La Medalla de San Benito ¡Asombrosa arma para el combate espiritual!
Si usted no aún no tiene una medalla de San Benito, le recomiendo conseguir una, es como el chaleco a prueba de balas de los sacramentales
En la Escritura, San Pedro nos dice que seamos sobrios y vigilantes, porque, "su adversario el demonio ronda como león rugiente, buscando a quien devorar" (1 Pedro 5,8). El demonio es real, y él quiere destruirte a ti y a mí a través de cualquier medio posible. Es por eso que es tan importante luchar con las armas espirituales de la oración y la fe.
Una de las armas de gran alcance en el combate espiritual es la medalla de San Benito. Venerada y empleada desde hace siglos, esta medalla se ha asociado con muchos milagros, así como con poderes de exorcismo.
Orígenes
Los orígenes exactos de la medalla de San Benito son algo inciertos, aunque se dice que la primera medalla fue usada por el Papa León IX en el siglo 11, quien atribuyó su milagrosa recuperación de una mordedura de serpiente a la misma.
Diversos tipos de medallas de San Benito han estado en uso desde entonces, pero la medalla en su forma actual, las más conocida es la medalla del jubileo, no fue construida sino hasta 1880, cuando fue creada en honor al aniversario número 1.400 del nacimiento de San Benito
Significado
La medalla de San Benito es rica en significado. La parte frontal contiene una imagen de San Benito con una cruz y su famosa regla monástica. A su izquierda y la derecha son palabras que significan, "Cruz del Santo Padre Benito" El borde exterior contiene las palabras en latín que significan: "Que en nuestra muerte seamos fortalecidos por su presencia"
La parte posterior de la medalla es aún más interesante. Contiene una serie de iniciales que representan una oración de exorcismo en Latín, así como una oración para guiarse
Dentro de la cruz están colocadas las letras C.S.S.L.M (vertical) – N.D.S.M.D (horizontal), que representan la oración en Latín:
Vertical: Crux sacra sit mihi lux!
Horizontal: Numquam draco sit mihi dux!
Traducido, esto significa:
La Santa Cruz sea mi luz;
Que el demonio no sea mi guía
Rodeando el borde exterior de la parte trasera se encuentran las letras V.I.S.N.S.M.V – S.M.L.Q.V.B. Estas letras corresponden a una oración de exorcismo basado en un incidente de la vida de San Benito. El incidente ocurrió así:
Después de que San Benito había sido un ermitaño durante tres años, y su fama de santidad se había extendido por todas partes, un grupo de monjes llegaron a preguntarles para que fuese su abad. San Benito estuvo de acuerdo, pero algunos monjes rebeldes de esa comunidad realmente no les agradaba esta idea, y decidieron matar a San Benito envenenando su pan y su vino. En la medida que San Benito hizo la señal de la cruz sobre su comida, como era su costumbre, inmediatamente la copa se rompió y supo entonces que sus alimentos habían sido envenenados. Arrojó el vino en el suelo, diciendo:
Vade retro Satana!
Numquam suade mihi vana!
Sunt quae mala Libas.
Ipse venena bibas!
Esto significa:
¡Aléjate Satanás!
No me sugieras tus vanidades
cosas malas son las que tú ofreces,
¡Bebe tú mismo tu veneno!
Es esta oración la que está representada por las iniciales en torno a la parte posterior de la medalla.
Su uso
Muchas medallas de San Benito se utilizan de muchas maneras, pero siempre como protección contra el mal. Algunas personas las entierran en los cimientos de los edificios nuevos para mantenerlos libres de las influencias malignas, mientras que otros las colocan en sus rosarios o los cuelgan en la pared de sus hogares. Pero la forma más común del uso de la medalla de San Benito es usándola. La medalla se puede llevar por sí misma o incrustada en un crucifijo
Independientemente de cómo se utiliza, la medalla siempre debe ser bendecida con el rezo encontrado aquí. Antiguamente, sólo los benedictinos podían bendecir la medalla, ahora cualquier sacerdote puede hacerlo.
Si usted no tiene una medalla de San Benito, puede obtener en cualquier lugar donde vendan artículos religiosos católicos. Personalmente, me gusta como la de la foto a continuación, ya que es asequible y robusta.
Además, también están los asombrosos rosarios de combate, creado por el P. Richard Heilman, siendo las armas espirituales finales, vienen con una medalla de San Benito adjunta (estos rosarios deben estar en el arsenal de cada uno).
Si usted no aún no tiene una medalla de San Benito, le recomiendo conseguir una. Es una protección básica, es como el ¡chaleco a prueba de balas de los sacramentales!
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Adaptación y traducción al español por Qriswell J. Quero para PildorasdeFe.net del artículo publicado originalmente en Catholic Gentleman, autor: Sam Guzman