fue paciente, no es capaz de esperar a que aquél discípulo fuera a hacer algo tan “sagrado” como enterrar a su padre?
Como siempre, la Palabra de Dios necesita ser interpretada, para no hacerle decir aquello que no quiere. ¿Qué significan estas palabras provocativas?
Jesús, como buen hijo de su pueblo, conocía la historia de cuando Elías llamó a Eliseo. Éste le pidió que le dejara ir a despedirse de sus padres antes de seguirle. Y Elías le dejó. En cambio, ahora Jesús dice que lo suyo, el anuncio del Reino, es tan urgente que ya no hay que entretenerse en lo que queda atrás, aunque parezca muy importante. “Tú, sígueme”.
“Deja que los muertos entierren a sus muertos”. Bien interpretado, es un buen lema de vida. Invita al seguimiento, a la decisión, a ponerse ya en camino, sin entretenerse ni dar disculpas. Invita también a dejar atrás lo que ya está muerto, lo pasado, aunque haya sido muy importante, y a mirar a lo que está por delante. Invita a no vivir de lo antiguo, a no quedarnos fijados mirando para atrás –como la mujer de Lot-, sino a lanzarnos a lo que está por delante... detrás de Jesús. Porque Él vivió todo esto. Sin tener dónde reclinar la cabeza. A la intemperie.
¿Te animas?