Mirada de fe
San Juan Bosco en su autobiografía relató: “En mi juventud leí la "Imitación de Cristo" y quedé admirado al darme cuenta de que este libro trae más enseñanzas en una sola página que otros en varios volúmenes. A este precioso libro debo el haberme aficionado a los libros espirituales”. Esta obra que, después del Evangelio fue la más leída por los cristianos, la escribió el monje Tomás de Kempis. Medita estos renglones.
Ofrece el mundo cosas temporales y efímeras, y, con todo, se le sirve con ardor. Jesús promete lo más elevado y eterno, y los corazones de los hombres languidecen trabados por la inercia. La mayoría oye con más agrado al mundo que a Dios, y más fácilmente siguen las apetencias de los sentidos que el beneplácito de Dios. ¿Quién sirve y obedece a Jesús con tanto empeño y constancia como se sirve al mundo y a sus dueños? Avergüénzate, alma mía, indolente y quejumbrosa, de que aquéllos sean más solícitos para su perdición que tú para la vida.
Acabas de leer un fragmento de “La imitación de Cristo”, libro que puedes conseguir en librerías. Has podido advertir también el estilo denso y prolijo. El contenido no es más que la esencia del Evangelio. Uno no puede sino afirmar. “Este hombre escribe la pura verdad”. Y conmueve, llamando a la reflexión. Aprovecha su mensaje.
* Enviado por el P. Natalio
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