domingo, 1 de diciembre de 2013

CONTENIDOS Y ACTITUDES DEL ADVIENTO


CONTENIDOS Y ACTITUDES DEL ADVIENTO 

1.- El adviento es, en primer término, tiempo de preparación a la Navidad, donde se recuerda a los hombres la primera venida del Hijo de Dios. 

2.- Es asimismo tiempo en el que se dirigen las mentes y los corazones, mediante este recuerdo y esta espera, a la segunda venida de Cristo, que tendrá lugar al final de los tiempos. 

3.- Por ello, el adviento tiene una triple dimensión: histórica, en recuerdo, celebración y actualización del nacimiento de Jesucristo en la historia; presente, en la medida en que Jesús sigue naciendo en medio de nuestro mundo y a través de la liturgia celebramos, de nuevo, su nacimiento; y escatológica, en preparación y en espera de la segunda y definitiva venida del Señor. 

4.- El adviento es, ya en su mismo término o vocablo, y . Es tiempo, no tanto de penitencia como la cuaresma, sino de esperanza gozosa y espiritual, de gozo, de espera gozosa. Toda la liturgia de este tiempo persigue la finalidad concreta de despertar en nosotros sentimientos de esperanza, de espera gozosa y anhelante. 

5.- El adviento es un tiempo atractivo, cargado de contenido, evocador, válido... Vivir el adviento cristiano es revivir poco a poco aquella gran esperanza de los grandes pobres de Israel desde Abraham a Isabel, desde Moisés a Juan el Bautista... Vivir el adviento es ir adiestrando el corazón para las sucesivas sementeras de Dios que preparan la gran venida de la recolección... La vida es siempre adviento o hemos perdido la capacidad de que algo nos sorprenda grata y definitivamente. 

6.- Durante este tiempo del adviento se han de intensificar actitudes fundamentales de la vida cristiana como la espera atenta, la vigilancia constante, la fidelidad obsequiosa en el trabajo, la sensibilidad precisa para descubrir y discernir los signos de los tiempos, como manifestaciones del Dios Salvador, que está viniendo con gloria. 

7.- A lo largo de las cuatro semanas del adviento debemos esforzarnos por descubrir y desear eficazmente las promesas mesiánicas: la paz, la justicia, la relación fraternal, el compromiso en pro del nacimiento de un nuevo mundo desde la raíz. 

8.- El adviento nos dice que la perspectiva de la vida humana está de cara al futuro, con la esperanza puesta en la garantía del Dios de las promesas. 

9.- Adviento es el camino hacia la luz. El camino del creyente y del pueblo que caminaban entre tinieblas y encuentran la gran luz en la explosión de la luz del alumbramiento de Jesucristo, luz de los pueblos. 

10.- La esperanza es la virtud del adviento. Y la esperanza es el arte de caminar gritando nuestros deseos: ¡Ven, Señor Jesús!

RECONSIDERAR EL ADVIENTO



Reconsiderar el Adviento


1) Para saber
Comienza un nuevo año litúrgico con el tiempo de Adviento. Hace años el papa Juan Pablo II advertía que en una civilización cristiana estamos acostumbrados al término «adviento», pero esa familiaridad puede hacer que no captemos toda su riqueza.

Adviento quiere decir "venida". ¿Quién viene? Respondía el Papa que hasta los niños saben que es Jesús quien viene para ellos y para todos los hombres. Viene una noche en Belén, nace en una gruta que se utilizaba como establo para el ganado. Esto lo saben los niños, lo saben también los adultos que participan de la alegría de los niños y parece que se hacen niños ellos también la noche de Navidad.

Pero esa venida de Jesús es un misterio. Aunque conocemos una parte de él, esconde muchas riquezas. Necesitamos recordarlo cada año para profundizar y descubrir luces nuevas.

Pero, ¿para qué viene Jesús? Para traernos la salvación: nos trae la verdadera libertad frente al mal, el pecado y la muerte. Esa libertad nos la consiguió Jesús con su muerte redentora. Por eso, Adviento es sinónimo de esperanza. Hemos sido salvados.

2) Para pensar
Una anécdota nos puede ayudar a su comprensión. Se trata de un diamante.

Las joyas de la Corona británica son una serie de joyas, insignias y elementos pertenecientes a la Casa Real Británica. Se considera que es la colección de joyas más valiosa del mundo. Entre sus tesoros está la “Corona de la reina Isabel” que fue realizada con motivo de la coronación de su esposo Jorge VI en 1937. Pues bien, esta corona contiene el diamante más antiguo conocido: el Koh-i-noor (significa ‘montaña de luz’). Había sido descubierto en 1304 y es de 105 quilates (21,6 gramos).

Se cuenta que, años antes, este diamante tan valioso fue ofrecido a la reina Victoria por el marajá de la India cuando éste apenas era un niño. Años después, cuando él ya era un hombre mayor, el marajá visitó a la Reina Victoria en Inglaterra. Pidió que la piedra fuera traída de la Torre de Londres donde se mantenía guardada con seguridad.

La reina hizo según lo pedido. Tomando el diamante en su mano, él se arrodilló frente a la reina y se lo presentó de nuevo, diciendo: “Su majestad, yo le di esta joya cuando era un niño, demasiado joven para entender lo que estaba haciendo. Deseo dársela de nuevo a usted en la plenitud de mis fuerzas, con todo mi corazón, afecto y gratitud, ahora y para siempre, en plena conciencia de mi acto”.

Así como el marajá quiso hacer más consciente y actual el acto de donación, nosotros hemos de ser más consciente de lo que significa que el mismo Dios venga a nosotros.

3) Para vivir
Este Adviento nos recuerda que Dios ha construido un puente entre el cielo y la tierra: se llama Jesucristo. Dios busca al hombre para darnos su amor y su vida.

Viene año tras año con rostro de niño. Quiso asumir nuestra existencia enteramente igual a la nuestra con la única salvedad del pecado. Llega a la tierra despojado de toda gloria divina y humana. Ese niño es sacratísimo, tiene valor divino, es la naturaleza humana de una Persona divina y con Él se inicia una nueva era de la Humanidad.

Adviento es, pues, tiempo para acompañar a la Virgen María en espera del nacimiento de su Hijo. Pidámosle nos ayude a preparar esa venida como Ella lo hizo.

Pbro. José Martínez Colín


 


QUÉ SON LAS POSADAS?


Las Posadas 

Los primeros misioneros españoles en México, en el siglo XVI, trataron de enseñar a los indios los misterios de nuestra religión por medio de representaciones teatrales parecidas a los "autos de fe" de su país de origen. 

Se atribuye a Fray Diego de Soria (finales del siglo XVI). Las primeras "jornadas" (como se llamaban entonces), en el convento de Acolman, para recordar el camino de José y María de Nazaret a Belén. La celebración se fue enriqueciendo de la costumbre franciscana de representar con imágenes a José y María.

De estas celebraciones y de los Autos de Fe europeos surgieron las pastorelas y los cantos para pedir posada. Estas celebraciones se llamaron también fiestas de aguinaldo, quizá por los pequeños regalos que se daban a los indios que participaban. Poco a poco la celebración salió de las Iglesias a las casas y el canto religioso fue substituido por la música popular. La liturgia se mezcló con el folklore popular, haciendo que estas fiestas se arraigaran en el corazón del pueblo mexicano. Fue en esta época cuando prevaleció el nombre de Posadas. Durante el resto de la colonia la costumbre subsistió sin muchas variaciones., así paso al México independiente en el que hasta las crisis del país cedían ante la alegría de las fiestas navideñas.



Las posadas no son otra cosa que la novena de Navidad. Comienzan el 16 de diciembre y terminan el 24. La ceremonia consiste en una procesión desde las Iglesias o en las casas particulares donde se lleva en andas a los Santos Peregrinos, o sea a las imágenes de María y José algunas veces acompañados de un burro o guiados por un ángel. En algunos lugares varias familias con anterioridad se reparten las posadas, es decir cada noche una familia distinta organiza la posada y los peregrinos irán peregrinando de una casa a otra.

Durante la procesión, los participantes iluminados por pequeñas veladoras caminan detrás de los Santos peregrinos rezando el Santo Rosario. La procesión ant diálogo cantado se solicita posada una y otra vez hasta que se abre el portón dando entrada a los Santos Peregrinos.

Luego en los atrios o en los patios se cuelgan y se rompen las piñatas, ollas decoradas que con papel de china toman múltiples formas que se rellenan de frutas, cacahuates y dulces. La forma más común en las piñatas es la estrella de siete picos. Cada pico representa un pecado capital; el golpear y romper cada pico representa vencer al pecado y recibir los dones de Dios representados por la fruta y los dulces. Más tarde la fiesta continúa cuando se ofrece a los comensales una rica merienda de platillos tradicionales de la época. Y la música ameniza el baile.
Presentamos aquí una forma de celebrarlas ya que no hay un modelo prescrito. Se le puede modificar quitar o añadir elementos. Hay que conservar, sin embargo, su carácter comunitario y festivo, así como su espíritu de oración, en directa referencia al misterio de la Navidad.


Autor:
Redacción Church Forum
 



EL EVANGELIO DE HOY: 01-12-2013



EL EVANGELIO DE HOY: 01.12.2013

Evangelio según San Mateo 24,37-44. 
En aquél tiempo Jesús dijo a sus discípulos: 
Cuando venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé. 
En los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró en el arca; 
y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. 
De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado. 
De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra dejada. 
Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. 
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. 
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada. 


Comentario del Evangelio:

San Bernardo (1091-1153), monje cisterciense y doctor de la Iglesia 
Sermón 4 y 5 para Adviento
“Ha llegado la hora, nunca pensada en que vendrá el Hijo del hombre”

     Justo es, hermanos, que celebréis con toda devoción el Adviento del Señor, deleitados por tanta consolación, asombrados por tanta dignación, inflamados con tanta dilección. Pero no penséis únicamente en la primera venida, cuando el Señor viene a buscar y a salvar lo que estaba perdido (Lc 19,10), sino también en la segunda, cuando volverá y nos llevará consigo. ¡Ojalá hagáis objeto de vuestras continuas meditaciones estas dos venidas, rumiando en vuestros corazones cuánto nos dio en la primera y cuánto nos ha prometido en la segunda!

    Sabemos de una triple venida del Señor. Además de la primera y de la última, hay una venida intermedia. Aquéllas son visibles, pero ésta no. En la primera, el Señor se manifestó en la tierra y convivió con los hombres (Ba 3,38)…; En la última, “todos verán la salvación de Dios y mirarán al que traspasaron” (Lc 3,6; Is 40,5)… La intermedia, en cambio, es oculta, y en ella sólo los elegidos ven al Señor en lo más íntimo de sí mismos, y así sus almas se salvan. 

    De manera que, en la primera venida, el Señor vino en carne y debilidad; en esta segunda, en espíritu y poder; y en la última, en gloria y majestad.
Esta venida intermedia es como una senda por la que se pasa de la primera a la última: en la primera, Cristo fue nuestra redención; en la última, aparecerá como nuestra vida; en ésta, es nuestro descanso y nuestro consuelo.

sábado, 30 de noviembre de 2013

ORDENAR LOS AFECTOS


Ordenar los Afectos
Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.


Desde la ventana se puede gozar la belleza del parque que Alfredo, el jardinero, trabaja con esmero. Es como un pequeño paraíso, pero es grande el trabajo constante de Alfredo, porque si lo descuida deja de ser un paraíso.

Dios es generoso en la abundancia de semillas, formas y colores, pero esta abundancia es una selva sin el trabajo del hombre contra los yuyos y la maleza, sin el trabajo para que las flores crezcan como deben crecer.

Este jardín de Alfredo es en pequeño lo que pasa en el mundo. Dios nos da las semillas, pero las semillas crecen indiscriminadamente, y muchas veces la maleza ahoga los frutos y las flores. Tenemos que poner mucho trabajo una y otra vez, todos los días de la vida, para tener un jardín en medio de la selva impenetrable y peligrosa.

Si los afectos son semillas del corazón, pasa lo mismo que con la tierra: tenemos que seleccionar las flores y los frutos que queremos, y cultivarlos con trabajo y cuidado, para que sean un jardín en nuestra vida y no una selva de afectos descontrolados y primitivos, que hacen de la vida un verdadero infierno en vez de un cielo sobre la tierra, como el jardín de Alfredo. Para tener en la vida un jardín como el de Alfredo, tenemos que ponerle un poco de inteligencia y trabajo al corazón.

EL ADVIENTO



EL ADVIENTO

La Iglesia, para comenzar el año litúrgico, celebra la llegada de Cristo con una gran fiesta a la cual llamamos Navidad. Esta fiesta es tan importante para los cristianos que la Iglesia, antes de celebrarla, prepara a sus hijos durante el período conocido como Adviento. Ya desde tiempos remotos la Iglesia acostumbra tener esta preparación.

La palabra Adviento, como se conoce este temporada, significa "llegada" y claramente indica el espíritu de vigilia y preparación que los cristianos deben vivir. Al igual que se prepara la casa para recibir a un invitado muy especial y celebrar su estancia con nosotros, durante los cuatro domingos que anteceden a la fiesta de Navidad, los cristianos preparan su alma para recibir a Cristo y celebrar con Él su presencia entre nosotros.

En este tiempo es muy característico pensar: ¿cómo vamos a celebrar la Noche Buena y el día de Navidad? ¿con quien vamos a disfrutar estas fiestas? ¿qué vamos a regalar? Pero todo este ajetreo no tiene sentido si no consideramos que Cristo es el festejado a quien tenemos que acompañar y agasajar en este día. Cristo quiere que le demos lo más preciado que tenemos: nuestra propia vida; por lo que el período de Adviento nos sirve para preparar ese regalo que Jesús quiere, es decir, el adviento es un tiempo para tomar conciencia de lo que vamos a celebrar y de preparación espiritual.

Durante el Adviento los cristianos renuevan el deseo de recibir a Cristo por medio de la oración, el sacrificio, la generosidad y la caridad con los que nos rodean, es decir, renovarnos procurando ser mejores para recibir a Jesús.

La Iglesia durante las cuatro semanas anteriores a la Navidad y especialmente los domingos dedica la liturgia de la misa a la contemplación de la primera "llegada" de Cristo a la tierra, de su próxima "llegada" triunfal y la disposición que debemos tener para recibirlo. El color morado de los ornamentos usados en sus celebraciones nos recuerda la actitud de penitencia y sacrificio que todos los cristianos debemos tener para prepararnos a tan importante evento.

La familia como Iglesia doméstica procura reunirse para hacer más profunda esta preparación. Algunas familias se unen para orar en torno a una corona de ramas de hojas perennes sobre la cuál colocan velas que van encendiendo cada domingo. En otros lugares se elabora un calendario en el cuál se marcan los días que pasan hasta llegar al día de Navidad. En algunos países, como México, familiares y amigos se reúnen para celebrar las Posadas rezando el rosario, recordando el peregrinar de María y José para llegar a Belén. En todas estas reuniones el sentido de penitencia y sacrificio se enriquece por la esperanza y el espíritu de fraternidad y generosidad que surge de la alegría de que Dios pronto estará con nosotros.

ADORA Y CONFÍA


Adora y Confía
Autor: Padre Teilhard de Chardin


No te inquietes por las dificultades de la vida,
por sus altibajos, por sus decepciones,
por su porvenir más o menos sombrío.
Quiere lo que Dios quiere.

Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades
el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo,
acepta los designios de su providencia.

Poco importa que te consideres un frustrado
si Dios te considera plenamente realizado;
a su gusto.
Piérdete confiado ciegamente en ese Dios
que te quiere para sí.
Y que llegará hasta ti, aunque jamás le veas.

Piensa que estás en sus manos,
tanto más fuertemente cogido,
cuanto más decaído y triste te encuentres.

Vive feliz. Te lo suplico.
Vive en paz.
Que nada te altere.
Que nada sea capaz de quitarte tu paz.
Ni la fatiga psíquica. Ni tus fallos morales.
Haz que brote, y conserva siempre sobre tu rostro
una dulce sonrisa, reflejo de la que el Señor
continuamente te dirige.

Y en el fondo de tu alma coloca, antes que nada,
como fuente de energía y criterio de verdad,
todo aquello que te llene de la paz de Dios.

Recuerda: 
cuanto te reprima e inquiete es falso.
Te lo aseguro en nombre de las leyes de la vida
y de las promesas de Dios.
Por eso, cuando te sientas 
apesadumbrado,
triste,
adora y confía...

ACTITUD POSITIVA



Actitud positiva
Autor: Dr. Christian Barnard 


Si piensas que estas vencido, lo estas.
Si piensas que no te atreves, no lo harás.
Si piensas que te gustaría ganar,
pero que no puedes, no lo lograras.
Si piensas que perderás, ya has perdido.

Porque en el mundo encontraras que el éxito
comienza con la voluntad del hombre.

Todo esta en la actitud mental.
Porque muchas carreras se han perdido antes de
haberse corrido.

Y muchos cobardes han fracasado
antes de haber empezado su trabajo.

Piensa en grande y tus hechos crecerán.
Piensa en pequeño y quedaras atrás.
Piensa que puedes y podrás.

Todo esta en la actitud mental.
Si piensas que estas aventajado, lo estas.
Tienes que pensar bien para elevarte.
Tienes que estar seguro de ti mismo
antes de intentar ganar un premio.

La batalla de la vida no siempre la gana
el mas fuerte o el mas rápido.
Tarde o temprano, aquel que gana,
es el que cree poder hacerlo.

EL EVANGELIO HOY: 30.11.2013

Autor: P. Juan Gralla | Fuente: Catholic.net
El pequeño hermano de Pedro
Mateo 4, 18-22. Fiesta de San Andrés. ¿Y si Andrés no hubiera seguido a Cristo? Entonces Pedro, primer Papa de la Historia de la Iglesia no lo hubiera conocido.
 
El pequeño hermano de Pedro
Del santo Evangelio según san Mateo 4, 18-22

En aquel tiempo, paseando Jesús por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.
Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron.


Oración introductoria

Ven Espíritu Santo, dame la luz para aguardar, en silencio, el llamado que Jesús quiera darme en esta oración. Fortalece mi espíritu para que sepa responder rápida y eficazmente, con generosidad y amor, a lo que Dios, en su Divina Providencia, quiera pedirme.

Petición

Señor, quiero seguirte, conviérteme en un auténtico discípulo y misionero de tu amor.

Meditación del Papa

Dios nos acompaña, Dios nos llama por nuestro nombre, Dios nos promete una descendencia. Y esta es un poco la seguridad del cristiano. ¡No es una casualidad, es una llamada! Una llamada que nos hace seguir adelante. Ser cristiano es un llamado de amor, de amistad; una llamada a convertirse en hijo de Dios, hermano de Jesús; a ser fecundo en la transmisión de esta llamada a los demás, a ser instrumentos de esta llamada. Hay tantos problemas, hay momentos difíciles: ¡Jesús ha pasado por tantos! Pero siempre con esa confianza: El Señor me ha llamado. El Señor es como yo. El Señor me ha prometido. Dios es fiel, pues Él nunca puede renegar de sí mismo: Él es la lealtad. Y pensando en esta pasaje donde Abraham es ungido como padre, por primera vez, padre de los pueblos, pensamos también en nosotros que hemos sido ungidos en el Bautismo, y pensamos en nuestra vida cristiana. (cf S.S. Francisco,25 de junio de 2013)

Reflexión

Dos grupos de hermanos presenta nuestro Evangelio de hoy, quizás insinuándonos que las cosas para Dios tienen caminos tan singulares como llamar a todo el "futuro" de una familia. Pero si es Cristo quien llama... El sabe de sobra lo que hace. Y lo que hacía con la familia de Pedro y de Santiago era algo verdaderamente espectacular.

Andrés, el pequeño hermano de Pedro. ¡Quién lo fuera a pensar! De esos dos hombres habría de sacar la roca donde edificar la Santa Madre Iglesia. Efectivamente, porque otro pasaje, el que nos refiere Juan en su primer capítulo, nos presenta a los dos hermanos menores que se les ocurre seguir a Cristo, le conocen y ellos, terriblemente impresionados de ese singular Hombre que es Jesús, se lo cuentan a sus respectivos hermanos, que debieron ser hombres recios pues eran pescadores, y de gran corazón.

¿Y si Andrés no hubiera seguido a Cristo? O pongamos que lo hubiese seguido, ¿si no le hubiese dicho nada a Pedro? Era legítimo que se callase. El había encontrado al Señor y Pedro era ciertamente su hermano pero nada más. Pero cuando uno conoce a Cristo inevitablemente lo da a conocer. De no haberlo hecho no tendríamos quizás a Pedro, primer Papa de la Historia de la Iglesia.

Sin embargo Andrés comprendió bien lo que significaba haber estado con el Señor. Tenía que mostrárselo a fuerzas a su hermano, tenía que llevarlo a su presencia como lo hizo, aunque Pedro se la estuviera pasando muy bien entre sus pescados, aunque fuera el "hombre" de la casa, aunque no aparentara tener mucha resonancia interior.

Andrés es, pues, el que lo conduce a Cristo, es el que nos hizo el favor de poder tener a ese Pedro tan bueno entre nosotros. Y tan buen hermano fue que no sólo fue apóstol como su hermano sino que dio su vida en la cruz y fundó (así es estimado en las iglesias de oriente) con su sangre la fe de tantos hermanos nuestros que, con la gracia de Dios, tendremos algún día el gusto de abrazar en la plena comunión con Roma. Andrés, buen ejemplo. 

viernes, 29 de noviembre de 2013

ORACIÓN A CRISTO REY



ORACIÓN A CRISTO REY

Oh Cristo Jesús, te reconozco por Rey universal. Todo cuanto existe ha sido creado por ti. Ejerce sobre mí todos tus derechos. Renuevo mis promesas del bautismo, renunciando a Satanás, a sus seducciones y a sus obras, y prometo vivir como buen cristiano. Muy en particular me comprometo a hacer triunfar, según mis medios, los derechos de Dios y de tu Iglesia.

Jesucristo, te ofrezco mis pobres acciones para obtener que todos los corazones reconozcan y vivan tu mensaje de paz, de justicia y de amor.

Amén.

ALGO QUE NO DEBES OLVIDAR EN EL TIEMPO DE ADVIENTO




ALGO QUE NO DEBES OLVIDAR 
EN TIEMPO DE ADVIENTO

El adviento comprende las cuatro semanas antes de la Navidad. 
El adviento es tiempo de preparación, esperanza y arrepentimiento de nuestros pecados para la llegada del Señor.
En el adviento nos preparamos para la navidad y la segunda venida de Cristo al mundo, cuando volverá como Rey de todo el Universo.
Es un tiempo en el que podemos revisar cómo ha sido nuestra vida espiritual, nuestra vida en relación con Dios y convertirnos de nuevo.
Es un tiempo en el que podemos hacer un plan de vida para mejorar como personas.



Cuida tu fe

Esta es una época del año en la que vamos a estar “bombardeados” por la publicidad para comprar todo tipo de cosas, vamos a estar invitados a muchas fiestas. Todo esto puede llegar a hacer que nos olvidemos del verdadero sentido del Adviento. Esforcémonos por vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano.
De esta forma viviremos la Navidad del Señor ocupados del Señor de la Navidad.

FIN DE LA CONSTRUCCIÓN


Fin de la construcción


...el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6.

Un día, Billy y Rut Graham estaban conduciendo por un largo trecho de carretera que estaba en construcción. Encontraron muchos retrasos, desvíos y paradas. Finalmente llegaron al final de la dificultad, y delante de ellos se extendía un largo trecho de pavimento suave. El siguiente letrero captó la atención de Rut: <<Fin de la construcción. Gracias por su paciencia.>> Ella comentó que esas palabras serían apropiadas para inscribirlas en su tumba algún día.

En realidad, esas palabras nos quedan bien a todos los creyentes, porque en esta vida estamos <<en construcción>>, Cuando aceptamos a Cristo como Salvador y Señor comenzamos el proceso de crecimiento espiritual, el cual dura toda la vida. El Espíritu Santo obra en nosotros para quitar nuestro egoísmo (Filipenses 2:4), renovar nuestra manera de pensar (Romanos 12:2), y desarrollar cualidades en nosotros que sean cada vez más como las de Cristo (Colosenses 3:5-14) . Pablo describió este proceso como una obra de Dios. Dijo: "El que comenzó con vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo" (Filipenses 1:6)

Mientras viajamos con destino al cielo, cooperemos con la construcción de Dios en nuestras vidas. Cuando su obra en nosotros esté completa,"seremos semejantes a él" (1 Juan 3:2), perfectamente conformados a la semejanza de nuestro Salvador.

Dios nos ama demasiado para dejarnos como somos. No rehúses los cambios que el quiera hacer en ti hoy, recuerda: "Estas en Construcción"

REGALOS QUE NADA CUESTAN


Regalos que nada cuestan


1.  El regalo de escuchar. 
     Pero realmente escuchar, sin interrumpir, bostezar, o criticar. Sólo escuchar.

2.  El regalo del cariño.
     Ser generoso con besos, abrazos, una palabra amable, un apretón de manos.
     Con estas pequeñas acciones demuestras el cariño por tu familia y amigos.

3.  El regalo de la sonrisa.
     Llena tu vida de imágenes con sonrisas, dibujos, caricaturas, y tu
     regalo dirá "me gusta reír contigo".

4.  El regalo de una nota escrita.
     Puede ser un simple "gracias por ayudarme". Un detallito así puede      ser recordado toda una vida, y aún, tal vez, inclusive cambiarla.

5.  El regalo del reconocimiento.
     Un simple, pero sincero "te ves preciosa con ese vestido", "has hecho un gran trabajo", "fue una cena estupenda",  pueden convertir en    especial un día ordinario.

6.  El regalo del favor.
     Todo los días procura hacer un favor.

7.  El regalo de la soledad.
     Hay momentos en que preferimos estar solos. En esas ocasiones
     especiales ofrécete ese regalo a ti mismo, o pídele a otros que te lo obsequien.

8.  El regalo de la disposición a la gratitud.
     Una manera de hacer sentir bien a los demás es decirles esas cosas tan "hola",  "muchas gracias", "eres un cielo", "qué suerte tenerte cerca"...

ESQUEMAS DE ORACIONES PARA ENCENDER VELAS DE ADVIENTO


PROPONEMOS ESTE ESQUEMA SENCILLO PARA ORAR AL ENCENDER LA VELA DE ADVIENTO 

Primer domingo 

ENTRADA. Se entona algún canto. 
Saludo. 
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 
Acto de Contrición. 
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores. 
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso... 

LITURGIA DE LA PALABRA. Lectura del santo evangelio según san Marcos 13,33: “Estén preparados y vigilando, ya que nos saben cual será el momento”. Palabra del Señor. (Breve pausa para meditar) 
Reflexión. 

Guía: Vigilar significa estar atentos, salir al encuentro del Señor, que quiere entrar, este año más que el pasado, en nuestra existencia, para darle sentido total y salvarnos. 

ENCENDIDO DE LA VELA. Oración. 

Guía: Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta primer semana de Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen. 

Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús!. ¡Ven, Señor Jesús! 

PADRE NUESTRO 
Guia: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro... 

CONCLUSION 
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. 
Todos: Y seremos salvos. Amén. 


SEGUNDO DOMINGO 

ENTRADA. Se entona algún canto. Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 

Acto de Contrición. 
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores. 
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso... 

LITURGIA DE LA PALABRA. 
Lectura de la II carta de San Pedro 3,13-14: ”Nosotros esperamos según la promesa de Dios cielos nuevos y tierra nueva, un mundo en que reinará la justicia. Por eso, queridos hermanos, durante esta espera, esfuércense para que Dios los halle sin mancha ni culpa, viviendo en paz". Palabra de Dios. 
Breve pausa para meditar 

Reflexión 
Guía: ¿Qué va a cambiar en mí, en nosotros en este Adviento? ¿ Se notará que creemos de veras en Cristo? 

ENCENDIDO DE LA VELA. Oración. 

Guía: Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como un símbolo, encendemos estas dos velas. El viejo tronco está rebrotando se estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra carne... 

Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza. ¡Ven pronto, Señor! ¡Ven, Salvador! 

PADRE NUESTRO. 
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre nuestro... 

CONCLUSION. 
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. 
Todos: Y seremos salvados. Amén. 


TERCER DOMINGO 

ENTRADA. 
Se entona algún canto. Saludo. 
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo Y del Espíritu Santo. Acto de Contrición. 
Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores. 
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso... 

LITURGIA DE LA PALABRA. 
Lectura de la Primera carta a los Tesalonicenses 5,23: ”Que el propio Dios de la paz los santifique, llevándolos a la perfección. Guárdense enteramente, sin mancha, en todo su espíritu, su alma y su cuerpo, hasta la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor”. Palabra de Dios. 
Breve pausa para meditar. Reflexión. 

Guía: Los hombres de hoy no verán en persona a Cristo en esta Navidad. Pero sí verán a la Iglesia, nos verán a nosotros. ¿Habrá más luz, más amor, más esperanza reflejada en nuestra vida para que puedan creer en El? 

ENCENDIDO DE LA VELA. Oración. 

Guía: En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz. Se anuncia la buena noticia: ¡El Señor va a llegar! ¡Preparen sus caminos, porque ya se acerca! Adornen su alma como una novia se engalana el día de su boda. ¡Ya llega el mensajero!. Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz. 

Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles, llama para que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor! 

PADRE NUESTRO. 
Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre nuestro... 

CONCLUSION. 
Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. 
Todos: Y seremos salvados. Amén 


CUARTO DOMINGO 

Todos hacen la señal de la cruz. 
Guía: "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor" 
Todos: "Que hizo el cielo y la tierra" 

Liturgia de la Palabra: 
Primera lectura: Rm 13,13-14 "Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestios del Señor Jesucristo". "Palabra de Dios" 
Todos: "Te alabamos Señor". 

Segunda lectura: 2 Tes. 1,6-7 "Es justo a los ojos de Dios pagar con alivio a vosotros, los afligidos, y a nosotros, cuando el Señor Jesús se revele, viniendo del cielo acompañado de sus poderosos ángeles, entre las aclamaciones de sus pueblo santo y la admiración de todos los creyentes." -"Palabra de Dios" 
Todos: "Te alabamos Señor". 
Guía: "Ven, Señor, y no tardes. 
Todos: "Perdona los pecados de tu pueblo". 

SE ENCIENDEN LAS CUATRO VELAS 
Guía: "Bendigamos al Señor" 
Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: "Demos gracias a Dios". 

Humildad y gloria 
El Nacimiento de Jesús 

Guía: Lectura del Evangelio según San Lucas (2:6-7) 
"Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron 
los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, 
le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento." 
"Palabra de Dios" 
Todos: "Te alabamos Señor". 

MEDITACION 

La Virgen y San José, con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos en la prueba. No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que les pueda separar del amor de Cristo que nace. Ellos son los benditos de Dios que le reciben. Dios no encuentra lugar mejor que aquel pesebre, porque allí estaba el amor inmaculado que lo recibe. 

Nos unimos a La Virgen y San José con un sincero deseo de renunciar a todo lo que impide que Jesús nazca en nuestro corazón. 

Tiempo de silencio / Tiempo de intercesión 
Padre Nuestro / Ave María. 

ORACIÓN FINAL 

Derrama Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo. 

Todos: "Amén" 


PREPARA TU CORONA DE ADVIENTO



Autor: P. Alberto Ramírez Mozqueda | Fuente: Catholic.net
Prepara tu Corona de Adviento
La corona o guirnalda de Adviento es el primer anuncio de Navidad. ¿Qué significa? ¿Cómo encender las velas?


La corona o guirnalda de Adviento es el primer anuncio de Navidad. Es un círculo de follaje verde, la forma simboliza la eternidad y el color la esperanza y la vida... 

Dios se hace presente en la vida de cada ser humano y de cualquier manera le hace sentir su amor y deseo de salvarle. 

La palabra ADVIENTO es de origen latín y quiere decir VENIDA. Es el tiempo en que los cristianos nos preparamos para la venida de Jesucristo. El tiempo de adviento abarca cuatro semanas antes de Navidad. 

Actualmente hay inquietud por reavivar una costumbre muy significativa y de gran ayuda para vivir este tiempo: La corona o guirnalda de Adviento es el primer anuncio de Navidad. 

La corona es un círculo de follaje verde, la forma simboliza la eternidad y el color la esperanza y la vida. Va enrollada con un listón rojo, símbolo del amor de Dios que nos envuelve y también de nuestro amor que espera con ansiedad el nacimiento del Hijo de Dios. En el centro de círculo se colocan las cuatro velas (pueden ser tres moradas y una rosa o bien todas blancas) para encenderse una cada domingo de Adviento. La luz de la vela simboliza nuestra fe. 

El conjunto se sitúa cerca del altar o del ambón de la Palabra, si es en la Iglesia, o en un lugar adecuado si se utiliza en un ambiente familiar o escolar. 

En Navidad se puede añadir una quinta vela blanca, hasta el final del tiempo de Navidad y si se quiere se puede situar la imagen del Niño en relación con la corona: se tiene que ver que la Navidad es más importante que la espera del Adviento. 

La corona, que procede del Norte (países escandinavos, Alemania), tiene raíces simbólicas universales: la luz como salvación, el verde como vida, forma redonda como eternidad. Simbolismos que se vieron muy coherentes con el misterio de la Navidad cristiana y que pasaron fácilmente a los países del sur. 

Se ha convertido rápidamente en un simpático elemento complementario de pedagogía cristiana para expresar la espera de Cristo Jesús como Luz y Vida, junto a otros ciertamente más importantes, como son las lecturas bíblicas, los textos de oración y el repertorio de cantos. 

EL EVANGELIO DE HOY: 29.11.2013

Autor: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net
Señales de la venida del Reino
Lucas 21, 29-33. Tiempo Ordinario. Es nuestra responsabilidad no perder el tiempo porque es un regalo de Dios de valor incalculable.
 
Señales de la venida del Reino
Del santo Evangelio según san Lucas 21, 29-33


Les añadió una parábola: «Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca. Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Oración introductoria

Espíritu Santo, te pido el don de ciencia para valorar las cosas humanas en relación a mi último fin y para saber discernir lo que debo hacer en cada momento. En este momento de oración, ayúdame a guardar el silencio necesario para agradarte y escuchar lo que hoy me quieres decir.

Petición

Señor, dame fortaleza, para buscar con constancia la santidad.

Meditación del Papa Francisco

¿Cuál es la finalidad de este pueblo? El fin es el Reino de Dios, iniciado en la tierra por Dios mismo y que debe ser ampliado hasta su realización, cuando venga Cristo, nuestra vida. El fin, entonces, es la comunión plena con el Señor, la familiaridad con el Señor, entrar en su misma vida divina, donde viviremos la alegría de su amor sin medida, un gozo pleno. Queridos hermanos y hermanas, ser Iglesia, ser pueblo de Dios, según el gran designio de amor del Padre, quiere decir ser el fermento de Dios en esta humanidad nuestra, quiere decir anunciar y llevar la salvación de Dios a este mundo nuestro, que a menudo está desorientado, necesitado de tener respuestas que alienten, que donen esperanza y nuevo vigor en el camino. Que la Iglesia sea espacio de la misericordia y de la esperanza de Dios, donde cada uno se sienta acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio. Y para hacer sentir al otro acogido, amado, perdonado y alentado, la Iglesia debe tener las puertas abiertas para que todos puedan entrar. Y nosotros debemos salir por esas puertas y anunciar el Evangelio. (S.S. Francisco, 12 de junio de 2013)

Reflexión

La parábola de la higuera se sitúa prácticamente al final del discurso de Jesús sobre las señales del fin universal. Hace aproximadamente dos mil años que Cristo pronunció estas palabras, y no pueden ser más actuales. No hace falta detenerse demasiado en dicho discurso para encontrar rápidamente el paralelismo entre lo que Cristo nos describe y lo que nosotros vivimos en la actualidad. Ante tanta adversidad el mensaje de Cristo es, como siempre, esperanzador: "el Reino de Dios está cerca". Somos pues, hijos todos de la misma generación, descendientes de Adán y Eva, los expulsados del paraíso. Pero hijos principalmente de Dios, que nos dignifica a través de su Hijo Jesucristo y que nos muestra ya la higuera que retoña, es decir, el Reino naciente en cada corazón que le ama.

El tiempo ha demostrado la autenticidad de las palabras de Nuestro Señor: "El cielo y tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán". Esta sorprendente expresión de Jesús está cargada de un profundo significado: nada perdura en el tiempo, sólo Él es eterno, sólo Él puede decir "siempre".

Por eso, nos equivocamos si centramos nuestra vida en lo estrictamente pasajero, material y efímero. Debemos anclarnos en Cristo, con Él no damos pasos en falso.

Desde luego, y estamos avisados, la senda es estrecha y espinada, y cuesta transitarla, pero vamos acompañados y guiados por el Maestro. Este pasaje nos llama a volver a la frescura del Evangelio, a buscar la autenticidad del mensaje cristiano, seguros de que no pasa, jamás se desfasa, ni es atemporal. A veces, nuestros prejuicios nos empujan a quedarnos en lo más superficial de lo que conforma nuestra fe; nos ocupamos con demasiada frecuencia de lo externo; estamos estancados en nuestra dimensión más horizontal, olvidándonos de que es la vertical la que nos conduce a las alturas.

Propósito

El Señor nos advierte: "mis palabras no pasarán", es nuestra responsabilidad no perder más el tiempo, el tiempo es un regalo de Dios de valor incalculable. Utilizarlo de cara a Él, obedeciendo su santa voluntad. He ahí la tarea del cristiano y lo único que puede darnos la felicidad. 

jueves, 28 de noviembre de 2013

PENSAMIENTOS EUCARÍSTICOS


PENSAMIENTOS EUCARÍSTICOS DE LOS SANTOS

San Alfonso María de Ligorio

"El mismo Dios no puede hacer una acción más sagrada y más grande que la celebración de una Santa Misa".
Experimentó unos dolores muy agudos en el abdomen. El religioso que le acompañaba, lo urgía a que se detuviera a tomar un sedante. Pero el Santo aún no celebraba Misa, y su respuesta inmediata fue: "Mi querido hermano, yo caminaría diez millas en esta condición con el fin de no perder el ofrecer la Santa Misa." Y su dolor no lo hacía romper el ayuno eucarístico, el cual en ese tiempo era obligatorio desde la media noche anterior. Esperó a que el dolor menguara un poco, y luego continuó su camino a la Iglesia.
"Creo Jesús Mío que estás real y verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte dentro de mi alma, más ya que no lo puedo hacer en este momento sacramentalmente ven por lo menos espiritualmente a mi corazón. (Pausa) Como si ya te hubiese recibido, yo me abrazo y me uno totalmente a Ti. Nunca, nunca permitas que me separe de Ti. Amén".


San Francisco de Asís 

"El hombre debería temblar, el mundo debería vibrar, el Cielo entero debería conmoverse profundamente cuando el Hijo de Dios aparece sobre el altar en las manos del sacerdote".
Asistía usualmente a dos Misas cada día; y cuando estaba enfermo, le pedía a un fraile sacerdote que celebrara la Santa Misa para él, en su celda, a fin de no quedarse sin la Santa Misa.


San Felipe Neri 

"Con oraciones pedimos gracia a Dios; en la Santa Misa comprometemos a Dios a que nos las conceda".
Amaba tanto la Eucaristía, que aún cuando estuvo gravemente enfermo recibía la Sagrada Comunión a diario, y si no le traían a Jesús muy tempranito en la mañana, se trastornaba mucho y no encontraba reposo de ningún modo. "Mi deseo de recibir a Jesús es tanto,- exclamaba,- que no puedo encontrar paz mientras espero".
"La devoción al Santísimo Sacramento y la devoción a la Santísima Virgen, no son simplemente el mejor camino, sino que de hecho son el único camino para conservar la pureza. A la edad de veinte, nada sino la comunión puede conservar puro el corazón de uno ... La castidad no es posible sin la Eucaristía."


Santa Gertrudes 

Nuestro Señor le dijo: "Puedes estar segura que referente a alguien quien asistió a la Santa Misa devotamente, Yo le mandaré tantos de mis Santos a que lo consuelen y lo protejan durante los últimos momentos de su vida, como Misas haya oído bien".


Santo Cura de Ars 

"Si supiéramos el valor del Santo Sacrificio de la Misa, qué esfuerzo tan grande haríamos por asistir a ella".
"¡Qué feliz es ese Ángel de la Guarda que acompaña al alma cuando va a Misa!".
"La Misa es la devoción de los Santos."
Un día durante un sermón, el Santo Cura de Ars dijo un ejemplo de un sacerdote que al celebrar una Misa por su amigo muerto, después de la Consagración oró de la manera siguiente: "Eterno y Santo Padre, vamos haciendo un cambio. Tú posees el alma de mi amigo en el Purgatorio; yo tengo el Cuerpo de Tu Hijo en mis manos. Libérame Tú a mi amigo, y yo Te ofrezco a Tu Hijo, con todos los méritos de Su Pasión y Muerte".
"Todas las buenas obras, tomadas juntas, no pueden tener el valor de una Santa Misa, porque aquéllas son obras de los hombres, mientras que la Santa Misa, es el trabajo de Dios".
"Toda Hostia Consagrada está hecha para consumirse con amor en un corazón humano".
"A la vista de una torre de Iglesia, ustedes pueden decir: Jesús está ahí, pues ahí hay un sacerdote que ha celebrado Misa".


San Maximiliano M. Kolbe 

Ofrecía la Santa Misa aún cuando su salud estaba en tan lastimoso estado, uno de sus hermanos religiosos tenía que sostenerlo en el altar para evitar que cayera.



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