LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
28 julio
El que ora se da cuenta de su necesidad y pide auxilio. Nadie nos puede solucionar nuestros más hondos problemas, ni subvenir a nuestras más íntimas necesidades. A veces hemos hecho todo de nuestra parte, pero nada hemos conseguido.
Es entonces la hora de reconocer que sólo Cristo puede solucionar nuestros problemas; es la hora de acudir a Jesús con plenitud de confianza, pero con no menos seguridad de nuestra indigencia.
Es entonces cuando en la oración descubrimos que el Señor es alguien que se preocupa de nosotros y con quien se ha de tener relaciones personales; es entonces cuando descubrimos que, aunque todos nos abandonen, Jesús está siempre a nuestro lado con su poder y su bondad.
P. Alfonso Milagro
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