LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
9 mayo
Acostúmbrate a invocar con frecuencia al Espíritu Santo: al iniciar alguna obra, sea ella de orden espiritual, sea de orden material, cuando tengas que imponerte algún sacrificio o negación, antes de realizar una acción evangélica, para conseguir eficacia para tu apostolado y en ocasiones parecidas.
Pero no te contentes con rezar simplemente la oración del Espíritu Santo; rézala con atención y con fervor, poniéndote bajo la acción del Espíritu, a fin de que cuanto realices lleve su sello y sea santo para ti y santificador para los demás.
P. Alfonso Milagro
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