viernes, 8 de junio de 2018

EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE


El Sagrado Corazón de Jesús 
Santa Margarita María de Alacoque



  Margarita nació en Borgoña el 22 de julio de 1647 y murió el 17 de octubre de 1690. Pasó su infancia en una pensión de religiosas Clarisas. Siendo muy joven hizo voto de castidad y recibió la Primera Comunión a los 9 años. A los diez años tuvo una enfermedad reumática que le obligó a guardar cama hasta los 15 años. Estando muy enferma hizo una promesa a la Virgen de ser “hija suya” si le curaba; al poco tiempo se curó milagrosamente.

A pesar de la promesa realizada a la Virgen, Margarita se olvidó de sus palabras y comenzó a llevar una vida “tras la vanidad y afecto de las criaturas”. Pasaron de esa forma varios años, en los que el Señor no cejaba de llamarla a la vocación religiosa y ella daba largas. Fue definitivo que le apareciera Jesucristo flagelado haciéndole ver que esas llagas las había sufrido para ganar su corazón.

Aquella visión, sumada a la recepción del sacramento de la Confirmación, fue un punto de inflexión para santa Margarita María, la cual cambió su vida a partir de una conciencia limpia y delicada y un odio y dolor por cualquier pecado. Pido la admisión en el monasterio de La Visitación de Paray-le-Monial, con la oposición de su familia.

Durante su vida en el convento, el Señor la favoreció con muchas gracias y revelaciones. Allí dio ejemplo de caridad y humildad. Hizo su voto de profesión en 1672.


Santa Margarita y el Sagrado Corazón de Jesús

La primera de las Revelaciones fue el 27 de diciembre de 1673, estando arrodillada ante el Santísimo, se le apareció en persona Jesucristo con el corazón, literalmente ardiendo, a la vista y le dijo lo siguiente:

“Mi Divino Corazón, está tan apasionado de amor a los hombres, en particular hacia ti, que, no pudiendo contener en el las llamas de su ardiente caridad, es necesario que las derrame valiéndose de ti y se manifieste a ellos para enriquecerlos con los preciosos dones que te estoy descubriendo los cuales contienen las gracias santificantes y saludables necesarias para separarles del abismo de perdición”.

A continuación cuenta Santa Margarita que el Señor “sacó una llama de su adorable corazón” y lo puso junto al suyo, en el costado diciéndole lo siguiente:

 “He ahí, mi bien amada, una preciosa prenda de mi amor, que encierra en tu costado una chispa de sus más vivas llamas, cuyo ardor no se extinguirá ni enfriará, para que te consumas hasta el último instante. Y como prueba de que la gracia que te acabo de conceder no es nada imaginario, aunque he cerrado la llaga de tu costado, te quedará para siempre su dolor y, si hasta el presente solo has tomado el nombre de esclava mía, ahora te doy el de discípula muy amada de mi Sagrado Corazón”.

A partir de aquel momento Santa Margarita tuvo, en su costado una reproducción de la Sagrada Llaga, que, inexplicablemente, se abriría todos los primeros viernes de cada mes, precisamente cuando el Santísimo se le revelaba.

La segunda revelación fue tres meses después. Se le apareció el Sagrado Corazón “en un trono de llamas, mas brillante que el sol, y transparente como el cristal, con la llaga adorable, rodeado de una corona de espinas”. Allí fue cuando el Sagrado Corazón empezó descubrir sus intenciones y promesas, como por ejemplo, que “esparciría sus gracias dondequiera que estuviese expuesta su santa imagen”.

La tercera revelación que se conoce fue en la fiesta del Corpus Christi de 1674 y allí, después de un “recogimiento extraordinario de todos mis sentidos y potencias”, como lo cuenta ella, se le apareció el Señor “resplandeciente de gloria, con sus cinco llagas brillantes, como cinco soles y despidiendo de su sagrada humanidad rayos de luz de todas partes pero sobre todo de su adorable pecho, que parecía un horno encendido; y, habiéndose abierto, me descubrió su Sagrado Corazón”. Allí el Señor le hace unas peticiones.



Entre las palabras que el Señor dirigió a santa Margarita María de Alacoque, le dijo que anunciara que daría multitud de beneficios a los devotos a su Sagrado Corazón. Las promesas que hizo son las siguientes:

1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado.

2. Daré paz a sus familias.

3. Los consolaré en todas sus aflicciones.

4. Seré su amparo y refugio seguro durante su vida, y principalmente en la hora de la muerte.

5. Bendeciré abundantemente sus obras que redunden en mi mayor gloria.

6. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de misericordia.

7. Las almas tibias se harán fervorosas.

8. Las almas fervorosas se elevarán con rapidez a gran perfección.

9. Daré a los sacerdotes la gracia de mover los pecadores más endurecidos.

10. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Corazón sea expuesta y honrada.

11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás serán borrados de él.

12. Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que mi amor todopoderoso otorgará a cuantos comulguen nueve primeros viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final; no morirán privados de mi gracia ni de recibir los sacramentos, pues mi divino Corazón se convertirá para ellos en seguro asilo en aquella hora postrera.

Ante las revelaciones que santa Margarita decía recibir la Superiora no le creía, siendo eso de gran prueba para la Santa. Todo cambiaría cuando llegó el Padre Claudio La Colombiere. Nada más verlo Santa Margarita oyó en su interior “He aquí al que te he enviado”. Santa Margarita le contó todo al Padre La Colombiere y él la creyó, estaba convencido de que era una señal divina frente al Jansenismo y un don de Dios. Por fin, Santa Margarita María no sería incomprendida por sus superiores.

Entonces, el 16 de julio de 1675 se le apareció el Señor en persona por última vez y dijo lo siguiente:

“He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombre y que no ha ahorrado nada hasta el extremo de agotarse y consumirse para testimoniarles su amor. Y, en compensación, sólo recibe, de la mayoría de ellos, ingratitudes y desprecios. Pero lo que más me duele es que se porten así los corazones que se me han consagrado. Por eso te pido que el primer viernes después de la octava del Corpus se celebre una fiesta especial para honrar a mi Corazón, y que se comulgue dicho día para pedirle perdón y reparar los ultrajes recibidos. También te prometo que mi Corazón se dilatará para esparcir en abundancia su divino amor sobre quienes le hagan ese honor y procuren que se le tribute.”

Santa Margarita, por orden de la Superiora, puso por escrito todo lo que le había sucedido.

EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y NUESTRO CORAZÓN


El Sagrado Corazón de Jesús y nuestro corazón
Durante este mes de junio nos llama nuevemente a nosotros: ¡Mirad cómo os he amado! ¡Sólo os pido una cosa: que correspondáis a mi amor!


Por: Padre Nicolás Schwizer | Fuente: Catholic.net 




Todo este mes de junio está dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Por eso vamos a meditar, sobre el significado y la actualidad de la devoción al Corazón de Jesús.

Este culto se basa en el pedido del mismo Jesucristo en sus apariciones a Santa Margarita María de Alacoque. Él se mostró a ella y señalando, con el dedo, el corazón, dijo: “Mira este corazón que tanto ha amado a los hombres y a cambio no recibe de ellos más que ultrajes y desprecio. Tú, al menos ámame”. Esta revelación sucedió en la segunda mitad del siglo diecisiete.

Hoy en día, tenemos que preguntarnos: ¿es popular entre los jóvenes esta devoción? ¿La devoción al Sagrado Corazón de Jesús es de interés palpitante para nuestro tiempo actual?

Cuando hablamos del Corazón de Jesús, importa menos el órgano que su significado. Y sabemos que el corazón es símbolo del amor, del afecto, del cariño. Y el corazón de Jesús significa amor en su máximo grado; significa amor hecho obras; significa impulso generoso a la donación de sí mismo hasta la muerte.

Cuando Cristo mostró su propio corazón, no hizo más que llamar nuestra atención distraída sobre lo que el cristianismo tiene de más profundo y original; el amor de Dios. También durante este mes nos llama nuevemente a nosotros: ¡Mirad cómo os he amado! ¡Sólo os pido una cosa: que correspondáis a mi amor!

Nuestra respuesta del amor, en general, no es muy adecuada a su llamada. Porque sufrimos una grave y crónica afección cardíaca, que parece propia de nuestro tiempo: está disminuyendo e incluso muriendo el amor; el corazón se enfría y ya no es capaz de amar ni de sentirse amado.
Es una característica de los últimos tiempos - como nos indica la Santa Escritura – de que se “enfriará la caridad de muchos” (Mt 24,12).

¿Quién de nosotros no sufre bajo esta enfermedad del tiempo actual? ¿Quién de nosotros no sufre bajo esta falta de amor desinteresado hacia Dios y hacia los demás? ¿Quién de nosotros no se siente cautivo de su propio egoísmo, el cual es el enemigo mortal de cada amor auténtico? ¿Y quién de nosotros no experimenta, día a día, que no es amado verdaderamente por los que lo rodean?

Cuántas veces nuestro amor es fragmentario, defectuoso, impersonal, porque no encierra la personalidad total del otro. Amamos algo en el otro, tal vez un rasgo característico, tal vez un atributo exterior (- su lindo rostro, su peinado, sus movimientos graciosos -) pero no amamos la persona como tal, con todas sus propiedades, con todas sus riquezas y también con todas sus fragilidades.

Tampoco amamos a Dios tal como Él lo espera: “con todo nuestro corazón. Con toda nuestra alma. Con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas” (Mc 12,30).

He aquí, pues, el sentido y la actualidad de nuestra devoción al Sagrado Corazón de Jesús. A este tan enfermo corazón moderno contraponemos el corazón de Jesús, movido de un amor palpable y desbordante. Y le pedimos que una nuestro corazón con el suyo, que lo asemeje al suyo. Le pedimos un intercambio, un transplante de nuestro pobre corazón, reemplazándolo por el suyo, lleno de riqueza.

¡Que tome de nosotros ese egoísmo tan penetrante, que reseca nuestro corazón y deja inútil e infecunda nuestra vida! ¡Que encienda en nuestro corazón el fuego del amor, que hace auténtica y grande nuestra existencia humana!

Debiéramos juntarnos también con la Santísima Virgen María. Ella tiene tan grande el corazón que puede ser Madre de toda la humanidad. ¡Que, con cariñoso corazón maternal, ella nos conduzca en nuestros esfuerzos hacia un amor de verdad, sin egoísmo y sin límites!

¡Qué así sea!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

HOY 8 DE JUNIO ES LA JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LA SANTIFICACIÓN DE LOS SACERDOTES


Hoy 8 de junio es la Jornada Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes





En la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, la Iglesia también celebra la Jornada Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes, convocada por el Santo Padre a través de la Congregación para el Clero.

“Pidamos también sacerdotes santos, formados ‘según el Sagrado Corazón de Cristo’”, decía San Juan Pablo II, quien estableció que esta jornada de oración se realice en el día del Corazón de Jesús.


Foto: Oblatos de San José - Provincia del Perú


Oración por la Santificación de los Sacerdotes
 (de Santa Teresita del Niño Jesús)

Oh Jesús que has instituido el sacerdocio para continuar en la tierra
la obra divina de salvar a las almas
protege a tus sacerdotes (especialmente a: ..............) 
en el refugio de tu SAGRADO CORAZÓN.
Guarda sin mancha sus MANOS CONSAGRADAS,
que a diario tocan tu SAGRADO CUERPO,
y conserva puros sus labios teñidos con tu PRECIOSA SANGRE.
Haz que se preserven puros sus Corazones,
marcados con el sello sublime del SACERDOCIO,
 y no permitas que el espíritu del mundo los contamine.
Aumenta el número de tus apóstoles,
y que tu Santo Amor los proteja de todo peligro.
Bendice Sus trabajos y fatigas,
 y que como fruto de Su apostolado obtenga la salvación de muchas almas
que sean su consuelo aquí en la tierra y su corona eterna en el Cielo. Amén.

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 8 JUNIO, SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Lecturas de hoy Sagrado Corazón de Jesús
Hoy, viernes, 8 de junio de 2018



Primera lectura
Lectura de la profecía de Oseas (11,1b.3-4.8c-9):

Así dice el Señor: «Cuando Israel era joven, lo amé, desde Egipto llamé a mi hijo. Yo enseñe a andar a Efraín lo alzaba en brazos; y él comprendía que yo lo curaba. Con cuerdas humanas, con correas de amor lo atraía; era para ellos como el que levanta el yugo de la cerviz, me inclinaba y le daba de comer. Se me revuelve el corazón, se me commueven las entrañas. No cederé al ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín; que soy Dios, y no hombre; santo en medio de ti, y no enemigo a la puerta.»

Palabra de Dios
Salmo
Is 12,2-3.4bcd.5-6

R/. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación

El Señor es mi Dios y Salvador:
confiaré y no temeré, porque mi fuerza
y mi poder es el Señor, él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación. R/.

Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso. R/.

Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es en medio de ti el santo de Israel.» R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (3,8-12.14-19):

A mí, el más insignificante de todos los santos, se me ha dado esta gracia: anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo, y aclarar a todos la realización del misterio, escondido desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo. Así, mediante la Iglesia, los Principados y Potestades en los cielos conocen ahora la multiforme sabiduría de Dios, según el designio eterno, realizado en Cristo Jesús, Señor nuestro, por quien tenemos libre y confiado acceso a Dios, por la fe en él. Por esta razón, doblo las rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, pidiéndole que, de los tesoros de su gloria, os conceda por medio de su Espíritu robusteceros en lo profundo de vuestro ser, que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; y así, con todos los santos, lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano. Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios.

Palabra de Dios
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (19,31-37):

En aquel tiempo, los judíos, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua.
El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que atravesaron.»

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy viernes, 8 de junio de 2018
 Rosa Ruiz, rmi



Sin carne, no es el Corazón de Jesús

Hoy celebra la Iglesia el Corazón de Jesús, su humanidad latiendo al ritmo de Dios. Sin desajustes. Sin arritmias. Puro compás. Eso que a nosotros, también humanos, nos resulta a veces tan costoso (latir al ritmo de Dios y no de otras cosas), es lo que ya Jesús ha realizado en su carne, para que nadie pueda decir: “¡es imposible!”. Puedes decir: “no sé si puedo, no sé si quiero…”, pero no podrás decir que es imposible. La plenitud que Él fue gestando día a día (no mágicamente) es la que se ha arraigado en nuestro propio corazón como fuerte raíz o fiel cimento. ¡No es imposible amar como Él, crecer como Él, tener sus mismos sentimientos y su sensibilidad!

Es un corazón quebrado, traspasado. Algo que nunca hubiera ocurrido con un corazón de piedra. No queremos la plenitud de una roca de granito impasible. Seguimos a un corazón tan débil como fracasado. Traspasado.

Quizá por eso el Corazón de Jesús sigue seduciendo a tantos hombres y mujeres débiles y fracasados como nosotros. ¿Acaso tú no te has sentido vencido en algún momento? ¿acaso nunca hubieras querido ser más fuerte para que no te quebraran? Yo sí.

Pero no es menos cierto que en esos momentos, si Dios quiere y nosotros nos dejamos hacer, descubrimos que “la gracia está en el fondo de la pena y la salud naciendo de la herida”. Y se obra el milagro de encontrar las personas más fuertes y dignas del mundo en medio de una fragilidad y pequeñez física y psíquica que sólo te empuja a arrodillarte y adorar.

Eso sí: adorar desde el corazón y al corazón. Desde la carne y en ella, en la humanidad. Si no, el Corazón que adoras no será el Corazón de Jesús.

Vuestra hermana en la fe, Rosa Ruiz

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 8 JUNIO, SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
8 junio



El Señor Jesús, el Maestro bueno, nos dice: Aprendan de mí, porque soy manso y humilde de corazón (Mt 11, 29)

Estamos llamados, por nuestra vocación bautismal , a poseer la tierra, a llevar los hombres a Dios; esto no lo conseguiremos con violencia, con malas maneras, con reacciones fuera de lugar, con imposiciones arbitrarias, con avasallamientos o cosas parecidas. El Señor nos advierte que lo conseguiremos con la mansedumbre, con las buenas formas, con la paciencia, con la bondad.

Bueno será que con alguna frecuencia nos detengamos en el examen de nuestra forma de ser y de actuar; que veamos si empleamos más el azúcar que la sal, el aceite más que el vinagre, más la persuasión que el grito, más la sonrisa que el entrecejo.

No olvidemos que si es agradable ser importante, es mucho más importante ser agradable; y esto no por el mero hecho de congraciarse consigo mismo, o envanecer tontamente, sino porque de esta forma practicamos más y mejor el primero de los mandamientos que el Señor nos ha dado: amar.


P. Alfonso Milagro

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA 8 - SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Nardo del 8 de Junio
¡Oh Sagrado Corazón, que enviaste al Espíritu Santo!

Meditación: Jesús que nos enviaste tu Santo Espíritu, que nos permitiste por Tu inmenso Amor ser templos del mismo Dios, para así vivir en Ti y recibir a la Divinidad en nuestra pobre casa, llenándola de gracias. Que seamos vasijas de barro, purificadas por el Fuego ardiente de Dios, para que Sus dones se derramen en nuestras almas. ¡Oh que sublime posesión sería ésta, ser poseídos por el Espíritu Divino que nos guía y renueva como verdadera Iglesia!.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Pidamos la efusión del Espíritu Santo sobre cada uno de nosotros y sobre toda la Iglesia.

"Ven, Espíritu Santo, ven, por medio de la poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María, Tu Amadísima Esposa, ven¨" (se repite tres veces).

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA 7


Nardo del 7 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, qué sensible y sencillo sos!

Meditación: Me parece entrever por una ranura de la casa de Nazaret a un Joven trabajador que con habilidad modelaba un rústico trozo de madera; en el aire se percibe un rico olor a viruta fresca…parece absorto. De repente y ante una suave voz levanta Su cabeza…es el Rostro de Mi Señor, que diligente y obediente responde al llamado de Su Madre. En la otra habitación, en su lecho un anciano agonizante respira agitadamente…es el pobre papá José. En la Mirada Amorosa de aquel Joven Niño se reflejan tanto amor, tanto dolor, tanta paz. Entre tiernos cuidados y santas lágrimas José inicia su marcha, hasta que se abra la Puerta de la Morada Santa.

¿Somos capaces de imitar la sencillez y el amor que el Señor prodigó a todos los que tocó en Su vida terrena?. ¿O escapamos en el mundo de hoy del cuidado de los ancianos y necesitados?. Justificándonos en que tenemos nuestro trabajo y en que no podemos angustiarnos tanto, ni siquiera podemos dar una sonrisa para aquel que agoniza. ¡Tenemos que vivir…vivir para morir!. Amar de verdad es dar todo hasta desgarrar nuestro mísero corazón en ofrenda al Señor, como lo hizo el Redentor.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Demos cuidado y amor a un anciano necesitado, como lo hizo y lo hace el Señor.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 6 y 7 JUNIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
6 junio


Cuando el sacerdote distribuye la comunión , más que distribuirse Cristo a la multitud, congrega en la unidad a todos los que comulgan. Por algo la Comunión es el Sacrmento de la unidad.

Mírate en un espejo: rómpelo y en cada fragmente te verás integro.

Cristo se fragmenta en cada hostia, pero se fragmenta íntegro. Por eso tú recibes a Cristo íntegro y también lo recibes así el que comulga a tu lado.


P. Alfonso Milagro

__________________

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
7 junio


Dice el Señor que de lo que tiene uno en el corazón, habla la boca. !Cuánta necesidad de tener a Cristo en el corazón¡ Cómo cambia el hombre que lleva a Cristo en su corazón, cómo cambia su vida y su acción. Lo mismo que cambia un ambiente cuando en él se introduce un foco productor de calor evangélico.

Es que Cristo dijo que él vino a traer fuego a la tierra y que no pretende otra cosa sino que arda. Si tú, hermano, no sientes en tu interior la necesidad de hablar de Cristo, examina si es que no tienes a Cristo en tu corazón o lo tienes muy débilmente. Porque el que habla de Cristo no es el ilustrado, el culto, el que ha estudiado; habla de Cristo el que ama.


P. Alfonso Milagro

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA 6


Nardo del 6 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, valiente y obediente!

Meditación: Oh Delicioso Señor, que nos enseñaste desde Tu ímpetu juvenil a combatir, cuando a Tu Madre confiaste, a Tus dulces doce años, que a los doctores explicabas las cosas de Tu Padre. Eras apenas un niño, pero en Ti el Amor había vencido a todo temor, ya que cumplías con obediencia el Querer de Quien te había enviado. No importaban los escarnios, las burlas ni tu pequeñez, pues la Sabiduría y el Amor habían de vencer. ¡Que vergüenza la de mi pobre alma siempre llena de temor para defender las cosas de mi Dios, tanto con la voz como con el testimonio que doy! ¿Y no es el miedo acaso falta de Fe?, pues yo nada soy, todo lo es y lo hace el Señor. Entonces si El habita en mí, y me hace vivir, sólo tengo que servir para llegar a ser un instrumento y un puente hacia el Cielo.

Jaculatoria:¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Seamos discípulos del Señor haciéndolo conocer más y más, prediquemos a un hermano para que pueda encontrar a Cristo en su corazón.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, 5 JUNIO


Nardo del 5 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, qué tierno sos!

Meditación: Dicen que una vez la Santísima Virgen a un niño se le presentó, le habló del Amor y de su Corazón, pero el niño que sorprendido la escuchaba se atrevió a preguntarle por el Niño Dios. De tal modo, una conversación parecida a ésta se escuchó:
Perdón, Virgen María, ¿pero si voy al Cielo voy a poder jugar con el Niño Jesús?. La Virgen sonriendo contestó: "Sí, en el Cielo se te da todo lo que buscas con un corazón de niño". El pequeño prosiguió: ¿Al fútbol también podré jugar con El?. La Virgen contestó: Si así lo deseáis... El niño: Ah, pero siempre va a ganar Jesús, porque El es el mejor, es Dios. La Virgen, llena de ternura, contestó: "No, mi amor, porque en el Cielo no hay competencia y mi Jesús siempre deja ganar…". A lo que el niño, poniéndose a llorar respondió: "Entonces yo no quiero ganar, sólo quiero ser como Jesús...".
¡Qué lección la de la Madre de Dios!. Ella nos muestra la humildad y la ternura del Corazón de Su Hijo, que todo nos da, nos deja hasta querer ¨ganar¨ para que podamos aprender a ser como El, y ver que el Rey, todo Poder, trabaja en la pequeñez. ¿Qué nos queda entonces a nosotros?.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Que tratemos de ser niños guiados por la voz de nuestra Madre, practicando la humildad.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 5 JUNIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
5 junio


La misa es un sacrificio esencialmente "relativo": está en relación con la cruz.

Es el sacrificio de la cruz, ofrecido por la Iglesia en cada aquí y en cada ahora de la historia, y para cada hombre la humanidad.

En la Misa se conjugan el allí-entonces y el aquí-ahora. Es la misma realidad, el mismo sacrificio, la misma víctima: el mismo Cristo, que se ofrece.


P. Alfonso Milagro

BUENOS DÍAS...SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS!!!








Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...