El Papa critica la hipocresía del mundo que grita “libertad” pero cada vez es más esclavo
Redacción ACI Prensa
Foto: Vatican Media
El Papa ha criticado que el mundo se encuentra sumido en la esclavitud a pesar de gritar constantemente a favor de la libertad y propuso 3 formas de verdadera libertad.
En la homilía que pronunció en la Misa en la Casa Santa Marta, habló de 3 tipos de libertad. “¿Somos libres de pensar con mente fría en dar espacio a Dios en nuestra vida como hizo Gamaliel?, ¿somos libres de seguir a Jesús con alegría también en el sufrimiento como Pedro y Juan?, ¿somos libres de las pasiones, de las ambiciones, de la moda?”, preguntó.
“O ¿somos como el mundo, que grita “¡libertad!” pero después sigue siendo esclavo?”, añadió.
Francisco habló del Evangelio del día sobre la multiplicación de los panes y los peces, y aprovechó para recordar que Jesús ha dado a todos el don de la libertad “con su obra redentora”.
“El hombre libre no tiene miedo del tiempo: deja hacer a Dios. Da espacio, para que Dios actúe en el tiempo. El hombre libre es paciente”, dijo hablando de la figura de Gamaliel.
“También Pilato pensaba bien, con la mente fría” y se da cuenta de que Jesús era inocente, pero “no fue capaz de resolver el problema, porque no era libre, quería hacer carrera” y “le faltaba el coraje de la libertad porque era esclavo del carrerismo, de la ambición, de su éxito”.
El Papa puso otro ejemplo de libertad fijándose en Pedro y Juan, “que habían sanado al paralítico y ahora estaban en el Sanedrín”. “Se tienen que ir fuera alegres de haber sido juzgados dignos de sufrir ultrajes en nombre de Jesús”.
“Esta es la alegría de imitar a Jesús. Es otra libertad: más grande, más larga, más cristiana”. Los dos estaban contentos “porque habían sufrido en nombre de Jesús”, comentó.
“Eran libres en el sufrimiento para seguir a Jesús” y así, afirmó Francisco, debe ser la actitud del cristiano: “Señor, tú me has dado tanto, has sufrido por mí. ¿Qué puedo hacer yo por ti? Toma, Señor, mi vida, mi mente, mi corazón, es todo tuyo”.
“Esta es la libertad de un enamorado de Jesucristo. Sellado por el Espíritu Santo, con la fe en Jesucristo. Tú has hecho esto por mí, yo hago esto por ti. También hoy hay muchos que están en la cárcel, cristianos, torturados, que llevan adelante esta libertad: la de confesar a Jesús”.
El tercer ejemplo que ofreció fue el de “Jesús mismo” que multiplica los panes y los peces pero se ve obligado a alejarse de nuevo de la multitud porque lo querían hacer rey. “Se alejó del triunfalismo. No se dejó engañar por este triunfalismo. Era libre”. Como en el desierto cuando rechazó las tentaciones, “porque era libre, y su libertad era seguir la voluntad del Padre. Y terminar en la cruz. Es el ejemplo de libertad más grande: Jesús”, añadió.
El Pontífice invitó a pensar “en mi libertad, nuestra libertad”. “¿Soy esclavo de mis pasiones, de mis ambiciones, de tantas cosas, de las riquezas, de la moda?”.
“Parece una broma, pero cuánta gente es esclava de la moda. Pensemos en nuestra libertad, en este mundo que es un poco esquizofrénico. Grita: “¡libertad, libertad, libertad!”, pero cada vez es más esclavo, esclavo, esclavo”.
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