viernes, 21 de noviembre de 2014

MADUREZ



Madurez
Autor: Ann Landers


Madurez es la habilidad de controlar la ira y resolver
las discrepancias sin violencia o destrucción.

Madurez es paciencia. Es la voluntad de posponer el
abrazo inmediato en favor de un beneficio de largo
plazo.

Madurez es perseverancia, es la habilidad de sacar
adelante un proyecto o una situación a pesar de fuerte
oposición y retrocesos decepcionantes.

Madurez es la capacidad de encarar disgustos y
frustraciones, incomodidades y derrotas, sin queja ni
abatimiento.

Madurez es humildad. Es ser suficientemente grande
para decir "me equivoque". Y cuando se esta en lo
correcto la persona madura no necesita experimentar la
satisfacción de decir "Te lo dije".

Madurez es la capacidad de tomar una decisión y
sostenerla. Los inmaduros pasan sus vidas explorando
posibilidades para al fin no hacer nada.

Madurez significa confiabilidad, mantener la propia
palabra, superar la crisis. Los inmaduros son
maestros de la excusa. Son los confusos y
desorganizados. Sus vidas son una confusión de
promesas rotas, amigos perdidos, negocios sin terminar
y buenas intenciones que nunca se convierten en
realidad.

Madurez es el arte de vivir en paz con lo que no se
puede cambiar.

CON MARÍA, EL DÍA DE SU PRESENTACIÓN EN EL TEMPLO


Con María, el día de su presentación en el Templo
Este día, la Santa Iglesia festeja el día en que, pequeñita, María fue presentada en el Templo.


Por: María Susana Ratero | Fuente: Catholic.net



Al meditar sobre tu vida, Madre querida, nos queda siempre en el alma alguna enseñanza, un prudente consejo, un camino...

Este 21 de noviembre la Santa Iglesia festeja el día en que, pequeñita, fuiste presentada en el Templo.

Por más que intento, Madrecita, no puede descubrir mi corazón una enseñanza en esta parte de tu vida. Me quedo en oración. Acabo de recibir a tu Hijo bajo la apariencia de pan. Así, mi corazón hecho pregunta se postra ante ti.

Enséñame, Madre...

Me abrazas el alma y siento que te acompaño en tan hermoso día.

Vas llegando al Templo de la mano de tus padres. La mano de Joaquín te llena de fuerza y confianza. La de Ana te sostiene un equipaje de amor, besos y abrazos para que te acompañe en el viaje trascendental que emprendes.

Con tu inocencia, jamás perdida, y tu ternura, exquisitamente multiplicada en años venideros, vas acercándote al lugar del que tanto te han hablado y vas aprendiendo a abrazarte al Dios eterno que conociste de la boca de tus amados padres.

Por estas cosas de la imaginación una María mamá, tal como me la recuerda la imagen de la Parroquia, me acompaña a descubrir a una María niña.

Vamos subiendo las escalinatas... Al llegar al último escalón distingo, a una prudente distancia un personaje conocido...

¡ Madre! ¿Acaso esa mujer que está allí, observando de lejos es... ?

-Si, hija, es Ana, la profetisa.

Claro, según dice la Escritura: "... casada en su juventud, había vivido siete años con su marido. Desde entonces había permanecido viuda y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones" (Lc 2, 36-37)

Ana... quien años más tarde hablaría "... acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén"...(Lc 2,38)

Ana... mira a esta niña de ojos dulces, belleza serena y sonrisa de cielo.

Ana... guarda ese rostro en su corazón, pues el rostro de María es inolvidable.

Me descubro nuevamente arrodillada en la Parroquia. Te miro con el alma, María, y descubro de tu mano la enseñanza. Simple y profunda. Simple como una mujer viuda mirando de lejos. Profunda, como el amor que nos tienes.

¡Nadie puede olvidarte, Madre!. Una vez que se te ha conocido, no es posible el olvido.

Aunque pasen muchos años entre el encuentro y el abrazo... entre la mirada y la sonrisa.

Nadie, que te haya visto, aunque sea una vez, puede olvidarte. Verte... no con los ojos del cuerpo, sino con los del alma. El encuentro es interior. El abrazo, único.

Mi corazón está feliz pues me has enseñado, una vez más, que meditar en tus ejemplos no es en vano, ni "pérdida de tiempo". Meditar en ti calma las angustias del alma, encamina los pasos del corazón y nos acerca a tu Hijo.

Este 21 de noviembre quiero pedirte que subas conmigo las escalinatas de mi vida. Que me lleves de la mano y me proveas de un imprescindible equipaje interior. Que sepa mantener ese equipaje meditando siempre en tus virtudes y ejemplos.

Feliz recuerdo de tu Presentación, Madre.

Hermano que lees estas sencillas líneas. Acompaña a María recordando con ella este día. Acompáñala con una oración, con un pensamiento, con una obra de caridad... Suma tu sencilla ofrenda a la que hizo de su vida la más pura ofrenda de amor.

ORACIÓN A LA PRESENTACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA AL TEMPLO


ORACIÓN A LA PRESENTACIÓN 
DE LA VIRGEN MARÍA AL TEMPLO

Oh Dios, que quisiste que en este día 
fuese presentada en el templo la Santísima 
Virgen María, morada del Espíritu Santo: 
suplicámoste por su intercesión nos concedas 
merecer ser presentados en el templo de 
tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo. 

Amén.




LA PRESENTACIÓN DE NUESTRA SEÑORA AL TEMPLO, FIESTA, 21 DE NOVIEMBRE



La Presentación de Nuestra Señora al Templo

Fiesta, 21 de noviembre


Por: Mario Sgarbossa y Luiggi Giovannini




La memoria de la Presentación de la Santísima Virgen María, tiene una gran importancia, porque en ella se conmemora uno de los “misterios” de la vida de quien fue elegida por Dios como Madre de su Hijo y como Madre de la Iglesia. En esta “Presentación” de María se alude también a la “presentación” de Cristo y de todos nosotros al Padre.

Por otra parte, constituye un gesto concreto de ecumenismo con nuestros hermanos de Oriente. Esto se puede apreciar en el comentario de la Liturgia de las Horas que dice: “En este día, en que se recuerda la dedicación de la iglesia de Santa María la Nueva, construida cerca del templo de Jerusalén en el año 543, celebramos junto con los cristianos de la Iglesia oriental, la “dedicación” que María hizo de sí misma a Dios desde la infancia, movida por el Espíritu Santo, de cuya gracia estaba llena desde su concepción inmaculada”.

El hecho de la presentación de María en el templo no lo narra ningún texto de la Sagrada Escritura; de él, sin embargo, hablan abundantemente y con muchos detalles algunos escritos apócrifos. María, según la promesa hecha por sus padres, fue llevada al templo a los tres años, en compañía de un gran número de niñas hebreas que llevaban antorchas encendidas, con la participación de las autoridades de Jerusalén y entre el canto de los ángeles. Para subir al templo había quince gradas, que María caminó sola a pesar de ser tan pequeña. Los apócrifos dicen también que en el templo María se nutría con un alimento especial que le llevaban los ángeles, y que ella no vivía con las otras niñas sino en el “Sancta Sanctorum”, al cual tenía acceso el Sumo Sacerdote sólo una vez al año.

La realidad de la presentación de María debió ser mucho más modesta y al mismo tiempo más gloriosa. Por medio de este servicio a Dios en el templo, María preparó su cuerpo, y sobre todo su alma, para recibir al Hijo de Dios, viviendo en sí misma la palabra de Cristo: “Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la practican”.

IMÁGENES DE LA PRESENTACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA NIÑA AL TEMPLO - 21 DE NOVIEMBRE









NUESTRA SEÑORA DE LA PRESENTACIÓN DEL QUINCHE, ADVOCACIÓN MARIANA, 21 DE NOVIEMBRE


Nuestra Señora de la Presentación del Quinche
Advocación Mariana, 21 de noviembre
Por: n/a | Fuente: Corazones.org
Patrona de Ecuador



La imagen de Nuestra Señora de la Presentación del Quinche es una hermosa escultura en madera, tallada en el siglo XVI por Don Diego de Robles, extraordinario artista al que se deben otras imágenes de María de gran popularidad y veneración.


Según algunos testimonios, la Virgen se apareció a los indios en una cueva prometiéndoles librarlos de los peligrosos osos que devoraban a los niños. Por otra parte, los que habían encargado la confección de la imagen a Don Diego, no le pagaron por ella, por lo que decidió entonces dársela en vez a los indios oyacachis a cambio de unos tablones de fino cedro que este necesitaba para sus trabajos. Los caciques quedaron admirados cuando vieron llegar a Diego Robles con la imagen de la Virgen a cuestas y reconocieron en ella los mismos rasgos de la Señora que se les había aparecido y les había hablado en la cueva. Sin duda, la Virgen quiso visitar primero a sus hijos mas pobres para atraerlos al Señor de los Señores quien ella lleva en sus brazos.

Quince años permaneció la imagen al cuidado de los indios hasta que en 1604, el obispo del lugar ordenó su traslado al poblado del Quinche, de donde finalmente tomó su nombre. La imagen, que es una fina talla en madera de cedro de unos 62 cm. de alto, está revestida por un amplio y hermoso ropaje de brocado cubierto de gemas, y bordado con hilos de oro y plata que sólo dejan ver su rostro moreno y apacible. La Virgen lleva un cetro en la mano derecha y con la izquierda sostiene el Niño en actitud de bendecir, mientras sostiene una esfera de oro coronada por una cruz.

A los pies de la imagen, la peana y la gran media luna, ambas de plata pura, y las pesadas coronas imperiales de oro y piedras preciosas, manifiestan la generosidad del pueblo ecuatoriano que gusta ver a su patrona resplandeciente, vestida siempre con las mejores galas. El rostro de Jesús evoca las facciones de los niños mestizos de aquellas sierras. Mestizo es el color de la Madre, síntesis del alma del inca y del español. Su fina nariz está enmarcada por un delicado rostro ovalado de labios delgados y boca pequeña; sus ojos achinados y su mirada triste con los párpados entrecerrados o caídos le confieren una dulzura única. Por eso esta advocación es tan popular en Ecuador, especialmente entre los indios que llaman con afecto "la Pequeñita" a su protectora del cielo.

Es de admirar la variedad de cantos que se entonan en honor de la Virgen del Quinche, con textos en quechua, en jíbaro y en otros diversos dialectos de la región y también en castellano; muchos de ellos se cantan desde hace cuatro siglos. La imagen fue coronada en 1943 y su fiesta se celebra el 21 de noviembre. El templo actual fue declarado Santuario Nacional en 1985

jueves, 20 de noviembre de 2014

CALENDARIO DE ADVIENTO 2014


EL PAPA FRANCISCO NOS DICE: EL HAMBRIENTO NOS PIDE DIGNIDAD, NO LIMOSNA


El Papa: el hambriento nos pide dignidad, no limosna
El Santo Padre participa en la 2ª Conferencia Internacional sobre nutrición en la FAO y advierte que cuando falta la solidaridad en un país, se resiente todo



Ciudad del Vaticano, 20 de noviembre de 2014 (Zenit.org) 



"Dar de comer a los hambrientos para salvar la vida en el planeta". Esta ha sido la petición del santo padre Francisco durante su visita esta mañana a la sede de la FAO en Roma, en ocasión de la 2ª Conferencia Internacional sobre nutrición a la que asisten representantes de 170 países del mundo.


"La total unidad de propósitos y de obras, pero sobre todo el espíritu de hermandad, pueden ser decisivos para soluciones adecuadas", ha iniciado Francisco. Asimismo, ha asegurado que Iglesia "siempre trata de estar atenta y solícita respecto a todo lo que se refiere al bienestar espiritual y material de las personas, ante todo de los que viven marginados y son excluidos, para que se garanticen su seguridad y su dignidad".

De este modo, ha observado que los destinos de cada nación están más que nunca enlazados entre sí, como los miembros de una misma familia. Pero, ha advertido, "vivimos en una época en la que las relaciones entre las naciones están demasiado a menudo dañadas por la sospecha recíproca, que a veces se convierte en formas de agresión bélica y económica, socava la amistad entre hermanos y rechaza o descarta al que ya está excluido". Y esto lo sabe bien "quien carece del pan cotidiano y de un trabajo decente", ha indicado el Papa.

Así ha expresado su deseo de durante este Congreso, en la formulación de compromisos, "los Estados se inspiren en la convicción de que el derecho a la alimentación sólo quedará garantizado si nos preocupamos por su sujeto real, es decir, la persona que sufre los efectos del hambre y la desnutrición". A propósito, ha reconocido que "tal vez nos hemos preocupado demasiado poco de los que pasan hambre". Por ello, "duele constatar" que la "lucha contra el hambre y la desnutrición se ve obstaculizada por la prioridad del mercado y por la preminencia de la ganancia". Con voz firme, el Santo Padre ha advertido que "mientras se habla de nuevos derechos, el hambriento está ahí, en la esquina de la calle, y pide carta de ciudadanía, ser considerado en su condición, recibir una alimentación de base sana. Nos pide dignidad, no limosna". Esta frase ha provocado un fuerte aplauso de los presentes.

A continuación, el Pontífice ha indicado que los planes de desarrollo y la labor de las organizaciones internacionales deberían tener en cuenta el deseo de ver que se respetan en todas las circunstancias los derechos fundamentales de la persona humana y, en nuestro caso, la persona con hambre.

El interés por la producción, la disponibilidad de alimentos y el acceso a ellos, el cambio climático, el comercio agrícola, "deben ciertamente inspirar las reglas y las medidas técnicas", ha solicitado Francisco. Pero, ha proseguido, la primera preocupación debe ser la persona misma, aquellos que carecen del alimento diario y han dejado de pensar en la vida, en las relaciones familiares y sociales, y luchan sólo por la supervivencia.

Haciendo referencia a su antecesor, el santo Papa Juan Pablo II, Francisco ha explicado que en la inauguración de la Primera Conferencia sobre Nutrición, en 1992, puso en guardia a la comunidad internacional ante el riesgo de la 'paradoja de la abundancia': hay comida para todos, pero no todos pueden comer. Por desgracia, ha advertido el Papa, esta 'paradoja' sigue siendo actual.

Por otro lado, ha advertido sobre el reto de la falta de la solidaridad, "la queremos sacar del diccionario" y nuevamente ha provocado el aplauso del público. "Cuando falta la solidaridad en un país, se resiente todo el mundo", ha precisado. Al igual que "los seres humanos, en la medida en que toman conciencia de ser parte responsable del designio de la creación, se hacen capaces de respetarse recíprocamente, en lugar de combatir entre si", los Estados, "concebidos como una comunidad de personas y de pueblos, se les pide que actúen de común acuerdo, que estén dispuestos a ayudarse unos a otros mediante los principios y normas que el derecho internacional pone a su disposición".

De este modo, el Santo Padre ha indicado que la ley natural habla un lenguaje que todos pueden entender: amor, justicia, paz, elementos inseparables entre sí. Francisco ha subrayado que también los Estados y las instituciones internacionales "están llamados a acoger y cultivar estos valores, en un espíritu de diálogo y escucha recíproca".

Cada mujer, hombre, niño, anciano, debe poder contar en todas partes con estas garantías, ha pedido el Papa. Y es deber de todo Estado "suscribirlas sin reservas, y preocuparse de su aplicación". La Iglesia Católica - ha afirmado- trata de ofrecer también en este campo su propia contribución, mediante una atención constante a la vida de los pobres en todas las partes del planeta,

A continuación, ha subrayado que "ninguna forma de presión política o económica que se sirva de la disponibilidad de alimentos puede ser aceptable". Improvisando en su discurso, Francisco en este punto ha afirmado que "aquí pienso en nuestra hermana Tierra". Y ha recordado una frase que escuchó a un anciano "Dios siempre perdona, los hombres a veces, la Tierra nunca". Por eso ha pedido cuidar de la hermana Tierra, para que no nos responda con la destrucción.

Para finalizar su discurso, el Santo Padre ha pedido a Dios "que bendiga a todos los que, con diferentes responsabilidades, se ponen al servicio de los que pasan hambre y saben atenderlos con gestos concretos de cercanía". Asimismo ha pedido para que la comunidad internacional "sepa escuchar el llamado de esta Conferencia y lo considere una expresión de la común conciencia de la humanidad: dar de comer a los hambrientos para salvar la vida en el planeta".

(20 de noviembre de 2014) © Innovative Media Inc.

EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 20 DE NOVIEMBRE DEL 2014



Jesús llora sobre Jerusalén
Tiempo Ordinario

Lucas 19, 41-44. Tiempo Ordinario. Hoy intentaremos no ser el motivo de las lágrimas de Jesús. 


Por: P . Clemente González | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Lucas 19, 41-44
En aquel tiempo, al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella, diciendo: ¡Si también tú conocieras en este día el mensaje de paz! Pero ahora ha quedado oculto a tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, en que tus enemigos te rodearán de empalizadas, te cercarán y te apretarán por todas partes, y te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos que estén dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo de tu visita. 

Oración introductoria
Jesús, este tiempo de oración es una oportunidad para mostrarte mi amor, ilumínalo porque hay muchas cosas que me distraen. Mírame, Señor, con ese amor con que miraste a Jerusalén y ven a hospedarte en mi alma para poder resistir las tentaciones del mundo.

Petición
Señor, haz que venga hoy tu salvación a mi alma.

Meditación del Papa Francisco
También esta enseñanza de Jesús es importante verla en el contexto concreto, existencial en la que Él la ha transmitido. En este caso, el evangelista Lucas nos muestra Jesús que está caminando con sus discípulos hacia Jerusalén, hacia su Pascua de muerte y resurrección, y en este camino les educa confiándoles lo que Él mismo lleva en el corazón, las actitudes profundas de su alma.
Entre estas actitudes están el desapego de los bienes terrenos, la confianza en la providencia del Padre y, también, la vigilancia interior, la espera activa del Reino de Dios. Para Jesús es la espera de la vuelta a la casa del Padre. Para nosotros es la espera de Cristo mismo, que vendrá a cogernos para llevarnos a la fiesta sin fin» (S.S. Francisco, 11 de agosto de 2013).

Reflexión
Jesús también lloraba, igual que tú. Tenía sentimientos, se alegraba con las buenas noticias de sus discípulos y se entristecía con la muerte de su amigo Lázaro. Igual que nosotros. Por eso conoce perfectamente el corazón humano, pues Él pasó por los mismos estados de ánimo que experimentamos nosotros.

Aquí le vemos llorar por Jerusalén, la ciudad del pueblo elegido, con quien Dios estableció su Alianza. Desde hacía siglos había escogido a Abrahán y a sus descendientes, confió a Moisés la misión de sacar al pueblo de la esclavitud, le dio un Decálogo, le guió con amor, le envió profetas y le preparó para la venida de su Hijo. ¡Cuánto esperaba Dios de ese pueblo! Sin embargo, vino Jesús a este mundo "y los suyos no le recibieron".

La historia de Israel puede ser muy bien nuestra historia. El Señor pensó en cada uno de nosotros y nos dio la vida a través de nuestros padres. Luego nos hizo sus hijos adoptivos en el Bautismo. Y no ha cesado de derramar gracias para que seamos santos... Sin embargo, somos como la Jerusalén por la que Jesús lloró: fríos, insensibles a todos estos dones. ¿Cuántas veces meditamos en el sacrificio que hizo Jesús en la cruz por nuestros pecados (los de cada uno)?

Hoy intentaremos no ser el motivo de las lágrimas de Jesús. Vamos a acogerle y a poner en práctica su mandato -el de la caridad con todos-, pidiéndole que perdone nuestras infidelidades y nos dé a conocer "su mensaje de paz".

Propósito
Hacer un esfuerzo por aprovechar más los medios de formación y crecimiento espiritual que me ofrece mi parroquia.

Diálogo con Cristo
Señor, no puedo cerrar mi corazón y ahogar en mi egoísmo mi celo apostólico. Fortaléceme, hazme generoso para crecer en el amor y dedicarme a mi misión con ahínco, y así, hacer cuanto pueda para que la Nueva Evangelización llegue a muchas más personas.

 

EL DOMINIO DEL TEMOR



EL DOMINIO DEL TEMOR



Varios años atrás, un circo de televisión bien conocido desarrolló un acto que incluía tigres de bengala. El acto se hacía en vivo delante de una numerosa audiencia. Una noche, el entrenador entró en la jaula con varios tigres y la puerta se cerró de forma rutinaria detrás de él. Las luces inundaban la jaula y las cámaras de televisión se acercaban para que la audiencia pudiera ver cada detalle mientras él, con su habilidad, imponía a los tigres en el ritmo adecuado.

En medio de la actuación, pasó lo peor: las luces se apagaron. Él se sobrecogió y rápidamente pidió ayuda a Dios diciendo internamente: ¡Padre, ayúdame! Por casi treinta largos segundos, el entrenador estuvo encerrado con los tigres en la oscuridad. Con su visión nocturna superior, los tigres podían verlo, pero él no los veía a ellos. Cuando regresaron las luces, con calma terminó su actuación.

Cuando le preguntaron al entrenador cómo se sintió, él admitió sentir un frío temor al principio, pero luego -dijo-, se dió cuenta de que aunque él no podía ver a los felinos, ellos no lo sabían. Él dijo: "Solo continué haciendo sonar mi látigo y hablándoles hasta que las luces regresaron. Ellos nunca supieron que yo no les podía ver tan bien como ellos me veían a mí."

Nosotros no podemos ver a Dios con nuestros ojos, pero Dios nos ve en todo momento. Si nos encomendamos a Él con fe, siempre velará por nosotros.

ESTAMPAS CON ORACIONES A CRISTO REY





VENGA TU REINO SEÑOR !VIVA CRISTO REY¡


Venga tu Reino Señor ¡Viva Cristo Rey!
Un Reino que los hombres no entendemos porque lo que tú viniste a enseñar no está en el exterior sino en lo más profundo de nuestro corazón.


Por: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net



Ante ti, Señor una vez más.

Ante ti, que siempre estás en el Sagrario para escucharme, para infundir calor a mi corazón muchas veces indiferente y frío. Más frío que estas tardes del ya cercano invierno. Pero hoy quiero que hablemos, no del cercano invierno, sino del cercano día en que vamos a festejar Tu día, Señor, el DÍA DE CRISTO REY.

El Padre Eterno, como tú nos enseñaste a llamarle a Dios, es el Rey del Universo porque todo lo hizo de la nada. Es el Creador de todo lo visible y de lo invisible, pero... ¿cómo podía este Dios decírselo a sus criaturas? ¿cómo podría hacer que esto fuese entendido?... pues simplemente mandando un emisario.

No fue un ángel, no fue un profeta, fuiste tú, su propio Hijo, tu, Jesús.

Como nos dice San Pablo: Fue la propia imagen de Dios, mediador entre Este y los hombres y la razón y meta de toda la Creación. Él existe antes que todas las cosas y todas tienen su consistencia en Él. Es también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia Católica. Es el principio, el primogénito, para que sea el primero en todo. Así se expresa San Pablo de ti, Jesús mío y en esa creencia maravillosa vivimos.

Cuando fuiste interpelado por Pilato diste tu respuesta clara y vertical: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos... PERO MI REINO NO ES DE AQUÍ. Entonces Pilato te dijo: Luego... ¿tú eres rey?. Y respondiste: Tú lo dices que soy rey. Para esto he nacido yo y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la Verdad, escucha mi voz. (Juan 18,36-37).
Jesús, tú hablabas de un Reino donde no hay oro ni espadas, donde no hay ambiciones de riquezas y poder. Tu Reino es un reino de amor y de paz.

Un Reino que los hombres no entendieron y seguimos sin entender porque lo que tú viniste a enseñar no está en el exterior sino en lo más profundo de nuestro corazón.

Pertenecer a este Reino nos hace libres de la esclavitud del pecado y de las pasiones.

Pertenecer a este Reino nos hace súbditos de un Rey que no usa la ley del poder y del mando sino del amor y la misericordia.

Diariamente pedimos "venga a nosotros tu Reino"  y sabemos que en los hombres y mujeres de bien, ya está este Reino, pues el "Reino de Dios ya está con nosotros" (Lc.17, 20-21.

El domingo, la Iglesia celebra a CRISTO REY. A ti, Jesús, que pasaste por la Tierra para decirnos que REINAR ES PODER SERVIR Y NO SERVIRSE DEL PODER.

Que viniste para ayudar al hombre y bajar hasta él, morir con él y por él, mostrándonos el camino hacia Dios.

¡VENGA TU REINO, SEÑOR!

¡Viva Cristo Rey !

LA MARIPOSA Y LA FLOR


LA MARIPOSA Y LA FLOR



Cierta vez, un hombre pidió a Dios una flor y una mariposa. Pero Dios le dio un cactus y una oruga. El hombre quedó triste, pues no entendió por qué su pedido llegó errado. Luego pensó: Con tanta gente que atender... y resolvió no cuestionar.

Pasado algún tiempo, el hombre fue a verificar el pedido que dejó olvidado. Para su sorpresa, del espinoso y feo cactus había nacido la más bella de las flores. Y la horrible oruga se había transformado en una bellisima mariposa.

Dios siempre hace lo correcto. Su camino es el mejor, aunque a nuestros ojos parezca que todo está errado. Si has pedido a Dios una cosa y has recibido otra, confía. Ten la seguridad de que Él siempre te proporcionará  lo que necesitas en el momento adecuado. No siempre lo que deseas... es lo que necesitas. Como Él nunca falla en la entrega de sus pedidos, sigue adelante sin dudar ni murmurar... La espina de hoy... será la flor de mañana.

UN ERROR DEL CIELO


UN ERROR EN EL CIELO




Una vez, le pregunté a mi Director Espiritual:
- ¿Por qué existen personas que salen fácilmente de los problemas más complejos, mientras que otras sufren por problemas muy pequeños, muriendo ahogadas en un vaso de agua?

Él simplemente sonrió y me contó la siguiente historia…

Una persona vivió amorosamente toda su vida. Cuando murió, todo el mundo dijo que se iría al cielo. Un hombre bondadoso como él solamente podría ir al Paraíso. 

El Ángel encargado de las admisiones que lo recibió en el Cielo comprobó las fichas que tenía sobre el mostrador y como no vio el nombre de él en la lista, le orientó para ir al Infierno.

- Mire, lamento decirle que no ha sido admitido en el Cielo, por lo que tendrá que ir al Infierno. Ya sabe cómo es: Nadie exige credencial o invitación, cualquiera que llega es invitado a entrar. 

El sujeto, muy resignado, se dirigió extrañado hacia el Infierno y una vez allí, comenzó a ambientarse.

Algunos días después, Lucifer llegó furioso a las puertas del Paraíso para pedirle explicaciones a San Pedro.

- ¡Esto es sabotaje! Nunca imaginé que fuese capaz de una bajeza semejante. ¡Eso que usted está haciendo es puro sabotaje!

Sin saber el motivo de tanta furia, San Pedro preguntó sorprendido que cuál era el problema. 

Lucifer, trastornado gritó:
- Usted mandó a ese sujeto al Infierno y él está haciendo un verdadero desastre allí. Él llegó escuchando a las personas, mirándolas a los ojos, conversando con ellas. Ahora, está todo el mundo dialogando, abrazándose, besándose. ¡El Infierno está insoportable, parece el Paraíso!

Y entonces hizo un pedido.
- Pedro, por favor, ¡agarre a ese sujeto y tráigalo para acá!

Cuando mi Director Espiritual terminó de contarme esta historia, me miró cariñosamente y dijo:

- Vive con tanto amor en el corazón, que si por error fueses a parar al Infierno, el propio demonio te lleve de vuelta al Paraíso.

Los problemas forman parte de nuestra vida, pero no dejes que ellos te transformen en una persona amargada. La crisis siempre sucederá y a veces no tendrás opción de evitarla.

Tu vida está sensacional y de repente puedes descubrir que un ser querido está enfermo; que la política económica del país cambió, y que infinitas posibilidades de preocupación aparecen. En las crisis no puedes elegir, pero puedes elegir la manera de enfrentarlas.

Y al final, cuando los problemas queden resueltos, más que sentir orgullo por haber encontrado la solución, tendrás orgullo de ti mismo.

EL PENSAMIENTO DEL DÍA


miércoles, 19 de noviembre de 2014

EL EVANGELIO DE HOY: MIÉRCOLES 19 DE NOVIEMBRE DEL 2014


Parábola de los talentos
Parábolas

Lucas 19, 11-28. Tiempo Ordinario. Ser fieles en lo pequeño para serlo también en lo grande. 


Por: P. Juan Gralla | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Lucas 19, 11-28
En aquel tiempo, dijo Jesús una parábola, pues estaba Él cerca de Jerusalén, y creían ellos que el Reino de Dios aparecería de un momento a otro. Dijo pues: Un hombre noble marchó a un país lejano, para recibir la investidura real y volverse. Habiendo llamado a diez siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: "Negociad hasta que vuelva." Pero sus ciudadanos le odiaban y enviaron detrás de él una embajada que dijese: "No queremos que ése reine sobre nosotros." Y sucedió que, cuando regresó, después de recibir la investidura real, mandó llamar a aquellos siervos suyos, a los que había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. Se presentó el primero y dijo: "Señor, tu mina ha producido diez minas." Le respondió: "¡Muy bien, siervo bueno! ; ya que has sido fiel en lo mínimo, toma el gobierno de diez ciudades."
Vino el segundo y dijo: "Tu mina, Señor, ha producido cinco minas." Dijo a éste: "Ponte tú también al mando de cinco ciudades." Vino el otro y dijo: "Señor, aquí tienes tu mina, que he tenido guardada en un lienzo; pues tenía miedo de ti, que eres un hombre severo; que tomas lo que no pusiste, y cosechas lo que no sembraste." Dícele: "Por tu propia boca te juzgo, siervo malo; sabías que yo soy un hombre severo, que tomo lo que no puse y cosecho lo que no sembré; pues ¿por qué no colocaste mi dinero en el banco? Y así, al volver yo, lo habría cobrado con los intereses." Y dijo a los presentes: "Quitadle la mina y dádsela al que tiene las diez minas." Dijéronle: "Señor, tiene ya diez minas." "Os digo que a todo el que tiene, se le dará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará." "Pero a aquellos enemigos míos, los que no quisieron que yo reinara sobre ellos, traedlos aquí y matadlos delante de mí." Y habiendo dicho esto, marchaba por delante subiendo a Jerusalén.


Oración introductoria
Señor, inicio mi oración dándote las gracias por todos los dones que me has concedido, ayúdame a saber duplicarlos para corresponderte con generosidad. No permitas que el miedo o la mediocridad me separen del camino que me puede llevar a la santidad.

Petición
Jesucristo, enséñame a ser perseverante en el buen uso de mis talentos, para servirte a Ti y a los demás.

Meditación del Papa san Juan Pablo II
El hombre no es un testigo inerte del ingreso de Dios en la historia. Jesús nos invita a "buscar" activamente "el reino de Dios y su justicia" y a considerar esta búsqueda como nuestra preocupación principal. A los que "creían que el reino de Dios aparecería de un momento a otro", les recomienda una actitud activa en vez de una espera pasiva, contándoles la parábola de las diez monedas encomendadas para hacerlas fructificar. Por su parte, el apóstol san Pablo declara que "el reino de Dios no es cuestión de comida o bebida, sino -ante todo- de justicia" e insta a los fieles a poner sus miembros al servicio de la justicia con vistas a la santificación.
            Así pues, la persona humana está llamada a cooperar con sus manos, su mente y su corazón al establecimiento del reino de Dios en el mundo. Esto es verdad de manera especial con respecto a los que están llamados al apostolado y que son, como dice san Pablo, "cooperadores del reino de Dios", pero también es verdad con respecto a toda persona humana» (S.S. san Juan Pablo II, 6 de diciembre de 2000).

Reflexión
Esta meditación está dedicada a los pequeños de la casa; a los niños. Porque nos ayuda a valorar la importancia que tiene este periodo de la vida para los planes de Dios.

Un niño no tiene que dirigir una empresa, pero tiene una tarea escolar que debe cumplir. No sabe qué es la Constitución de su país, pero tiene unos padres a los que debe obedecer. Porque, de lo que aprenda ahora, aunque sean cosas pequeñas, dependerá todo su futuro.

Así dice la parábola de los talentos (o las minas). Si un niño es capaz de sacar adelante sus compromisos de niño será una garantía para cuando sea adulto. Porque cuando sea mayor, se le pondrá al frente de "diez ciudades" y las gobernará con la misma fidelidad con la que hoy hace su cama, ayuda a las tareas del hogar, mantiene su habitación limpia y ordenada, etc.

Por tanto, no hay que despreciar las cosas pequeñas. Todo es importante en esta vida. Y las personas no cambian de la noche a la mañana, sino que se forjan día a día. El niño que no reza las oraciones de la noche a la Virgen o no va todos los domingos a Misa, ¿cómo puede esperar que lo hará cuando sea adulto?

Propósito
Diariamente, antes de dormir, hacer un balance sobre el uso que hice de los dones que Dios me ha dado.

Diálogo con Cristo
Jesús, no quiero ser un espectador pasivo, sino un colaborador infatigable de tuyo. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad y hacer multiplicar todos los dones que me has confiado. Tengo mucho que dar, pero mucho más que ganar, si uso mis talentos para ayudar a los demás.

TÚ ERES

TÚ ERES...


Tú eres...

VALIENTE... cuando te sobrepones a tus temores y enseñas a otros a hacer lo mismo.

SABIO... cuando conoces los límites de tu sabiduría.

AMOROSO... cuando tu propio dolor no te ciega para ver el dolor de otro.

HONORABLE... cuando te das cuenta que tu honor es para honrar a otros.

GENEROSO... cuando puedes tomar tan dulcemente como cuando das.

HUMILDE... cuando no sabes cuán humilde eres.

LIBRE... cuando tienes control de ti mismo y no deseas controlar a otros..

VIVO...  cuando la esperanza del mañana significa más que tu error de ayer.

CRECIENDO... cuando sabes quién eres, pero no quién serás mañana.

PIADOSO... cuando perdonas en los demás las faltas que condenas para ti mismo.

FELIZ... cuando ves una flor y agradeces el milagro.

HERMOSO... cuando no necesitas un espejo para aseverarlo.

RICO... cuando no necesitas más de lo que tienes.

FUERTE... cuando a tu pena le enseñas a sonreír.

TÚ ERES TÚ... cuando estás en paz contigo mismo.

LA CESTA DE LA VIDA


LA CESTA DE LA VIDA



Querido Dios, ¿Cómo estás? 

Te escribo para saludarte y para pedirte unos productos para la cesta de mi vida, pues los básicos con que me enviaste al mundo, se me han ido agotando a lo largo de estos años. 

Por ejemplo, la paciencia se me acabó por completo, igual que la prudencia y la tolerancia. 

Ya me quedan poquitas esperanzas y el frasquito de fe, está casi vacío. La imaginación también está escaseando. 

También debes saber que hay cosas de la cesta que ya no necesito, como la dependencia y esa facilidad para tener "berrinches", que tantas molestias y problemas me han ocasionado. 

Así que quisiera pedirte nuevos productos. Para empezar me gustaría que rellenaras los frascos de paciencia y tolerancia hasta el tope, y mándame por favor el curso intensivo "Cómo ser más prudente" , volúmenes 1, 2 y 3. ¡Ah! No olvides el tomo especial sobre la lealtad. 

Envíame varias bolsas grandes de madurez que tanta falta me hace. También quisiera un saco de sonrisas, de esas que alegran el día a cualquiera. 

Te pido que me mandes dos piedras grandes y pesadas para atarlas a mis pies y tenerlos siempre sobre la tierra. 

Si tienes por ahí guardada una brújula para orientarme y tomar el camino correcto, te lo agradecería. 

Regálame imaginación otra vez; pero no demasiada, porque debo confesar que en ocasiones tomé grandes cantidades y me pasé del límite. 

Nuevas ilusiones y una triple ración de fe y esperanza también me vendrían fenomenal para seguir adelante. 

Te pido una paleta de colores para pintar mi vida cuando la vea gris. Me sería muy útil un cubo de basura para tirar todo lo que me hace daño. 

Por favor mándame un bote de "Betadine" y una cajita de tiritas para sanar mi corazón, porque ha tropezado bastante y tiene muchos raspones. 

Te pido unos discos duros, porque tengo el cerebro lleno de información y necesito espacio para guardar más. 

Te pido zanahorias para tener buena vista y no dejar pasar las oportunidades por no verlas. 

Necesito un reloj grande, muy grande, para que cada vez que lo vea me acuerde de que el tiempo no se detiene, sino que corre y no debo desperdiciarlo. 

Podrías mandarme muchísima fuerza y seguridad en mí mismo. Sé que voy a necesitarlas para soportar tiempos difíciles y para levantarme cuando caiga. También quisiera un bote de pastillas de las que hacen que crezca la fuerza de voluntad y el empeño, para que me vaya bien en la vida y te pido unas tres o cuatro toneladas de "ganas de vivir", para cumplir mis sueños. 

Necesito una pluma con mucha tinta, para escribir todos mis logros y mis fracasos, para no olvidarlos y poder compartirlos. 

Del amor no te hablo, porque si me concedes todos estos ingredientes, tendré lo necesario para verlo en cada uno de mis actos. 

Pero más que nada, te pido que me des mucha vida para lograr todo lo que tengo en mente y para que el día que me vaya contigo, tenga mucho que llevarte y veas que no desperdicié el tiempo aquí en la Tierra. 

Gracias por lo que me puedas dar y te agradezco el doble todo lo que me mandaste la primera vez.

VIRGEN DE LA DIVINA PROVIDENCIA, ADVOCACIÓN MARIANA, 19 DE NOVIEMBRE


Santísima Virgen de la Divina Providencia
Advocación Mariana, 19 de noviembre
Fuente: Corazones.org



Patrona de Puerto Rico

La devoción a la Virgen de la Divina Providencia se origina en el siglo XIII en Italia, de donde llegó poco tiempo después a España, en donde se construyó un santuario en Tarragona, Cataluña.

Se dice que el nombre de Divina Providencia, le fue asignado a la Virgen por San Felipe Benicio, quinto superior de los Siervos de María, quien en una ocación en la que él y sus frailes no tenían nada que comer, invocó la protección de su Patrona, al poco tiempo se oyó toques en la puerta del convento, encontrando al abrila dos canastas llenas de alimentos.

La imagen original venerada por los Siervos de María y otras órdenes religiosas italianas, es un hermoso óleo en el que aparece la Virgen con el Divino Niño dormido plácidamente en sus brazos. Se cuenta que el título "de la Divina Providencia", se debe a San Felipe Benicio, quinto superior de los Siervos de María, quien al invocar la protección de la Virgen un día en que sus frailes no tenían nada que comer, encontró a la puerta del convento dos cestas repletas de alimentos sin que se pudiese conocer su procedencia.

La imagen mandada a hacer por Don Gil Esteve fue tallada en Barcelona según el gusto de la época. Es una hermosa imagen sentada, "de ropaje, (es decir, hecha para ser vestida), y estuvo expuesta al culto en la catedral durante 67 años, hasta que en 1920 fue sustituida por otra magnífica talla, toda de madera, que es la imagen de Nuestra Señora de la Divina Providencia más familiar y conocida por las comunidades puertorriqueñas.

María se inclina sobre el Niño, que en total actitud de confianza duerme plácidamente en su regazo. Las manos de la Virgen se unen en oración mientras sostiene suavemente la mano izquierda del Divino Infante. El conjunto sugiere ternura, abandono, devoción y paz.

El Papa Pablo VI declaró a Nuestra Señora Madre de la Divina Providencia, como patrona principal de la isla de Puerto Rico mediante un decreto firmado el 19 de noviembre de 1969. En ese documento se decretó también que la solemnidad de la Virgen debía trasladarse del dos de enero, aniversario de su llegada a la isla, al 19 de noviembre, día en que fue descubierta la isla de Borinquen. Se quiso unir así los dos grandes afectos de los puertorriqueños; el amor por su preciosa isla y el amor por la Madre de Dios.

La talla más antigua, que data del 1853, fue la elegida para ser coronada solemnemente durante la reunión del Consejo Episcopal Latino Americano celebrada en San Juan de Puerto Rico el 5 de noviembre de 1976. La víspera del acontecimiento esta imagen fue vilmente quemada en la Parroquia de Santa Teresita de Santurce. Pero eso no detuvo la solemne coronación, que ocurrió en medio de la emoción y las lágrimas de millares de sus hijos y la presencia de cardenales, arzobispos y obispos venidos de toda Latinoamérica.

La imagen quemada fue enviada a España para ser restaurada. Actualmente espera la construcción del proyectado gran santuario nacional para ser allí colocada

ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA DIVINA PROVIDENCIA - 19 DE NOVIEMBRE


Oración a la virgen de la Divina Providencia

Omnipotente y sempiterno Dios que nos has concedido a tus siervos el don de conocer la gloria de la eterna Trinidad en la confesión de la verdadera fe, y la de adorar la unidad en el poder de tu majestad; te rogamos que por la firmeza de esta misma fe, nos libres siempre de todas las adversidades. Por Cristo Nuestro Señor.
Amén

Oh divina Providencia!

¡Concédeme tu clemencia
y tu infinita bondad!
Arrodillada a tus plantas a ti caridad portento.
Te pido para los míos casa, vestido y sustento.
Concédeles la salud, llévalos por buen camino.
Que sea siempre la virtud la que los guíe en su destino.
Tú eres toda mi esperanza.
Tú eres el consuelo mío.
En la que mi mente alcanza, en ti creo, en ti espero, y en ti confío.
Tu divina Providencia se extiende a cada momento.
Para que nunca nos falte: casa, vestido y sustento.
Amén.
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