miércoles, 21 de mayo de 2014

GOZAR DEL REGALO DE DIOS



Gozar el regalo de Dios
Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.


Antes de buscar más cosas, voy a gozar primero de lo que tengo, 
dijo Pereira, y se sentó tranquilo mirando el patio.

Tenés muchos problemas, le dijo Mario. ¿Vas a gozar de los problemas?

Tengo problemas, confirmó Pereira, pero también tengo cosas que son muy importantes para gozar. Tengo la vida, la salud. Tengo una familia. Tengo amor en mi vida. Y todo esto es un regalo de Dios –sentenció Pereira. Yo veo la mano de Dios en todo esto, porque yo apenas puedo cuidar un poco la vida y la salud, pero si dependieran de mí ¿cómo haría yo para darme vida, para hacer que funcione el corazón, los riñones? Estas cosas yo tengo que gozarlas porque las tengo. Gozarlas y compartirlas con los demás, como por ejemplo ahora, porque me suspendieron del trabajo tengo tiempo para estar con un amigo aunque sólo te pueda convidar un mate.

Te tengo a vos como amigo, estas cosas que recibo de Dios, este amor gratuito me da mucha confianza en Dios, me hacen tener fe, en que Dios no dejará sola a mi familia. Fijate de qué modo confió Jesús en su Padre, y el Padre Dios le devolvió la vida, pero esa vida sí que vale la pena, porque es la resurrección.


Gracias Señor por la vida que nos das y por ofrecernos también la resurrección.

PLANTAR PARA EL FUTURO



Plantar para el futuro
Autor:  Padre Justo López Melús


La virtud del agradecimiento es una de las virtudes más olvidadas. Cuesta caer en la cuenta. Vivimos confortablemente y no pensamos en los sudores de los que prepararon los materiales y construyeron la casa. Saboreamos los alimentos, y nos olvidamos de los que sembraron y segaron, de los que plantaron y regaron. Vemos un jubilado y nos olvidamos de lo que trabajó. «Nadie da gracias al cauce seco del río por su pasado».

Un anciano estaba plantando mangos en su jardín. Un vecino le preguntó: «¿Qué haces? ¿Esperas llegar a comer mangos de esos árboles?». «No, no pienso vivir tanto. Pero otros lo harán. Se me ocurrió el otro día que toda mi vida he disfrutado comiendo mangos plantados por otras personas, y así les muestro mi gratitud. En mi larga vida he recibido muchas cosas de los demás. Es justo que contribuya a que otros reciban algo de mí».

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD


ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD
  Beata Isabel de la Trinidad


¡Oh Dios mío, trinidad adorable, ayúdame a olvidarme por entero para establecerme en ti!

¡Oh mi Cristo amado, crucificado por amor! Siento mi impotencia y te pido que me revistas de ti mismo, que identifiques mi alma con todos lo movimientos de tu alma; que me sustituyas, para que mi vida no sea más que una irradiación de tu propia vida. Ven a mí como adorador, como reparador y como salvador...

¡Oh fuego consumidor, Espíritu de amor! Ven a mí, para que se haga en mi alma una como encarnación del Verbo; que yo sea para él una humanidad sobreañadida en la que él renueve todo su misterio.

Y tú, ¡oh Padre!, inclínate sobre tu criatura; no veas en ella más que a tu amado en el que has puesto todas tus complacencias.

¡Oh mis tres, mi todo, mi dicha, soledad infinita, inmensidad en que me pierdo! Me entrego a vos como una presa; sepultaos en mi para que yo me sepulte en vos, en espera de ir a contemplar en vuestra luz el abismo de vuestras grandezas.


¿POR QUÉ DIOS SE DEMORA EN CONTESTAR?



Autor: P. John Bartunek, L.C. | Fuente: la-oracion.com
¿Por qué Dios se demora en contestar?
El ruego de una madre. Después de todo, estoy pidiendo algo que no sólo es razonable, sino bueno y necesario para ellos.



El dolor y el sufrimiento que una madre pasa en una prueba familiar es palpable. Desearía poder dar una respuesta fácil. 

Desafortunadamente, temo que no va a gustar mucho mi respuesta porque es muy difícil y creo que por eso su alma está buscando certezas. 

¿Por qué Dios no responde a mis plegarias de la manera que yo quiero que lo haga? 

Después de todo, usted está pidiendo algo que no sólo es razonable, sino bueno y, tal parece, necesario. Entonces, ¿por qué Dios se demora? Permítame contestar a esa pregunta con otra pregunta: ¿Qué tan firmemente cree usted que Dios ama a sus hijos, incluso mucho más que usted? Sabemos que Él los ama – no porque el amor de usted sea insignificante, sino porque su amor es infinito. El amor que usted tiene por sus hijos, tan fuerte y apasionado, es sólo un reflejo del amor infinito que Dios tiene por ellos. Al mismo tiempo, Dios es todopoderoso. Entonces, por la fe sabemos que si Dios está permitiendo esta cruz, Él tiene sus motivos y les dará una serie de gloriosos domingos de resurrección a partir de lo que parece esta sucesión sin fin de viernes santos. 

En tiempos de crisis, debemos ejercitar nuestra fe de manera premeditada. Además, deliberadamente y con valor, debemos acordarnos que el propósito último de Dios es llevar a cada persona hacia una comunión cada vez más profunda con Él. Esta comunión comienza y crece aquí en la tierra, pero alcanza su plenitud sólo en el cielo. Las batallas, luchas, penas y, muchas veces, los sufrimientos terribles que enfrentamos en nuestra peregrinación terrenal son inevitables en un mundo caído; pero Dios, lejos de estar ausente en medio de ellos, los ha transformado en canales de gracia, en gimnasios de virtud y puentes hacia una mayor sabiduría, compasión y madurez espiritual. 

Ayudas prácticas 

Usted siente que su fe está siendo probada por su situación actual. Esto debe ponerla de rodillas más frecuentemente – y tal parece que eso es lo que Dios le está pidiendo al empujarla fuera de su zona de confort espiritual. Él está purificando su fe y una fe más pura la llevará hacia una mayor unión con el Sagrado Corazón. Como el apóstol Santiago lo explica: Considerad como un gran gozo, hermanos míos, el estar rodeados por toda clase de pruebas, sabiendo que la calidad probada de vuestra fe produce la paciencia en el sufrimiento; pero la paciencia ha de ser acompañada de obras perfectas para que seáis perfectos e íntegros sin que dejéis nada que desear. (Santiago 1,2-4) 

En este período de sufrimiento, puede encontrar ánimo leyendo algunos escritos espirituales. Usted no está sola en esta prueba, es miembro del Cuerpo Místico de Cristo. Inspirarse en las vidas de los santos, y de otros cristianos, quienes han sobrellevado sufrimientos tremendos en su camino hacia la santidad le dará ánimo, la guiará y la edificará. Lea, por ejemplo Mártires del siglo veinte, de Robert Royals o Ven, sé mi luz, de la Madre Teresa de Calcuta o He Leadeth Me del Padre Walter Ciszek, S.J. Debemos, a propósito, llenar nuestra imaginación con recordatorios de que Dios trabaja a través del sufrimiento, de otra manera nuestra fe y nuestra esperanza disminuirán y caeremos en el espiral cegador de la frustración y el desánimo donde somos vulnerables del más mortífero de los pecados: el orgullo. 

Cuando el amor de una madre se siente impotente 

¿Qué puede decirles a sus hijos, qué puede usted hacer por ellos para que su fe no decaiga? 

La respuesta a esta pregunta va a gustarle menos que la que le di anteriormente. Permítame comenzar citando palabras de Nuestro Señor a san Pedro al final del Evangelio de Juan, cuando Pedro le preguntó a Jesús sobre qué le iba a pasar al otro discípulo (san Juan): ¿Señor, y éste, ¿qué? San Pedro quería saber que era lo que le esperaba al discípulo más joven, quizá debido a que lo quería tanto y estaba preocupado por él y Jesús responde de manera cortante Si yo quiero que se quede hasta que yo venga ¿qué te importa? Tú, sígueme (Juan 21,22). Jesús frenó la preocupación y ansiedad de Pedro diciéndole que permaneciera concentrado en su propio apostolado y confiara en que Jesús se haría cargo del resto. 

Su corazón de madre anhela consolar a sus hijos, salvarlos del sufrimiento, rodearlos de luz, afecto y éxito. Esto es correcto, es saludable y es verdad, y aun así, al final no puede usted determinar cómo responderán ellos a la gracia de Dios. Por más que usted quiera asegurar que ellos conserven la fe, busquen a Dios y crezcan en santidad, no puede hacerlo, sólo puede hacer lo que a usted le toca. Al final, cada uno de sus hijos es responsable de su propia relación con Dios, cada uno de ellos es responsable de cómo enfrenta la crisis actual, cada uno es libre para crecer en paciencia, humildad, sabiduría y valor, o para rebelarse contra Dios, quien nos ama tanto que rehúsa evitarnos las dificultades...Pues a quien ama el Señor, le corrige; y azota a todos los hijos que acoge. (Hebreos 12,6). 

Aprendiendo a dejar ir y a dejar a Dios 

Cuando sus hijos eran pequeños, usted podía controlar más directamente lo que los rodeaba e incluso sus reacciones. Entonces dependían más de usted. Pero ahora sólo puede influir en ellos y sus circunstancias de manera indirecta. Aceptar tranquilamente las limitaciones de su influencia dará gran gloria a Dios, porque elevará su confianza en Él a un nuevo nivel. Y si, en medio de esta prueba, alguno de sus hijos se revela contra Dios, usted debe conservar su paz interior a través de la oración y la confianza, mientras ofrece a Dios el sufrimiento que pueda experimentar. Después de todo, aun si en ellos hubiera una rebelión violenta, éste no es el final de la historia – la historia sólo termina el día del Juicio. 

Recuerde, Dios ama a sus hijos aún mas de lo que usted los ama y Él honrara su amor de madre por ellos mucho más de lo que puede imaginar, siempre y cuando sea un amor puro, y su amor por Dios y su confianza en Él permanezcan en el primer lugar. Así que continúe haciendo lo que pueda para dar apoyo y valor a sus hijos y para ayudarlos a llevar sus cruces, a través de sus oraciones, su ejemplo y cualquier palabra y obra que las circunstancias le permitan. 

Pero –cuantas veces sea necesario- renuncie en su corazón y en su mente al control que le gustaría tener. Salvarlos no depende de usted, sólo puede ser un instrumento de la gracia de Dios hasta donde Él lo permita. 

Dios es Dios, nosotros no somos Dios, y con Dios de nuestro lado ¿quién contra nosotros? (Romanos 8,31). Sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su designio (Romanos 8,28). Ésa es nuestra seguridad, nuestra esperanza, nuestra roca y nuestro refugio. 

FLORECILLAS A MARÍA: 21 DE MAYO

FLORECILLAS A MARÍA
Flor del 21 de mayo: María en la Resurrección

Meditación: María en la soledad, María en el dolor esperaba en la Resurrección la promesa del Señor. Ella era dueña de toda fortaleza, con su Corazón enllagado esperaba el cumplimiento de lo por su Hijo anunciado. No tenia una fe débil, como la de los apóstoles, Ella creía que su Hijo resucitaría. En el dolor, la esperanza…en el dolor, la fe…en el dolor, sólo buscarlo a El. Oh alma mía, si alguna vez te agobia el peso de la cruz, confía en las delicias de la Divina Bondad, que Ella te consolará, te abrazará, te hará esperar segura de que Dios jamás te abandonará y te la hará más llevadera, anticipando los regalos eternos que se nos reservan en el Paraíso.

Oración: ¡María fortaleza de toda agonía, María esperanza mía!, fortaléceme en la fe y en la esperanza también, seguro de que al Rey me haréis ver. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Meditar y hallar el dolor y el temor de este día, y entregarlo a María confiado en que será Ella la que intercederá ante su Hijo para que El se haga cargo de nuestra vida.

EL EVANGELIO DE HOY: MIÉRCOLES 21 DE MAYO DEL 2014

Autor: H. Joel Castañeda Ochoa | Fuente: Catholic.net
Despedida y palabras de aliento
Juan 14, 27-31. Pascua. Cristo nos trae una paz profunda, aquella capaz de dar una tranquilidad profunda en mi corazón .
 
Despedida y palabras de aliento
Del santo Evangelio según san Juan 14, 27-31

Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Habéis oído que os he dicho: "Me voy y volveré a vosotros." Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder; pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado. Levantaos. Vámonos de aquí».

Oración introductoria

Jesucristo, ahora que voy a iniciar esta meditación, te quiero pedir la gracia necesaria de experimentar un amor tan grande como el que tuvieron los primeros apóstoles, en el cenáculo. Concédeme amarte de tal manera que también yo busque la voluntad del Padre, para que crea en tus palabras, porque en verdad tú obras en unión con el Padre.

Petición

¡Señor, que cada vez logre escuchar con mayor atención tu mensaje de paz y que lo viva en lo más personal e íntimo del corazón!

Meditación del Papa Francisco

Nosotros pensamos siempre en Jesús cuando predicaba, cuando sanaba, cuando caminaba, iba por las calles, también durante la Última Cena... Pero no estamos acostumbrados a pensar en Jesús sonriente, alegre. Jesús estaba lleno de alegría: lleno de alegría. En esa intimidad con su Padre: ´Exultó de alegría en el Espíritu y alabó al Padre´- es precisamente el misterio interno de Jesús, esa relación con el Padre en el Espíritu. Es su alegría interna, su alegría interior que Él nos da.
Esta alegría es la verdadera paz: no es una paz estática, quieta, tranquila. No, la paz cristina es una paz alegre, porque nuestro Señor es alegre. Es alegre cuando habla del Padre: ama tanto al Padre que no puede hablar del Padre sin alegría. Nuestro Dios es alegre. Y Jesús ha querido que su esposa, la Iglesia, también sea alegre.
No se puede pensar en una Iglesia sin alegría y la alegría de la Iglesia es precisamente esta: anunciar el nombre de Jesús. Decir: "Él es el Señor. Mi esposo es el Señor. Es Dios. Él me salva, Él camina con nosotros". Y esta es la alegría de la Iglesia, que en esta alegría de esposa se hace madre. Pablo VI decía: la alegría de la Iglesia es precisamente evangelizar, ir adelante y hablar de su Esposo. Y también transmitir esta alegría a los hijos que ella hace nacer, que ella hace crecer. (Cf. S.S. Francisco, 3 de diciembre de 2013, homilía en capilla de Santa Marta).

Reflexión 

Cristo viene a traernos un mensaje de paz, pero nos advierte desde el inicio que no es la paz que da el mundo. En efecto para el mundo la paz se concibe muchas veces en no estar en guerra, en no tener alguien que venga a disturbar dentro del ambiente en el que nos encontramos. Cristo en cambio habla de una paz más profunda, de aquella capaz de dar una tranquilidad profunda. Dice que no nos inquietemos en el corazón porque él ha vencido al mundo; en efecto la paz surge de la consciencia de que con Cristo nos mantendremos salvos en el alma.

Y la sabiduría de Cristo está en que el mensaje de paz nos lo da antes de anunciarnos la venida del príncipe de este mundo, es decir la del demonio como enemigo del alma y de la verdad. Por lo mismo Jesús nos invita a confiar, porque ello implicará algunas persecuciones, algunas críticas por ser seguidores de Cristo. Pero el demonio en sí no tiene ningún poder sobre Cristo.

Que hermoso momento para darnos ese mensaje de paz; justo antes de subir al Padre y de enviarnos al consolador. Así la paz se convierte en parte de su testamento, porque está a punto de partir al Padre y quiere que estemos tranquilos, llenos de confianza en las enseñanzas que nos ha dejado a lo largo de su predicación, pues la vivencia de las mismas serán el origen de la paz, porque en el confronto con la vivencia según el mundo, tal vez traerán dificultades, pero la paz que inunda el corazón es mucho más profunda que la que pueda ofrecer la mentalidad del mundo, el mundo que es en primer lugar el egoísmo que llevamos dentro y no tanto la materialidad que nos rodea.


Cristo trae la paz para nosotros como seguidores de él, nos da su mensaje en un momento de grande intimidad, pero a la vez tenemos que ser conscientes que si nos da ese regalo es para transmitirlo a los demás, por tanto como cristianos nos convertimos en verdaderos propagadores de la paz. El mundo y quienes nos rodean esperan que nosotros cristianos vivamos de acuerdo a los criterios de nuestro Señor y en la medida en que demos a los demás esa paz se dirá entonces como se dijo de los primeros cristianos: "Mirad cómo se aman y cómo están dispuestos a dar la vida unos por otros."

Propósito

En el día de hoy buscaré transmitir serenidad a quienes me rodean, teniendo presente que Cristo está a mi lado y quiere que de verdad tenga paz en mi corazón.

Diálogo con Cristo

Señor Jesús, muchas veces me has permitido experimentar la paz del alma, de verdad que no te has dejado ganar en generosidad. Otras veces me he visto sumido en la angustia y desesperación por no actuar de cara a ti, por no buscar tu voluntad, sino mis propios caprichos y maneras de pensar. Te pido la gracia de tenerte siempre presente, dame la fe necesaria para tenerte siempre a mi lado y para no buscar otra paz distinta a la tuya, por muy buena que parezca.


La paz en la tierra, suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia, es indudable que no puede establecerse ni consolidarse si no se respeta fielmente el orden establecido por Dios.
Juan XXIII, Pacem in terris, 11 de abril de 1963




  • Preguntas o comentarios al autor
  • H. Joel Castañeda Ochoa 

    PENSAMIENTO MARIANO 29


    PENSAMIENTO MARIANO

    Recurramos a María y como hijuelos suyos echémonos en su regazo en todo tiempo y necesidad con firmísima confianza: invoquémosla, honrémosla, imitémosla, y tengamos para tan dulce Madre un afecto verdaderamente filial. 

    San Francisco de Sales.


    martes, 20 de mayo de 2014

    SÍMBOLOS DEL BAUTISMO PARA IMPRIMIR Y COLOREAR











    EL SECRETO DE LA FELICIDAD


    AMOR QUE CURA


    Amor que cura
    Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.


    Hay hospitales y farmacias, pero no siempre está ahí el remedio para todas las enfermedades. ¿Cuál es el remedio para el desamparo y la orfandad del hombre de nuestra cultura?

    Solo el amor de Jesús puede curar, sanar, restaurar el corazón herido del hombre. Y el Amor de Jesús puede curar el desamparo, el sin-sentido y la terrible orfandad del hombre, porque su amor es un amor rigurosamente probado y no ha sido vencido por el mal, ni por la muerte. El amor de Jesús es el amor de Dios siempre nuevo que dura, más fuerte que la infidelidad y el rechazo, más fuerte que el mal y que la muerte. ‘En sus llagas somos curados’ dicen los Escritos Sagrados de la Biblia, hablando de las heridas que Jesús lleva en su manos, en sus pies y en su corazón. A Jesús podemos ir con confianza para sanar las relaciones rotas con Dios y con la gente, a él podemos ir para fortalecer el corazón y hacerlo capaz del perdón y de la caridad.

    Fuimos especialmente a Jesús resucitado cuando sobre nuestra cabeza se derramó el agua del Bautismo, y recibimos la unción del Santo Crisma. Vamos a Jesús resucitado cuando escuchamos o leemos los Escritos Sagrados, vamos a Jesús resucitado cuando miramos las imágenes y pinturas de Jesús y los misterios de su vida entre nosotros, y cuando le rezamos a él, a su Madre, o a los santos.
    Vamos a Jesús resucitado en el sacramento de la Reconciliación, para recibir el perdón de los pecados. Vamos a Jesús resucitado en el Sagrario de los templos y santuarios cristianos y en la Sagrada Comunión. Vamos a Jesús resucitado en los hermanos de comunidad y vamos a Jesús en los pobres y en los más débiles y necesitados

    FLORECILLAS A MARÍA: 20 DE MAYO

    FLORECILLAS A MARÍA
    Flor del  20 de mayo: María Corredentora

    Meditación: Llegaron los días del Calvario para el Hijo, el Cristo…y también para la Madre. Cristo se entrega, María se entrega y entrega al Cordero de Dios en oblación de amor. ¡Qué dolor!. La Madre sigue el rastro de la Santa Sangre en la calle de la amargura, el Gólgota. Busca en su Dulce Jesús la preciosa mirada del Niño que alguna vez acunaba. El Cristo, su Cristo es una sola Llaga…y la miraba…su Corazón traspasado, también Sangre derramaba al ver la tragedia Sagrada, veía los Clavos como taladraban aquellas Manos que un día la acariciaban…y aquellos Pies que tanto caminaron sanando y santificando la tierra seca fruto del pecado. Ella que escuchó Sus primeras Palabras también las últimas escuchaba…y Su última mirada…a Su Madre amada sólo Amor confesaba…Su último latido, el de su Niño que había perdido. El Padre le pidió lo que Abraham ofreció, pero Ello tomó ese cáliz y lo bebió hasta el final. Perdón María porque sola te dejamos, porque no queremos nuestro pequeño calvario, perdón por preferir sólo vivir para mí, lleno de egoísmos y de vacíos, perdón por decir que mi cruz es pesada, si tú por mí haz sido también clavada…clavada espiritualmente la Madre, clavado en Su Cruz el Hijo, y todos esos Clavos debieron ser míos.

    Oración: ¡Oh María Dolorosa, Oh Madre Corredentora!. Hazme un alma piadosa que esté junto a tí en el Calvario y permíteme participar del dolor de la Cruz para ser como tú, para asemejarme al Rey, y así poderlo ver. Amén.

    Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

    Florecilla para este día: Meditar sobre nuestro destino de corredención junto a la Madre, que nos enseña el camino de la Cruz y nos invita a recorrerlo junto a Su Hijo, Jesús, como Ella lo hizo.

    BUSCA LA DICHA


    Busca la dicha
    Autor: Susan Polis Shutz


    Busca la dicha en la naturaleza
    en lo bello de una montaña
    en lo sereno del mar

    Busca la dicha en la amistad
    en el gozo de hacer cosas juntos
    en el compartir y comprender

    Busca la dicha en tu familia
    en la estabilidad de saber
    que a alguien le importas
    en la fuerza del amor y la sinceridad

    Busca la dicha en ti mismo
    en tu mente y tu cuerpo
    en tus valores y tus logros

    Busca la dicha en todo cuanto hagas.

    CÓMO SERÁ EL VIAJE DE PAPA FRANCISCO A TIERRA SANTA

    Autor: Iacopo Scaramuzzi | Fuente: vaticaninsider.lastampa.it
    Cómo será el viaje de Papa Francisco a Tierra Santa
    El P. Lombardi habla sobre la visita a Jordania, Palestina e Israel del 24 al 26 de mayo: será breve pero intenso, como el de Pablo VI
     
    Cómo será el viaje de Papa Francisco a Tierra Santa
    Cómo será el viaje de Papa Francisco a Tierra Santa
    El viaje del Papa a Tierra Santa (del 24 al 26 de mayo) será «muy breve y muy intenso», como fue el de Pablo VI en 1964. Lo dijo el vocero vaticano, padre Federico Lombardi, durante una reunión con los periodistas en la que explicó por qué no hay algunas etapas típicas de los viajes papales en el programa y en el que subrayó una serie de puntos en común entre los dos viajes de Bergoglio y Montini, a partir de la duración.

    El primero que invitó al Papa a Jordania, Palestina e Israel, subrayó el jesuita, fue el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo I, «que le comenzó a hablar, desde la inauguración del pontificado, de un viaje de conmemoración del 50 aniversario del encuentro entre Pablo VI y el Patriarca Atenágoras».

    Cuatro, durante el viaje, serán los momentos que compartirán el Papa y el Patriarca: el primer encuentro privado, que se llevará a cabo el domingo 25 en la delegación apostólica en Jerusalén (diferente de la Nunciatura de la Santa Sede que se encuentra en Tel Aviv), «el mismo lugar, la misma habitación» en la que se encontraron Papa Montini y el Patriarca ortodoxo, dijo Lombardi. Después de la entrevista privada y el intercambio de regalos, los dos firmarán una «declaración conjunta». Posteriormente, el Papa y Bartolomeo se dirigirán por separado al Santo Sepulcro para un «encuentro ecuménico», durante el que conmemorarán la muerte y la resurrección de Jesús y rezarán juntos un Padre Nuestro: «una oración común en un lugar santo de Jerusalén, en particular en el Santo Sepulcro, es algo que no se ha dado nunca», subrayó el vocero vaticano, pues ni siquiera Atenágoras y Pablo VI compartieron un «momento público de oración común».

    Bergoglio y Bartolomeo después se dirigirán en el mismo vehículo al Patriarcado latino de Jerusalén, en donde cenarán con los patirarcas, los obispos y con el séquito papal. El cuarto y último encuentro, el lunes, el Papa visitará al “primus inter pares” de la ortodoxia en el edificio que se encuentra al lado de la Iglesia ortodoxa de Viri Galilaei en el Monte de los Olivos.

    Durante el viaje el programa será muy intenso: catorce discursos, incluido el Regina Coeli del domingo, tres países, muchos desplazamientos internos, encuentros con todas las respectivas autoridades. El Papa hablará siempre en italiano.

    Papa Francisco no usará durante estos tres días «ni el papamóvil ni ningún coche blindado», sino que se desplazará con un «coche normal o un jeep abierto». En particular, hay dos momentos previstos para el jeep descubierto: para saludar a los fieles que participarán en la Misa del sábado por la tarde en el International Stadium en Amán, Jordania, y el domingo, antes de la misa en la plaza del Pesebre en Belén, Palestina.

    Y debido a todas las citas programadas, no habrá algunas etapas típicas de los viajes papales. No está previsto, por ejemplo, ningún encuentro oficial con los representantes de otras religiones. Además del cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, y otros tres cardenales responsables de las Iglesias orientales, Leonardo Sandri, del Ecumenismo, Kurt Koch, y del Diálogo Interreligioso, Jean Louis-Tauran, formarán parte de la delegación papal Abraham Skorka, rector del Seminario rabínico latinoamericano, y el musulmán Omar Abboud, ex-secretario general del Centro Islámico de Argentina. No habrá discurso de despedida en ninguno de los aeropuertos de los tres países visitados.

    ¿El Papa hablará con los periodistas que viajarán con él durante el vuelo de regreso, como hizo durante el vuelo de Río de Janeiro a Roma el verano del año pasado?, preguntaron algunos periodistas. «Creo –respondió Lombardi– que podemos esperarnos con una cierta naturalidad que salude a los periodistas, y luego, si al final de tres días masacrantes, a las 9 de la noche, tendrá la fuerza y el deseo de conversar, será algo casi milagroso… pero lo que es cierto es que no nos decepcionará con su gentileza y su atención». 

    EL MUNDO NECESITA..



    El mundo necesita


    El mundo necesita hombres que no puedan ser comprados; hombres cuya palabra sea su garantía.

    El mundo necesita hombres que no hagan compromisos con el mal, cuyas ambiciones no estén confinadas a sus deseos egoístas.

    El mundo necesita hombres que sean tan honestos en las cosas pequeñas como en las grandes; hombres que no se avergüencen ni tengan temor de defender la verdad, aunque sea impopular.

    El mundo necesita hombres que sean leales a sus amigos, tanto en la adversidad como en la prosperidad.

    El mundo necesita hombres que no vacilen en aprovechar las oportunidades para servir a los demás, aún a sacrificio propio.

    El mundo necesita hombres que coloquen el carácter por encima de la riqueza; hombres que posean opiniones sanas y buena voluntad.

    El mundo necesita hombres que no pierdan su individualidad en medio de la multitud; hombres que no digan que ellos lo hacen "porque todos los demás lo hacen".

    El mundo necesita hombres que no crean que la astucia, el disimulo y la terquedad son las mejores cualidades para lograr el éxito.

    El mundo necesita hombres que confían en Dios y que viven en paz con su prójimo.

    ORACIÓN DEL PERDÓN



    Oración del perdón.


    Señor Jesús, hoy te pido la gracia de poder perdonar a todos los que me han ofendido en mi vida. 

    Sé que tu me darás la fuerza para perdonar. 

    Te doy gracias porque Tú me amas y deseas mi felicidad mas que yo mismo. 

    Señor, yo te perdono por todas las veces que pensé que enviabas la muerte a mi familia y la gente decía que era la "Voluntad de Dios"...si ha habido un resentimiento subconsciente en mi, yo te perdono Señor. 

    Yo te perdono también por las dificultades, problemas económicos, etc, ya que pensaba que Tú los enviabas a mí y a mis familiares. 

    Señor, es posible que desde niños haya guardado estos resentimientos, pero, ahora te perdono. 

    Señor, me perdono a mi mismo por mis faltas, mis caídas, muchas veces somos nuestros peores jueces, pero ahora me perdono por todo  lo malo que he cometido porque confío en tu amor misericordioso y dejo que ese amor me invada y me sane...lo acepto de corazón. 

    Perdono a mis padres porque no recibí el amor que necesitaba,  a cambio menosprecié lo que me daban, quizás yo buscaba tu amor en la figura de ellos y no me daba cuenta que tienen sus limitaciones como yo tengo las mías. 

    Hoy los acepto como son y les agradezco todo lo que han hecho por mi. 

    Hoy perdono a todas las personas que me han hecho algún daño intencionalmente o por ignorancia.

    Las recibo en mi corazón y las cubro con un manto de misericordia y de amor. 

    Dame la gracia Señor,  de ver de ahora en mas con los ojos del alma cada actitud, que me preocupe mas en comprender en lugar de juzgar

    para que el día de mañana, yo reciba lo mismo de ti según Tus Palabras.

    EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 20 DE MAYO DEL 2014

    Autor: H. Joel Castañeda Ochoa | Fuente: Catholic.net
    Despedida y palabras de aliento
    Juan 14, 27-31. Pascua. Cristo nos trae una paz profunda, aquella capaz de dar una tranquilidad profunda en mi corazón .
     
    Despedida y palabras de aliento
    Del santo Evangelio según san Juan 14, 27-31

    Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Habéis oído que os he dicho: "Me voy y volveré a vosotros." Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder; pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado. Levantaos. Vámonos de aquí».

    Oración introductoria

    Jesucristo, ahora que voy a iniciar esta meditación, te quiero pedir la gracia necesaria de experimentar un amor tan grande como el que tuvieron los primeros apóstoles, en el cenáculo. Concédeme amarte de tal manera que también yo busque la voluntad del Padre, para que crea en tus palabras, porque en verdad tú obras en unión con el Padre.

    Petición

    ¡Señor, que cada vez logre escuchar con mayor atención tu mensaje de paz y que lo viva en lo más personal e íntimo del corazón!

    Meditación del Papa Francisco

    Nosotros pensamos siempre en Jesús cuando predicaba, cuando sanaba, cuando caminaba, iba por las calles, también durante la Última Cena... Pero no estamos acostumbrados a pensar en Jesús sonriente, alegre. Jesús estaba lleno de alegría: lleno de alegría. En esa intimidad con su Padre: ´Exultó de alegría en el Espíritu y alabó al Padre´- es precisamente el misterio interno de Jesús, esa relación con el Padre en el Espíritu. Es su alegría interna, su alegría interior que Él nos da.
    Esta alegría es la verdadera paz: no es una paz estática, quieta, tranquila. No, la paz cristina es una paz alegre, porque nuestro Señor es alegre. Es alegre cuando habla del Padre: ama tanto al Padre que no puede hablar del Padre sin alegría. Nuestro Dios es alegre. Y Jesús ha querido que su esposa, la Iglesia, también sea alegre.
    No se puede pensar en una Iglesia sin alegría y la alegría de la Iglesia es precisamente esta: anunciar el nombre de Jesús. Decir: "Él es el Señor. Mi esposo es el Señor. Es Dios. Él me salva, Él camina con nosotros". Y esta es la alegría de la Iglesia, que en esta alegría de esposa se hace madre. Pablo VI decía: la alegría de la Iglesia es precisamente evangelizar, ir adelante y hablar de su Esposo. Y también transmitir esta alegría a los hijos que ella hace nacer, que ella hace crecer. (Cf. S.S. Francisco, 3 de diciembre de 2013, homilía en capilla de Santa Marta).

    Reflexión 

    Cristo viene a traernos un mensaje de paz, pero nos advierte desde el inicio que no es la paz que da el mundo. En efecto para el mundo la paz se concibe muchas veces en no estar en guerra, en no tener alguien que venga a disturbar dentro del ambiente en el que nos encontramos. Cristo en cambio habla de una paz más profunda, de aquella capaz de dar una tranquilidad profunda. Dice que no nos inquietemos en el corazón porque él ha vencido al mundo; en efecto la paz surge de la consciencia de que con Cristo nos mantendremos salvos en el alma.

    Y la sabiduría de Cristo está en que el mensaje de paz nos lo da antes de anunciarnos la venida del príncipe de este mundo, es decir la del demonio como enemigo del alma y de la verdad. Por lo mismo Jesús nos invita a confiar, porque ello implicará algunas persecuciones, algunas críticas por ser seguidores de Cristo. Pero el demonio en sí no tiene ningún poder sobre Cristo.

    Que hermoso momento para darnos ese mensaje de paz; justo antes de subir al Padre y de enviarnos al consolador. Así la paz se convierte en parte de su testamento, porque está a punto de partir al Padre y quiere que estemos tranquilos, llenos de confianza en las enseñanzas que nos ha dejado a lo largo de su predicación, pues la vivencia de las mismas serán el origen de la paz, porque en el confronto con la vivencia según el mundo, tal vez traerán dificultades, pero la paz que inunda el corazón es mucho más profunda que la que pueda ofrecer la mentalidad del mundo, el mundo que es en primer lugar el egoísmo que llevamos dentro y no tanto la materialidad que nos rodea.


    Cristo trae la paz para nosotros como seguidores de él, nos da su mensaje en un momento de grande intimidad, pero a la vez tenemos que ser conscientes que si nos da ese regalo es para transmitirlo a los demás, por tanto como cristianos nos convertimos en verdaderos propagadores de la paz. El mundo y quienes nos rodean esperan que nosotros cristianos vivamos de acuerdo a los criterios de nuestro Señor y en la medida en que demos a los demás esa paz se dirá entonces como se dijo de los primeros cristianos: "Mirad cómo se aman y cómo están dispuestos a dar la vida unos por otros."

    Propósito

    En el día de hoy buscaré transmitir serenidad a quienes me rodean, teniendo presente que Cristo está a mi lado y quiere que de verdad tenga paz en mi corazón.

    Diálogo con Cristo

    Señor Jesús, muchas veces me has permitido experimentar la paz del alma, de verdad que no te has dejado ganar en generosidad. Otras veces me he visto sumido en la angustia y desesperación por no actuar de cara a ti, por no buscar tu voluntad, sino mis propios caprichos y maneras de pensar. Te pido la gracia de tenerte siempre presente, dame la fe necesaria para tenerte siempre a mi lado y para no buscar otra paz distinta a la tuya, por muy buena que parezca.


    La paz en la tierra, suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia, es indudable que no puede establecerse ni consolidarse si no se respeta fielmente el orden establecido por Dios.
    Juan XXIII, Pacem in terris, 11 de abril de 1963




  • Preguntas o comentarios al autor
  • H. Joel Castañeda Ochoa 

    EL AMOR DE MARÍA LLENA NUESTRO CORAZÓN



    Autor: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
    El amor de María llena nuestro corazón
    Si uno de veras cree en este amor que le tiene María Santísima como madre ¿podrá sentirse desgraciado? ¿Podrá sentirse desesperado?


    Dios es amor. 

    María Santísima es también amor. 

    Podríamos decir que María es el lado misericordioso y tierno del amor de Dios. 
    "Tú sola, Virgen María, le curas a Dios de todas las heridas que le hacemos los hombres. Por ti sola valió la pena la redención, aunque, afortunadamente, hay otras y otros que se han tomado en serio la redención". 

    Este amor tuyo que, por un lado, sube hasta Dios y, por lo tanto, tiene toda la gratitud de una creatura, toda la profundidad de una madre, toda la pureza de una virgen; por otro lado, se dirige a nosotros, hacia la tierra, hacia tus hijos. 

    Cómo me impresionó -y aparte al principio no lo creí- leer aquellas palabras de San Alfonso María de Ligorio: "Si juntáramos el amor de todos los hijos a sus madres, el de todas las madres a sus hijos, el de todas las mujeres a sus maridos, el de los santos y los ángeles a sus protegidos: todo ese amor no igualaría al amor que María tiene a una sola de nuestras almas". Primero, no lo creí porque era demasiado grande para ser cierto. Hoy, lo creo, y posiblemente estas palabras de San Alfonso se quedaron cortas. 

    Yo me pregunto: si uno de veras cree en este amor que le tiene María Santísima como madre ¿podrá sentirse desgraciado? ¿Podrá sentirse desesperado? ¿Podrá vivir una vida sin alegría, sin fuerza, sin motivación? ¿Podrá alguna vez, en su apostolado, llegar a decir "no puedo, me doy"? ¿Podrá algún día decir : "renuncio al sacerdocio y lo dejo"? Si Cristo, por nosotros, dio su sangre, su vida, ¿qué no dará la Santísima Virgen por salvarnos? Ella ha muerto crucificada, espiritualmente, por nosotros. A Cristo le atravesaron manos y pies por nosotros; a ella una espada le atravesó el alma, por nosotros. Si Él dijo: "He ahí a tus hijos" ¿cómo obedece la Santísima Virgen a Dios? Entonces, cuánto nos tiene que amar. Y si somos los predilectos de su hijo: "vosotros sois mis amigos", somos también los predilectos de Ella. 

    El amor de María llena nuestro corazón, debe llenarlo. El amor de una esposa no es el único que puede llenar el corazón de un hombre como yo. El amor de María Santísima es muchísimo más fuerte, rico, tierno, confortante, que el de todas las esposas de la tierra. El amor de mi madre celestial llena, totalmente, mi corazón. Una mirada, una sonrisa de María Santísima, me ofrecen más que todo lo que pueden darme todas la mujeres de la tierra juntas. 

    ¿Cuál debe ser mi respuesta a tan grande y tierno amor? 

    Como Juan Pablo II debemos decir cada uno de nosotros, también, "totus tuus": todo tuyo y para siempre. Aquella expresión que el Papa nos decía: "Luchando como María y muy juntos a María", que le repitan siempre: "totus tuus". 

    ¿Por qué no llevarme a todas partes a la Santísima Virgen? En el pensamiento, en el corazón, y también, en una imagen, en un cuadro: su presencia es benéfica. Yo tengo en mi despacho y en mi cuarto una imagen de la Santísima Virgen. Con mucha frecuencia la miro, con mucha frecuencia le hablo y, también, la escucho. Siento su presencia y su amor a través de esa imagen. 

    LA VIRGEN MARÍA AUXILIADORA PARA COLOREAR






    lunes, 19 de mayo de 2014

    OFREZCAMOS ROSAS A LA VIRGEN MARÍA






    ORACIÓN A SAN JUAN PABLO II


    ORACIÓN A SAN JUAN PABLO II

    ¡Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo dónanos tu bendición!

    Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido, y guiado, animándola a caminar con coraje por los senderos del mundo para llevar a Jesús a todos y a todos a Jesús.

    Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar, volver a mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la tierra.

    Bendice las familias, ¡bendice cada familia!

    Tú advertiste el asalto de Satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las familias y cada vida que brota en la familia.

    Ruega por el mundo entero, todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz.

    Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz descender sobre todos nosotros la bendición de Dios. Amén.

    Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...