Cuaresma
La Cuaresma es un regalo anual de Dios, para que hagamos un alto en el camino de la vida y verifiquemos si andamos en la dirección correcta, purifiquemos nuestra conciencia y renovemos nuestra fidelidad a la alianza bautismal. Así, con la mirada en el proyecto de felicidad y santidad que el Señor pensó para nosotros, retornemos a lo más puro de nuestra identidad cristiana: a nuestra condición de hijos de Dios y hermanos de todos los hombres.
“¡Queridos hijos! En este tiempo cuaresmal de gracia, los invito a abrir sus corazones a los dones que Dios desea darles. No se cierren: con la oración y la renuncia digan sí a Dios y él les dará en abundancia. Así como en la primavera la tierra se abre a la semilla y da el ciento por uno, así también el Padre Celestial les dará en abundancia. Hijitos, yo estoy con ustedes y los amo con amor tierno. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!” (María Reina de la Paz)
¿Cuál es el camino concreto de Cuaresma? El diálogo personal con Dios mediante la oración, la lectura y meditación de la Palabra de Dios, el ayuno corporal, el control de los vicios, frivolidades y gastos superfluos, una mayor generosidad en compartir lo que tenemos, el visitar a los enfermos y a los que están solos, el socorrer a los que sufren a nuestro alrededor, etc. Estas semillas de buena voluntad el Señor te las retribuirá con abundancia.
* Enviado por el P. Natalio
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