viernes, 19 de septiembre de 2014

CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Consagración de la Familia al Sagrado Corazón de Jesús

Sagrado Corazón de Jesús:

Nos hemos reunido aquí para ofrecerte nuestra casa.
Hoy, que te echan de tantos sitios, 
nosotros te recibimos encantados en nuestro hogar.
Queremos que vivas a nuestro lado;
que participes de nuestras alegrías y de nuestras penas. 
de nuestra riqueza y de nuestra pobreza, 
de nuestros triunfos y de nuestros fracasos.

Queremos que nos ilumines en nuestras dudas,
que nos adviertas en nuestros peligros, 
que nos ayudes en nuestras tentaciones,
que nos alientes en nuestros contratiempos, 
que nos orientes en nuestras resoluciones y, sobre todo, 
que nos enciendas en un gran amor a Ti, 
que nos lleve a servirte siempre con toda fidelidad.

Concédenos, Señor, que seamos cada día mejores cristianos, que nuestra vida sea un auténtico testimonio de nuestra fe, que aprendamos a verte en los demás,
que sepamos pedir perdón sinceramente de nuestros pecados,

y. finalmente, que consigamos la gracia suprema de una santa muerte, que nos reúna contigo, en la Gloria, a todos los que ahora nos amamos aquí.

Señor, no somos dignos de que entres en nuestra casa;
pero si fuiste a la del centurión, y entraste en la de Zaqueo, y viviste en la de María Magdalena, 
dígnate quedarte aquí, con nosotros, para siempre.

Nosotros vamos a procurar siempre en esta casa:
creer lo que Tú quieres que creamos, 
pensar lo que Tú quieres que pensemos,
leer lo que Tú quieres que leamos, 
hablar lo que Tú quieres que hablemos,
amar lo que Tú quieres que amemos, 
y hacer lo que Tú quieres que hagamos.

Que toda esta familia sea conforme siempre a tus deseos. 
Porque confiamos en Ti como en nuestro Padre. Y no te hemos entronizado aquí para que presencies nuestras rebeldías y pecados, sino para que bendigas la buena voluntad que tenemos de servirte.
Ayúdanos con tu gracia, pues reconocemos nuestra debilidad.
Pero en Ti ponemos nuestra confianza.

Sagrado Corazón de Jesús, en TI confío (tres veces). 
Padrenuestro. Avemaría. Gloria. 

Nota: Se recomienda renovar esta consagración todos los años, a ser posible confesando y comulgando toda la familia.


OCÉANO


Océano


¡Siente el viento, como suavemente acaricia tu piel...! 

¡Percibe el olor que brota de estas aguas profundas!

Escucha el cantar de las sirenas, el aleteo de los peces;
recoge tus pensamientos y échalos todos al mar; 
el agua los purificará 
y los devolverá a ti con más claridad...

¡Recuerda que, eres el protagonista de esta historia...!

Siente las olas como chocan con tu cuerpo, 
humedeciendo tu piel palmo a palmo.

¡Recibe esa paz que el paisaje te ofrece 
y deja que tus problemas se sumerjan, 
hasta hundirse en el fondo, sin poder flotar...!

¡Las aguas te invitan a sumergirte! 
Tu cuerpo te lo pide sin cesar.

En tus manos está la decisión.
Penetra en este misterioso mundo 
y solamente déjate llevar...

¡Echa tus problemas al mar!

A veces es necesario llorar.
Las lágrimas purifican el alma 
y tu ser liberarás de esas ataduras.

¡Desde ahora te llenarás de paz, 
y con amor, todo lo enfrentarás!

Sumérgete en su profundidad; 
permite que tus heridas sanen.

¡Despéjate de los pensamientos negativos: 
todos tus resentimientos, tus corajes, 
tus penas, tus dudas, tu cansancio...!

¡Llénate de cosas positivas; 
piensa que cada día es uno nuevo; 
que mañana serás una nueva persona...!

¡Mímate, eres un ser humano único!

¡Deja que el agua purifique tu mente; 
echa tu alma a volar y sueña...!

SAN JENARO, OBISPO Y MÁRTIR, 19 DE SEPTIEMBRE


Autor: http://www.evangeliodeldia.org/ | Fuente: Catholic.net 
Jenaro Obispo, Mártir
Obispo mártir, 19 de septiembre del siglo IV.

 Jenaro Obispo, Mártir
Septiembre 19



SAN JENARO y COMPAÑEROS(+ 305)
Los santos Jenaro, Festo, Desiderio, Sosso, Eutiques y Acucio, de los que tenemos Passiones muy posteriores, parece que derramaron su sangre por Cristo al comienzo del siglo IV.-

En una breve nota hagiográfica de la Liturgia de las Horas se lee, efectivamente, que Jenaro "fue obispo de Benevento; durante la persecución de Diocleciano sufrió el martirio, juntamente con otros cristianos, en la ciudad de Nápoles, en donde se le tiene una especial veneración".-

Los obispos de Benevento con este nombre son por lo menos dos: San Jenaro, mártir en el 305, y San Jenaro 11, que en el 342 participó en el concilio de Sardes. Este último, perseguido ,por los arrianos por su adhesión a la fe de Nicea, se lo habría venerado como mártir. Pero la mayoría de los historiadores se inclinan a identificar al patrono de Nápoles con el primero, o mejor con un mártir napolitano de Pozzuoli.-

Condenado "ad bestias" en el anfiteatro de Pozzuoli, junto con los compañeros de fe, a causa del atraso de un juez, fue decapitado en vez de ser echado en pasto a las fieras para la gratuita y macabra diversión de los paganos.-

Más de un siglo después, en el 432, con ocasión del traslado de las reliquias de Pozzuoli a Nápoles, una mujer le habría entregado al obispo Juan dos ampollas pequeñas con la sangre coagulada de San Jenaro. Casi como garantía de la afirmación de la mujer la sangre se volvió líquida ante los ojos del obispo y de una gran muchedumbre de fieles.-

Ese acontecimiento extraordinario se repite constantemente todos los años en determinados días, es decir, el sábado anterior al primer domingo de mayo y en los ocho días siguientes; el 16 de diciembre y el 19 de septiembre y durante toda la octava de las celebraciones en su honor.-

El fenómeno se realiza también en fechas variables, y de ahí deducen los devotos del santo acontecimientos faustos o infaustos. Los testimonios de este fenómeno comienzan desde 1329 y son tan numerosos y concordantes que no se pueden tener dudas.-

El prodigio, porque así lo considera hasta la ciencia, merece la afectuosa admiración con que lo sigue el pueblo. La sincera devoción de los napolitanos por este mártir, históricamente poco identificable, ha hecho que la memoria de San Jenaro, celebrada litúrgicamente desde 1586, se haya conservado en el nuevo calendario.-

Puesto que el fenómeno no tiene ninguna explicación natural, pues no depende ni de la temperatura ni del ambiente, podemos atribuirle el significado simbólico de vivo testimonio de la sangre de todos los mártires en la vida de la Iglesia, que nació de la sangre de la primera víctima, Cristo crucificado.-

Entre los elementos positivamente ciertos en relación con esta reliquia, figuran los siguientes:

1 -La substancia oscura que se dice ser la sangre de San Genaro (la que, desde hace más de 300 años permanece herméticamente encerrada dentro del recipiente de cristal que está sujeta y sellada por el armazón metálico del relicario) no ocupa siempre el mismo volumen dentro del recipiente que la contiene. Algunas veces, la masa dura y negra ha llenado casi por completo el recipiente y, en otras ocasiones, ha dejado vacío un espacio equivalente a más de una tercera parte de su tamaño.-

2 -Al mismo tiempo que se produce esta variación en el volumen, se registra una variante en el peso que, en los últimos años, ha sido verificada en una balanza rigurosamente precisa. Entre el peso máximo y el mínimo se ha llegado a registrar una diferencia de hasta 27 gramos.-

3 -El tiempo más o menos rápido en que se produce la licuefacción, no parece estar vinculado con la temperatura ambiente. Hubo ocasiones en que la atmósfera tenía una temperatura media de más de 30º centígrados y transcurrieron dos horas antes de que se observaran signos de licuefacción. Por otra parte, en temperaturas de 5º a 8º centígrados más bajas, la completa licuefacción se produjo en un lapso de 10 a 15 minutos.-

4 -No siempre tiene lugar la licuefacción de la misma manera. Se han registrado casos en que el contenido líquido burbujea, se agita y adquiere un color carmesí muy vivo, en otras oportunidades, su color es opaco y su consistencia pastosa.-

Aunque no se ha podido descubrir razón natural para el fenómeno, la Iglesia no descarta que pueda haberlo. La Iglesia no se opone a la investigación porque ella busca la verdad. La fe católica enseña que Dios es todopoderoso y que todo cuanto existe es fruto de su creación. Pero la Iglesia es cuidadosa en determinar si un particular fenómeno es, en efecto, de origen sobrenatural .-

La Iglesia pide prudencia para no asentir ni rechazar prematuramente los fenómenos. Reconoce la competencia de la ciencia para hacer investigación en la búsqueda de la verdad, cuenta con el conocimiento de los expertos.-

Una vez que la investigación establece la certeza de un milagro fuera de toda duda posible, da motivo para animar nuestra fe e invitarnos a la alabanza. En el caso de los santos, el milagro también tienen por fin exaltar la gloria de Dios que nos da pruebas de su elección y las maravillas que El hace en los humildes.-
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San Jenaro
ORACIÓN

Señor, tú que nos has congregado hoy para venerar la memoria del mártir San Jenaro, concédenos que podamos ir a gozar en tu reino, juntamente con él, de la alegría que no tiene fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.-

FABRICAR LA FELICIDAD

Fabricar la felicidad


Para mí y para los que me rodean.
Decidirme a ser feliz, 
con lo que tengo en mi vida.
A pesar de no sentirme bien.
A pesar de no ser las cosas como deseo.
A pesar de no gustarme mi familia.
A pesar de no comprender a la gente.
A pesar de mi cansancio físico y moral.
A pesar del desaliento.
A pesar de las desilusiones
A pesar de las circunstancias adversas.
A pesar de la enfermedad.
Lucharé con mis estados negativos para poder dar lo mejor de mí mismo a los demás y así decidirme a ser feliz con lo que tengo.

Esto es: Fabricar felicidad

CUANDO SUFRES Y NO ENTIENDES NADA



Autor: P. Evaristo Sada LC | Fuente: la-oracion.com 
Cuando sufres y no entiendes nada
Es simplemente incomprensible, pero Él te ayudará a recuperar la paz y a experimentar con más fuerza aún su paternidad.


Cuando sufres y no entiendes nada

¿Por qué me sucede esto a mí? ¿Cómo lo permite Dios? ¿Qué hice para merecer este castigo? ¿Qué será de mi futuro? 

Son preguntas hirientes que brotan con frecuencia en medio del sufrimiento.

Con el salmista (Sal 30) gritamos: 

Piedad, Señor, que estoy en peligro:
se consumen de dolor mis ojos,
mi garganta y mis entrañas.

Le damos vueltas con la cabeza y no entendemos nada. Es simplemente incomprensible. Toda la sensibilidad se retuerce y a veces se rebela. No es para menos. "No lo entiendo, Señor, no tiene ningún sentido, no me entra en la cabeza."

A ti, Señor, me acojo:
no quede yo nunca defraudado;
Tú, que eres justo, ponme a salvo,
inclina tu oído hacia mí;
ven aprisa a librarme,
sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve.

Las cosas no me cuadran

Lo que estás viviendo te parece que no encaja con el concepto del Dios bueno y justo del que has oído hablar tantas veces. Viene la tentación de la desesperanza y hasta la fe se ve amenazada.

Pero apenas puedes levantar la mirada, ves el universo: su belleza, el orden, la perfección, el detalle, la grandeza, la abundancia… y no es difícil concluir que lo hizo y lo conserva un Padre bueno que vela por sus hijos.

Ves tu vida: el mero hecho de existir cuando podrías no haber sido, tu capacidad de amar, tu familia, tu bautismo, tu educación, tus amigos... y tantas cosas buenas y bellas de tu persona y de tu historia. Aunque no es que todo sea perfecto, su belleza y gratuidad desvelan el rostro amable de un Dios que cobija a sus criaturas.

La Providencia Divina

Esa es la Providencia. No se puede probar con argumentos, hay que experimentarla. A veces se nubla u oscurece, más cuando se está en medio de la batalla; son momentos, sucesos o circunstancias particulares, pero cuando se ve en perspectiva todo adquiere sentido. Y a veces se requieren décadas para tener suficiente perspectiva. Es como estar perdido en medio de un laberinto y luego ser capaz de verlo desde lo alto y encontrarle sentido.

La historia de José, hijo de Jacob, es elocuente: pasó una historia de odio, envidia, mentira, ingratitud, sensualidad… para que llegara a cumplirse el designio de Dios sobre su pueblo. Vale la pena recordarlo. Sus hermanos primero se burlaron de él, después le odiaron y le rechazaron, planearon su muerte, por fin lo arrojaron a un pozo, lo vendieron como esclavo a los primeros extranjeros, unos egipcios, que pasaron por ahí e informaron a su padre que había muerto. La esposa del faraón lo tentó, luego mintió y lo acusó injustamente. José acabó en la cárcel del faraón. ¿Podría haber imaginado lo que iba a suceder después? El caso es que Dios le concedió el cargo administrativo más alto en el reino; tuvo la oportunidad de perdonar a sus hermanos, de volver a abrazar a su padre, de ofrecer a su familia y a las familias de todos sus hermanos una nueva tierra, un nuevo pueblo, una nación donde salvar sus vidas en un momento de tremenda hambre y carestía. El pueblo de Israel creció y se consolidó en Egipto.

Incendios que dan vida

Hace unos meses me invitaron a dar un taller de oración en Calgary. Tuvimos el curso en un lugar montañoso con zonas inmensas de bosque. Mientras iba por carretera pasamos por un bosque amplísimo que se había incendiado, sólo se veían troncos caídos y cenizas. Mi reacción natural fue decir: "¡Qué desastre!" Poco después apareció un gran cartel que decía: "Incendios que dan vida". El fuego forma parte del sistema de regeneración de un bosque. Cantidad de semillas permanecen encerradas en las piñas hasta que el calor de un incendio las libera. Las cenizas fertilizan el campo. Gracias a incendios de hace 30 años tenemos ahora bosques espléndidos.

Es necesario ver el conjunto en perspectiva. La oración es el mirador

Cuando el sufrimiento y el misterio se hacen presentes en la propia vida, tenemos en las manos un momento privilegiado para hacer oración. No necesariamente se encuentran respuestas; más aún, rara vez se encuentran explicaciones lógicas a lo que sucede, pero es tiempo fecundo para crecer en el conocimiento personal, para reconocer los propios límites, dejarse interpelar por Dios que nos llama a la conversión y anclar la vida en una confianza inquebrantable en la providencia de Dios.

La historia es como un río que lleva su curso; en el camino encuentra tropiezos y remolinos, pero sigue su curso. Y el Plan de Dios se cumplirá. "En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo." (Jn 16,33)

"Yo confío en ti, Señor,
te digo: -tú eres mi Dios-.
En tus manos están mis azares (...);
qué bondad tan grande, Señor,
reservas para tus fieles,
y concedes a los que a ti se acogen".

Cuando Dios permite que suframos sus hijos, nos ofrece una oportunidad de purificación y, sobre todo, de alguna manera nos dice: "No busques más razones, me tienes a mí como respuesta".

"Yo decía en mi ansiedad:
"me has arrojado de tu vista";
pero tú escuchaste mi voz suplicante
cuando yo te gritaba".

Tu oración la escucha el mismo Dios que vio en la cruz a su único Hijo, Jesucristo: el crucificado que redimió a la humanidad.

La presencia infalible de Dios Padre y el ejemplo silencioso de Cristo crucificado se manifiestan a la hora de la prueba como una nueva epifanía del amor personal de Dios en tu vida. No hay manera de demostrarlo, pero quizá es una experiencia que habrás vivido más de alguna vez. Cuando abres la puerta de la fe, Él te ayuda a encajar el golpe, a recuperar la paz y a experimentar con más fuerza aún su paternidad.

Piénsalo un poco. En tu propio sufrimiento, al cabo de los años, ¿has experimentado de alguna manera la mano Providente de Dios? Si no es así, convérsalo con Él.

SAN JOSÉ MARÍA DE YERMO Y PARRES


SAN JOSÉ MARÍA DE YERMO Y PARRES, SACERDOTE, 19 DE SEPTIEMBRE



Autor: . | Fuente: Vatican.va 
José María de Yermo y Parres, Santo
Biografía, septiembre 19,

José María de Yermo y Parres, Santo


El sacerdote José María de Yermo y Parres nació en la Hacienda de Jalmolonga, municipio de Malinalco, Edo. de México el 10 de noviembre de 1851, hijo del abogado Manuel de Yermo y Soviñas y de María Josefa Parres. De nobles orígenes, fue educado cristianamente por el papá y la tía Carmen ya que su madre murió a los 50 días de su nacimiento. Muy pronto descubrió su vocación al sacerdocio. 

A la edad de 16 años deja la casa paterna para ingresar en la Congregación de la Misión en la Ciudad de México. Después de una fuerte crisis vocacional deja la familia religiosa de los Paúles y continúa su camino al sacerdocio en la Diócesis de León, Gto. y allí fue ordenado el 24 de agosto de 1879. Sus primeros años de sacerdocio fueron fecundos de actividad y celo apostólico. 

Fue un elocuente orador, promovió la catequesis juvenil y desempeñó con esmero algunos cargos de importancia en la curia, a los cuales por motivo de enfermedad tuvo que renunciar. El nuevo obispo le confía el cuidado de dos iglesitas situadas en la perifería de la ciudad: El Calvario y el Santo Niño. Este nombramiento fue un duro golpe en la vida del joven sacerdote. Le sacudió profundamente en su orgullo, sin embargo decidió seguir a Cristo en la obediencia sufriendo esta humillación silenciosamente. 

Un día, mientras se dirigía a la Iglesia del Calvario, se halla de improviso ante una escena terrible: unos puercos estaban devorándose a dos niños recién nacidos. Estremecido por aquella tremenda escena, se siente interpelado por Dios, y en su corazón ardiente de amor proyecta la fundación de una casa de acogida para los abandonados y necesitados. Obtenida la autorización de su obispo pone mano a la obra y el 13 de diciembre 1885, seguido por cuatro valientes jóvenes, inaugura el Asilo del Sagrado Corazón en la cima de la colina del Calvario. Este día es también el inicio de la nueva familia religiosa de las “Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres”. 

Desde ese día el Padre Yermo pone el pie sobre el primer peldaño de una larga y constante escalada de entrega al Señor y a los hermanos, que sabe de sacrificio y abnegación, de gozo y sufrimiento, de paz y de desconciertos, de pobrezas y miserias, de apreciaciones y de calumnias, de amistades y traiciones, de obediencias y humillaciones. Su vida fue muy atribulada, pero aunque las tribulaciones y dificultades se alternaban a ritmo casi vertiginoso, no lograron nunca abatir el ánimo ardiente del apóstol de la caridad evangélica. 

En su vida no tan larga (1851-1904) fundó escuelas, hospitales, casas de descanso para ancianos, orfanatos, una casa muy organizada para la regeneración de la mujer, y poco antes de su santa muerte, acontecida el 20 de septiembre de 1904 en la ciudad de Puebla de los Ángeles, llevó a su familia religiosa a la difícil misión entre los indígenas tarahumaras del norte de México. Su fama de santidad se extendió rápidamente en el pueblo de Dios que se dirigía a él pidiendo su intercesión. Fue beatificado por Su Santidad JuanPablo II el 6 de mayo 1990 en la Basílica de Ntra. Sra. de Guadalupe en la Ciudad de México. Fue canonizado el 21 de mayo de 2000 en la Plaza de San Pedro.

jueves, 18 de septiembre de 2014

EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 18 DE SEPTIEMBRE DEL 2014

Autor: Misael Cisneros | Fuente: Catholic.net
La pecadora arrepentida
Lucas 7,36-50 Tiempo Ordinario. ¿Quieres saber cuánto vales? No cuentes lo que tienes, mira solamente lo que amas.
 
La pecadora arrepentida
La pecadora arrepentida
Del santo Evangelio según san Lucas 7,36 - 50

En aquel tiempo, un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa. Una mujer de mala vida en aquella ciudad, cuando supo que Jesús iba a comer ese día en casa del fariseo, tomó consigo un frasco de alabastro con perfume, fue y se puso detrás de Jesús, y comenzó a llorar, y con sus lágrimas bañaba sus pies; los enjugó con su cabellera, los besó y los ungió con el perfume. Viendo esto, el fariseo que lo había invitado comenzó a pensar: «Si este hombre fuera profeta, sabría qué clase de mujer es la que lo está tocando; sabría que es una pecadora». Entonces Jesús le dijo: «Simón, tengo algo que decirte». El fariseo contestó: «Dímelo, Maestro». Él le dijo: «Dos hombres le debían dinero a un prestamista. Uno le debía quinientos denarios, y el otro, cincuenta. Como no tenían con qué pagarle, les perdonó la deuda a los dos. ¿Cuál de ellos lo amará más?». Simón le respondió: «Supongo que aquel a quien le perdonó más». Entonces Jesús le dijo: «Has juzgado bien». Luego, señalando a la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no me ofreciste agua para los pies, mientras que ella me los ha bañado con sus lágrimas y me los ha enjugado con sus cabellos. Tú no me diste el beso de saludo; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besar mis pies. Tú no ungiste con aceite mi cabeza; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por lo cual, Yo te digo: sus pecados, que son muchos, le han quedado perdonados, porque ha amado mucho. En cambio, al que poco se le perdona, poco ama». Luego le dijo a la mujer: «Tus pecados te han quedado perdonados». Los invitados empezaron a preguntarse a sí mismos: «¿Quién es éste que hasta los pecados perdona?». Jesús le dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado; vete en paz.

Oración introductoria

Dios mío, al igual que la mujer del Evangelio, te busco con una gran fe en esta oración. Soy consciente de mis miserias y necesito tu perdón. No permitas que me aparte de Ti, porque en Ti tengo puesta toda mi esperanza. Te amo y deseo ardientemente compartir este amor con los demás.

Petición

Señor, ayúdame a reparar mis faltas con esta oración sincera y humilde.

Meditación del Papa Francisco

[Jesús] Si hablaba con alguien, miraba sus ojos con una profunda atención amorosa: “Jesús lo miró con cariño”. Lo vemos accesible cuando se acerca al ciego del camino, y cuando come y bebe con los pecadores, sin importarle que lo traten de comilón y borracho. Lo vemos disponible cuando deja que una mujer prostituta unja sus pies o cuando recibe de noche a Nicodemo. La entrega de Jesús en la cruz no es más que la culminación de ese estilo que marcó toda su existencia.
Cautivados por ese modelo, deseamos integrarnos a fondo en la sociedad, compartimos la vida con todos, escuchamos sus inquietudes, colaboramos material y espiritualmente con ellos en sus necesidades, nos alegramos con los que están alegres, lloramos con los que lloran y nos comprometemos en la construcción de un mundo nuevo, codo a codo con los demás. Pero no por obligación, no como un peso que nos desgasta, sino como una opción personal que nos llena de alegría y nos otorga identidad. (S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium n. 269) .

Reflexión

Cada hombre vale lo que puede valer su amor. El amor, lo dijo alguien hace muchos siglos, no tiene precio. Se atribuye al rey Salomón esta frase: "Si alguien quisiese comprar todo el amor con todas sus riquezas se haría el más despreciable entre los hombres". Un empresario multimillonario puede comprar las acciones de muchas empresas más débiles que la suya, pero no puede lograr, con todos sus miles de millones de dólares, comprar la sonrisa amorosa de su esposa o de sus hijos. Y si el amor es algo inapreciable, si vale más que todos los diamantes de Sudáfrica, vale mucho más la persona, cada hombre o mujer, capaces de amar.

Por eso podemos decir que no existe una cifra que nos diga lo que vale cada ser humano. Mejor aún: tiene un precio que sólo se puede comprender cuando entramos en la lógica del "banco del amor", cuando aprendemos a mirar a los demás con los ojos de quien descubre que todos nacemos y vivimos si nos sostiene el amor de los otros, y que nuestra vida es imposible el día en que nos dejen de amar y en el que nos olvidemos de amar.

¿Quieres saber cuánto vales? No cuentes lo que tienes. Mira solamente si te aman y si amas, como esta mujer pecadora que amaba a Cristo y Cristo la amaba porque sabía que le daba no sólo un valioso perfume sobre sus pies, sino un valioso amor que vale más que todas las riquezas del fariseo. El fariseo dejaba de lado a todos aquellos que él consideraba pecadores pero no sabía que en el corazón de Cristo no hay apartados. Él ama a todos los hombres y espera ser correspondido por cada uno de ellos. De igual forma en nuestra vida, amemos a los hombres sin considerar su fealdad o belleza, su condición social o sus defectos.

El amor cubre una multitud de pecados, por eso ella puede escuchar de labios de Jesús: ¡vete en paz! Es un atrevimiento y un escándalo para quien está falto de amor, pues sólo desde el amor se entiende el perdón. Si no, que lo diga una madre dispuesta siempre a perdonar los extravíos de su hijo.

El amor es la fuerza del alma y la llave que abre todas las puertas.

Propósito

Evitar, hoy, juzgar a los demás para mantener un corazón generoso y misericordioso como el de Cristo.

Diálogo con Cristo 

Dios Padre misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia, ten compasión de tus hijos pecadores y apiádate de las obras de tus manos para que podamos permanecer en pie el día de tu venida gloriosa. 

ORACIÓN AL ÁNGEL DE LA GUARDA


¿A QUIÉN HE DE TEMER?


¿A quién he de temer?

Un grupo de científicos y botánicos  se encontraban explorando 
remotas regiones de los Alpes  en busca de nuevas especies de flores.

Un día notaron, a través de sus binoculares,  una flor tan rara y tan bella  que su valor a la ciencia era incalculable. 

Sin embargo, la flor se hallaba  en lo profundo de una cañada 
que tenía despeñaderos a ambos lados. 

Para agarrar la flor, alguien tenía que bajar por el despeñadero sostenido de una cuerda. 

Por allí cerca había un muchacho curioso  observando la escena. Los científicos le dijeron  que le pagarían bien si se dejaba bajar 
por el despeñadero  para arrancar la flor que había en el fondo. 

El muchacho echó un largo vistazo  al profundo y vertiginoso precipicio y dijo: "Regreso en un minuto." 
Al poco rato volvió,  seguido de un hombre de pelo canoso. 
Se acercó al botánico y le dijo:

"Bajaré por el despeñadero y les traeré la flor 
con la condición de que este hombre sostenga la cuerda.
Es mi papá." 

¡Ojalá que Dios nos dé la fe de ese muchacho! 
¿Has aprendido a confiar en el Señor así?  Si alguna otra persona sostiene la cuerda, no me atrevo a ir. 

Pero puesto que es Jesús el que me mantiene firme,  no puedo dudar.  ¿Estás dispuesto a decir: 
"Si mi Padre sostiene la cuerda no temeré"? 

El temor se desvanece cuando confiamos en nuestro Padre.

A LA SOMBRA DE TU IDEAL


A la sombra de tu ideal


Un día Diógenes, el cínico , fue al mercado y puso un puesto, y encima, un letrero que decía :

" AQUÍ SE VENDE SABIDURÍA ".

Un Griego que leyó el letrero se echó a reír y dándole a su criado tres sestercios de sabiduría( sesenta centavos ), le dijo :

- Anda y dile a Diógenes que te venda tres sestercios de sabiduría,
Diógenes tomó el dinero y dijo al criado:

-Di a tu amo, que en todo lo que haga mire si no contradice a su ideal.

Agradó tanto la sentencia al amo, que la hizo esculpir en la puerta de su casa...

Yo te la he escrito estas líneas. Si la quieres no necesitas dinero.
Tómala y grábala en tu espíritu, y sea entonces tu vida, un eco de tu ideal.

Cuida que tus acciones no sean un a contradicción con tu manera de pensar.

Pon a la sombra de tu ideal toda la variada actividad de tu vida.
Esto es ser conciente con tus principios.

Esta es la verdadera sabiduría práctica.

Esto es vivir en el mundo de las conquistas espirituales y no en los campos fantásticos de las quimeras.

Sólo así llegarás a la altura de los triunfos. No lo olvides, sólo así...
Si sabes ser consecuente con tu ideal

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES - JUEVES EUCARÍSTICOS


ORACIÓN POR LOS SACERDOTES

"Señor Jesús, Pastor Supremo del rebaño,
te rogamos que por el inmenso amor y misericordia
de Tu Sagrado Corazón,
atiendas todas las necesidades de tus sacerdotes.

Te pedimos que retomes en Tu Corazón
todos aquellos sacerdotes que se han alejado de tu camino,
que enciendas de nuevo el deseo de santidad
en los corazones de aquellos sacerdotes
que han caído en la tibieza,
y que continúes otorgando a tus sacerdotes fervientes
el deseo de una mayor santidad.

Unidos a tu Corazón y el Corazón de María,
te pedimos que envíes esta petición a Tu Padre celestial
en la unidad del Espíritu Santo. Amén."


JESUCRISTO !AYÚDAME!


Jesucristo ¡ayúdame!

En cada necesidad déjame acercarme a ti con humildad diciendo: Jesucristo ¡ayúdame!

En todas mis dudas, perturbaciones y tentaciones: Jesucristo ¡ayúdame!

En mis horas de soledad, cansancio y pruebas: Jesucristo ¡ayúdame!

Cuando mis planes y esperanzas fracasen; en los disgustos, problemas y pesadumbres: Jesucristo ¡ayúdame!

Cuando otros me fallen y solamente tu gracia me auxilie: Jesucristo ¡ayúdame!

Cuando acuda a ti en busca de tu amor como Padre y Salvador: Jesucristo ¡ayúdame!

Cuando mi corazón se sienta derrumbado por el fracaso y al ver que mis esfuerzos son inútiles: Jesucristo ¡ayúdame!

Cuando me sienta desesperado y mi cruz se haga mas pesada: Jesucristo ¡ayúdame!

Cuando me sienta solo y enfermo y mi cabeza y manos ya no funcionen: Jesucristo ¡ayúdame!

Siempre, siempre, a pesar de mis debilidades: Jesucristo ¡ayúdame!
y nunca me abandones, Jesús mío. Amén.

NOS HACE FALTA LA VIRTUD DE LA ESPERANZA, SEÑOR


Autor: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net 
Nos hace falta la virtud de la esperanza, Señor
La esperanza es la luz que puede romper las negras sombras cuando parece que todo está perdido.


Nos hace falta la virtud de la esperanza, Señor


Hoy es jueves, Señor, y vengo con el alma en sombras, sombras que se llegan a convertir en oscuridad si nos falta la virtud de la Esperanza.... 

Cuando eso sucede hay noches en las que parece que el tiempo se ha detenido y jamás veremos el amanecer... en ellas oímos el palpitar de nuestro corazón y cada latido nos duele. 

Noches de negrura espiritual en las que todo parece agrandarse, nuestra pena, nuestra angustia y nuestro malestar. 

Nos pesa la vida y en el silencio de esa noches nos parece que no hay pena como nuestra pena.

Pero...si hay un poco de esperanza en nuestro corazón, estamos salvados. 

Sabemos de casos que esa gran "desesperanza" ha llegado a tal límite, a tal profundidad que no se ha encontrado otra solución que el buscar la "puerta falsa". Es el escape, el terminar con algo que pesa demasiado y el sentirse sumergido en las tinieblas de una noche "sin mañana"... sin esperanza. ¡Eso fue lo que les faltó a esas vidas, LA ESPERANZA. 

La esperanza es un mañana mejor, la esperanza es la luz que puede romper las negras sombras cuando parece que todo está perdido.

Sin esperanza no se puede vivir.

Cuando hay Esperanza a pesar de la desilusión y del dolor, siempre habrá otro camino que no sea el de la desesperación y el total aniquilamiento del verdadero yo. 

Es cierto que hay situaciones en la vida que son como la más oscura de las noches, noches en que las horas parecen no pasar...pero cuando hay fe, cuando sabemos que tenemos un Dios Padre que sabe de nuestro sufrimiento, cuando nos sabemos amados por El, a pesar de que nuestro sentimiento de soledad sea inmenso, si nos dejamos arropar y abandonar en sus brazos y en los de nuestra Madre María Santísima, la Esperanza, de saber que Dios nos ama, llegará con su luz que sabe consolar. 

Quien se siente amado no puede caer en la desesperación y Dios nos ama.

La ESPERANZA, es una virtud que tenemos que cultivar como la flor más delicada y valiosa. Tres son las virtudes teologales : Fe, Esperanza y Caridad, cuyo objeto directo es Dios Sin ellas es muy difícil caminar por la vida y no podemos olvidar que la Esperanza siempre será la luz en nuestras noches cuando las penas y las dificultades las hagan muy oscuras. 

Estos momentos ante Ti, Jesús, te pedimos que nos llenes de esperanza y que recordemos que el Papa Benedicto XVI ha dedicado una Carta encíclica «Spe salvi», para hablarnos de la esperanza: " (...) se nos ha dado la esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino.

PAPA FRANCISCO DENUNCIA QUE ESTAMOS VIVIENDO UNA "TERCERA GUERRA MUNDIAL"


Autor: . | Fuente: ForumLibertas 
El Papa Francisco denuncia que estamos viviendo una 
“tercera Guerra Mundial”
Lo dijo en una visita a dos cementerios de ambos bandos en el norte de Italia en el centenario del inicio de la primera gran conflagración. Criticó las ansias de poder, las ideologías y el comercio de armas que empujan a los conflictos



El Papa Francisco advirtió este sábado, 13 de septiembre, de que en la actualidad puede hablarse de una tercera Guerra Mundial combatida "por partes", azuzada por intereses espurios como la codicia y permitida por una suerte de indiferencia cainita que ya consintió las atrocidades del pasado.

Esta es la síntesis de la encendida homilía que Bergoglio pronunció durante su visita a los cementerios de Fogliano Redipuglia, que albergan los restos de los miles de caídos en este frente del nordeste de Italia durante la Gran Guerra, de cuyo inicio se conmemora este año el primer centenario.

Serio, visiblemente emocionado y con un tono de voz creciente, el pontífice dijo que la guerra es "una locura" alimentada por conceptos como "la avaricia, la intolerancia y la ambición de poder" que a menudo encuentran justificación en la ideología y que lo destruye y lo trastorna todo.

Además criticó la indiferencia instalada en la sociedad, que ilustró con la respuesta con la que Caín negó ante Dios conocer el paradero de su hermano asesinado: "A mi qué me importa?". "Sobre la entrada a este cementerio se alza el lema desvergonzado de la guerra: "A mí qué me importa?". Todas estas personas, cuyos restos reposan aquí, tenían sus proyectos, sus sueños... (...) La humanidad dijo: "A mí qué me importa?", recordó.

Una situación que parece estar repitiéndose en la actualidad, momento en el que, según refirió el obispo de Roma, podría decirse que se vive una tercera Guerra Mundial combatida por etapas mediante crímenes, masacres y destrucciones de toda índole.

Este belicismo globalizado se debe a que en la "sombra" de la sociedad convergen lo que denominó como "planificadores del terror", o lo que es lo mismo, "intereses, estrategias geopolíticas, codicia de dinero y de poder" y una industria armamentística cuyo corazón está "corrompido" por "especular con la guerra".

El Papa instó a los fieles "con corazón de hijo, de hermano y de padre", a "llorar", es decir, a reaccionar ante el belicismo y a abandonar la postura de Caín, que tras asesinar a Abel no derramó ninguna lágrima.

Tal y como hiciera san Juan Pablo II en 1992, sus palabras de paz repicaron esta lluviosa mañana en los páramos de dicha región norteña de Italia que hace exactamente un siglo se cuartearon de trincheras convirtiéndose en uno de los frentes más encarnados del conflicto.

El Papa ha dado numerosas muestras de sensibilidad por los episodios bélicos que se suceden en el mundo y en sus distintas apariciones públicas no ha dudado en exigir el cese de las armas en zonas como Ucrania, Oriente Medio, Libia o la República Centroafricana.

Pero la primera Guerra Mundial permanece especialmente en su memoria por las "dolorosas historias" que le narró su abuelo, Giovanni Bergoglio, soldado en la batalla de Piave (en este mismo frente) y cuyo historial militar le fue entregado por parte de Roberta Pinotti, ministra de Defensa de Italia.

Para conmemorar esta trágica efeméride, el Papa llevó a cabo este viaje pastoral de apenas cinco horas en el que visitó los camposantos de ambas partes beligerantes.
En primer lugar rezó en solitario el cementerio austrohúngaro, donde yacen en suelo italiano 14.550 combatientes del Eje Central y por último acudió al sagrario militar de Redipuglia, que contiene los restos de 100.000 soldados de nacionalidad italiana.

Este último fue el escenario donde Francisco llevó a cabo su misa y su homilía, en la que participaron los cardenales de Viena y Zágreb, además de obispos de Austria, Croacia, Hungría y Friuli-Venecia Julia y de autoridades civiles y militares.
A ellos les fue entregada la conocida como "luz de San Francisco", una pequeña lámpara de cristal cedida por el monasterio de Asís y en la que aparece inscrito el salmo franciscano "donde haya tinieblas ponga yo la luz".

Esta lámpara, que constituye un símbolo por sí misma en el que el cristal representa la pureza y la llama la fuerza, deberá permanecer encendida en todas las conmemoraciones de la Gran Guerra que los obispos oficien en sus respectivas diócesis.

La guerra, “una locura de la cual la humanidad no ha aprendido la lección”

En la misma línea, concluido el rezo del Ángelus del domingo, 14 de septiembre, el Papa Francisco reiteró su llamada a la paz, y aseguró que la guerra es una locura de la cual la humanidad aún no ha aprendido la lección.

El Santo Padre expresó su satisfacción porque “mañana, en la República Centro Africana, oficialmente se dará inicio a la Misión anhelada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para buscar la pacificación de este país y proteger a la población civil, que está sufriendo gravemente las consecuencias de los conflictos en curso”.

“Mientras les aseguro el compromiso y la oración de la Iglesia católica, animo el esfuerzo de la Comunidad Internacional, que sale en ayuda de los Centroafricanos de buena voluntad”.

El Santo Padre alentó “que lo antes posible la violencia ceda el paso al diálogo; que los despliegues opuestos dejen de lado los intereses particulares y se preocupen para que cada ciudadano, perteneciente a cualquier etnia y religión, pueda colaborar para la edificación del bien común”.

ORACIONES A SAN JOSÉ DE CUPERTINO










SAN JOSÉ DE CUPERTINO, RELIGIOSOS PRESBÍTERO, SEPTIEMBRE 18


Autor: . | Fuente: www.EvangelioDelDIA.org 
José de Cupertino, Santo
Religioso Presbítero, Septiembre 18


José de Cupertino, Santo
Patrón de los estudiantes

Martirologio Romano: En Osimo, en la región Picena, en Italia, san José de Cupertino, presbítero de la Orden de Hermanos Menores Conventuales, célebre, en circunstancias difíciles, por su pobreza, humildad y caridad para con los necesitados de Dios (1663).

José nació en 1603 en el pequeño pueblo italiano llamado Cupertino. Sus padres eran sumamente pobres. El niño vino al mundo en un pobre cobertizo pegado a la casa, porque el papá, un humilde carpintero, no había podido pagar las cuotas que debía de su casa y se la habían embargado.-

A los 17 años pidió ser admitido de franciscano pero no fue admitido. Pidió que lo recibieran en los capuchinos y fue aceptado como hermano lego, pero después de ocho meses fue expulsado porque era en extremo distraído. Dejaba caer los platos cuando los llevaba para el comedor. Se le olvidaban los oficios que le habían puesto. Parecía que estaba siempre pensando en otras cosas. Por inútil lo mandaron para afuera.-

Al verse desechado, José buscó refugio en casa de un familiar suyo que era rico, pero él declaró que este joven "no era bueno para nada", y lo echó a la calle. Se vio entonces obligado a volver a la miseria y al desprecio de su casa. La mamá no sintió ni el menor placer al ver regresar a semejante "inútil", y para deshacerse de él le rogó insistentemente a un pariente que era franciscano, para que lo recibieran al muchacho como mandadero en el convento de los padres franciscanos.-

Sucedió entonces que en José se obró un cambio que nadie había imaginado. Lo recibieron los padres como obrero y lo pusieron a trabajar en el establo y empezó a desempeñarse con notable destreza en todos los oficios que le encomendaban. Pronto con su humildad y su amabilidad, con su espíritu de penitencia y su amor por la oración, se fue ganando la estimación y el aprecio de los religiosos, y en 1625, por votación unánime de todos los frailes de esa comunidad, fue admitido como religioso franciscano.-

Lo pusieron a estudiar para presentarse al sacerdocio, pero le sucedía que cuando iba a presentar exámenes se trababa todo y no era capaz de responder. Llegó uno de los exámenes finales y el pobre Fray José la única frase del evangelio que era capaz de explicar completamente bien era aquella que dice: "Bendito el fruto de tu vientre Jesús". Estaba asustadísimo pero al empezar el examen, el jefe de los examinadores dijo: "Voy a abrir el evangelio, y la primera frase que salga, será la que tiene que explicar". Y salió precisamente la única frase que el Cupertino se sabía perfectamente: "Bendito sea el fruto de tu vientre".-

Llegó al fin el examen definitivo en el cual se decidía quiénes sí serían ordenados. Y los primeros diez que examinó el obispo respondieron tan maravillosamente bien todas las preguntas, que el obispo suspendió el examen diciendo: ¿Para qué seguir examinando a los demás si todos se encuentran tan formidablemente preparados?" y por ahí estaba haciendo turno para que lo examinaran, el José de Cupertino, temblando de miedo por si lo iban a descalificar. Y se libró de semejante catástrofe por casualidad.-

Ordenado sacerdote en 1628, se dedicó a tratar de ganar almas por medio de la oración y de la penitencia. Sabía que no tenía cualidades especiales para predicar ni para enseñar, pero entonces suplía estas deficiencias ofreciendo grandes penitencias y muchas oraciones por los pecadores. Jamás comía carne ni bebía ninguna clase de licor. Ayunaba a pan y agua muchos días. Se dedicaba con gran esfuerzo y consagración a los trabajos manuales del convento (que era para lo único que se sentía capacitado).-

Desde el día de su ordenación sacerdotal su vida fue una serie no interrumpida de éxtasis, curaciones milagrosas y sucesos sobrenaturales en un grado tal que no se conocen en cantidad semejante con ningún otro santo. Bastaba que le hablaran de Dios o del cielo para que se volviera insensible a lo que sucedía a su alrededor. Ahora se explicaban por que de niño andaba tan distraído y con la boca abierta. Un domingo, fiesta del Buen Pastor, se encontró un corderito, se lo echó al hombro y al pensar en Jesús, Buen Pastor, se fue elevando por los aires con cordero y todo.-

Los animales sentían por él un especial cariño. Pasando por el campo, se ponía a rezar y las ovejas se iban reuniendo a su alrededor y escuchaban muy atentas sus oraciones. Las golondrinas en grandes bandadas volaban alrededor de su cabeza y lo acompañaban por cuadras y cuadras.-

Sabemos que la Iglesia Católica llama éxtasis a un estado de elevación del alma hacia lo sobrenatural, durante lo cual la persona se libra momentáneamente del influjo de los sentidos, para contemplar lo que pertenece a la divinidad. San José de Cupertino quedaba en éxtasis con mucha frecuencia durante la Santa Misa, cuando estaba rezando los salmos de la S. Biblia. Durante los 17 años que estuvo en el convento de Grotella sus compañeros de comunidad presenciaron 70 éxtasis de este santo. El más famoso sucedió cuando 10 obreros deseaban llevar una pesada cruz a una montaña y no lo lograban. Entonces Fray José se elevó por los aires con cruz y todo y la llevó hasta la cima del monte.-

El Papa Benedicto XIV que era rigurosísimo en no aceptar como milagro nada que no fuera en verdad milagro, estudió cuidadosamente la vida de José de Cupertino y declaró: "Todos estos hechos no se puede explicar sin una intervención muy especial de Dios".-

Los últimos años de su vida, José fue enviado por sus superiores a conventos muy alejados donde nadie pudiera hablar con él. La gente descubría donde estaba y corrían hacia allá. Entonces lo enviaban a otro convento más apartado aún. El sufrió meses de aridez y sequedad espiritual (como Jesús en Getsemaní) pero después a base de mucha oración y de continua meditación, retornaba otra vez a la paz de su alma. A los que le consultaban problemas espirituales les daba siempre un remedio: "Rezar, no cansarse nunca de rezar. Que Dios no es sordo ni el cielo es de bronce. Todo el que pide, recibe".-

Murió el 18 de septiembre de 1663 a la edad de 60 años.
Que Dios nos enseñe con estos hechos tan maravillosos, que Él siempre enaltece a los que son humildes y los llena de gracias y bendiciones.-
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