miércoles, 22 de enero de 2020

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS


Catequesis del Papa Francisco sobre la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos
Redacción ACI Prensa
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




En la Audiencia General de este miércoles 22 de enero, el Papa Francisco reflexionó sobre la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que en Roma se celebra del 18 al 25 de enero.

En su catequesis el Santo Padre recordó que este año la Semana de Oración gira entorno a la hospitalidad y se basa en el pasaje de los Hechos de los Apóstoles que narra cómo las comunidades de Malta y Gozo trataron a San Pablo y a sus compañeros de viaje, cuando naufragaron.

“La hospitalidad es importante; y es también una importante virtud ecuménica. Significa reconocer, ante todo, que los demás cristianos son verdaderamente nuestros hermanos y nuestras hermanas en Cristo”, explicó el Papa.

A continuación, el texto completo de la catequesis del Papa Francisco.

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

La catequesis de hoy se enmarca en la semana de oración por la unidad de los cristianos que este año tiene como tema la hospitalidad, partiendo del pasaje de los Hechos de los Apóstoles que narra cómo las comunidades de Malta y Gozo trataron a san Pablo y a sus compañeros de viaje, cuando naufragaron.  A este episodio me referí precisamente en la catequesis de hace dos semanas.

Por lo tanto, recordemos de nuevo la dramática experiencia de ese naufragio. El barco en el que viaja Pablo está a merced de los elementos. Llevan catorce días en el mar, a la deriva, y como no se ven ni el sol ni las estrellas, los viajeros se sienten desorientados, perdidos. El mar se estrella con violencia contra el barco que temen que se rompa por la fuerza de las olas. También les azotan el viento y la lluvia. La fuerza del mar y de la tormenta es terrible e indiferente al destino de los navegantes: ¡eran más de 260 personas!

Pero Pablo, que sabe que no es así, habla. La fe le dice que su vida está en manos de Dios, que resucitó a Jesús de entre los muertos, y que lo llamó a él, a Pablo, para llevar el Evangelio hasta los confines de la tierra. Su fe también le dice que Dios, según lo que Jesús reveló, es un Padre amoroso. Por eso Pablo se dirige a sus compañeros de viaje e, inspirado por la fe, les anuncia que Dios no permitirá que pierdan ni un solo cabello.

Esta profecía se cumple cuando el barco encalla en la costa de Malta y todos los pasajeros pisan la tierra firme sanos y salvos. Y allí experimentan algo nuevo. En contraste con la violencia brutal del mar tempestuoso, reciben el testimonio de la "humanidad poco común" de los isleños. Esta gente, para la que son extranjeros, se muestra atenta a sus necesidades. Encienden un fuego para que se calienten, les dan refugio contra la lluvia y comida.

Aunque todavía no han recibido la Buena Nueva de Cristo, manifiestan el amor de Dios en actos concretos de bondad. Efectivamente, la hospitalidad espontánea y la amabilidad comunican algo del amor de Dios. Y la hospitalidad de los isleños malteses se ve recompensada por los milagros de curación que Dios obra a través de Pablo en la isla. La gente de Malta fue, pues, un signo de la Providencia de Dios para el Apóstol; también él fue testigo del amor misericordioso de Dios por ellos.

Queridísimos: la hospitalidad es importante; y es también una importante virtud ecuménica. Significa reconocer, ante todo, que los demás cristianos son verdaderamente nuestros hermanos y nuestras hermanas en Cristo. Somos hermanos. Alguien os dirá: “Pero ese es protestante, ese es ortodoxo...”. Sí, pero somos hermanos en Cristo. No es un acto de generosidad en un solo sentido, porque cuando somos hospitalarios con otros cristianos los acogemos como un regalo que nos han hecho. Como los malteses, - buenos, estos malteses- somos recompensados porque recibimos lo que el Espíritu Santo ha sembrado en estos hermanos y hermanas nuestros, que se convierte en un regalo también para nosotros porque el Espíritu Santo siembra también su gracia por doquier.

Acoger a los cristianos de otra tradición significa, en primer lugar, mostrar el amor de Dios por ellos, porque son hijos de Dios, -hermanos nuestros- y también recibir lo que Dios ha realizado en sus vidas. La hospitalidad ecuménica requiere la voluntad de escuchar a los otros cristianos, prestando atención a sus historias personales de fe y a la historia de su comunidad, comunidad de fe con otra tradición diferente de la nuestra. La hospitalidad ecuménica implica el deseo de conocer la experiencia que otros cristianos tienen de Dios y la expectativa de recibir los dones espirituales que la acompañan. Y esto es una gracia, descubrir esto es una gracia. Pienso en los tiempos pasados, en mi tierra por ejemplo. Cuando vinieron algunos misioneros evangélicos, un grupito de católicos iba a quemarles las tiendas. Esto no: No es cristiano. Somos hermanos, todos somos hermanos, y debemos ser hospitales unos con otros.

Hoy, el mar en el que naufragaron Pablo y sus compañeros vuelve a ser un lugar peligroso para la vida de otros navegantes. En todo el mundo, los hombres y las mujeres migrantes enfrentan viajes arriesgados para escapar de la violencia, para escapar de la guerra, para escapar de la pobreza. Como Pablo y sus compañeros experimentan la indiferencia, la hostilidad del desierto, de los ríos, de los mares... Muchas veces no les dejan desembarcar en los puertos. Pero, desgraciadamente, a veces también encuentran la hostilidad mucho peor de los seres humanos. Son explotados por traficantes criminales: ¡Hoy! Son tratados como números y como una amenaza por algunos gobernantes: ¡Hoy! A veces la inhospitalidad los arroja de nuevo como una ola hacia la pobreza o hacia los peligros de los que han huido.

Nosotros, como cristianos, debemos trabajar juntos para mostrar a los migrantes el amor de Dios revelado por Jesucristo. Podemos y debemos testimoniar que no hay solamente hostilidad e indiferencia, sino que cada persona es preciosa para Dios y amada por Él. Las divisiones que existen todavía entre nosotros nos impiden ser plenamente el signo del amor de Dios por el mundo. Trabajar juntos para vivir la hospitalidad ecuménica, particularmente con aquellos cuyas vidas son más vulnerables, hará de todos nosotros, los cristianos –protestantes, ortodoxos, católicos, todos los cristianos- mejores seres humanos, mejores discípulos y un pueblo cristiano más unido. Nos acercará más a la unidad, que es la voluntad de Dios para nosotros.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MIÉRCOLES 22 DE ENERO DE 2020


Lecturas de hoy Miércoles de la 2ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, miércoles, 22 de enero de 2020


Primera lectura
Lectura del primer libro de Samuel (17,32-33.37.40-51):

En aquellos días, Saúl mandó llamar a David, y éste le dijo: «Majestad, no os desaniméis. Este servidor tuyo irá a luchar con ese filisteo.»
Pero Saúl le contestó: «No podrás acercarte a ese filisteo para luchar con él, porque eres un muchacho, y él es un guerrero desde mozo.»
David le replicó: «El Señor, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, me librará de las manos de ese filisteo.»
Entonces Saúl le dijo: «Anda con Dios.»
Agarró el cayado, escogió cinco cantos del arroyo, se los echó al zurrón, empuñó la honda y se acercó al filisteo. Éste, precedido de su escudero, iba avanzando, acercándose a David; lo miró de arriba abajo y lo despreció, porque era un muchacho de buen color y guapo, y le gritó: «¿Soy yo un perro, para que vengas a mi con un palo?»
Luego maldijo a David, invocando a sus dioses, y le dijo: «Ven acá, y echaré tu carne a las aves del cielo y a las fieras del campo.»
Pero David le contestó: «Tú vienes hacia mí armado de espada, lanza y jabalina; yo voy hacia ti en nombre del Señor de los ejércitos, Dios de las huestes de Israel, a las que has desafiado. Hoy te entregará el Señor en mis manos, te venceré, te arrancaré la cabeza de los hombros y echaré tu cadáver y los del campamento filisteo a las aves del cielo y a las fieras de la tierra; y todo el mundo reconocerá que hay un Dios en Israel; y todos los aquí reunidos reconocerán que el Señor da la victoria sin necesidad de espadas ni lanzas, porque ésta es una guerra del Señor, y él os entregará en nuestro poder.»
Cuando el filisteo se puso en marcha y se acercaba en dirección de David, éste salió de la formación y corrió velozmente en dirección del filisteo; echó mano al zurrón, sacó una piedra, disparó la honda y le pegó al filisteo en la frente: la piedra se le clavó en la frente, y cayó de bruces en tierra. Así venció David al filisteo, con la honda y una piedra; lo mató de un golpe, sin empuñar espada. David corrió y se paró junto al filisteo, le agarró la espada, la desenvainó y lo remató, cortándole la cabeza. Los filisteos, al ver que había muerto su campeón, huyeron.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 143,1.2.9-10

R/. Bendito el Señor, mi Roca

Bendito el Señor, mi Roca,
que adiestra mis manos para el combate,
mis dedos para la pelea. R/.

Mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio,
que me somete los pueblos. R/.

Dios mio, te cantaré un cántico nuevo,
tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:
para ti que das la victoria a los reyes,
y salvas a David, tu siervo. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,1-6):

En aquel tiempo, entró Jesús otra vez en la sinagoga, y había allí un hombre con parálisis en un brazo. Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo.
Jesús le dijo al que tenía la parálisis: «Levántate y ponte ahí en medio.»
Y a ellos les preguntó: «¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?»
Se quedaron callados. Echando en torno una mirada de ira, y dolido de su obstinación, le dijo al hombre: «Extiende el brazo.»
Lo extendió y quedó restablecido.
En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 22 de enero de 2020
José Luis Latorre, cmf

“Levántate y ponte en medio”.

Queridos amigos

El evangelista nos narra una nueva controversia de Jesús con los fariseos: el hombre de la mano paralizada. Ante esta situación Jesús le dice al hombre “levántate y ponte en medio”.

-Levántate: En otros muchos relatos de curaciones se repite esta indicación de Jesús. Él tiene otra mirada sobre estas personas: son hijos de Dios necesitados que esperan ser liberados y curados. Y los hijos de Dios necesitados deben ser atendidos ya. El evangelista dice que Jesús lo curó en sábado, precisamente el día en que los judíos celebraban al Dios creador y liberador. ¿Hay otra forma mejor de honrar a Dios que salvar una vida, puesto que en su nombre siempre se debe hacer el bien? ¿No dice el primer mandamiento que hay que amar a Dios y al próximo, y que no hay mandamiento mayor que éstos?

Por eso Jesús se indigna y entristece cuando ve que a los fariseos no les importa el sufrimiento de aquel hombre de la mano paralizada y que interpretan y utilizan las normas según sus conveniencias e intereses. So capa de religiosidad ocultan sus malas intenciones de utilizar el sufrimiento ajeno para salvar la sacralidad del sábado y poder acusar a Jesús de quebrantarlo.

-Ponte en medio: Para Jesús colocar a la persona vulnerable en el centro no quiere decir ponerla en el centro geográfico del lugar, sino en el centro del corazón. Con este gesto Jesús instaura una nueva sacralidad: la persona y sus necesidades. Ya no importa el día, el lugar y la hora que necesite ayuda. La persona es lo más valioso e importante de todo. Y hay que dejarlo todo –aunque sea la oración y la Misa- por ayudarle si así lo precisa. El Papa Francisco dice: la casa común de todos los hombres debe continuar levantándose sobre el respeto a la sacralidad de cada vida humana.

Con este gesto –levántate y ponte en medio- Jesús nos desafía a hacer lo mismo con nuestros hermanos necesitados. Muchas veces se echa a un lado a los que sufren: viven solos su dolor, en silencio, lejos de la vista de los demás, se les deja solos. Jesús, por el contrario, les hace sentir que están en el centro de su misericordia y compasión, que son tan importantes como los demás que no necesitan ser sanados o liberados, pues Jesús vino a buscar al que estaba perdido, la oveja descarriada, el ladrón arrepentido…

José Luis Latorre, Misionero Claretiano

FELIZ MIÉRCOLES!!!




martes, 21 de enero de 2020

ORACIÓN DE PROTECCIÓN


Oración de protección




Te ofrezco una oración de protección, compuesta por el Papa León XIII (1878-1903), quien ordenó rezarla al final de la Misa. Así se hizo hasta la reforma del Misal de san Pío V (1570), sustituido por el actual misal posconciliar del Papa Pablo VI (1969). En la oración pedimos el amparo de san Miguel Arcángel contra las insidias del Maligno.

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla: sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del Demonio. “Reprímale Dios”, pedimos suplicantes: y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Así sea.

“El evangelio es el primer texto de la antigüedad en el que el demonio se presenta como un enemigo al que se puede vencer. Uno de los grandes éxitos del cristianismo, en su primera difusión, se basó en el poder de los exorcistas cristianos sobre el demonio. La iglesia primitiva vivió esa certeza de vencer al “fuerte”, en nombre del “más fuerte”, Cristo”.



* Enviado por el P. Natalio

EL TESORO DE LOS PROBLEMAS


El tesoro de los problemas
Te abruman tantos problemas, parece que no hay salida. Oras y oras y parece que tu oración no es escuchada...


Por: Abraham Soto | Fuente: Catolicos Con Acción




Seguramente la noche anterior no has podido dormir pensando en cómo solucionar el problema que tienes ahora mismo. Das vuelta de un lado al otro y no sabes cómo salir de el y menos cuándo acabará.

De la misma manera están tus compañeros de clase, de trabajo o familiares. Todos tenemos problemas en la casa, con los amigos, en el trabajo, en fin… Si los problemas se convirtieran en un tesoro, pronto serías rico.

Oras y oras y parece que tu oración no es escuchada por Dios, pues los problemas empeoran y día a día se te suman más. Y la fe pronto se va debilitando hasta que te alejas de Dios.

A lo mejor estás leyendo este artículo desde una cama de enfermo, o desde tu oficina en medio de miles de actividades y regaños de tu jefe o quizá desde la universidad y ya no puedes con la carga académica. O tal vez en tu casa en medio de los problemas económicos de la familia y por qué no en medio de los conflictos en tu noviazgo.

¿Por qué a mi? es la pregunta que frecuentemente repites. Ahora te pregunto: ¿Acaso no has deseado alguna vez ser rico? ¿Recuerdas cuando arriba escribí “si los problemas se convirtieran en un tesoro, pronto serías rico?

Hoy te propongo una buena idea, a lo mejor no la perfecta, pero sí la que te ayudará a sobrellevar los problemas. En cada problema, identifica lo positivo. Cada problema trae consigo un tesoro, ese que aún no has descubierto porque sigues empeñado en quejarte.

Tómate un par de minutos. Piensa. Reflexiona. Pregúntate: ¿Cuál es el tesoro de mi problema? ¿Cuál es el lado positivo? ¿De qué me está salvando Dios?

Muchas veces nosotros queremos que las cosas ya sucedan, que los problemas se solucionen o que simplemente no existan. Dios sí existe y sus pensamientos no son iguales a los tuyos, ni tampoco a los míos. Su pensamiento y amor es divino, todo tiene un propósito, un tesoro.

¿Y María? Ella te ama diciéndote: “No se entristezca tu corazón ni te llenes de angustia. ¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre? ¿Acaso no soy tu ayuda y protección?”.

¡Ánimo! ¡Dios tiene un gran tesoro para ti!

SANTA INÉS, VIRGEN Y MÁRTIR, 21 DE ENERO


Biografía de Santa Inés
21 de enero 




Y añade el santo: "Se refiere que ella tenía sólo trece años cuando fue martirizada. Y notemos el poder de la fe que consigue hacer mártires valientes en tan tierna edad. Casi no había sitio en tan pequeño cuerpo para tantas heridas. Se mostró valientísima ante las más ensangrentadas manos de los verdugos y no se desanimó cuando oyó arrastrar con estrépito las pesadas cadenas. Ofreció su cuello a la espada del soldado furioso. Llevada contra su voluntad ante el altar de los ídolos, levantó sus manos puras hacia Jesucristo orando, y desde el fondo de la hoguera hizo el signo de la cruz, señal de la victoria de Jesucristo. Presentó sus manos y su cuello ante las argollas de hierro, pero era tan pequeña que aquellos hierros no lograban atarla. Todos lloraban menos ella. Las gentes admiraban la generosidad con la cual brindaba al Señor una vida que apenas estaba empezando a vivir. Estaban todos asombrados de que a tan corta edad pudiera ser ya tan valerosa mártir en honor de la Divinidad. Cuántas amenazas empleó el tirano para persuadirla. Cuántos halagos para alejarla de su religión. Mas ella respondía: La esposa injuria a su esposo si acepta el amor de otros pretendientes. Únicamente será mi esposo el que primero me eligió, Jesucristo. ¿Por qué tardas tanto verdugo? Perezca este cuerpo que no quiero sea de ojos que no deseo complacer. Llegado el momento del martirio. Reza. Inclina la cabeza. Hubierais visto temblar el verdugo lleno de miedo, como si fuera él quien estuviera condenado a muerte. Su mano tiembla. Palidece ante el horror que va a ejecutar, en tanto que la jovencita mira sin temor la llegada de su propia muerte. H aquí dos triunfos a un mismo tiempo para una misma niña: la pureza y el martirio".

Era de la noble familia romana Clodia. Nació cerca del año 290. Recibió muy buena educación cristiana y se consagró a Cristo con voto de virginidad.

Volviendo un día del colegio, la niña se encontró con el hijo del alcalde de Roma, el cual se enamoró de ella y le prometió grandes regalos a cambio de la promesa de matrimonio. Ella respondió: "He sido solicitada por otro Amante. Yo amo a Cristo. Seré la esposa de Aquel cuya Madre es Virgen; lo amaré y seguiré siendo casta".

El hijo recurre a su padre, el alcalde. Este la hace apresar. La amenazan con las llamas si no reniega de su religión pero no teme a las llamas. Entonces la condenan a morir degollada. Sus padres recogen el cadáver. La sepultan en el sepulcro paterno. Pocos días después su hermana Emerenciana cae martirizada a pedradas por estar rezando junto al sepulcro.

"Con mínimas fuerzas superó grandes peligros", dice San Dámaso en su epitafio.

Todos los historiadores coinciden en proclamarla mártir de la virginidad. Es patrona de las jóvenes que desean conservar la pureza. Cada año, el 21 de enero, día de Santa Inés, se bendicen los corderos con cuya lana se tejen los "palios", o sea el distintivo de los arzobispos.

En este tiempo de materialismo sea ella un modelo de castidad para la juventud.

La liturgia la presenta como modelo de los éxitos que logra alcanzar una persona cuando tiene una gran fe. La fe en Dios y en la eternidad lleva al heroísmo.

PAPA FRANCISCO: LOS DONES DEL SEÑOR NO SE COMPRAN


Papa Francisco: Los dones del Señor no se compran
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



En su homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta de este 21 de enero, el Papa Francisco advirtió que “el ser cristiano, ser bautizado, ser ordenado sacerdotes y obispos es pura gratuidad” porque “los dones del Señor no se compran”.

Así lo indicó el Santo Padre al reflexionar en la Primera Lectura de la liturgia de hoy del Primer Libro de Samuel en donde se relata la unción de David.

El Papa señaló que, entre los hermanos, fue elegido el más pequeño, “el más limitado, aquel que no tenía títulos, que no tenía nada” y esto muestra “la gratuidad de la elección de Dios”.


“Cuando Dios elige, muestra su libertad y la gratuidad. Pensemos en todos los que estamos aquí: ¿por qué nos eligió el Señor? ‘No, porque somos de una familia cristiana, de una cultura cristiana ...’. No. Muchos de familia cristiana y de cultura cristiana rechazan al Señor, no quieren. Pero ¿cómo es que estamos aquí, elegidos por el Señor? Gratuitamente, sin ningún mérito, gratuitamente. El Señor nos eligió gratuitamente. No hemos pagado nada para convertirnos en cristianos. Nosotros los sacerdotes, los obispos no hemos pagado nada para convertirnos en sacerdotes y obispos, al menos eso creo, ¿no? Porque hay, sí, aquellos que quieren avanzar en la llamada carrera eclesiástica, que se comportan de una manera simoníaca, buscan influencias para convertirse aquí, allá, allá ... trepadores. No, pero esto no es cristiano. Ser cristiano, ser bautizado, ser ordenado sacerdote y obispo es pura gratuidad. Los dones del Señor no se compran”, afirmó el Papa.

En esta línea, el Santo Padre exhortó a “ser santos” y añadió que la santidad cristiana es “cuidar el don, nada más” comportándose de tal modo para “que el Señor permanezca siempre”.

“En la vida ordinaria, en las empresas, en el trabajo, muchas veces para tener un lugar más alto, se habla con este funcionario, se habla con este gobernante, se habla con ese de aquí..., para que ‘dile al jefe que me lleve...’. No es un regalo; eso es trepar. Pero ser cristianos, ser sacerdotes, ser obispos es solo un regalo. Y así se entiende nuestra actitud de humildad, lo que debemos tener: sin ningún mérito. Solo que debemos cuidar este regalo, que no se pierda”, pidió.

De este modo, el Pontífice recordó que “todos estamos ungidos por la elección del Señor; debemos cuidar esta unción que nos hizo cristianos, que nos hizo sacerdotes, que nos hizo obispos” y agregó “esto es la santidad. Las otras cosas no son necesarias. La humildad de cuidar. Y entonces, el regalo. ¿Cuál es el gran regalo de Dios? ¡El Espíritu Santo! Cuando el Señor nos eligió, nos dio el Espíritu Santo. Y esto es pura gracia, es pura gracia. Sin ningún mérito nuestro”.

Por ello, el Papa Francisco pidió en su homilía no olvidar al pueblo de Dios porque “si nosotros los cristianos olvidamos al pueblo de Dios, incluso a los no creyentes, si los sacerdotes olvidamos nuestro rebaño, si los obispos olvidamos esto y nos sentimos más importantes que los demás, negamos el don de Dios” y añadió que es como decirle al Espíritu Santo: “vete tranquilo en la Trinidad, descansa, que yo puedo solo” por lo que el Papa remarcó “y esto no es cristiano, esto no es cuidar el don”.

“Pidamos hoy al Señor, pensando en David, que nos dé la gracia de agradecer por el don que nos ha dado, de ser conscientes de este don, tan grande, tan hermoso y de cuidarlo -esta gratuidad, este don- cuidarlo con nuestra fidelidad”, concluyó.

Lectura comentada por el Papa Francisco:
I Samuel 16:1-13
1 Dijo Yahveh a Samuel: «¿Hasta cuándo vas a estar llorando por Saúl, después que yo le he rechazado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite y vete. Voy a enviarte a Jesé, de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para mí.» 2 Samuel replicó: «¿Cómo voy a ir? Se enterará Saúl y me matará.» Respondió Yahveh: «Lleva contigo una becerra y di: "He venido a sacrificar a Yahveh." 3 Invitarás a Jesé al sacrificio y yo te indicaré lo que tienes que hacer, y me ungirás a aquel que yo te diga.» 4 Hizo Samuel lo que Yahveh le había ordenado y se fue a Belén. Salieron temblando a su encuentro los ancianos de la ciudad y le preguntaron: «¿Es de paz tu venida, vidente?» 5 Samuel respondió: «Sí; he venido a sacrificar a Yahveh. Purificaos y venid conmigo al sacrificio.» Purificó a Jesé y a sus hijos y les invitó al sacrificio. 6 Cuando ellos se presentaron vio a Eliab y se dijo: «Sin duda está ante Yahveh su ungido.» 7 Pero Yahveh dijo a Samuel: «No mires su apariencia ni su gran estatura, pues yo le he descartado. La mirada de Dios no es como la mirada del hombre, pues el hombre mira las apariencias, pero Yahveh mira el corazón.» 8 Llamó Jesé a Abinadab y le hizo pasar ante Samuel, que dijo: «Tampoco a éste ha elegido Yahveh.» 9 Jesé hizo pasar a Sammá, pero Samuel dijo: «Tampoco a éste ha elegido Yahveh.» 10 Hizo pasar Jesé a sus siete hijos ante Samuel, pero Samuel dijo: «A ninguno de éstos ha elegido Yahveh.» 11 Preguntó, pues, Samuel a Jesé: «¿No quedan ya más muchachos?» El respondió: «Todavía falta el más pequeño, que está guardando el rebaño.» Dijo entonces Samuel a Jesé: «Manda que lo traigan, porque no comeremos hasta que haya venido.» 12 Mandó, pues, que lo trajeran; era rubio, de bellos ojos y hermosa presencia. Dijo Yahveh: «Levántate y úngelo, porque éste es.» 13 Tomó Samuel el cuerno de aceite y le ungió en medio de sus hermanos. Y a partir de entonces, vino sobre David el espíritu de Yahveh. Samuel se levantó y se fue a Ramá.

HOY 21 DE ENERO SE INICIA EL TRIDUO A SAN FRANCISCO DE SALES


Hoy se inicia el Triduo a San Francisco de Sales, patrono de la prensa católica
Redacción ACI Prensa




“La verdadera y sólida devoción consiste en una voluntad constante, resuelta, pronta y activa de ejecutar lo que se conoce ser del agrado de Dios”, decía San Francisco de Sales, Patrono de la prensa católica, Doctor de la Iglesia y conocido como el Santo de la amabilidad.

Próximos a la fiesta litúrgica de este Santo francés que se celebra cada 24 de enero, aquí un Triduo de oraciones en su honor para pedir su intercesión ante Dios misericordioso.

Oración inicial

Glorioso San Francisco de Sales, 
vuestro nombre porta la dulzura del corazón mas afligido;
vuestras obras destilan la selecta miel de la piedad;
vuestra vida fue un continuo holocausto de amor perfecto
lleno del verdadero gusto por las cosas espirituales,
y del generoso abandono en la amorosa divina voluntad.
Enséñame la humildad interior,
la dulzura de nuestro exterior,
y la imitación de todas las virtudes que has sabido copiar
de los Corazones de Jesús y de Marí­a. Amén

Oración para pedir la gracia que se necesita

Señor, Dios nuestro, tú has querido que el santo obispo Francisco de Sales se entregara a todos generosamente para la salvación de los hombres; concédenos, a ejemplo suyo, manifestar la dulzura de tu amor en el servicio a nuestros hermanos. Te rogamos por su intercesión nos alcances la gracia de............., que tan ardientemente deseamos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Se dice un un Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Luego se repite tres veces: “San Francisco de Sales, ruega por nosotros”.

Letanías a San Francisco de Sales

Señor ten piedad, Señor ten piedad
Cristo ten piedad, Cristo ten piedad
Señor ten piedad, Cristo ten piedad
Cristo óyenos, Cristo óyenos
Cristo escúchanos, Cristo escúchanos
Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros
Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros
Trinidad Santa un solo Dios, ten piedad de nosotros
-S Francisco admirable obispo, ruega por nosotros
-S Francisco amado de Dios, ruega por nosotros
-S Francisco imitador de Jesucristo, ruega por nosotros
-S Francisco lleno de los dones del Señor, ruega por nosotros
-S Francisco favorito de la madre de Dios, ruega por nosotros
-S Francisco devoto de los santos, ruega por nosotros
-S Francisco encendido de amor por la Cruz de Cristo, ruega por nosotros
-S Francisco unido íntimamente a la Divina Voluntad, ruega por nosotros
-S Francisco vaso de elección, ruega por nosotros
-S Francisco luz de la Iglesia, ruega por nosotros
-S Francisco modelo perfecto de religioso, ruega por nosotros
-S Francisco fuente de sabiduría, ruega por nosotros
-S Francisco defensor de la fe Católica, ruega por nosotros
-S Francisco buen pastor de su rebaño, ruega por nosotros
-S Francisco predicador incomparable, ruega por nosotros
-S Francisco azote de las herejías, ruega por nosotros
-S Francisco modelo de justicia, ruega por nosotros
-S Francisco espejo de humildad, ruega por nosotros
-S Francisco despegado del mundo, ruega por nosotros
-S Francisco amante de la pobreza, ruega por nosotros
-S Francisco maestro de dulzura, ruega por nosotros
-S Francisco conquistador de las pasiones carnales, ruega por nosotros
-S Francisco terror de los demonios, ruega por nosotros
-S Francisco pronta ayuda de los penitentes, ruega por nosotros
-S Francisco refugio de los pecadores, ruega por nosotros
-S Francisco providencia de los pobres, ruega por nosotros
-S Francisco consolador de los afligidos, ruega por nosotros
-S Francisco ejemplo de perfección, ruega por nosotros
-S Francisco arca de santidad, ruega por nosotros
-S Francisco imitador de la pureza de los ángeles, ruega por nosotros
-S Francisco querubín de sabiduría, ruega por nosotros
-S Francisco serafín de amor, ruega por nosotros
-S Francisco nuestro santo patrono, ruega por nosotros
-S Francisco nuestra dulce luz, ruega por nosotros
-S Francisco nuestro poderoso protector, ruega por nosotros
-S Francisco nuestro guía en los caminos de Dios, ruega por nosotros
-S Francisco nuestro refugio, ruega por nosotros
-S Francisco competencia de los ángeles, ruega por nosotros
-S Francisco imitador de los Apóstoles, ruega por nosotros
-S Francisco participante de la gloria de los mártires, ruega por nosotros
-S Francisco gloria de los santos confesores, ruega por nosotros
-S Francisco maestro y doctor de vírgenes, ruega por nosotros
-S Francisco glorioso ciudadano de todos los santos, ruega por nosotros

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Ten misericordia de nosotros.

V. Ruega por nosotros oh bendito San Francisco de Sales
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oración final
Oh Dios, que por tu santa voluntad el bendito Francisco, tu confesor y obispo, se dio a todos los hombres por la salvación de sus almas, concédenos que llenos de tu dulce amor, podamos, por la guía de sus consejos y la ayuda de sus méritos, obtener los goces de la vida eterna. Amén.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MARTES 21 DE ENERO DE 2020


Lecturas de hoy Martes de la 2ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, martes, 21 de enero de 2020



Primera lectura
Lectura del primer libro de Samuel (16,1-13):

En aquellos dias, el Señor dijo a Samuel: «¿Hasta cuándo vas a estar lamentándote por Saúl, si yo lo he rechazado como rey de Israel? Llena la cuerna de aceite y vete, por encargo mío, a Jesé, el de Belén, porque entre sus hijos me he elegido un rey.»
Samuel contestó: «¿Cómo voy a ir? Si se entera Saúl, me mata.»
El Señor le dijo: «Llevas una novilla y dices que vas a hacer un sacrificio al Señor. Convidas a Jesé al sacrificio, y yo te indicaré lo que tienes que hacer; me ungirás al que yo te diga.»
Samuel hizo lo que le mandó el Señor. Cuando llegó a Belén, los ancianos del pueblo fueron ansiosos a su encuentro: «¿Vienes en son de paz?»
Respondió: «Sí, vengo a hacer un sacrificio al Señor. Purificaos y venid conmigo al sacrificio.»
Purificó a Jesé y a sus hijos y los convidó al sacrificio. Cuando llegó, vio a Eliab y pensó: «Seguro, el Señor tiene delante a su ungido.»
Pero el Señor le dijo: «No te fijes en las apariencias ni en su buena estatura. Lo rechazo. Porque Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia; el Señor ve el corazón.»
Jesé llamó a Abinadab y lo hizo pasar ante Samuel; y Samuel le dijo: «Tampoco a éste lo ha elegido el Señor.»
Jesé hizo pasar a Samá; y Samuel le dijo: «Tampoco a éste lo ha elegido el Señor.»
Jesé hizo pasar a siete hijos suyos ante Samuel; y Samuel le dijo: «Tampoco a éstos los ha elegido el Señor.»
Luego preguntó a Jesé: «¿Se acabaron los muchachos?»
Jesé respondió: «Queda el pequeño, que precisamente está cuidando las ovejas.»
Samuel dijo: «Manda por él, que no nos sentaremos a la mesa mientras no llegue.»
Jesé mandó a por él y lo hizo entrar: era de buen color, de hermosos ojos y buen tipo.
Entonces el Señor dijo a Samuel: «Anda, úngelo, porque es éste.»
Samuel tomó la cuerna de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. En aquel momento, invadió a David el espiritu del Señor, y estuvo con él en adelante. Samuel emprendió la vuelta a Ramá.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 88,20.21-22.27-28

R/. Encontré a David, mi siervo

Un dia hablaste en visión a tus amigos:
«He ceñido la corona a un héroe,
he levantado a un soldado sobre el pueblo.» R/.

«Encontré a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado;
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga valeroso.» R/.

«Él me invocará: "Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora";
y yo lo nombraré mi primogénito,
excelso entre los reyes de la tierra.» R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (2,23-28):

Un sábado, atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas.
Los fariseos le dijeron: «Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?»
Él les respondió: «¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros.»
Y añadió: «El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado.»

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy martes, 21 de enero de 2020
José Luis Latorre, cmf


“El sábado es para el hombre, no el hombre para el sábado”

Queridos amigos

Esta es una de las frases redondas de Jesús. Seguramente quedó muy gravada en la memoria de sus discípulos y orientó con claridad la vida y el comportamiento de las comunidades cristianas que vivían inmersas en el judaísmo y el paganismo, y que ha orientado el devenir de la Iglesia a lo largo de los siglos. Un pensamiento que ayudó –y nos ayuda hoy también- a no absolutizar normas, leyes, costumbres, ritos… sino ponerlos siempre al servicio de la norma suprema: el bien y la vida de la persona. Tanto para David como para Jesús dar de comer al que lo necesita está por delante de todo; solo el amor a Dios y al próximo es lo principal y primero; no hay otra norma suprema.

Hay personas tan obedientes a Dios que al final van contra su voluntad más clara. Son tan estrictas en el cumplimiento de las normas y leyes de la Iglesia que dejan en segundo lugar el amor, la misericordia, el perdón, la comprensión y el respeto a la persona. Son como los fariseos que daban más importancia a la Ley que a sus valores, porque para ellos lo escrito y mandado era lo que había que hacer y cumplir olvidando la Palabra del Señor: “este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí”. La Ley y sus valores están al servicio de la persona, la libertad, la alegría y la comunidad. ¡Cuidado con los fundamentalismos, moralismos y ritualismos! Todos los extremos son peligrosos; de ahí la importancia de este gran principio de comportamiento de Jesús.

Jesús encarnado procuró el bien, la felicidad, la alegría, la paz para todos, y la unidad de la comunidad. Él mismo dice: “Yo he venido para que tengan vida y ésta en abundancia”. Jesús privilegia siempre la vida e insiste en el valor de la persona; un valor que es preciso recuperar hoy, primero frente a una religión tan organizada que sea una máquina de exclusión, y segundo frente a una sociedad que privilegia a los fuertes y excluye a los débiles.

Si este principio de Jesús orientó la vida de los primeros cristianos en una sociedad y religión excluyente, también hoy debe orientar la vida de los cristianos en nuestras comunidades y sociedades. No podemos quedarnos tranquilos viendo cómo niños, jóvenes, adultos y ancianos son marginados, excluidos, maltratados e ignorados. Un cristiano y una comunidad cristiana debe alzar la voz y actuar en consecuencia con la Palabra de Jesús: “El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado”.

José Luis Latorre, Misionero Claretiano

FELIZ MARTES!!!




lunes, 20 de enero de 2020

ANUNCIO URGENTE


Anuncio urgente




Minuto a minuto, con la mano abierta, en el surco de la vida... ¡Siembra! Deja caer el  grano, entrega al mundo tu ofrenda, como el Sembrador Divino... ¡Siembra! Nada se pierde de lo que se entrega; el Señor cosecha, tú siembra.  No importa que nunca veas el fruto; tú sólo eres instrumento: ¡Siembra!

Se necesita: un ejército pacífico y unido que crea en el valor de las pequeñas cosas; gente que construya la historia y no se deje arrastrar por los acontecimientos; más corazones desarmados, en un mundo lleno de rivalidades; almas magnánimas en una sociedad interesada; espíritus fuertes para un tiempo de mediocridades; más trabajadores y menos personas que critiquen. Necesitamos con urgencia, sin falta, una asociación de manos bienhechoras encendiendo una luz para iluminar el pesimismo de la multitud con un fósforo en las manos, pequeño, insignificante, pero que ilumine disipando la oscuridad que trata de envolvernos.

Que este mensaje genere en tu corazón el propósito de aprovechar mejor cada día “en todo lo que es verdadero y noble, en todo lo que es justo y puro, amable y digno de honra, en todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza” (Fil. 4, 8).



* Enviado por el P. Natalio

LA SINCERIDAD


La sinceridad



Hubo una vez un emperador que convocó a todos los solteros del reino pues era tiempo de buscar pareja a su hija.

Todos los jóvenes asistieron y el rey les dijo:

"Os voy a dar una semilla diferente a cada uno de vosotros, al cabo de 6 meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido, y la planta más bella ganará la mano de mi hija, y por ende el reino".

Así se hizo, pero había un joven que plantó su semilla y ésta no germinaba. Mientras tanto, todos los demás jóvenes del reino no paraban de hablar mostrando las hermosas plantas y flores que habían sembrado en sus macetas.

Pasaron los seis meses y todos los jóvenes se dispusieron a desfilar hacia el castillo con hermosísimas y exóticas plantas.

El joven estaba muy triste pues su semilla nunca germinó y ni siquiera quería ir al palacio. Su madre insistía en que debía ir pues era un participante y debía estar allí.

Con la cabeza baja y muy avergonzado, desfiló al final hacia el palacio con su maceta vacía.

Todos los jóvenes hablaban de sus plantas, y al ver a nuestro amigo se rieron abiertamente burlándose de él. En ese momento el alboroto fue interrumpido por la entrada del rey, al que todos hicieron su respectiva reverencia mientras él se paseaba entre todas las macetas admirando las plantas.

Finalizada la inspección hizo llamar a su hija, y llamó de entre todos al joven que llevó su maceta vacía. Atónitos, todos esperaban la explicación de aquella acción.

El rey dijo entonces:

"Este es el nuevo heredero del trono y se casará con mi hija, pues a todos ustedes se les dio una semilla infértil, y todos trataron de engañarme plantando otras plantas. Este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, real y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener y que mi hija merece".

Moraleja:

La sinceridad será por siempre una virtud. Dí siempre la verdad independientemente de las circunstancias.

IMAGEN DE LA HISTORIA DEL SANTO ROSARIO


IMAGEN DE JESÚS PARA DECORAR Y IMPRIMIR





¿SABÍAS QUÉ?



PAPA FRANCISCO: LA PALABRA DE DIOS SIEMPRE NOS LLEVA HACIA ADELANTE



Papa Francisco: La Palabra de Dios siempre nos lleva hacia adelante
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



En su homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta de este 20 de enero, el Papa Francisco invitó a escuchar la Palabra del Señor porque “es siempre novedad y nos lleva hacia adelante siempre”.

Así lo indicó el Santo Padre al reflexionar en el pasaje del Evangelio de San Marcos en el que los discípulos son criticados por no ayunar y el Señor explica “nadie vierte vino nuevo en odres viejos” porque los odres se romperían perdiendo todo.

“La novedad de la Palabra del Señor, porque la Palabra del Señor siempre es novedad, nos lleva hacia adelante siempre, siempre gana, es lo mejor de todo. Vence la idolatría, vence la soberbia y vence esta actitud de estar demasiado seguros de nosotros mismos, no por la Palabra del Señor sino por las ideologías que he construido alrededor de la Palabra del Señor. Hay una frase de Jesús muy buena que explica todo esto y que viene de Dios, tomada del Antiguo Testamento: Misericordia quiero y no sacrificios”, explicó el Papa.

Además, el Pontífice reflexionó en la primera Lectura de la Liturgia del día del Primer libro de Samuel para destacar la falta de docilidad de Saúl porque creyó que su “interpretación” era la más correcta a pesar de haberle pedido no tomar nada del pueblo.


“Cuando Samuel va a regañarlo de parte del Señor, él (Saúl) explica: ‘Pero, mira, había bueyes, había muchos animales gordos y buenos y con ellos hice un sacrificio al Señor’. Él no metió nada en el bolsillo, los demás sí. De hecho, con esta actitud de interpretar la Palabra de Dios como le parecía correcto, permitió que otros pusieran algo del botín en sus bolsillos. Los pasos de la corrupción: comienza con una pequeña desobediencia, una falta de docilidad, y continúa, continúa, continúa”, advirtió.

En esta línea, el Santo Padre explicó que el “pecado de falta de docilidad” está precisamente en el “preferir” lo que “yo creo pienso y no lo que me manda el Señor, y que quizá no entiendo”.

“Cuando te obstinas delante a la voluntad del Señor, eres un idólatra, porque prefieres lo que piensas, ese ídolo, a la voluntad del Señor. Y a Saúl, esa desobediencia le costó al reino: ‘Debido a que rechazaste la Palabra del Señor, el Señor te rechazó como rey’. Esto debe hacernos pensar un poco sobre nuestra docilidad. Muchas veces preferimos nuestras interpretaciones del Evangelio o la Palabra del Señor al Evangelio y la Palabra del Señor. Por ejemplo, cuando caemos en la casuística, en las casuísticas morales... Esta no es la voluntad del Señor. La voluntad del Señor es clara, la muestra con los mandamientos de la Biblia y te hace verla con el Espíritu Santo dentro de tu corazón. Pero cuando soy obstinado y convierto la Palabra del Señor en ideología, soy un idólatra, no soy dócil. Docilidad, obediencia”, señaló el Papa.

Por ello, el Santo Padre concluyó en la homilía que el ser “buen cristiano” significa ser “dócil” a la Palabra del Señor, escuchar lo que el Señor dice sobre la “justicia”, la “caridad”, el “perdón”, la “misericordia” y no ser “incoherentes en la vida” al usar una “ideología para ir hacia adelante”.

Lecturas comentadas por el Papa Francisco:
Marcos 2:18-22

18Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vienen y le dicen: «¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?» 19Jesús les dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar. 20Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel día. 2Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor. 22Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino reventaría los pellejos y se echaría a perder tanto el vino como los pellejos: sino que el vino nuevo, en pellejos nuevos.

I Samuel 15:16-23

16 Pero Samuel dijo a Saúl: «Basta ya y deja que te anuncie lo que Yahveh me ha revelado esta noche.» El le dijo: «Habla.» 17 Entonces Samuel dijo: «Aunque tú eres pequeño a tus propios ojos ¿no eres el jefe de las tribus de Israel? Yahveh te ha ungido rey de Israel. 18 Yahveh te ha enviado por el camino y te ha dicho: "Vete, y consagra al anatema a estos pecadores, los amalecitas, hazles la guerra hasta el exterminio". 19 ¿Por qué no has escuchado a Yahveh? ¿Por qué te has lanzado sobre el botín y has hecho lo que desagrada a Yahveh?» 20 Saúl respondió a Samuel: «¡Yo he obedecido a Yahveh! Anduve por el camino por el que me envió, he traído a Agag, rey de Amalec, y he entregado al anatema a los amalecitas. 21 Del botín, el pueblo ha tomado el ganado mayor y menor, lo mejor del anatema, para sacrificarlo a Yahveh tu Dios en Guilgal.» 22 Pero Samuel dijo: ¿Acaso se complace Yahveh en los holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la palabra de Yahveh? Mejor es obedecer que sacrificar, mejor la docilidad que la grasa de los carneros. 23 Como pecado de hechicería es la rebeldía, crimen de terafim la contumacia. Porque has rechazado la palabra de Yahveh, él te rechaza para que no seas rey.
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