jueves, 17 de julio de 2014

GANAR BATALLA



Ganar batalla


Contra las adversidades me encontré
y contra ellas batallé.
A veces con ira,
otras veces con temor.
Intenté estando solo,
pero no encontré más que dolor.

Batallé con otros al lado,
gritando y con valentía,
más sin embargo luego de la derrota
solo quedaba la apatía.

Cansado y abatido por tantas penas,
no sentí más deseo
de enfrentar aquello que
con lo que tanto había luchado.

Más un buen día vencí,
no con violencia, ni con armas.
Odio o agresividad,
sino dándome cuenta,
de que la mejor forma
de ganar una batalla,
es de rodillas, en oración...
pidiendo a quien por
excelencia es Vencedor!

GOTITAS DE AMOR



Gotitas de amor


Había un incendio en un gran bosque de bambú; el incendio formaba llamaradas impresionantes, de una altura extraordinaria; y una pequeña ave, muy pequeñita, fue al río, mojó sus alas y regresó sobre el gran incendio, y las empezó a agitar para apagarlo; y volvía a regresar
y volvía a ir una y otra vez; y los dioses que la observaban, sorprendidos la mandaron a llamar y le dijeron:

- Oye, por qué estás haciendo eso?
Cómo es posible?
Cómo crees que con esas gotitas de agua puedas tú apagar un incendio de tales dimensiones?
Date cuenta: No lo vas a lograr.

Y el ave humildemente contestó:
"El bosque me ha dado tanto, le amo tanto, yo nací en él, este bosque me ha enseñado la naturaleza. Este bosque me ha dado todo mi ser.
Este bosque es mi origen y mi hogar y me voy a morir lanzando gotitas de amor, aunque no lo pueda apagar".

Los dioses entendieron lo que hacía la pequeña ave y le ayudaron a apagar el incendio.

"Cada gotita de agua apacigua un incendio.
Cada acción que con amor y entusiasmo emprendemos, un mejor mañana será su reflejo.

No subestime sus gotas: millones de ellas forman un océano.
Todo acto que con amor realizamos, regresa a nosotros multiplicado"

UN LÁPIZ PERFECTO


EUCARISTÍA Y MATRIMONIO


Autor: P Antonio Rivero LC | Fuente: Catholic.net
Eucaristía y matrimonio
El matrimonio se fortalecerá en fidelidad, si ambos cónyuges se alimentan de la eucaristía.



Antes de dar la relación entre ambos sacramentos, repasemos un poco la maravilla del matrimonio. 

Es Dios mismo quien pone en esa mujer y en ese hombre el anhelo de la unión mutua, que en el matrimonio llegará a ser alianza, consorcio de toda la vida, ordenado por la misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de los hijos. 

El matrimonio no es una institución puramente humana. Responde, sí, al orden natural querido por Dios. Pero es Dios mismo quien, al crear al hombre y la mujer, a su imagen y semejanza, les confiere la misión noble de procrear y continuar la especie humana. 

El matrimonio, de origen divino por derecho natural, es elevado por Cristo al orden sobrenatural. Es decir, con el Sacramento del Matrimonio instituido por Cristo, los cónyuges reciben gracias especiales para cumplir sus deberes de esposos y padres de familia. 

Por tanto, el Sacramento del Matrimonio o, como se dice, el "casarse por Iglesia" hace que esa comunidad de vida y de amor sea una comunidad donde la gracia divina es compartida. 

Por su misma institución y naturaleza, se desprende que el matrimonio tiene dos propiedades esenciales: la unidad e indisolubilidad. Unidad, es decir, es uno con una. Indisolubilidad, es decir, no puede ser disuelto por ninguno. El pacto matrimonial es irrevocable: "Hasta que la muerte los separe". 

No olvidemos que los ministros del Sacramento son los mismos contrayentes. El sacerdote sólo recibe y bendice el consentimiento. 

¿Qué relación tiene el Sacramento de la Eucaristía con el del Matrimonio? 

La eucaristía es sacrificio, comunión, presencia. Es el sacrificio del cuerpo entregado, de la sangre derramada. Todo Él se da: Cuerpo, Alma, Sangre y Divinidad. Es la comunión, el cuerpo que hay que comer y la sangre que hay que beber. Y comiendo y bebiendo esta comida celestial, tendremos vida eterna. Es la presencia que se queda en los Sagrarios para ser consuelo y aliento. 

El matrimonio también es sacrificio, comunión y presencia. Es el sacrificio en que ambos se dan completamente, en cuerpo, sangre, alma y afectos. Y si no hay sacrificio y donación completa, no hay matrimonio sino egoísmo. 

El matrimonio es comunión, ambos forman una común unión, son una sola cosa, igual que cuando comulgamos. Jesús forma conmigo una común unión tan fuerte y tan íntima, que nadie puede romperla. 

El matrimonio, al igual que la eucaristía, también es presencia continua del amor de Dios con su pueblo. 

El amor es esencialmente darnos a los demás. Lejos de ser una inclinación, el amor es una decisión consciente de nuestra voluntad de acercarnos a los demás. Para ser capaces de amar de verdad es necesario desprenderse cada uno de muchas cosas, sobre todo de nosotros mismos, para darnos sin esperar que nos agradezcan, para amar hasta el final. Este despojarse de uno mismo es la fuente del equilibrio, el secreto de la felicidad. 

EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 17 DE JULIO DEL 2014

Autor: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net
Manso y humilde de corazón
Mateo 11, 28-30. Tiempo Ordinario. Cristo te invita a acercarte a Él con confianza, deja en sus manos crucificadas todos tus yugos.
 
Manso y humilde de corazón
Del santo Evangelio según san Mateo 11, 28-30

En aquel tiempo, tomó Jesús la palabra y dijo: Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera. 

Oración introductoria

Señor, ¡gracias!, por ofrecerme tu consuelo, tu compañía, tu infinita misericordia. Te ofrezco humildemente mi corazón, mi vida entera. Ilumina mi oración porque quiero seguir el camino que me lleve a vivir en plenitud el amor.

Petición

Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo.

Meditación del Papa Francisco

Con su mansedumbre. Jesús nunca ha dejado de ser cordero: manso, bueno, lleno de amor, cercano a los pequeños, cercano a los pobres. Estaba allí, entre la gente, curaba a todos, enseñaba, rezaba. Pero, tan débil Jesús: como un cordero. Pero ha tenido la fuerza para cargar sobre sí todos nuestros pecados: todos. "Pero, padre, usted no sabe mi vida: tengo uno que... pero, ni siquiera puedo llevarlo con un camión...". Muchas veces, cuando miramos en nuestra conciencia, nos encontramos con algunos que son grandes, ¿eh? Pero Él los lleva. Él ha venido para eso: para perdonar, para traer la paz en el mundo, pero primero en el corazón. Quizá cada uno de nosotros tiene una tormenta en el corazón, quizá tiene una oscuridad en el corazón, quizá se siente un poco triste por una culpa... Él ha venido a quitar todo eso. Él nos da la paz, Él lo perdona todo. (S.S. Francisco, 19 de enero de 2014).

Reflexión

Jesús sabe que estamos cansados y fatigados. Son muchas las cargas de la vida; muchas las que nos imponemos culpablemente o no, y muchas las que otros nos imponen de igual manera. Jesús, buen amigo, no pasará sin darnos una mano para aliviarnos y para que nuestro yugo sea blando y ligero. Sólo nos pide a cambio aprender de Él a ser mansos y humildes de corazón. ¡Y qué razón tiene!, pues nuestra carga más pesada y nuestro yugo más duro y amargo, es el que nos impone el propio orgullo y soberbia.

Las almas sencillas se liberan de rencores y de intrigas tan inútiles cuanto pesados. Las almas mansas y humildes, a ejemplo de Cristo, llevan sus propias cargas con paciencia y amor, con alegría, como si no pesasen e, incluso, tienen la fuerza para ayudar a los demás a llevar las propias. Son esas almas recias las que viven sonriendo y tendiendo una mano al prójimo necesitado. Su grandeza es su pequeñez. Son mansas y humildes de corazón.

Cristo te invita a acercarte a Él con confianza. Dale todas tus cargas. Deja en sus manos crucificadas todos tus yugos. Él, enseñándote a ser humilde, te dará las fuerzas para seguir sus huellas de amor.

Propósito

En las dificultades que hoy se me presenten, pedir la ayuda de Dios en vez de ser autosuficiente.

Diálogo con Cristo

Encontrar descanso, es algo que todos siempre buscamos, descanso que no implica el que los problemas o el esfuerzo vayan terminar. Las cosas parece que siguen igual, pero con Cristo, se viven desde diferente perspectiva. Gracias, Señor, por ofrecerme esa paz. Para alcanzarla, te pido me des: fe, generosidad, fuerza de voluntad, confianza y, sobre todo, amor. Con estos dones y tu gracia, tendré la fuerza necesaria para vivir tu voluntad. 

miércoles, 16 de julio de 2014

FRACASO


Fracaso...


FRACASO NO SIGNIFICA QUE SOMOS UNOS FRACASADOS
    Significa que todavía no hemos tenido buen éxito.

FRACASO NO SIGNIFICA QUE NO HEMOS LOGRADO NADA
    Significa que hemos aprendido algo.

FRACASO NO SIGNIFICA QUE HEMOS ACTUADO COMO NECIOS
    Significa que hemos tenido mucha fe.

FRACASO NO SIGNIFICA QUE HEMOS SUFRIDO EL DESCRÉDITO
    Significa que estuvimos dispuestos a probar.

FRACASO NO SIGNIFICA FALTA DE CAPACIDAD
    Significa que debemos hacer las cosas de distinta manera.

FRACASO NO SIGNIFICA QUE SOMOS INFERIORES
    Significa que no somos perfectos.

FRACASO NO SIGNIFICA QUE HEMOS PERDIDO NUESTRA VIDA
    Significa que tenemos buenas razones para empezar de nuevo.

FRACASO NO SIGNIFICA QUE DEBEMOS ECHARNOS ATRÁS
    Significa que tenemos que luchar con mayor ahínco.

FRACASO NO SIGNIFICA QUE JAMÁS LOGRAREMOS NUESTRAS METAS
    Significa que tardaremos un poco más en alcanzarlas.

FRACASO NO SIGNIFICA QUE DIOS NOS HA ABANDONADO
    ¡Significa que DIOS tiene una idea mejor!

RECETA SECRETA DE LA FELICIDAD


Receta secreta de la felicidad


(Porciones para toda la familia... con el sabor de lo nuestro)

INGREDIENTES
1 kilogramo de recuerdos infantiles
2 tazas de sonrisas
2.5 kilogramos de esperanzas
100 gramos de ternura
5 latas de cariño
40 paquetes de alegría
1 pizca de locura
8 kilogramos de amor
5 kilogramos de paciencia


PREPARACIÓN
1.- Limpia los recuerdos, quitándoles las partes que estén echadas a perder o que no sirvan, Agregarle una a una las sonrisas, hasta formar una pasta suave y dulce.
2.- Ahora, añade las esperanzas y permite que repose, hasta que doble su tamaño.
3.- Lava con agua cada uno de los paquetes de alegría, pàrtalos en pequeños pedacitos y mezcla con todo el cariño que encuentres.
4.- Aparte, incorpora la paciencia, la pizca de locura y la ternura cernida. Reserva.
5.- Divide en porciones iguales todo el amor y cúbrelos con la mezcla anterior.
6.- Hornéalas durante toda tu vida en el horno de tu corazón.
7.- Disfrútalas siempre con toda tu familia... con el sabor de lo nuestro.
**Consejo: Puedes agregar a la mezcla anterior dos cucharadas de comprensión y 300 gramos de comunicación para que esta receta te dure para siempre.**

CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN


CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN


“Oh, María, Reina y Madre del Carmelo, vengo hoy a consagrarme a Ti, pues toda mi vida es como un pequeño tributo por tantas gracias y bendiciones como he recibido de Dios a través de tus manos.

Y porque Tú miras con ojos de particular benevolencia a los que visten tu Escapulario, te ruego que sostengas con tu fortaleza mi fragilidad, ilumines con tu sabiduría las tinieblas de mi mente y aumentes en mí la fe, la esperanza y la caridad, para que cada día pueda rendirte el tributo de humilde homenaje.

El Santo Escapulario atraiga sobre mí tus miradas misericordiosas, sea para mí prenda de particular protección en la lucha de cada día, de modo que pueda seros fiel a tu Hijo y a Ti.

Que él me tenga apartado de todo pecado y constantemente me recuerde el deber de pensar en Ti y revestirme de tus virtudes.

De hoy en adelante me esforzaré por vivir en suave unión con tu espíritu, ofrecerlo todo a Jesús por tu medio y convertir mi vida en imagen de tu humildad, caridad, paciencia, mansedumbre y espíritu de oración.

Oh Madre amabilísima, sosténme con tu amor indefectible, a fin de que a mí, pecador indigno, me sea concedido un día cambiar tu Escapulario por el Eterno vestido nupcial y habitar contigo y con los santos del Carmelo en el Reino de tu Hijo. Así sea.” 

Papa Pío XII


INVOQUEMOS LA INTERCESIÓN DE LA VIRGEN MARÍA


NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN, ADVOCACIÓN MARIANA, 16 DE JULIO


Autor: . | Fuente: Corazones.org
Nuestra Señora del Carmen
Advocación Mariana, 16 de julio

Nuestra Señora del Carmen
Patrona de los marineros

Memoria de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, monte en el que Elías consiguió que el pueblo de Israel volviese a dar culto al Dios vivo y en el que, más tarde, algunos, buscando la soledad, se retiraron para hacer vida eremítica, dando origen con el correr del tiempo a una orden religiosa de vida contemplativa, que tiene como patrona y protectora a la Madre de Dios. 

Desde los antiguos ermitaños que se establecieron en el Monte Carmelo, Los Carmelitas han sido conocidos por su profunda devoción a la Santísima Virgen. Ellos interpretaron la nube de la visión de Elías (1 Reyes 18, 44) como un símbolo de la Virgen María Inmaculada. Ya en el siglo XIII, cinco siglos antes de la proclamación del dogma, el misal Carmelita contenía una Misa para la Inmaculada Concepción. 

En las palabras de Benedicto XVI, 15,VII,06: 
"El Carmelo, alto promontorio que se yergue en la costa oriental del Mar Mediterráneo, a la altura de Galilea, tiene en sus faldas numerosas grutas naturales, predilectas de los eremitas. El más célebre de estos hombres de Dios fue el gran profeta Elías, quien en el siglo IX antes de Cristo defendió valientemente de la contaminación de los cultos idolátricos la pureza de la fe en el Dios único y verdadero. Inspirándose en la figura de Elías, surgió al Orden contemplativa de los «Carmelitas», familia religiosa que cuenta entre sus miembros con grandes santos, como Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, Teresa del Niño Jesús y Teresa Benedicta de la Cruz (en el siglo, Edith Stein). Los Carmelitas han difundido en el pueblo cristiano la devoción a la Santísima Virgen del Monte Carmelo, señalándola como modelo de oración, de contemplación y de dedicación a Dios. María, en efecto, antes y de modo insuperable, creyó y experimentó que Jesús, Verbo encarnado, es el culmen, la cumbre del encuentro del hombre con Dios. Acogiendo plenamente la Palabra, «llegó felizmente a la santa montaña» (Oración de la colecta de la Memoria), y vive para siempre, en alma y cuerpo, con el Señor. A la Reina del Monte Carmelo deseo hoy confiar todas las comunidades de vida contemplativa esparcidas por el mundo, de manera especial las de la Orden Carmelitana, entre las que recuerdo el monasterio de Quart, no muy lejano de aquí [Valle de Aosta]. Que María ayude a cada cristiano a encontrar a Dios en el silencio de la oración. 

La estrella del Mar y los Carmelitas 

Los marineros, antes de la edad de la electrónica, dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con La Virgen María quien como, estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo. 

Por la invasión de los sarracenos, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar. Por ese bello nombre conocían también a la Virgen porque el Monte Carmelo se alza como una estrella junto al mar. 

Los Carmelitas y la devoción a la Virgen del Carmen se difunden por el mundo 

La Virgen Inmaculada, Estrella del Mar, es la Virgen del Carmen, es decir a la que desde tiempos remotos se venera en el Carmelo. Ella acompañó a los Carmelitas a medida que la orden se propagó por el mundo. A los Carmelitas se les conoce por su devoción a la Madre de Dios, ya que en ella ven el cumplimiento del ideal de Elías. Incluso se le llamó: "Los hermanos de Nuestra Señora del Monte Carmelo". En su profesión religiosa se consagraban a Dios y a María, y tomaban el hábito en honor ella, como un recordatorio de que sus vidas le pertenecían a ella, y por ella, a Cristo. 

La devoción a la Virgen del Carmen se propagó particularmente en los lugares donde los carmelitas se establecieron. 

España 
Entre los lugares en que se venera en España la Virgen de España como patrona está Beniaján, Murcia. Vea ahí mas imágenes. 

América 
Es patrona de Chile; en el Ecuador es reina de la región de Cuenca y del Azuay, recibiendo la coronación pontificia el 16 de Julio del 2002. En la iglesia del monasterio de la Asunción en Cuenca se venera hace más de 300 años. Es además venerada por muchos en todo el continente. 

martes, 15 de julio de 2014

EL EVANGELIO DE HOY: MIÉRCOLES 16 DE JULIO DEL 2014

Autor: José Fernández de Mesa | Fuente: Catholic.net
Acción de gracias al Padre
Mateo 11, 25-27. Tiempo Ordinario. Ser sencillos, es lo que nos pide Dios para revelarnos muchas cosas.
 
Acción de gracias al Padre
De santo Evangelio según san Mateo 11, 25-27


Por aquel tiempo tomó Jesús la palabra y dijo: Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a los sabios y discretos y las revelaste a los pequeñuelos. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me ha sido entregado por mi Padre y nadie conoce al Hijo sino el Padre y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Oración introductoria

Gracias, Padre, por el don de mi fe que me lleva a buscarte humildemente en la oración. Busco la fuerza de voluntad para vivir auténticamente mi fe, porque te amo con todo mi corazón y con toda mi mente. Confío plenamente en que me mostrarás el camino para conocer la voluntad de Dios.

Petición

Señor, dame un corazón abierto a las inspiraciones de tu Santo Espíritu.

Meditación del Papa Francisco

Queridos hermanos, el resultado del trabajo pastoral no se basa en la riqueza de los recursos, sino en la creatividad del amor. Ciertamente es necesaria la tenacidad, el esfuerzo, el trabajo, la planificación, la organización, pero hay que saber ante todo que la fuerza de la Iglesia no reside en sí misma sino que está escondida en las aguas profundas de Dios, en las que ella está llamada a echar las redes.
Otra lección que la Iglesia ha de recordar siempre es que no puede alejarse de la sencillez, de lo contrario olvida el lenguaje del misterio, y se queda fuera, a las puertas del misterio, y, por supuesto, no consigue entrar en aquellos que pretenden de la Iglesia lo que no pueden darse por sí mismos, es decir, Dios. A veces perdemos a quienes no nos entienden porque hemos olvidado la sencillez, importando de fuera también una racionalidad ajena a nuestra gente. Sin la gramática de la simplicidad, la Iglesia se ve privada de las condiciones que hacen posible "pescar" a Dios en las aguas profundas de su misterio. (S.S. Francisco, 27 de julio de 2013).

Reflexión

Es necesario ponerse las gafas de la fe para contemplar todas las maravillas y tesoros que Dios hizo para nosotros. Ríos, mares, montañas nevadas, amaneceres y atardeceres, el amor de una madre y la caricia de un padre. Sin embargo, es justo mirar estas maravillas de Dios para reconocer su misericordia y su amor. La luz, en virtud de las personas, circunstancias y acontecimientos adquiere un valor nuevo que nunca podrían tener. En efecto, viniendo al mundo y viviendo entre nosotros, Jesús siempre ha preferido la sencillez y la claridad, a la oscuridad y maldad.

Sin embargo, podemos decir que Dios es oscuro e incomprensible, hasta inexistente para los soberbios que tienen el corazón cerrado en sí mismos que piensan no tener necesidad de nadie, tampoco de Dios sino sólo de sí mismos. Es el mismo hombre quien se crea complicaciones mentales para hacer inaccesible el conocimiento y aceptación de la voluntad de Dios. Así, ¿cómo puede dar el salto a la fe si su corazón está recargado por el inútil equipaje de sus hipocresías y de sus muchas inquietudes? Aquella" sabiduría" es pesada a los que se consideran "sabios" del mundo pero es vital para el fiel cristiano, que se tira con los ojos cerrados en las manos de Dios. Aprendamos, por ello, a practicar la humildad del corazón y de la mente.

Liberémonos de los pesados fardos que nos oprimen y respiremos a pleno pulmón el aire fragante del conocimiento personal del amor de Dios.


Propósito

Imitar el modelo de evangelización de María: una fe recia, una esperanza viva y una caridad ardiente.

Diálogo con Cristo

Gracias, Espíritu Santo, por tus dones de entendimiento, sabiduría y ciencia. Permite que, siguiendo el ejemplo de Maria, los use para el bien, no para encerrarme en mi orgullo, autosuficiencia o soberbia, queriendo depender de mí mismo en vez de abandonarme en la misericordia de tu amor, con la confianza con que un niño se sosiega en los brazos de sus padres. 

PENSAMIENTOS DEL PAPA FRANCISCO



SÚPLICA EN TIEMPOS DIFÍCILES A LA VIRGEN DEL CARMEN



SÚPLICA EN TIEMPOS DIFÍCILES
A LA VIRGEN DEL CARMEN


Tengo mil dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón maternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.

Amén.

LA FÓRMULA DEL ÉXITO


La fórmula del éxito


Un inoportuno le preguntó a Einstein cuál era, en su opinión, el secreto del éxito.
Einstein, comprendiendo la urgencia de despachar al preguntón impertinente, escribió esta fórmula en un trozo de papel:
A=X+Y+Z.
–– “¡Magnífico! –exclamó el inoportuno–. ¿Y esta fórmula qué significado tiene?”.
–– “Muy sencilla –explicó Einstein–: A, es el éxito; X, el trabajo; Y, la suerte”.
–– “¿Y la Z?” –preguntó el impertinente.
–– “Z, es el silencio”.

LA FORTALEZA DE UN HOMBRE



La fortaleza del hombre


- La fortaleza de un hombre no está en el ancho de sus hombros.
- Está en el tamaño de sus brazos cuando abrazan.

- La fortaleza un hombre no está en lo profundo del tono de su voz.
- Está en la gentileza que usa en sus palabras.

- La fortaleza de un hombre no está en la cantidad de amigos que tiene.
- Está en lo buen amigo que se vuelve de sus hijos.

- La fortaleza de un hombre no está en como lo respetan en su trabajo.
- Está en como es respetado en su casa.

- La fortaleza de un hombre no está en lo duro que puede golpear.
- Está en lo cuidadoso de sus caricias.

- La fortaleza de un hombre no está en su cabello o su pecho.
- Está en su corazón.

- La fortaleza de un hombre no está en las mujeres que ha conquistado.
- Está en poder ser verdaderamente de una mujer.

- La fortaleza de un hombre no está en el peso que pueda levantar.
- Está en las cargas que puede llevar a cuestas.

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 15 DE JULIO DEL 2014

Autor: Clemente González | Fuente: Catholic.net
Amenaza a las ciudades infieles
Mateo 11, 20-24. Tiempo Ordinario. Dale gracias a Dios y corresponde de algún modo, en la medida de todo lo que te ha dado.
 
Amenaza a las ciudades infieles
Del santo Evangelio según san Mateo 11, 20-24


En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho casi todos sus milagros, porque no se habían convertido: ¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza. Os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaúm, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al Abismo. Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy. Os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti.

Oración introductoria

Jesús, ayúdame a hacer de esta meditación un verdadero diálogo de amor. Eres mi refugio ante el calor abrasante y las dificultades de la vida. Sé que cuento contigo para levantarme si tropiezo y que guiarás mis pasos hoy, y siempre, confiando que el día del juicio pesará más tu misericordia que tu justicia.

Petición

Señor, dame la gracia de buscarte con un corazón sincero.

Meditación del Papa Francisco

Cuando pensamos en el regreso de Cristo y en su juicio final, que manifestará, hasta sus últimas consecuencias, el bien que cada uno habrá realizado o habrá dejado de realizar durante su vida terrena, percibimos que nos encontramos ante un misterio que nos supera, que no conseguimos ni siquiera imaginar. Un misterio que casi instintivamente suscita en nosotros una sensación de miedo, y quizás también de trepidación. Pero si reflexionamos bien sobre esta realidad, esta sólo puede agrandar el corazón de un cristiano y ser un gran motivo de consuelo y confianza. [...]
"Quien cree en él no está condenado; pero quien no cree ya está condenado, porque no ha creído en el Hijo único de Dios". Esto significa entonces que ese juicio, el juicio ya está en marcha, empieza ahora, en el transcurso de nuestra existencia.
Este juicio es pronunciado en cada instante de la vida, como respuesta de nuestra acogida con fe de la salvación presente y operante en Cristo, o bien de nuestra incredulidad, con la consiguiente cerrazón en nosotros mismos. (S.S. Francisco, 11 de diciembre de 2013). .

Reflexión

Dicen que una de las virtudes más raras de nuestros días es el agradecimiento. La persona agradecida valora lo que otros hacen por ella y quiere reconocerlo de alguna manera. Tiene la valentía de declarar que no todo lo puede, sino que necesita la ayuda de los demás.

En este pasaje, Jesús se lamenta por la actitud de aquellas ciudades a las que Él había tratado con más cariño, regalándoles milagros y prodigios. ¿Por qué, en lugar de convertirse y volver su mirada agradecida a Dios, seguían como si nada hubiera sucedido? ¿Por qué les cuesta tanto a los hijos valorar el sacrificio diario de sus padres? ¿Por qué nos resulta tan fácil recriminar y exigir nuestros derechos y somos tan perezosos a la hora de dar las gracias?

Mira ahora cuánto has recibido de Dios: tu vida, tus familiares y amigos, tus cualidades físicas, intelectuales, morales,... tus bienes materiales. ¿Ya le has dado gracias por todo eso?

Cristo advierte a los que han recibido muchos dones, que deben corresponder de algún modo, en la medida que Dios les ha dado. El que tiene mucho, debe dar mucho.

Propósito

Diariamente, antes de dormir, hacer un balance sobre el día, ¿fueron Dios y su voluntad el centro de mi día?

Diálogo con Cristo

Jesús, dame la gracia de la conversión permanente. Ayúdame a colaborar con tu gracia para despojarme del hombre viejo y renunciar a todo aquello que me aleja de Ti. En la medida en que cada día me convierta, en esa medida estaré cambiando al mundo. Te prometo hoy fomentar todo aquello que me asemeje más a Ti. 

JESÚS Y SU PADRE... NUESTRO PADRE



Autor: P. Eusebio Gómez Navarro | Fuente: Catholic.net
Jesús y su Padre...¡nuestro Padre!
Dios es Padre y está siempre presente, camina con nosotros y está muy dentro de nosotros. Él da sentido a nuestra existencia.




Se cuenta que el hijo de un rey de Francia, en edad joven, fue reprendido por su educador con palabras severas. El pequeño era consciente de su dignidad y protestó: “No te atreverías a hablarme así si te dieras cuenta que soy el hijo de tu rey”. Pero el educador no se inmutó: “Y tú no tendrías el valor de protestar si te dieras cuenta de que yo soy hijo de tu Dios y de que lo llamo cada día “Padre Nuestro”. 

Jesús nos reveló cómo es el corazón de Dios, él es nuestro Padre. Jesús recorría toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y lo siguió una gran muchedumbre de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del Jordán (Mt 4,23-25). 

Jesús es hijo de un tiempo y de un pueblo y así hereda toda la rica tradición de la fe de Israel quien considera a Dios, sobre todo, como el Señor, el Todopoderoso. Jesús nos presenta una imagen de Dios mucho más cercano, es, sobre todo, Padre y así lo invoca. 

Dios es un padre bueno y amoroso para con todos los seres humanos, especialmente para con los ingratos y malos, los desorientados, los abatidos y deprimidos. Él hace salir el sol para todos, el que sabe amar y perdonar, el que corre detrás de la oveja descarriada, espera ansioso la vuelta del hijo que se fue de casa y encuentra gran alegría al encontrar lo que se había perdido. Dios se alegra más con la conversión de un pecador que con noventa y nueve justos que no tienen necesidad de convertirse. 
El Dios de Jesús es el Dios que ama y perdona. Que es paciente y quiere la salvación de todos; es el que le interesa la vida de cada uno; el que no oprime, sino que libera; que no condena, sino que salva; que no castiga, sino que perdona; el que ama la vida. Es el Dios de vivos, de la esperanza y del futuro. 

¿Cómo es el corazón de Dios? Jesús lo describe en la parábola del Hijo Pródigo. Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte que me toca de la fortuna… “porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado”. Y comenzaron la fiesta… (Lc 15,11-32). 

El protagonista de esta parábola no es el hijo, es el corazón del Padre, con un amor incondicional, incluso, parece demasiado bueno, que respeta la decisión alocada del hijo, que huye en busca de placeres sin saber qué rumbo tomar. Calla y les deja hacer. “Y el Padre les repartió la hacienda” (Lc 15,12). Podemos olvidarnos de Dios, pero él jamás se olvida de nosotros. Dios nunca nos abandona, por mucho que corramos. Él va siguiendo nuestros pasos. Un hijo puede olvidarse de su madre, pero la madre no se olvidará nunca de su hijo; pues aunque ésta se olvidará, Dios no se olvidará (Is 49,15-16). El padre sufría y amaba en silencio. 

El padre no abandonó a su hijo, aunque se quedó en casa, su corazón seguía palpitando con él, pues el amor no se puede encerrar en unas paredes y no sabe de distancias. El padre ve al hijo desde lejos y siempre está dispuesto al encuentro. El padre esperaba con amor la vuelta del hijo. 

“Dios lo perdona todo, porque lo comprende todo”, dice un viejo adagio, por eso también lo olvida todo. Oseas y los profetas posteriores a él nos hablan de Dios como de un esposo lleno de paciencia y de ternura, siempre dispuesto a acoger y a perdonar la infidelidad y a amar gratuitamente (Os 14,5). En la historia de la salvación se nos ha manifestado el amor, la paciencia, la fidelidad de un Dios que nos ama sin medida. Dios es padre y madre y nos ama con ternura, es como un padre tierno para los fieles (Sal 103,13). Dios perdona y le gusta perdonar. “¿Qué Dios hay como tú, que perdone el pecado y absuelva el resto de tu heredad?” (Mi 7,18-20). 

En el Antiguo Testamento aparece, algunas veces, la palabra "Padre" referida a Dios. Y cuando los judíos la usaron, fue siempre en un clima de sumo respeto y majestad, añadiéndole títulos divinos ostentosos. Abbá era la palabra familiar que los niños judíos empleaban para dirigirse a sus padres. 

Jesús siente en su vida la presencia amorosa de Dios y su alimento es hacer su voluntad; a Dios le llama Padre, y, según parece, lo hacía usando la palabra aramea "abbá"; 170 veces ponen los evangelios esta expresión en labios de Jesús. A todos invita a creer en este Dios, para el que "todo es posible" (Mc 10,27). El Nuevo Testamento conserva la palabra aramea (abbá) para subrayar el hecho insólito del atrevimiento de Jesús (Rm 8,15; Ga 4,6-7). La invocación "Abbá" tiene, pues, un valor primordial, que ilumina toda la vida de Jesús. Todo en él es consecuencia de esta actitud de fe. Jesús deposita en su Padre toda la confianza posible. Digna es de destacar la escena en la que Jesús "con la alegría del Espíritu Santo", bendice al Padre porque se ha “revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, bendito seas, por haberte parecido eso bien” (Lc 10,21). Gracias da al Padre en la resurrección de Lázaro, por haberle escuchado (Jn 11,42). Llenos de confianza están los ruegos de la oración sacerdotal, la noche de su prisión. Pide al Padre protección para los que les ha confiado, para que sean todos uno y que el amor del Padre esté con ellos (Jn 17,1-5). 

La oración del huerto es narrada por todos los evangelistas (Mt 26,39.42; Lc 22,42; Jn 12,27-29). Marcos se siente obligado a mantener en su escrito la misma palabra aramea usada por Jesús: "¡Abbá! ¡Padre!: todo es posible para ti, aparta de mí este trago, pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú" (14,36). Jesús se atreve a pedirle verse libre del trance de la pasión (Mt 16,21; Mc 8,31; Lc 9,22; 17,25). Afirma su sumisión a la voluntad del Padre, pero dando muestras de que él desearía verse libre del dolor. Momentos antes de su muerte también se dirige al Padre pidiendo el perdón de sus verdugos. Y encomienda su espíritu en manos de su Abbá (Lc 23,46), pero no deja deja de preguntarle las causas de su aparente abandono (Mc 15,34). 

Jesús no sólo hablaba del Padre, sino que vivía enteramente como hijo: con confianza plena, obediencia total, agradecimiento y piedad. “Te doy gracias, Padre”, rezaba lleno de emoción y alegría. En la casa de mi Padre, Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Lo que Tú quieras. Si es posible, Padre… Jesús hablaba siempre con emoción del Padre (Jn 20,17): 

De las manos del Padre, fuertes y acogedoras, que crean y sacan del abismo ( Jn 10,29; Lc 23,46) 
De la mirada del Padre, que ve en lo secreto ( Mt 6,4.6) 
De Las palabras del Padre, que son explicaciones de la Palabra ( Jn 8,35; 12,49-50; 14,24…) 
Del trabajo y las obras del Padre, que siempre son de amor ( Jn 5,17. 19-20) 
De la voluntad del Padre, que es su alimento ( Jn 4,34; Mt 6,9; 26,42…) 
Del amor del Padre, que es inmenso y misericordioso (Lc 15,11-32) 
De la gloria del Padre, que es el Espíritu (Jn 17,5). 

Dios es amor, Padre y está siempre presente, camina con nosotros y está muy dentro de nosotros. Él da sentido a nuestra existencia. 

Esto lo explica muy bien la siguiente anécdota. 
Preguntaba una profesora a sus alumnos que cómo sabían que Dios existe, si nunca lo habían visto. 

Un niño muy tímido, levantó la mano y dijo: 
- Mi madre me dijo que Dios es como el azúcar en mi leche que ella 
prepara todas las mañanas. Yo no veo el azúcar que está dentro de la taza en medio de la leche, pero si ella me lo saca, queda sin sabor. Dios existe, y está siempre en el medio de nosotros, solo que no lo vemos. Pero si él no está, nuestra vida queda sin sabor. 

lunes, 14 de julio de 2014

LOS PROBLEMAS EN TU VIDA


DA SIN QUE TE PIDAN


Da sin que te pidan


Uno de los santos más entrañables en la historia de la iglesia es San Francisco de Asís. Todos sabemos de él algo importante: su humildad y su alegría de vivir. Cuentan de él y de la comunidad en la que vivía, que en Cuaresma realizaban tremendos ayunos. Una noche, cuando todos los frailes se encontraban retirados en las celdas del convento, escuchó los gemidos de un hermano; se levantó y fue donde estaba el hermano que lloraba. Se acercó y le preguntó: 

- Hermano, ¿qué te pasa? El fraile respondió: 

- Lloro porque me muero de hambre

Francisco ni corto ni perezoso, despertó a todos los hermanos y les explicó que el ayuno está muy bien, pero que no pueden dejar que un hermano se muera de hambre. Pero como no está bien que dejen al hermano comer solo, para que éste no pase vergüenza, todos deben acompañarle. Así que los hizo levantarse a todos y se dirigieron al comedor. Y la comida se convirtió en una fiesta. Es verdad que en la mesa no había más que un pan y unos pocos rábanos, pero, eso sí, estaban bien regados por la alegría común. Está bien dar de comer al hambriento; está mucho mejor compartir todos juntos la humilde alegría que tenemos.

Es verdad que uno se pone a pensar que repartir un pan hoy, me reporta un sano gozo cristiano, pero nos inunda la desesperación de cómo vamos a realizarlo mañana.

Es evidente que nadie, nunca, será capaz de curar todo el mal del mundo, pero yo me atrevo a decirte: si importante es compartir el pan, más importante lo es si éste lo acompañamos con alegría.

"Quien tenga pan, que lo reparta; quien tenga pan y una sonrisa, que distribuya los dos. Quien tenga sólo una sonrisa, que no se sienta pobre e impotente: que reparta sonrisa y amor". Esto lo dice José Luis Martín Descalzo.

No pierdas en tu vida la capacidad de amar, no pierdas en tu vida la capacidad de apreciar el amor; porque el planeta Tierra es redondo como el dinero, bueno, el de antes, y todo ello te indica que el mundo da muchas vueltas y todo corre muy aprisa; hoy eres tú el que da el pan, mañana puede ser que seas tú quien lo está recibiendo. Pero si hay algo que no cambia e irá donde vaya tu destino, será la sonrisa y el amor con que tú das lo que recibes. Porque el hambre volverá mañana, pero el recuerdo de haber sido querido por alguien permanecerá floreciendo en el alma.

El hambre del buen fraile seguro que volvió, pero de lo que nunca se olvidará será del gesto de amor que tuvieron sus hermanos al compartir con él la mesa a esas horas de la noche.

NARANJAS PARA EL PERSONAL



Naranjas para el personal


José trabajaba en una empresa desde hace dos años.

Siempre fue muy serio, dedicado y cumplidor de sus obligaciones.

Llegaba puntual y estaba orgulloso que en 2 años nunca recibió una
amonestación.

Cierto día buscó al Gerente para hacerle un reclamo:
-Señor, trabajo en la empresa hace dos años con bastante esmero y estoy  a gusto con mi puesto, pero siento que he sido postergado.

Mire; Fernando ingresó a un puesto igual al mío hace sólo 6 meses y ya  ha sido promovido a Supervisor.

-¡Uhmm!-mostrando preocupación- le dice el gerente. Mientras resolvemos esto, quisiera pedirte que me ayudes a resolver un problema.
Quiero dar fruta al personal para la sobremesa del almuerzo de hoy.
En la bodega de la esquina venden fruta. Por favor, averigua si tienen naranjas.

José se esmeró en cumplir con el encargo y en 5 minutos estaba de 
vuelta.

-Bueno José, ¿qué averiguaste? 

-Señor, tienen naranjas para la venta.

-¿Y cuánto cuestan?
-¡Ah!............... No pregunté por eso.

-Ok, ¿pero viste si tenían suficientes naranjas para todo el personal?
(preguntaba serio).

-Tampoco pregunté por eso señor.

-¿Hay alguna fruta que pueda sustituir la naranja?

-No sé señor, pero creo...

-Bueno, siéntate un momento.

El Gerente tomó el teléfono y mandó llamar a Fernando.

Cuando se presentó, le dio las mismas instrucciones que le diera a José  y en 10 minutos estaba de vuelta.

Cuando retornó el Gerente pregunta:

-Bien Fernando, qué noticias me tienes?

-Señor, tienen naranjas, lo suficiente para atender a todo el personal,  y si prefiere también tienen plátano, papaya, melón y mango.

La naranja está a 1,5 pesos el kilo, el plátano a 2,2, el mango a 0,9 
el kilo, la papaya y el melón a 2,8 pesos el kilo.

Me dicen que si la compra es por cantidad, nos darán un descuento del  8%.

He dejado separada la naranja pero si usted escoge otra fruta debo 
regresar para confirmar el pedido.

-Muchas gracias Fernando, pero espera un momento..

Se dirige a José, que aún seguía esperando estupefacto y le dice:

-José, qué me decías?

Nada señor, eso es todo, muchísimas gracias, con su permiso..
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