viernes, 6 de mayo de 2016

PRIMER VIERNES DE MAYO 2016, DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS - ORACIONES



PRIMER VIERNES DE MAYO
DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS




BREVE CONSIDERACIÓN.- Jesús a su discípula Margarita María de Alacoque: "Si me amas, recibe, hija mía, la Cruz que te mando; llévala en tu corazón, viviendo crucificada a todo; abrázate con ella, porque  Yo la amo, y Yo, que te amo también a ti, te la he obsequiado como prueba, la más segura; del amor infinito que te profesa mi Sagrado Corazón... Recuerda que el lecho de mis esposas más queridas es la Cruz, de la cual hice mis delicias por tu amor".




ORACIÓN
Aspiraciones al Sagrado Corazón de Jesús

Salve, Corazón de Jesús; sálvame.
Salve, Corazón de mi Creador; perfeccióname.
Salve, Corazón de mi Juez; perdóname.
Salve, Corazón de mi Salvador; rescátame.
Salve, Corazón de mi Padre; gobiérname.
Salve, Corazón de mi Esposo; ámame.
Salve, Corazón de mi Maestro; enséñame.
Salve, Corazón de mi Rey; coróname.
Salve, Corazón de mi Bienhechor; enriquéceme.
Salve, Corazón de mi Pastor; guárdame.
Salve, Corazón de mi Hermano; acompáñame.
Salve, Corazón todo caridad; abrásame.

¡Oh Jesús, mi soberano bien!, yo te amo, no por el galardón prometido, sino puramente por amor de Ti; yo te amo sobre todo cuanto hay de amable, y más que a mi mismo. A la faz del cielo y de la tierra protesto que, aunque para vivir amándote tenga que ser perseguido y deba arrastrar la muerte, ayudado por tu gracia repetiré siempre con San Pablo: no hay criatura alguna que sea capaz de apartarme de la caridad del Corazón de Nuestro Señor Jesucristo, a quien amo y quiero amar eternamente. Así sea.

(De Santa Margarita María de Alacoque)




QUINTA PROMESA:
"Bendeciré con superabundancia de gracias todas sus empresas".

(Recitemos las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús en gratitud a la promesa y para que se cumpla en nosotros...)

(Recitemos las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús en gratitud a la promesa y para que se cumpla en nosotros...)



LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, ten piedad de nosotros.
R: Cristo, ten piedad de nosotros.
V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, óyenos.
R: Cristo, óyenos.
V: Cristo, escúchanos.
R: Cristo, escúchanos.

V: Dios, Padre celestial,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Hijo, Redentor del mundo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Espíritu Santo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Trinidad Santa, un solo Dios,

R: ten piedad de nosotros.

V: Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
R: Ten piedad de nosotros.
V: Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el
seno de la Virgen María, R/.
Corazón de Jesús, unido substancialmente al
Verbo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, de majestad infinita, R/.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, R/.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor, R/.
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad, R/.
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, R/.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, R/.
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, R/.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, R/.
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros
de la sabiduría y la ciencia, R/.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud
de la divinidad, R/.
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus
complacencias, R/.
Corazón de Jesús, en cuya plenitud todos hemos recibido, R/.
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, R/.
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia, R/.
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan, R/.
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, R/.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, R/.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, R/.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, R/.
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, R/.
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, R/.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, R/.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, R/.
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, R/.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren
y esperan, R/.
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, R/.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: perdónanos, Señor.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: óyenos, Señor.
V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: ten piedad y misericordia de nosotros.
V: Jesús, manso y humilde de corazón,
R: haz nuestro corazón semejante al Tuyo.
V: Sagrado Corazón de Jesús,
R: en Vos confío.

V: Sagrado Corazón de María,
R: salvad el alma mía.

V: Jesús y María os quiero con toda mi alma,
R: salvad almas y salvad el alma mía.



UNA PALABRA DE MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE A SUS HERMANOS ASOCIADOS: "Cuando te encuentres en un abismo de sequedad espiritual y de impotencia par amar..., cuando te halles en un abismo de pobreza en virtud y de gran debilidad..., cuando te sientas en un abismo de orgullo y de amor propio, entra entonces en el Sagrado Corazón  y pierdete en ese abismo de caridad, de riqueza inagotable y de humildad profunda."

Un PadreNuestro y AveMaría por los agonizantes y pecadores.



ACTO DE CONSAGRACIÓN
SE SOR MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN

Amabilísimo Jesús, yo me consagro de nuevo y sin reserva a tu Divino Corazón. Te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos, mi alma con todas sus potencias y mi ser todo entero. Te consagro mis pensamientos, palabras, obras, todos mis sufrimientos y trabajos, todas mis esperanzas, consuelos y alegrías. Especialmente te consagro mi pobre corazón para que no ame sino a Ti y se consuma como víctima en las llamas de tu amor. Acepta, !oh Corazón divino!, el deseo que tengo de consolarte y de pertenecerte para simpre. Toma de tal manera posesión de mí, que yo no tenga otra libertad que la de amarte, ni otra vida que sufrir y morir por Ti. Pongo en Ti toda mi confianza, una confianza sin límites, y espero de tu misericordia infinita perdón de todos mis pecados. Deposito en tus manos todos mis intereses, principalmente el de mi salvación eterna.

Prometo amarte y honrarte hasta el último momento de mi vida, y ayudado de tu divina gracia, prometo propagar con celo ardiente el culto de tu Sacratísimo Corazón. !Oh divino Corazón de Jesús!, dispón de mí como te agrade, no quiero más recompensa que tu mayor gloria y tu santo amor. Concédeme la gracia de hacer mi morada en tu Sacratísimo Corazón; allí es donde quiero pasar los días de mi vida y exhalar mi último suspiro.

Haz también de mi  corazón tu morada y el lugar de tu reposo, para quedarnos así íntimamente unidos, hasta que un día pueda yo alabarte, amarte y poseerte por toda la eternidad y cantar para siempre las misericordias de tu dulcísimo Corazón. Amén




Corazón Divino de Jesús, ten misericordia de nosotros (Tres veces)

Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.

San José, Ruega por nosotros.

Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.

BUENOS DÍAS!!!


jueves, 5 de mayo de 2016

MEDITACIÓN Y EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 5 DE MAYO 2016


Día litúrgico: Jueves VI de Pascua
Texto del Evangelio (Jn 16,16-20): 


En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver». Entonces algunos de sus discípulos comentaron entre sí: «¿Qué es eso que nos dice: ‘Dentro de poco ya no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver’ y ‘Me voy al Padre’?». Y decían: «¿Qué es ese ‘poco’? No sabemos lo que quiere decir». Se dio cuenta Jesús de que querían preguntarle y les dijo: «¿Andáis preguntándoos acerca de lo que he dicho: ‘Dentro de poco no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver?’. En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo».


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«Vuestra tristeza se convertirá en gozo»
Rev. D. Joan Pere PULIDO i Gutiérrez Secretario del obispo de Sant Feliu 
(Sant Feliu de Llobregat, España)


Hoy contemplamos de nuevo la Palabra de Dios con la ayuda del evangelista Juan. En estos últimos días de Pascua sentimos una inquietud especial por hacer nuestra esta Palabra y entenderla. La misma inquietud de los primeros discípulos, que se expresa profundamente en las palabras de Jesús —«Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver» (Jn 16,16)— concentra la tensión de nuestras inquietudes de fe, de búsqueda de Dios en nuestra vida cotidiana.

Los cristianos de hoy sentimos la misma urgencia que los cristianos del primer siglo. Queremos ver a Jesús, necesitamos experimentar su presencia en medio de nosotros, para reforzar nuestra fe, esperanza y caridad. Por esto, nos provoca tristeza pensar que Él no esté entre nosotros, que no podamos sentir y tocar su presencia, sentir y escuchar su palabra. Pero esta tristeza se transforma en alegría profunda cuando experimentamos su presencia segura entre nosotros.

Esta presencia, así nos lo recordaba Juan Pablo II en su última Carta encíclica Ecclesia de Eucharistia, se concreta —específicamente— en la Eucaristía: «La Iglesia vive de la Eucaristía. Esta verdad no expresa solamente una experiencia cotidiana de fe, sino que encierra en síntesis el núcleo del misterio de la Iglesia. Ésta experimenta con alegría cómo se realiza continuamente, en múltiples formas, la promesa del Señor: ‘He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo’ (Mt 28,20). (...) La Eucaristía es misterio de fe y, al mismo tiempo, “misterio de luz”. Cada vez que la Iglesia la celebra, los fieles pueden revivir de algún modo la experiencia de los dos discípulos de Emaús: 'Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron' (Lc 24,31)».

Pidamos a Dios una fe profunda, una inquietud constante que se sacie en la fuente eucarística, escuchando y entendiendo la Palabra de Dios; comiendo y saciando nuestra hambre en el Cuerpo de Cristo. Que el Espíritu Santo llene de luz nuestra búsqueda de Dios.

LA EUCARISTÍA


LA EUCARISTÍA



Es misterio
Es sacramento
Es sacrificio
Como misterio, se cree
Como sacramento, se recibe
Como sacrificio, se ofrece.
Se propone al entendimiento como misterio.
Se da al alma como alimento
Se ofrece a Dios como homenaje
Como misterio, anonada.
Como sacramento, alimenta
Como sacrificio, redime.
Como misterio, es admirable.
Como sacramento, es deleitable.
Como sacrificio, es inefable.
Como misterio, es impenetrable.
Como sacramento, es presencia real.
Como sacrificio, alimenta.
Como misterio, es impenetrable.
Como sacramento, es sabrosísimo.
Como sacrificio, es valiosísimo.
Como misterio, debo meditarlo.
Como sacramento, debo gustarlo.
Como sacrificio, debo apreciarlo sobre todo.
Es misterio de fe.  Debo creerlo.
Es sacramento de amor. Debo amarlo.
Es sacrificio de Dios.  Debo confiar en él.
Como misterio se esconde.. en el Sagrario.
Como sacramento, alimenta.. es convite, es comunión.
Como sacrificio, se inmola... es víctima.. es la Santa Misa.

¡Oh Misterio Adorable! El Sagrario será mi refugio.
¡Oh Sacramento Dulcísimo!  Comulgar será mi mayor deseo.
¡Oh Sacrificio Estupendo!  La misa será mi prioridad de vida.

IMÁGENES DE JESÚS EUCARISTÍA








CLASE DE MEDICINA


Clase de medicina



Según una fábula, Zeus colocó dos alforjas a cada ser humano: una sobre el pecho y otra, atrás a la espalda. Los hombres, sin excepción, han puesto en la alforja que está a la vista los defectos de las personas conocidas, mientras que los defectos propios en la alforja que tienen en la espalda. Por eso son expertos en debilidades ajenas, y analfabetos en sus propias fallas.

En un Hospital universitario un doctor explica a sus alumnos ante la cama de una anciana enferma, los síntomas de su enfermedad. —Fíjense, en la arrugada frente, en los ojos hundidos y brillantes, en la piel arrugada y roja, en las uñas..... La enferma, cansada de oír epítetos desfavorables, exclamó: —¡Ya está  bien, doctor, que usted tampoco es un Apolo!

El conocimiento de uno mismo es llave de sabiduría, porque desde tu realidad personal puedes crecer y superarte. Con un ojo en tus virtudes para conservarlas y darles brillo, y con el otro ojo en tus debilidades para neutralizarlas, afronta con esperanza y firmeza esa labor cotidiana de  realizar el proyecto de Dios sobre tu vida.


* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 5 DE MAYO


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Mayo 5



Tú sabes muy bien sabido que todos estamos inclinados a pagar siempre con la misma moneda: ¿por qué no capitalizas ese instinto general?

Si alabas a todos, aún en sus cosas más insignificantes, si siempre tienes para todos palabras de comprensión y estímulo, si miras a todos con ojos de bondad y dejas que ellos brillen, no contra tu voluntad, sino contribuyendo tú a su brillo, ten por seguro que los demás te pagarán con la misma moneda y también tú serás comprendido, serás ayudado, serás bien mirado, recibirás ayuda en todo momento y para todo.

Si te das a todos con plenitud; si sabes negarte satisfacciones para que las tengan los otros; si tu gozo consiste en que gocen los demás, también te devolverán la misma moneda y los otros vivirán para que tú seas verdaderamente feliz.

Da y te darán; date y se te darán. Si bien no debes hacerlo por esa razón, es decir, esperando la recompensa, Dios suele premiar ya en este mundo con la misma moneda que nosotros utilizamos.
“Tú que pretendes ser juez de los demás -no importa quien seas- no tienes excusa, porque al juzgar a otros, te condenas a ti mismo, ya que haces lo mismo que condenas… Tú que juzgas a los que hacen esas cosas e incurres en lo mismo, ¿piensas librarte del juicio de Dios? (Rom 2,1-3)


* P. Alfonso Milagro

MAYO, MES DE MARÍA - DÍA 5 - EXPLICACIÓN DE LAS LETANÍAS


MAYO, MES DE MARÍA
Quinto día: Explicación de las letanías



Christe audi nos

¡Jesucristo óyenos! Como la oración es el canal mediante el cual Dios comunica a nuestra alma sus luces y sus gracias, y es el incienso más dulce que podemos presentar para merecer sus bendiciones, la Iglesia pide a Jesús que escuche su oración, y debemos pedir junto a ella, no sólo que escuche las nuestras, sino que las ofrezca al padre; porque habiendo sido constituido nuestro abogado delante de Él, intercede sin cesar por nosotros, según san Juan, en el capítulo II de su primera Epístola, y según San Pablo en el capítulo VII de la Epístola que dirige a los hebreos.

Christe exaudi nos

¡Cristo escúchanos! Hay que continuar la oración con mayor confianza, ya que sabemos que Jesucristo sólo concede los pedidos de los perseverantes. La importunidad molesta a los hombres y los fatiga; pero el señor no dejará de escucharnos si no dejamos de pedirle. Eso es lo que nos da a entender, en el capítulo XI de San Lucas, por medio de la palabra del padre de familia, cansado de la insistencia de un amigo que le pedía en medio de la noche que le prestara tres panes, y que no se levantó tanto por prestarle sino por poner fin a su visita. Si esto es suficiente para volvernos perseverantes en nuestras oraciones, cuánto más lo serán las palabras que Jesucristo nos dio por prensa en el capítulo antes citado, donde dice: “Pidan y se les dará, busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá”.

Ejemplo

Un niño pequeño, elevado sobre las rodillas de una madre cristiana, aprendía de ella ha hacer sobre su cuerpo, por primera vez, la señal de la Cruz. Como terminaba invocando a las tres personas divinas: “En el nombre del Padre, etc…” se volvió hacia la madre, y levantando los ojos sobre ella dijo: ¡“Mamá, no hay Madre! La naturaleza humana había hablado por boca de ese niño. El autor de esta naturaleza debió haberle alcanzado una respuesta: esta respuesta ¡Es María!

María es nuestra Madre, conjurémosla para que presente nuestras oraciones a Jesús.


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

PAPA FRANCISCO: EL BUEN PASTOR NO SE RESIGNA A PERDER NINGUNA OVEJA


El Papa: "El Buen Pastor no se resigna a perder ninguna oveja"
El Papa recuerda que si queremos "tener" a Jesús debemos seguirle allí donde se encuentra la oveja descarriada y hacer fiesta al encontrarla.


Por: Rocío Lancho | Fuente: Zenit 




(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Miles de personas procedentes de todos los rincones del mundo, se han reunido un miércoles más en la plaza de San Pedro, con ocasión de la audiencia general del papa Francisco. El Santo Padre, antes de la catequesis, ha pasado por los pasillos de la plaza con el papamóvil para responder desde la cercanía a la calurosa bienvenida que le daban los fieles.

En la reflexión de esta semana, el Pontífice ha hablado sobre la imagen del Buen Pastor, icono que “desde siempre representa la preocupación de Jesús hacia los pecadores y la misericordia de Dios que no se resigna a perder a ninguno”.

Así, en el resumen que hizo en español, indicó que “delante de los Fariseos que se escandalizaban de su relación con los pecadores, Jesús les propone esta paradoja: «¿Quién, si se le pierde una oveja, sería capaz de dejar a las 99 en el desierto para ir a buscarla?” Fíjense –ha indicado– que no dice que las deja en el redil, en un lugar seguro, sino en el desierto, sin agua, sin comida, a merced de las fieras y ladrones.

De este modo, el Santo Padre ha asegurado que “no parece sensato, y sin embargo así hace el Buen Pastor”. No se preocupa, ha precisado Francisco, de poner a salvo primero al resto del rebaño, sino que va de inmediato en busca de la oveja perdida y la lleva a casa sobre sus hombros.

Al respecto, el Pontífice ha advertido de que “muchas veces también nosotros nos escandalizarnos de esta actitud aparentemente inconsciente del Señor, pero hay una razón para actuar así”. Por eso ha señalado que no podemos exigir al Señor que permanezca con nosotros, olvidándose del otro; “nadie puede sujetarle, frenar su amor por todos”. El Papa ha concluido asegurando que “si queremos “tenerle”, debemos seguirle, seguirle allí donde se encuentra la oveja descarriada, si nos movemos con él, también nosotros haremos fiesta al encontrarla y volver juntos a casa”.



A continuación, el papa Francisco ha saludado cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a la peregrinación interdiocesana de Mérida-Badajoz y Coria-Cáceres acompañados de sus Obispos Mons. Celso Morga y Francisco Cerro, así como a los grupos provenientes de España y Latinoamérica.

Así, ha aseverado, “cada uno de nosotros es esa oveja que el Señor lleno de misericordia ha querido cargar sobre sus hombros para llevarla a su casa y, al mismo tiempo, cada uno de nosotros hemos sido llamados a recoger junto al Buen Pastor a toda la grey, para participar así de su alegría”.

Después de los saludos en las distintas lenguas, el papa Francisco ha saludado en particular a los jóvenes, los enfermos y los recién casados. Recordando que el mes de mayo lo dedicamos a la Virgen, ha pedido a los jóvenes que cultiven “la devoción a la Madre de Dios con la oración cotidiana del Rosario”. Del mismo modo, ha pedido a los enfermos que sientan la cercanía de María de Nazaret “en la hora de la cruz”. Y finalmente, ha pedido a los recién casados que recen a la Virgen “para que no falte nunca en nuestra casa en amor y el respeto recíproco”.

BUENOS DÍAS!!!


miércoles, 4 de mayo de 2016

MAYO, MES DE MARÍA - DÍA 4 - EXPLICACIÓN DE LAS LETANÍAS


MAYO, MES DE MARÍA
Cuarto día: Explicación de las letanías



Kyrye eleison

¡Señor ten piedad de nosotros! La Iglesia, poniendo esas palabras al comienzo de las letanías quiere hacernos recordar que es necesario, antes de la oración, buscar en el seno de la misericordia de Dios la gracia y los auxilios que puedan hacerla agradable y saludable para nosotros. Se dirige en primer lugar a Dios Padre, que siendo el Padre de las misericordias y el Dios de toda consolación, está siempre listo a concedernos una renovación de sus grandes misericordias, cuando se la pedimos con las disposiciones que exige de nosotros.

Christe eleison

¡Cristo, ten misericordia de nosotros!  Para convencernos de la benéfica misericordia de Jesucristo, abramos el Evangelio que refiere los prodigios de su misericordia y sigamos la secuencia. Cuántos efectos misericordiosos no han experimentado los hombres en el tiempo que ha vivido entre ellos, No veremos a nadie que haya implorado sobre el cuál no se haya detenido. Tendió la mano auxiliadora a todos los desventurados, devolviendo la vista a los ciegos, el oído a los sordos, la palabra a los mudos y la vida a los muertos; cuantos se dirigieron a él lo hicieron exclamando: ¡Jesucristo, ten misericordia de nosotros!

Kyrye eleison

¡Señor ten piedad de nosotros! Al Espíritu Santo, a ese Dios de amor y de caridad, que gusta comunicarse con las almas fervientes hay que dirigir, sin cesar, votos ardientes y sinceros en nuestras necesidades y, sobre todo en el estado de pecado. Es él quien va delante del pecador por su misericordia. Es Aquél que habiéndole prevenido, lo llama; que habiéndolo llamado lo justifica y que, habiéndolo justificado, lo conduce por los senderos de la justicia, y así, elevado a la perfección por el don de la perseverancia, para darle la corona de la gloria. Tales son los grados de la gracia del Espíritu Santo para aquellos que, en la efusión de un corazón destinado a recibir sus divinas influencias, le piden, por el fervor de sus oraciones, la pureza de sus deseos y la solicitud de su divino amor

Ejemplo

Santa Matilde, leyendo un día esas divinas palabras del Salvador mostrando a la Santísima Virgen: Mujer he ahí a tu Hijo, se sintió inspirada de pedir al Hijo de Dios que la hiciera partícipe de la gracias concedida a san Juan, para que esas palabras que fueron pronunciadas en el Calvario, pudieran ser dichas nuevamente, en su favor, a la Santísima Virgen: Mujer he ahí a tu hijo. No terminó de decir su oración y ya sentía su efecto; escuchó la adorable voz del Salvador recomendara especialmente a los cuidados de su Santísima Madre, en consideración a la Sangre que había derramado por el alma de esta hija, que era su esposa por los santos compromisos que había asumido con Él. Mechtilde. Colmada de dicha y de confianza delante de tal recomendación, fue movida a hacer el mismo pedido a favor de aquellos de aquellos que lo solicitaran: y el divino Salvador se dignó hacerle entender que no rechazaría nunca a quien se lo pidiera con fervor. Pidámosle, pues, que quiera entregarnos a María como sus hijos, eligiéndola nosotros mismos como nuestra Madre.

No olvidemos nunca que la Santísima Virgen es nuestra mediadora delante de Dios. Recurramos a menudo a su poderosa intercesión.


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

MEDITACIÓN Y EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 4 DE MAYO DEL 2016


Texto del Evangelio (Jn 16,12-15):

 En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir. Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros».

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«Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa»
Rev. D. Santi COLLELL i Aguirre 
(La Garriga, Barcelona, España)


Hoy, Señor, una vez más, nos quieres abrir los ojos para que nos demos cuenta de que con demasiada frecuencia hacemos las cosas al revés. «El Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa» (Jn 16,13), aquello que el Padre ha dado a conocer al Hijo.

¡Es curioso!: más que dejarnos guiar por el Espíritu (¡qué gran desconocido en nuestras vidas!), lo que hacemos es, bien pasar de Él, bien “imponerle” las cosas una vez ya hemos tomado nuestras decisiones. Y lo que hoy se nos dice es más bien lo contrario: dejar que Él nos guíe.

Pienso, Señor, en voz alta... Vuelvo a leer el Evangelio de hoy y me vienen a la cabeza los chicos y chicas que recibirán la Confirmación este año. Veo los que me rodean y estoy tentado a pensar: —¡Qué verdes están! ¡A éstos, tu Espíritu no les va ni por delante ni por detrás; y más bien se dejan guiar por todo y por nada!

A quienes se nos considera adultos en la fe, haznos instrumentos eficaces de tu Espíritu para llegar a ser “contagiadores” de tu verdad; para intentar “guiar-acompañar”, ayudar a abrir los corazones y los oídos de quienes nos rodean.

«Mucho tengo todavía que deciros» (Jn 16,12). —¡No te retengas, Señor, en dirigirnos tu voz para revelarnos nuestras propias identidades! Que tu Espíritu de Verdad nos lleve a reconocer todo aquello de falso que pueda haber en nuestras vidas y nos haga valientes para enmendarlo. Que ponga luz en nuestros corazones para que reconozcamos, también, aquello que de auténtico hay dentro de nosotros y que ya participa de tu Verdad. Que reconociéndolo sepamos agradecerlo y vivirlo con alegría.

Espíritu de Verdad, abre nuestros corazones y nuestras vidas al Evangelio de Cristo: que sea ésta la luz que ilumine nuestra vida cotidiana. Espíritu Defensor, haznos fuertes para vivir la verdad de Cristo, dando testimonio a todos.

EL PLACER DE SERVIR


El placer de servir



1)  Para saber
El Papa Francisco puso al amor como el núcleo de su reciente documento “Amoris Laetitia”, pues también ha de ser el centro en toda familia. Así lo escribe en el capítulo cuatro. Para su reflexión se valió del Himno de la Caridad que San Pablo expone en su primera Carta a los Corintios.
Después de haber contemplado la primera característica, la paciencia, como se vio la vez anterior, San Pablo señala la segunda: “La caridad es servicial”.
El Papa Francisco señala que el término “servicial” está relacionado con la paciencia y la complementa. Pues mientras que la paciencia denota una actitud pasiva de resistencia, en cambio, “servicial” implica “una actividad, una reacción dinámica y creativa ante los demás. Indica que el amor beneficia y promueve a los demás”.

2) Para pensar
En 1888 Mahatma Gandhi fue a Inglaterra a estudiar Derecho. Una vez, siendo estudiante, iba caminando por Londres y fue sorprendido por una gran lluvia. Gandhi corrió para no mojarse y logró refugiarse debajo del alero de un lujoso hotel, ahí se quedó parado mientras pasaba el vendaval. A los pocos minutos apareció una lujosa limosina y de ella salió un magnate inglés, le bajaron las maletas y el carro fue conducido hasta el estacionamiento.
El británico le gritó “¡Oye tú!, ¡Agarra las maletas!”. Gandhi pensó que le gritaba a otro. Pero insistió con más fuerza: “¡Eh tú, hindú, te digo que tomes las maletas!”
Gandhi se dio cuenta de que era con él y entonces, sin sentirse humillado, se acercó a cargarlas. El inglés le ordenó que las subiera al cuarto piso; él magnate subió por el ascensor y el hindú por las escaleras porque en esa época los hindúes eran discriminados.
Una vez que Gandhi dejó las maletas en el sitio indicado, se dispuso a retirarse. El potentado le gritó: “¿Cuánto te debo?”
Gandhi le contestó cortésmente: “Señor, usted no me debe nada”. El hombre insistió: “¿Pero no vas cobrar por subirme las maletas? ¿Acaso no trabajas aquí?”
“No señor, yo no trabajo aquí; yo estaba en la puerta esperando que dejara de llover” dijo Gandhi. Sorprendido le dijo: “Pero, si no trabajas aquí, ¿por qué subiste las maletas?”
“Porque usted me pidió que lo hiciera... y lo hice”.
El inglés preguntó confundido: “Pero, si no pensabas cobrarme nada, ¿por qué las subiste?”
“Señor ‑expresó el futuro Mahatma‑ yo subí las maletas a usted por el inmenso placer que me causa el colaborar con los demás, por eso lo hice, porque para mí servir es un placer. Sí, servir es un placer: ¡Que inmenso placer!”
El inglés se quedó desconcertado y muy pensativo.
Por eso dejo dicho Gandhi: "Todos los placeres y satisfacciones palidecen y se convierten en nada ante el servicio abnegado que se presta con alegría". Nuestro Señor Jesucristo revaloró el servicio al ponerse de ejemplo: “No he venido a ser servido, sino a servir” (Mc 10, 45).

3) Para vivir
Señala el Papa que el amor no es solo un sentimiento, sino que se dirige en hacer el bien y en una familia y eso es indispensable.
Solo “así puede mostrar toda su fecundidad, y nos permite experimentar la felicidad de dar, la nobleza y la grandeza de donarse sobreabundantemente, sin medir, sin reclamar pagos, por el solo gusto de dar y de servir”.


* Pbro. José Martínez Colín

TARJETAS DEL DÍA DE LA MADRE















EXISTEN ESPERANZAS DE UNA PRONTA LIBERACIÓN DEL P. TOM, AFIRMA OBISPO DE ARABIA DEL SUR


Existen esperanzas de una pronta liberación del P. Tom, afirma Obispo



 (ACI/EWTN Noticias).- El Vicario Apostólico para Arabia del Sur, Mons. Paul Hinder, afirmó que existen esperanzas de una pronta liberación del P. Tom Uzhunnalil, sacerdote salesiano secuestrado el 4 de marzo por los terroristas musulmanes que atacaron el convento y albergue de ancianos que administran las Misioneras de la Caridad en Aden (Yemen).

“Las últimas palabras, en un cierto sentido tranquilizadoras, las he recibido indirectamente hace unos diez días. Me dijeron que el P. Tom está vivo, y que podría ser puesto en libertad de forma inminente. Pero desde entonces no ha pasado nada. Esperamos y oramos por él”, expresó el Prelado en declaraciones difundidas este 3 de mayo por la agencia vaticana Fides.

Fides indicó que en las negociaciones para lograr la libertad del sacerdote trabajan con discreción las autoridades encargadas de la seguridad local.


La mañana del 4 de marzo un grupo de terroristas musulmanes atacaron el convento y albergue de ancianos de las Misioneras de la Caridad en Aden y asesinaron a cuatro de las religiosas y a doce colaboradores.

La única sobreviviente fue la superiora de la comunidad, la hermana Sally, quien relató que el sacerdote, al escuchar los gritos del ataque, consumió todas las hostias consagradas y disolvió la Forma. Un vecino del lugar vio cómo los terroristas se lo llevaron en su auto.

Fides indicó que las religiosas de la congregación fundada por la Beata Teresa de Calcuta, siguen trabajando en sus casas de Sana'a y de Hodeyda, también en Yemen, al servicio de los que más sufren.

Este país, ubicado al sur de Arabia Saudita, sufre una guerra entre el gobierno y los rebeldes chiitas hutíes.

FELIPE ES UN HOMBRE QUE SE FÍA DE CRISTO


Felipe es un hombre que se fía de Cristo
Es aprender a ver el amor y la presencia de Dios en las circunstancias de la vida, tanto favorables como adversas.


Por: P Juan Ferrán LC | Fuente: Catholic.net 




Felipe el Apóstol, distinto del diácono Felipe (Hc 2,18), nació en Betsaida (Jn 1,44). Sabemos que Cristo le llama a su seguimiento y él a su vez acerca a Cristo a Natanael o Bartolomé (Jn 1,45), asegurándole que han encontrado al que anunciaban los profetas y animándole a ir a su busca (Jn 1,46). Encontramos a Felipe como interlocutor de Cristo en la multiplicación de los panes (Jn 6,5-7), añadiendo el Evangelio que lo hacía para probarle. Se presenta como portavoz de unos griegos que deseaban ver a Jesús (Jn 12,20-22). A él se dirige Jesús invitándole a reconocer al Padre en el Hijo hecho hombre (Jn 14,8-11). Nos presentan a Felipe como evangelizador de Escitia y sitúan su tumba en Hierápolis de Frigia (Turquia). Sus reliquias fueron trasladadas, junto con las del Apóstol Santiago, a Roma, donde reposan en la basílica de los dos Doce Apóstoles Celebramos su fiesta el 4 de Mayo.

Vamos a contemplar en la figura de Felipe especialmente un aspecto que se repite a lo largo de su contacto con el Maestro varias veces: Felipe es un hombre que se fía de Cristo.


En los Evangelios la confianza en Dios se convierte desde el principio, tanto en una condición para seguir a Cristo como en una necesidad de cara a los milagros que Jesús hace. Con la fe se puede todo: se echan demonios, se devuelve la vista a los ciegos o la salud a los leprosos, se trasladan montes o árboles. Es impensable la relación con Cristo de los Apóstoles y de los Discípulos sin fe. Incluso podemos afirmar que la traición de Judas se empezó a gestar por culpa de su falta de fe en Jesús. El mismo Jesús enseña que sin fe no se puede agradar a Dios. Así en las diatribas a los fariseos les acusa de descuidar la fe (Mt 23,23). Pone la fe como condición para no perecer (Jn 3,16). La fe es también el camino seguro hacia la vida eterna (Jn 6,35-40). Y proclama dichosos a quienes sin ver crean (Jn 20, 24-29).

Para un cristiano la esencia de la confianza en Dios es contemplar en Jesucristo al Mesías, al Esperado de las Naciones, al Hijo de Dios que viene a salvarnos, que viene a guiarnos, que viene a enseñarnos, convirtiéndose así en "camino, verdad y vida". En esta confianza en Dios entra también la Iglesia, divina y humana, instrumento de salvación y certeza de los bienes futuros. Y entra también la Persona del Papa, Vicario de Cristo, Maestro de nuestra fe y Pastor de nuestros corazones. Fiarse de Dios es, pues, entregarse a Dios sin condiciones, sin exigencias, sin reticencias, en la certeza de que él es lo mejor que tenemos, El único que no nos puede fallar, la Verdad que nos puede guiar en la confusión de la vida. Fiarse de Dios es poner a su servicio nuestra inteligencia y nuestra libertad sin pedirle pruebas. Fiarse de Dios es creer de veras en el que tanto nos ama.

En la vida de Felipe hay varios momentos en los que tiene que vivir la confianza a tope, es decir, fiarse de Cristo. A todo Apóstol, llamado por Cristo, se le exige de una forma radical fiarse de su Maestro. Es verdad que Cristo realizó grandes signos ante sus Apóstoles, como echar demonios, resucitar muertos, devolver la vista a los ciegos o la salud a los leprosos, pero indudablemente la confianza en él estaba más allá de estas cosas, porque la confianza no es asombro, sino entrega incondicional. Se puede en la vida admirar, pero no amar. Se puede en la vida asombrarse ante un gesto de alguien, pero ello no significa decisión de seguirlo. Se pude en la vida quedarse anonadado ante un líder, pero ello no lleva a dar la vida por él sin más. Vamos a recorrer esos momentos en que Felipe se fía de Cristo.

Sígueme (Jn 1,43). Es una de las pocas veces que Cristo, en el momento de llamar a sus Apóstoles, se dirige a uno de ellos con esta palabra. Nada sabíamos hasta ese momento de Felipe: ¿Quién era? ¿Quién le había acercado a Cristo? ¿Qué sabía él de Cristo? El caso es que Felipe escucha aquella invitación y a continuación él mismo acerca a Natanael a Cristo anunciándole que él es el Mesías de quien había hablado Moisés. En el comportamiento de Felipe percibimos e intuimos que se fía plenamente de Cristo. No le pide explicaciones; no le pregunta qué significa aquello de seguirle, no le pide tiempo para pensárselo. Simplemente la personalidad de Cristo le cautiva de tal manera que él se entrega sin más. Allí comienza una vida de fidelidad, con sus altibajos, hasta ese momento culminante en que da la vida por el Maestro.

¿Dónde nos procuraremos panes para que coman éstos? (Jn 6,5-7). Nos encontramos ante una escena bellísima. Cristo se da cuenta de que le estaba siguiendo mucha gente y quiere ayudarles, no sólo espiritualmente, sino también materialmente. Se dirige a Felipe sin más y le hace la pregunta citada. El Evangelio dice intencionadamente que lo hace para probarle, porque él sabía lo que iba a hacer. El bueno de Felipe le hace un cálculo humano correcto: Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco. Después viene el milagro. Detengámonos un momento realmente en lo que Cristo pretende con Felipe al hacerle aquella pregunta. Jesús quiere fortalecer la confianza absoluta de Felipe y por ello, a través de aquel milagro, le va a enseñar que él se debe fiar siempre de su Maestro, aunque las dificultades parezcan insalvables. Sin duda, tras el milagro, Felipe se dio cuenta de que en toda ocasión y circunstancia había que fiarse de Jesús. Así la fe de Felipe en Jesús maduró un poco más.

Señor, muéstranos al Padre y nos basta (Jn 14,8-9). Es como un arrebato de Felipe que escucha emocionado las tiernas palabras de Cristo sobre el Padre. Y Cristo le responde: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: Muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Otra vez una invitación a la confianza plena. Es como si le dijera: "Cree en todo lo que te digo y enseño". El misterio de Dios sólo puede entrar en la mente humana a través de la fe, y por eso Cristo le está pidiendo que crea en las verdades que enseña agarrándose de la fe. Ese va a ser el medio con el que Felipe va a contar para recorrer el difícil camino de la vida, especialmente cuando muy pronto vaya a vivir el drama de la pasión y su fe se achique ante la muerte del Maestro.

Para nosotros cristianos, seguidores de Cristo, que arrastramos ya una historia de la Iglesia en la que se ha visto tan claramente la mano de Dios, es imperdonable el no fiarnos de Dios. Es realmente maravilloso el constatar cómo las puertas del mal no han prevalecido contra la Iglesia de Cristo. Y es que al cristiano de hoy le siguen alentando aquellas palabras de Jesús: Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt 28,20). Ante esta realidad, vamos a reflexionar qué implica para nosotros, hombres, este fiarnos de Cristo y las dificultades que encontramos a veces para ello.

Fiarnos de Dios para nosotros es, ante todo, doblegar nuestra mente con la humildad ante el que nos supera plenamente. Los hombres de hoy le damos excesiva importancia a nuestra razón. Exigimos que la razón sea la norma de la verdad. No somos conscientes de cómo nuestra razón puede estar tocada por el subjetivismo o el relativismo. Al vivir en un mundo tremendamente pragmático y empírico queremos que todo pase por la razón, incluso Dios. No somos conscientes de que Dios nos supera absolutamente y que, por tanto, no puede caber su infinitud en nuestra finitud. Sería como querer meter el mar en una pequeña charca. Por eso, una de las realidades que en la vida cotidiana embellece más a la razón es reconocer su propia pequeñez y sus limitaciones.

Precisamente en la fe puede encontrar la razón las certezas, las seguridades, el conocimiento que por sí misma no puede alcanzar. La humildad de la razón se llama lucha contra el racionalismo, el orgullo y la vanidad; y se manifiesta en la sencillez, en la conciencia de sus propias limitaciones y en la paz del que se fía en alguien que es más grande que ella, porque la ha creado.

Fiarnos de Dios para nosotros es, también, aprender a ver su amor y su presencia en las circunstancias de la vida, tanto favorables como adversas; es poner más nuestra confianza en él que en nuestros esfuerzos; es esperarlo más todo de él que de los demás. Es confiar en su Providencia que no permite que se nos caiga un pelo de la cabeza sin su consentimiento. Muchas veces los cristianos damos la impresión de que, confiando en Él, tenemos miedo a que Dios se distraiga, no se entere, no nos eche una mano. Y tendríamos que hacer ver a los demás que la confianza en Dios está muy encima de nuestras seguridades personales. Da mucha paz al corazón del hombre que lucha todos los días por sacar un hogar adelante, por educar a los hijos, por mantenerse en el camino correcto la certeza de un Dios Padre que le acompaña, que siente con él, que le protege. Esta certeza es la confianza auténtica.

Fiarnos de Dios para nosotros es, finalmente, erradicar de cara al futuro esa ansiedad que nos lleva con frecuencia a olvidarnos de Dios y a poner nuestro corazón y nuestras fuerzas en objetivos que consideramos fundamentales para nuestra vida. A veces constatamos que el corazón es prisionero de la ansiedad, que vivimos desasosegados, que no tenemos tiempo para pensar en las verdades esenciales de la vida. No se trata de vivir el reto del futuro con inconciencia, sino más bien de encontrar respuestas para este futuro en el Corazón de Dios, no dejando de luchar al mismo tiempo por lo inmediato. El problema se agudiza cuando el futuro nos atormenta como si todo dependiera de uno mismo o de las circunstancias. Un cristiano no puede vivir en esa dinámica. Para algo nos fiamos de Dios, sabiendo al mismo tiempo que Dios nos apremia, nos exige, nos anima a luchar. Todo esto se podría aplicar al campo de la propia santidad, de la familia, de la vida profesional, de los retos personales. Impresiona en la vida de los Apóstoles como se lanzaron a un futuro incierto, solamente confiados en la Palabra de Aquél que los invitaba a seguirle. )¿e qué iban a vivir? ¿Y sus familias? ¿Y su futuro? ¿Y si fallaba el plan?

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, MIÉRCOLES 4 DE MAYO


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Mayo 4



No se puede negar que, pese al ateísmo moderno, el hombre de nuestro tiempo está buscando desesperadamente a Dios; tiene hambre de Dios, y esa hambre no se puede calmar sino con Dios.
Si tú buscas a Dios, lo encontrarás ciertamente.

Pero ten cuidado, no equivoques el camino,  porque en ése caso la culpa de no encontrar a Dios ya no sería de Él sino tuya. Y es equivocar el camino pretender llegar a Dios con los pasos del entendimiento; se va a Él más bien por el amor.

Te extraña que en Dios haya misterios que tú no alcanzas, pero no habría misterios en Dios si Él no fuera infinitamente grande y bueno; o si nosotros no fuésemos tan pequeños comparados con Él; pero, desde el momento en que Él es infinito en su poder y en su bondad y nosotros tan pequeños, es lógico no sólo suponer, sino reconocer misterios en Dios que nosotros no podemos captar. ¿O es que preferirías un Dios pequeño en poder y en bondad, como tú?
Porque entonces sí que lo podrías comprender, pero entonces no sería Dios, como tampoco tú lo eres.

“Hay en el cielo un Dios que revela los misterios” (Dn 2,28). El Misterio de Dios es Cristo, el “Misterio escondido desde toda la eternidad y que ahora Dios quiso manifestar a sus santos. A ellos les ha revelado cuánta riqueza y gloria contiene para los paganos este Misterio, que es Cristo entre ustedes” (Col 1,26-27). Agradece al Señor que te haya hecho conocer el misterio del amor de Cristo.


* P. Alfonso Milagro
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