La paz del corazón
La paz del corazón es un tesoro tan grande que debemos cuidarla y defenderla. La ambición desmedida puede entregarnos de tal manera a una vida inquieta y agitada que, por lograr objetivos imprudentes, acabamos destruidos por dentro. Aquí tienes una oración responsorial que, con sus reiteraciones, te invita a entrar en un sueño apacible al amparo de Dios.
- En paz me acuesto y enseguida me duermo.
- En paz me acuesto y enseguida me duermo.
- Porque tu sólo, Señor, me haces vivir tranquilo.
- Enseguida me duermo.
- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
- En paz me acuesto y enseguida me duermo.
La agitación y el ritmo descontrolado de las ocupaciones pueden hacerte olvidar las cosas esenciales de la vida. No te dejes perturbar por excesos o las preocupaciones cotidianas. La serenidad de tu espíritu es un valor tan grande que no merece canjearse por las cosas materiales.
* Enviado por el P. Natalio
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