miércoles, 15 de noviembre de 2017

OBRAS DE MISERICORDIA


Obras de misericordia




En todo momento y en cualquier circunstancia de la vida estoy en condiciones de amar e imitar a Cristo, el incondicional servidor del Padre y de los hombres. El modelo humano que me ofrece Jesús, y que él realizó plenamente, es el de servidor humilde de quien necesita ayuda. “El Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir”. Lee este mensaje mariano:

“¡Queridos hijos! Hoy los invito a hacer obras de misericordia con amor y por amor a mí y a sus hermanos y hermanas que también son mis hijos. Queridos hijos, todo lo que hagan por los demás háganlo con gran gozo y humildad ante Dios. Yo estoy con ustedes y día a día ofrezco sus sacrificios y oraciones a Dios por la salvación del mundo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

Ayudar y servir son dos expresiones concretas de un amor que se brinda generosamente a los demás. De este olvido de mí mismo, surgirá como por magia, mi propia felicidad y alegría, mi auténtica realización. “Dormí y soñé que la vida era alegría. Desperté y vi  que la vida era servicio. Y, en el servicio,  encontré la alegría” (Tagore). ¡Siempre listo para servir! 



* Enviado por el P. Natalio

ORAR SIN GANAS


Orar sin ganas
La oración es el primer recurso que nos ayuda a encontrar luces más claras en kis tiempos de confusión.


Por: Fr. Nelson Medina O.P. | Fuente: fraynelson.com 




Pregunta:

Querido Padre; gracias por su perseverancia enseñándonos. Hoy quiero preguntarle algo que tal vez es sólo personal o tal vez le pasa a mucha gente. En mi parroquia nos recuerdan con frecuencia que hay que orar por los sacerdotes, por el obispo y por el Papa. Digamos que en principio estoy de acuerdo, ni más faltaba. Pero a veces, o muchas veces, me siento una hipócrita por que oro sin ganas. Lo que sucede es que he tenido muchas decepciones con sacerdotes, incluyendo un caso de un primo mío que no es de contar en público. Y este Papa a veces me gusta pero otras veces me confunde. A veces lo siento valiente y otras creo que se acobarda ante otros obispos o cardenales. Me imagino y que estoy juzgando y que soy lo peor del mundo pero eso es exactamente lo que siento. Entonces la pregunta es si debe orar sin ganas y cuando siento que soy la peor hipócrita del mundo. Por favor, no publique mi nombre.

Respuesta:

Un buen punto de partida es recordar que la oración no es un simple ejercicio de nuestra emocionalidad: no debemos compararla demasiado con una catarsis o con la simple expresión de nuestra subjetividad. Para expresar lo que somos y sentimos no necesitaríamos de un "Dios" a quien hablarle: bastaría conversar con un amigo o escribir algo en un diario bien llevado.

La oración entonces es ante todo DIÁLOGO, y ello implica abrirnos a la Palabra de Dios, que es quien inicia tal encuentro y conversación. La iniciativa es siempre suya. Esa Palabra nos ilumina, cuestiona, transforma. Esa Palabra no tiene que aprobar todo lo que sentimos pero también es verdad que resulta eficaz para levantarnos en momentos de duda o fracaso--precisamente porque no es una Palabra que nos damos a nosotros mismos.

Por otro lado, la oración, según nos enseña San Pablo, es fruto de la acción del Espíritu Santo. Y el Espíritu no necesariamente está en consonancia con lo que a nosotros nos gusta o nos parece. Si Dios tuviera que estar siempre de acuerdo o en sintonía con lo que yo siento, ese "dios" sería indistinguible de mi propio "yo."

Unidos entonces a la Iglesia, la Gran Orante, iluminados por la Palabra y guiados e inspirados por el Espíritu, no nos buscamos a nosotros mismos en la oración, sino que queremos orar en dirección de los intereses de Jesucristo, lo cual hace que vayamos más allá de quién me cae bien o mal, o quién me ha tratado de manera simpática o agria.

Este modo de crecer en la fe es de enorme importancia en tiempos de confusión como los que vivimos. Porque será la oración el primer recurso que nos ayude a encontrar luces más claras y quien logrará de la misericordia divina mejores pastores.

PAPA FRANCISCO SEÑALA ESTAS 2 CONDICIONES PARA ENCONTRARSE CON DIOS EN LA EUCARISTÍA


El Papa señala estas 2 condiciones para encontrarse con Dios en la Eucaristía
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
VATICANO, 15 Nov. 17 / 04:25 am (ACI).- Ser humildes y dejarse sorprender por Dios: estas son las dos condiciones indicadas por el Papa Francisco, durante la Audiencia General de este miércoles 15 de noviembre, para poder encontrarse con Dios en la Eucaristía.

En su catequesis, el Santo Padre señaló que “la Misa es oración, aún más, es la oración por excelencia, la más alta, la más sublime y, al mismo tiempo, la más concreta. De hecho, es el encuentro de amor con Dios mediante su Palabra y el Cuerpo y la Sangre de Jesús”. Afirmó que para comprender la belleza de la celebración eucarística hay que tener ese aspecto en cuenta.

Por lo tanto, humildad y confianza son requisitos esenciales para recibir al Señor. “En primer lugar, ser humildes, reconocerse hijos, descansar en el Padre, fiarse de Él. Para entrar en el Reino de los cielos es necesario hacerse pequeños como niños. En el sentido de que los niños saben fiarse, saben que alguno se preocupará de ellos, de aquello que comerán, de aquello que llevarán, y así todo”.

“La segunda predisposición, también propia de los niños, es dejarse sorprender –continuó el Pontífice–. El niño hace siempre mil preguntas porque desea descubrir el mundo, se maravilla de las cosas pequeñas porque todo es nuevo para él. Para entrar en el Reino de los Cielos es necesario dejarse maravillar. En nuestra relación con el Señor, en la oración, ¿nos dejamos maravillar? ¿Nos dejamos sorprender? Porque el encuentro con el Señor es siempre un encuentro vivo”.

Si la Eucaristía es oración, “¿qué es la oración?”, se preguntó Francisco. “Es, sobre todo, diálogo, una relación personal con Dios. El hombre ha sido creado como ser relacional que encuentra su plenitud relacionándose en el encuentro con su Creador”.

En la catequesis señaló también que “el Libro del Génesis afirma que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, el cual es Padre, Hijo y Espíritu Santo, una relación perfecta de amor y de unidad. De ella podemos comprender que nosotros hemos sido creados para entrar en una relación perfecta de amor, en un continuo entregarse y recibirse para poder encontrar así la plenitud de nuestro ser”.

“Cuando Moisés, ante la zarza ardiente, recibe la llamada de Dios, le pregunta cuál es su nombre, y Él le responde: ‘Yo soy el que es’. Esta expresión, en su sentido original, expresa presencia y favor, y, de hecho, inmediatamente después añade: ‘El Señor, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob’”, subrayó el Papa.

De esta manera, “también Cristo, cuando llama a sus discípulos, los llama para que permanezcan con Él. Esta es la gracia más grande: poder experimentar que la Eucaristía es el momento privilegiado para estar con Jesús y, por medio de Él, con Dios y con los hermanos”.

El Pontífice invitó a “rezar como un verdadero diálogo”, y recordó que ese diálogo “también implica saber permanecer en silencio. En silencio junto a Jesús. Del misterioso silencio de Dios surge su Palabra que resuena en nuestro corazón. Jesús mismo nos enseña cómo es posible ‘estar’ verdaderamente con el Padre y nos lo demuestra con su oración”.

“Los Evangelios nos muestran a Jesús que se retira a un lugar aparte para rezar; los discípulos, viendo su íntima relación con el Padre, sienten el deseo de poder participar, y le piden: ‘Señor, enséñanos a rezar’. Jesús responde que la primera cosa necesaria para rezar es saber decir ‘Padre’, es decir, ponerse en su presencia con confianza filial. Pero para poder aprender, es necesario reconocer humildemente que necesitamos ser instruidos, y decirlo con sencillez: enséñame a rezar, Señor”.

Por ello insistió en la necesidad de pedirle al Señor: “Señor, enséñame a rezar”.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 15 NOVIEMBRE


Los cinco minutos de María
Noviembre 15




El Evangelio debe ser la norma de tu conducta, el fundamento de tus criterios, la escala de tus valores, al fin y al cabo el Evangelio es Cristo viviendo, enseñando, muriendo, resucitando y salvando a los hombres de todos los tiempos.

En el Evangelio hallamos a su Madre Santísima, la Virgen María. Allí se nos narran las virtudes de la Virgen, ya en su vida privada de Belén y de Nazaret, ya en la vida pública y apostólica de Jesús. Su humildad, su sencillez, su silencio y mansedumbre, su disponibilidad a la voluntad de Dios trazan lo que podríamos llamar “el evangelio mariano”.

María del Evangelio, conviértenos en anuncio viviente del Reino.



* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 15 NOVIEMBRE 2017


Lecturas de hoy Miércoles de la 32ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, miércoles, 15 de noviembre de 2017




Primera lectura
Lectura del libro de la Sabiduría (6,1-11):

Escuchad, reyes, y entended; aprendedlo, gobernantes del orbe hasta sus confines; prestad atención, los que domináis los pueblos y alardeáis de multitud de súbditos; el poder os viene del Señor, y el mando, del Altísimo: él indagará vuestras obras y explorará vuestras intenciones; siendo ministros de su reino, no gobernasteis rectamente, ni guardasteis la ley, ni procedisteis según la voluntad de Dios. Repentino y estremecedor vendrá sobre vosotros, porque a los encumbrados se les juzga implacablemente. A los más humildes se les compadece y perdona, pero los fuertes sufrirán una fuerte pena; el Dueño de todos no se arredra, no le impone la grandeza: él creó al pobre y al rico y se preocupa por igual de todos, pero a los poderosos les aguarda un control riguroso. Os lo digo a vosotros, soberanos, a ver si aprendéis a ser sabios y no pecáis; los que observan santamente su santa voluntad serán declarados santos; los que se la aprendan encontrarán quien los defienda. Ansiad, pues, mis palabras; anheladlas, y recibiréis instrucción.

Palabra de Dios
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Salmo
Sal 81,3-4.6-7

R/. Levántate, oh Dios, y juzga la tierra

«Proteged al desvalido y al huérfano, 
haced justicia al humilde y al necesitado, 
defended al pobre y al indigente, 
sacándolos de las manos del culpable.» R/.

Yo declaro: «Aunque seáis dioses, 
e hijos del Altísimo todos, 
moriréis como cualquier hombre, 
caeréis, príncipes, como uno de tantos.» R/.
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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,11-19):

Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. 
Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros.» 
Al verlos, les dijo: «ld a presentaros a los sacerdotes.» 
Y, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias. Éste era un samaritano.
Jesús tomó la palabra y dijo: «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?» 
Y le dijo: «Levántate, vete; tu fe te ha salvado.»

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 
15 de noviembre de 2017
Alejando Carbajo, cmf



Queridos hermanos, paz y bien.

El evangelio de Lucas va mostrando el camino de Jesús hacia Jerusalén, y ya sabemos lo que le esperaba allí. El signo final, la muerte y resurrección. Y de camino, Jesús nos va dejando signos. Hoy es una curación milagrosa.

La lepra hoy en día sigue siendo una enfermedad terrible. En tiempos de Jesús, la persona afectada estaba fuera de la sociedad, vivía apartada de todos, recluida con otros leprosos, se movía con una campanilla para avisar de que iba de camino…  Una verdadera exclusión social. Se hacía el vacío a su alrededor. La muerte civil.

Por eso quizá es tan importante que Jesús les prestara atención, les dedicar un tiempo y les hablara. Quizá ése fue el primer momento de la sanación de esos diez enfermos. Sentirse personas otra vez. Después vino la curación física. Saberse libres de esa enfermedad terrible. Para nueve de ellos fue suficiente. Se volvieron a sus lugares de origen, a intentar reconstruir sus vidas.

Pero hubo uno de ellos que sintió una llamada más fuerte, a ser verdaderamente agradecido. Podemos decir que, además de la curación física, a él le llego la curación espiritual. Y no fue uno delos judíos, de los “buenos”. Fue un extranjero, un samaritano, el que se dio la vuelta y se arrojó a los pies de Cristo. Reconoció en Él a su salvador. Tuvo fe, y su fe le salvó. Le dio la vida eterna, la salud – salvación para siempre.

Nosotros quizá nos sentimos cómodos, seguros, sabedores de que somos parte de la sociedad. Quizá hayamos tenido alguna enfermedad, algún accidente, que nos haya hecho desear recuperar la salud. Y al recuperarnos, habremos dado gracias a los médicos, a las personas que nos han ayudado. Ojalá que no se nos haya olvidad dar gracias a Dios por la salud perdida y hallada.

Hay que pedirle mucho a Dios que tenga compasión de nosotros. Que nos sane, por fuera y, sobre todo, por dentro. Y cada vez que sintamos su misericordia, darle gracias. Por haberle encontrado, porque nos ha hablado, porque nos ha redimido.

Vuestro amigo en la fe, Alejandro, C.M.F.

EL ADVIENTO, TIEMPO DE ESPERANZA


Autor: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net
El Adviento, tiempo de esperanza
Adviento. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo?



El Adviento, tiempo de esperanza

Cada tiempo, en el ciclo litúrgico de la Iglesia, tiene una peculiaridad. Y así como la Pascua habla de la alegría por la victoria de Jesucristo, y la Cuaresma del esfuerzo y de la purificación sacrificada que hay que ir realizando en la propia vida para poder llegar a Cristo, el Adviento se convierte para los cristianos en un tiempo de levantar los ojos de cara a la promesa que Nuestro Señor hace a su Iglesia de estar con nosotros. El Adviento es la preparación de la venida del “Emmanuel”, es el tiempo del cumplimiento de la promesa de Dios.

El Adviento está tocado, de una forma muy particular, por la característica de la esperanza. La esperanza como virtud que sostiene al alma, que consuela al ser humano. Teniendo en cuenta este sentido esperanzador del Adviento, creo que cada uno de nosotros tendría que reflexionar sobre el tema de lo que es la esperanza en su vida.

Cuántos desánimos, cuántas fragilidades, cuántas decepciones, cuántas caídas y cuántos momentos de rendirse a la hora del trabajo  espiritual, apostólico y familiar no tienen otra fuente más que la falta de esperanza. La falta de esperanza es fruto de una falta de fortaleza que, al mismo tiempo, es el resultado de la carencia de perspectivas de cara al futuro, que es lo acaba por hundir al alma en sí misma y le impide mirar hacia el futuro, mirar hacia Dios.

Ahora bien, la esperanza tiene dos facetas que debemos considerar de cara al Adviento. Hay una primera, que es una faceta de dinamismo. La esperanza empuja, porque es como quien ve la meta y ya no se preocupa de si está cansado o no, de si las piernas le duelen o no, ni de la distancia a la que viene el otro detrás. Sabe hacia dónde se dirige, tiene una meta presente y corre hacia ella.

La esperanza es algo semejante a cuando uno está perdido en el campo, y de pronto ve en la lejanía un punto que reconoce: un árbol, una casa, una parte del camino; entonces, ya no le importa por dónde tiene que ir atravesando, lo único que le interesa es llegar al lugar que reconoce. La esperanza es algo que te sostiene y te permite seguir adelante sin preocuparte de las dificultades que hay en el camino.

La segunda faceta de la esperanza es la purificación, que produce un efecto correctivo y transformador en la persona. La esperanza, al  mostrarme el objeto al cual tiendo, me muestra también lo que me falta para lograr alcanzarlo. Por eso la esperanza se convierte no en una especie de resignación o de ganas de hacer algo, sino en un fermento dentro del alma.

Si Cristo es mi esperanza, ¿qué me falta para alcanzarlo? Si la armonía de mi familia es mi esperanza, ¿qué me falta para conseguirla? Si mi hijo necesita que yo le dé este o aquel testimonio, ¿qué me falta para podérselo dar? La esperanza se convierte en aguijón, en resorte dentro del alma para que uno pueda llegar a obtener lo que espera.

Es necesario que en nuestras vidas existan estas dos dimensiones de  la esperanza: la dimensión dinámica y la dimensión de la purificación. Si nada más te quedas en el sostenerte, nunca te vas a transformar, nunca vas a llegar. Y si nada más te quedas en el transformarte, al ver lo duro, lo difícil y lo áspero de esta transformación, puedes caer en la desesperanza.

Aprendamos, entonces, a vivir en este tiempo de Adviento con la mirada dirigida hacia Cristo, que es el objeto de nuestra fe. Pidámosle al Señor que nos permita encontrarlo y recibirlo, y que nos otorgue la gracia de sostener nuestro corazón en el arduo trabajo diario de santificación.

Les invito a que con la esperanza como virtud central en este tiempo de Adviento, podamos repetir lo que dice el salmo 26: "El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar?”.

FELIZ MIÉRCOLES




martes, 14 de noviembre de 2017

_(¯`·._ NUEVO BLOG DE NAVIDAD 2017.·´¯)_


 ® NAVIDAD 2017  ®

MÁS QUE UN ANILLO DE COMPROMISO


Más que un anillo de compromiso




Un muchacho entró con paso firme a la joyería y pidió que le mostraran el mejor anillo de compromiso que tuviera. El joyero le presentó uno. La hermosa piedra, solitaria, brillaba como un diminuto sol resplandeciente.

El muchacho contempló el anillo y con una sonrisa lo aprobó. Preguntó luego el precio y se dispuso a pagarlo. 
¿Se va usted a casar pronto? - Le preguntó el joyero. 
No - respondió el muchacho - Ni siquiera tengo novia. 
La muda sorpresa del joyero divirtió al comprador.

Es para mi mamá -dijo el muchacho - Cuando yo iba a nacer estuvo sola; alguien le aconsejó que me matara antes de que naciera, así se evitaría problemas; pero ella se negó y me dio el don de la vida. Y tuvo muchos problemas. Muchos.

Fue padre y madre para mí. Fue mi amiga, mi hermana y mi maestra. Me hizo ser lo que soy. Ahora que puedo le compro este anillo de compromiso. Ella nunca tuvo uno. Yo se lo doy como promesa de que si ella hizo todo por mí, ahora yo haré todo por ella. Quizá después entregue otro anillo de compromiso, pero será el segundo.

El joyero no dijo nada. Solamente ordenó a su cajera que hiciera al muchacho el descuento aquel que se hacía nada más que a los clientes importantes.

REFLEXIÓN

Tenemos casas más grandes, pero familias más pequeñas.

Tenemos más compromisos, pero menos tiempo.

Tenemos más medicinas, pero menos salud.

Hemos multiplicado nuestras fortunas, pero hemos reducido nuestros valores.

Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.

Hemos llegado a la Luna y regresamos, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino.

Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior.

Tenemos mayores ingresos, pero menos moral.

Estos son tiempos con mas libertad, pero menos alegría.

Con más comida, pero menos nutrición.

Son días en los que quizás llegan dos sueldos, pero entran los divorcios.

Son tiempos de casas más bonitas, pero más hogares rotos.

No guardes nada "para una ocasión especial", porque cada día que vives es una ocasión especial.

Lee más, siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte en las malas hierbas.

Pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos.

Come tu comida preferida y visita los sitios que te encantan.

La vida es una sucesión de momentos para disfrutar, no es sólo para sobrevivir.

Usa tus copas de cristal; no guardes tu mejor perfume, úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo. Las frases "Uno de estos días", "algún día", quítalas de tu vocabulario. Escribamos aquella carta que pensábamos escribir "uno de estos días".

Digamos hoy a nuestros familiares y amigos, cuánto los queremos.

Por eso, no demores nada que agregue risa y alegría en tu vida. Cada día, hora, minuto, es especial.

LA FE SE SIEMBRA EN CASA


La fe se siembra en casa
Consejos útiles que los padres podrían seguir para acercar a los hijos al Catolicismo


Por: Alma Delia Suárez | Fuente: http://www.agenciacatolica.org 




Es lamentable que en muchos hogares, la fe se mantenga aislada, abandonada y olvidada por los miembros de la familia, como si ésta fuera inútil e innecesaria para estar cerca de Dios, o peor aún, para no estarlo. Aunque parece que algunos padres de familia poco interés tienen en inculcar la religión en sus hijos, muchos otros insisten en sembrarla día a día.

Recordando algunas de las palabras del Beato Juan Pablo II respecto a la fe en el hogar de cada familia cristiana, dice que es una comunidad de vida y de amor, la cual tiene una misión: comunicar el amor.

En una entrevista realizada al Padre Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, lamentó que por desgracia se ha olvidado que los primeros educadores, en todos los niveles, no sólo en la fe, son los padres de familia, la escuela es subsidiaria de esa obligación y la Iglesia por su parte, es mera auxiliar de los padres, pero los responsables en educar a sus hijos en la fe son los padres.

Los padres deben cuidar la fe de sus hijos, deben abonarla y cultivarla ya que la responsabilidad en primer término es de ellos, no olvidemos que es una obligación moral y religiosa.

La fe es una parte fundamental de la vida de cualquier ser humano, ya que da esperanza, futuro, fuerzas para las adversidades, luz y sentido, nos ayuda a mantener la plenitud; de hecho Cristo, cuando habla de su misión, no dice que ha venido para que tengamos vida en abundancia, ya que ésta no puede ser plena si no está unida a Dios, y como dice San Pablo: “En él existimos, nos movemos y somos.”


Para cultivar la fe en el hogar puede haber cosas muy elementales como encomendarse a Dios desde el inicio del día. Son esas oraciones que debemos enseñar a nuestros hijos para dar gracias al Señor por cada mañana y por la vida, a lo largo del día también podemos tener muchos apoyos de oraciones para acercarnos a Dios, sin olvidar tampoco la asistencia a misa y el rosario. De hecho se recomienda vivir bajo un clima de oración desde el hogar.

Es por ello que me gustaría compartir algunos consejos útiles que los padres podrían seguir para acercar a los hijos al Catolicismo:

Vivir la misa en casa y no sólo en la Iglesia. Si aún sigues creyendo que ser católico es un asunto de asistir a misa los domingos y nada más, te estarás perdiendo de la parte más enriquecedora de ser católico. Habla de Dios y reza en familia todos los días de la semana.

Fomentar un ambiente católico. Debemos crear en nuestros hijos un corazón abierto a la fe católica, lo mejor será que noten claramente que lo que se predica en misa se aplica en casa.

Asumir personalmente el rol de catequizar. Muchos padres esperan que sean los grupos religiosos y las escuelas quienes enseñen a sus hijos sobre la religión. Ahí lo harán valiéndose de recursos pedagógicos que no hay en casa, no hay como poder aprender la historia de la salvación de parte de los propios padres. Ver películas de Dios es un gran recurso.

Llevar a cabo algun apostolado en la familia. Ninguna experiencia ejemplifica mejor las enseñanzas de Jesús que el servicio prestado a los más necesitados.

Rezar por nuestros hijos. Sin importar cual pueda llegar a ser la actitud de los hijos hacia la Iglesia en determinados momentos de su madurez, la oración de nosotros por nuestros hijos siempre será la herramienta más efectiva para solicitarle a Dios que se haga presente en sus corazones.

Revisar nuestros motivos como padres para ser católicos. Si uno no tiene una razón personal clara a prueba de fuego para seguir a Cristo, será poco probable que tengas la pasión por contagiar a los demás de dicho amor a la causa.

Estudiar la religión. No podemos enseñar lo que no conocemos. Así que antes de transmitirles o explicarles a nuestros hijos sobre fe, es necesario estudiarla a consciencia.

Confiar en los caminos de Dios. Si aún resultara que tu hijo necesita un tiempo para analizar su situación personal ante la Iglesia y esto trae como resultado que decida alejarse de la misma, no hay que utilizar la fuerza ni la presión para hacerlo volver. En cambio hay que intensificar su compromiso con nuestra fe, y que nosotros como padres seamos un ejemplo el que lo haga volver.
Recuerda que la fe se abandona constantemente, no pongas como pretexto la edad de los hijos para estar cerca de Dios, todo está en tu forma de acercarlos a Él y en mantener un hogar lleno de fe. Somos privilegiados porque tenemos como ejemplo la Sagrada Familia. La familia es la Iglesia doméstica y la primera responsable de acrecentar y fortalecer la fe en nuestros hijos.

EL TRABAJO DIGNIFICA


El trabajo dignifica




Martin Luther King expresó: “No hay trabajo que no tenga importancia. Toda tarea que eleve a la humanidad, es digna e importante, y debería ser asumida con dedicación total. Si alguien está llamado a ser barrendero de las calles, debería barrer como Miguel Ángel pintaba, como Beethoven componía música o como Shakespeare escribía versos”.

El dramaturgo irlandés Bernardo Shaw tenía muchos enemigos en la alta sociedad inglesa. En una reunión que se realizaba en la corte, uno de ellos se le acercó y le preguntó con cierta sorna: — ¿No era sastre su padre? El escritor hizo un ademán afirmativo y dijo: —Es cierto. — ¿Y por qué no se ha hecho sastre usted también? Shaw sonrió, y a continuación planteó a su interlocutor esta pregunta: — ¿No era su padre un caballero? —Sí, lo era en efecto, —replicó el otro. —Entonces, ¿por qué no lo es usted también?

Triste suerte la de quien sólo trabaja para vivir, pero no sabe para qué vive. Triste suerte la de aquel que ha hecho del "tener y retener" el objetivo de su vida. Dichoso, en cambio, el que, mientras gana su pan o acrecienta su fortuna, sabe hacer del trabajo una ocasión de servicio al prójimo y de cooperación con el proyecto de Dios. La Palabra del Señor te ilumine.




* Enviado por el P. Natalio

PROGRAMA OFICIAL DEL VIAJE DEL PAPA FRANCISCO A CHILE Y PERÚ ENERO 2018


Este es el programa oficial del viaje del Papa Francisco a Chile y Perú
 Foto: L'Osservatore Romano






VATICANO, 13 Nov. 17 / 12:43 pm (ACI).- La Sala de Prensa del Vaticano hizo público el programa oficial del viaje que el Papa Francisco realizará a Chile y Perú del 15 al 21 de enero de 2018. El anuncio se realizó de forma simultánea en el Vaticano, Chile y Perú.

A continuación, el programa oficial del viaje:



CHILE (La hora que aparece en esta primera parte del programa corresponde a la de Chile GMT-3)

Lunes 15 de enero de 2018
ROMA-SANTIAGO
08.00 Salida del avión papal desde el aeropuerto de Fiumicino, Roma.

20.10 Llegada al aeropuerto internacional de Santiago. Ceremonia de Bienvenida.

21.00 Llegada del Santo Padre a la Nunciatura Apostólica.

Martes 16 de enero de 2018
SANTIAGO
08.20 Encuentro con las autoridades, con la sociedad civil y con el cuerpo diplomático en el Palacio de la Moneda. Discurso del Santo Padre.

09.00 Visita de cortesía a la Presidenta Bachelet en el Salón Azul del Palacio de la Moneda.

10.30 Santa Misa en el Parque O’Higgins. Homilía del Santo Padre.
16.00 Breve visita al Centro penitenciario Femenino Santiago. Saludo del Santo Padre.

17.15 Encuentro con los sacerdotes, religiosos, religiosas, consagrados y seminaristas en la Catedral de Santiago. Discurso del Santo Padre.

18.15 Encuentro con los Obispos en la Sacristía de la Catedral. Saludo del Santo Padre.

19.15 Visita privada al Santuario de San Alberto Hurtado. Encuentro privado con los sacerdotes de la Compañía de Jesús.


Miércoles 17 de enero de 2018
SANTIAGO-TEMUCO-SANTIAGO
08.00 Salida en avión desde el aeropuerto de Santiago a Temuco.

10.30 Santa Misa en el Aeropuerto de Maquehue. Homilía del Santo Padre.

12.45 Comida con algunos habitantes de la Araucanía en la casa Madre de la Santa Cruz.

15.30 Salida en avión del aeropuerto de Temuco hacia Santiago.
17.00 Llegado al aeropuerto de Santiago.

17.30 Encuentro con los jóvenes en el Santuario de Maipú. Discurso del Santo Padre.

18.30 Traslado en vehículo a la Pontificia Universidad Católica de Chile.
19.00 Visita a la Pontificia Universidad Católica de Chile. Discurso del Santo Padre.

Jueves 18 de enero de 2018
SANTIAGO-IQUIQUE-LIMA
08.05 Salida en avión del aeropuerto de Santiago hacia Iquique.

10.35 Llegada al aeropuerto internacional de Iquique.

11.30 Santa Misa en el Campus Lobito. Homilía del Santo Padre.

14.00 Comida con el séquito papal en la Casa de Retiros del Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, de los Padres Oblatos.

16.45 Llegada al aeropuerto de Iquique. Ceremonia de despedida.
17.05 Salida en avión del aeropuerto de Iquique hacia Lima.

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PERÚ (La hora que aparece en esta segunda parte del programa corresponde a la de Perú GMT-5)

Jueves 18 de enero de 2018
SANTIAGO-IQUIQUE-LIMA
17.20 Llegada al aeropuerto de Lima. Ceremonia de bienvenida.


Viernes 19 de enero de 2018
LIMA-PUERTO MALDONADO-LIMA

08.30 Encuentro con las autoridades, con la sociedad civil y con el cuerpo diplomático en el Patio de Honor. Discurso del Santo Padre.

09.00 Visita de cortesía al Presidente en el Salón de los Embajadores del Palacio de Gobierno.

09.55 Salida en avión de Lima a Puerto Maldonado.

11.45 Llegada al aeropuerto de Puerto Maldonado.

12.00 Encuentro con los pueblos de la Amazonía en el Coliseo Regional Madre de Dios. Discurso del Santo Padre.

13.00 Encuentro con el pueblo en el Instituto Jorge Basadre. Saludo del Santo Padre.

13.15 Comida con los representantes de los pueblos de la Amazonía en el Centro Pastoral Apaktone.

15.45 Visita al Hogar Principito.

16.50 Salida en avión hacia Lima.

18.40 Llegada al aeropuerto de Lima.

19.00 Encuentro privado con los miembros de la Compañía de Jesús en la iglesia de San Pedro.

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Sábado 20 de enero de 2018
LIMA-TRUJILLO-LIMA

07:40 Partida en avión a Trujillo

09:10 Llegada al aeropuerto de Trujillo

10:00 Santa Misa en la playa de Huanchaco. Homilía del Santo Padre.

12:15 Recorrido en papamóvil en la zona de Buenos Aires.

15:00 Breve visita a la Catedral

15:30 Encuentro con los sacerdotes, religiosos y seminaristas de las circunscripciones eclesiásticas del norte del Perú. Discurso del Santo Padre.

16:45 Celebración Mariana – Virgen de la Puerta en la Plaza de Armas. Discurso del Santo Padre.

18:15 Partida en avión a Lima

19:40 Llegada al aeropuerto de Lima

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Domingo 21 de enero de 2018
LIMA-ROMA

09:15 Rezo de la hora media con religiosas de vida contemplativa en el Santuario del Señor de los Milagros. Homilía del Santo Padre

10:30  Oración ante las reliquias de Santos peruanos en la Catedral de Lima. Oración del Santo Padre.

10:50 Encuentro con los obispos en el Palacio Arzobispal. Discurso del Santo Padre.

12:00 Ángelus en la Plaza de Armas.

12:30 Almuerzo con el séquito papal en la Nunciatura Apostólica

16:15 Santa Misa en la Base aérea Las Palmas. Homilía del Santo Padre.

18:30 Llegada al aeropuerto. Ceremonia de despedida

18:45 Partida en avión hacia Roma / Ciampino

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Lunes 22 de enero de 2018
ROMA
14.15 Llegada al aeropuerto de Roma / Ciampino

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 14 NOVIEMBRE


Los cinco minutos de María
Noviembre 14





El pensamiento afectuoso que cada día ofrecemos a la Virgen en estos cinco minutos con ella, teniéndola presente en nuestra vida, esforzándonos por imitarla en todas nuestras obras, nos elevará sobre todas las cosas de este mundo y nos capacitará y dispondrá para mirar al cielo y vivir de un modo diferente.


Encontraremos a la Estrella de los cielos, la dulce Virgen María, que ilumina y marca el camino para llegar allá, donde ella está.
Virgen María, estrella de la mañana, haz que caminemos en la vida como hijos de la luz nacidos de la Pascua de Jesucristo.



* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 14 NOVIEMBRE 2017


Lecturas de hoy Martes de la 32ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, martes, 14 de noviembre de 2017




Primera lectura
Lectura del libro de la Sabiduría (2,23–3,9):

Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser; pero la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo, y los de su partido pasarán por ella. En cambio, la vida de los justos está en manos de Dios, y no los tocará el tormento. La gente insensata pensaba que morían, consideraba su tránsito como una desgracia, y su partida de entre nosotros como una destrucción; pero ellos están en paz. La gente pensaba que cumplían una pena, pero ellos esperaban de lleno la inmortalidad; sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes favores, porque Dios los puso a prueba y los halló dignos de si; los probó como oro en crisol, los recibió como sacrificio de holocausto; a la hora de la cuenta resplandecerán como chispas que prenden por un cañaveral; gobernarán naciones, someterán pueblos, y el Señor reinará sobre ellos eternamente. Los que confían en él comprenderán la verdad, los fieles a su amor seguirán a su lado; porque quiere a sus devotos, se apiada de ellos y mira por sus elegidos.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 33,2-3.16-17.18-19

R/. Bendigo al Señor en todo momento

Bendigo al Señor en todo momento, 
su alabanza está siempre en mi boca; 
mi alma se gloria en el Señor: 
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Los ojos del Señor miran a los justos, 
sus oídos escuchan sus gritos; 
pero el Señor se enfrenta con los malhechores, 
para borrar de la tierra su memoria. R/.

Cuando uno grita, el Señor lo escucha 
y lo libra de sus angustias; 
el Señor está cerca de los atribulados, 
salva a los abatidos. R/.

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,7-10):

En aquel tiempo, dijo el Señor: «Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa" ¿No le diréis: "Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú" ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer."»

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy martes, 14 de noviembre de 2017
 Alejando Carbajo, cmf



Queridos hermanos, paz y bien.

Humildad para saber quién es Dios, y quienes somos nosotros. El Evangelio hoy nos recuerda que nos anunciamos no a nosotros, sino a Dios. Hacemos más o menos cosas por Él, a veces ayudamos en la parroquia, somos catequistas, colaboramos en Cáritas, visitamos enfermos, rezamos mucho, pero todo para mayor gloria de Dios, no para mayor gloria del anunciante.

Está claro que, a veces, necesitamos alguna alabanza, para que nuestra autoestima se vea alimentada. Pero todo dentro de un orden. “Somos siervos inútiles”, hemos hecho lo que teníamos que hacer y, muchas veces, lo hacemos mal. O lo hacemos por motivos no siempre claros. Una llamada a purificar nuestras motivaciones, y buscar el bien de los demás, no nuestra vanagloria.

Nosotros hemos recibido el don de la fe, y hemos tenido un encuentro con Jesús de Nazaret, y conocemos lo que significa el Reino de Dios. Y por eso entendemos que podemos hacer muchas cosas para anunciar ese Reino, pero nada bastará para compensar todo lo que Él ha hecho por nosotros. Desde enviar a su Hijo, para que muriera por nosotros, hasta darnos cada día la oportunidad de escuchar Su Palabra y tomar su Cuerpo.

Saber quiénes somos nosotros, y quién es Dios, hacer lo que tenemos que hacer y hacerlo para Dios. Agradecer los halagos y elogios que recibimos, pero sabiendo volverlo todo hacia Él. Ese puede ser el mensaje de hoy. Como dice el salmo, “bendigo al Señor en todo momento”.

Un buen día para mirar a la Virgen María, y aprender de ella a estar siempre cerca de Jesús, compartiendo vida con Él, pero siempre en segundo plano. Que seamos cada vez más “marianos” en este sentido.

Vuestro hermano en la fe, Alejandro, C.M.F.

FELIZ MARTES!!!





lunes, 13 de noviembre de 2017

DETRÁS DE UNA MONEDA


Detrás de una moneda…





El egoísmo atrofia al hombre, que sólo en la donación generosa a los demás. encuentra su madurez y plenitud. Si te preocupas demasiado por ti mismo y tu propio entorno, si vives para acumular dinero y comodidades, no te quedará tiempo para los demás. Si no vives para los demás, la vida carecerá de sentido para ti, porque la vida sin amor no vale nada.

Conversaba un hombre rico y alejado de la fe con un sacerdote, que no era otro que el futuro Cardenal Newman, ya convertido del anglicanismo a Roma. El rico se ufanaba de sus riquezas y de su indiferencia religiosa. Newman tomó una hoja de papel y escribió: «Dios». — ¿Ve lo que he escrito en la hoja? El avaro contestó afirmativamente. Entonces el sacerdote tomó una moneda de oro, la acomodó sobre la palabra escrita y preguntó de nuevo: — ¿Ve usted ahora lo que he escrito hace un momento? —No, ahora sólo veo el dinero. —En efecto, la riqueza ciega, impide ver a Dios, ¿no le parece?

Cada día puedes ser generoso en acciones pequeñas. Este propósito abre el corazón poco a poco, y descubres admirado que nunca pierdes. Por el contrario te fortaleces y puedes superar el temor de ser vulnerable. Practicar la generosidad ejercita al corazón: cuanto más se da, más se fortalece. Recuerda que Jesús dijo: “Hay más alegría en dar que en recibir”.





* Enviado por el P. Natalio
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