LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Junio 7
El mundo de hoy está exigiendo hombres que tengan la honestidad y el coraje de comprometerse; comprometerse supone ambas cosas: honestidad, porque el compromiso es una exigencia de la fe; coraje, porque es preciso atenerse a las consecuencias del compromiso que surge de la fe.
Luchar por esa profunda renovación interior, que fortalece y templa, para producir cambios en el ambiente donde actuamos. Préstale a Cristo nuestros brazos, nuestras acciones, nuestra personalidad, nuestra presencia en el mundo.
Tener respuestas concretas, actuales, a las preguntas más candentes que nos formulen. Si se refieren a Dios y nos callamos, es porque no profundizamos nuestra fe; y si se refieren al mundo en que vivimos y no exponemos nuestros convencimientos personales, es porque somos indiferentes a la realidad que nos circunda. Comprometernos es tener siempre coraje, decisión, convencimiento, y fe.
“Muchos se portan como enemigos de la cruz de Cristo; su fin es la perdición… no aprecian más que las cosas de la tierra. Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como Salvador al Señor Jesucristo” (Flp 3,18-20). El materialismo es el peor enemigo del hombre moderno; la preocupación excesiva por las cosas que pasan, con detrimento de las coas que perduran.
* P. Alfonso Milagro
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