jueves, 24 de septiembre de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 24 DE SEPTIEMBRE DEL 2015


¿Quién es éste de quien oigo tales cosas?
Tiempo Ordinario


Lucas 9, 7-9. Tiempo Ordinario. Nosotros también tenemos ganas de ver a Cristo, queremos conocerle y estar con El. 


Por: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 9, 7-9
En aquel tiempo se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba, y estaba perplejo; porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, que Elías se había aparecido; y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado. Herodes dijo: A Juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas? Y buscaba verle.

Oración Introductoria
Espíritu Santo, ven a mi encuentro, guía mi oración, para conocerte, no por curiosidad, sino porque quiero seguirte y amarte más. Ilumina mi mente y despierta en mí el deseo de vivir con entusiasmo y, sobre todo, con mucho amor.

Petición
Señor, purifica mi intención en este momento de oración y en todas las actividades de este día.

Meditación del Papa Francisco
En la ciudad santa, donde Jesús fue por última vez, hay mucha gente. Están los pequeños y los sencillos, que han acogido festivamente al profeta de Nazaret reconociendo en Él al Enviado del Señor. Están los sumos sacerdotes y los líderes del pueblo, que lo quieren eliminar porque lo consideran herético y peligroso. También hay personas, como esos “griegos”, que tienen curiosidad por verlo y por saber más acerca de su persona y de las obras realizadas por Él, la última de las cuales -la resurrección de Lázaro- causó mucha sensación.
“Queremos ver a Jesús”: estas palabras, al igual que muchas otras en los Evangelios, van más allá del episodio particular y expresan algo universal; revelan un deseo que atraviesa épocas y culturas, un deseo presente en el corazón de muchas personas que han oído hablar de Cristo, pero no lo han  encontrado aún. “Yo deseo ver a Jesús”, así siente el corazón de esta gente.
Respondiendo indirectamente, de modo profético, a aquel pedido de poderlo ver, Jesús pronuncia una profecía que revela su identidad e indica el camino para conocerlo verdaderamente: “Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre”. ¡Es la hora de la Cruz! Es la hora de la derrota de Satanás, príncipe del mal, y del triunfo definitivo del amor misericordioso de Dios. […] La hora de la Cruz, la más oscura de la historia, es también la fuente de salvación para todos los que creen en Él. (Homilía de S.S. Francisco, 22 de marzo de 2015).

Reflexión
¿Quién es este hombre que congrega a las multitudes, este hombre que cura a los enfermos, este hombre que nos habla de un Reino nuevo y a quien el mar y el viento obedecen? ¿Es un reformador social? ¿Un nuevo profeta? ¿Un revolucionario? ¿O el hombre más genial de todos los tiempos?

Hoy nos surge también a nosotros el mismo deseo que a Herodes. Tenemos ganas de ver a Cristo. Queremos conocerle y estar con El.

Estamos contigo, Cristo. No podemos reprimir el decirte, como Pedro, "Tú eres el Hijo de Dios vivo". Gracias, Señor, por haber entrado en nuestras vidas. Por haber irrumpido en la historia de la humanidad. Por haber cambiado los destinos de los hombres.

Lo mismo que la historia se cuenta ahora a partir de tu nacimiento, queremos también que nuestras vidas se cuenten a partir de este encuentro contigo.

Ayúdanos a llevar esta Buena Noticia a los hombres, a cambiar la historia como Tú lo hiciste. Te buscamos, ven a encontrarte con nosotros y colma nuestros anhelos.

Herodes no sabía quién eras. Nosotros sabemos que Tú eres el Hijo de Dios, y que sólo Tú tienes palabras de vida eterna.

Propósito
En el lugar adecuado, darme el tiempo y el silencio necesarios para la oración. Queremos estar con Jesús, en este diálogo íntimo de hoy, en esta oración, en la que quiero ver Tu rostro para poder darlo a conocer a los nuestros.

Diálogo con Cristo 
Gracias, Señor, por concederme la gracia, la confianza y el gran consuelo de poder dialogar contigo, porque por tu inmensa generosidad no sólo te conozco sino que tengo la seguridad que Tú siempre estás dispuesto a darme tu gracia y cercanía. Ayúdame a pasar este día haciendo el bien.

VIVIR LA EUCARISTÍA - DECÁLOGO PARA PARTICIPAR CORRECTAMENTE DE LA SANTA MISA


Vivir la Eucaristía - Decálogo para participar correctamente en la Santa Misa
Actitudes, formas de, comportamientos adecuados, para vivir la Santa Misa


Por: Eleuterio Fernández Guzmán 



En esta nueva categoría, “Vivir la Eucaristía” se van a proponer actitudes, formas de, comportamientos adecuados, para vivir la Santa Misa de una forma que no nos aleje del gozo que supone asistir a ella así como, también, la necesaria comprensión de tan gozoso tiempo de vivencia espiritual.

“La Iglesia siempre ha comprendido que su centro vivificante está en la eucaristía, que hace presente a Cristo, continuamente, en el sacrificio pascual de la redención. En la santa misa, el mismo Autor de la gracia se manifiesta y se da a los fieles, santificándoles y comunicándoles su Espíritu” (Síntesis de la Eucaristía, p. 3).

Por eso, la Santa Misa no deja de ser el símbolo de la entrega de Cristo por la humanidad entera (aunque parte de la misma no quiera darse cuenta de tal acto de amor supremo y hasta el extremo) y, por lo mismo, los creyentes en Dios Todopoderoso y Único, tenemos a la Eucaristía como la verdadera Acción de Gracias a partir de la cual vivimos y existimos.

Desde la Arquidiócesis de Yucatán (México), en concreto desde la Parroquia Cristo Resucitado, don José Huerta Morales me envió un decálogo que a nuestro entender vale la pena compartir. Es, digamos, el primer paso de comprensión, teórica y práctica, de la Santa Misa que iniciamos en esta nueva categoría de “Vivir la Eucaristía”.

Por eso, les traigo aquí el siguiente “Decálogo para participar correctamente en la Santa Misa“:


1.- Si vas a una fiesta viste ropa de fiesta.

Tal vez te preguntes ¿le interesa a Dios como visto? ¿Si Él me ama tal como soy por qué preocuparnos del vestido? ¿Si el importante soy yo, por qué darle importancia a lo externo? ¿Qué tiene de malo ir cómodos y confortables a misa?

Sabemos profundamente que vestir bien va con ocasiones importantes. ¿Es para ti ir a misa una ocasión importante? la forma en que vestimos refleja cuanto respetamos al anfitrión y la dignidad del evento.

Es verdad que el interior es muy importante, por eso, necesariamente lo del interior tendrá que manifestarse en lo exterior.

Todo nuestro ser debe prepararse para la gran celebración que es la misa dominical. Todo lo visible ayuda a elevarnos al Dios invisible. Si no vestimos la mejor ropa para la Santa Misa, ¿Para quién la reservamos? El pudor y el respeto nos deben guiar. No vayas a Misa con short, bermudas, chancletas, minifaldas, escotes, gorras, etc.

2.- Que tu misa sea completa, escucha misa entera.

Cuando vamos al cine ¿Qué tan frecuente es llegar pasados 10 minutos desde que inicio la película; y que tan frecuente es salirnos antes del último capítulo que marca el final?

Cuando vas a un espectáculo o concierto, ¿Te da igual llegar un buen tiempo después de que el concierto inicio? ¿Y cuándo vas a misa? Como católicos se nos invita a “oír misa entera” es decir, participar activa y conscientemente en la Eucaristía.

La Misa empieza cuando el sacerdote se dirige al altar y nos ponemos de pie para recibirlo. La Misa termina cuando el sacerdote besa el altar, abandona el templo y se hace el canto final. Al terminar no salgas precipitadamente, es de bien nacidos ser agradecidos hasta que el sacerdote entra en la sacristía o este fuera del templo saludando a los participantes.

3.- Ninguna llamada puede ser más importante que la de Él.

La comunicación exige atención y concentración, nos molesta que mientras hablamos nos den la espalda o no nos escuchen. Pero tal parece que eso se nos olvido con la llegada del celular. Nos hicieron vivir los beneficios del celular sin educarnos en el uso del mismo.

Es increíble como el móvil nos ha hecho adictos y dependientes a él. No se está en contra de esta tecnología, sino del mal uso que le damos.

Hay persona que al menos se salen cuando suena el móvil, aunque tampoco esto es correcto, porque distrae a otros, lo ideal es apagarlo pues la Eucaristía es el encuentro con Dios ¿Y qué llamada puede ser más importante que la de Él?, como para literalmente decirle “Señor, espérame tantito".

¿Tu qué haces cuando suena (o vibra) tu móvil? Sería muy interesante aprender a distinguir los contextos, no en todos los lugares ni circunstancias deberíamos darle al celular el lugar número uno de nuestra atención.

4.- Dejen que los niños se acerquen a mí.

Esta petición y deseo de Jesús para con los niños, no debe ser una excusa tanto para justificar el comportamiento de los niños en la misa (hablar, correr, hacer ruidos, llantos, berrinches, etc.) como para evitar ir a misa con estos niños llamados “traviesos".

Si no los encaminamos desde ahora evitaremos la oportunidad de hacerlos crecer y educarse.

Si tu niño llora, corre, brinca o grita en la misa, ayúdalo atendiendo en ese momento su necesidad, cálmalo, distráelo y si es necesario salte un momento con él del templo.

Que no te de pena levantarte e ir por él. A veces distrae mas lo que el niño hace que el hecho de levantarte, ir por él y calmarlo.

No traigas reproductor de video portátil o videojuegos para distraerlos, porque también distraes a los demás.

5.- Se puente y no obstáculo para los demás.

Todos estamos llamados a participar activa y gozosamente en la celebración eucarística.

Para aquellos que se les hace más difícil su participación, principalmente por motivos de salud o alguna otra causa física (la edad, u otra limitación física), como los amigos que ayudan al paralítico a encontrarse con Jesús, ayúdanos respetando los lugares que corresponde a estos hermanos nuestros. Esos lugares son para ellos, incluso los espacios en el estacionamiento.

6.- Cuida Su casa, que es tu casa y nuestra casa.

El templo parroquial y todo lo que en él esta, ha sido consagrado a Dios, ciertamente cada objeto tiene su dignidad, merece respeto.

Por eso te invitamos a cuidar (si vas con menores) y no pisar los reclinatorios, al momento de usarlos desplegarlos con cuidado. Evita pisar o rayar las bancas. Cuida Su casa, que es también la tuya, es nuestra casa.

7.- Que tu boca sea para alabar al Señor.

“El celo de tu casa me devora” dice Jesús, “la casa de mi Padre es casa de oración". Que tu voz, que tu boca y que tu corazón sean siempre para alabar al Señor, para hablar con Él, para bendecir, para agradecer, para pedir, para ofrecer….no platiques durante la misa, para no distraerte y no distraer a los demás.

Es el momento para escucharle y hablar con Él, para luego poder hablar de Él.

Evita ir a misa ya sea masticando chicle o ingiriendo algún alimento o bebida. De este modo también les damos testimonio a los demás.

8.- Que nadie ocupe tu lugar.

Jesús llamo personalmente a sus discípulos, ciertamente uso intermediarios, pero el encuentro con Él es personal. En el cine, en el circo, en el carnaval y en cualquier evento es válido apartar los lugares de aquellos que aun no llegan.

En la misa no es así, el que llega a tiempo tiene derecho ocupar lugar si no ha sido ocupado por otro personalmente. No se vale poner la bolsa, el suéter y otras pertenencias sobre las bancas para apartar lugar. Date la oportunidad de ser amable, fraterno y educado, somos parte del cuerpo místico de Cristo.

9.- Trátalo como se merece.

Las posturas que asumimos y el modo de comportarnos en la misa tiene mucho que ver con la persona con la que se entra en relación y con nuestra disposición. Al entrar en el templo se recomienda un momento de meditación, saludo, preparación para el acontecimiento más importante que existe, primero sentado (no piernas cruzadas) escuchar al Señor en las lecturas, que nos dice, que le dices, en el Evangelio oír a Jesús de pie, posteriormente en el momento de la consagración se debe estar de rodillas, se está al pie de la Cruz, con la Virgen María y S. Juan; si no te es posible, es más recomendable que permanezcas sentado y no de pie. Si vas a recibir la Sagrada Forma (Jesús) no te distraigas en el camino es un encuentro privilegiado, procura llevar las manos juntas y nunca en los bolsillos. Busca lo menos posible pasar por en medio del pasillo central ya iniciada la misa, o querer un lugar de adelante, distraes a todos. Si se está llevando a cabo alguna celebración como boda, rosario, hora santa, etc., estas esperando o ya terminó la ceremonia, puedes saludar y platicar fuera del templo.

10.- Estar siempre preparado.

La vida sacramental y el seguimiento a Jesús no se improvisan. Los sacramentos tienen un lugar, un tiempo de preparación y una dignidad para celebrarlos. No existen “confesiones rapiditas” o de “un minuto".

Cuida no llegar 5 o 10 minutos antes de la misa para pedir por alguna intención.

Es bueno prever y organizar nuestro tiempo, eso habla de la importancia que tienen las cosas según el tiempo que se les dedica. Para darte un mejor servicio solicita tus intenciones de misa en horario de oficina y las confesiones en su horario establecido.

Y, hasta aquí, el Decálogo. Con franqueza tengo que decir que, a lo mejor, es difícil de cumplir pero, en realidad, nadie ha dicho que sea sencillo ser buen católico. Al menos, no debería ser demasiado cómodo aunque sí gozoso.

NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED, ADVOCACIÓN MARIANA, 24 DE SEPTIEMBRE

Nuestra Señora de la Merced
Advocación Mariana, 24 de septiembre


Por: Jesús Martí Ballester | 



Patrona de Barcelona
y de República Dominicana

En castellano se le ha llamado en plural, Virgen de las Mercedes, que no corresponde con el sentido originario de la advocación.

El significado del título "Merced" es ante todo "misericordia". La Virgen es misericordiosa y también lo deben ser sus hijos. Esto significa que recurrimos a ella ante todo con el deseo de asemejarnos a Jesús misericordioso.

MARÍA Y PEDRO NOLASCO

Eran tiempos en que los musulmanes saqueaban las costas y llevaban a los cristianos como esclavos a África. La horrenda condición de estas víctimas era indescriptible. Muchos perdían la fe pensando que Dios les había abandonado. Pedro Nolasco era comerciante. Decidió dedicar su fortuna a la liberación del mayor número posible de esclavos. Recordaba la frase del evangelio: "No almacenéis vuestra fortuna en esta tierra donde los ladrones la roban y la polilla la devora y el moho la corroe. Almacenad en el cielo, donde no hay ladrones que roben, ni polilla que devore ni óxido que las dañe" (Mt 6,20).

Año 1203. El laico, Pedro Nolasco inicia en Valencia la redención de cautivos, redimiendo con su propio patrimonio a 300 cautivos. Forma un grupo dispuesto a poner en común sus bienes y organiza expediciones para negociar redenciones. Su condición de comerciantes les facilita la obra. Comerciaban para rescatar esclavos. Cuando se les acabó el dinero forman cofradías-para recaudar la "limosna para los cautivos". Pero llega un momento en que la ayuda se agota y Pedro Nolasco se plantea entrar en alguna orden religiosa o retirarse al desierto. Entra en una etapa de reflexión y oración profunda.

LE RESPONDE LA VIRGEN

Nolasco pide a Dios ayuda y, como signo de la misericordia divina, le responde la Virgen que funde una congregación liberadora. La noche del 1 al 2 de agosto de 1218, la Virgen se les apareció a Pedro Nolasco, a Raimundo de Peñafort, y al rey Jaime I de Aragón, y les comunicó a cada uno su deseo de fundar una congregación para redimir cautivos. La Virgen María movió el corazón de Pedro Nolasco para formalizar el trabajo que el y sus compañeros estaban ya haciendo. La Virgen llama a Pedro Nolasco y le revela su deseo de ser liberadora a través de una orden dedicada a la liberación de los cautivos de los musulmanes, expuestos a perder la fe. Nolasco le dice a María:

-¿Quién eres tú, que a mí, un indigno siervo, pides que realice obra tan difícil, de tan gran caridad, que es grata Dios y meritoria para mi?:

-“Yo soy María, la que le dio la carne al Hijo de Dios, tomándola de mi sangre purísima, para reconciliación del género humano. Soy la que recibió la profecía de Simeón, cuando ofrecí a mi Hijo en el templo:”Mira que éste ha sido puesto para ruina y resurrección de muchos en Israel; ha sido puesto como signo de contradicción: y a ti misma una espada vendrá a atravesarte por el alma”:

-¡Oh Virgen María, madre de gracia, madre de misericordia! ¿Quién podrá creer que tú me mandas?:

-“No dudes en nada, porque es voluntad de Dios que se funde esta congregaciónn en honor mío; será una familia cuyos hermanos, a imitación de mi hijo Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel y serán signo de contradicción para muchos."

LA INSTITUCION NUEVA

Pedro Nolasco, funda la congregación, apoyado por el Rey Jaime I de Aragón, el Conquistador y aconsejado por San Raimundo de Peñafort. Su espiritualidad se fundamenta en Jesús, el liberador de la humanidad y en la Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora. En el capítulo general de 1272, los frailes toman el nombre de La Orden de Santa María de la Merced, de la redención de los cautivos, mercedarios. El Padre Antonio Quexal, siendo general de la Merced en 1406, dice: "María es fundamento y cabeza de nuestra orden".

EN LA CATEDRAL DE BARCELONA

El 10 de agosto de 1218 en el altar mayor de la Catedral de Barcelona, en presencia del rey Jaime I de Aragón y del obispo Berenguer de Palou, se crea la nueva institución. Pedro y sus compañeros vistieron el hábito y recibieron el escudo con las cuatro barras rojas sobre un fondo amarillo de la corona de Aragón y la cruz blanca sobre fondo rojo, titular de la catedral de Barcelona. Pedro Nolasco reconoció siempre a María Santísima como la auténtica fundadora de la congregación mercedaria.

LA VIRGEN DE LA MERCED, LA FUNDADORA

El título mariano de la Merced tiene su origen en Barcelona, España, cuando muchos eran cautivos de los moros y en su desesperación y abandono estaban en peligro de perder la fe . La Virgen de La Merced, manifesta su misericordia por para atenderlos y liberarlos. La talla de la imagen de la Merced venerada en la basílica de la Merced de Barcelona es del siglo XIV, de estilo sedente, como las románicas. He subido piadosamente a su camarín y he comprobado su aspecto imponente por su talla extraordinaria e impresionante. El año 1696, el papa Inocencio XII extendió la fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia el 24 de septiembre.

ACTUALIDAD DEL CARISMA

El carisma mercedario de liberar a los cautivos sigue siendo tan necesario como siempre. María ofreció todo su ser para que viva el Hijo de Dios encarnado. En el cántico del Magníficat (Lc 1, 46), María expresa la liberación de Dios. El Papa Juan Pablo II dijo que "María es la imagen más perfecta de la libertad y de la liberación de la humanidad". La Virgen continúa velando por sus hijos cautivos de Satanás (LG 62) y nos pide nuestra cooperación. Nosotros debemos dar nuestra vida para que su Hijo viva en nosotros y así pueda liberar a nuestros hermanos. Ella nos enseñará como hacerlo.

DIOS PADRE DE MISERICORDIA, MARÍA MADRE DE MISERICORDIA.

Dios es Padre de Misericordia, María es Madre de Misericordia. Ella refleja la misericordia de Dios, sufriéndolo todo por sus hijos. Los cristianos debemos también reflejar la misericordia de Dios sufriéndolo todo por amor. "Mirad la hondura o cavidad del lago de donde habéis sido tomados, las entrañas de la Madre de Dios" - Las obras de misericordia que la Virgen pidió incluyen la visita, el acompañamiento y la ayuda a los que salen de la cárcel.

UNA CONGREEGACION LAICAL

Así fue en los primeros tiempos. Su primera ubicación fue el hospital de Santa Eulalia, junto al palacio real. en Barcelona. Allí recogían a indigentes y a cautivos que regresaban de tierras de moros y no tenían donde ir. Seguían la labor que ya antes hacían de crear conciencia sobre los cautivos y recaudar dinero para liberarlos. Salían cada año en expediciones redentoras. San Pedro continuó sus viajes personalmente en busca de esclavos cristianos. En Argelia, África, lo hicieron prisionero pero logró conseguir su libertad. Aprovechando sus dones de comerciante, organizó con éxito por muchas ciudades colectas para los esclavos.

CUARTO VOTO

Además de los tres votos de la vida religiosa, pobreza, castidad y obediencia, hacían un cuarto voto: dedicar su vida a liberar esclavos. Se comprometían a quedarse en lugar de algún cautivo que estuviese en peligro de perder la fe, cuando el dinero no alcanzara a pagar su redención. Así lo hizo San Pedro Ermengol, un noble que entró en la orden tras una juventud disoluta. Este cuarto voto distinguió a la nueva comunidad de mercedarios. El Papa Gregorio IX aprobó la comunidad y San Pedro Nolasco fue nombrado Superior General. El rey Jaime decía que la conquista de Valencia, se debía a las oraciones de Pedro Nolasco. Cada triunfo que obtenía lo atribuía a sus oraciones.

DESCANSA YA, SIERVO BUENO Y FIEL

Pedro Nolasco, a los 77 años, pronunció el Salmo 76: "Tú, oh Dios, haciendo maravillas, mostraste tu poder a los pueblos y con tu brazo has rescatado a los que estaban cautivos y esclavizados". y se durmió en el regazo de la Virgen. Su intercesión logró muchos milagros y fue canonizado en 1628.

En el año 1696, el papa Inocencio XII extendió la fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia, y fijó su fecha el 24 de septiembre.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

EN EL MUNDO... EL DOLOR DEL HOMBRE


En el mundo.. el dolor del hombre
Jesús, te quedaste en la Eucaristía, ahí precisamente porque sabías que en el mundo... hay dolor. ¡Vaya que si lo hay!


Por: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net 




Hoy hay sombras en la Capilla...quizá sea porque está atardeciendo...

Tu, Jesús, estás como siempre, silencioso en tu eterna espera....pero tienes el oído atento para todo el que llega, para todo el que te quiere decir algo....penas, anhelos, sueños, alegrías y tristezas....Tu corazón abierto está para quién a ti llega....y yo se que te quedaste ahí precisamente porque sabías que en el mundo... hay dolor. ¡Vaya que si lo hay!

En muchas ocasiones este dolor es provocado por el hombre mismo: terrorismo, rencores, odios, venganzas, ambiciones, ansias de poder con el juego sucio y mal intencionado que no se detiene ante nada y llega hasta el crimen... niños que desean vivir y nunca lo harán. Siembra de dolores que parecería no tener límites...

Pero también el hombre sufre por enfermedades incurables y por cataclismos de la naturaleza: terremotos, tifones, lluvias torrenciales que desbordan ríos y rompen presas, fuegos que empiezan por una chispa y se incrementan destruyendo todo lo que alcanza y esto podría ser una lista interminable de dolor y de muerte que constantemente vemos que hay sobre la tierra.

Y el hombre, todos nosotros, Señor, nos preguntamos ¿por qué?

Y esta es una pregunta difícil de contestar...

En silencio te miro Jesús, cierro los ojos y espero...

Pienso en este Planeta donde vivimos... él es como es....tiene nieves que se desploman y forman aludes, tiene lluvias que desbordan ríos, tienen vientos que por circunstancias atmosféricas se convierten en ciclones, tiene movimientos telúricos de acomodación de su corteza terrestre que a veces son sismos catastróficos y mortales, tiene volcanes que están activos y de hecho han llegado a hacer erupción destruyendo a ciudades enteras.

En ese vaivén de acontecimientos vivimos desde que apareció el hombre sobre el planeta Tierra y sabemos que nuestra existencia está sobre la fragilidad de lo que es hoy y mañana no.

Pero para todos los sufrimientos hay una luz en el túnel negro y angustiante del dolor... y tu, mi Señor, me lo estás diciendo: Esa luz está en el misterio de tu Cruz. Tu Cruz permanecerá mientras el mundo gire.

¿Podrías tu Señor, digamos justificarte ante la Historia del hombre, tan llena de sufrimientos, de otro modo que no fuera poniendo en el centro de esa "historia" TU CRUZ?

Tu, además de ser Omnipotente, infinitamente Sabio, infinitamente Justo, no eres el Absoluto y Poderoso que está "fuera del mundo" y al que por lo tanto le es indiferente el sufrimiento humano porque eres... AMOR.

Y por "ese " AMOR, te pones, en libre elección, al servicio de las criaturas.

Si en la historia de la humanidad está presente el sufrimiento, entiendo entonces por qué tu omnipotencia se manifestó con la omnipotencia de la humillación mediante la Cruz.

Mi amado Jesús Sacramentado, El escándalo de tu Cruz - decía el Papa Juan Pablo II en su maravilloso libro "En el umbral de la esperanza"- sigue siendo la clave para la interpretación del GRAN MISTERIO DEL SUFRIMIENTO, que permanece de modo tan integral a la historia del hombre

Ya ha caído la noche. Yo te miro, Tu me miras.... siento la humedad de las lágrimas en los ojos cuando te digo:

Gracias, Señor, por esa Cruz... por tu cruz, que nos redime y que nos da la fuerza para seguir...

¡AUNQUE EL DOLOR NOS ALCANCE!

ACTOS DE SÚPLICA A JESÚS EUCARISTÍA


ACTOS DE SÚPLICA A JESÚS EUCARISTÍA 


Te ruego, Jesús mío, que no me dejes, porque me perderé.
Que persevere siempre en tu amor.
Que estés siempre conmigo, sobre todo cuando esté en peligro de pecar, y en la hora de mi muerte.
Que no permitas que jamás me aparte de Ti.
Que sepa padecer con resignación por Ti.
Que no me preocupe sino de amarte.
Que ame también a mis prójimos.
Que ame mucho a los pecadores.
Que ame mucho a los pobres y a los enfermos.
Que ame mucho a las almas del Purgatorio. Que saque muchas almas del Purgatorio con mis obras, que te las ofrezco a este fin.
Que ampares a tu Iglesia.

Al romano Pontífice, tu Vicario visible en la tierra.
A los Prelados y a los Sacerdotes.
A los Religiosos y Religiosas.
A los que mandan en tu nombre.
A los que gobiernan nuestra nación
A nuestra querida patria.
A mis amados parientes y allegados.

Que pagues a mis bienhechores
Que favorezcas a los que ruegan por mí.
Que bendigas a los que me miren con indiferencia y no me quieran.
Que trabaje mucho por Ti hasta la muerte.
Que me concedas una muerte santa.
Que diga al morir: ¡Jesús, Jesús, Jesús!
Que me lleves al cielo cuando muera.

Amén.

FOTOS DEL PAPA FRANCISCO CON LAS FAMILIAS EN LA CATEDRAL DE SANTIAGO DE CUBA































EL EVANGELIO DE HOY: MIÉRCOLES 23 DE SEPTIEMBRE DEL 2015

No toméis nada para el camino
Tiempo Ordinario

Lucas 9, 1-6. Tiempo Ordinario. Poner toda mi confianza en Dios y no en mis propios recursos.


Por: P . Clemente González | Fuente: Catholic.net 



Te adelantamos las Reflexiones del Evangelio de la 25a. Semana del Tiempo Ordinario,  del domingo 20 al sábado 26 de septiembre 2015.
---------------
Del santo Evangelio según san Lucas 9, 1-6
En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades; y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar. Y les dijo: No toméis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni plata; ni tengáis dos túnicas cada uno. Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta que os marchéis de allí. En cuanto a los que no os reciban, saliendo de aquella ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos. Saliendo, pues, recorrían los pueblos, anunciando la Buena Nueva y curando por todas partes.

Oración introductoria
Señor, quiero ponerme en camino para predicar tu Reino con mi testimonio de vida. Inicio poniendo en tus manos mi intención y te pido, en esta oración, que me concedas un corazón generoso y seguro de su misión, para la cual sólo necesito de tu gracia.

Petición
Jesús, dame tu gracia para ser un auténtico discípulo y misionero de tu amor.

Meditación del Papa Francisco
Jesús llama a sus discípulos y los envía dándoles reglas claras, precisas. Los desafía con una serie de actitudes, comportamientos que deben tener. Y no son pocas las veces que nos pueden parecer exageradas o absurdas; actitudes que serían más fáciles de leerlas simbólicamente o “espiritualmente”. Pero Jesús es bien claro. No les dice: “Hagan como que…” o “hagan lo que puedan”.
Recordemos juntos esas recomendaciones: “No lleven para el camino más que un bastón; ni pan, ni alforja, ni dinero... permanezcan en la casa donde les den alojamiento”. Parecería algo imposible.
Podríamos concentrarnos en las palabras: “pan”, “dinero”, “alforja”, “bastón”, “sandalias”, “túnica”. Y es lícito. Pero me parece que hay una palabra clave, que podría pasar desapercibida frente a la contundencia de las que acabo de enumerar. Una palabra central en la espiritualidad cristiana, en la experiencia del discipulado: hospitalidad. Jesús como buen maestro, pedagogo, los envía a vivir la hospitalidad. Les dice: “Permanezcan donde les den alojamiento”. Los envía a aprender una de las características fundamentales de la comunidad creyente. Podríamos decir que cristiano es aquel que aprendió a hospedar, que aprendió a alojar.
Jesús no los envía como poderosos, como dueños, jefes o cargados de leyes, normas; por el contrario, les muestra que el camino del cristiano es simplemente transformar el corazón. El suyo, y ayudar a transformar el de los demás. Aprender a vivir de otra manera, con otra ley, bajo otra norma. Es pasar de la lógica del egoísmo, de la clausura, de la lucha, de la división, de la superioridad, a la lógica de la vida, de la gratuidad, del amor. De la lógica del dominio, del aplastar, manipular, a la lógica del acoger, recibir y cuidar. (Homilía de S.S. Francisco, 12 de julio de 2015).
Reflexión
¿Qué se necesita para predicar el Evangelio? Conocerlo. Nada más.

Vamos, pues, a descubrir dos lecciones que se esconden en este pasaje de san Lucas.

La primera es la profunda fe que debe tener el enviado a proclamar el Reino de Dios. Debe poner toda su confianza en Dios y no en sus propios recursos, sabiduría, medios técnicos, etc. Y esa fe exige también el desapego de las comodidades y la esperanza de que Dios proveerá todo aquello que necesite el apóstol para cumplir con su labor.

La segunda enseñanza va dirigida a los fieles que acogen al misionero, sacerdote o religiosa que viene de parte de Dios. Porque si ellos han entregado su vida, su tiempo y su esfuerzo para darnos a conocer lo más importante, ¿cómo vamos a despedirles sin darles ni siquiera de comer?

Jesús nos invita a atender las necesidades materiales de la Iglesia. Por ejemplo, ¿sabes cuántos seminaristas se están formando actualmente? ¿Y cómo lo harán para pagarse los estudios, la alimentación, el vestido, etc? Sería muy triste que un joven dejase casa, familia y amigos para abrazar la vocación sacerdotal y luego no tuviese medios para completar su formación.

Es buen momento para reflexionar en todo lo que nos da la Iglesia y ver qué aportamos nosotros a cambio.

Propósito
Acercar a Cristo, con mi oración y atención, a quien esté pasando por la enfermedad.

Diálogo con Cristo 
Señor, el mundo necesita apóstoles santos. La persona «moderna» se caracteriza por su insensibilidad e indiferencia ante las necesidades de los demás. Por eso confío en que esta oración me ayude a pasar mi vida haciendo el bien, pensando bien, hablando bien y dando no sólo lo que tengo, sino sobre todo, lo que soy, con sencillez y generosidad.

ANÉCDOTAS DEL PADRE PÍO




Anécdotas del Padre Pío



La Confesión
La Confesión era el principal trabajo diario del Padre Pío. Él hacía este trabajo mirando dentro de los penitentes. Por ello, no era posible mentirle al Padre Pío durante una confesión. El veía dentro del corazón de los hombres. A menudo, cuando los pecadores eran tímidos, el Padre Pío enumeraba sus pecados durante la confesión.
El Padre Pío invitaba a todos los fieles a confesarse al menos una vez por semana. Él decía: "Aunque una habitación quede cerrada, es necesario quitarle el polvo después de una semana."
En el sacramento de la confesión, el Padre Pío era muy exigente. Él no soportaba a los que iban a él sólo por curiosidad.  Un fraile contó: Un día el Padre Pío no dio la absolución a un penitente y luego le dijo: "Si tú vas a confesarte con otro sacerdote, tú te vas al infierno junto con el otro que te de la absolución". El entendía que el Sacramento de la Confesión era profanado por los hombres que no querían cambiar de vida. Ellos se hallan culpables frente Dios.

Un señor fue a confesarse con el Padre Pío, a San Giovanni Rotondo, entre 1954 y  1955. Cuando acabó la acusación de los pecados, el Padre Pío le preguntó: "¿Tienes otro"? y él contestó: "No padre". El Padre repitió la pregunta: "¿Tienes otro"?,  "No,  padre". Por tercera vez  el Padre Pío le preguntó: "¿Tienes otro"?  A la tercera respuesta negativa se acaloró el huracán. Con la voz del Espíritu Santo el Padre Pío gritó: "¡Calle! ¡Calle! ¡Porque tú no estás arrepentido de tus pecados! ".  El hombre quedó petrificado por la vergüenza que pasó frente a mucha gente. Luego trató de decir algo. Pero el Padre Pío le dijo: "Estás callado, cotilla, tú has hablado bastante; ahora yo quiero hablar: ¿Es verdadero que frecuentas las salas de fiestas"? - Usted, padre" - "¿Sabes tú que el baile es una invitación al pecado"?  El hombre se fue asombrado y no supo qué cosa decir ya que tenía el carné de socio de una sala de fiestas en su billetera. El hombre prometió no cometer otros pecados y después de mucho tiempo tuvo la absolución.


El perfume
La osmogenesia es un carisma poseído por algunos Santos. Tal carisma, en algunas circunstancias permitió percibir a distancia  perfumes particulares. Tales perfumes son definidos como olores de santidad. El Padre Pío poseyó  tal carisma y tales fenómenos fueron tan frecuentes para él que la gente común fue acostumbrada a definirlos como los Perfumes del Padre Pío. A menudo el perfume emanó de su persona, de los objetos que tocó o de sus vestidos. Otras veces el perfume fue perceptible en los lugares por donde  pasó.

Un día un conocido médico sacó de la llaga del costado del Padre Pío una venda que fue usada para taponar la sangre. Él guardó  la venda en un estuche para llevarla  al laboratorio de Roma, para analizarla. Durante el viaje, un Oficial y otras personas que estuvieron con él dijeron  sentir el perfume que generalmente el Padre Pío emanaba. Ninguna de aquellas personas sabía que el médico tenía en el bolso la venda empapada de la sangre del Padre Pío. El médico conservó aquel paño en su estudio, y el extraño perfume impregnó por largo tiempo el entorno, tanto que los pacientes que fueron de  visitas pidieron explicaciones.


El demonio
El demonio existe y su papel activo no pertenece al pasado ni puede ser recluido en los espacios de la fantasía popular. El diablo, en efecto, continúa  induciendo hoy día al hombre  justo al pecado.

Por tal razón la actitud del discípulo de Cristo frente a Satanás tiene que ser de vigilancia y de lucha y no de indiferencia. La mentalidad de nuestro tiempo desaforadamente, ha relegado la figura del diablo en la mitología y en el folclore. El Baudelaire afirmó, justamente que la obra maestra de Satanás, en la era moderna, es de hacernos creer que no existe. Por consiguiente no es fácil imaginar que el Diablo haya dado prueba de su existencia, cuando ha sido obligado a afrontar al Padre Pío en "ásperos combates". Tales batallas, tal como es reconocido en la correspondencia epistolar del venerable fraile en sus directorios espirituales, fueron reales combates.

Las tentaciones de Satanás que quisieron hacer caer al padre Pío, se manifestaron de cada modo. El Padre Agostino nos confirmó que Satanás apareció bajo las formas más variadas: "bajo forma de jovencitas desnudas que bailaron; en forma de crucifijo; bajo forma de un joven amigo de los frailes; bajo forma del Padre Espiritual, o del Padre Provincial; de aquel del Papa Pío X y del Ángel de la guarda; de San Francisco; de María Santísima, pero también en sus semblantes horribles, con un ejército de espíritus infernales. A veces no hubo ninguna aparición pero el pobre Padre fue golpeado hasta salirle sangre, atormentado con ruidos ensordecedores, lleno de escupitajos etc.  Él logró librarse de estas agresiones invocando el nombre de Jesús. 

Satanás fue más allá de todos los límites de provocación,  con el Padre Pío; hasta le dice que él era un penitente. Éste es el testimonio del Padre Pío: “Un día, mientras yo estaba oyendo las confesiones, un hombre vino al confesionario dónde yo estaba. Él era alto, guapo, me vistió con algo de refinamiento y era amable y cortés. Comenzó a confesar sus pecados; los cuales, eran de cada tipo: contra Dios, contra el hombre y contra las morales. ¡Todos los pecados eran molestos! Yo estaba desorientado, por todos los pecados que él me dijo, yo respondí. Yo le traje la Palabra de Dios, el ejemplo de la Iglesia, las morales de los Santos, pero el penitente enigmático se opuso a mi palabras justificando, con habilidad extrema y cortesía, todo  tipo de pecado. Él vació todas las acciones pecadoras y él intentó hacer normal, natural, y humanamente comprensible todas sus acciones pecadoras.  Y esto no solamente para los pecados que eran repugnante contra Dios, Nuestra Señora, y los Santos, él fuè  Rotundo sobre la argumentación, pero, que pecados  morales tan sucios y ásperos. Las respuestas que él me dio con la delgadez experimentada y malicia me sorprendieron. Yo me pregunté: ¿quién es él? ¿De qué mundo viene él? Y yo intenté mirarlo bien, leer algo en su cara. Al mismo tiempo concentré mis oídos a cada palabra, para darle el juicio correcto  que merecían. Pero de repente; a través de una luz vívida, radiante e interior yo reconocí claramente quién era él. Con autoridad divina yo le dije: diga…….”Viva Jesús por siempre” “Viva María eternamente” En cuanto yo pronuncié estos nombres dulces y poderosos, Satanás desapareció al instante en un goteo de fuego, mientras dejaba  un hedor insoportable".



La clarividencia
Consiste en un don sobrenatural que les permite ver cosas lejanas o de prever el futuro o bien de ver y oír a distancia en el espacio y en el tiempo sin usar los mismos sentidos y las normales capacidades del intelecto. Se trata de mirar con los ojos del alma. Tal habilidad fue experimentada por el Padre Pío aunque, en él, encontró un desarrollo completamente particular. En efecto, el Padre Pío logró escudriñar a una persona hasta  alcanzar las partes más ocultas del alma. Muchos testimonios existen de estas intervenciones del Padre Pío.

Una señora de Bolonia cuenta: "Una vez mi madre fue a ver al Padre Pío con algunas de sus amigas. Apenas llegó  a San Giovanni Rotondo encontró en la Sacristía del convento al venerado Padre que enseguida le dijo: "¡Y tú estás acá! Vas enseguida a casa porque tu marido está mal". Mi madre quedó sin aliento, partió dejándolo  en óptima salud. Partió  con el primer transporte. Cuando llegó a casa, alarmada, no hubo alguna novedad. Pero durante la noche mi padre tuvo graves dificultades de respiración. Algo le comprimió la garganta. Mi madre trató de calmarlo y llamó al médico. Hacia las once de la noche mi padre fue hospitalizado y llevado de urgencia al quirófano. El cirujano que lo operó le extrajo de la garganta dos  vesículas de pus.  El Padre Pío vio por lo tanto con antelación  lo que estuvo a punto de ocurrirle al marido de la señora y, con su consejo y su ruego logró influir en la feliz solución del caso.


La bilocación
La bilocación puede ser definida como la presencia simultánea de una persona en dos lugares diferentes. Numerosos testimonios unidos a la tradición religiosa cristiana cuentan varios sucesos de bilocación atribuidos al Padre Pío. Éstos son algunos testimonios:

Un ex oficial del ejército, un día entró a la  Sacristía y mirando al Padre Pío le dijo "Es justo él, no se equivoca". se acercó, cayó de rodillas y llorando repitió - Padre gracias  por salvarme  la vida en el campo de batalla. Sucesivamente el hombre contó a los presentes: "fui un Capitán de infantería y un día, sobre el campo de batalla, en una hora terrible de fuego, algo lejos de mí vi a un fraile, pálido y de  ojos expresivos, me dijo: "Sr. Capitán,  aléjese de  ese sitio" -  Inmediatamente corrí y antes de que llegara, al sitio dónde antes me encontraba, estalló una granada enorme que abrió un remolino. Me volví hacia el monje para agradecerle pero ya había desaparecido".  El Padre Pío en bilocación le salvó la vida.

Una señora, mujer de un empresario naval, era huésped de su hija en Bolonia. Tenía un tumor maligno  en un brazo y la señora con la ayuda de su hija decidió hacerse operar. El cirujano aconsejó tener paciencia y  esperar, por lo tanto  posteriormente fijaría la fecha para la intervención quirúrgica. En la espera el marido de la hija mandó un telegrama al Padre Pío; suplicando por la salud de su suegra. A la hora en que el telegrama llegó a manos del Padre Pío, la señora, que estuvo sola en el cuarto de estar de la casa de la hija, vio abrir la puerta y entrar a  un fraile capuchino. "Soy  el Padre Pío de Pietrelcina" le dijo. Después de  preguntarle  algunas cosas del cirujano, la  exhortó a tener confianza en la Virgen, el Padre Pío  le hizo una señal de  la cruz en el brazo, por lo tanto, saludándola, salió. La señora llamó a la camarera, la hija y el yerno. Preguntó porque hicieron entrar al Padre Pío sin anunciarlo, pero  le contestaron que no  lo vieron y que, en todo caso, no abrieron la puerta a nadie. Al día siguiente el cirujano visitó a la señora para prepararla para la operación, pero no encontró ningún tumor. El tumor se desapareció apenas el Padre Pìo le dio la bendición.

El Padre Pío en bilocación celebró una Misa en la Capilla de un monasterio de monjas en Checoslovaquia, en  1951. Después de la celebración de la Misa las monjas fueron a  la Sacristía para ofrecerle al Padre una tacita de café y darle las gracias por la Misa y la inesperada visita, pero en la Sacristía no había nadie. Las monjas pudieron constatar así que;  el Padre Pío fue a efectuar  la Santa Misa  en bilocación.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...