Hoy, un día especial
Cuando comienzas el día es muy efectivo repetirte consignas e ideales para fortalecer los propósitos de tu corazón. De esa manera logras que se fijen en tu interior, desde dónde seguirán a lo largo de la jornada marcándote el camino de bondad y fidelidad que tú has elegido. Aquí te ofrezco una buena síntesis de excelentes decisiones.
Hoy invertiré el recurso más importante, mi tiempo, en la obra más trascendental: mi vida. Cada minuto lo realizaré apasionadamente para hacer de hoy un día diferente y único en mi vida. Hoy opondré resistencia al pesimismo y conquistaré al mundo con una sonrisa, con la actitud positiva de esperar siempre lo mejor. Hoy haré de cada tarea ordinaria un expresión sublime, demostrando en cada momento la grandeza de mi ser. Hoy tendré los pies en la tierra comprendiendo la realidad y la mirada en las estrellas para inventar mi porvenir. Hoy tendré tiempo de ser feliz y dejaré mi aroma y mi presencia en el corazón de los demás convirtiendo cada una de mis acciones en manifestaciones de bondad.
Responsabilidad, valor de las pequeñas tareas, expresiones de bondad, superación del egoísmo, son líneas maestras de un serio programa espiritual que ayuda a crecer y madurar cada día. “Ser maduro es un aprendizaje que culmina cuando nos retiramos de esta fiesta que es la vida”. El Señor te acompañe con su gracia.
* Enviado por el P. Natalio
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