¡Oh Sagrado Corazón, Luz en este mundo de oscuridad!
Meditación: Corazón Sagrado, enllagado y martirizado por nuestros pecados, sé nuestra Luz para vivir sólo en Ti, y así poder seguir nuestro camino para llegar un día a habitar junto al Padre Celestial
Jaculatoria:¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.
Florecilla: Que sepamos plasmar en nuestro pobre corazón, lo que nos enseñó el Hijo de Dios. Meditemos cuán poco sabemos de El.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
Día 1.- EL DIVINO CORAZÓN DE JESÚS
¡El Corazón de Jesús! Una herida, una corona de espinas, una cruz, una llama, "He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres". ¿Quién nos ha dado aquel Corazón? Jesús mismo. Él nos había dado todo: su doctrina, sus milagros, sus dones de la Eucaristía, su Madre divina. Pero el hombre permanece todavía insensible a tantos dones. Su soberbia les hace olvidar el Cielo, sus pasiones les hacen descender al fango. Fue entonces cuando Jesús mismo dirigió una mirada piadosa sobre la humanidad; se apareció a su hija predilecta, Margarita María de Alacoque, para manifestarle los tesoros de su corazón.
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